Cine y TV

El doble filo del doblaje

Pulp Fiction. Imagen Miramax Films. doblaje
Pulp Fiction. Imagen: Miramax Films.

En mi país, Serbia, no se dobla nada. Por este motivo, una de las mayores sorpresas para mí la primera vez que pisé España fue el cine doblado. Me resultaba falso y artificial, era incapaz de entender cómo la gente podía conformarse con eso, con la pérdida de todos los matices y expresiones del idioma original, además de la verdadera voz de los actores. Sin embargo, paradójicamente, al cabo de los años acabé trabajando para la industria del doblaje. Lo hago para programas populares estadounidenses, canadienses y australianos, es decir, de reformas, realities, documentales e investigación de crímenes. Una variedad que obliga al traductor a convertirse en experto de todo tipo de temáticas de un día para otro: de la vida del tiburón al tuneo de camionetas en una misma semana. Posiblemente, el sueño de todo el que se dedica a esto sea traducir series para Netflix o HBO. Sin embargo, puede convertirse fácilmente en una pesadilla. Muchos de los programas que hago ni siquiera puedo verlos en televisión traducidos por mí. Si antes verlos una y otra vez era como saborear un caramelo, trabajar en ellos es como masticar el mismo chicle durante días.

Aunque pueda parecer lo contrario, suele ser más difícil traducir este tipo de programas en inglés americano que las películas. Te puedes encontrar expresiones como oh, my god cada dos segundos, se utiliza mucha jerga específica de un lugar o una profesión, y aparecen conceptos estadounidenses como el focal point del salón, es decir, el espacio más visual, donde se coloca lo más importante, que suele ser una simple chimenea o un icono que evoque la biografía de los residentes. Si el propietario de la casa ha sido oficinista, los diseñadores que le hacen la reforma son muy capaces de colgarle una grapadora y un matasellos en la pared; si jugó al fútbol, un balón aplastado sobre las fotos de la familia y, si fue minero, directamente el pico y la pala. 

A veces, cuando vemos estos programas de forma aislada, no nos damos cuenta de cuál es su verdadero sentido, pero, si te metes temporadas enteras, como te ocurre por obligación cuando los traduces, no solo te quedas con cada detalle cargado de significado, sino que también adquieres una perspectiva. Por ejemplo, en los programas sobre minicasas, lo que se cuenta es cómo una persona decide vivir sobre ruedas y, para ello, contrata a unos expertos que le construirán un remolque adaptado a sus gustos y su personalidad. Podría parecer una elección extravagante para nuestra forma europea de vivir, pero hay mucho más. Los acentos, que no pueden traducirse, son propios de la clase trabajadora del sur y del medio oeste de Estados Unidos. El contexto es el de la oleada de desahucios derivada de las subprime. Gente a la que no le queda más propiedad que su coche después de entrar en bancarrota. Estos programas son motivacionales. Enseñan que un remolque también puede ser cuqui o una joya de diseño. 

Una dificultad habitual a la hora de doblar es el black english. La forma de hablar de los afroamericanos es un dialecto del inglés. Muestra características comunes con el del Caribe y el Pacífico, viene de lenguas criollas que se mezclaron con el portugués antes de transformarse en una forma del inglés. Un ochenta por ciento de los afroamericanos estadounidenses lo emplea, es el dialecto más homogéneo del inglés americano. Es reconocible, por poner un ejemplo, porque no varía en la tercera persona del singular, sino que dice he don’t. Las connotaciones de su uso en una narración son múltiples y variadas. Ese dialecto habla del arraigo de un personaje, pero también, si no emplea black english, de sus expectativas sociales. Cuando bromean, el énfasis que se pone en sus diferencias es fundamental. La catedrática de Filología Marta Mateo Martínez-Bartolomé recomienda traducirlo en un español de pronunciación relajada, es decir, eliminar los finales débiles: tené, mejó, na, morí, to, pa, coló, etc.; quitar las consonantes intervocálicas que pertenecen a sílabas átonas: traío, desesperao, estao, toa, monea, etc., y alguna s final. El inconveniente es que podríamos confundir al espectador, ya que este asocia fácilmente esta traducción a la forma de hablar en amplias zonas de España, como Andalucía, La Mancha o Extremadura. 

Este problema se hizo muy visible en un ámbito distinto al del doblaje: en la traducción de cómics. Es habitual esta confusión en las obras de Crumb, donde da la impresión de que los negros hablan como la gente del sur de España. Sin embargo, Hernán Migoya, que se ha visto en esta situación en sus traducciones de cómics, no considera que sea una opción desacertada. Según nos cuenta: «Si el inglés de los personajes negros rurales es arrastrado y con deje sureño, nuestro sureño posee obviamente cierta relajación consonante andaluza, pero no piensas conscientemente en un equivalente regional del español. Aparte, con el inglés americano te puede pasar como con Raymond Chandler y Chester Himes, los personajes de este último viven aventuras en el Harlem de los años cincuenta hasta los setenta, pero resulta mucho más difícil comprender la jerga del blanquito Philip Marlowe en los cuarenta que la de los negros Ataúd Johnson y Sepulturero Jones en las calles de Harlem. Con lo cual, uno nunca sabe hasta que se enfrenta a cada texto concreto de cada autor en particular».

En esa línea opina también un traductor de varias lenguas como Jairo Dorado. El inglés americano supone un reto precisamente por las características de esa sociedad. Según nos explica en una conversación telefónica: «Todas las lenguas tienen distintos registros y sociolectos, pero, cuanto más diversa y desigual es una sociedad, mayor será su diversidad interlingüística. El inglés de Estados Unidos, en ese aspecto, es un desafío porque intentar buscar equivalentes que puedan recoger todos los matices que tiene el original, al ser una sociedad muy diferente a la nuestra, mucho más de lo que pensamos, es complicado».

Por si no fuera suficiente, otro gran problema es el de los tacos. A mí, cuando veo cine doblado en español, uno de los detalles que más me llama la atención es que la forma de hablar de los actores doblados no se parece a lo que escucho en la calle. Sus palabrotas no son las mismas ni siquiera remotamente. Nunca he oído a un español decir «maldito seas». Dorado considera que es fundamental no tener pudor con el uso de estas palabras: «Hay que acercar lo más posible la traducción a los giros y expresiones del castellano. Esto, obviamente, ni siempre es posible ni siempre es deseable y dependerá del contexto y de las referencias cruzadas, pero creo que muchas veces es preferible un hostia, hijoputa, joder o coño a un cáspita, que me aspen, maldición o bastardo». 

Este problema de distancia con el lenguaje natural de la calle a veces ha llegado a extremos, como, por ejemplo, en el caso del doblaje de Pulp Fiction. Los académicos Frederic Chaume Varela y Cristina García de Toro analizaron el guion traducido y encontraron tal penetración de los anglicismos y de los falsos amigos que se acaba configurando una lengua española imposible de encontrar en España. Los posesivos, habituales en el inglés americano, invadían el castellano. Por ejemplo, se utilizaba saca tu culo de aquí o tómate tu tiempo cuando lo natural es «mueve el culo» o «tómate el tiempo que necesites». Cuando algo era exciting se traducía por «excitante» en lugar de «emocionante», abuse era «abusos» en vez de «insultos», y términos como contemplating, «contemplando», cuando lo más apropiado sería «pensando».

La famosa frase «estoy a mil jodidas millas de estar bien», que podría haber sido «no puedo estar puto peor», reflejaba también el problema de la palabra fuckin, ya que en España no se usa tanto jodido como coño u hostia al final de las frases. También, en esta película y en muchas más, forget it pasa a ser «olvídalo», pero los españoles dicen «da igual». 

Investigando sobre el arte del doblaje, me llevé una sorpresa al comprobar que mi reacción inicial ante una película doblada al español era similar a la que experimentaron los españoles de los años treinta cuando se encontraron con las películas dobladas por primera vez. Les parecían antinaturales. De hecho, inicialmente, la industria estadounidense intentó realizar versiones multilingües. Empleaban los mismos decorados y localizaciones, pero cambiaban a los actores en cada toma por otros que hablaran diferentes lenguas. La crítica machacó la calidad de estas películas y dejaron de rodarse. Otra idea fue enviar desde Estados Unidos negativos recortados para que en España se colocara también recortado al actor español en ese contexto. Nunca se logró eliminar el borde del corte, por lo que esta técnica tampoco prosperó. 

En los primeros años del cine sonoro, esta cuestión no llegó a resolverse del todo. Los empresarios de Hollywood observaban con desesperación cómo sus películas en español con acento chileno eran rechazadas en Argentina y viceversa; en Cuba no querían saber nada de las películas con acento mexicano, y, por supuesto, en ninguno de estos países triunfaba el cine en español de España. Al final, las medidas con las que se impuso el doblaje generaron involuntariamente un sistema que fue más fácil de aceptar; involuntariamente porque, cuando este se impuso por ley en octubre de 1930 en Italia, tenía como objetivo «desamericanizar». De este modo, la ley eliminaba cualquier diálogo, por breve que fuera, en un idioma distinto del italiano, y, de paso, en cualquier dialecto del italiano, lo que terminó creando una lengua italiana artificial en aquel momento. En Francia, en 1932, la ley prohibía también las películas subtituladas: era obligatorio doblarlas en un francés que no era el de toda Francia, sino solo el de París. 

Un siglo después no parece que la medida haya resultado muy útil. Los países que doblan tienen un problema grave en el aprendizaje del inglés que se pretende compensar con caras academias o con una educación bilingüe que impide aprender bien tanto el idioma local como el extranjero. Al final, las modas y la forma de vida estadounidense han penetrado por igual en todas partes, y nosotros, los que no doblamos, no hemos dejado de hablar nuestra lengua, mientras que el doblaje parece que solo ha logrado proteger una forma de hablar una lengua que en realidad no existe.

SUSCRIPCIÓN MENSUAL

5mes
Ayudas a mantener Jot Down independiente
Acceso gratuito a libros y revistas en PDF
Descarga los artículos en PDF
Guarda tus artículos favoritos
Navegación rápida y sin publicidad
 
 

SUSCRIPCIÓN ANUAL

35año
Ayudas a mantener Jot Down independiente
Acceso gratuito a libros y revistas en PDF
Descarga los artículos en PDF
Guarda tus artículos favoritos
Navegación rápida y sin publicidad
 
 

SUSCRIPCIÓN ANUAL + FILMIN

85año
Ayudas a mantener Jot Down independiente
1 AÑO DE FILMIN
Acceso gratuito a libros y revistas en PDF
Descarga los artículos en PDF
Guarda tus artículos favoritos
Navegación rápida y sin publicidad
 

41 Comentarios

  1. La necesidad de que el traductor tenga tiempo y conocimientos específicos en el texto que le ocupa es una regla de oro para que el trasvase entre lenguas no sea tan dramático. Cada vez se apura más la jugada para que los estrenos/ediciones sean simultáneas. Me harto de traducciones salvajes de expresiones o términos como «think tank», «to score», «actually», etc.
    Estos profesionales empiezan a ser reconocidos, pero hay que dejarlos trabajar en condiciones.

  2. La frase «estoy a mil jodidas millas de estar bien» debería de haber sido «estoy a mil putos kilómetros de estar bien».

    • Karlsterio Kovas

      En realidad, para ser correctos, la expresión debería ser:
      «estoy a mil seiscientos nueve coma treinta y cuatro putos kilómetros de estar bien».

  3. Copio y pego lo que dice un amigo:

    Hummm… Sí, es interesante sobre todo por los datos que aporta al respecto de la historia del doblaje. Creo igualmente que se deja influir demasiado por su experiencia personal a la hora de dar ese mensaje negativo hacia el doblaje español.

    No creo que el doblaje sea una causa intrínseca de que la gente no sepa inglés. Me parece que el traductor se está posicionando en una suerte de trono moral al ser una persona curiosa e investigadora, lo cual es bueno, pero… resulta algo vanidoso que trate a toda la sociedad como si todos fueran como él, cuando en realidad existen muchísimas personas (y me apuesto el culo a que en Serbia también) que pasarán como el culo de aprender idiomas y solo quieren vivir su vida en paz y disfrutar del cine sin cortapisas.

    El doblaje no deja de ser una facilidad opcional (y ahora más que nunca, ya que con las plataformas de Stream eres totalmente libre de ver las pelis y series que quieras en su idioma original), y como tal, no considero que las personas que lo elijan sean unas personas vagas, perrezosas o que no valoren el arte. Sencillamente quieren disfrutar de las pelis sin estar todo el rato descifrando lo que han dicho los personajes y perdiéndose momentos importantes de la trama porque están analizando si el personaje ha dicho «duck» de pato o «duck» de agacharse.

    Además, este redactor pone el foco totalmente en las producciones americanas, sin considerar que el público español también consume cine japonés, francés, norcoreano o italiano.

    No puedes pedirles a todas las personas del mundo que sepan todos los idiomas.

    Y aún con subtítulos, hay muchas personas que no quieren estar mirando todo el tiempo el lado inferior de la pantalla. Yo nunca he tenido problema, pero entiendo perfectamente a la gente que no tiene esa «constancia» adquirida de ver horas de anime doblado y solo quieran estar pendientes del dibujo bonito o de la acción.

    Por eso… sí, el artículo es muy interesante y está guay oír la opinión de otra persona que esté en contra del doblaje (en Twitter suele emponderarse más al doblador, y aunque personalmente pertenezco más a ese barco, siempre es interesante escuchar opiniones discordantes).

    De todos modos… considero que por ahora aún no he escuchado o leído una protesta contra el doblaje que no esté alardeada de superioridad intelectual. «Yo como no me dedico al doblaje no tengo problemas en hablar otros idiomas» Es el tipo de cosas que me parece que arruinan su mensaje.

  4. Hace poco empecé a ver la serie de Muñeca Rusa en VOS y me sorprendió lo buenos que eran los subtítulos. Completamente de acuerdo en que en España no se dicen cosas como «estoy jodidamente harto». Aquí se diría «estoy hasta los cojones» (o «hasta el coño»). Creo que aspectos como ese son los que hacen que los diálogos nos parezcan tan anti naturales.

  5. Umm, lo de «no puedo estar puto peor»… en fin, al parecer «puto» utilizado de esa forma es cosa de los 10,09 y 08s, por si alguien no lo pilla, es así como se refieren a sí mismos los adolescentes según su año de nacimiento.

    Lo de los doblajes es complicado y comparto muchas cosas tanto del autor como del primer comentario.

    Sí me gustaría resaltar que me parece mucho peor el uso que se le da a los anglicismos no necesarios por parte de muchos periodistas, profesionales de la radio, TV y prensa escrita. Me duelen los oídos cuando alguien usa por ejemplo «bullying» en lugar de «acoso», «biker» en lugar de «ciclista», etc. Y casi peor, cuando se usa uno de esos anglicismos y no se sabe ni pronunciar, creo que es en Kiss FM por las mañanas tienen un programa, que, atención, originalidad absoluta, se llama Good Morning, pero lo que espanta es como lo pronuncian, Guzz MoRRRninJ, de verdad, penoso.
    Otro ejemplo de mediocridad es escuchar a casi todos los periodistas, deportivos sobretodo, definir como «crack» a un excelente jugador. Supongo que con el lenguaje inclusivo una jugadora acabara siendo cracka?

  6. Que no ponga como opción para traducir ‘fuckin’ puto y puta me hace sospechar que todos mis prejuicios contra el doblaje se pueden aplicar también a las traducciones que llevamos sufriendo sin saberlo (bueno, yo sí lo sé) desde hace casi un siglo. Las jodidas traducciones, que diría este señor.

  7. No estoy de acuerdo con el último comentario de “Persona”. Es un hecho que en aquellos países donde no se hace doblaje, los ciudadanos tienen más facilidad para aprender idiomas: Portugal, Países Bajos, Escandinavia… Simplemente con escuchar la versión original ganan puntos a la hora de pronunciar un idioma extranjero… Por otro lado, es una pena que no se escuchen las voces originales de Marilyn, Humphrey, Binoche, Streep y tantos otros.

  8. Culpar al doblaje de que la gente no sepa inglés es una leyenda urbana, una excusa para justificar tal carencia. Ahora tenemos disponible todo el contenido en versión original, y el nivel no mejora por ello.
    Un factor decisivo a la hora de aprender otro idioma es la importancia percibida de la lengua materna. En los países nórdicos saben que sus idiomas no los habla nadie. De hecho algo que se ignora en el artículo es la capacidad de los anglófonos para aprender otros idiomas; no sienten la necesidad, por lo que ni se molestan.

    Me llama mucho la atención que no se separe la traducción del doblaje. Si bien es necesario adaptar la primera para que encaje mejor con el segundo (p.ej ‘La ley soy yo’ en vez de ‘Yo soy la ley’ para que coincida la o final con ‘I am the law’), los comentarios sobre Pulp Fiction son errores 100% de traducción.

    • No se si es el doblaje o que, pero España es uno de los países hispanos en los que peor inglés se habla. He visto mejor nivel en prácticamente todo Sudamérica.

      • Lastima que en esos países sea tan malo su nivel de español

        • Tiene mérito escribir una réplica tan absurda, teniendo en cuenta el gran uso del léxico del que gozan en prácticamente toda Sudamérica y Centroamérica.

  9. «Estos programas son motivacionales. Enseñan que un remolque también puede ser cuqui o una joya de diseño». Muy bien ahí, promoviendo la ‘agenda 2030’ por partida doble. No tendrás nada, y serás feliz… Bueno, tendrás un remolque. Tal vez. Ahora justo escuchaba de fondo la publicidad de ‘supervivencia pixelada’ (digo, supervivencia al desnudo). Ése también es muy motivacional. Enseña que pronto no tendremos ni calzones… XD

    • Eso de no tendrás nada..es algo tomado completamente fuera de contexto y propio de la evolución final del capitalismo algo que hace partirme de risa cada vez que esos mismos capitalistas usan el asustaviejas de que vuelve el comunismo. No querías capitalismo?. Pues ahora que no hay contrapeso soviético, toma dos tazas!!!. No hay nada que se interponga entre el capitalismo salvaje y los de siempre se han quitado la careta, hasta los fachas andan por ahí enseñando sus verguenzas cuando antes se ocultaban como ratas.

      Por cierto lo de la propiedad es algo bastante moderno hasta antes de la revolución francesa casi toda la tierra era de nobles reyes o arrendadores terratenientes probablemente casi nadie tenía una hectárea sólo lo imprescindible para unos pimientos unas gallinas y poco más. Por cierto me parece bien tener algo una casita o un terrenito pero también que uno sea LIBRE acojona a más de un empresaurio que se aprovecha de tener atada a la gente con hipotecas e hijos, más amigos de los que puedo contar no han cambiado de la miserable vida que tienen (estar décadas en empleos que odian sin progreso) precisamente por eso al revés que un funcionario sin hijos o un freelander (si no te gusta buscas curro en otro lado o pides traslado).

      Por cierto te lo dice uno que tiene MUCHAS propiedades y no es feliz, tengo demasiadas mierdas de coleccionismo y cuando desaparece una en vinted me siento feliz no las hecho de menos. Prefiero coleccionar amistades que cosas que por lo general no te sirven para nada fuera de darte calor o llenarte la tripa. Un saludo.

      Y una ultima cosa ya que has metido el tema eso que hablan de las élites 2030…las únicas que conozco son las que han tenido todos los resortes del poder desde los Reyes católicos (duques de albal incluidos) y que ahora les revienta que marrones o rubitos del norte y éste les mal compren sus tierras para poder seguir aparentando en en club naútico o en las romerías que los atraques y las casetas están cada vez más caras. Esa gente se ha dado demasiado tarde que en un mundo globalizados ¨nadie sabe con quien están hablando¨.

  10. Francisco Clavero Farré

    No me meto en lo de aprender o no inglés sin doblaje. El lenguaje de las películas es un dialecto propio, es un español que no se habla en ningún sitio, ni siquiera es madrileño. Me acostumbré en el extranjero aver y oír las versiones originales. En un cine en Granada vi una peli francesa doblada; era pasmoso: presté más atención al idioma que a la propia peli.

  11. Vaya por dios

    Lo que sí es falso y artificial son los argumentos de los apóstoles de la versión original. ¿Cuántos idiomas domina la autora de este artículo? ¿Solo ve películas rodadas originalmente en esos idiomas? ¿Ve películas grabadas en idiomas que no conoce también en versión original, para no perderse «todos los matices y expresiones del idioma original, además de la verdadera voz de los actores», sin importarle no enterarse de nada? ¿O en esos casos usa la versión original subtitulada, y ahí no le importa perderse todos esos matices mientras pasa el rato leyendo?
    En cuanto al argumento de que los países que doblan tienen un problema grave en el aprendizaje del inglés. eso es una generalización que primero habría que demostrar. Y después, habría que probar que hay una relación de causalidad, y no solo de casualidad, entre ambos factores. Pensar que prohibiendo el doblaje el nivel de inglés va a mejorar en la población general es aventurarse en el terreno de la fantasía.
    A lo mejor la autora puede explicarnos si en su país, Serbia, donde no se dobla, tienen un problema con el aprendizaje del español, o del chino tal vez. ¿Cuál es el nivel de conocimiento del idioma chino en Serbia entre la población en general? ¿Hace falta que se proyecten en Serbia más películas en chino?
    Además, hay que tener cuidado con las percepciones personales. Dice Jasé Puentes en su comentario que España es uno de los países hispanos en los que peor inglés se habla y que ha visto mejor nivel en prácticamente todo [sic] Sudamérica. Sin embargo, el EF English Proficiency Index de 2022, que analizó que evaluó el dominio del inglés en 111 países y regiones no angloparlantes, colocó a España en el puesto 33 (repito, entre 111), y el único país sudamericano que está por delante de España en esa clasificación es Argentina en el puesto 30. ¿Así que a quién hacemos caso, al observador que comenta o al informe que yo menciono? Por cierto, en dicho informe Serbia, donde no se dobla nada, está en el puesto 27 con 567 (España obtiene 545 puntos).
    Por último, tengo una propuesta: eliminemos también la traducción de textos. Si prohibiendo el doblaje (no) aprenderemos a hablar en otros idiomas, sin duda la prohibición de traducir textos (no) hará que aprendamos a escribirlos.

    • No puedo hablar por la autora, pero sí te puedo decir que yo sólo hablo y entiendo el inglés además del español, lo cual no quita para que, sin dudarlo ni un instante, prefiera mil veces una película japonesa en original con subtítulos a su equivalente doblada.

      Para mí, es la misma diferencia que hay entre ver una película y que te la cuente alguien.

      Entiendo tu frustración con lo que crees puro esnobismo, y tengo claro que no hay argumento en este mundo que te pueda convencer de lo contrario, porque ya es casi como debatir de política o religión; así que lo más que puedo hacer es decirte que no haré uso del «ya te lo dije» cuando veas la luz, si es que algún día quieres intentarlo :)

  12. En general por comparar en Portugal hablán mejor inglés. Doblan menos, porque tiene menos sentido aunque también tienen más vínculos con UK. No se, es un terreno pantanoso como para establecer conclusiones.

    A mi el doblaje de Pulp Fiction me gusta (hay pocas películas donde me guste, y menos aún donde el doblaje les de puntos como Ford Fairlane con el doblaje de Carbonell), pero volviendo a Pulp Fiction, ese castellano falso, de película, le encaja a la perfección a una película que no pretende ser real, quiero decir, los cigarrillos Red Apple, las Big Kahuna burguers, Pulp Fiction sucede en un universo cinematográfico falso, asi que la gente hable «como en las películas» le va perfectamente. Pero solo hablo de esta en concreto. Además las voces de Vega o Jules son muy buenas.

    Tampoco creo que haya que temer contaminaciones, en su momento igual se repitieron como chascarrillos, (igual que las coletillas de Torrente) pero luego desaparecieron, nadie habla como el Pulp Fiction por que sonaría acartonado.

    • Discrepo sobre lo de las contaminaciones.

      Hace 30 años, sólo las películas mal traducidas y algún publicista analfabeto usaba los posesivos del español casi como los del inglés. «¡Usa tu cabeza, tío!», «protege tus dientes con…»

      Ahora, no te voy a decir que esa perversión haya calado en todos los segmentos de la población, pero sí que te aseguro que para los más jóvenes ya no es motivo de extrañeza, y de hecho la adoptan como si nada.

      Habrá quien opine que es parte de la evolución de toda lengua. Para mí, es tan defendible como lo es vacunar el carpeto con respecto a pasarle el aspirador a la alfombra. Pues no.

  13. Gondisalvo

    Cuanta argumentación, palabrería, debate y comentario que uno resumiría con una palabra: fraude. Nunca entendí el doblaje, que me parece una práctica infame. La voz de Dustin Hoffman o Jenifer Lawrence o cualquier act@r de cualquier país del mundo es la suya y en el idioma en el que se rueda y graba la película y no la de otro señor o señora en otro idioma. Ridículo y fraudulento, solo consentido por los doblados por la taquilla, derechos y zarandajas legales.

  14. El doblaje solo tiene sentido para niños o personas con dificultades de lectura. La voz de los actores es parte fundamental de la actuación. Te pierdes algo importante. Salvando las distancias, ¿A alguien se le ocurriría doblar las voces de los Beatles para entender el texto de una canción? Es un ejemplo exagerado, pero va por ahí.

    • No hay que salvar tantas distancias: ¿acaso no hay innumerables musicales con las canciones dobladas?

  15. No digais que queréis ver peliculas en su idioma original, queréis eliminar el doblaje.
    Luego las traducciones, también que en el fondo son lo mismo.

    • Francisco Clavero Farré

      Pero las películas dobladas están traducidas con subtítulos, si no, nos enteraríamos de poco. En Italia también suelen doblar. En Roma vi una de Almodóvar en italiano.
      En París no suelen doblar, al menos los cines que voy, no se trata de aprender idiomas, algunos tan difíciles como tibetano, japonés, vietnamita, es otra la cuestión. Comprendo que haya gente a que moleste leer y a la vez seguir la peli.

  16. ¿Y qué os parece que en la versión del 90% de los periodistas deportivos España haya ganado la «Nachos Lij»? Se supone que esta gente tiene una carrera, viaja … Y si ellos lo dicen así, qué hará el resto? Todavía me acuerdo de un programa de TVE 1, Identity. pronunciado así, a la brava … No fuese el caso de que al escuchar «aidentity» a alguien menos avisado se le fundiesen los plomos …

  17. Francisco Clavero Farré

    En París a veces daban pelis francesas, en francés y con subtítulos en francés. A mí me iban perfecto: leo mejor que entiendo el francés hablado de las pelis, a veces jerga o muy rápido. Podría cundir el ejemplo.

  18. AntonioFm

    Antes de empezar, diré que soy actor y director de doblaje, con 30 años de experiencia en el sector. Y lo que voy a decir quizá no tenga tanto que ver con el doblaje como con la sociedad actual, donde todo el mundo desprecia las opiniones ajenas y los gustos que no comulgan con el propio.

    Quien ha escrito el artículo no ha tenido en cuenta las repercusiones que tendría doblar en España a un afroamericano hablando como Burma Jones en «La conjura de los necios». Lo que se escuchaba en el doblaje de «Lo que el viento se llevó», esa criada negra negra que decía «Señorita E’calaaata» con ese acento tan peculiar, sería impensable a día de hoy. Se nos echaría encima toda la caterva progre diciendo que ridiculizamos a los negros. Nos llamarían fascistas, racistas y muchas más cosas que acaban fatal y en ista. Vamos, el tipo de lindezas propias de Titania McGrath más que de una persona con más de tres neuronas.

    Por otra parte, se nota que la autora tiene experiencia en docurealities y osas por el estilo. Tener que ajustar una boquita en primer plano, con todas sus labiales o su ausencia de ellas (que también es el trabajo del director), es algo más complicado. Si un director decide decir «excitante» en vez de «impresionante», quizá sea porque el actor/actriz de la pantalla está en primer plano y no tiene una puta labial a la que agarrarse. Las Pes y las Bes son muy jodidas en primer plano. Y las F ni os cuento.

    Por otra parte, a toda esa gente que he leído en los comentarios, que denuesta el doblaje y da siempre los mismos argumentos (que ni siquiera han pensado ellos, se los han oído a otros dictadorzuelos en potencia), decirles que me parece muy bien que vean V.O. subtitulada. Que espero que cuando lleguen a los 60 ó 70 tacos sigan conservando bien el oído, porque no es lo mismo escuchar un doblaje de estudio que un original grabado con micros de ambiente. La prueba está en el cine español, que no se entiende nada a poco que susurren. Bueno, cuando no susurran tampoco se entiende nada. Mal ejemplo.

    En fin, creo que el doblaje en España goza de buena salud, espero que por muchos años. Hasta que la I.A. nos reemplace.

    • Me parece muy bien que defiendas tu fuente de trabajo, pero no subestimes las posturas ajenas. Yo he vivido en Uruguay (donde nunca existió el doblaje en cines) y en España, donde si querías ver una película en versión original tenías que ir a la Filmoteca, o los Alphaville (¿te suenan?) El caso es que conociendo ambas realidades prefiero la versión original, y no por el hecho de que sepa idiomas, porque aunque esté viendo una serie en coreano, que desconozco, prefiero escuchar las voces de los actores coreanos, aunque tenga que estar leyendo.

      • AntonioFM

        Me parece estupendo. Mientras no seas de los que braman por la abolición de aquello que no es de tu gusto, por mí estupendo.

        No he subestimado ninguna postura razonable. Pero nunca respetaré la postura de nadie que trate de eliminar para todo el mundo aquello que no le gusta a él (o a ella). Ni respeto esas posturas ni a las personas que las mantienen. Con los totalitarios no hay que tener remilgos.

        • Aseguro que (esta vez) sin ironía, te pido que cites textualmente la parte del artículo o el comentario que brama por la abolición del doblaje.

    • Pero mira el lado bueno: si alguna vez te quedas sin trabajo, ya sea por la IA o por el gusto más refinado de las audiencias jóvenes, siempre podrás dedicarte a la comedia involuntaria, como cuando con un párrafo de distancia te has lamentado del poco respeto actual a las opiniones ajenas para luego arremeter contra la «caterva progre».

      Por aquí me preguntaban a qué venía esa carcajada.

      Y si no, pues pa’ político, de esos que dicen amar al país pero a la vez aborrecer a aproximadamente la mitad de sus habitantes.

      • AntonioFM

        Es que es la caterva progre la que bramaría si los actores de doblaje intentásemos imitar el acento del «80% de los negros de USA», según el artículo.
        Y la caterva progre no es la mitad de los habitantes del país, mal que te pese.

        • ¿Con eso pretendes justificar la flagrante contradicción entre la supuesta falta de respeto de los demás a tus opiniones y tu propia intolerancia con las opiniones ajenas, o es que te has liado?

    • No sé si oyes lo que doblas, pero dudo que leas lo que escribes, pues solo así se explicaría que critiques al comienzo de tu comentario a «…la sociedad actual, donde todo el mundo desprecia las opiniones ajenas y los gustos que no comulgan con el propio» para, inmediatamente, despacharte a gusto despreciando las opiniones ajenas y los gustos que no comulgan con el tuyo (quizá ahí estaba el matiz, de quien era el gusto propio –el tuyo, justo y apropiado, o el del resto, malintencionado y banal–).
      Por lo demás, a mi me gusta ver el cine doblado, pero creo que acostumbrar el oído a un idioma determinado ayuda a aprenderlo más fácilmente.

  19. El doblaje es una aberración

  20. Recuerdo estar en Granada y fuimos al cine a ver en estreno AVATAR …. y no me podía creer que en PANDORA se hablara un castellano antiguo … jajajaj … pero es igual … estamos acostumbrados a que en cualquier plantea del universo se hable INGLES … lo cual solo muestra nuestras miserias intergalácticas … jajajajaj …

  21. Pingback: Enlaces Recomendados de la Semana (N°726) – NeoTeo

  22. La mayoria de los espectadores vamos al cine a pasar un buen rato no a aprender un idioma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.