Que vuelva la juventud a sentarse por aquí, pues seguimos con la segunda parte de «Nacer para la música».
«Born to Be Blue». Chet Baker se levanta con resaca en una habitación extraña, desconoce el nombre del hotel, de la calle, de la ciudad y hasta del país donde está. Se mira al espejo, nunca olvidará su paso por la cárcel. La trompeta descansa en su funda y ahí debe permanecer de momento. Entonces suena un piano que juega al blues y una guitarra que insiste en el jazz, y Chet se lanza a cantar con su voz dulce y penetrante. Es la típica historia de chico y chica que beben los vientos el uno por el otro, el cielo brilla, la vida es hermosa, pero entonces chica deja a chico por razones que no vienen al caso, todo se nubla y nada ya tiene sentido, chico había dado por hecho que el amor era irrompible, chico entonces se agarra a su trompeta y a la noche como clavo ardiendo, chico se hace un poco cabroncete y golfo, chico ya nunca querrá a nadie más que a él mismo, a veces ni eso, y a su instrumento, todo aderezado de heroína, chico se mete en muchos líos, ahostian al chico y lo dejan sin dientes y tiene que replantear su forma de tocar, chico no levanta cabeza y acaba despanzurrado en una calle de Ámsterdam tras caer en extrañas circunstancias por la ventana. Descansa en paz, Chet.
«Born to Cry». Verdadero himno a la ruptura sentimental de Pulp. Es melancólico, irónico, épico. Sencillo. La voz como desafinada y moqueante de Jarvis Cocker da el tono perfecto a una magnífica letra que comienza diciendo que «That coat that I gave you/ All shiny and black/ I’m sorry my darling/ But I’m taking it back», ese abrigo que te di (regalé), todo negro y brillante, lo siento cariño, pero devuélvemelo. Bravo. Y después, «Some were born to change de world/ Some never even try/ But darling you and I/ We were born to cry», algunos nacieron para cambiar el mundo, otros ni siquiera lo intentan, pero tú y yo, cariño, nacimos para llorar. Britpop del bueno.
«Born on the Bayou». Algunos no se sienten los elegidos ni creen estar predestinados para nada, lo que piensan que te marca es algo más terrenal, el lugar donde naciste y te criaste. En todo caso: ¿quién dijo que para escribir sobre algo hay que conocerlo a fondo? Un buen ejemplo es este artículo. John Fogerty no había pisado todavía los terrenos pantanosos de Luisiana cuando, sentadito en California y echándole imaginación, escribió este tema denso, atmosférico, primordial. Todo gira en torno a un acorde, el fuzz de las guitarras y el eco que nos llevan directamente al sur, a las shallow waters (las aguas poco profundas), la niebla que se alza con los primeros rayos de sol de la mañana como los espíritus de los muertos (o hoodoos), los sortilegios y las maldiciones, el contrabando y la barca entre los caimanes. Mezcla de rock sureño mestizo y prog-rock, cuando escuchas esta canción empiezas a sudar como Camacho en el teórico del carné de conducir. «Mi padre me dijo «no dejes que el hombre te coja y te haga lo que me hizo a mí. Porque te cogerá»». Escalofríos. La Credence fue una máquina de éxitos que pisó terrenos country, soul, rock y blues, nada podía salir mal. Después pasó su momento, pero dejaron grandes e imperecederas canciones, también joyas escondidas, como otro «Born to Move» que tienen bailongo.
«Born in the U.S.A.». Diez años después, Springsteen se dio cuenta de que correr no valía para nada si lo hacías dando vueltas en círculo: en realidad no había lugar donde esconderse en los U.S.A. Él solo pretendía matizar el sueño americano, despertarlos con cariño para decirles que la realidad era otra, que estaba bien soñar, pero que había mucha gente teniendo pesadillas. Algunos no entendieron la metáfora de «Born down in a dead men’s town/ The first kick I took it when I hit to the ground», nací en una ciudad de mala muerte, la primera hostia la recibí en cuanto puse un pie en el mundo, y aprovecharon la canción para poner la banda sonora al sueño reaganiano. Eran los ochenta y el sol no se ponía en el imperio U.S.A., el cine, la música, la ropa, la alimentación. Bruce pareció caer en un duermevela americano, se dejó acunar, llegaron muchos números uno, el dinero, la fama, la figura que sigue siendo ahora. La bandera de la portada no ayudó, sus aclaraciones no fueron suficientes. Una canción simplona que basa su fuerza en la batería brusca y la voz desgañitada, dos acordes y producción ochentera. Bruce nos enseñó a llevar correctamente los Levi’s 501.
«Born in the 50’s». Decir en los años 70 que habías nacido en los 50 quedaba cojonudo, decirlo ahora solo significa que estás ante un funcionario de la seguridad social para calcular la pensión o algo peor. Aun así, The Police sentían a finales de los 70 que se iban haciendo mayores y recordaban que de adolescentes no concebían el mundo sin televisión, igual que los centennials de ahora no lo conciben sin la hiperconectividad: «Oh, we hated our aunts/ And we messed in our pants/ And we lost our faith and prayed to the TV». Odiábamos a nuestras tías, y ensuciábamos nuestros pantalones, y perdimos nuestra fe y le rezábamos a la TV. La vida es un círculo.
«Born this Way». Lady Gaga no lo puede decir más alto, porque menudo chorro de voz, pero quizá sí un poco más claro porque lo dice en inglés: así hemos nacido, esto es lo que hay, lo del pecado original es la mayor fake news de la historia. Desde que una preciosa aminoácida se esnifó una fumarola por ver qué pasaba y se desarrolló la primera forma de vida, o algo así, todos somos de nuestro padre y nuestra madre o de cualquier otra combinación, no hay nada escrito en ningún sitio que diga que tenemos que ser así o asao. «I’m beautiful in my way/ ‘Cause God makes no mistakes». Soy bella a mi manera, porque Dios no comete errores (o Dios no juega a los dados, como diría Einstein). De todos modos, lo de ir con filetes a los saraos no era necesario, Lady, ya te habíamos entendido. El mejor disco de Gaga está por llegar.
«Born Under Punches». Aunque el título, nacido bajo una somanta, puede insinuar que un grupo de matones están esperando en el paritorio para empezar a darte tu merecido antes de tu primer berrido, la canción de Talking Heads luego parece ir por derroteros más surrealistas: «Keep a step ahead of yourself», mantente un paso por delante de ti mismo, algo que nos lleva a pensar que nosotros somos a veces nuestros peores enemigos, o quizá que hemos de alejarnos de nosotros para innovar, para no estancarnos, pero vaya usted a saber. El que habla es un delgado gobernador. David Byrne y Brian Eno firman esta pieza funk-punk monocorde y rítmica, y se tomaron siempre en serio lo ir un paso por delante de ellos mismos y de los demás.
«Born of a Broken Man». Suave que me estás matando-caña al mono-suave que me estás matando-caña al mono. Esquema compositivo de los Rage Against the Machine que tantas alegrías nos dio, con los riffs acerados y los efectos de la guitarra de Morello que levantan a los más alicaídos, a los que sujetan el cubata con la inclinación precisa para que no se vierta ni una gota, un ojo cerrado y el otro abierto para no perder detalle y a la vez echar una cabezadita, dos hemisferios cerebrales independientes como algunas aves, un hombre caucásico de Zamora de mediana edad y heterosexual por los cuatro costados pero que tuvo una experiencia con un travesti un fin de semana que fue la cuadrilla a Madrid apoyado en la pared de gotelé del bar del pueblo que de noche es también pub. Que tu viejo estuviera jodido no significa que tú lo vayas a estar. Rabia y rebelión frente a tu destino. Los Rage tienen otro tema en el mismo disco, el mítico The Battle of Los Angeles, «Born as Ghosts», nacidos (como) fantasmas.
«Born in Chains». Bonito espiritual susurrado-recitado a media voz gravosa y afónica desde las entrañas del octogenario Leonard Cohen. Nacido encadenado, la huida y la búsqueda, la fe y la duda que anida en todos nosotros, en cada uno de nuestros actos; la ancestral historia de un perseguido que huye que se repite hasta nuestros días, o una alegoría del camino tortuoso hasta llegar a dios. La lírica de lo espiritual siempre le sentó bien a las canciones, algunos pactan con el diablo, otros buscan a dios.
«Born on a Different Cloud». Esta canción fue escrita por John Lennon en el más allá y se la estaba dictando en un sueño a Liam Gallagher cuando de pronto Noel se coló como un elefante en una cacharrería y trató de llevársela, hubo tiras y aflojas, pero al final ganó Liam, que se despertó legañoso y la escribió del tirón y dijo que se le había ocurrido a él. Ya el ínclito Manuel de Lorenzo mencionaba en su artículo la tendencia de Oasis y sobre todo de Noel a tomar prestadas ideas y material del resto, como tu excuñado que se construyó la casa del pueblo mangando en obras de toda la provincia. A pesar de todo, los resultados de las riñas de los Gallagher fueron la banda sonora de parte de una generación. «Born on a different cloud/ From the ones that have burst ‘round town/ It’s no surprise to me/ That you’re classless, clever and free». Nacido en un mundo aparte, de aquellos que se han reventado por la ciudad, no me sorprende que seas descastado, inteligente y libre. Algunos dicen que está dedicada a su hijo que, sorpresa, se llama Lennon.
«Born Under a Bad Sign». Albert King, que era Tauro y por lo tanto práctico, ordenado, trabajador, ambicioso, serio y pragmático, deja claro en este blues que las estrellas no estaban alineadas cuando él nació.
«(New) Born». Todos conocemos a Muse y la maestría de Bellamy a la voz y la guitarra. «The bitterness inside/ Is growing like a new born/ When you’ve seen too much too young/ Soulless is everywhere». Aquí Bellamy dice que ha tenido un bebé sano de tres quilos cuatrocientos gramos llenos de amargura, un bebé desalmado y descreído.
«Born in Time». Había que terminar con el nobelizado Bob Dylan, padre de toda la lírica pop. Solo los audios de Villarejo tienen más chicha que las letras de Dylan. Esto es un desapercibido descarte de Oh Mercy reeditado después en Under the Red Sky. Aun así, Bob siempre deja versos marca de la casa: «In the hills of mystery/ In the foggy web of destiny/ You can have what’s left of me/ Where we were born in time». En las colinas del misterio, en la telaraña neblinosa del destino, puedes tener lo que queda de mí, allí donde nacimos en el tiempo. Bob nació a lomos del tiempo y eso significa que ve las cosas desde otra perspectiva, un observador privilegiado del mundo externo a él, el gato de Shrödinger en su regazo; por eso él seguirá de gira cuando los demás ya estemos criando malvas. Forever Young.
Este artículo se acerca a su fin, las negras nubes del tema no da para más y el aburrimiento se ciernen sobre él. En realidad, pocos o ninguno habéis llegado hasta aquí. Decenas de Borns quedaron fuera, algunos graciosos como «Born on a Horse» (nacido en un caballo) o «Born Tired» (nacidA cansadA), otros evocadores como «Born Too Late» (nacida demasiado tarde) o «Born to Dream» (nacidos para soñar), otros espeluznantes como «Born in a Mourning Hall» (nacido en un velatorio) o «Born in War» (nacido en plena guerra). Y me despido con una cita casi literal de mi abuelo, algo que a veces decía cuando vivía con nosotros en casa de mis padres y se enfadaba por cualquier nadería:
«¡Para qué cojones habré nacido!».
Y tú, ¿para qué naciste?
Notas
Este artículo no es un ensayo, todas las traducciones e interpretaciones de las letras son libres, puede contener datos inexactos en pos de la unidad argumental de la obra.
Este artículo se ha ceñido a canciones anglosajonas.
Este artículo no ha sido validado por la Oficina del Español de Toni Cantó.
Parece ser que «born slippy» de Underworld no merece estar en estos artículos, pero ¿a quién no se le viene a la mente un jóven Renton fugándose con el dinero de todos en la escena final de Trainspotting con sólo escuchar los icónicos primeros compases del tema?
Born Again de Black Sabbath
Querido articulista, yo he llegado hasta el final para descubrir, horrorizada, que las últimas palabras con las que nos dejas son Toni Cantó. La sensación es como la de haber estado hablando en un bar, un buen rato, con un chico gracioso, inteligente y lleno de conocimientos musicales absurdos (mi tipo) para descubrir al final que me ha puesto burundanga en la copa. ¿Qué necesidad había? Yo y la cursi que llevo dentro te agradecemos que hayas mencionado el Born to Die de Lana del Rey. Por un momento pensé que no lo harías. Empiezo a tener la sensación de que hablar de Lana trae mala suerte o algo así, porque si no, no me explico lo poco que se la menciona. Solo me faltaría decirte que hubiera molado mucho que hubieras compartido los enlaces a las canciones mencionadas. Me hubiera animado a escucharlas. Un saludo
Born of frustration, James
A ver si escribís alguna vez acerca de algún músico de verdad, como Paco de Lucía. Estáis bien enganchados a lo anglosajón.