Uno de los libros más populares entre los magnates de Silicon Valley, cuya lectura Mark Zuckenberg ha vuelto a recomendar a sus empleados para entender la realidad virtual de Mega es Snow Crash, de Neal Stephenson. Una novela de ciencia ficción en la línea del cyberpunk tipo Neuromante de William Gibson, y que inspiró a Reid Hoffman para crear LinkedIn. Desde luego hay que ser un visionario para conectar ese universo distópico y anarcocapitalista de Stephenson con la red social laboral.
Pero lo interesante no es el libro en sí, sino lo bien que refleja el paradigma mental de los empresarios tecnológicos. Si imaginas una idea muy loca y tecnológicamente irrealizable pero inviertes suficiente dinero, en el futuro acabará convertida en un negocio millonario. Steve Jobs lo demostró con el smartphone, que hoy usamos todos, y Tesla convirtió la imposibilidad de que una marca de coches triunfara con solo eléctricos en una tendencia mundial. Netflix inauguró un nuevo modo de consumir contenidos audiovisuales.
El escenario de 2022 apunta a algo distinto. Se han producido y tienen que producirse todavía despidos de un porcentaje de la plantilla de las tecnológicas, porque el crecimiento durante la pandemia no se ha sostenido. Netflix es ahora considerada la punta de lanza de esta tendencia. Las criptomonedas, que parecían prometedoras, son percibidas como todo lo contrario después de que Terra-Luna perdiera casi el cien por cien de su valor. Inaugurando un nuevo género de personas, los criptopobres. Hay además una presión cada vez mayor de reguladores y expertos sobre la autonomía de las máquinas, que empieza a dar sus frutos.
Quiénes son peores, las máquinas o los seres humanos
Después de la reciente matanza de Uvalde, el pueblo natal de Matthew McConaughey, la compañía Axon anunció que adelantaría el lanzamiento de sus drones autónomos con armas no letales. Idóneos para detener francotiradores cuando la policía es demasiado cobarde para actuar. Su comité de asesores éticos dimitió en pleno, ya que la empresa variaba su objetivo principal, ayudar a que los humanos usaran armas no letales, y ahora quiere sustituirlos por máquinas. El proyecto ha sido retirado.
Esta empresa es la de Rick Smith, el inventor del láser, que ha escrito su propio libro de ensayo, The end of killing, donde vende las maravillas de las armas no letales. Sus ideas principales están también en una novela gráfica que puede que puede leerse online aquí. Su filosofía es que las armas policiales no letales ahorrarían muchas muertes de delincuentes, que pueden ser rehabilitados y reincorporados a la sociedad.
Criptomonedas, ¿burbuja, fraude o hallazgo?
Cuando en mayo la criptomoneda Terra-Luna perdió casi el cien por cien de su valor, y se esfumaron mil millones de dólares, bajó la cotización del resto de criptomonedas. El mercado dudaba que las cripto valieran lo que dicen valer, y además muchos inversores, asustados, vendieron a la vez. Incluso se apuntó a que esto fuera el inicio de una gran crisis mundial, ya que habían desaparecido de la noche a la mañana 800 000 millones del mercado. La cifra solo es ligeramente inferior a la que perdieron Freddie Mac y Fanny Mae, las dos mayores entidades hipotecarias de Estados Unidos cuyo desplome dio origen a la crisis financiera de 2008.
Qué impide que el mercado cripto haga explotar todo lo demás. Su reparto. Unos pocos inversores con mucho capital poseen el treinta por ciento de las criptomonedas, y millones de pequeños inversores tienen el resto. En una quiebra como esta, los grandes inversores se arruinan, pero son muy pocos, y la gran multitud solo pierde un poco de dinero. Algunas personas han salido a pedir que estos activos sean regulados, y eso casi hace pensar que no tenían ni idea de en qué estaban invirtiendo. Este dinero digital se creó para que nadie lo regulara ni controlara salvo su poseedor. De hecho, las dos monedas principales, bitcoin y ether, partieron de un planteamiento anarcocapitalista la primera y anarquista la segunda, coincidiendo en dotar a los ciudadanos de un dinero que pudiera escapar al control de Hacienda. Es significativo que cuando cerró Silk Road, el portal de compraventa de malware, drogas, armas y otros productos y servicios ilegales, el valor de bitcoin se desplomó.
Luego se ha revalorizado, y esa es la característica principal de todas las criptomonedas, enormes oscilaciones al alza y a la baja. En las de mayor cotización suele haber revalorización en el muy largo plazo, pero como en cualquier inversión de riesgo, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.
No podemos olvidar que las criptomonedas no son un fraude en sí, sino un hallazgo informático y un medio de pago. Ahora bien, presenta graves carencias técnicas para sustituir a las divisas oficiales. La mayor, su forma de crearlas. Precisan muchísima electricidad, de hecho su minado se prohibió en China para que no le arrebataran el suministro a las fábricas. Y en la situación actual una electricidad cara hace inviables a las que tienen un bajo valor cotizado, porque cuesta más crearlas que su valor real. Toda una clase de economía básica que se resume así: no te vas a hacer millonario comprando criptomonedas. Ni siquiera vas a ganar mucho dinero en el corto plazo.
Distorsión perceptiva: ¿estamos en una primavera silenciosa?
Los megamillonarios magnates de Silicon Valley y sus libros de ciencia ficción no son los únicos que perciben el mundo de forma sesgada. A veces los estudios científicos más serios pueden llevarnos a conclusiones equivocadas. Este año se cumplen sesenta desde la publicación de Primavera silenciosa, de Racher Carson, el primer libro que enfrentó la contaminación que sufre nuestro planeta. Una contaminación, como contaba la bióloga marina y zoóloga, provocada por el ser humano, especialmente por su agricultura y ganadería, y por los desechos que han llegado a los acuíferos. Si no se frenaba, ese iba a ser un mundo sin insectos ni pájaros, sin sonidos, y lo sabríamos en la primera primavera silenciosa, la de la catástrofe. El libro tuvo una enorme repercusión que llega hasta hoy, el propio Al Gore ha dicho a menudo que sin él, el movimiento ecologista no sería lo que hoy es.
Recientemente ha vuelto a cobrar protagonismo la extinción de los insectos, recordando la investigación alemana publicada en 2017. Las mediciones llevadas a cabo durante veinte años demostraban que la biomasa de insectos se había reducido un 82% en dos décadas en áreas protegidas. Y no era un fenómeno exclusivo de Alemania, también lo identificaron en Países Bajos y otros países europeos. En España SEO/BirdLife ha advertido del menor número de saltamontes y grillos, que afecta a la presencia de aves por ser su fuente de alimentación. La causa, la misma que ya explicó Carson en 1962, plaguicidas, herbicidas y fertilizantes.
En la revisión reciente los científicos señalaban un dato adicional. Los insectos son casi el noventa por ciento de los animales del planeta. Y la mayoría de especies, otro noventa por ciento, viven en el Amazonas, de donde no tenemos datos de desaparición o prevalencia. Si supusiéramos que allí, en la selva no explotada, no se produce el fenómeno, está claro que nuestra agricultura seguirá dándonos de comer hasta que acabe con nosotros.
Miscelánea: trajes espaciales, corazones humanos cultivados y pastillas contra el cáncer
Obstáculos terrestres para llegar a la Luna
La NASA tiene grandes proyectos espaciales pero es incapaz de crear los trajes de los astronautas. En agosto de 2021 iban ya con veinte meses de retraso. La carga de trabajo es inmensa para la agencia, especialmente ahora que aborda la misión Artemis para volver a la Luna y poner allí una base útil para el viaje a Marte. Y los fondos estatales prometidos por el gobierno de EE. UU. suelen llegar con recortes de hasta el treinta por ciento. Así que finalmente ha anunciado que subcontratará este servicio a dos compañías privadas, Axiom Space y Collins Aerospace. La primera creada por el astronauta nacido en España Miguel López-Alegría. Un obstáculo superado. Ahora falta ver cuánto les retrasará el pleito que le ha puesto Jeff Bezos después de que eligieran para los cohetes de lanzamiento a la compañía rival, SpaceX de Elon Musk.
Corazón humano creado a partir de un corazón de cerdo
Esta es una aparente revolución para los futuros órganos destinados a trasplantes. Un equipo ha logrado dejar el colágeno de un corazón de cerdo, muy similar por tamaño y característica al humano. El proceso consiste en eliminar las células de cerdo, quedando una estructura donde estas pueden ser reemplazadas por células humanas. El proceso está explicado en este vídeo en inglés, es algo triunfalista al decir que es el futuro de los trasplantes, pero es el inicio de un camino que, de resultar exitoso, nos pondría más cerca de fabricar trozos de personas. De hecho acaban de implantarle una oreja a una mujer que nació sin ella, que crearon con impresión 3D, células humanas y una base de colágeno, en un proceso parecido al del corazón. Doctor Frankestein, ya estamos más cerca.
Una pastilla contra el cáncer
Era una de las posibilidades de los muchos tratamientos novedosos y experimentales con los que se está abordando el cáncer en los últimos tiempos. Vacunas de ARN como las del coronavirus, inmunoterapias, ultrasonidos que deshacen tumores… Pero el último logro es ciertamente asombroso. Dieciocho pacientes de cáncer de colón que gracias a una pastilla no solo eliminaron los tumores, sino completamente las células malignas de su organismo, las que pueden a medio y largo plazo reproducir el cáncer. Dieciocho de dieciocho. Es muy pronto para saber si el resultado podrá replicarse en un gran número de enfermos, o si podrá aplicarse a otros tipos de cáncer no tan específicos. Pero les han curado dándoles un fármaco. Y esos son los hallazgos del futuro que pueden hacer que no sea tan imperfecto como aparenta.