Cine y TV

Blade Runner: el derecho ante la puerta de Tannhäuser

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Blade Runner es una película dirigida en 1982 por Ridley Scott, protagonizada por Harrison Ford, en el papel de Rick Deckard, y Rutger Hauer, como el replicante Roy Batty, junto con un reparto de gran calidad. El argumento presenta un futuro degradado, decadente, a pesar de enmarcarse en un gran progreso tecnológico, que incluso permitió al ser humano llegar a otros planetas, colonizarlos a consecuencia de la superpoblación, y desarrollar una inteligencia artificial prácticamente equiparada a la biológica que facilitase esa tarea. En este contexto, la humanidad consiguió crear máquinas indiferenciables en apariencia de los seres humanos, a los que se les denominó replicantes, pero, en principio, carentes de emociones y de la capacidad de empatizar, con el fin de llegar a aquellos lugares a los que el hombre, por sus limitaciones, no podía acceder. Para ello se les dotó de una especial agilidad y fuerza física; la duración de su existencia sería muy breve, y sus recuerdos, una implantación artificial con diversos fines.

Ocurrió, sin embargo, que varios replicantes comenzaron a ser conscientes de su condición, y junto con la visión de aquellos mundos en sus viajes interestelares, y tal vez precisamente como consecuencia de aquellas escenas que el ser humano por sí mismo no podría ver jamás, volvieron también su mirada hacia el interior, y mostraron sentimientos, ganas de vivir, de querer, de soñar. La humanidad consideró que eran rebeldes, y a los efectos de depurarlos o «retirarlos» de la circulación, se crearon los blade runners.

Se trata de una película con un componente filosófico muy elevado, desde variadas perspectivas. La rebeldía de los replicantes puede identificarse con el despertar de la sociedad frente a la opresión, que cuenta con la correspondiente respuesta por parte del poder: la persecución de esas minorías, que han percibido la verdad, como elementos peligrosos; la consideración de los replicantes como una versión del «superhombre» nietzschesiano; o la correlación entre el mundo sensible y el mundo inteligible, en términos platónicos, haciendo de los replicantes el ejemplo de los presos de la caverna que consiguieron salir de ella y ver la realidad, a diferencia de la humanidad, que prosigue en las sombras; eso sí, rodeada de tecnología punta, pero en la más completa oscuridad ética, filosófica y metafísica. En definitiva, una máquina habría sido capaz de llegar antes a la verdad que el propio ser humano. Y sin embargo, así como esos replicantes quieren llevar una vida normal e incluso ayudar al hombre (debe recordarse que Roy Batty le salva la vida a Deckard) en cambio el ser humano les quiere eliminar por ser considerados elementos discordantes.

Estas consideraciones, enfocadas desde lo jurídico, me llevan a unas conclusiones importantes:

Los replicantes han podido ver partes del universo, mundos más allá de la Tierra, que les han permitido tener una perspectiva mayor de la realidad. Este conocimiento les ha habilitado para comprender la existencia de los valores primordiales que han de regir la vida del individuo y su desenvolvimiento social. Son por ello receptivos y emocionales, se preguntan el por qué de su tan limitada existencia y el motivo por el que son perseguidos. En definitiva, por su experiencia, han accedido al conocimiento verdadero, al plano de la metafísica. Se han convertido en seres valiosos, de una ética firme. Han adquirido una verdadera humanidad. Y sin embargo, los seres humanos les aplican unas normas que buscan su exterminio.

La lección que se puede extraer de ello es que resulta imprescindible valorar el Derecho con gran amplitud de miras para que cumpla su cometido. Es necesario tener inquietudes, no limitarse al tenor literal de la norma, sino que el jurista ha de ser, ante todo, un humanista, y concebir el Derecho como una disciplina que bebe directamente de fuentes filosóficas, históricas y clásicas. Un positivismo despojado de cualquier otro factor es, ante todo, insuficiente. La casuística lleva a entender los hechos y a aplicar la norma de conformidad con esos hechos concretos y de acuerdo con el devenir de cada caso, sin que uno sea igual a otro. Sin una visión intelectual que no esté constreñida a lo aparente nunca se podrá llegar a realizar la Justicia, y desembocará en todo lo contrario. La cerrazón ante el Derecho Natural, ya sea por desconocimiento o por menosprecio, deriva en la antítesis de la aplicación justa de la norma. En la película, el sistema normativo se configuró para depurar a los replicantes que adquirieran principios éticos, al considerarlos un peligro. Esa altura de miras de los replicantes les llevó a entender cuales son los valores de la humanidad, esto es, conocieron el Derecho Natural, y rápidamente lo hicieron propio, de tal modo que se convirtieron en los mejores seres humanos, aún sin serlo.

La reciente divulgación de las imágenes del espacio profundo obtenidas por el telescopio James Webb conduce a la misma reflexión final que se extrae de Blade Runner: solamente con la visión de ese mundo infinito e inalcanzable puede comprenderse que ha de adoptarse una actitud humilde, abierta e integradora, no prepotente, de confrontación o de negación de esa inmensa realidad por el solo hecho de no entenderla. Lo mismo ocurre con los principios del Derecho Natural o de la ética. Difícilmente puede obtenerse un resultado acertado si se reniega en el silogismo de la premisa mayor, pues se estará excluyendo la base para toda aplicación correcta del Derecho, y lo será por motivos desafortunados, al asentarse en concepciones reducidas o simples del fenómeno jurídico, tan equivocadas como el considerar que los derechos humanos no son fruto de la razón, de siglos de historia, o negar que el lugar en el que se encuentran se ubica más allá de un texto que los refleje, ya que, en efecto, tales derechos universales existen al margen de que una norma jurídica, por las veleidades del poder político, un día los contemple y al siguiente no lo haga.

Una visión global, culta, filosófica del Derecho nos llevará a descubrir aquello que realmente es; y aunque resulte incómodo para las concepciones limitadas de lo jurídico, y por ello hayan existido corrientes enfrentadas históricamente, bien merece la pena mantener esta posición, pues en ella se encuentra la salida real a muchos de los problemas actuales.

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Este texto es un adelanto del libro Los ojos vendados de la Justicia de Diego García Paz.

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31 Comentarios

  1. Primer artículo de Diego García Paz, que amenaza con un libro.
    El meollo del artículo consiste en mostrar que Diego es una persona de principios. Ni siquiera cita a Philip K. Dick.
    Su visión es una concepción facha de las ciencias y el derecho a los que conecta irremisiblemente con lo moral. En vano la falacia naturalista. En vano Hume. En vano trescientos años.
    Volviendo alegremente al sol de justicia y una nueva era del nacional catolicismo.
    ¿Quién será el siguiente articulista? ¿Vito Quiles o Javier Negré?

  2. gordiflaco

    El primero que dice «facha» (o fascista, o nazi, o hitler) pierde la discusión.

    • Ése es el deseo supremo de un facha, un fascista o un nazi, que los demás no se atrevan a llamar las cosas por su nombre y repriman su discurso antes de que éste siquiera exista.
      El primero que dice que el primero que dice «facha» (o fascista, o nazi, o hitler) pierde la discusión es un facha.

      • Bravísimo!

      • gordiflaco

        El primero que dice que el primero que dice que el primero que dice«facha» pierde la discusión es un requetefacha y requetepierde la requetediscusión. Requetebravo, bravísimo.

      • gordiflaco

        Por cierto, ¿Que tengo que hacer para ingresar en su Secta de la Verdad Suprema? ¿Un cursillo de marxismo-leninismo-maoísmo pensamiento gonzalo-belarra-ternera-frabetti, con certificado kim jong un y seis electroshocks de regalo? ¿Puedo llevarme una foto de Dakota Johnson? Saludos cordiales, aunque supongo que en su cabeza la cordialidad y los saludos también serán fascistas. ¡Bravísimo!

        • Cuando Marx nació hacía casi medio siglo que Hume llevaba muerto.
          Forma parte del ideario facha incurrir en la falacia naturalista.
          Por lo demás, también es habitual en el facherío actual su disgusto al ser caracterizados como lo que son: fachas. Su caso, por ejemplo. El que se pica ajos come.

      • Ray Boomerson

        Entonces yo digo que es usted un facha, y no se atreva a negarlo, porque ese es el deseo supremo de un facha, que los demás no se atrevan a llamar las cosas por su nombre y repriman su discurso antes de que éste siquiera exista.

        ¿O más bien, lo que ha definido usted en tan espléndido ejercicio de proyección, sea, precisamente, y tal como atestiguan los tiempos que vivimos, el deseo supremo de un progre?

        • gordiflaco

          Creo que usted lo ha explicado mucho mejor que yo. Bravo !, bravísimo !

        • No es un facha, porque yo diga que es un facha.
          El uno es un facha porque incurre en la falacia naturalista.
          El otro, porque dice que llamar a alguien facha implica sin más no llevar razón (¡qué más quisiera un facha!).
          Y que tú llames arbitrariamente a alguien facha porque te sale del nabo, te convierte en facha.
          A tomar por culo todos los fachas.

  3. Fachas no

    Si uno llama facha a todo lo que se mueve y no gusta, más allá del fascismo, la reacción y el autoritarismo, el concepto se banaliza y, en definitiva, deja de ser útil políticamente.

    • gordiflaco

      Pero alma de cántaro, como se le ocurre replicar. A ver Javi, no te molestes, yo me ocupo de este insensato. «El que dice : Si uno llama facha a todo lo que se mueve y no gusta, más allá del fascismo, la reacción y el autoritarismo, el concepto se banaliza y, en definitiva, deja de ser útil políticamente; ¡sorpresa, sorpresa¡ !!!Es un facha¡¡¡

  4. Los replicantes tiene recuerdos implantados. Les pueden implantar recuerdos de que tienen abuelos fusilados en las cunetas y votar a izquierda.

  5. Cansinos repelentes. No soy facha por que no temo llamar a las cosas por su nombre. Huy, he dicho facha! Me cago en Hitler! He perdido la partida.

    • gordiflaco

      Noooo¡ No ha sido usted el primero en insultar¡ Buffy Cazafascistas se le ha adelantado. Se siente, haber llegado antes.

  6. Max Power

    Lo paradójico del planteamiento del autor del artículo es que, aunque asumamos que los replicantes «conocieron» el Derecho Natural y lo hicieron propio, este no les ampara por no ser ellos sujetos de aplicación del mismo. Si concebimos el derecho natural como un un derecho universal común a toda la humanidad y de categoría superior al derecho positivo, es claro que un replicante en su condición de máquina (avanzada, sí, pero máquina), no forma parte de esta humanidad que debe regirse o refugiarse bajo el paraguas del derecho natural. Es más, sólo el derecho positivo, en el caso de que así se sancione, podrá dotar de protección a estas entidades. Hasta entonces, más allá de su apariencia antropomórfica, lo que como seres humanos nos afecta de una manera instintiva, no hay diferencia entre pegarle un tiro a Roy Batty o una patada a nuestra Rumba mientras limpia el salón.

    • Ofendidito

      Muy cierto; hay una especie de salto de fé en la exposición, del tipo «lo hizo un mago», algo como lo que Miguel Ángel pintó bellamente en el Vaticano… No importa, pues nuestra especie ha dado ejemplos sobrados en el pasado de cómo podemos llegar a tratar a colectivos, ¡de nuestros iguales!, si así conviniera… El buen derecho positivo reconduce, pero también se retroalimenta del entorno; la protección legal de los animales que nos acompañan como ejemplo.

  7. Blade Runner es una película dirigida en 1982 por Ridley Scott, protagonizada por Harrison Ford, en el papel de Rick Deckard, y Rutger Hauer, como el replicante Roy Batty, junto con un reparto de gran calidad, basada en UNA PARTE de la novela de Philip K Dick “Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”.
    La novela habla más bien sobre la pregunta acerca de qué nos hace humanos, sobre cómo percibimos la realidad y si realmente somos, como especie y como individuos, capaces de reconocernos como tales y de reconocer y comprender la realidad que nos rodea.
    En la película a pesar de ser muy buena a mi entender, hay un esbozo de esta idea, pero no termina de reflejar lo que el autor intentó decir en la novela, incluso habiendo participado él mismo del guión del film y lamentablemente falleciendo antes del estreno…

    Creo que una reducción tan simplista y caprichosa como la del artículo, no solo demuestra que cualquiera puede agarrarse de cualquier cosa, dándole el sentido que se le antoje para decir cualquier sarta de estupideces.
    En los comentarios está demostrado que esto solo conduce a discusiones idiotas con gente idiota que ni siquiera es capaz de reflexionar sobre au idiotez… así nos va…

  8. La traducción que se hizo para el doblaje del famoso discurso del final es horrible, pero ahí sigue. Propongo una mucho mejor.

    «Attack ships on fire» = Naves de ataque en llamas. Con una traducción más libre: «destructores ardiendo».

  9. gordiflaco

    Madre mía, que insultona es la gente por aquí, todo por un par de ironías sin más. Jot down, yo me largo de aquí con la firme intención de no volver jamás.

  10. ¡Que pena! Justamente ya se armó un debate en los comentarios que cae justamente en algo similar a lo que Diego habla en su artículo.
    Él habla de valores, ética, la recta razón.

    Si hay personas que no entienden eso y lo enfocan cerradamente según sus pobres filosofías extremistas ideológicas políticas, que vivan en su delirio pero no adjudiquen fanática y soberbiamente ideologías o discursos a la persona no ha dicho.

    Derecha e izquierda son visiones sesgadas y erróneas de la realidad; pueden tener elementos de verdad, pero en su totalidad es una visión sesgada e incluso extremista en sus vertientes como la extrema derecha y extrema izquierda.

    Hay personas que siguen esas visiones extremistas, y ellos viven en la caverna de Platón, un mundo donde todo es política. Y así pueden acusar a alguien de ser un extremista facho o progre, solo porque en su limitada y pobre visión del mundo cegados por su fanatismo ideológico, solo ven dos lados políticos: el que siguen ellos (Independiente de cual sea), la verdad dogmática absoluta, y el otro, un error que debe combatirse.

    ¡Por favor, estén a la altura! Si van a comentar y debatir que sea en base al tema de este artículo, y no perder el tiempo escribiendo mensajes hate por ver esquizofrénicamente mensajes políticos o religiosos donde no los hay.

    Sean más civilizados, no se comporten como fanáticos e infantilmente.

  11. Carlos tpc

    Un artículo muy filosófico, pero creo falla en un punto.
    Los Blade Runner, no los «retiran» por tener conciencia, sino por ser asesinos despiadados, la primera escena de un replicante lo deja claro, asesinan brutalmente sin necesidad.
    ¿Viste la película?
    .

  12. Más allá de la discusión tonta de por aquí, me parece bastante presuntuosa y peligrosa la teoría del autor del artículo. ¿Se supone que los jueces no tienen que limitarse a la literalidad de la ley, sino que tienen que ser filósofos que la interpreten como sus santos postulados filosóficos particulares dicten? Ya de paso, si no les gusta una ley, que la cambien ellos mismos, ¿no?

  13. En un artículo de Blade Runner se podía hablar de cine, de ciencia ficción distópica o de derecho, como plantea el autor. Pero no, los cansinos de siempre, pajeros aburridos espartanos de Twitter con sus mierdas de «facha, Franco, bla bla».

    Venga, a cenar que ya os llama mamá…

  14. Arturo Mendoza

    Mateo 7:12 Dice

    ”Por eso, hagan por los demás todo lo que les gustaría que hicieran por ustedes.
    De hecho, en eso se resumen la Ley y los Profetas».

  15. Arturo Mendoza

    ”Por eso, hagan por los demás todo lo que les gustaría que hicieran por ustedes.»
    De hecho, en eso se resumen la Ley y los Profetas.

  16. Veo las conexiones filosóficas en Blade Runner, pero se me escapan las jurídicas. Si la aplicación de la justicia debe ser «justa», debe estar lo más lejos posible de la interpretación subjetiva de quien debe aplicarla. No es un sistema perfecto y seguramente una aplicación literal del Derecho provoca, en ocasiones, resultados injustos, pero la alternativa naturalista-subjetivista no me parece que conduzca a resultados más óptimos.

  17. No he visto la película, ni leído la novela de Dick. Me parece interesante el tema del derecho. Creo que las normas, por ser reglas, tienen que poder ser moldeables. Para poder cubrir diferentes realidades, porque, inevitablemente, van a ser interpretadas. Personalizadas, por decirlo de algún modo. Son en realidad instrumentos de los que se vale la sociedad para gobernarse, unas veces serán mejores y otras peores y darán lugar o no a conflictos de interpretación, según la calidad tecnica al legislar.
    Y por supuesto que hay un Derecho Natural, un lugar del que parte la necesidad de la norma concreta. Por lo tanto será necesario cuidar la técnica, instruyendo adecuadamente a los juristas, a la vez con grandes ideas y con la literalidad de los textos. Así pueden conseguirse soluciones mucho más estables y duraderas. (Existe el peligro, por cierto, de que las grandes ideas sean ideas fascistas. Y entonces vamos mal). A fin de cue tas lo que necesitamos es tiempo para gestionar la marabunta legislativa y poder leer otras cosas que no sean el BOE.

  18. Bastante flojo el resumen del argumento de Blade Runner. Ni los replicantes son seres divinos capaces de sentir y empatizar como no lo pueden hacer los humanos, ni estos últimos son unos demonios empeñados en exterminar a los primeros. A mi entender, la película trata de abordar a través de la búsqueda desesperada de los replicantes, quienes van en pos de su creador para exigirle explicaciones por haberles dado fecha de caducidad a su existencia, el drama de los mismos seres humanos que ven reflejados en estos replicantes su propia condición metafísica -para ocupar un término clave en la argumentación del autor del artículo. La conciencia de dicha finitud puede, por cierto, fundar filosóficamente las bases del derecho jurídico (ya sea a partir de la libertad o de la propiedad, por ejemplo) pero no en el sentido de hacer recaer el peso del argumento en una especie de capacidad ético-estética, vale decir, en una capacidad de ser afectado por fenómenos inalcanzables para la humanidad: como por ejemplo el de apercibirse en los confines espaciales -aunque las líneas de Roy, el replicante, sean en este punto de una fascinación poética innegable- y de sacar de ello una especie de «humanismo transhumano» que de pie a la fundación de un derecho natural más allá de los códigos jurídicos social e históricamente constituidos. Si la idea es plantear que los principios del derecho jurídico descansan en algo que escapa a éste, no creo necesario inventarse una analogía a partir del mundo distópico de Blade Runner a modo de paralelo filosófico de nuestra incapacidad para ser justos en un modelo de normas limitadas a la experiencia consuetudinaria. El intento por fundar leyes que no sean las del más fuerte es de larga data. Es, de hecho, uno de los motores de aquella modernidad que declara los «derechos fundamentales del hombre» (que luego devinieron en «derechos humanos») Más que haber abordado el origen del derecho en la (trans)humanidad de Roy, esta especie de replicante New Age, preferiría que hubiese sido abordado desde la perspectiva de Rick, el detective que, sin haber «visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser», bien sabe que también tiene su fecha de caducidad y, empero, aspira a vivir sus tribulaciones como un hombre libre en un espacio de reglas y valores que muchas veces no concuerdan con su pensamiento y sobrepasan su condición mortal. Sería interesante, en este sentido, abordar la cuestión del origen del derecho desde la perspectiva de la relación de Rachel, la menos replicante de los androides, y Rick.

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