Política y Economía

Física y política

física y política
DP.

El enunciado correcto de las leyes de la física implica algunas ideas poco familiares cuya descripción requiere matemáticas avanzadas. Por lo tanto, es necesaria una considerable cantidad de entrenamiento preparatorio incluso para comprender lo que significan las palabras.

(Richard Feynman, Seis piezas fáciles)

La física actual es sumamente compleja, y conocer tan siquiera los rudimentos de la relatividad y la mecánica cuántica requiere muchas horas de estudio y reflexión, así como el abandono de una serie de prejuicios derivados de una concepción idealista e ingenuamente intuitiva de la naturaleza. Casi nadie cree ya que la Tierra sea plana aunque nuestros sentidos así lo sugieran; pero para muchos la curvatura del espacio-tiempo o el indeterminismo cuántico no son más que oscuras elucubraciones que en nada afectan a su visión del mundo (en este sentido, es muy significativo que se siga hablando de la «teoría» de la relatividad cien años después de su constatación irrefutable).

Y la política actual no es menos compleja, y también es necesaria una considerable cantidad de entrenamiento preparatorio incluso para comprender lo que realmente significan algunas palabras. Con el agravante de que con respecto a la física nadie —o casi nadie— miente, mientras que la información política más abundante, la que nos ofrecen los grandes medios de comunicación, es a menudo parcial o tendenciosa, cuando no falaz. Y con la particularidad de que, así como a la mayoría de la gente no le importa reconocer su escasa formación científica, nadie admite su ignorancia política; todo el mundo opina sobre cualquier cosa, como en las bochornosas tertulias televisivas, y todos creen —o pretenden hacernos creer— que sus opiniones se basan en un adecuado conocimiento de la realidad.

Para colmo de males, las escasas personas que tienen una formación política mínimamente sólida tienden a aferrarse a los clásicos con un fervor que, en última instancia, no es sino nostalgia de la religión. Nadie cuestiona a Galileo y Newton como padres de la ciencia moderna, pero la gente instruida no ignora que sus formulaciones han sido superadas. En el terreno político, sin embargo, no es inusual que se sigan repitiendo como axiomas incuestionables afirmaciones que nunca fueron más que primeras aproximaciones a problemas sumamente complejos; seguir esgrimiendo, a estas alturas, simplificaciones tales como que la economía es el motor de todas las actividades humanas o que los obreros no tiene patria, o apelar a conceptos tan esquemáticos (aunque en su día esclarecedores) como los de infraestructura y superestructura, es tan frecuente como empobrecedor.

Este tipo de simplificaciones han contaminado durante décadas el impropiamente denominado «socialismo real» y las organizaciones de izquierdas, y los menos jóvenes hemos tenido que pelearnos, a veces violentamente, con quienes decían que la homosexualidad era un vicio burgués o que el feminismo era una maniobra del capitalismo para debilitar a la clase obrera. Afortunadamente, los prejuicios relativos a cuestiones de género han sido, en buena medida (aunque no del todo), superados, al menos en los sectores más progresistas; pero en relación con algunos frentes de la lucha emancipatoria, como el independentismo o el antiespecismo, se ha avanzado muy poco.

En amplios sectores de la izquierda todavía persiste la idea —tan absurda como conveniente para los poderes establecidos— de que el independentismo y el internacionalismo son posturas incompatibles, por no decir antagónicas. El internacionalismo une a los pueblos, mientras que el independentismo los divide, argumentan algunos, ya sea de forma ingenua o tendenciosa. De forma tan ingenua o tan tendenciosa que olvidan incluso algo tan elemental como que, por definición, el internacionalismo presupone la existencia de los correspondientes nacionalismos a interrelacionar. Entendiendo el nacionalismo, por supuesto, no como la exaltación arrogante de determinadas peculiaridades culturales ni la reivindicación excluyente de privilegios arbitrarios, sino como la pura y simple afirmación de la propia soberanía frente a quienes la niegan o la limitan. Y en una época en la que el capitalismo adopta la forma de un imperialismo avasallador —heredero de un colonialismo solo formalmente superado— que intenta arrebatarles a los pueblos su identidad para poder arrebatarles todo lo demás, la defensa de la soberanía y el derecho de autodeterminación puede y debe convertirse en un aspecto de la lucha anticapitalista.

Así lo han entendido muchos cubanos, para quienes «socialismo o muerte» y «patria o muerte» son consignas equivalentes. Así lo ha entendido una parte del pueblo vasco, cuya lucha por la independencia se funde y se confunde con la lucha de clases. Y así lo han entendido también algunas organizaciones independentistas catalanas, gallegas, castellanas, aragonesas, andaluzas… Pero el otro nacionalismo, el arrogante y excluyente, es el más visible y genera un justificado rechazo, que, por falta de información (o por exceso de desinformación), tiende a generalizarse. Porque con el nacionalismo ocurre lo mismo que con el colesterol: hay uno bueno y uno malo, pero a menudo van juntos y a veces revueltos, por lo que cuesta distinguirlos, y además el malo es el más abundante, lo que invita a generalizar. Así, se suele decir con preocupación «tengo el colesterol alto», sin especificar cuál, y, análogamente, se suelen meter en el mismo saco todas las formas de nacionalismo, soberanismo e independentismo.

Puedo entender muy bien el generalizado y reduccionista rechazo del nacionalismo porque yo mismo, como reacción a un doble entorno fascistoide (uno italiano y otro español), pasé por una etapa fervientemente antinacionalista. En mi adolescencia, un tío mío, coronel de aviación y héroe condecorado de la II Guerra Mundial, me dijo: «Italia es la primera potencia deportiva del mundo, y además es la capital universal del arte y de la religión, por no hablar de la gastronomía y el turismo. En todo lo que realmente importa, somos los primeros; debes sentirte muy afortunado y muy orgulloso de ser italiano». Entonces no supe qué contestarle a mi tío, o no me atreví. Ahora le diría que me siento afortunado, sí, de ser italiano (nacer en uno de los países más ricos del mundo y crecer rodeado de joyas artísticas es una suerte, qué duda cabe), pero no orgulloso; en primer lugar, porque el papa, la pizza y el Inter no me parecen motivos de orgullo sino más bien de lo contrario; y, sobre todo, porque el orgullo nacional solo es comprensible y lícito cuando alguien niega, atropella o desprecia tu identidad y tu cultura, es decir, cuando es un orgullo defensivo y no ofensivo (por eso hay un «orgullo gay» y no un «orgullo heterosexual»: si nadie cuestiona tu orientación sexual, estar orgulloso de ella es, en el mejor de los casos, una estupidez). Ahora le diría algo así a mi tío el coronel, y él se pondría furioso y me llamaría «intelectual amariconado» o «rojo de mierda». Y ese nacionalismo supremacista, el de mi tío, es intolerable, y por desgracia tan frecuente que hace difícil ver que hay otro nacionalismo de signo contrario.

Dos mapas complementarios

El problema no tiene fácil solución, porque en política, como en física, no basta con afinar tal o cual concepto o ajustar tal o cual teoría: se impone un cambio de paradigma, un nuevo modelo de la realidad. Lo cual no significa romper con lo anterior, sino relativizarlo —sin caer en el relativismo— para revitalizarlo, valga el trabalenguas. La relatividad no acabó con la física newtoniana, como proclamó en su día la prensa sensacionalista, sino que la integró en un sistema más amplio: como alguien dijo acertadamente, Einstein se tragó vivo a Newton. Y la izquierda tiene que hacer algo parecido con sus clásicos.

En los antiguos atlas escolares era frecuente ver, a doble página, los mapas físico y político de un país: a un lado los ríos y las cordilleras, al otro las ciudades y las provincias. Análogamente, en la doble página de nuestros hemisferios cerebrales hay dos mapas de la realidad complementarios, uno físico/material y otro político/moral. Pero, así como la cartografía geográfica ha alcanzado una gran precisión, nuestros mapas mentales están al nivel de los portolanos medievales, que solo mostraban las ciudades costeras y solían estar jalonados de símbolos y lemas amenazadores: Hic sunt dracones. Completar y afinar los mapas geográficos ha sido tarea de siglos. Completar y afinar los mapas mentales de cada cual, sustituir los prejuicios y recelos viscerales por datos y criterios objetivos, es tarea de toda una vida. Los dragones que el poder utiliza como espantajos varían con los tiempos y las circunstancias: brujería, herejía, islamismo, judaísmo, masonería, comunismo, anarquismo, terrorismo, extremismo, independentismo… La manera de manipularlos e introducirlos en los mapas mentales no ha cambiado sustancialmente. La manera de conjurarlos, tampoco: información fidedigna y reflexión desprejuiciada.

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174 Comentarios

  1. Gutiérrez del Vasto

    ¿En qué parte de este discurso falaz (no compartir o tolerar el independentismo es comparable a la ignorancia científica) se hacen pasar los frustrados atentados con aceite o chinchetas de la Vuelta ciclista como ejercicios de libertad de expresión?
    Es muy chocante apelar a la razón y a continuación a soberanías identitarias de los pueblos, pura metafísica idealista.
    Tu discurso pone bajo una capa de racionalidad y emancipación a la ultraderecha catalana de Junts y a los reaccionarios supremacistas vascos (los exbatasunos, no incluyo siquiera al resto de los bildutarras).
    Creo que mucha gente de tu edad e incluso generaciones más jóvenes se piensa que España (o el Estado español, no quiero molestar) en el siglo XXI es equivalente a las selvas de Vietnam o de Sudamérica de la segunda mitad del XX.
    En España no hay nada que se parezca más a un gañán españolista con su banderita rojigualda de Madrid, de Murcia o de Valladolid que el gañán vasco de San Sebastián y su ikurriña o el gañán de Vic y su señera. Por cierto, no hay que ser troskista o anarquista para pensar todo esto.
    Es una lástima que una persona como tú que demuestra su inteligencia y sensibilidad en tantas ocasiones tenga esta ceguera que hace equivaler el progresismo con el independentismo, que por definición es supremacismo y exclusión, la antítesis de la izquierda.

    • Consideras que una forma de nacionalismo, por desgracia muy frecuente (y así lo digo en mi artículo), es la única posible. Es como decir que todos los curas son pederastas o de derechas, cuando lo cierto es que hay sacerdotes (y monjas y frailes y, por supuesto, cristianos de base) admirables. La frase «el independentismo, que por definición es supremacismo y exclusión, la antítesis de la izquierda» no es un argumento, sino un mero prejuicio fruto de la desinformación. ¿Por definición de quién?

    • Hay diferentes nacionalismos. Yo, por ejemplo, detesto el nacionalismo español; pero si yo fuera catalán creo que sí sería nacionalista catalán y sería independentista… independentista para independizarme de este Tribunal Supremo, de la monarquía restaurada por Franco, de la unidad de España impuesta a palos y a pelotazos saltando ojos, de un Tribunal Constitucional que declara ilegal la prohibición de las corridas de toros en Catalunya, etc., etc… Cuando hubiéramos conseguido la independencia ya no sería más nacionalista, porque ya habría conseguido el objetivo: librarme del nacionalismo español.

      Como dijo uno: «la mayoría de independentistas catalanes no somos independentistas; somos unas personas (tal vez unos cientos de miles o millones) que hemos visto que esto del federalismo es la cosa más difícil del mundo en España y hemos pensado que a lo mejor es más fácil alcanzar la República catalana que la República española. Y en esas estamos…»

      • Jordi_BCN

        Curioso esto de los nacionalismos buenos y malos, no conozco a ningún nacionalista que se adscriba a los supuestos malos.

        • Frabetti

          Solo la bruja Avería, que yo sepa, se autodefine como mala. Los de Vox no se consideran machistas, y los franquistas era «demócratas orgánicos».

        • Yo sí conozco a nacionalistas que se adscriben a supuestos de una España «eterna, grande, libre», falangista, taurina, nacionalcatólica, etc… Ese nacionalismo me apesta. Como digo, yo sólo sería «nacionalista» (más bien independentista) para librarme de ese nacionalismo de valores militaristas, irracionales. Mientras tanto, seré simplemente alguien que opone resistencia a ese nacionalismo de la caspa.

          Además, sentirse uno/a orgulloso/a de ser español, o italiano, o japonés es ridículo: uno no es responsable del lugar donde ha nacido.

          • Jordi_BCN

            Esa caspa, los casposos la perciben como fragancia de rosas, sea en Sanlúcar de Barrameda o en Viladrau (en Cataluña también hay caspa autóctona). Y tienes razón, sentir orgullo por el azar espaciotemporal de nacer en determinado lugar y tiempo es una de las cosas más absurdas que hay, por muy mayoritaria que sea.

            • Ya, pero no es cuestión de si tu nacionalismo lo percibes como fragancia de rosas, sino que es cuestión de si tu nacionalismo (o identidad, mejor lo voy a llamar así) defiende una cultura que se puede justificar racionalmente o no. Un catalán puede defender racionalmente su música popular o sus vestimentas populares, un francés puede defender su tradición republicana y laica racionalmente; en cambio un nacionalista español no puede defender racionalmente la tauromaquia, el toro de Coria, los desfiles de los legionarios de Cristo, la imposición de la monarquía restaurada por el dictador Franco, etc…

              • Jordi_BCN

                Nacionalistas catalanes defienden los correbous, hacen marchas nocturnas de antorchas al más puro estilo Nuremberg 1933, simpatizan con los carlistas y con gente como los hermanos Badia y Daniel Cardona (fascistas de los años 30)…

      • Frabetti

        Efectivamente, Óscar, llevo nueve años viviendo en Catalunya y me consta que ese es el espíritu -y el discurso- de muchos independentistas. Aunque no de todos, hay que admitirlo.

      • Suscribo.

  2. Cuanto más sesudos politólogos, periodistas, intelectuales, tertulianos y burgueses-con-complejo-de-burgueses-que-quieren-parecer-progres, con tiempo de sobra para pensar en el sexo de la rana pero sin ganas de pasearse por la calle leo, más me convenzo de que la globalización, el liberalismo y el libre mercado son lo menos malo que nos ha pasado.

    • Eso es, hasta el infinito y más allá…yo es que veo lo contrario, muchos paseadores de calle que solo ven los anuncios y las postales…

    • Frabetti

      En mi caso concreto, he tenido tiempo y ganas de pasearme por muchas calles de diversos países, y eso me ha permitido sustraerme, al menos en parte, al discurso oficial, y comprender que no es fácil. He tenido que ir una veintena de veces a Cuba y un centenar a Euskal Herria (y en ambos países me he paseado mucho por las calles) para entender un poco lo que ocurre en ambos países.

      • Me encantan los burgueses sobrinos de militares de alto rango (y a saber hijos de qué…), la cantidad de pasta y tiempo libre que tienen para viajar donde les place (a ‘trabajar’ supongo, claro). Son los de siempre, siempre con la ideología dominante en cada momento y lugar, y siempre dando lecciones a los de abajo. Ojalá no existierais, sois el verdadero problema histórico.

  3. No sé si será casualidad, pero al menos en el caso de España se da que las regiones más proclives al independentismo son las más ricas, motivo por el cual yo veo un componente egoísta, poco solidario, de que nosotros solos estamos mejor y no tenemos porqué compartir con los pobres de la familia. No me imagino un movimiento independentista extremeño, por ejemplo.

    • Frabetti

      Pues lo hay, Rafa. Y andaluz, canario, castellano…

      • Mientes otra vez. No lo hay, ni remotamente cercano a los de tus amigos ricos. Sois los de siempre.

        • No miento, puesto que me limito a referir un hecho comprobable, sin calificarlo. Hay movimientos independentistas extremeños, canarios, andaluces, castellanos… Y no tengo amigos ricos, ni uno.

  4. Jordi_BCN

    El nacionalismo es un viaje con diversas estaciones. Las primeras son inocentes, pa amb tomàquet, gazpacho, sardana, fandango… y así unas cuantas. Pero la última es Auschwitz. Ante el riesgo de no saber parar a tiempo, prefiero no emprender ese viaje.

    • Frabetti

      ¿Te das cuenta de que se podría aplicar un razonamiento similar -e igualmente falaz por reduccionista- al cristianismo? Al principio es estupendo: fraternidad, igualdad, vida sencilla y sosegada… Luego vienen el Concilio de Trento, la Inquisición, el nacionalcatolicismo…

      • Claro, es que el nacionalismo es un tipo de religión: siempre dogmático.

        • Siempre no. También hay cristianos no dogmáticos, que consideran válido el mensaje evangélico y rechazan sus versiones institucionales. Pero, sí, a menudo el nacionalismo tiene un trasfondo religioso, como el concepto mismo de patria, sobre el que habría mucho que hablar.

          • El cristianismo (como cualquier otra religión) es, ha sido históricamente, tremendamente peligroso cuando consigue implantar una teocracia. Cuando ostenta el poder absoluto. Igual que el nacionalismo, que no deja de ser otra superstición…

            • Frabetti

              No más que el concepto mismo de patria, muy peligroso, pero no por ello del todo rechazable.

      • Jordi_BCN

        Sí, me doy cuenta, al fin y al cabo las religiones monoteístas y el nacionalismo (a veces compinchados) han sido la mayor causa de muerte en la historia de la Humanidad. Y te dejas la intromisión en la vida privada, con inaudito celo en lo relativo a la sexualidad de los demás, la postergación de la mujer, la connivencia con el poder político, mayor cuanto menos democrático sea, la pederastia y su ocultación…

        • ¿Y crees que todo eso -terriblemente cierto- invalida el mensaje evangélico, así como a todos los cristianos y a todas sus colectividades?

          • Jordi_BCN

            No soy cristiano, soy ateo y no puedo responder a esa pregunta. Pero creo, honestamente, que cuestiona en modo sumo el llamado mensaje evangélico, así como la capacidad autocrítica de los cristianos y sus instituciones.

            • Frabetti

              Yo también soy ateo, pero creo que entre los cristianos hay personas y movimientos -como la teología de la liberación- que nada tienen que ver con la Inquisición, la Conferencia Episcopal o el Opus Dei.

              • Jordi_BCN

                Teología de la liberación, magnífico oxímoron. Pero dí, también hay militares que se autodenominan pacifistas.

                • Frabetti

                  Los hay (he conocido a alguno), pero los expulsan del ejército. Y, sí, yo también veo una contradicción en la teología de la liberación (asunto que tuve ocasión de discutir con Ernesto Cardenal después de que Wojtyla le echara la bronca), pero se puede ser contradictorio y honrado.

  5. Buena parrafada mezclando churras con merinas para insinuar que el nacionalismo, si es español es el demonio y si es catalán o vasco es legítimo y a redimir. A mí me la pela cómo se sienta cada cual, pero tengo mis prejuicios con aquellos politicastros que convierten sus cortijos en apartheid lingüísticos (imposición excluyente de las lenguas cooficiales contraviniendo la Constitución, de hecho hay jurisprudencia al respecto) y señalamiento de civiles por no avenirse a la visión unitaria de la arcadia catalana o vasca que, dicho sea de paso, nunca en la historia fueron algo parecido a un reino, baza que podría esgrimirse como legitimadora de las reclamaciones independentistas.

    • En ningún momento he dicho -ni lo pienso- que el nacionalismo español sea el demonio. Hay un cierto españolismo supremacista detestable, por desgracia, pero también hay formas perfectamente respetables de sentirse español y reivindicar lo hispano. Y lo mismo ocurre con las otras nacionalidades. Y no se trata de arcadias ni de mitos fundacionales: es la voluntad y el proyecto de un pueblo lo que puede legitimar -o no- sus reivindicaciones.

      • ¿Pero de qué voluntad me está usted hablando? ¿De una sociedad en la que ha habido en casi 40 años un latrocinio de las arcas públicas institucionalizado por la semilla de Junts? ¿De una élite política que, para tapar esas vergüenzas, se arrogó (en sinécdoque totalitaria) la representatividad de toda la sociedad catalana? ¿De una oligarquía política y mediática que ha implementado un proceso de ingeniería social por el cual se excluye y se apesta a todo lo que huela a España, y que a pesar de esas repugnantes prácticas no ha conseguido que la lengua materna mayoritaria no sea el catalán y que cuantitativamente el independentismo no haya sido mayoritario ni en 2017 con el golpe de estado que dio el cobarde de Waterloo? ¿Pero en qué mente totalitaria cabe imponer la independencia por parte de una sociedad que con todo lo expuesto anteriormente, que son datos objetivos y no opinión, no llega ni al 50% en el mejor de los casos (2017), y que según las últimas encuestas ya está por debajo del 40%? ¿Qué sociedad que se precie de democrática, como pomposa y ridículamente se autodenominan los indepes (tsunami democràtic, la revolución de las sonrisas y demás memeces) se cree tan moralmente superior como para ningunear y obliterar sistemáticamente al 50-60% de su población?

        • ¿Golpe de estado sacar urnas? El golpe de estado es sacar tanques. Puigdemont ni se acercó al Congreso, y menos con tanques. Es lo que dijo el tribunal de Schleswig-Holstein. Todavía cuesta entenderlo en España.

          Por otro lado, se le podría dar a tu argumento la vuelta: ¿puede un 48 por ciento de personas ningunear y obliterar a un 52 por ciento de independentistas en Catalunya?

          • Los golpes de estado no tienen por qué implicar tanques. No seas tan reduccionista. No hagas trampas, sabes de sobra que esos porcentajes son por la ley electoral, pero cuantitativamente hubo más votos «constitucionalistas» que de los otros. Si quieres dar la vuelta al argumento primero respeta el ordenamiento jurídico. El problema que tenéis los que os creéis moralmente superiores por razón de nacimiento, territorio o cualquier otro rasgo distintivo es que aplicáis una política de hechos consumados, dando a entender que Cataluña es un país cuando en la vida ha sido más que un condado de la Corona de Aragón y el Reino de Valencia.

            • ¿Me creo superior por el lugar donde he nacido? Nací en Madrid (por cierto, por pura casualidad, como el resto de los mortales).

              ¿Podrías definirme qué es un golpe de estado? Si yo convoco un referéndum en mi barrio para independizarme del resto de España, y hago públicos los resultados y apruebo unas leyes de desconexión del resto del estado, sin sacar ni un soldado a la calle, sin sacar ningún arma intimidante capaz de doblegar la fuerza militar del estado, ¿tú lo calificarías de golpe de estado? ¿Me aplicarías 30 años de prisión por el delito de rebelión más 15 de sedición, como quiso hacer el juez Llarena con Puigdemont, y como habría hecho el Supremo si el Tribunal alemán no hubiera dejado en ridículo la instrucción del caso en España?

              Si puedes responderme a estas preguntas.

              Por cierto, el derecho de autodeterminación recoge supuestos en que un territorio no ha sido una colonia previamente. En lo de si ha sido un condado o lo que sea, no entro. Es que no tiene relevancia en este caso. Las fronteras cambian a lo largo de la historia; fíjate que ni siquiera ha habido siempre vida en la Tierra…

              • El derecho de autodeterminación solo se permite en situaciones de colonización y opresión o yugo de una nación sobre una parte de su territorio. Si te parece el caso de Cataluña, que más bien se dedica a extraer recursos del estado en detrimento de otras regiones. tienes un grave problema de disonancia cognitiva porque además, oh sorpresa! ni la ONU ni la UE ni ninguna organización supranacional ha tomado cartas en el asunto para una posible intervención militar. Deben de haberse dado cuenta de que no vivís tan mal dentro de la opresora España.

                • La independencia de un estado subestatal no está prohibida en ningún tratado internacional. Por otro lado, el derecho de autodeterminación también contempla los casos en que la convivencia entre dos territorios se ha vuelto inviable, conflictiva, etc… Estúdiatelo antes de pontificar.

              • Respecto a qué es un golpe de estado et al: subvertir el orden constitucional sin ir por los cauces reglados. Las penas me pueden parecer excesivas, pero desde luego que quienes se erigieron en ejecutores de esa agresión constitucional, que está tipificada como sedición o rebelión según la interpretación jurídica, deberían pagar el precio correspondiente. En cualquier democracia desarrollada esos delitos son los más graves que se pueden cometer, y te aseguro que a quienes se les ocurriera realizarlos pasarían un buen tiempo a la sombra. Todos los estados tienen mecanismos parecidos para defender su integridad territorial en caso de que se vea amenazada.

                • Te vuelvo a preguntar: si yo realizara un referéndum en el barrio de mi ciudad para independizarme y sacara urnas y declarara la independencia sin sacar un solo soldado, ni un arma, ni un tanque, según tú, ¿sería eso un golpe de estado? ¿Y qué tipo penal me aplicarías?

                  ¿POr qué no respondes a dos preguntas tan sencillas?

          • Por cierto, al resto de preguntas no has contestado, quizá es que son tan flagrantes que cualquier respuesta es fútil.

            • Es que las preguntas me parecen absurdas. Fíjate en tu contradicción en una de ellas: basas tu oposición a la independencia en que los independentistas no son mayoría… y al mismo tiempo niegas que se pueda demostrar que esa supuesta mayoría contraria a la independencia sea mayoritaria oponiéndote con uñas y dientes a un referéndum en el que podríamos constatarlo. ¿No es un poco contradictorio por tu parte?

              • Yo no me opongo a un referéndum, sino la Constitución. Si de mí dependiera permitiría un referéndum con las siguientes condiciones, parecidas a La Ley de Claridad quebequesa: 1. Mayoría cualificada (mínimo 60% favorable a la independencia). 2). Participación de al menos el 70% del electorado. 3). Protección de los derechos como españoles de la parte perdedora 4). Si no gana la independencia, postergar la celebración de un nuevo referéndum en un plazo no inferior a 30 años (porque no se puede estar tirando la monedita todos los años hasta que salga lo que me conviene.

                El problema, y lo sabéis perfectamente, es que ni con referéndum ganaría el sí, y mira que por mí como si os instaláis en Marte, pero contra España y chupando de la teta estatal se vive mucho mejor.

                • La primera frase que has escrito no la entiendo («yo no me opongo a un referéndum, sino la Constitución»). Si tú entiendes lo que has escrito, te agradecería que me la explicaras .

                  En cuanto al resto: ¿POr qué no debería tener derecho la minoría pro-unionista-española en una República catalana independiente? ¿De qué derechos hablas? ¿A cuáles te refieres? ¿El derecho a la vida, a la libre sindicación, a la jornada laboral limitada, a la eutanasia…? ¿De qué derechos hablas exactamente?

                  ¿Por qué exigirías un 70 por ciento para que Catalunya se independizara, y en cambio sólo un 50,00000001 para que se mantenga en España? Si me lo puedes explicar. Gracias.

                  No sé si lees bien mis comentarios, pero ya he dicho que YO NO SOY DE CATALUNYA, soy de Madrid.

                  Si tanto chupa Catalunya de España, deberías estar deseando que se independizara, ¿no?

          • Ítem más, ¿me opones como argumento la decisión de un tribunal regional alemán eludiendo todas las declaraciones oficiales de la UE no reconociendo ni por asomo la independencia de Cataluña. Gracias, vamos bien entonces si ese es tu «arsenal» jurídico.

            • Naturalmente: lo que se dilucidaba en el Tribuna SUPREMO de Schleswig-Holstein (no es un Tribunal «regional») era si los hechos cometidos por Puigdemont en Alemania hubieran tenido que tener respuesta penal, y el tribunal argumentó de manera más que razonada que no. Si tienes interés en saber las razones, la sentencia está publicada y traducida al español en internet.

              • Os aferráis a un clavo ardiendo cuando desde todas las instancias de la UE no habéis recabado ningún apoyo.
                Además que la cantinela del victimismo y la opresión es tan ridícula que ni vosotros os la tragáis, como los estudios pagados por la Generalitat que afirmaban sin rubor la catalanidad del Quijote o Teresa de Jesús.

                • El informe del Grupo sobre detenciones arbitrarias de Naciones Unidas.

                  El informe del abogado Ben Emmerson.

                  La sentencia del Tribunal de Schleswig-Holstein (Supremo, no «regional»).

                  La última sentencia del TJUE (que dice, entre otras cosas, que el Tribunal Supremo no puede conocer de este caso porque no hay ninguna norma en el Derecho español que reconozco su competencia en este caso.

                  El Tribunal sardo de Cerdeña, que dijo que no se puede entregar a alguien mientras está pendiente la dilucidación de la inmunidad de una persona en el TGUE y el TJUE.

                  El Tribunal Supremo italiano que obligó a pagar las tasas a Vox por recurrir la resolución del tribunal sardo.

                  Es más de un clavo ardiendo. Parece que son unos cuantos clavos ardiendo…

        • Por supuesto, imponer la independencia sería totalitario (amén de imposible); pero en un referéndum no se ningunea ni oblitera a nadie.

          • El referéndum tal y como está el ordenamiento jurídico no puede ser vinculante a menos que se extienda al resto del país. Lo demás es charlatanería y cortinas de humo para tapar vergüenzas, corruptelas y perpetuarse en el machito los peores representantes políticos de España y, probablemente, de la UE, que ya es decir. Mediocres acomplejados y, oh casualidad, casi todos provenientes de la oligarquía catalana o de familias pudientes, cuando no pijoprogres jugando a revolucionarios.

            • Pues para ser sólo los ricos, pijoprogres y todo lo demás… los partidarios de la independencia… el 1 de Octubre de 2017 parecían unos cuantos más, ¿no te parece?

              Y, como dijo uno: «voy a dar por válido eso que dicen los medios españoles de que esto del procés es un invento de los del 3 por ciento, que no es verdad, pero vale, voy a darlo por válido: entre los del 3 por ciento y la monarquía borbónica fascista española… yo estoy con los del 3 por ciento, ya ves tú. No es que sean gente elogiable… pero si tengo que elegir entre unos y otros, no hay color».

              • Los ricos y pijoprogres, a ver si te enteras, son las élites que pastorean al rebaño, como ha sucedido desde que el mundo es mundo con todas las dictaduras. Los cachorros herederos de esa oligarquía catalana a la que el dictador Franco hiperprotegió con los aranceles a la potente industria textil de Cataluña, así como a la siderurgia vasca de la que proviene el PNV en Euskadi, con la burguesía «Neguri» como mascarón de proa.
                En cuanto a tu elección pro 3% frente a la corrupta monarquía borbónica, ahí se delata tu sectarismo y la diferencia conmigo, porque yo detesto ambos con la misma inquina y me niego a elegir entre basura y escoria.

                • También te podría replicar: ¿Y tú no eres parte de un «rebaño» pastoreado por las élites de la monarquía borbónica, franquista, elitista, oligarca española de este país?

                  Yo no elijo entre basura y escoria: elijo entre la monarquía taurina, franquista y policial, por un lado, y la República de ciudadanas y ciudadanos libres (o al menos, más libres que en un país en el que un policía de ideas fascistoides se puede inventar que le has insultado y pasarte 600 euros de multa porque se le mete en sus collons).

                  • Pues a los que hemos visto asesinar (o ejecutar) en directo a sengre fría ha sido a los Mossos… ya que hablamos de policía de ideas fascistoides.

                    • Por desgracia, en todos los cuerpos y fuerzas de seguridad hay torturadores y asesinos. Y casi siempre impunes. Por si te interesa: https://rebelion.org/si-yo-fuera-guardia-civil/

                    • No digo que los mossos no cometan arbitrariedades y delitos. Como los cometen los guardias civiles y los policías. Pero las arbitrariedades y los delitos que cometen (no todos, porque también hay policías honestos, aunque me temo que son una minoría) quedan impunes por leyes aprobadas bajo gobiernos derechistas nacionalistas españoles (Ley Mordaza por ejemplo).

          • Y equiparar el ninguneo y la obliteración equiparar entre ambos bandos es inmoral y nauseabundo, porque los constitucionalistas sufren persecución y señalamiento por querer estudiar en castellano, son cancelados de la vida y cultura públicas por no plegarse al catecismo indepe, y son multados por no rotular en catalán sus empresas, entre otras muchas lindezas que seguramente no afloren por miedo. Es increíble la ceguera nazionanista que se presenta como democrática y oprimida cuando tiene a más de la mitad de su población discriminada.

            • Deberías darte una vuelta por Catalunya. La imagen que ofrecen del problema la mayoría de los medios está distorsionada. Te lo dice un italiano que escribe en castellano y que ha vivido más de treinta años en Madrid, ciudad que amo profundamente y a la que vuelvo siempre que puedo, por lo que, en lo personal, la «cuestión catalana» no me atañe en absoluto (ni siquiera tengo amigos indepes).

              • Sí, claro supongo que está todo «distorsionado» por los medios. Ese argumento me recuerda, en otro contexto no equiparable pero con algunas similitudes a ese otro que esgrimía que no se puede opinar de la Alemania nazi y la persecución de los judíos porque no nos hemos dado una vuelta por allí. Y así podríamos estirar su argumento ad infinitum para invalidar y negar la historia de la humanidad, y, entre otros, los artículos sobre política histórica que usted ha escrito en esta revista y que leo con sumo interés.

                • Es distinto, porque ahora tenemos perspectiva histórica y acceso a todo tipo de fuentes documentales. En su momento, seguro que la visión de la Alemania nazi difundida por los aliados estaba distorsionada (lo que no significa que no fueran ciertos los horrores perpetrados por el nazismo). Yo he sido antinacionalista y he cambiado -en el sentido de evitar las generalizaciones- al conocer desde dentro los conflictos vasco y catalán. Gracias por tus numerosos e interesantes comentarios.

            • Es normal que quieran proteger su lengua de la invasión del castellano en todos los medios nacionales que están presentes en Catalunya. ¿En Catalunya conoces mucha gente que no hable castellano y sepa hablar catalán? Lo dudo.

              • Proteger no significa imponer el catalán y marginar el castellano de la res pública catalana, entre otras cosas porque vulnera derechos constitucionales básicos: el español es el idioma oficial del estado y todo el mundo tiene el deber de conocerlo y el derecho a hablarlo. O la libre circulación de trabajadores. En cambio, para recoger la mierda de las calles o que los migrantes os sirvan comida rápida no hay problema en que no hablen el catalán. Eso se llama instrumentalización de la lengua (catalana) en este caso. Las lenguas cooficiales, en caso de «conflicto», el propio prefijo etimológicamente te lo dice, están subordinadas a la oficial, como en una analogía que viene al caso en un avión, donde manda más el piloto que el copiloto, sin que esto implique que el copiloto sea un mindundi. Si yo trabajase en una comunidad con lengua cooficial estaría encantado de aprenderla, pero a través de un curso sufragado por el gobierno de esa comunidad, como se hacía hace años en la Comunidad Valenciana hasta que los reyezuelos y aprendices de nazis (siento invocar a Godwin) se dieron cuenta del enorme rédito electoral que les otorgaba apelar a la lengua. Fomentar el uso de la lengua a posteriori, y no como requisito en cualquier puesto público es lo que demanda el sentido común y una convivencia entre las lenguas oficiales y cooficiales, en lugar del modelo excluyente que contribuye a recelar de ellas, enconar los ánimos y fabricar ultraderechistas (en Cataluña también, que me hace una gracia infinita cuando los nazionanistas vascos o catalanes del PNV-aka Carlistas y Junts- aka CiU tachan de rancio y arcaico al PP cuando ellos son lo mismo pero peor, porque lo reducen a su aldea).

                • A mí no me sirve ningún inmigrante comida rápida; la comida me la hago yo. Estarás hablando de ti.

                  No me has contestado: ¿conoces a algún catalán que sepa hablar catalán pero no castellano? En cambio seguro que sí encontrarás gente que vive en Catalunya y sabe castellano pero no catalán. ¿Crees que hay que proteger el castellano? ¿Estás de broma?

  6. La hubiera liado menos cambiando «política» por «religión».
    Creo que el independentismo se parece al anarquismo en que suenan muy bien en los mundos de yupi pero no funcionan en la realidad física. Además creo que nadie se los cree. ¿Hay algún vasco que se crea la independencia? Ni quererla con el cuponazo que les tocó. Los independentistas catalanes ni siquiera parecen gente seria. Los gallegos son gallegos y no sabemos, pero desde antes de Franco siempre tienen alguno al timón o cerca.

    • Hay muchas cosas que suenan muy bien sobre el papel y en la práctica parecen irrealizables, empezando por «democracia». ¿Merece el régimen del 78 el nombre de «democracia avanzada»? Lo que no significa que no podamos -y debamos- seguir avanzando en la dirección correcta.

  7. En menudo jardin te has metido Frabetti. A mi, y parece que no solo a mi, me huele raro eso de nacionalismos buenos y malos. Igual es porque siempre me ha parecido que nacer en uno o en otro sitio no deja ser una lotería, y un nacionalista un paleto con pretensiones. Y que todo estos movimientos no dejan de responder (igual que lo de patria o muerte de los que mandan en Cuba) a los intereses de una camarilla. Ya sea fanatismo talibán como los pistoleros que aterrorizaron este país durante décadas, o simple interés por ocultar sus robos de la organización mafiosa en que se reveló CiU con la famiglia Pujol a la cabeza. Y para estas cosas la bandera siempre ha sido una cortina estupenda….
    Pero bueno a lo mejor es cierto que las viejas ideas están superadas y que lo progresista y lo moderno no es que mi tía abuela tenga una pensión que le permita vivir dignamente, que pueda salir a pasear a unas calles limpias y seguras, que la sanidad pública le ponga una prótesis de cadera de calidad en tiempo y forma si la necesita o que sus nietos tengan una educación gratuita excelente. Igual lo fetén es que sea muy consciente de ser una ferviente asturiana del valle de Turón, o de Guetaria o de Bollulos del Condado. Donde esté la identidad, que se quite el bienestar…..

    • Frabetti

      Lo progresista y lo moderno es lo de tu tía abuela, sin duda, y lo demás son cuentos; en lo que puede que no estemos totalmente de acuerdo es en la forma de conseguirlo. Y, sí, lo he admitido varias veces, el patriotismo y el concepto mismo de identidad son peligrosos, pero ¿podemos prescindir totalmente de ellos?

      • Creo que te he dicho alguna vez que siempre te estaré agradecido por haber estado implicado en aquella maravilla que fue para la gente de mi generación La bola de Cristal. Y entre los mensajes que nos enviabais, sigo recordando como un mantra aquel de solo no puedes, con amigos sí, creo que no había ninguno (han pasado la friolera de casi 40 años, igual me traiciona la memoria) que hablara de identidades nacionales ni nada por el estilo….

        • No, no lo había, y yo me habría opuesto a que se filtrara en el programa cualquier mensaje de ese tipo. Creo que es un asunto muy complejo, que solo se puede abordar desde la madurez y la experiencia de los adultos responsables (una especie en peligro de extinción, dicho sea de paso).

          • Desgraciadamente hay consejerías de educación consagradas en cuerpo y alma a esa tarea de reducción identitaria aldeana…..

  8. Valiente Frabetti, felicidades. Totalmente de acuerdo con lo que expones en el articulo. Yo he llegado a conclusiones parecidas por mi cuenta.

    • Frabetti

      Gracias, Matatu. No son conclusiones fáciles ni cómodas, y es importante, creo, airear el debate.

  9. joaquinillo

    León no es Castilla, El Bierzo no es León, Ponferrada no es El Bierzo. Y después llegas a ninguna parte, o sea Galicia.

    • Frabetti

      Poca broma, como dicen los catalanes. Del supuesto «ningunismo» gallego ha surgido un valeroso y combativo independentismo anticentralista. Por no hablar del movimiento Nunca Máis.

  10. Ante todo gracias por tu reflexión sobre este tema. Soy andaluz de nacimiento y nunca me he identificado con las expresiones culturales propias de esta maravillosa tierra (tal vez porque mi rama materna no es andaluza o tal vez porque he viajado lo suficiente) y como consecuencia siento que no se me respeta cuando no las comparto en público. Lo que ocurre con el orgullo nacional defensivo (lícito) es que se convierte en ofensivo cuando intenta imponer su visión y objetivos algo que suele ocurrir más pronto que tarde. Los individuos somos más vanidosos de lo que nos gusta reconocer y si alguien nos dice que somos especiales caemos en la trampa, y nunca falta alguien dispuesto a regalarnos el oído en nombre de nuestro país, región, pueblo o lo que toque para llegar o mantenerse en el poder, de ahí el peligro de los nacionalismos, incluso de los «buenos»

    • Gracias a ti, Jesús. Totalmente de acuerdo. El nacionalismo siempre es peligroso, y lo ideal sería que desapareciera por completo, junto con el concepto mismo de patria; pero no por ello podemos demonizarlo ni ignorar sus lícitas -y en ocasiones necesarias- manifestaciones defensivas.

  11. Por cierto, es un gran acierto cuando hablas de cómo en la izquierda hay ese afán de aferrarse a los clásicos de la izquierda que, efectivamente, no es sino nostalgia de la religión. Y lo he visto no sólo en gente mayor… también en gente de mi edad, y en gente bastante más joven que yo. A veces pienso que en la izquierda marxista, el afán por ser materialista ha llevado a que se haya rechazado no sólo la religión, sino también todo lo que huela a «interioridad» (por eso la izquierda ignorante puede calificar de literatura burguesa a Proust y otros, mientras que un izquierdista culto como Benjamin tradujo a Proust hasta su muerte).

    Pero lo peor es que, como tú bien dices, han terminado realizando un culto propio sin ser conscientes de ello: el culto casi religioso, incondicional, yo diría que irracional, a Lenin, o a Marx, o a Mao o al Ché… Y yo creo que detrás de eso hay nostalgia de lo Absoluto, o sea, de la religión.

    • Creo que es una cuestión muy importante y a la que no se presta la debida atención. Por si te interesa:
      https://www.lahaine.org/est_espanol.php/ciencia-y-marxismo-algunas-preguntas

      • Pues muchas gracias, Carlo, por el artículo. Leyéndolo de principio a fin creo recordar que lo leí hace unos años.

        Planteas muchas cosas interesantes. Por centrarme en una: cuando planteas que se debería desarrollar un lenguaje político más científico y libre de artificios literarios, etc… Por un lado está bien… pero por otro lado también veo ahí un peligro y una tendencia que veo en los marxistas-comunistas ortodoxos que he conocido (entre los que no te incluyo a ti, obviamente):

        Siempre digo que el comunismo sería una gran idea si no fuera por la mayoría de los comunistas (de los que me siento muy distinto). El problema que veo en la mayoría de comunistas-marxistas es que se centran en el aspecto material, práctico, utilitario de la existencia. Y creo que eso proviene de ese economismo (¿o economicismo?) que, en mi opinión, es obsesivo en los marxistas, y que a mí me desespera, la verdad. Es algo que han criticado mentes mucho más lúcidas que la mía (como la de Russell, Latouche o Castoriadis). En fin, que un comunista ortodoxo no suele ser muy poético, suele ver la naturaleza como medio de desarrollo y explotación para el progreso humano, suele ver en las vacas o los bueyes sólo «medios de producción», suele despreciar todo lo que huela a «interioridad», «subjetividad» porque le huele a vida contemplativa o religión, suele elogiar carreras como Económicas o Ingeniería y despreciar (aunque no lo haga de manera expresa) las Filologías o las Bellas Artes como cosas secundarias y como pérdidas de tiempo, suele despreciar las fuerzas irracionales de los seres humanos (creo que Trotsky era el único que no despreciaba a Freud en su momento), suele buscar sustitutos de la religión en el culto a «padres» laicos (Mao, Lenin, Marx, etc…).

        Por eso, cuando di con gente como Benjamin o Marcuse, estos me parece que están en las antípodas de los comunistas que he conocido. Me parece que aspiramos a mundos muy distintos unos y otros.

        En fin, esto daría para hablar mucho.

      • perdón por la parrafada. Me acabo de dar cuenta ahora que lo he visto. No soy capaz de sintetizar.

        • No te disculpes, Óscar, están muy bien estas parrafadas, son necesarias, para ir avanzando. Sí, el economicismo reduccionista ha hecho mucho daño y ha dado argumentos a los enemigos del marxismo, que son muchos y variopintos. Cuando una idea, por buena que sea, cristaliza en ideología, deja de fluir y se convierte en dogma. Y, por otra parte, es muy difícil, psicológicamente, vivir sin algún tipo de religión, es decir, sin alguna creencia absoluta e inamovible. Pero ese es el reto.

  12. Mal pinta la cosa cuando pretenden usar la Física como guía de un artículo y se afirma algo que implica un desconocimiento tan evidente del lenguaje científico como «es muy significativo que se siga hablando de la «teoría» de la relatividad cien años después de su constatación irrefutable».

    Si no sabemos lo que significan realmente términos como hipótesis vs ley vs teoría… apaga y vámonos.

    • No entiendo el comentario ni el enlace. No hablamos de «teoría heliocéntrica» (salvo en términos históricos) al referirnos al sistema solar. No decimos, por ejemplo, «según la teoría heliocéntrica la Tierra da una vuelta al Sol cada 365 días». No me refiero al significado intrínseco del término «teoría», sino a que a menudo se habla de la relatividad como un mero constructo teórico.

      • EL término teoría, no lo descibriré yo, también es un término trampa. Creo que cuando en física se habla de la teoría de la relatividad, o de la teoría cuántica, no se utiliza en el sentido de «hipótesis» (una idea no comprobada pero útil) ni tampoco en el sentido que tiene en teoría de cuerdas (una teoría físico-matemática no comprobada experimentalmente), sino en el sentido de un conjunto de postulados del que se derivan (a través de las matemáticas) una serie de conclusiones positivas que han sido, en parte, corroboradas experimentalmente. En teoría de la relatividad, el término teoría se refiere a un conjunto de doctrina amplio, bien establecido y consistente (tanto internamente, como con respecto a su confrontación experimental).
        Saludos cordiales y gracias por el debate, aunque coincido con at-p en que el hilo de la física quizá no sea el mejor para la política ;-)

        • No os falta razón at-p y a ti: tal como lo digo, es equívoco. Pero insisto en que es frecuente, a estas alturas, que se aluda a la relatividad como algo fundamentalmente teórico y especulativo, como cuando se habla de la teoría de cuerdas.

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  14. Scatergories

    Pese a no compartir muchas de las ideas expuestas en el artículo. Es siempre un placer leerle, Frabetti. Quizá porque hay un fondo de verdad en algunas ideas y sobre todo y más que nada porque entre almas razonables… el Debate tiene que estar siempre abierto, incluso ante aquello que creemos inmutable. Su espíritu científico es probablemente lo que me une a usted. Gracias.

    • Gracias a ti, Scatergories, de eso se trata, de contrastar honradamente ideas diversas, aunque parezcan incompatibles. Parafraseando a Voltaire: «Dialoga, que algo queda».

  15. Señor Frabetti, dice usted:
    1/»por definición, el internacionalismo presupone la existencia de los correspondientes nacionalismos a interrelacionar»
    Ese silogismo por el que sin nacionalismo no hay internacionalismo está a la altura de los de San Anselmo.
    2/ «Entendiendo el nacionalismo, por supuesto, no como la exaltación arrogante de determinadas peculiaridades culturales ni la reivindicación excluyente de privilegios arbitrarios»
    ¿A la exaltación arrogante de las peculiaridades propias y a la reivindicación excluyentes de privilegios arbitrarios cómo lo llama usted?
    3/ «sino como la pura y simple afirmación de la propia soberanía frente a quienes la niegan o la limitan.»
    A lo que yo llamaría «patriotismo» y no nacionalismo, de la misma manera que yo quiero a mi madre, y eso es amor filial, a no confundir con el deseo de acostarme con mi madre, que es incesto.
    2/ y 3/ Vienen a ser como «entendiendo, por supuesto, como reflejo en el espejo no la figura fofa, obesa y llena de arrugas sino la imagen idealizada de uno mismo, que hermosos nos vemos todos en los espejos».
    4/ » Y en una época en la que el capitalismo adopta la forma de un imperialismo avasallador —heredero de un colonialismo solo formalmente superado— que intenta arrebatarles a los pueblos su identidad para poder arrebatarles todo lo demás»
    Y ya le ha comprado usted al nacionalismo su mito: que existen pueblos -no comunidades organizadas formal e informalmente de individuos que comparten un territorio- que tienen unas identidades inmutables y eternas de las que los individuos que los forman son portadores.
    5/ «la defensa de la soberanía y el derecho de autodeterminación puede y debe convertirse en un aspecto de la lucha anticapitalista.»
    Tienen soberanía los estados existentes y el derecho a la autodeterminación existe para los territorios colonizados, no para cualquier comunidad que se lo atribuya.
    Explíquenos usted por qué se combate mejor al capitalismo desde un micro-estado (como una Cataluña o una Badalona independientes) que desde un estado autonómico como el español. ¿No le será más fácil a ese capitalismo global imponer sus condiciones a muchos estados pequeñitos?
    6/ «Así lo han entendido muchos cubanos, para quienes «socialismo o muerte» y «patria o muerte» son consignas equivalentes.»
    No pondría yo al estado «comunista» cubano como ejemplo a seguir.
    7/ «Así lo ha entendido una parte del pueblo vasco, cuya lucha por la independencia se funde y se confunde con la lucha de clases.»
    Y con el integrismo católico.
    8/ «Y así lo han entendido también algunas organizaciones independentistas catalanas, gallegas, castellanas, aragonesas, andaluzas…»
    A las que habría que explicarles la imposible viabilidad de un estado independiente aragonés, andaluz, castellano-manchego o castellano-leonés, pero, ¿para qué dejar que la realidad nos estropee los sueños?

    Y por último, el argumento definitivo de que es que usted ya ha sido anti-nacionalista y vive en Cataluña y sabe de lo que habla… pues me recuerda a la canción de Chennoa «cuándo tu vas, yo vengo de allí», pero su camino, no tiene por qué ser el de los demás.
    Atentamente.

  16. Frabetti

    1. No tiene nada que ver con san Anselmo; en todo caso, con Pero Grullo: si hay organismos internacionales es porque hay naciones.
    2. A la exaltación arrogante… lo llamo nacionalismo malo (y así lo digo en el artículo).
    3. No todos nos vemos hermosos en los espejos. Uno puede mirarse de forma narcisista o buscando defectos a corregir.
    4. Nada de identidades inmutables y eternas, sino coyunturales y cambiantes, como la propia lengua y la cultura. Lo de unidad de destino en lo universal es una fórmula franquista; por cierto muy vigente todavía en el españolismo más rancio.
    5. Algunos creen, efectivamente, que así se combate mejor un capitalismo consolidado por la globalización neoliberal (ver comentario de Óscar). Puede que estén equivocados, pero eso no los convierte en supremacistas, sino todo lo contrario.
    6. Pues sí, decididamente pongo a Cuba como ejemplo, pese a sus defectos -y excesos-, que no son pocos (pero ese es otro artículo, o varios).
    7. Sí, una parte se funde con el integrismo católico, otra con el marxismo, y hay una cuantas más.
    8. Habría que empezar distinguiendo entre independentismo y soberanismo. Y, sí, habría que demostrar la «imposible viabilidad» de sus respectivos proyectos.
    Y por último, yo no vengo de allí, estoy, y otros no van y creen que saben de lo que hablan por lo que oyen en la tele. En lo que estoy totalmente de acuerdo es en que mi camino no tiene por qué ser el de los demás; pero es del que puedo y debo hablar, para contrastarlo con otros caminos y otras conclusiones.
    Gracias por tus comentarios.

    • Don Carlo, gracias a usted por sus respuestas.
      1/ Si entendemos como internacionalismo la creencia de que el futuro de la humanidad pasa por la superación de los estados-nación actuales y su sustitución por un gobierno mundial, el nacionalismo viene ser el concepto a superar, y que desaparece una vez el internacionalismo cumple con su objetivo. Piense en el concepto marxista de feudalismo y su superación por el capitalismo, no en conceptos antitéticos complementarios como arriba y abajo, lleno y hueco, cóncavo y convexo… que es lo que usted parece entender con nacionalismo e internacionalismo.
      2/ ¿Y por qué no lo llama usted simplemente «nacionalismo»?
      Porque hasta que no nos defina el «nacionalismo bueno», da la impresión de que su «nacionalismo malo» es una especie de pararrayos dialéctico por el que canaliza usted todas las críticas (legítimas) al nacionalismo.
      Diría más bien que su «nacionalismo bueno» es el que acompaña a los partidos de izquierdas nacionalistas, en lo que sería lo que los psicólogos llaman efecto «halo», por el la existencia de una cualidad positiva observables (en este caso, ser de izquierdas) se transmitiera a otras cualidades neutras o incluso negativas (en este caso, ser nacionalistas). Es este efecto «halo» el que nos hace ver a las personas atractivas como más inteligentes o bondadosas de lo que son.
      Hay partidos de izquierdas que también son nacionalistas (yo añadiría que «a pesar» de ser nacionalistas) pero ambas cualidades son independientes entre sí, como líneas paralelas en el espacio. Igual que hay personas buenas y cristianas, pero no por ello la bondad y el cristianismo dejan de ser entidades separadas. Se empeña usted en ver un «nacionalismo de izquierdas» en ERC, CUP, Bildu… cuando lo que hay es izquierdismo y nacionalismo, coexistiendo.
      4/ Inmutables o cambiantes, quienes buscan identidades nacionales acaban encontrando monstruos. Se exprese como se exprese (ya sea la ingenuidad franquista o con discursos más elaborados) la identidad nacional distingue a unos individuos de otros, y les da el derecho de formar un estado independiente con sus iguales en el que difícilmente pueden caber los que no comparten la misma identidad nacional. Para el nacionalismo, el estado multinacional es un oximoron.
      5/ Pues diría que es un mayoritaria entre la izquierda la idea de que los sistemas socialdemócratas (con sus limitaciones, la mayor contribución de la izquierda a la humanidad) están en crisis porque con la globalización el capitalismo puede saltarse las legislaciones de protección y asistencia social y faltan organismos supranacionales que actúen de contrapoder.
      Lo del «divide y vencerás» se aplicaba al enemigo a dividir, no a uno mismo. Y creo que el lema era «obreros del mundo, uníos», no «obreros del mundo, dividíos en naciones», cual castigo de Babel.
      8/ Me da a mí que el «soberanismo» es una fase estratégica intermedia (de perfil bajo) antes de que la correlación de fuerzas le permita al nacionalismo maximalizarse y ser «independentista» abiertamente.
      Y sí, un país (nuevo) debería tener un mínimo de autonomía económica para ofrecer una mínima resistencia al capitalismo global, que igual se es más libre siendo región (o cola de león) que estado-nación (o cabeza de ratón)
      Vaya usted con Dios por su camino, que yo seguiré el mío, sin por ello dejar de agradecerle que nos comparta los pormenores de su viaje.

      • Frabetti

        Por favor, nada de don Carlo (es una ópera de Verdi, por cierto), en este foro todas/os nos tuteamos.
        1. Efectivamente, el nacionalismo es un concepto a superar; pero hasta que eso ocurra los nacionalismo existentes tienen que dialogar e interrelacionarse. La relación entre feudalismo y capitalismo es distinta; no es sincrónica: uno sucede al otro y lo sustituye como nueva forma de explotación.
        2. No creo que un buen cristiano sea, simplemente, alguien que es bueno y además cristiano, como se puede ser listo y además pelirrojo. Hay una forma específica de bondad cristiana, y hay una forma específica de izquierdismo nacionalista, que pasa precisamente por el cuestionamiento del concepto tradicional de identidad nacional, patria, etc. Pero esto, de por sí, es otro artículo (puede que lo escriba).
        4. La identidad nacional bien entendida, como la identidad de género, sirve -o debería servir- precisamente para realzar lo que tenemos en común y estimular la necesidad de compartir lo diferente, respetando -e incluso cultivándola en algunos aspectos- la diversidad sin convertirla en una forma de exclusión. En la práctica pocas veces es así; pero ese es el camino, y me consta que hay personas y organizaciones que lo ven de esa manera.
        5. Obreros del mundo, uníos, y cuando sea necesario defended vuestra soberanía frente a la globalización neoliberal, que es el nuevo colonialismo.
        8. No creo que el soberanismo sea necesariamente una forma provisional de independentismo. Y lo de si es mejor ser cola de león o cabeza de ratón, depende mucho -aunque no solo- del león concreto del que estemos hablando. Si el régimen del 78 fuera una democracia digna de ese nombre, no habría tantos independentistas, motivados en buena medida por su rechazo de una España que no acaba de romper con su pasado nacionalcatólico, centralista y oligárquico.
        Y, como dices al final, de eso se trata: de que cada cual recorra -haga- su camino lo mejor que pueda e intente compartir sus conclusiones para provecho general.
        Gracias por tus comentarios.

      • Claro, es que la cuestión es que el particularismo, el repliegue en pequeñas células comunitarias, según las circunstancias, puede ser favorable al capitalismo y a otras cosas peores aún, o rebelde frente al capitalismo. Por ejemplo Vox habla muchas veces contra la UE, contra los «plutócratas» (para morirse de risa; lo dicen ellos que son todos oligarcas), pero claman contra la UE no porque en Vox estén en contra del capitalismo ni contra los empresarios millonarios, sino porque ven que dentro de la UE no pueden meter los tanques en Catalunya tan fácilmente como sí podrían hacerlo en una España autárquica al estilo franquista.

        Y al revés: una comuna, un barrio, un territorio subestatal, se pueden convertir en un elemento rebelde frente al capitalismo o frente a la imposición de legislaciones fascistas. De hecho, dentro del independentismo catalán hay mucha gente republicana de izquierda (y es por eso precisamente que el nacionalismo español más reaccionario trata de aplastarlo a pelotazos, a porrazos, y si pudieran, a bazzokazos; ganas no les faltan).

        Una pequeña aldea de galos puede ser algo reaccionario o progresista dependiendo de qué se defienda en esa aldea y contra qué se luche.

  17. Gnomolesten

    Un artículo patético. ¿Por qué la política debería seguir paso de oca marcado por el curso de las ciencias naturales? (Gadamer) ¿Por qué debería progresar? (Oakeshott). La racionalización de lo político condujo a la explotación salvaje de la tierra y los seres (Marx). O sea, a Auschwitz. Por otro lado, para proponer a lo físico como paradigma del conocimiento humano hay que tener una visión ingenua de la especialidad y hacer amnesia de Hiroshima y Nagasaki (Adorno). En el balance general, los furores de Torquemada provocó menos decesos que los de Einstein. Probablemente estuviéramos bastante mejor sin los científicos. A efectos prácticos sólo han servido para magnificar el poder de orangutanes.

    • Frabetti

      Vaya, ante la idea de que la ciencia es mala en sí misma, la visión reduccionista del nacionalismo como algo intrínsecamente malo parece pura anécdota.
      Otrosí: en ningún momento digo que la política deba seguir el paso marcado por la ciencia; simplemente señalo que, hoy día, ambas son difíciles de comprender.

      • Gnomolesten

        «Nadie cuestiona a Galileo y Newton como padres de la ciencia moderna, pero la gente instruida no ignora que sus formulaciones han sido superadas. En el terreno político, sin embargo, no es inusual que se sigan repitiendo como axiomas incuestionables afirmaciones que nunca fueron más que primeras aproximaciones a problemas sumamente complejos».

        • Frabetti

          Efectivamente: tanto en la ciencia como en la política (y en otros campos) hay una tendencia al estancamiento y la simplificación. Y ambas, ciencia y política, han de superar ese problema, lo que no significa que deban hacerlo de la misma manera.

          • Gnomolesten

            Lo que dice ahí es que en la física hay progreso, mientras que en lo político no. Por lo tanto, se sugiere que el progreso debería ser el ideal de lo político. Cuestión aparte, la visión ingenua de la física como algo bueno. El desarrollo de las armas termonucleares y los misiles balísticos internacionales, ¿qué uso civil positivo tiene?

            • Pensar que la ciencia es necesariamente buena es ingenuo y simplista, cierto; tan simplista como pensar que es intrínsecamente mala; todo, depende, por supuesto, del uso que se haga de ella. En cuanto al «progreso», habría que definir qué se entiende como tal.

              • Gnomolesten

                Esa visión es falsa. Es la del cuchillo de Aristóteles, que lo mismo que sirve para pelar una naranja, vale para pelar la epidermis de un paisano. Te lo acabo de preguntar: ¿qué sentido positivo tiene el desarrollo de la energía termonuclear? Aparte de como arma no tiene ningún otro uso. Ponemos en un lado de la balanza un mundo con armas nucleares y en el otro un mundo sin las mismas. ¿De verdad que hay que demostrar que estaríamos mejor sin el desarrollo de la física? ¿Quieres encima un progreso parecido en lo político? Tu pensamiento es muy convencional, aparentemente progresista, pero dentro del marco del racionalismo.

                • Pues sí, dentro del marco del racionalismo. Y claro que la energía nuclear tiene otros usos, y, de hecho, podría salvarnos del colapso energético. En cualquier caso, es una discusión ociosa, porque lo que está claro es que la necesidad de comprender el mundo que nos rodea y a nosotros mismos -que, dicho sea de paso, nos ha permitido sobrevivir como especie- es imparable. Y el conocimiento da poder, y el poder se puede usar mal. Lo del árbol de la ciencia del bien y del mal solo es sostenible desde el dogmatismo religioso y su creencia de que el hombre es malo por naturaleza.

                  • Gnomolesten

                    El racionalismo es simplemente una religión que rechaza serlo. Como todas las demás promete la verdad escondiendo a plena vista los muertos.
                    El uso “beneficioso” de la energía nuclear se produjo accidentalmente, a posteriori; sin embargo, la energía termonuclear no posee otro uso que el destructivo.
                    La guerra bacteriológica tampoco tiene un uso bueno. La OMS denuncia cada año que el desarrollo de antibióticos lleva décadas estancado.
                    Tampoco necesitábamos de las ciencias para sobrevivir como especie. Otro mito. Lo que parece cada vez más probable es que gracias a ellas nos extinguiremos. La producción y emisión masiva de los GEI no son una consecuencia de las religiones.
                    No conozco ningún ser vivo que sea bueno por naturaleza. La domesticación convierte a algunos animales en “útiles” para otros. Los pulgones son útiles para las hormigas, que los pastorean, pero esto no dice nada acerca de las hormigas, que en modo alguno pueden ser consideradas “buenas”. Destruyen lo que encuentran a su paso.
                    Fíjate lo buena que es nuestra especie que lo mejor que podría ocurrir al resto de ellas es que desapareciéramos.

                    • No he dicho -ni lo pienso- que los humanos sean buenos por naturaleza. Ni malos. Bueno y malo son conceptos éticos y por ende culturales, no naturales. ¿Nuestro poder nos llevará a autodestruirnos? Es posible, y negarlo sería ingenuo; pero algunos esperamos que no sea así.

  18. Francisco Clavero Farré

    Si la política es tan compleja, mejor dejarla a unos superespecialistas, estilo físicos cuánticos. Exámenes, cursos preparatorios y la chusma a lo suyo: comer, beber, follar y no fastidiar. El señor Frabetti no es como su tío nacionalista italiano, lo supera, es un superfascista: también el viejo Mussolini, mientras no le tocasen los cojones, era partidario de los especialistas. El artículo es malísimo. Ni tiene que ver con la política, flatus vocis. El último que leo.

    • Frabetti

      No, mejor informarse y reflexionar, tanto en física como en política. Y algunas cuestiones (como la planificación económica o el urbanismo) hay que dejarlas a los especialistas, por supuesto, aunque vigilándolos de cerca.

  19. The Lady of Shalott

    «El nacionalismo es el dinero de los pobres», no sé quién dijo eso, pero es una frase a la que le encuentro cada vez más sentido con cada votación, cada conflicto y cada encuesta electoral. No hay nada más estúpido que aferrarse a la bandera de España (o ponértela de pulsera en la muñeca) para delatar abiertamente tu postura ante una población (los»progres») y ante unos conflictos (el independentismo) sobre los que solo tienes una opinión visceral y de la que, -seamos sinceras-, no tienes ni **** idea.
    Dicho esto… Aunque el camino del debate es muy largo y muy arduo como ya han dejado claro Óscar y Dani, a mí me parece que la conclusión a la que podríamos llegar tras recorrerlo es que el primer referéndum, la primera encuesta pública que debería hacerse para atajar el conflicto independentista, es el de «Monarquía o República». Creo que esa es la gran cuestión que este país no quiere afrontar y que sería clave para cambiar las tornas y acabar con las tensiones. España debe ser una República sí o sí, y entonces la mitad del argumentario independentista se iría por el desagüe. Además, ese es un referéndum que nos incluye a todxs: vascxs, catalanxs, asturianxs, extremeñxs, etc y no solo a una parte de la población (Catalunya). Y a ver, seguramente no sea la solución final, pero sin duda sería el mejor comienzo para una nueva etapa.

    • Frabetti

      Sabia propuesta, Milady. Aunque luego habría que ver qué república salía de ahí. Ya hemos comprobado que no bastaba acabar con la dictadura para alcanzar la democracia, y me temo que tampoco bastará acabar con la monarquía; aunque, como apuntas, es un paso fundamental y previo a muchas cosas.

  20. Gnomolesten

    La mayoría de los ateos simplemente adoptan otro sistema de creencias que es esencialmente una religión. Tu racionalismo, por ejemplo. No razonas. Tu diálogo es pura apariencia. Tan sólo un deseo de ser el último en decir «amén». Cuando los razonamientos te son adversos te refugias en las definiciones terminológicas (¿qué es el progreso? ¿qué es el bien?, etc.) Lo mismo que un cura habituado a sus rezos, sólo recitas clichés. Son otras oraciones, pero con la misma función.

  21. Eso de que el racionalismo es una religión es, cuanto menos, muy impreciso. A mi me parece, además, una falacia. Es cierto que la creencia en la racionalidad es eso, una creencia, pero el buen racionalista ni siquiera acaba de creerse este postulado fundamental de su fe (en la diosa Razón, digamos), sino que lo utiliza como algo provisional por su utilidad. La fe religiosa, por el contrario, se basa en la idea de revelación e implica no sólo la creencia en lo revelado, sino la creencia en el sistema particular de dogmas que su religión le impone. Los dogmas de fe no se discuten, se aceptan o se rechazan. Es, por tanto, muy naif y algo malintencionado poner el racionalismo y la religión en la misma categoría. Por ejemplo, las ciencias físicas proporcionan soluciones temporales a las preguntas que se plantea, soluciones pendientes de revisión y mejora cuando sepamos más. Todo conocimiento científico es provisional. Vaya, las ciencias físicas no proporcionan certeza alguna, al contrario que las religiones, que tienen certezas absolutas que no pueden cambiar con el tiempo (pues son verdades «reveladas»).
    Dicho esto, se puede ser religioso, se puede ser anticientífico o pro-científico, se puede ser lo que se quiera. Pero con un poquito de humildad y, por favor, sin acritud a ser posible..

    • Gnomolesten

      Pongamos en un lado de la balanza los asesinatos debidos las religiones, que no han sido pocos. Y en el otro lado, los asesinatos debidos a la física. Resultado: la perversidad del cristianismo es una anécdota.
      Fue Einstein, el pacifista, uno de los que firmó la carta a Roosevelt que originó el proyecto Manhattan como empresa gubernamental. Frabetti dice que la energía nuclear es beneficiosa y nos salvará del colapso energético. Se queda en la bomba A, que en dos días mató a más civiles que militares perecieron en 200 días en Stalingrado. Además, la energía termonuclear sigue sin tener uso civil alguno. Sólo sirve como arma. Pero cuidado con censurar a Einstein por instigar y facilitar crímenes masivos. Torquemada a su lado fue un principiante, pero denostamos la Inquisición a condición de evitar ser consecuentes con la empresa científica.
      Sí hay que alabar a los científicos lo listos que son, pero al valorar la ristra de cadáveres que van dejando, hay que hacer amnesia de que sirven a los kapos de la política, el armamento y la industria más comtaminante. Al parecer nunca son lo suficientemente listos como para reconocer a sus empleadores, ni a las monstruosidades que crean. Hay que suponerlos ingenuos e inocentes. Vaya.
      La producción y emisión masiva de los GEI no son una consecuencia de las religiones. Tampoco el envenenamiento masivo de los acuíferos. El fracking no se creó en una catedral. Ni el Zyklon B en una sinagoga o mezquita. Etcétera.
      Lo irritante del discurso racionalista es que se ve abocado a repetir clichés decimonónicos. Ergo Auschwitz en vano… Hiroshima en vano… el siglo XX en vano. Todo queda recubierto por una amnesia feroz.
      No puedo imaginarme a Adorno, Horkheimer o Marcuse iniciando un artículo proponiendo a la física como modelo de nada y menos de lo político. Aún menos me imagino soltando semejante letanía a Sartre, Althusser o Debord. Ni siquiera a Deleuze. La conciencia de la postguerra fue que los científicos estuvieron implicados en todos los crímenes de guerra y que el programa racionalista condujo a maximizar el poder de los estados y las masacres. Lo tuvieron claro. “La cultura es basura” significa que “la ciencia es basura” y que nuestro planeta estaría bastante mejor si el racionalismo cartesiano hubiera quedado en una anécdota. Frabetti da un paso atrás. Lo peor es que no ha cabreado a nadie, salvo a un servidor, por tener los santos cojones de proponer a la física como ejemplo de lo político.
      Y tú me pides humildad. Vergüenza debería darte no estar indignado.

      • Repito, en ningún momento he propuesto la física como ejemplo o modelo de la política. Lo que digo es que hoy día es difícil conocer bien tanto la una como la otra, y que en ambos casos es fundamental buscar información fidedigna y esforzarse por asimilarla correctamente. Lo cual, sí, es un enfoque racional. Porque la alternativa es negar el cambio climático o proclamar la superioridad de la raza blanca.

        • Gnomolesten

          Léete a ti mismo. Tercer párrafo.

          • Me releo, y sigo sin entenderte. Decir que en política es más difícil superar los prejuicios y las falacias porque la realidad estudiada es mucho más compleja y no se presta a hacer experimentos para comprobar o refutar las hipótesis, como en física, es precisamente señalar las diferencias entre ambas materias, no poner una como modelo a seguir por la otra. Si digo, por ejemplo, que es más fácil escoger la comida adecuada que la pareja adecuada, y que ambas elecciones requieren información y criterio, no estoy sugiriendo que escojamos pareja con criterios gastronómicos.

            • Gnomolesten

              – «La física… requiere muchas horas de estudio y reflexión»
              Traducción: es para una élite.
              A mi entender las ciencias dependen más de la memoria que de la inteligencia. El caso es que cualquier actividad profesional humana requiere el mismo cóctel.

              – «es muy significativo que se siga hablando de la «teoría» de la relatividad cien años después de su constatación irrefutable».
              Traducción: es verdadera.
              Agustín de Hipona empleaba el mismo argumento a propósito del cristianismo. ¡Vaya! ¡Qué casualidad!

              – “con respecto a la física nadie —o casi nadie— miente”.
              Traducción: Además de sabios, los científicos son santos.

              – “así como a la mayoría de la gente no le importa reconocer su escasa formación científica, nadie admite su ignorancia política”.
              Traducción: El pueblo es imbécil. Los científicos son el subconjunto más listo del llamado pueblo.

              – “las escasas personas que tienen una formación política mínimamente sólida tienden a aferrarse a los clásicos con un fervor que, en última instancia, no es sino nostalgia de la religión.”
              Traducción: El pueblo, además de tonto, es propenso a la religión.

              – “Nadie cuestiona a Galileo y Newton como padres de la ciencia moderna, pero la gente instruida no ignora que sus formulaciones han sido superadas.”
              Traducción: gente instruida = científicos.

              – “En el terreno político, sin embargo, no es inusual que se sigan repitiendo como axiomas incuestionables afirmaciones que nunca fueron más que primeras aproximaciones a problemas sumamente complejos; seguir esgrimiendo, a estas alturas, simplificaciones”
              Traducción: El pueblo es imbécil.

              Sin embargo, tú dices que no has propuesto a la física como modélica. A mí me parecen afirmaciones de una arrogancia y soberbia supremas.

              • El pueblo no es imbécil: está desinformado, y hoy día estar debidamente informado requiere un tiempo del que la mayoría de la gente no dispone. Y, sí, la matemática y la física avanzadas están al alcance de muy pocos, lo que no significa que esos pocos sean mejores, como no es mejor quien posee un talento especial para la música o la pintura.

                • Gnomolesten

                  Te pareces a Rubiales. El tipo ni siquiera se ha enterado de por qué su comportamiento es pésimo. A ti te ocurre lo mismo a propósito de las ciencias. El discurso racionalista quedó obsoleto tras la segunda guerra mundial. Y tu discurso condescendiente a propósito de lo político es tan facha como el de Vargas Llosa: «Lo importante de unas elecciones no es que haya libertad, sino votar bien».

                  • ¿Y cuál es tu propuesta? ¿Qué tendría que hacer para no parecerme a Rubiales ni a Vargas Llosa?

                    • Son dos preguntas distintas. El problema radica en que ni siquiera reconoces que las ciencias están directamente vinculadas con los crímenes de guerra y el envenenamiento del planeta.
                      Mira a ver si te haces con la «Dialéctica de la Ilustración». La industria cultural se refiere a las ciencias y tecnologías, manifiesta e inextricablemente implicadas con la coerción salvaje del capitalismo y el fascismo. Los músicos, periodistas, deportistas y demás, aunque llamativos, forman un minúscula parte de la industria cultural. Se trata de la industria del entretenimiento, que persigue la distracción y el consenso.
                      Tu denuncias la industria del entretenimiento, pero porque te permite ser acrítico con el papel encarnado por los científicos, que los pones como modelo para lo político. Eso es exponer tesis antifascistas con el más puro sentido fascista.
                      Francisco Clavero Farré te lo dijo antes.

                    • ¿Por qué te empeñas en intentar razonar con alguien que, además de decir memeces, es un maleducado que te compara con Rubiales? A veces lo tuyo más que paciencia parece masoquismo.

      • Me temo que no entiendo bien la comparación. Desde mi punto de vista, la religión ha sido la causa de muchas desgracias y muertes porque ha proporcionado a ciertas personas e instituciones RAZONES para ejercer esa violencia (en nombre de Dios, or ejemplo), mientras que la ciencia proporciona MEDIOS para ejercerla.
        Sería más razonable comparar la capacidad de crear sufrimiento de la religión con la de la política, la ciencia me parece que es bastante neutra al respecto. La comparación entre religión y ciencia debería hacerse en el terreno de nuestra comprensión del mundo, no en la de cuántas bajas ha causado cada una. Y también seríamos muy estúpidos si no reconociésemos la capacidad de la religión y de la política para mejorar la vida de los seres humanos, no sé porqué tanta insistencia en los aspectos negativos. Los que matan son los hombres, no las ideas.
        Tampoco entiendo la manía con Einstein, un pacifista al que pusieron entre la espada y la pared que, por cierto, no tuvo más relación con el proyecto Manhattan que impulsarlo al principio a petición de otros científicos (Leo Szilard en particular), preocupadísimos con la posibilidad de que los nazis obtuviesen la bomba primero. El asunto es extraordinariamente complejo y conviene saber algo de física para intentar desentrañarlo.
        Sin embargo hay un fondo en su discurso con el que empatizo un tanto. El físico teórico Max Born (uno de los padres de la teoría cuántica, recibió el Nobel por ello), que fue jefe de Oppenheimer durante su estancia postdoctoral en Gotinga en los años treinta, opinaba a raíz de la bomba (no estuvo involucrado en su creación) que quizás la humanidad no estaba preparada para la ciencia, que había sido un descubrimiento que nos llevaría a la desaparición porque la humanidad no podría evitar la autodestrucción. Empatizo mucho con el atribulado Born, pero nadie decidió inventar la ciencia, simplemente ocurrió porque podía ocurrir. Nuestra especie es curiosa y es expansiva y es agresiva, está en nuestro código genético y en nuestro acervo cultural. ¿A quién hay que culpar de esto, Gnomolesten? A Aristóteles, a Descartes, a Einstein? Y por otra parte y más interesante: ¿Cuál es la alternativa? ¿Cuál es la propuesta que nos pueda librar de los males de la ciencia? La religión no va ser la solución, ¿no cree?
        En lugar de buscar culpables, deberíamos preocuparnos por encontrar soluciones y, mal que le pese a Ud. (si le he entendido bien, discúlpeme en caso contrario) la solución vendrá de la ciencia porque descubierta la razón, ya no puede des-descubrirse (si me permite la expresión), igual que la bomba: no la podemos desinventar.
        Finalmente, no sé si estoy de acuerdo con Ud. en que el paradigma de la ciencia no es aplicable para hablar de política, porque hay algo que las emparenta: ciencia y política intentan resolver problemas y la ciencia tiene recetas que podrían ser de utilidad a los políticos. Pero, desgraciadamente, en política es más rentable (a corto plazo) el uso interesado de la mentira y la desinformación que la explicación paciente de cuál es el problema y cómo podríamos resolverlo. Además, por lo general los políticos son analfabetos funcionales en ciencia. Nadie entiende de qué va la ciencia y se oye (lée) cada cosa…

        • Gnomolesten

          Acerca del cristianismo cabe la ambigüedad. Alguien que comprenda el sentido de la sentencia “ama a tu prójimo como a ti mismo” probablemente tendrá dificultades para embarcarse en una empresa criminal. Sin embargo, el desarrollo de la energía termonuclear no se encuentra bajo el paraguas de la ambigüedad, lo mismo que tampoco se hallan bajo el mismo los científicos del escuadrón 731 o las actividades de Joseph Mengele.

          En la introducción a la segunda edición de la KRV Kant pudo permitirse el lujo de comparar ciencia con filosofía, tomar como modelo a la primera y decir que las ciencias progresaban y la segunda no y creer a pie juntillas en el proyecto racionalista. En aquellos tiempos Hume o Voltaire podían cargar las tintas en contra de las religiones en general y del cristianismo en particular frente a la Razón. No estamos en ese momento histórico precisamente. Cantar loas a los criminales de la física después de Hiroshima tiene sus bemoles. Apesta.

          La curiosidad del ser humano tiene poco que ver con las ciencias como proyecto gubernamental. Las ciencias como una empresa común es cosa del racionalismo. Lee la sexta parte del “Discurso del Método”. Aparte de algún apunte en Bacon, hasta entonces las ciencias eran una curiosidad.

          Tu último párrafo expresa tu racionalismo que, si bien de naturaleza atea, simplemente es otra religión. La maldad procede de los políticos que usan la mentira, desinformación y son analfabetos funcionales en ciencia. Qué casualidad. A mi me parece un modo político de blanquear el pésimo legado del racionalismo. A mi entender los científicos no son inocentes del vertedero en que han convertido el mundo ni de transformar en inamovibles a todos los sistemas políticos que posean la bomba. Aplican la razón a todo, salvo a su propia actividad.

    • Gracias, Eugenio; pero me temo que no se puede ser anticientífico con humildad y sin acritud.

      • Eso parece, apreciado Frabetti…

        • Gracias de nuevo por tu esforzada defensa de nuestra causa. Y por «nuestra» no entiendo solo «tuya y mía»: creo que en estos tiempos convulsos el irracionalismo es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad.

  22. A CLARA
    Porque intento entender su visión del mundo. Es muy insólito y sorprendente que una persona culta ataque la ciencia con tanta inquina. Pero ya he desistido: coherente con su rechazo del racionalismo, no argumenta, solo insiste en atribuirme lo que no he dicho.
    Otrosí, y aunque no venga muy a cuento, decir que Rubiales «no se entera» es, en cierto modo, un atenuante; yo creo que es plenamente consciente de su sinvergonzonería: lo suyo no es despiste, sino cinismo.

    • Gnomolesten

      La visión moderna o ilustrada de las ciencias supone a los científicos como solitarios sabios de torre de marfil. Sin embargo, desde principios del siglo XIX, la actividad científica como proyecto gubernamental (o industria cultural) entronca con el capitalismo, el militarismo colonial más despiadado y, posteriormente, con el fascismo. El sueño cartesiano no es un sueño para la mayoría, en particular para sus víctimas, sino una pesadilla. La actividad científica como proyecto gubernamental e industrial ha incrementado exponencialmente la barbarie sobre los seres humanos y la explotación de la Tierra. Esto lo advirtió Marx.
      La bomba H no se idea en una iglesia. El Zyklon B no se sintetiza en una mezquita. El fracking no se pergeña en una sinagoga, etc. La guerra bacteriológica no se fragua en los conventos. Ni siquiera la ciencia base tiene una función baladí. En época de Napoleón se empleó como modo de selección de personal para las fábricas.
      Los filósofos de la postguerra rechazaron formar parte de la industria del entretenimiento. Los ya citados Adorno, Althusser, Deleuze, Debord, Gadamer, Gramsci, Horkheimer, Marcuse o Sartre se negaron a asumir la visión racionalista de las ciencias. Tuvieron conciencia de que el proyecto cartesiano había conducido directamente a Auschwitz e Hiroshima. Pero, claro, cualquier neo-racionalista considerará que no reflexionaban ni argumentaban. Que estaban desinformados, ¿no? Más problemático es el caso de Oppenheimer a quien siempre pesó el fallecimiento de las miles de víctimas por el bombardeo nuclear de Japón. Desde el primer momento y ante Truman manifestó que tenía las manos manchadas de sangre. Oppenheimer jamás habría tenido la jeta de proponer a la física como modelo de lo político.
      Resulta irónica la manera como se blanquea a una figura tan indigna como Einstein. Eugenio expone la coartada habitual: “El asunto es extraordinariamente complejo y conviene saber algo de física para intentar desentrañarlo”. Es decir, hay que ser un científico (estar implicado en su ideología) para poder enjuiciar. Curiosa petición de principio. La circunstancia se aclara cuando en lugar de pensar en Einstein, pensionado en la universidad de Princeton, nos ponemos en la piel de los habitantes de Hiroshima y Nagasaki. Su silencio no fue un signo de conformidad.

  23. Me gustaria interveni pero no acabo de cojerle el punto al tema.

    • Frabetti

      Te comprendo. A mí, con respecto a algunas intervenciones, me ocurre lo mismo. Ya lo decía Feynman…

  24. Tus comentarios no son afortunados. Suponer que alguien que cita a freudomarxistas y marxistas de pata negra galos e italianos es de derechas es estar bastante despistado. Gnomoleste dice que en este mundo la fuerza de la razón está al servicio de la razón de la fuerza. Es un mantra de la primera escuela de Frankfurt. El científico que no se vende en el mercado no trabaja como científico. La independencia de la ciencia no existe salvo como alienación religiosa. El racionalismo, aunque ateo es un sistema de creencias con un enorme punto ciego. Es esencialmente una religión.

    • En ningún momento he supuesto que Gnomo sea de derechas, ni lo he insinuado. Pero creo que debería preocuparle compartir su rechazo de la ciencia con la derecha más rancia. Y una cosa son los científicos que se venden -no todos, por otra parte- y otra el mero hecho de intentar comprender la realidad, tarea irrenunciable. Otra cosa es que se haga mal y se emplee peor, pero ¿cuál es la alternativa? ¿Dejar de investigar? ¿Dejar de pensar? Y, dicho sea de paso, citar a freudomarxistas de pata negra no es garantía de nada.

      • Gnomolesten

        Los científicos nacen vendidos. Todos. No estamos en el siglo XVII. No hay actividad científica al margen de las empresas gubernamentales. Si se hubiera preguntado a Mengele a propósito de sus actividades es seguro que habría hecho suya la opinión de que su tarea era irrenunciable.
        La investigación sí que no es garantía de nada.

        • Evitas sistemáticamente una cuestión clave: ¿cuál es la alternativa? Tras tu diagnóstico catastrofista -y admitiendo que en parte es acertado-, ¿qué hacemos a partir de ahora? No es una pregunta retórica ni capciosa, tengo verdadero interés en conocer visiones alternativas.

          • Gnomolesten

            No hay alternativa. Nos estamos extinguiendo.
            Hace un par de siglos que el poder de decisión quedó en manos de los gobernantes y financieros, al margen por completo de los ciudadanos. Los científicos no han hecho nada aparte de incrementar el poder de sus amos.
            Tu profesas la religión de la ciencia. Lo mismo que los sacerdotes y frailes exoneran al cristianismo por sus crímenes, tu olvidas los asesinatos de la ciencia, aunque sean mucho más numerosos.
            Haces como san Agustín. Él propuso al cristianismo como ejemplo para los gobiernos, a los que consideraba máquinas de extorsión y robo y tú haces otro tanto en relación con tu tótem.
            Ser ateo y no profesar una religión son cosas diferentes. Me irrita que un practicante haga proselitismo y venga vendiendo la moto.

            • Frabetti

              Imaginaba que esa era tu conclusión: no hay alternativa, nos estamos extinguiendo. Puede que sea cierto, negarlo sería ingenuo; pero algunos creemos que, si hay salvación, pasa por un buen uso de la ciencia.

              • Totalmente de acuerdo. Las armas nucleares no se van a desinventar, ya estamos aquí. Sin duda, la humanidad no hace el mejor uso de la ciencia, por muchas razones. Probablemente estemos abocados a la extinción por la crisis climática o por la amenaza nuclear, concedido. Pero la única esperanza de encontrar alguna solución pasa, necesariamente, por la ciencia y su negación solo acelerará el proceso.

              • Gnomolesten

                «Algunos creemos que, si hay salvación, pasa por un buen uso de la ciencia.»
                Toda una declaración religiosa de fe ciega. ¿Desde cuando los científicos no han sido otra cosa que lacayos del capitalismo y el fascismo? Dos siglos plagados de ejemplos de científicos poniendo el culo y aún tienes esperanza en la venida del espíritu santo.
                Teniendo en cuenta Dead Hand y Perimeter lo único que aseguran los científicos no sólo es la extinción de los seres humanos, sino la de cualquier forma de vida en el planeta.

                • Supongo que ante un problema de salud irás a ver al médico brujo de la tribu, para ser coherente con tu postura anticientifica.

                  • Gnomolesten

                    Voy al médico, lo que no es óbice para manifestar que la parte mayoritaria de las ciencias tiene como objetivo aumentar el poder de los gobiernos, las corporaciones y los militares.
                    Para justificar los impuestos siempre se airea la sanidad y la educación (aunque ambos sectores están en buena medida en manos privadas y cada vez más, lo que significa regar con dinero público chiringuitos privados -cosa que acontece también con otras «instituciones privadas» que van de la RAE a la RFEF-). En España sanidad y educación no reciben ni la cuarta parte de la recaudación (cifras del 2012; hoy en día, con el desmantelamiento de la sanidad pública, el monto destinado a la medicina será sensiblemente menor). La medicina, como ejemplifica su crítica burda, sale a relucir sólo cuando hay que justificar por qué los ciudadanos pagan mucho más de lo que reciben o para blanquear al resto de la actividad científica que no tiene más objeto que el beneficio y el poder.

                    • Hablando de coherencia: John Wayne tenía cáncer de pulmón y visitó a un montón de oncólogos y cirujanos. El origen de su patología se manifestó después de filmar “The Conqueror”, un bodrio de película. De los 220 integrantes del equipo de filmación hay evidencia científica de que al menos 152 murieron de cáncer. El rodaje se filmó en Snow Canyon (Utah) cerca de donde los físicos habían detonado 11 bombas nucleares. John Wayne fue de los que más vivió. A mi entender si no hubiera habido físicos él no habría necesitado médicos.
                      Examínese el caso de Thomas Midgley, ingeniero y químico, lacayo de la General Motors y probablemente el ser humano que más seres vivos ha matado.
                      Hace unos días la OMS advierte de que en los próximos 20 años se avecina un tsunami de cáncer. ¿El origen? El tabaco, el alcohol y la obesidad. Al parecer no hay que preocuparse por los combustibles y la radiación. En Ucrania deben estar disparando con flores.
                      La ciencia trata de paliar con dispar eficacia los males que no tendríamos sin no existiera ciencia.

              • Transeunte

                Senor Frabetti, retomando lo que le dijo otra lectora (de nick «Clara», por lo que infiero que lectora, aunque nunca se sabe, por lo que pido disculpas de antemano), creo que de su dialogo con el Gnomo mas listo del bosque no va a sacar mucho mas. No pretende llegar a ningun tipo de sintesis, ni a conclusiones constructivas, sino a ir quemando uno por uno, los barcos de la razon. Decir con tanta alegria que el pensamiento cientifico, que el saber positivo, que la inquietud por saber como funciona el universo (y conocer las herramientas que nos permitan interactuar en y con el) van inevitablemente unidas al fascismo y al capitalismo mas salvaje, es de una simpleza y una cortedad descorazonadora.
                Por lo demas, felicidades por sus articulos. Siempre encuentro que discrepo con Vd. en un 80%, pero al menos todo lo expone con un respeto digno de alabanza. Lo que si es verdad es que cada nuevo articulo es como si le echase una piedra a un hormiguero, salen comentarios de lo mas variopintos, y algunos bastante alejados de la racionalidad.

                • Gnomolesten

                  La ciencia y tecnología están disponibles al servicio de la riqueza y el poder. Quien crea que ambas tienen que ver con el conocimiento puro tiene una visión infantil o religiosa de tal actividad, la cual está subordinada al capital desde hace dos siglos. Ciencia y tecnología están supeditadas al beneficio de las corporaciones, los gobiernos y los militares, no a los servicios sociales. Cuando se crea un departamento gubernamental para responder a las necesidades sociales, su finalidad es la administración y, por lo tanto, el control social (o la búsqueda de votos para redoblar el control futuro).
                  La ciencia es un golem, tan poderosa como carente de reflexión. Los científicos ejercen su actividad de manera sistemática bajo el amparo de los gobiernos y corporaciones sin cuestionamiento ninguno. Son lacayos, estómagos agradecidos, no librepensadores.
                  Gracias a esos siniestros personajes las acciones gubernamentales y corporativas desde la segunda guerra mundial son tan inexorables como el mismo curso de las ciencias. La concentración de poder en manos de las élites es tal que los ciudadanos están indefensos e incapaces de tomar las riendas de sus vidas. Hoy en día se ejerce un control administrativo tan desmedido sobre cada persona que la idea de libertad es ridícula (o consiste en la caricatura fascista de salir de trabajar e irte a un lugar a tomarte algo o comprar en donde quieras).

                • Gracias, Transeúnte. Pero no creo que lo de nuestro Gnomo sea cortedad, pues se nota que es persona ilustrada y que ha dedicado mucho tiempo a la reflexión (pese a su paradójico rechazo del racionalismo); creo que lo suyo es más bien un arrebato de desesperación ante una situación global realmente lamentable. No apruebo sus insultos y exabruptos, por supuesto; pero he visto a algunas de las mejores mentes de mi generación (si se me permite parafrasear a Ginsberg) presas de ataques de ira similares. En cuanto a tu discrepancia del 80 %, mucho te agradecería (y no solo yo, estoy seguro) que de vez en cuando la plasmaras en algún comentario. Creo que discrepar-discutir es al pensamiento como el método de ensayo-error a la ciencia.

  25. Casualmente (o tal vez no), acaba de salir este interesante artículo de Sonia Contera en Materia:
    https://elpais.com/ciencia/2023-09-20/como-generar-confianza-sana-en-la-ciencia.html#?rel=mas

    • Gnomolesten

      Para evitar el muro de pago:
      https://web0.cc/a/0JwVIQiHJt
      El citado artículo participa de dos falsas suposiciones:
      1º. Que la ciencia es como el cuchillo de Aristóteles, que puede ser un útil o un arma. Ya me he prodigado al respecto.
      2º. Que la ciencia está correlacionada con la democracia. Falacia premium. Ha venido mostrando que se encuentra al servicio del poder. Por ejemplo, es curioso cómo la autora construye un enemigo en torno a Darwin. Habla del uso tendencioso del darwinismo social (que lo es), pero olvida por completo que el HMS Beagle era un barco expedicionario. Su objetivo era explorar… para después colonizar. Así forjaron los ingleses su imperio. La soldadesca iba detrás del barco explorador con objeto de someter a la población indígena como mano de obra y perpetrar el robo sistemático de materias primas. Darwin no embarcó para hacer vida contemplativa. Formaba parte de un proyecto de explotación. Sólo 22 países se libraron de ser invadidos por la peste británica. No por accidente naciones de la talla de Australia o Nueva Zelanda siguen aún hoy teniendo como jefe del estado al monarca británico.

      • Gnomolesten

        La ciencia es como el colonialismo. Dicen las potencias coloniales que a pesar del rosario de cadáveres que dejaron tras sí, Occidente les ha legado la lengua y la cultura a los colonizados. Gracias a tales aportaciones universales, África, el continente que posee mayor riqueza, es el continente más pobre.
        Esencia del racionalismo: “Matamos a vuestros padres y a los padres de vuestros padres. Les robamos a ellos y os seguimos robando a vosotros, pero tenéis dentistas”.

  26. Gnomolesten

    Es llamativa la inteligencia de la que hacen gala los científicos (en esto son presuntuosos, por no decir que arrogantes) y la ceguera a propósito de los fines a los que sirven las ciencias. ¿Desde cuándo las élites en el poder dan algo por nada? Si son de una avaricia insaciable. Los derechos sociales y las cargas impositivas sobre las grandes fortunas datan de aquellos tiempos en los que el comunismo amenazaba con dejarles sin sus cortijos. La seguridad social, las bajas remuneradas, las vacaciones pagadas y, en general, la clase media fueron “logros” a los que accedieron los patrones mientras hubo un sistema que amenazaba su tren de vida. Fue un cálculo. Prefirieron ceder una parte de sus ganancias en vez de perderlo todo. ¿Cómo cabe pensar que el estado, instrumento suyo, iba a financiar proyecto científico alguno por amor al arte? Hay que estar ciego. Ya lo he comentado: el ateísmo en general (desde luego el vinculado a los científicos) es una religión. Sin Dios, pero religión.

    • La izquierda siempre estuvo mucho mejor informada que la derecha. Incluso cuando ha ido en contra del racionalismo lo hace por razones. En mis tiempos los sindicatos de izquierdas destrozaban las máquinas expendedoras de billetes de tren porque se instalaban para convocar menos taquilleros. Un empresario compra una flotilla de tractores para quitarse braceros y conflictos laborales y el gobierno en lugar de gravar los tractores ¿qué hace? Bajar los impuestos a los que más ganan. No es que la ciencia y la tecnología sean el enemigo per ser pero se convierten en el enemigo per accidens. Sirven a los ricos para que sean mas ricos.

      • Eso es totalmente cierto, y eso es lo que hay que cambiar. También hay muchas personas que, involuntariamente, sirven a los ricos para que sean más ricos, y no se trata de demonizar a esas personas ni de acabar con ellas.

        • Gnomolesten

          Otro falso argumento racionalista. No causan el mismo efecto dos jardineros que Edward Teller y Stanislaw Ulam desarrollando la bomba de fusión. El grado de responsabilidad no es ni remotamente parecido con el agravante de que Teller-Ulam no eran ignorantes a propósito de cuál era la finalidad de su idea y que sería detonada una y otra vez.
          Dejemos de blanquear a los científicos.

          • Quizás deberíamos prohibir la ciencia.
            Y ya que tienes respuesta sólida para todo, me gustaría saber cuándo se torció la cosa. Ya hemos visto que lo0s científicos del siglo XX son culpables. ¿Faraday y Maxwell también? ¿Darwin? ¿O hemos de retroceder a Newton y Galileo quizás? ¿O ya tuvo la culpa Ibn al-Haytham en el siglo XI? ¿Por que no serán Aristóteles y Platón los responsables? ¿Cuándo se volvieron malísimos siervos del poder los pensadores? No se corte Ud. Gnomolesten: tómese tantos mensajes como necesite para iluminar nuestra ignorancia.

            • Gnomolesten

              Tienes la respuesta si buscas “Discurso del Método” en esta página. Conviene dejar la arrogancia en casa y leer a los demás, aunque sólo sea para variar.

              • ¿De veras es su postura que el pensamiento humano, la voluntad de entender el mundo, iba bien hasta que Descartes publicó el discurso del método? ¿Así de fácil: Don René lo estropeó todo? Quizá le sorprendería saber el profundo desprecio que los científicos tienen por el método de Descartes, que los científicos no reconozcan en este pensador a uno de los suyos. Aunque no es esa mi postura personal, si puedo decir que el método científico le debe mucho más a otros pensadores (Ibn al-Haytham, Galileo, Newton) que a Descartes.
                Tomo nota de lo de la arrogancia y le pido disculpas. Pero le recomiendo también que se aplique el consejo porque su discurso es MUY arrogante. Por mi parte lo dejo aquí.

                • Gnomolesten

                  Cada uno lo deja donde quiere o donde puede.
                  Hasta Descartes la ciencia no se consideró como un proyecto social común. Hasta ese momento tener libros y sabios era una manifestación del poder, un “tengo tanto dinero que me lo gasto en pijadas”. Desde Alejandro Magno o Ptolomeo Sóter hasta las familias más adineradas de la Italia del Renacimiento importaros bibliotecas y sabios como signo de distinción social. Nada que ver con la utilidad.
                  Por otra parte me extrañaría que los científicos no reconocieran a Descartes como a uno de los suyos. Tengo la impresión de que escribió una “Geometría” y, más aún, que la geometría analítica es cosa suya, pues la idea de que una expresión algebraica tenga correspondencia gráfica no fue cosa de los antiguos griegos. De esto sabrá más Frabetti.
                  Afirmar que los científicos no reconocen en este pensador a uno de los suyos es afirmar que los matemáticos no son científicos. Me parece estirar mucho la hermenéutica. Tengo la impresión de que los científicos no se prodigan en sentencias de Cicerón, sino en formulaciones matemáticas.

  27. Lo Gnomo ha metido el dedo en la llaga. Los científicos son mamporreros de la extrema derecha. Perros con la correa larga.

    • Gnomolesten

      No me parece una caracterización atinada. No aportas nada, salvo a la Lingua Tertii Imperii, muy en boga en esta época, dicho sea de paso.
      Cada cual es libre de hacer con su vida lo que quiera y pueda. A lo que no tienes derecho es a elegir una conciencia a la carta. Un mafioso no puede presumir de inocencia. Carga con la culpa que le toca y punto. Una situación similar es la del científico.
      Los intelectuales europeos que sobrevivieron a la segunda guerra mundial no se engañaron al respecto. Constataron que el sueño del racionalismo condujo directamente a Hiroshima y Auschwitz. A partir de ahí la ciencia deja de poder ser esgrimida como comodín y mucho menos como modelo de nada.
      Hasta Bertrand Russell expuso muy tempranamente que las ciencias eran incapaces de resolver problema social alguno («Los Problemas de la Filosofía», 1912) y, peor aún, que agravaban tales conflictos. Sin embargo, un siglo después nuestra conciencia se ha reificado. Se blanquea el fascismo y el nazismo y a la par se ha vuelto a una conciencia ingenua de la ciencia que significa que Hiroshima, Auschwitz y el siglo XX pasaron en vano.
      Por un lado, están los que no reparan en el tema. Fatal, pero asumible. Pero, por otro lado, están los que han tratado de afear mi llamada de atención. Aún peor. Estos, aunque ilustrados, lo son en sentido literal del término. Viven en el siglo XVIII y se niegan a salir de ahí.

      • Frabetti

        La llamada de atención está muy bien, es más, es imprescindible, y no seré yo quien la afee. Otra cosa es criminalizar a los científicos en general y a la ciencia misma. Por la misma regla de tres, se podría criminalizar a muchos otros gremios, por no decir a todos. Y no vale lo de los dos jardineros, porque son millones, y remando casi todos en la misma dirección. El cambio climático está directamente relacionado con el carnivorismo, y a mí no se me ocurre, como vegano, criminalizar a los pequeños ganaderos (aunque sí a la gran industria agropecuaria, por supuesto, y a los canallas que dicen, desde una posición de poder, que el chuletón al punto es imbatible).

        • Gnomolesten

          Por la misma regla de tres no podrá decirse que la religión, en particular, el cristianismo y, en concreto, el catolicismo es una empresa criminal, a pesar de las guerras religiosas (incluyendo a la Inquisición o la “cruzada” del excrementísimo). Esto no es de recibo. ¿No creerás aún que la financiación que reciben los laboratorios bacteriológicos de los gobiernos de EEUU, Rusia y China tiene el propósito de hacer mejores vacunas? La institucionalización de la ciencia tiene como objetivo el mismo que el de la religión (el control y el poder), pero con mayor eficacia. La complicidad en una empresa criminal es igualmente criminal implique a quien implique. Los científicos hace un siglo que no pueden alegar ignorancia a propósito de sus actividades. Las tecnologías disponibles están al servicio de los más ricos y/o poderosos, al servicio del beneficio, no de los servicios sociales. Las cámaras de gas nazis y las bombas nucleares, lo último en tecnología, deberían haberte revelado hace mucho tiempo que el deslumbrador viaje racionalista no lleva tan lejos como habías imaginado.
          Por otro lado, la parte del león del cambio climático no es el carnivorismo (?), ni tampoco las deposiciones de las mascotas (?), sino la emisión de GEIs procedente de los combustibles fósiles, en particular de los parques móviles y de los aviones, método preferente de desplazamiento de la clase alta. A finales de mayo de 2023 se produjo un siniestro récord: hubo 22000 aeronaves en el espacio y un millón de pasajeros (o de butacas) desplazándose por el cielo. El 50% de esos movimientos lo realizaron aviones privados. El tráfico aéreo debería haber sido eliminado por completo. Para comunicarse está internet y el único turismo permisible debería ser el de proximidad. Si quieres cambiar de aires… sal de excursión.

          • Curiosamente, estoy de acuerdo con casi todo lo que dices, excepto con la drástica demonización de la ciencia misma. En cuanto a la Iglesia, no es la religión: es una institución religiosa, del mismo modo que los laboratorios son instituciones científicas, no la ciencia toda. Y aun así, incluso dentro de las instituciones hay resistencia; los «curas rojos» o la teología de la liberación son paradójicos, incluso contradictorios, pero se oponen a los poderes establecidos. Como decía Sartre, todos somos medio cómplices y medio víctimas, y en todos los estamentos hay distintos grados de complicidad. Es terrible, pero es lo que hay: o jugamos con esas cartas o rompemos la baraja.

            • Gnomolesten

              Tengo la impresión de que Sartre considera que cuando eliges, lo haces con todas las consecuencias. Cargas con todo el paquete. No puedes escoger a la carta ni aducir ceguera a propósito de lo elegido según te convenga. Apuestas por un todo. No creo que von Newmann fuera inocente a propósito de sus decisiones. ¿Un genio ignorante? Vaya contrasentido. Sabía qué hacía y para qué se hacía.
              Los “curas rojos” y la teología de la liberación tienen una función similar a la tecnología al servicio de la sociedad. Forman parte del aparato propagandístico de la religión y ciencia respectivamente. Su minúscula aportación permite olvidar la resultante inmensa.
              En un mundo completamente administrado todo está dispuesto para reforzar a los poderes fácticos. Hay un teatrillo de guiñoles que distrae nuestra atención propenso hacia formas desacreditadas psíquico-espirituales.
              Hace más de un siglo no se podía suponer que la ciencia era modélica para la política. Russell fue explícito. Quede claro que lo político está no menos devaluado que lo científico. Asistir a los debates del congreso creyendo que son debates es olvidar lo obvio: que sólo son oportunidades para que cada grupo reafirme su propia doctrina. A mayor grupo, más palmeros y más aplausos. Los diputados son manifestantes trajeados sin pancartas. ¿Su función? Hacer bulto. Obedecen ritos como los frailes o los científicos. Al servicio de los poderes fácticos. La supuesta inexorabilidad de lo científico va a la par de la supuesta inexorabilidad de lo político y el mercado.
              A lo que voy: El racionalismo en la época de Descartes era una propuesta de liberación, adecuada a su tiempo. Pero paradójicamente, esa propuesta hace mucho que se volvió regresiva. Sólo se puede mantener mediante un romanticismo de segunda mano y haciendo amnesia colectiva de la barbarie del siglo XX. No se puede hacer apología racional del racionalismo, pues el racionalismo vuelve irracional al razonamiento.

        • No me puedo creer que sigas alimentando al gnomotroll, la única explicación que se me ocurre es que te mola ser el que más comentarios tiene y sabes que en su delirio entrará al trapo indefinidamente y podrás batir todos los récords. Ánimo, a por los mil comentarios!

          • Gnomolesten

            Wittgenstein, «Tractatus», prop. 7.

          • Reconozco que me «mola» que mis artículos susciten muchos comentarios, porque me ayudan a profundizar en los temas tratados y porque son un indicador del interés de las/os lectoras/es. Y el gnomo no es un troll, y entre sus exabruptos y salidas de tono hay verdades como puños, que no está de más que se repitan, aunque sea a gritos. Personalmente, prefiero a los antisistema exaltados (siempre que no vayan armados) que a los conformistas.

            • Gnomolesten

              Agradezco tus palabras. Yo ni siquiera iba a intervenir.
              No tengo edad para ser un antisistema. A mi formación contribuyeron una pléyade de autores que aún viven en mí y quedo perplejo cuando, pasando unos pocos años es como si no hubieran existido. Ha pasado una aspiradora sobre la geografía espiritual de Occidente y, por emplear una metáfora leibniciana, tras el descubrimiento del trigo estamos comiendo bellotas.
              La crítica de lo político y científico en estos momentos, si no fuera para echarse a llorar, daría risa.

              • Frabetti

                Gracias a ti por tus extensos e intensos comentarios. Repito, a modo de conclusión, que nuestro desacuerdo se podría resumir en que, partiendo del mismo diagnóstico, tú crees que la humanidad está desahuciada y yo quiero creer que, aunque moribunda, aún se puede salvar, pues el sistema no consigue absorberlo todo. Y creo que se puede y se debe ser antisistema a cualquier edad: yo lo intento (aunque con escaso éxito) con casi 80 años.

                • Gnomolesten

                  Me llevas sólo dos décadas.
                  Hay un autor conservador al que rechazaron y olvidaron enseguida los conservadores (más aún los neocons) debido a su singularidad, cuya perspectiva intelectual parece estar inspirando últimamente a José Mújica (“¿Quién dijo que el ser humano ha nacido para trabajar?”, “No hemos venido al mundo para trabajar y comprar”, etc.) Se llamaba Michael Oakeshott. En 1947, en plena escalada armamentística, publicó un corto ensayo titulado “El Racionalismo en la Política”. Al igual que los frankfurtianos entendió que el racionalismo sólo se podía sostener como moda, cosa que horrorizó a los neopositivistas y Popper (quienes triunfaron al convertir el racionalismo en religión).
                  La categoría principal de Oakeshott no es la de supervivencia, ni la de producción o trabajo, sino la de disfrute. Échale un vistazo. Abstente de leer la traducción de FCE. El original se encuentra aquí:
                  https://tinyurl.com/xxb57z3a

  28. Ehhh!! Que os e tomao el pelo. El medico ma puesto un tartamiento que me hace pensar cosas mu raras y se ma ocurrio escribir aqui con el seudomemo ese de Gnomolesten. Habeis picao planchabragas!!

  29. Pingback: Sometimes a coffee 53 – Klepsydra

  30. VANPIRO ESITEN

  31. La mitad de la cosas que decís se me escapan, de lo que si estoy seguro es que la Relatividad es una teoría, porque el significado de la palabra es «sistema lógico que se establece a partir de observaciones, axiomas y postulados, y persigue el propósito de afirmar bajo qué condiciones se llevarán a cabo ciertos supuestos» (recién copiado de la red) Vamos que no es «sistema lógico que se establece a partir de observaciones, axiomas y postulados, y persigue el propósito de afirmar bajo qué condiciones se llevarán a cabo ciertos supuestos y QUE EN ALGÚN MOMENTO PUEDA SER REBATIDO», como parece destilar su texto. Por muy probada que este la Teoría de la Relatividad -como usted dice, yo no lo sé, soy un gañán-, continua siendo una teoría, no una ley, ni un axioma, ni… no sé, ahora no caigo.
    Don Carlo sufre usted mi mismo mal, se deja llevar por las palabras y estás le llevan a lugares a donde no pensaba ir.
    Saludos.

    • Tienes razón; pero yo me refería (y me temo que no lo he dejado claro) a que muy a menudo se habla de teoría de la relatividad con el mismo sentido que se da a la expresión «teoría de cuerdas». Nadie habla de la teoría heliocéntrica salvo en un contexto histórico: no decimos, «según la teoría heliocéntrica, la Tierra gira alrededor del Sol», y sin embargo a menudo se habla de la relatividad en esos términos.

  32. gonzalo samaniego bordiu

    Buen debate que ejemplifica la polarización en que estamos viviendo.

    Estimado Fabretti, como vd ha enfocado el nacionalismo como sentimiento, es inevitable encontrarse en callejones sin salida, pues todos los sentimientos nacionalistas son emociones profundas, que tienen una base tribal, primitiva, en la que el sujeto se siente miembro de un pueblo (de una ciudad, de una provincia, de una región, de un país, de un continente) que está representado por una Estructura (el ayuntamiento, el gobierno, el Estado, el Rey), el cual le protege de los enemigos exteriores y le proporciona bienestar. Todos los sentimientos nacionalistas son así, primarios, subconscientes, emocionales. Han sustituido a los sentimientos de tribu que había en la prehistoria y que todavía perduran en algunos lugares, y han sustituido el sentimiento de vasallaje y de súbditos que tenían los pueblos de los reinos absolutos medievales y modernos.

    Es un sentimiento que las estructuras de poder del Estado nación necesitan que se expanda para poder tener el poder absoluto sobre la población, lo que de facto es así, pues es el Estado nacional quien decide quien es nacional y quien no, ha puesto fronteras y da permiso para salir o entrar, te obliga a dar parte de tus propiedades e incluso de tus hijos para ir a la guerra y todo esto lo consigue por dos medios: la fuerza (organizada como sistema legal) y la persuasión, organizada como sentimiento nacionalista.
    Como saben muy bien los dictadores, las dos maneras de excitar el nacionalismo son la protección frente al enemigo y la garantía del bienestar y prosperidad. (lo que los líderes catalanes avivaban continuamente siguiendo el manual del perfecto nacionalista, contra el España fascista que nos roba y la promesa de bienestar cuando seamos independientes). El espíritu nacionalista nace y se desarrolla muy bien en quienes tienen una vida precaria, no ya pobreza, y entre quienes tienen un nivel cultural poco sofisticado, mientras que, como se sabe, los ricos o cultos son mucho menos proclives a ser nacionalistas de pro y son más abiertos a las relaciones interculturales, pues no necesitan proyectar en el Estado Nacional sus aspiraciones de bienestar y protección, ya que tienen ellos mismos sus propios medios de vida. Por eso la precariedad es la mejor base para generar sentimientos nacionalistas (lo que los independentistas catalanes vieron perfectamente y aprovecharon la crisis del 2008 para avivar el nacionalismo). (por eso quienes tenían bienes se desplazaron fuera de Cataluña y fueron acusados de malos catalanes)

    Como los sentimientos nacionalistas son irracionales y no se pueden eliminar (como todas las emociones y sentimientos), lo único que me queda es la esperanza de poder vivir en un lugar en el que los Estados nacionales sean débiles, que no tenga capacidad para coartarnos las libertades a los ciudadanos, reduciendo nuestros sentimientos nacionalistas a lo único que deberíamos tener: el sentimiento de que vivimos en un espacio común y tenemos que ponernos de acuerdo en muchos asuntos comunes, respetando mucho nuestra libertad personal. Y soy partidario acérrimo de reducir las fronteras y casi eliminarlas entre los europeos, y no dedicarnos a poner nuevas fronteras como proyectan algunos. Y si alguien considera que esta situación es utópica, basta recordar que en la edad media y el renacimiento los reyes no tenían tanto poder como los Estados nacionales, no había fronteras, y los pueblos se movían y prosperaban como podían. Todo empezó a fastidiarse cuando algunos reyes empezaron a ser absolutos….

    Y quienes se sientan nacionalistas a tope, pues no hay nada que hacer, y serán carne de cañón como lo han sido siempre. Y se morirán sin saberlo como le sucedió a un soldado inglés muerto en Verdún que le escribió a su familia: recordad que aquí yace un trozo de tierra inglesa. Victima de la locura de sus gobiernos, les entregó su vida para nada.

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