Tradicionales pero modernos. Los empeños llevan toda la vida usándose cuando aparece una necesidad económica inesperada, pero, ¿siguen siendo útiles en la actualidad? La respuesta está clara: sí. Ahora solo toca saber los motivos que llevan a esta afirmación. Vayamos por partes.
A todos nos puede pasar que, de manera inesperada, aparezca un gasto grande con el que no se contaba. Y si aparece en un mal momento del mes o justo después de haber hecho un desembolso de ahorros, puede suponer un problema. Es ahí donde los empeños aparecen como opción de financiación rápida y fiable.
La premisa es la que todos conocemos y que hemos visto en muchas ocasiones en la tele. Los empeños son una práctica financiera por la que una persona hace entrega de algún tipo de artículo como garantía, a cambio de un préstamo de una determinada cantidad de dinero. Este objeto puede ser recuperado si se paga lo acordado entre las dos partes.
¿En qué situaciones se puede recurrir a los empeños?
Una de las características principales que tienen los empeños es su inmediatez. Por esto mismo son muy útiles en determinadas circunstancias en las que la rapidez por conseguir dinero se hace más presente. Un buen ejemplo, son los gastos de tipo médico. Cuando hay una emergencia relacionada con la salud, no se puede posponer nada, por lo que los empeños pueden ser una buena alternativa para cumplir con estos pagos.
Otra situación en la que se puede recurrir a los empeños son las reparaciones en el hogar. Si se estropea, por ejemplo, la nevera, no se puede dejar pasar el tiempo. Cuanto antes se arregle o se compre una nueva si se da el caso, mejor. Y no se trata de un desembolso precisamente pequeño. Lo mismo sucede con las visitas al taller inesperadas; y con las esperadas que finalizan con alguna reparación con la que no se contaba. O con alguna multa que llega con sorpresa y que conviene liquidar cuanto antes.
La responsabilidad como forma de uso
Está claro que los empeños ofrecen numerosas ventajas a los usuarios, pero hay una cosa que debe estar clara desde el principio. Hay que usarlos siempre de manera responsable. Antes de nada, conviene comprender la operación que se va a realizar y evaluar la capacidad de pago propia.
Aquí entra en juego una opción muy interesante, como es la venta recuperable que ofrece Cash Converters. De esta forma, los usuarios pueden vender sus objetos con la opción de recuperarlos en los 30 días siguientes o en el plazo que se establezca. Se trata de un hasta luego, ya que con esta solución flexible, puedes obtener liquidez sin perder tus posesiones a largo plazo.
Por lo tanto, queda claro que los empeños sí son una opción válida para conseguir dinero en determinadas situaciones. Usándolos con responsabilidad y con un plan claro de recuperación de lo que se haya empeñado, pueden ser la forma de financiación más útil para hacer frente a un apuro económico.
