Es difícil no caer en la exageración cuando lo visto este domingo en Melbourne se presta tanto a ello. Vayamos a un momento muy concreto de la final masculina entre Rafael Nadal y Daniil Medvedev para intentar entender un poco el resultado: tercer set, Medvedev acaba de imponerse en el tie-break del segundo después de remontar una ruptura de servicio y se coloca 3-2 y 0-40 sobre el servicio de Rafa Nadal. Son, en la práctica, tres pelotas de partido a las dos horas y media de comenzado el mismo.
La primera, la salva Nadal con un primer servicio y una dejada. Sabe que a Medvedev, con su más de 1.90, le cuesta un mundo correr hacia adelante. De hecho, aquí, el ruso inicia la carrera e inmediatamente la frena. No va a llegar y, al fin y al cabo, tiene otras dos oportunidades. El siguiente saque de Nadal le sale demasiado centrado y Medvedev ataca con el revés a dos manos: una bola buenísima que descoloca al español, que, aun así, consigue devolverla como puede, aunque un pelín corta. El ruso se lanza de nuevo al revés a dos manos, otra bola larguísima que Nadal vuelve a devolver en un ejercicio de supervivencia. Solo queda rematar el punto, pero Daniil exagera el golpe y manda la pelota fuera por un buen trecho con su tercer revés consecutivo.
Queda la tercera bola de break y, esta vez, Rafa se la tiene que jugar con su segundo servicio. Se inicia un peloteo de derecha a derecha y luego de revés a revés hasta que Medvedev decide intentar una dejada para atraer a Nadal a la red y luego pasarle. Lo ha hecho varias veces, casi todas con éxito, solo que esta vez la dejada se queda un poco larga y Nadal corta el revés para que la pelota apenas bote cuando se acerque a Medvedev, mal colocado en la pista. Tanto, que el ruso manda su derecha a la red. A partir de ese momento, empezará otro partido… o, más bien, el marcador empezará a reflejar el cambio que ya había comenzado en el set anterior. Es un juego que cambia la historia como la cambiaron esos dos puntos de partido de Federer en Wimbledon 2019. Pero, obviamente, no es lo único que merece la pena destacarse:
1. Lo primero, el campeón: Rafael Nadal ha ganado su vigésimo primer título de Grand Slam diecisiete años después del primero. Ambas cosas son récords en tenis masculino. También ha ganado su segundo Open de Australia trece años después de ganar el primero, solo por detrás del australiano Ken Rosewall, que dejó pasar catorce años entre su primer US Open (1956) y su segundo (1970). En lo que va de temporada ha ganado sus once partidos oficiales, todos en Melbourne, con lo que termina el mes de enero con dos torneos ATP ya en su palmarés. Hace dos meses, no sabía si podría seguir jugando al tenis.
2. Antes de entrar en más aspectos, dejemos una primera conclusión: el único miembro del «Big 3» participante, con treinta y cinco años y medio, el pie roto y ausente de las pistas durante cinco meses y pico, ha sido mejor que el mejor jugador que hayan dado las siguientes generaciones, el ruso Daniil Medvedev. Y ha sido mejor, no por épica ni por pelotas ni por nada de eso. Ha sido mejor porque juega mejor al tenis. Y jugar bien al tenis no consiste en darle muy fuerte, sino en saber qué golpe conviene después del siguiente, algo que el ruso, básicamente, desconoce.
3. Se podría decir que Medvedev dejó escapar el triunfo, pero eso sería injusto con Rafa. El sudor de Nadal en el primer set ya indicaba que algo no iba bien. Durante casi todo el torneo ha tenido que jugar de día, con más calor y menos humedad. Esa primera media hora de tenis nocturno le machacó físicamente. Nunca encontró su lugar en la pista. Dejó escapar absurdamente el segundo set, pero a partir de ese 0-40 en la tercera manga ya fue ampliamente superior a su rival. Hacía años que la derecha no le corría a tal velocidad y no le cogía tales efectos. Empezó a fallar menos, a sacar con más primeros y se limitó a ver cómo su rival se autodestruía.
4. Porque lo de Medvedev fue una autodestrucción en toda regla. Hay cosas que te dejan en ridículo aunque ganes: los gestitos al público gratuitos, la sensación de que te da todo igual, la mala educación con los jueces de silla… pero esos mismos detalles, cuando pierdes, directamente se vuelven inaceptables. Medvedev se pasó desde mediados del tercer set a mediados del quinto compitiendo con Nadal, consigo mismo y con la grada. Aún no sabemos por qué. Falló golpes sencillísimos, mandó fuera hasta el cuarenta por ciento de los restos de Nadal en el set decisivo y no supo nunca leer el partido y lo que requería.
5. En ese sentido, tan relevante como el sexto juego del tercer set fue el undécimo del quinto parcial. Medvedev venía de romper a Nadal cuando este sacaba para ganar el torneo. Era el momento de hurgar en la herida y el ruso no dio una. En vez de abusar del revés de su rival, siguió empeñado en el duelo de derechas que llevaba todo el partido perdiendo y a eso le sumó una subida precipitada a la red, una dejada lamentable con todo el campo libre para poner el 40-15, una derecha al pasillo de dobles, otro revés al pasillo de dobles, y, por último, un tercer error no forzado mandando larga una derecha a media pista.
6. De Medvedev se dice que va a ganar muchos torneos de Grand Slam. No sé cuándo. Ha ganado uno en sus cuatro finales. Sí, puede que alguno más caiga, siempre que no tenga que jugar con alguien que le obligue a pensar y a volear. Su lectura del juego fue pésima en todo momento, demasiado automática y previsible, lo que permitía a Nadal adelantarse continuamente a las intenciones de su rival. En la red, directamente es un desastre. De vez en cuando, puede sacarse de la manga algún punto espectacular, pero, por lo general, sus voleas son terribles, con fallos impropios de un jugador de élite. Yo soy de los que creen que las oportunidades no vuelven. Medvedev pudo ganar en cinco sets a Nadal el US Open de 2019… pero perdió. Dos años y medio, pudo volver a ganar en cinco sets a Nadal el Open de Australia de 2022 y volvió a perder. Esas cosas no pasan por casualidad.
7. Volviendo a la mística del «Big 3», desde el regreso de Federer de su primera lesión hace justo cinco años, han ganado dieciocho de los veinte torneos de Grand Slam jugados. Dejando solos a Djokovic y a Nadal, se han llevado trece de los últimos quince. Las excepciones: el US Open 2020 que ganó Dominic Thiem tras la descalificación de Djokovic en octavos de final y el US Open 2021 que ganó Medvedev y en el que no participaron ni Federer ni Nadal, ambos lesionados. Es un dominio insultante.
8. En general, fue un gran torneo. A mí, al menos, me gustó muchísimo. Muy competitivo y con muchos partidos épicos. Los cuartos de final quedarán para el recuerdo: Denis Shapovalov forzó cinco sets ante Nadal antes de venirse abajo lamentablemente cuando el español andaba con problemas estomacales fruto del agotamiento; el otro canadiense, Felix Auger-Aliassime, también llevó a Medvedev hasta el quinto, pero acabó cediendo pese a darlo todo. Matteo Berretini se impuso en cinco sets a Gael Monfils, que siempre nos deja una de estas en cada slam. A sus treinta y cinco años, el francés sigue pensando que puede ganar un grande. No ha tenido demasiada suerte en su carrera, la verdad.
9. El único que pasó esa ronda sin apuros fue el griego Stefanos Tsitsipas, probablemente, la otra gran sorpresa junto a Nadal. Tsitsipas es otro de esos jugadores que caminan sobre el alambre de la gloria. Parece que llegarán al final del camino, sí, pero se empeñan en amagar constantemente con la caída. Tras varios meses con molestias y la duda hasta el final de su presencia en Melbourne, Tsitsipas se plantó en semifinales al ganar al joven italiano Jannik Sinner en tres cómodos sets. Una vez ahí, no pudo hacer nada contra Medvedev, pero esperemos que haya encontrado el camino correcto.
10. Tal vez habríamos esperado algo más de Sinner teniendo en cuenta cómo acabó la pasada temporada, pero apenas tiene veinte años y que te eliminen en cuartos de final de un grande no debería ser una tragedia. Más me preocupa lo de la otra gran promesa italiana, Lorenzo Musetti, que no levanta cabeza desde que se pusiera dos sets a cero a favor contra Novak Djokovic en los octavos de final de Roland Garros. Él dice que son problemas personales derivados de un mal de amores, pero la crisis se está haciendo larga, la verdad.
11. Quien no defraudó fue Carlos Alcaraz. Vale que todos soñábamos con verle más allá de tercera ronda, especialmente después de los cuartos de final del año pasado en Nueva York, pero hizo lo que tenía que hacer: ganar con mucha superioridad sus dos primeros partidos ante rivales inferiores y caer solo ante el futuro semifinalista, Matteo Berretini, número siete del mundo, en el tie-break del quinto set. Parece que no habrá vacío en el tenis español tras la retirada de Nadal, si es que esta llega algún día. Alcaraz tiene el juego y la mentalidad necesarias para convertirse en un dominador, un futuro número uno.
12. En cuanto al resto de españoles, pues un poco lo de siempre: solo Pablo Carreño pudo llegar a octavos de final. El resto, eliminados antes. Decepcionante, de nuevo, lo de Roberto Bautista en un grand slam: a lo largo de su carrera solo ha llegado dos veces a cuartos de final. Si a alguien no le parece tan raro, comentar que solo sesenta y cinco jugadores en la era Open han pasado más semanas en el top 20 que Bautista. De esos 65, a su vez, solo cuatro han jugado dos o menos cuartos de final de grand slams: el argentino José Luis Clerc, el estadounidense Brad Gilbert, el francés Gilles Simón… y el español Emilio Sánchez-Vicario.
13. La gran decepción de esta edición fue, sin duda, Alexander Zverev. El alemán llegaba como vigente campeón olímpico y de las ATP Finals y se fue en octavos de final sin ser capaz de ganarle un solo set al canadiense Denis Shapovalov. Zverev va rumbo a los veinticinco años y solo ha jugado una final de grand slam: contra Dominic Thiem, en el anómalo US Open de 2020. Lo suyo empieza a ser preocupante. Es un talento descomunal, pero perezoso. Más inventivo que Medvedev, pero con más lagunas. La idea de un «Big 3» que incluya a jugadores tan imprevisibles resulta cómica.
14. Por cierto, nos quedamos con Denis Shapovalov. Gran torneo. No solo se cargó a Zverev sino que debería haber ganado a Nadal en cuartos. Fue mejor que el español, pero tuvo diez minutos tontos y tiró todo el esfuerzo a la basura. Ahora bien, los dramitas. Ay, los dramitas. Estoy hartísimo de esta nueva generación y sus quejas por todo: es que las pausas para el baño me desconcentran, es que el público hace demasiado ruido, es que la pantalla gigante ha emitido un plano de no sé qué… en el caso de Shapovalov, denunció una conspiración en favor de Nadal por parte de una organización corrupta para permitirle tomarse más tiempo entre saque y saque. Pues vale, chaval. Tú mismo.
15. Claro que, para drama, lo de Novak Djokovic. Parecía que el mundo se acababa si no participaba el número uno. Había que cambiar la ubicación del torneo. Quedaba desprestigiado para siempre. Madre mía, qué turra nos dieron durante semanas y semanas. Al final, le echaron un poco porque sí, que nunca queda bien. Hay sospechas más que fundadas de que mintió en el formulario de viaje, que mintió en el supuesto positivo y está claro, en cualquier caso, que le otorgaron la exención fuera de plazo. Pero la decisión ministerial, sorprendentemente, no recogió nada de eso. Mal, en cualquier caso, por Djokovic y su entorno. Muy mal por Tennis Australia, que se prestó a dar cobertura a todo este paripé.
16. Uno podría pensar que la posición respecto a Djokovic serviría para emitir un mensaje contundente en favor no solo de las vacunas sino en general de la profilaxis contra el coronavirus. La sorpresa fue descubrir que Andrei Rublev —otro de los desaparecidos en combate, por cierto— había entrado en el país siendo positivo y que no se han hecho tests durante la competición. En consecuencia, claro, y a diferencia de lo que ha venido sucediendo en todos los demás deportes, no ha habido positivos.
17. Sin venir mucho a cuento, quería hablar un poco de Andy Murray porque siempre conviene hablar de Andy Murray y su esfuerzo por volver a la élite con el cuerpo destrozado. Después de jugar la final de Sídney derrotando a tres cabezas de serie, Murray se impuso en cinco sets a Nikoloz Basilashvili… para caer en segunda ronda con el japonés Daniel Taro. Le sigue faltando continuidad, pero al menos ya hay altos que acompañen a los bajos. En el parte de lesionados, recordar que seguimos sin saber nada de Roger Federer. Ni si entrena, ni si está mejor, ni si llegará a Wimbledon… Nada. En el camino, lógicamente, ha caído al número treinta del ranking, un puesto por detrás de Carlos Alcaraz. No acabará ahí la caída.
18. Brevemente, sorpresas agradables del cuadro masculino, antes de pasar al femenino: Taylor Fritz, que está jugando como para entrar en el top ten en cualquier momento; Marin Cilic, no tanto por su rendimiento en Australia sino por su recuperación en los últimos meses; Maxime Cressy, finalista en Melbourne y capaz de desquiciar —bueno, tampoco es tan complicado— a Medvedev con su saque y volea en los octavos de final… y, por último, Miomir Kecmanovic, el serbio que iba a vengar a Djokovic y por lo menos se coló en octavos.
19. Vamos ya con el cuadro femenino: Ashleigh Barty es todo lo que no es el circuito WTA. En un mundo de estrellas fugaces, que destacan un torneo y desaparecen los tres siguientes, suben y caen en la clasificación, ganan a cualquiera y pierden con quien uno menos podría sospechar, la australiana es la imagen de la perseverancia y la regularidad. Al ganar el Open de su país —el tercer grand slam de su carrera—, Barty consolida el número uno del mundo, lugar en el que ya acabó en 2020 y 2021. Además, se convierte en la primera ganadora australiana desde Chris O’Neil en 1978. De hecho, ninguna australiana había pisado siquiera la final desde que lo hiciera Wendy Turnbull en 1980.
20. Dos datos destacan en la victoria de Barty y supongo que uno explica de alguna manera al otro: no solo se impuso sin ceder un solo set por el camino, sino que apenas cedió treinta juegos, poco más de cuatro por partido. Por otro lado, en ninguno de los tres grandes que acumula en su palmarés ha tenido que jugar con ninguna top 10. Como apunta la cuenta de Twitter @EldrickISB, la rival de mejor ranking contra la que ha tenido que enfrentarse en cualquiera de ellos ha sido Karolina Pliskova cuando la checa era la número trece del mundo. La clasificación media de sus rivales a lo largo de esos veintiún partidos nos lleva al número 57.
21. Esto no es un demérito de Barty, sino de sus rivales, que volvieron a naufragar. No hay continuidad ni hay jerarquía. Danielle Collins, la talentosa estadounidense de veintiocho años, fue la única que puso en algún apuro a Barty, cuando se puso doble break arriba en el segundo set de la final. No bastó. Al fin y al cabo, Collins, una jugadora que habría merecido mejor palmarés, no dejaba de ser la número treinta del mundo (este lunes aparecerá como número diez). Sabalenka cayó ante la veteranísima Kanepi en una nueva muestra de potencia sin control, Muguruza perdió en segunda ronda, igual que Kontaveit… y así sucesivamente.
22. Las jóvenes finalistas del US Open del año pasado siguieron con su malísima racha de resultados: Emma Raducanu, con ampollas en la mano derecha, perdió en segunda ronda (aunque al menos ganó un partido, que hacía tiempo). Leylah Fernández no pudo decir tanto: cayó a las primeras de cambio ante la local Maddison Inglis. No deja de ser chocante que, durante dos semanas, hace tan solo cuatro meses, parecieran imbatibles y ahora sean jugadoras del montón… pero así es la WTA.
23. Al respecto del excelente torneo de Collins, hay un dato que me llama mucho la atención: es la séptima jugadora estadounidense en disputar una final de Grand Slam en los últimos cinco años. Eso dice mucho de la clásica profundidad del país norteamericano. También choca frontalmente con la situación del tenis masculino, donde el último finalista sigue siendo Andy Roddick, que perdió la final de Wimbledon ante Roger Federer… en 2009. Trece años ya sin un finalista estadounidense y diecinueve sin un campeón (el propio Roddick, en el US Open 2003). En los diecinueve años anteriores, se llevaron veintiocho.
24. Había muchas esperanzas puestas en Paula Badosa y al final nos quedamos un poco con las ganas. Caer ante Madison Keys en octavos de final no es una deshonra —Keys tiene un talento muy superior a lo que marca su ranking—, pero caer ganando solo cuatro juegos ya es otra historia. Puede que en ello influyeran las molestias que arrastraba Paula desde su triunfo en Sídney la semana anterior al Open. Mi consejo, de nuevo, es evitar los torneos inmediatamente anteriores a las grandes citas, pero qué sabré yo. La propia Badosa hablaba de las dificultades para «ganar siendo la favorita». Es a lo que se tendrá que acostumbrar a partir de ahora. Que sea consciente de la magnitud del reto es un excelente primer paso.
25. Aparte de Barty, Collins y Keys, la cuarta semifinalista fue la polaca Iga Swiatek, ganadora en Roland Garros en 2020, con solo diecinueve años. Desde luego, progresa adecuadamente. No podemos decir lo mismo de Naomi Osaka, que sigue sin salir de su bache de juego. La japonesa cayó en el tie-break del tercer set con la estadounidense Amanda Anisimova, de la misma generación que Swiatek y algo desaparecida últimamente. Hablando de jóvenes promesas, «Coco» Gauff sigue dando pasos adelante, aunque no tan rápido como nos gustaría: no ha cumplido aún los dieciocho y sigue instalada entre las veinte mejores del mundo… ahora bien, en Australia cayó en primera ronda.
26. Si antes hablábamos del escándalo de Tennis Australia con la gestión de la lucha contra la covid-19, más escandalosa aún resultó la prohibición de cualquier tipo de gesto denunciando la situación de Shuai Peng, la extenista china en situación dudosa tras acusar de abuso sexual a un alto cargo del Partido Comunista Chino. Afortunadamente, Tiley y compañía se dieron cuenta del bochorno internacional que eso suponía y rectificaron para la segunda semana. Para entonces, el daño de imagen ya estaba hecho.
27. Vamos con los dobles: Nick Kyrgios ya puede presumir de que tiene un grand slam en su palmarés. Lo consiguió junto al otro gran «bala perdida» de la generación maldita australiana, Thanasi Kokkinakis. Fueron la gran sensación del torneo y dieron al público lo que se espera de ellos: diversión y espectáculo, rozando la grosería. Para algunos, como el neozelandés Michael Venus, la conducta de Kyrgios fue propia de «un gilipollas». Es posible: se pasa el partido protestando, provocando e incluso le pegó un bolazo a un niño. Pero en tiempos de necesidad, lo de ver las gradas llenas y las audiencias por todo lo alto no es algo que se pueda desperdiciar. Me alegro por Kokkinakis, un excelente jugador masacrado por las lesiones.
28. El doble femenino fue para la pareja checa compuesta por Barbora Krejcikova (número tres del mundo en individuales) y Katerina Siniakova. Es el cuarto grande que se llevan en los últimos cuatro años, a los que hay que sumar el oro olímpico en Tokio. El mixto fue para la especialista francesa Kristina Mladenovic (ocho grandes ya en distintas modalidades) y el eterno croata Ivan Dodig (seis grandes en su palmarés). Aquí, la verdad, pocas sorpresas.
29. El estadounidense Bruno Kuzuhara, de diecisiete años, fue la gran sensación del cuadro junior masculino, imponiéndose en individuales y en dobles. Es la primera vez desde 2011 (Jiri Vesely) que alguien lo consigue. En el cuadro junior femenino, la campeona fue la croata de dieciséis años, Petra Marcinko. Para quien le interese el dato, el último campeón junior de un grand slam en ganar luego un grand slam como profesional fue Andy Murray (US Open, 2004) entre los hombres e Iga Swiatek (Wimbledon, 2018) entre las mujeres. Si bajamos el listón a conseguir una final al menos, nos encontramos con Alexander Zverev (Australia, 2014) y Leylah Fernández (Roland Garros, 2019) respectivamente.
30. Poco más que añadir. La temporada se presenta calentita, con Nadal reservándose para los torneos de Grand Slam, Djokovic compitiendo donde le dejen y el resto —Medvedev, Zverev y Tsitsipas… pero también Auger-Aliassime, Alcaraz y Sinner— intentando ocupar un trono que solo ha conocido a cuatro monarcas desde enero de 2004, hace dieciocho años. Lo lógico sería que Daniil Medvedev rompiera esa racha en breve, pero, en fin, es Daniil Medvedev. Creo que, con eso, ya está todo dicho.
Interesante análisis, como siempre. Una vez dije, en uno anterior, que a mí Djokovick siempre me había caído mal – que es un gran jugador no se lo quita nadie, claro – sin poder explicar las razones exactas. Ahora ya puedo: porque es un imbécil, un chulo y un prepotente, amén de conspiranoico y amante de teorías extravagantes.
¡Gracias!
Como siempre buen artículo de Guillermo, al que matizaré algunas cosas y añadiré otras:
1). Nadal se convierte en el nuevo GOAT en un debate que seguirá abierto. Hace tiempo que se agotaron las alabanzas al indiscutible mejor deportista español de la historia e irrefutable mayor competidor del deporte en general. Épico se queda demasiado corto para expresar lo que transmite el balear en una pista de tenis, por lo que habría que apelar a la RAE para acuñar el adjetivo «nadaliano» como corresponde a los elegidos que trascienden su época para instalarse en el panteón de los dioses cuyas gestas serán transmitidas hasta el fin de los tiempos. Gloria eterna para él.
2). No puedo estar más en desacuerdo con los desafortunados comentarios sobre Daniil Medvedev. El artículo habla de autodestrucción y de mala lectura del partido por parte del ruso, precisamente uno de los más inteligentes del circuito y que mejor sabe leer los partidos, Nadal y Djokovic aparte. Un tipo que le replica con 2 contrabreaks a Nadal en el segundo set, que tiene 2 mini breaks en contra en el tie break, y que aun así se lleva ese set en el que fue mejor Nadal, desde luego no se ajusta en absoluto al retrato que Guillermo hace de él. En el momento clave del que habla del quinto set no había lugar para estrategias o lecturas porque físicamente estaban reventados, así que básicamente lo que hicieron fue sobrevivir y ahí el español es el rey junto a Djokovic, sin desmerecer al ruso en ese aspecto. El momento clave fue el 3-2 0-40, pero es lo que pasa con Nadal, que los jugadores salen pensando que tienen que remontar un set aunque estén calentando en el peloteo. Después de ganar el segundo set que mereció Rafa, es lógico que no te salga todo de cara y más contra la mente más privilegiada del deporte en general.
Respecto a los gestitos al público, pues mira, estoy con el ruso, porque lo del otrora bullicioso pero respetuoso público australiano ha sido bochornoso, molestando continuamente al ruso entre saque y saque, jaleando sus errores no forzados, gritando con el punto en marcha. Papelón el de los jueces de silla que no han sabido gestionarlo bien junto a la organización del torneo, reforando con personal de seguridad las gradas para localizar a esos energúmenos y expulsarlos del recinto. También a Rafa en el quinto le molestaron en algún momento y recuerdo varias ocasiones en el Berrettini-Monfils donde incluso en una de ellas, el italiano iba a machacar con la derecha y alguien le gritó «¡Out!».
3). Sobre los italianos: Berrettini es un buen jugador, pero en la vida ganará un torneo de Grand Slam con ese revés, impropio de un jugador de élite. A 3 sets le puede valer con el mazo del saque y la derecha, pero a 5 es tenísticamente imposible que lo consiga. Y vamos con el que considero el jugador más sobrevalorado de los jóvenes., sangre de horchata Sinner. Sí, es cierto que es muy joven. Pero ya, ese es su mayor activo. Recuerdo que me impresionó en Roland Garros 2020 contra Nadal, cuando nadie le conocía ni le habían aupado a la categoría de futura estrella, y tenía 19 años. Desde entonces, mediocridad absoluta en su desempeño y falta de ambición. Tiene un juego más previsible que la carta de ajuste, no conoce la dejada y no varía alturas. Para llevar 2-3 años ya apuntando a crack, me sorprende que su entrenador Riccardo Piatti no le introduzca más variantes. Lo más grave no es eso, sino sus declaraciones del año pasado diciendo que hasta los 24 años no se ve un tenista completo. Eso solo significa descargarse de la responsabilidad que debe asumir cualquiera que quiera derribar la puerta, y más con un tal Carlos Alcaraz que con 18 años ya ha hecho lo mismo que él con 21. Musetti apunta a proyecto fallido.
4). Sobre los canadienses: Dos tenistas que son una gozada de ver a nivel plástico, y muy diferentes entre sí en cuanto a juego, pero blanditos de mentalidad. Uno, Shapovalov, muy impulsivo y tarambana, se columpió con sus declaraciones porque a Rafa le llegaron a pitar warning, y la regla es la que es: si tienes 25 segundos, los empleas como quieras, hay quien apura y hay quien va a toda mecha. Y Aliassime hizo sin duda el partido de su vida pero topó con el ajedrecista Medvedev, en un ejercicio de equilibrio y de estrategia que refuta la contundencia con la que Guillermo despacha a Daniil.
5). Coincido en que la mayor decepción fue Zverev.. Yo le di como favorito antes del torneo, por delante de Medvedev y Nadal, en ese orden. Por cómo acabó la temporada y ciertas declaraciones en las que se le notaba confiado y seguro de su papel como candidato a los GS. No vuelvo a confiar en él. Quizá sorprenda ganando algún grande ahora que nadie
volverá a incluirlo como favorito en estos torneos, y el ir de tapado le pueda beneficiar. Tenis y chasis tiene para ello, desde luego, pero de momento, ahí te quedas Sascha. Muguruza, la mayor decepción en el cuadro femenino.
6). Vamos con el elefante en la habitación: que Djokovic haya mentido etc. y demás zarandajas que se le han atribuido para echarlo de Australia es IRRELEVANTE, repito I-R-R-E-L-E-V-A-N-T-E para ser justos con lo que ha pasado. Y lo que ha pasado es que le echaron por motivos políticos, utilizándolo como chivo expiatorio ante una población muy escocida por las restricciones de la pandemia. Al ver que la opinión pública se le echaba encima, el PM Scott Morrison, muy oportunista y hábil, politizó el asunto porque recordemos que en 4 meses hay elecciones federales en Australia. A Nole, como a 26 personas más, se les concedieron exenciones médicas, por lo que es absurdo pensar o siquier insinuar que fue allí para provocar, ya que le dieron luz verde desde el torneo. ¿Que podría haberse arreglado sentándose todas las partes y hacer una declaración conjunta para templar gaitas? Claro. ¿Que los abogados del serbio podrían haberse informado antes de viajar? También. Pero la carga de la culpa reside principalmente en Tennis Australia y la organización del torneo, con el tal Tiley (ese personaje que parece un cadáver) haciendo un ridículo estratosférico para un evento de esta categoría, el más importante de un país teóricamente civilizado, y subrayo el adverbio a tenor de lo visto en las gradas. Expulsar al #1 y vigente campeón amparados en el ridículo y subjetivo argumento de que «supone un peligro para la salud pública y podría estimular a los antivacunas» tiene un tufo político que tira para atrás. Pretender que un deportista de élite que iba a estar 2 semanas prácticamente en una burbuja entre el hotel y sea un peligro público es de traca. La que habría liado la prensa bufandera en España si a Nadal le echan de Roland Garros antes de jugar el torneo. Sí, sé que Nadal no va a incurrir en ello, simplemente establezco una comparación para que valoremos con la mayor objetividad lo que le han hecho a Djokovic. Pero más allá de las opiniones, hechos probados:
– Zverev, tras jugar los octavos de final: «Estamos ahora con más permiso para salir a comer, para hacer lo que queramos, etc. Por lo que es normal que haya más contagios. Mi hermano cuando llegó aquí, lo tuvo. Tuvo que estar confinado en Sídney, ahora ya no tiene nada de eso más. Muchos jugadores cuando llegaron se habrán contagiado. No estamos siendo controlados con tests, así que si eso se hiciera, más positivos saldrían».
– Tercer párrafo del comunicado que en mitad del torneo saca Tennis Australia (es evidente que algo se ha hecho muy mal cuando sacas una nota oficial durante el transcurso del evento): «Tennis Australia ha estado trabajando estrechamente en colaboración con el gobierno federal y el de Victoria durante el año pasado para organizar un Open de Australia seguro y libre de Covid para jugadores, personal y fans.»
Ese párrafo demuestra que Novak no es responsable de nada de lo que ha pasado. Lo demás, sensacionalismo barato y ganas de cebarse con alguien que, por muy en desacuerdo que se esté con su postura, tiene derecho a adoptarla. Estoy convencido de que de no haber exenciones médicas, o no habría viajado o se habría vacunado aunque fuera en contra de sus creencias.
Todo ello no es óbice para ensalzar a Nadal y por supuesto, no estoy rebajando su extraordinario torneo. Solo intento aportar la información más objetiva posible y ya que cada uno analice y opine. El boquete del serbio en el cuadro podría haberle emparejado en semifinales con él, pero podría haberle ganado y conseguir lo que el balcánico hizo el año pasado con él: derrocarle en su terreno.
7). Respecto a las españolas, otra cantada de Muguruza que no puede excusarse en el contratiempo del covid que afectó a su equipo impidiéndole preparar mejor el torneo. Las grandes esquivan esos percances progresando y cogiendo temperatura durante los partidos, no puedes perder en segunda ronda siendo la #3 del mundo. Paula Badosa discreta pero sí es cierto que acusó el cansancio (se la vio físicamente mal desde el principio) de ganar el torneo previo y en partidos muy duros, lo que unido al calor de Australia hizo mella en sus energías. Aun así confío en ella, es más regular que Garbiñe, aunque no descarto algún fogonazo de la caraqueña. Sí quería añadir que Barty ha sido un ciclón y la justa ganadora, pero Danielle Collins sufrió a la maleducada turba australiana como Medvedev y otros. Insisto en que una cosa es decantarse por un jugador, totalmente normal y legítimo, y la otra es molestar y zaherir continuamente al oponente. El 5-1 que deja escapar en el segundo set es culpa suya fundamentalmente, pero el público tuvo algo de cuota ahí.
8). Concluyo coincidiendo en que ha sido un gran torneo en lo tenístico que nos deja expectantes ante Roland Garros donde Rafa partirá junto a Djokovic como claro favorito si no median problemas físicos y extradeportivos (a día de hoy no es necesaria la vacuna), y donde no veo a Medvedev, ni Zverev como aspirantes. El primero porque ya ha declarado que la tierra no le gusta y el segundo por el pánico que le entra en los GS. De Tsitsipás habrá que ver, lo veo en un limbo, aunque después de la penosa segunda parte de temporada que hizo en 2021 parece que las semifinales sin hacer ruido en Australia le pueden ayudar para encarar París con garantías de plantar batalla. Veremos.
Lo de Djokovic es total y absolutamente político. Lo habrá hecho todo lo mal posible y aún peor, pero en la práctica ¿qué peligro supone un único jugador (sano, aunque sin vacunar) en un país donde la omicrón campa a sus anchas? Lo que ocurre es que Australia, aunque es percibido en el resto del mundo como un país simpático tiene una de las leyes de extranjería más duras (y más racistas) del mundo. Para que Trump le dijera al primer ministro australiano «¡sois aún peores que yo!» (obviamente lo decía con admiración), pues hazte una idea.
Obviamente Tenis Australia quería hacer una excepción a medida para Novak Djokovic, pero a alguien se le olvidó avisar a los agentes de aduana, que se comportaron con Djokovic como si fuera Martínez o Sing, o Mohammed, es decir, con el trato inhumano y cruel que reciben todos los que intentan entrar en Australia en patera. A partir de ahí se lio parda, y el ministerio tenía dos opciones: revisar sus inquisitoriales normas de inmigración o, al menos, ser tan absurdamente injustos con el serbio como lo son con todos los demás. De forma poco sorprendente, escogieron lo segundo. Porque en España rabiaríamos si excluyeran a Nadal de Roland Garros, pero si un tricampeón de maratón keniata viene a competir en España y lo paran en la frontera, un gobierno del PP sostenido por Vox no va a ponerse a revisar las leyes de inmigración hechas a medida para excluir negros y moros por muy campeón que sea.
Y volviendo al tenis, las posibilidades de Tsitsipas dependen mucho de las reglas para ir al baño, y de si ponen a una juez de silla que entienda el griego al lado de su padre, como hicieron en la semifinal con Medvedev. :p
¿Las leyes para acceder o no a un país las dicta el gobierno de ese país o la federación de tenis? Pues eso.
El párrafo que transcribo del comunicado de Tennis Australia deja claro que estaban informados y en estrecha coordinación, lo que luego resultó ser un ridículo sideral del que Djokovic es el menos culpable.
A mí me parece que el que ha hecho el ridículo es Djokovic, montando un cirio y desafiando a un país por un delirio paranoico, sus teorías negacionistas. Por no hablar de su tribu – como dicen mas abajo – ., que ya roza el esperpento: pretender mostrarlo como un mártir del negacionismo, por un supuesto maltrato ( ya quisiera yo que me maltrataran enviandome a un hotel de lujo ); o como un paladín de un supuesto conflicto Australia-Serbia, un disparate que sólo se creen sus seguidores.
En el fondo la cuestión es sencilla, Australia es quien debe decidir quien ingresa en su territorio y quien no, y eso ha hecho. ¿ Decisión política ? puede ser, pero es que los políticos toman decisiones políticas. También, en el fondo, la decisión de no vacunarse es política, no sanitaria.
Y no vale presentar todo esto como si Australia le tuviera tirria: estoy seguro de que hubieran preferido su participación, que por supuesto siempre es un plus para cualquier torneo de tenis. Nadie le tiene manía a Djokovic ( bueno, yo sí ), la cuestión no es esa.
El serbio sabía las normas, y no quiso cumplirlas, vale que tenía una exención, pero al final decidieron quitársela.
Comenta Valhue que los agentes de aduanas se portaron con Nole igual que con cualquier otro emiigrante. ¿ Y no es eso lo que se supone hay que hacer ? ¿ o es que las normas no rigen para los tenistas de élite ? se le trató igual que a los demás. Se llama justicia.
¿ Que el problema se podía haber resuelto con los abogados del serbio ? probablemente. También hay una solución mucho más rápida, un simple pinchazo.
¿ Que Nole tiene derecho a rechazar la vacuna ? no lo tengo muy claro ( los que no se vacunan ponen en peligro su salud, y lo que es peor, la de los demás ); pero en todo caso, también tiene derecho a pagar las consecuencias: perderse un torneo que probablemente habría ganado, tal vez otro futuros, y problemas con sus patrocinadores. Creo que ha pagado un precio muy alto por sus «tontás».
Y nada más, conste que suelen gustarme mucho tus entendidos comentarios sobre este deporte, que yo también practico, si bien como simple aficionado, y socio de un Club.
A ver, no se puede obligar a nadie a la vacunación. Es un derecho personal e intransferible. Aquí entraríamos en disquisiciones jurídicas sobre las libertades y la autonomía personal. Lo que yo digo es que Novak no se va a Australia a provocar o montar ningún circo, él va porque le dicen que puede ir, tan simple como eso. Todos los analistas de Eurosport coincidieron en que, independientemente de sus creencias, el menos culpable era él. La prensa bufandera ha hecho del serbio un demonio por su entorno o su actitud anti vacunas, pero insisto que eso es hojarasca para tapar los hechos, que al final son los que cuentan. Zverev y Medvedev respaldaron al serbio, incluso Nadal lo hizo («ha hecho cosas mal pero no es el principal culpable de lo que ha pasado»). La mayoría de tenistas se ha puesto de perfil cuando como presidente del Consejo de Jugadores ha contribuido a incrementar los premios para los jugadores más modestos. De eso se habla poco en la cochambrosa prensa nacional. Ahora el punching-ball es Medvedev, a quien incluso alguien comedido y prudente en sus artículos como Alfredo Relaño atizó de esta lamentable manera ayer: «un perfecto borde. Excelente tenista, pero inaceptable en el mundo del deporte por sus reiteradas actitudes, que no sé si responden a temperamento de niñato consentido o a proyecto errado de hacerse una imagen. En estos tiempos de Putin encampanado me hubiera desagradado mucho que Medvedev ganara en Australia». ¿Perfecto borde? Pidió disculpas tras lo del silla. ¿Reiteradas actitudes? Un profesional tiene que abstraerse por supuesto del público, y es lógico que este se decante por algún jugador, pero al ruso y a otros se les ha zaherido continuamente incluso entre saque y saque, jaleando los fallos. A Nadal también se le torcería el gesto si le hubiesen tratado así. Ya dije que lo del público australiano ha sido deplorable, al nivel de un país que teníamos por civilizado y que desde luego ha demostrado ser tan chapucero en su gestión como cualquier ayuntamiento podrido de la costa española.
Completamente de acuerdo contigo, pero eso de que no se puede obligar a nadie a la vacunación… esta pandemia era una especie de gripe borde que mataba a un 2% de los afectados, principalmente gente muy mayor o enferma. Si hubiese sido un tipo de fiebre hemorrágica que se cebara en la infancia y nos hubiera dejado miles de fotos de niños y bebés blanquitos llorando lágrimas de sangre verías lo pronto que el derecho personal e intransferible de vacunarse o no vacunarse se iba por la ventana.
He ahí el lío, que a alguno de los que seguramente no les va a pasar nada por el virus, como Djokovic, que es joven, atlético y tiene pasta, no se vacunan, pero pueden contagiar a aquellos que sí son mucho más vulnerables y por eso tanta gente ha muerto por esto. Es que cerca de 6 millones de muertes registradas no son poca cosa. De hecho, ya hubiera querido yo que varios seres queridos hubieran alcanzado a vacunarse, porque estoy seguro de que todavía estarían en este mundo. Total, como el tema es el tenis, que bien por Nadal y que mal por Djokovic…
Buenoooooo… que temita de Grand Slam. El open de Australia se disputó y se ganó (o perdió) el día 16, cuando se expulsó al campeón del torneo, NoVaxx DjoCoVid, dejando como únicos candidatos al título a Rafa Nadal o al pie de Rafa Nadal. Ganó el primero.
Pasemos al deporte. Ashley Barty se paseó como Ashley por su casa, puesto que realmente lo es. Curiosamente el Open de Australia se le ha atragantado bastante a la jugadora australiana, seguramente debido a los nervios. El año pasado se dejó sorprender por Karolina Muchova en un partido que tenía controlado; el anterior entregó unas semifinales a Sofía Kenin a base de errores no forzados, pero desde el año pasado se ve a una Barty mucho más centrada y mentalmente mucho más sólida. Los problemas mentales siempre han sido su punto débil, que la llevó a abandonar completamente el tenis por el críquet durane casi dos años.
Con todo y con eso, desmentiremos a Guillermo con lo de que Barty es consistente y las demás jugadoras no. La «consistencia» que vemos en la ATP consiste en que hay solo tres tíos que saben jugar al tenis, una docena que no saben pero miden dos metros y sacan a 230km/h y luego los demás, lo que hace que los títulos siempre los ganen esos tres y de entre los demás inútiles los maromos de dos metros a menudo llegan a octavos y cuartos. En la WTA quien más quien menos sabe jugar al tenis – incluso dentro de las jugadoras que basan más su juego en la fuerza hay generalmente más técnica – y Barty, a pesar de ser mucho mejor jugadora que cualquier otra solo fue capaz de ganar Wimbledon el año pasado… y luego cayó en primera ronda de los Juegos de Tokyo ante Sara Sorribes.
Lo que ocurre es que además se sus propios méritos, que son muchos, Barty se beneficia enormemente de su estatus de número uno del mundo. Este AusOpen tuvo la suerte de enfrentarse solo a jugadoras tipo ATP, de las que intentan resolverlo todo a base de golpear fuerte a la bola. Barty se merienda a ese tipo de jugadoras. Con las que tiene problemas es con las que juegan de otra manera. Halep, Kenin, Jabeur, la Andreescu de 2019, Kerber, Sorribes… con esas es con quien puede tener problemas.
La australiana juega con una inteligencia tres cabezas mejor que la de cualquier otra del circuito. Si jugar al tenis es, como dice el autor del artículo, saber qué golpe pegar a continuación, los partidos de Barty son una lección de estilo. Juega con la precisión no de un reloj, sino de un jugador suizo: entre Martina Hingis y Roger Federer. Unido a esto un saque inverosímil para una jugadora de 1,64m. Ashley Barty tiene el mejor saque de la WTA. Puede que Karolina Pliskova meta más aces, pero nadie tiene su porcentaje de puntos ganados con el primer, y sobre todo, con el segundo servicio, un dato absolutamente crucial en el circuito femenino.
Por lo demás, todos esperábamos que una estonia se plantara como mínimo en cuartos, pero nadie esperaba que esa fuese Kanepi y no Kontaveit. Annett acabó el 2021 como un tiro, ganando tres torneos seguidos y plantándose como favorita indiscutible para ganar las WTA finals que acabó perdiendo ante Muguruza. También fue una sorpresa lo de Coco Gauff, que empezaba muy fuerte el año, jugándole de tú a tú a Barty y plantándose en una final ante Madison Keys en los torneos previos, pero que cayó por sorpresa en primera ronda. Menos sorprendente fue lo de Emma Raducanu, que llegó al AusOpen sin entrenar por culpa de la Covid y perdió en primera ronda en uno de los torneos previos para luego mostrar mucha mejor cara sus dos partidos en Melbourne, aunque una herida en la mano derecha la impidio defenderse en el tercer set ante Danka Kovinic.
Gran torneo de una renacida Madison Keys, un prototipo de jugadora creada a imitación de Serena Williams, con toda su garra y potencia pero poco de su control. Cuando está enchufada y limita los errores a una proporción razonable solo alguien como Barty la puede frenar (con facilidad, eso sí). Ganó el torneo de Adelaida ante Gauff y se deshizo de otra americana que parece que vuelve a su mejor nivel, Sonia Kenin, en primera ronda, y de Paula Badosa después.
Grandísimo torneo también el de Amanda Anisimova, una jugadora de un perfil parecido al de Paula Badosa, pero con más talento, y que llevaba dos años alejada de la élite tras el shock que le supuso la inesperada muerte de su padre hace dos años. Parece que vuelve a su mejor nivel, lo que supone otra amenaza de primera magnitud para cualquier otra rival del circuito.
Si la decepción del circuito masculino fue Zverev, la del femenino fue Aryna Sabalenka, que empezó el año pasado muy fuerte y fue diluyéndose cual azucarillo en leche caliente o Nick Kyrgios en Instagram. No soy fan del tenis hombruno de Sabalenka, de garrotazo y tentetieso, pero da pena verla marcándose un Muguruza en toda regla. La semifinal del año pasado en el US Open y su cuarta ronda aquí son espejismos más debidos a la suerte que a su nivel de juego.
De entre las recuperadas cabe destacar a Simona Halep, tras un 2021 espantoso a nivel de lesiones y que empieza el 2022 con mucho mejores sensaciones. Cayó ante la limitada Alizé Cornet en un partido que debería haber ganado (ganó más puntos que la francesa, pero no los importantes) pero ofreció un nivel no muy lejos de sus años más exitosos.
Buen torneo también para las dos últimas ganadoras de Roland Garros, Barbora Kréjcikova e Iga Swiatek. La polaca se deshizo de Kasatkina, que sigue necesitando mejorar su segundo servicio si quiere comerse algo grande, de Cirstea y de la sorpresa del torneo, la veterana Kaia Kanepi, para caer ante Danielle Collins, quien ya demostró el año pasado que en superficie dura es peligrosísima. La checa perdió la final de Sidney en una disputadísima final ante Paula Badosa y luego cayó en cuartos ante Madison Keys en un partido en que su servicio no funcionó como es debido y el resto de los golpes no tuvo tiempo de usarlos dada la tendencia de la americana de acabar todos los puntos en uno o dos golpes. Acompañó a Katerina Siniakova en su paseo triunfal hacia el título en dobles – la final tuvieron que sudarla, eso sí.
No puedo estar más de acuerdo con los de «tios de 2 metros sacando a 230km/h» ja, ja, ja, ja…. y lo de NextGeneration ya es preocupante; yo creo que vendrá la «los siguientes de la next-generation» ya que la actual ya tienen 25 o 26 añitos y sin nada…
Como siempre buen artículo de Guillermo Ortiz, sin embargo y,sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con Dani en relación a Medveded. Se traduce cierta inquina hacia el ruso cuando realmente jugó una gran final con un saque fabuloso y muy buenos golpes. Si perdió la final más que por los mérito de su rival,que por sus deméritos. Especialmente por la excelente lectura del juego de Nadal y sus cambios tácticos.
El manacorí supo darse cuenta que tenía que cansar física y mentalmente al ruso para conseguir ganarle. Empezó a realizar dejadas que lo frustraban y saques largos para abrir la pista.Poco a poco fue minándolo con varios juegos de más de 10 minutos. En ese punto la diferencia entre Nadal y el resto es enorme,pocos jugadores son capaces de estar 13 minutos para ganar su servicio y perder el siguiente juego en 1 minuto 30 segundo como literalmente pasó en el quinto set. La fortaleza mental que tiene es increíble.
En relación a la polémica de djkovic es un tema complejo y en el que hay motivos de sobra para argumentar a favor o en contra.Pero si yo fuera djkovic empezaría a preocuparme tras sus descalabros en los jjoo , el último open de EEUU, el pelotazo y este nuevo esperpento. Veremos con que fortaleza mental encara lo que le viene esta temporada.
El título vuelve a abrir el debate sobre quién es el GOAT que parecía decantarse por el Djokovic y que ahora vuelve a balancearse a favor de Nadal. Federer queda en mi opinión fuera de juego definitivamente.
En mi opinion, aunque tenga menos trofeos de Grand Slam, Federer es el mejor tenista de la historia e indudablemente el mas completo, otra cosa es que, quizas mentalmente no sea tan fuerte como los otros dos. Cambiando de tercio, aqui alguien comentaba que Djokovik no tenia culpa de nada y que todo fue una conspiracion del gobierno australiano junto con los errores de la organizacion.. De traca. El mismo Djokovik reconocio que cometio errores, y esto, conociendo la megalomania, prepotencia y chuleria del personaje, ya es algo, pero tambien en el Vaticano los hay mas papistas que el Papa. No pasa nada. Djokovik y su tribu, porque eso ya no se puede llamar equipo, siempre tuvieron y seguiran teniendo problemas porque se creen lo protectores del Mesias, lo mismo su Manager ( ese antiguo tenista que le faltaba solo un poco para llegar a la Paranoia, no se si aun sigue con el ) como su padre( a este no le falta nada) dan mas el cante que Tarzan en New York y no se dan cuenta que lo unico que demuestran al mundo es su catetismo. Pero que sigan, que esto solo fue el comienzo, a ver si la proxima vez tambien son conspiraciones de los gobiernos de America, o de Francia.
Puede que Federer sea el más «estético» desde cierta ortodoxia tenística, pero, con el triunfo 21 de Nadal en GS y las marcas de Djokovic en semanas, H2H, años terminando como número 1 y Masters 1000, entre otras cosas, ya está fuera del juego por ser el mejor tenista de la historia, cuya pelea seguirá entre Nadal y Djokovic, porque Federer, así no lo acepten sus seguidores, ya es un exjugador (que fue grandísimo, pero finalmente superado por otros dos)…
Si lees atentamente lo que he escrito, no eludo que el serbio no cometiera errores, pero que es el menos culpable de la situación sin duda, además de que le echaron por causas políticas. Esto es gravísimo, pero aquí nos emperramos en que si el padre es un capullo (lo es), que el entorno es tóxico y demás cuestiones que no tienen NADA, pero NADA que ver con lo mollar, que es la expulsión. Respecto a lo que dices de Federer, estoy de acuerdo con Chan y no llevas razón objetivamente hablando. Si hablamos de completitud, el más completo es Djokovic, ha batido todos los récords, aunque ahora esté por detrás en GS, debate que sigue abierto hasta que se retiren. El bagaje de Federer en tierra cuando apareció sobre todo Nadal, deja mucho que desear. Sin embargo el serbio ha conseguido en tierra algo parecido a lo que Nadal ha obtenido en Australia, llegar a muchas finales y obtener pocos trofeos. Federer llegó a varias finales de Roland Garros también, pero la clave aquí está en derrotar a los otros 2 en su terreno, e igual que se dice que Wimbledon es el jardín del suizo, podría decirse que lo es también de Nole, o al menos ocupa una parcela importante (6 títulos), además de batir a Nadal en París. Por eso me jode que se nos haya privado de un choque de semifinales en Australia que habría engrandecido más al español en caso de batir a Nole.
Y por que es el menos culpable? El mejor tenista del mundo, segun tu, no tiene que tener un equipo de primera clase que le informe de todo lo que rodea al tenis y a los torneos donde participa? Incluso de las leyes que rigen en los paises, aunque sean de ultima hora. Que el equipo, o mejor dicho la tribu de Djokovik la cago en todos los sentidos, no le atenua para nada, porque en el fondo el responsable es la figura, y si Djokovik solo se dedica a jugar al tenis, tendria que tener un equipo que le asesore en todos los sentidos y no den el cante cuando tienen que trabajar. Como dije en mi comentario anterior, esto solo es el comienzo si esta tribu sigue en sus trece. A ver si cuando llegue el torneo de Francia tambien tuvo la culpa el gobierno de que no pudo jugar porque no esta vacunado. A ver si el gobierno de Francia tambien es corrupto y conspirador. Porque es que se trata de una guerra fria, teniendo en cuenta el poder politico de Serbia. Ah, otra cosa, hablar de completitud no tiene nada que ver con trofeos conseguidos, porque, salvando las distancias entre deportes , entonces no estarian hoy aun discutiendo sobre si Maradona fue mejor que Messi, o Ali mejor que Louis, o Indurain mejor que Merckx.
Sí, yo tampoco estoy de acuerdo con Guillermo sobre el análisis de Medvedev, pero es que le pierde el fanboyismo tanto como al que más. Guillermo se enamoró de Zverev hace años y no ha cambiado de idea a pesar de todas las pruebas en contra que le ha ido dejando el alemán. Tampoco ha ocultado su desprecio por el ruso. Medvedev no tendrá la inteligencia táctica o la capacidad de leer el partido de Nadal, pero su final ante Djokovic y los dos primeros sets ante Nadal demuestran que sabe prepararse tácticamente los partidos. Otra cosa es que cuando el partido cambie no sea capaz de reaccionar, o que la final sin duda la perdiese él en vez de ganarla Nadal.
Como siempre gracias por el analisis, Guillermo, y gracias a los otros lectores con sus comentarios.
Para mi fue un gran torneo que ha dejado mucho que comentar:
1. Lo de Shapovalov llamando ‘corrupto’ al juez de silla fue inaceptable. Que alguien me explique que tiene que hacer un jugador para que le descalifiquen. Ademas, tenia un obvio tono xenofobo porque el juez de silla era brasileno. Me sorprende que haya pasado inadvertido, pero claro el racismo a los latinos parece menos grave (lo digo como alguien que lleva mas de una decada viviendo en paises anglos)
2. Djokovic: como bien dijo Carreno solo habia dos opciones: ‘o te vacunas o te quedas en casa’. Todo lo demas era complicarse la vida e ir de especial y listo. No se me ocurre un caso mayor de sabotaje a tu propia carrera deportiva que el que se ha hecho Nole; quiza Maradona con la coca. A esto anado que encima Nole fue un bocazas. Si no la hubiera liado con el Adria Tour y no hubiera hecho esas declaraciones publicas sembrando dudas sobre las vacunas, quiza habria pasado inadvertido y habria colado. Lo de su padre es ya directamente de psiquiatrico diciendo que Nole era el nuevo Espartaco. Espartaco Santoni digo yo.
3. Medveded: Discrepo totalmente con Guillermo y yo creo que la mayoria de gente que sigue el tenis ve al ruso como un buen estratega. Solo hace falta recordar el partido que le levanto a Nadal en las semis del Masters de 2019. Lo enredo como suele hacer Nadal con sus rivales. Tambien hay que recordar como le levanto el partido a Aliassime o como jugo el tie break del segundo set de la final. Para mi fue un factor importante el hecho de que el ruso tuvo un dia menos de descanso que Nadal entre los cuartos y las semis. Ya en las semis contra Tsitsipas se le vio cansado. Como balance ha jugado 4 finales de GS. A mi no me parece tan mal balance el haber ganado un al numero uno que era Nole, haber perdido dos al limite contra Nadal (que podia haber ganado) y perdido otra con Nole (la menos justificable porque el ano pasado en Australia hizo un partido horrible).
4. Nadal: Aun siendo seguidor de Nadal, es inverosimil que un tio de 35 anos sea capaz de hacer lo que hizo; ademas con partidos tan largos. Mi vision es que cuando uno es aficionado al deporte profesional -de cualquier tipo- es como comprar un ticket a Disneylandia; mejor no hacer preguntas sobre como se sostiene la ilusion.
Venga no te cortes. No lo insinúes. Lanza la acusación. Es gratis. Pruebas no tienes, pero qué más da.
Dos preguntas para ti, Kilgore:
1. Como explicas que alguien que viene de estar sin jugar mas de seis meses sea capaz de -en cinco dias- zamparse 3 partidos, dos ellos a 5 sets (uno de cuatro horas y otro de 5 horas)?
2. Y ya de paso como explicas la transformacion que hizo Djokovic que paso de ser un jugador endeble, con varias retiradas en sus primeros anos de profesional, a un jugador de hierro?
Que te responda el profesor Dani… ah, no, que no te metes con Djokovic como más abajo Artista.
Un análisis entretenido y donde creo adivinar cierto hastío y aburrimiento por parte de Guillermo. No se adivinan cambios y nos vamos llevando a la boca una épica insulsa y gaseosa (como bien apuntaban por aquí «el favorito era Nadal o el pie de Nadal y ganó el primero»).
El tenis se nos muere. Esta semana me han hablado de que el primer Federer dominante (2004-2007) se encuentra en una weak era. Hablamos de que el prototipo de tenista ganó 12 o 13 grandes en esos años, en prime físico. Si eso es weak era, que señores de 35 años (Federer 2017 o Nadal 2022) ganen a supuestos megatalentos de 22-25, no sé qué es.
Se nos muere también porque este debate del GOAT, del contador de Grand Slams y de felicitar o no a Nadal, acrecienta el desinterés por el resto del circuito, por los otros torneos, por el tenis del día a día. El GS, la Champions League, es lo que importa. Lo demás, no merece ni mirarlo.
Sobre el debate en sí, yo no he visto a nadie jugar al tenis como Federer en 2006-2009 y en el oasis de 2017. Los números hablan de dos tenistas más jóvenes (5-6 años menos) que ganaron más tras su prime. Yo no veo en ellos la excelencia de Federer. Pero dado que ha perdido el conteo de «Champions League», pues lo dejamos descartado.
Caminamos hacia la irrelevancia de este deporte, convertido en una carrera de dos treintañeros hacia ninguna parte mientras una generación de buenos jugadores (como lo fueron otros) se nos pierde por el camino.
Y sí, este Open de Australia tiene un asterisco tan grande como la remontada de Nadal. Todos sabemos cuál es, aunque el periodismo bufandero, el empresariado, el clero y la burguesía españolas lleven dos días gritando al mundo que el más grande, el más eterno y el más único es Nadal.
Nos vemos con el 22 en París.
Sobre Djokovic: mi teoría es que mentalmente está desquiciado desde los JJ.OO. Un caso de miedo escénico pesiamente asesorado. La astracanada de Australia estaba planeada: voy y si fracaso le echo la culpa a todo el lío del visado, la excepción… me saco presión. Viendo los asesores que tiene, era el mejor plan. Pero se pasó de frenada y creo que de esta no se salva a no ser que dé un giro de 180°, lo que implica romper con su entorno, en especial su padre. Con todo, hay algo de justicia poética en todo esto, en especial recordano sus declaraciones sobre Simone Biles en los JJ.OO.
Si estuviera desquicidado desde los JJOO no se planta en París Bercy tras 50 días y bate a Daniil Medvedev en la final, volviendo a liderar la estadística de Másters 1000. Que esté pésimamente asesorado y sea un cabezón no te lo discuto, lo del desquicie no se sostiene por ningún lado, y lo de un supuesto plan para justificar lo de Australia véndeselo a Íker Jiménez que seguro que te lo compra. ¿Cuáles fueron las declaraciones sobre Simone Biles? Te has leído los 4 tuits que propagaron los gilipollas de turno y no has ido al meollo del asunto. No te preocupes, yo te pongo la secuencia de los hechos (otra vez los hechos, esos entrometidos que desmontan nuestras creencias y sesgos):
-El 28 de julio, la gimnasta Simon Biles notificó su abandono de algunas de las pruebas olímpicas para priorizar su salud mental. Ese mismo día, Sudipto Ganguly, periodista de Reuters, le pregunta al tenista serbio Novac Djokovic su opinión al respecto: “Novak, habrás oído lo de Simone Biles hablando de salud mental y la presión sobre el rendimiento. Tú que estás en esta posición yendo a por el Golden Slam, ya sabes, que no hay tenista con más presión que tú actualmente. ¿Puedes hablarnos un poco de ello?”. El tenista respondió que «la presión es un privilegio», añadiendo que “sin presión no hay deporte profesional. Si tu objetivo es estar en la cima, mejor aprende a lidiar con la presión”.
Sus palabras figuran en el titular del artículo que publica esta agencia de noticias. Aunque en el artículo se mencionan los nombres de Naomi Osaka (a quién el tenista apoyó cuando decidió parar su carrera por ansiedad) y Simone Biles, en ningún caso se relacionan directamente las declaraciones de Djokovic con el abandono de esta deportista.
A raíz de esta noticia, esa misma tarde el medio de comunicación L’Equipe titula su artículo “Novak Djokovic cree que ‘la presión es un privilegio’ refiriéndose a la retirada de Simone Biles en los Juegos Olímpicos de Tokio”. Muchos medios replican al día siguiente este titular relacionando las declaraciones de Djokovic con el abandono de Biles (1, 2, 3, 4, 5, 6). El tono de los titulares va pasando de “Djokovic, tras la retirada de Biles” a “Djokovic lanza un mensaje a Biles” y “La contundente respuesta de Djokovic a Simone Biles”.
Horas después de la publicación original, L’Equipe cambia el titular eliminando la referencia a Biles: “Novak Djokovic dice que ‘la presión es un privilegio’” . A continuación, el redactor de la noticia, Quentin Moynet, reconoce el error y pide disculpas en su cuenta personal de Twitter, aclarando que “Novak Djokovic no reaccionó a la retirada de Simone Biles sino solo a las expectativas en torno a su Grand Slam Dorado”. –
Pero el daño ya estaba hecho, y los que os informáis por las redes sociales y demás basura, comprásteis esa mierda. Ya dijo Goebblels que una mentira repetida 1000 veces se convierte en verdad, pero con las redes es mucho más fácil replicarla millones de veces.
Perdone usted, Dani. No volverá a ocurrir. Me informaré mejor y me abstendré de comentar.
Comenta lo que quieras, pero no esperes que me calle ante argumentos sesgados, incompletos o directamente falsos. Cuando se opina de algo es de agradecer llevar hechos los deberes, que para corregir ya tengo a mis alumnos.
Tranqui tío y siento haberte hecho perder tu precioso tiempo. Sigue escribiendo tus breves y concisos comentarios y no te preocupes por mi.
Así lo haré respecto a explayarme en la escritura, no quiero que me lean personas que cogen fiebre leyendo un tuit.
Hazte un blog. Igual sacas pasta y todo. Y nos educas a los febriles como yo.
Revisando sus RR.SS. y cartas al director en El País, sr. García Delicado, entiendo mucho mejor su punto de vista sobre Djokovic (que no es solo sobre el serbio) y comprendo el enfoque que le da a sus argumentos y el modo en el que lo expresa. De haberlo sabido, no hubiera comentado nada en un primer momento.
Un saludo
P.S. Un consejo: privatice las publicaciones y fotos en Facebook, tal y como hace en LinkedIn. Es increible la información que se puede conseguir y el mal uso que se le podría dar con tan solo 10 minutos de trabajo.
Buff la verdad es que si,para ser profesor de informática resulta curioso que no tenga más cuidado en dar tantísima información como da con un sólo enlace a el País.
Yo también le recomendaría más cuidado con la privacidad
La información que doy a El País es la que el periódico me exige para publicar (si tiene a bien) las cartas que se mandan a la directora (Nombre, dirección, teléfono, email y DNI, de las que solo figuran impresas el nombre y la ciudad de procedencia, como habrás podido comprobar). No todas las cartas que he enviado se han publicado, pero mantengo una buena ratio, diría que el 70 % de las que escribo me las publican. Ningún problema con el tema de la privacidad, te lo aseguro. Ya digo que llevo desde 2005 si mal no recuerdo enviando cartas, también a otros diarios, pero principalmente a El País por ser el de mayor difusión. Me permito tutearte porque prefiero que también me tuteen. Un saludo.
Te agradezco que hayas revisado mis publicaciones y comprendido mejor mi punto de vista. Me disculpo si he incurrido en algún brochazo. Respecto al consejo, sé dónde están los límites sobre lo que puedo y debo publicar. Mientras no sean descalificaciones ad hominen que se traducen en calumnias o injurias, la libertad de expresión ampara cualquier exabrupto. No soy dado a ellos, pero sí me gusta opinar libremente y sin cortapisas. Si hay algo que valoro de mi profesión (funcionario de carrera) por encima de todo es la libertad que tengo para decir lo que quiera sin miedo a las consecuencias. Sé de primera mano que en la empresa privada no se tolera este tipo de comportamiento o «libertad», trabajé antes de hacerme funcionario en lo privado, de hecho, esa fue una de las razones por las que oposité. De otro modo, en un colectivo que me parece insolidario y acomodaticio (llevo 18 años ejerciendo y puedo afirmarlo categóricamente), me parece tristísimo que no alcemos más la voz nosotros que tenemos un poder tremendo y acatamos como normales leyes absurdas, pero ya digo que no somos el mejor ejemplo reivindicativo. La información que pueda conseguirse de mis redes es básicamente mis gustos, opiniones, e-mail y teléfono. Como habrás podido comprobar no soy dado a publicar fotos personales, salvo aquellas en las que me etiqueten que, por fortuna, no son muchas. Saludos.
Es cierto que mediáticamente djkovic ha sufrido varias exageraciones sobre opiniones o comportamientos que no han sido tal cual los presenta la prensa. En el caso de Australia estoy de acuerdo que probablemente el que menos culpa tuvo fue el propio jugador,ahora bien Dani creo que pecas un poco de Fanboy de Djokovic.
La secuencia que describes sobre Simone Biles es tal cual la describes, lo que no quiere decir que ( teniendo razón) pecase de presuntuoso. Ante la pregunta dice que un deportista de alto nivel sabe que tiene que lidiar con la presión y que él está preparado para hacerlo. Esa declaración la dice en el contexto en que todo el mundo está al tanto y expectante de que una estrella mundial de la gimnasia acaba de retirarse de varias pruebas. Poco después como si de karma se tratase tiene unas de las actuaciones más lamentables que le recuerdo perdiendo la posibilidad de jugar una final de jjoo contra un rival claramente inferior e incapaz siquiera de lograr un bronce. Meses después pierde la final del usa open con gestos impropios de un gran campeón,rompiendo raquetas y demás parafernalia. Es decir le superó claramente la presión de la que presumía controlar.
En mi opinión,y creo ser objetivo porque no me cae mal djkovic y me parece un increíble jugador,se equivocó mucho más que en Australia cuando organizó aquel ridículo torneo del Adriá en Croacia en aquel contexto de miles de muertos por covid diarios.
Debería haber tomado nota y ser un poco más inteligente en sus decisiones futuras más allá de que por supuesto ha sido un chivo espiratorio de la política australiana.
Te contesto con el mismo argumento que a la gente que opina que a Djokovic le superó la presión: confundís presión con temperamento. He jugado al tenis a cierto nivel y aunque no sea equiparable sé de lo que hablo, porque a otra escala se dan las mismas situaciones. ¿Cómo le va a superar la presión a un tipo que gana 3 de 4 GS en un año y se queda a las puertas en el cuarto, viniendo el año previo de ser injusta aunque legalmente expulsado del Us Open, y de no poder sumar otro GS en Wimbledon por cancelarse por el Covid, y luego ser vapuleado por Nadal en octubre en Roland Garros? ¿De verdad después de esos contratiempos y su desempeño en 2021 aún tenéis el cuajo de confundir el culo (presión) con las témporas (temperamento)?
Y qué tendrá que ver el 2020 con el final del 2021?
Saber gestionar bien la presión normalmente como hace el serbio no hace que seas infalible ( que se lo pregunten a un especialista como Nadal tras la separación de sus padres sino).
Acaso te parece mínimamente normal lo que le pasó a Djokovic en los jjoo siendo incapaz de ganar una medalla en individuales o dobles cuando lo tenía todo de cara? Por qué crees que no lo logró sino por un mala gestión de la presión?.
Él quería ( así lo aseguró) ganar el gold slam porque sabía que sería algo histórico,pero le pudo la presión y fracasó,esa es la realidad. Nada que ver con el temperamento,nada.
El el us open se le vio totalmente superado con continuos aspavientos y su imagen totalmente deshecho llorando debajo de la toalla. Una imagen de un hombre roto. Qué tendrá que ver con el temperamento eso? No, era una persona superada por los acontecimientos, claramente.
Su año fue fantástico,pero sus últimos meses se metió una presión que no supo gestionar como sí ha hecho otras veces, esa es la realidad.
En completo desacuerdo, sigues confundiendo los términos. En los JJOO y Us Open la temporada ya se encontraba en su recta final en cuanto a los objetivos que se había marcado, y físicamente andaba muy justo, por eso tardó 50 días en reaparecer en París Bercy. Ya quisieran manejar la presión los tenistas ganando 3 de 4 GS y llegando a la final del último. En los JJOO cuando perdió con Zverev teniendo el partido controlado, ya se la sudaba la medalla de bronce. Te recuerdo que también jugaba dobles y llevaba una temporada muy exigente a nivel físico, lo que unido a las condiciones climáticas de Tokio hizo que rindiera contra el alemán y se viniera abajo, pero fue un bajón más físico que mental, que también tiene su lógica, porque Zverev se puso en modo máquina y jugó un partidazo. Las lágrimas del Us Open obedecen a la frustración e impotencia de no haber podido completar el objetivo de ganar los 4GS y los JJOO, fruto de la altísima exigencia que se autoimpuso. Para hablar de manejo de la presión, mírate cómo le remonta en el Us Open a Federer la semifinal de 2011 con 2 bolas de partido en contra, o la de Wimbledon 2019 con otras dos bolas de partido en contra, o la final de Australia contra Nadal en 2012, la más larga de la historia de la era abierta (casi 6 horas), en la que le supera con 2-4 y 15-30 abajo en el quinto set.
Vaya, ahora ya aparecen otros factores como » bajón físico», frustración» » altísima autoexigencia» etc ,dónde queda el temperamento en esas derrotas Dani?
Vamos a analizar con detalle,como a ti te gusta, paso a paso lo que sucedió:
-Djkovic llega a los jjoo como indiscutible máximo favorito, había ganado los 3 grande slam,llevaba 22 victorias seguidas y encima no acudieron ni Federer ni Nadal a la cita olímpica.
-En las entrevistas siempre dice que el lucha por ser el mejor de la historia y sabía perfectamente que ganando un oro olímpico y los 4 grand slam no habría ninguna discusión. Con todo a favor jugó una final contra zeverer en la que empezó ganando 1-6 y en el segundo set con 2-3 a su favor incomprensible empezó a perder todos los juegos en una desconexión del partido increíble. Perdió 10 de los 11 últimos juegos y finalmente quedó 1-6 6-3 6-1.
-Al acabar el partido le preguntaron si había perdido por un bajón físico o mental y el respondió textualmente»otra pregunta».
-Después le preguntaron si se recuperaría para luchar por el bronce y dijo que se sentía fatal,pero que esperaba recuperarse para ganar un medalla para su país ( quizás no se la sudaba la medalla de bronce como afirmas tan tajantemente…)
-Vayamos al partido de la medalla de bronce. Juega contra Pablo Carreño. No quiero desmerecer al español,pero djkovic debería ganar con la gorra a tres set a ese jugador. Bien, resultado del partido: 4-6 7-6 6- 3, es decir volvió a empezar ganando y con todo a favor se desconectó del partido. Por cierto, curioso 2 raquetas rompió en un partido que » se la sudaba».
– Final de US open. Sabe que si gana habrá completado una temporada historica con el grand slam. Sin embargo pierde y quizás como nunca antes,se le ve gestos de estar superado por la situación. Puedes revisar el partido y como profesor me parece un buen ejemplo para enseñar a los niños sobre cómo no saber gestionar la presión. Se puede perder,pero hay que saber perder.
Hay que venir con los deberes hechos Dani.
Si es Djokovic, no hay objetividad. Mucha palabrería pero en el fondo es puro forofismo del profesor.
Se puede perder como McEnroe, Connors y Djokovic o como Sampras, Wilander y Nadal, por contraponer modelos antagónicos. ¿Convierte ello a los primeros en peores tenistas? Al final lo reducimos todo a la «ejemplaridad», signifique eso lo que signifique, y la dictadura de lo políticamente correcto. Si todos fueran iguales menudo coñazo, sería un rebaño, aunque al paso que va la humanidad con las redes sociales no me extraña nada ya que no se tolere la disidencia o salirte del patrón establecido.
Una precisión: el Open de Australia no se considera torneo de las asociaciones ATP ni WTA, sino de la ITF (Federación Internacional de Tenis). Otra cosa es que de los resultados obtenidos en este se obtengan puntos para el ranking de aquellas.
El que sí formaba parte de la ATP fue el torneo anterior al AO, que Nadal también ganó.
Magnífico y certero artículo.
No sé si se ha comentado ya, pero Roberto Bautista llegó a semifinales de Wimbledon 2019.
Números aparte, yo no he visto en casi 40 años JUGAR como el hamijo Federer; Djoker y Nadal terminarán probablemente con más Gs y tal, pero lo de FedEx se me antoja inalcanzable; poesía pura, aunque suene a cliché.
No me extraña que sea el tenista con más fans del planeta.
Pues sí, ahí ya es cuestión de gustos, pero que Djoko y Nadal los superaron es también algo que hay que reconocer…
No hay gente más cansina y arrogante que los aficionados al tenis. Deporte de ricos, modestia la justa.
Eso es una estupidez… y lo sabes.
Mira, en el polideportivo Monteolivete, de Valencia, donde juego a veces, la hora de tenis cuesta 5,45 €, no es preciso pagar nada más, no hay ninguna cuota mensual o anual, sólo hay que estar registrado , gratis, para reservar.
Suma a esto la equipación, el material – una buena raqueta no cuesta más de 150 € – , y verás como no es tanto.
Nada que comparar con la elegancia y el saber estar de los aficionados al fútbol, por ejemplo…
Federer es el más elegante y probablemente el más técnico de todos los tiempos lo que no quiere decir que haya sido el mejor tenista.
Otros jugadores con intangibles (mentalidad, ambición, afán de superación etc) pueden suplir la diferencia técnica y ser mejor jugador. Eso es lo que ha sucedido con Nadal y Federer.
Alguien dice que Federer ganó 13 títulos antes de Nadal en su mejor momento,pero eso tiene otra lectura: los ganó contra hewitt,Ferrero,nabaldian etc. Bueno jugadores,pero no fenómenos.
Sin embargo Nadal ganó sus 21 títulos primero contra la mejor versión de Federer ( Nadal 20 años Federer 26 años) y contra la mejor versión de Djokovic ( de 2011 en adelante).
Djkovic nunca superó a Federer en su esplendor sino a partir de 2011 cuando Federer tenía ya 30 años. Son datos que no se suelen tener en cuenta.
En la vida , como en el deporte tener el mejor talento no significa ser el mejor. Y sobran ejemplos en cualquier deporte que lo confirman.
Hombre, Roger a partir de 2011 y hasta 2017 gana 4 GS. No diría que eso es esplendor pero desde luego si este se rebajó fue porque tuvo que lidiar con 2 monstruos y no con muy buenos jugadores pero no cracks como antes de la irrupción del serbio.
Derkati se es el verbo que necesitas en serbio, Dani.
Muy sano y así lo hago junto al sexo con mujeres. Para aliviar tu represión te recomiendo jebi svoju majku, en serbio (y en serio), por no cambiar de idioma.
To svaki veceru sa tvojom već radim.
Didn’t translate LOL.
Ttorokyy nescofin asx dert plomex guyewere, HA, HA, HAAAAAA!!!
Entiendo que me estás dando entonces la razón sobre el motivo por el que descartaría a Federer de la carrera no?
Federer a partir de 2011 ganó pocos grand slam primero porque se encontró con dos cracks y segundo porque ya tenía 30 años. Tuvo 10 años para poder ganar más gran slam de los que ganó sin Nadal y Djokovic y nos los aprovechó en su mejor momento y con una competencia de menos nivel ( cualitativa que no cuantitativamente).
Claro que lo descarto, la pugna está entre Nadal y Djokovic. Lo que insinuaba es que Djokovic también se enfrentó a un gran Federer de 2011 a 2016, quizá no tanto como Nadal que lo pilló en su época de mayor esplendor hasta que empezó a tomarle la medida. Por tanto, veo equiparable la comparación de que Nadal se enfrentó a 2 monstruos en plenitud, como el serbio. Luego podemos poner los paños calientes que queramos (separación de los padres de Nadla, problemas físicos, desconexión de año y medio de Djokovic por la paz y el amor de Pepe Imaz y alguna lesión, eliminación injusta aunque legal del US Open 2020, no celebración de Wimbledon 2020 del que era vigente campeón y la expulsión injusta y política del AO 2021). Si lo del español son imponderables, los de Noval no le van a la zaga, así que centrémonos exclusivamente en los logros tenísticos sin atenuantes de ningún otro tipo que son gajes del oficio y forman parte de las características físicas y mentales de cada cual.
Djokovic ha ganado 10 GS después de los 30 años, Nadal 7, nada mal, ¿no?
Desde 2011 ha ganado 4 GS. De 2011 hasta finales de 2016 solo 1. Tres si se incluye 2017 y el cuarto en 2018
Gracias Guillermo, es un placer leerte como siempre, especialmente después de un GS de tenis. Varias puntualizaciones:
-Djkovic, como buen serbio (sólo el 46 por ciento de la población serbia se ha vacunado) es reacio a pasar por el aro, es evidente, al igual que viaja a Australia porque al torneo le interesa su presencia y mira para otro lado. Viaja porque sabe, o le aseguran, que puede jugar el torneo sin vacunarse. Pero cuando el problema pasa a ser político se le va de las manos. Una vez más, su prepotencia le juega una mala pasada. No obstante, nadie se ha preguntado cómo lo expulsan del US Open en 2020 por un supuesto pelotazo que, siendo un gesto deplorable, tampoco era tan exagerado. Y a Medvedev le permiten abusar verbalmente e insultar a un juez de silla, y nadie se plantea si eso es merecedor o no de ser expulsado.
-Creo que eres un poco injusto con el ruso tenísticamente hablando, aunque aciertas de pleno en culparlo de su derrota porque pierde al enfrentarse al público en vez de seguir jugando el partido. Desde el gestito del aplauso baja su nivel y ya no puede contra la bestia competitiva que tenía en frente, que huele la sangre. El ruso es un jugadorazo que lo devuelve todo y aguanta la presión, pero es que el partidazo de Nadal en los cuatro últimos sets es espectacular. Lo que le falló a Rafa fue el saque. Medvedev ganará 5 o 6 GS.
-Nadal es de otro mundo, y debe ser considerado el GOAT porque ese puesto debe ser para el que gane más GS. Es el parámetro. Ni MC, ni JJOO, ni Copa Davis, ni el ranking. El que gane más GS es el mejor, y encima Nadal se ha llevado el segundo AO que el tenis le debía después de dos finales increíbles perdidas en el quinto set y la mala fortuna que tuvo contra Wawrinka. Se agotan los calificativos, porque se los merece todos. Es probablemente la remontada más legendaria de la historia del tenis, el juego de Rafa ha sido galáctico, y todo esto viniendo desde la inactividad y teniendo los problemas que tienen nos trasladan a la épica.
Pero para ser justos hay que reconocer que Rafa ha sabido jugar con condicionantes psicológicos más allá de la competitividad y la mentalidad ganadora. Tras el tie-break que le gana a Maranino se metió diez minutos en el vestuario y ahí le quebró la cabeza al francés, al que claramente se pudo ver asumiendo en su silla que si no había ganado a Rafa aquel set, rozando la perfección, iba a ser imposible ganarle el partido. Y también es cierto que supo jugar con la cabeza de Shapovalov, al que desquició. No se puede poner en duda el golpe de calor, pero Rafa sabe jugar con estas cosas, sabe jugar ‘otros partidos’ dentro del partido (el serbio también lo hace) y sabe quitarse presión en las declaraciones, todo lo contrario que Djokovic. Los dos están dando la vida por sumar Grand Slams, pero Rafa lo disimula y la gente le cree, mientras que el serbio se envalentona y se perjudica él solito. A nadie le gustan los ambiciosos, y en el tenis menos.
Un comentario muy bueno y acertado
Para nada. Es un comentario típico de personas que pasan a gusto por todos los aros que les imponga el «establishment» con tal de conseguir sus objetivos. Dice que Rafa quiere ganar todos los GS pero lo disimula y la gente lo cree. Serán muy ingenuos si lo hacen porque yo de este mozo nunca me he creído nada, se le nota a la legua que es un falso como lo son millones y millones en este mundo. Luego resulta que cuando alguien como Medvedev se alza para protestar enérgicamente en busca de justicia, justicia que esos jueces no imparten en la pista, contemporizando y «haciéndose los suecos», pues entonces ese alguien «ha sacado los pies del tiesto», «se ha pegado un tiro en el pie» y hasta se ha permitido «abusar verbalmente e insultar a un juez de silla» con lo que sumado al hecho de haber tenido la osadía de poner al público (parte de él diría yo, a la que considero una horda criminal) en su contra, pues se merece ya todo lo peor. ¿Saben? Me cae bien Medvedev. Sí, porque aún mantiene la inocencia de que cualquier ser humano tiene el derecho de alzar la voz exigiendo un trato justo. ¿O es que acaso no era injusto que el papá de Tsitsipás le estuviera soplando todo el rato instrucciones a su retoño sin recibir avisos de ese magnífico juez? Me caen bien los que devuelven las coces que reciben y no se quedan callados, reprimiendo esa bilis para descargarla quizá más tarde, sobre alguien que no lo merezca. Y no me gustan nada, nada, los que como algunos aquí, abogan por el sometimiento del individuo a los dictados arbitrarios del sistema, de “los que mandan”, a poner buena cara cuando te la están inflando a hostias. A ver si al final, resultará que Shapovalov no iba tan desencaminado en sus opiniones sobre los corruptos.
Y no puede ser que lo realmente revolucionario por extraño y contracorriente sea precisamente ser educado y tener buen comportamiento?
Viendo que la generalidad son los comportamientos infantiles de los kyrgios,shaparov,Djokovic,medeverer, etc etc a lo mejor empezamos a darnos cuenta que lo meritorio es mantener las formas y no lo contrario.La rara Avis del deporte son Nadal y Federer no los otros.
Pero los tiempos sin otros y ahora está de moda ir de perdonavidas por la vida.
En el caso concreto de shaparov llamó corrupto a un árbitro sin sentido porque Nadal estaba cumpliendo con el tiempo legal para sacar. En otro deporte le habrían expulsado al momento.
¿Extraño y a contracorriente ser educado y tener buen comportamiento? Más bien creo que esa es la norma general de la que por cierto, se aprovechan demasiados buitres para abusar con gran jolgorio de tantísima gente educada. Además, no creo que sea tener buen comportamiento el no oponerse con firmeza cuando algo injusto está aconteciendo, venga de donde venga, Se tiende a penalizar a las personas que, ya sea por su escasa educación, poca relevancia social o complejos de inferioridad, no saben mantener la sangre fría ante los abusos de otros más taimados, esos que «guardan las formas» mientras joroban al personal todo lo que pueden; como resultado, esas personas «pierden la compostura» y con los nervios desatados, pueden adoptar actitudes violentas contra sus educados agresores y es entonces, cuando las gentes de orden, vienen a concluir en que al tomar esa opción violenta, esas personas dejan de tener la razón. Sería algo así como si alguien yendo por la calle y viendo que un matón de 100 kilos agarra por el pescuezo a un niño de 10 años, lo tira al suelo y le pone una bota en el cuello con la intención de sofocarle y viendo que el chiquillo coge un vidrio roto del suelo para propinar cortes al energúmeno que le está asfixiando, entonces y solo entonces, ese viandante exclama escandalizado: “¡Eso no, chico, que con eso estás perdiendo toda la razón que pudieras haber tenido! ¡¡Ante todo las formas!! “
Creo que confundes churras con merinas. Mira que admiro a Nadal, pero eso no me ciega. Y por eso comento lo que pasó contra el francés y el canadiense, porque Rafa también ha sabido jugar al otro tenis y ha tirado de su experiencia o de ‘ser más perro’ para ganar partidos. Si a Shapovalov no le hace perder los nervios (aunque el canadiente solo se basta para descentrarse), seguramente Nadal habría perdido ese partido porque en el cuarto set estaba superado, por tenis.
Si a Djokovic lo echaron del UO, a Medvedev lo debieron echar del AO. Y en cuanto a su valentía para enfrentarse al público hablando del serbio y haciendo gestitos porque no le aplaudían, lo único que demostró el ruso fue inmadurez, al perjudicarse él mismo. Se puso a jugar contra Nadal y contra todo el estadio y perdió la concentración. Pero es tan bueno que incluso así estuvo a punto de ganar.
Nadal es un maestro del marketing y del trato con los medios. Si es honesto o no, no lo juzgo, a lo mejor no, que yo sepa es deportista y no un político, pero lo hace bien porque gana (que es su prioridad número uno), la gente le aplaude y la sociedad lo admira. Se quita presión, le compran el discurso si pierde y si gana sale con oreja y rabo. No se mete en charcos. Todo lo contrario que el serbio, que nota en la cancha los problemas que él mismo se genera por sus actitudes y declaraciones. ¿Quién es más inteligente? De momento, Nadal ya tiene 21 GS.
Es tal cual como lo dices Paquito.
Esta respuesta vale para maestro ciruela y para Dani que hablaba en comentarios anteriores de la educación.
En esta sociedad hay mucho imitador de baudelaire o pero aún, imitadores de Pérez Reverte que no se dan cuenta que son un cliché,que van de revolucionarios y únicamente son protestones de sofá.
Hay una frase que me encanta:. » viendo tus formas no me interesan tus fines».
¡Vaya par de integrados, usted y Paquito, que podrían transitar cogidos del bracete por la senda de la vida! No saben hasta qué punto se han retratado con sus comentarios, en especial estos últimos. Nadal no tiene por qué ser honesto ya que solo es un deportista, no un político «pero lo hace bien porque gana (que es su prioridad número uno), la gente le aplaude y la sociedad lo admira. Se quita presión, le compran el discurso si pierde y si gana sale con oreja y rabo. No se mete en charcos». Pero es que yo y los que son como yo, no le compramos el discurso a Nadal ni a nadie como él, porque sabemos que MIENTEN. Claro que si para Paquito, ser inteligente es sinónimo de zorrería, disimulo y dos caras o las que hagan falta para ganar, que parece ser es lo único que cuenta para los que no son protestones de sofá, pues ya está todo dicho.
Quisiera aclarar que estas consideraciones no parten de animadversión alguna contra Rafael Nadal. Me alegró muchísimo que ganara el torneo y verle tan feliz cuando alzaba la copa, contribuyó a mi propia felicidad; soy así de empático. Además, le deseo lo mejor en la vida en todos los ámbitos, como por otra parte lo hago con el resto de la humanidad, incluyendo a Medvedev. Toda esta filípica ha sido consecuencia de los comentarios contra el ruso, del que hace menos de un año no sabía casi nada y al que solo he visto jugar dos veces, lo que viene a demostrar que la vertiente deportiva de este artículo es lo que menos me ha interesado, obviamente.
Claro, y con sólo dos partidos vistos de Medvedev ya tienes clarísimo que es un símbolo de la lucha contra la injusticia y Nadal es un tramposo y un hipócrita. Dictas sentencia desde tu poltrona de dignidad y ética a la que tú mismo te has subido. Enhorabuena.
Muchas gracias, Paquito. Y ahora perdone que no siga porque se podría decir que ya está todo el pescado vendido.
Aun a riesgo de pecar de inmodestia (según baremos de algunos hipócritas que corren por aquí) habría que reconocer que a la luz de los últimos acontecimientos sobre Nadal y el régimen saudí, se puede llegar a la conclusión de que mantener el disimulo siempre y de manera impecable, es muy. muy difícil y tarde o temprano se te ven las costuras sobre todo cuando dejas que la codicia extrema guie tus decisiones. Después de todo, parece que Nadal tiene otras prioridades diferentes a las de ser un buen muchacho, idealista y solidario con tanto desfavorecido como se encuentra en los países islámicos. Pero bueno, eso ya lo dejé entrever en mis comentarios anteriores aunque me gustaría hacer constar que el mundo está lleno de gente así y muchos que están muy por encima de Nadal en la infamia, ahí siguen tan frescos gobernando países y estrechando lazos con miserables como ellos. Teniendo esto en cuenta , ¿por qué se debería tirar la primera piedra sobre este muchacho? Primero que caigan las cabezas de los que están mucho más arriba y conforme vayan rodando, se vaya bajando el nivel hasta que nos toque el turno a todos. A todos los que nos hayamos portado mal, desde luego, que seguramente vamos a ser la mayoría aunque solo haya sido una vez y con algo de poco calado.
La remontada es de las más épicas, sin duda, pero eso de que es la más épica, quizá otra vez nos nubla el patriotismo, porque Djokovic le levantó en Wimbledon 2 match points con 40-15 a Federer en la final, y en el Us Open 2011 en la semifinal, y la final de Australia 2012 a Nadal la levanta con 2-4 15-30 en el quinto. No es cuestión de ser fanboy ni gilipolleces por el estilo, sino de exponer hechos y que cada uno opine. Para quien siga creyendo que soy un Nolista anti Nadalista, le sugiero que lea la carta que me publicó El País ayer martes 1 de febrero (periódico que por cierto me suele publicar sobre diversos temas, llevaré más de 60 cartas publicadas en 15 años). En el enlace están todas las cartas de ese día, la mía es la tercera.
https://elpais.com/opinion/2022-02-01/hablamos-de-ciencia-no-de-creencia.html
Si vas a la estadística pura, es posible que tengas razón. Pero hay que tener en cuenta que la presión que tuvo que soportar Nadal fue inhumana. Jugar para ser el mejor tenista de la historia debe ser una pasada, con todo el deporte mundial pendiente de ti (no era una final de GS más) y ni el propio Djokovic pudo soportar esa presión en New York, encajando un 3-0 para acabar llorando en público como un adolescente. Lágrimas de frustración y de impotencia por la tensión y la presión enorme que tuvo que soportar (en parte autoimpuesta). Yo no me creí el cuento ese del cariño del público.
Nadal no es sólo que remonta 2 sets contra un robot, es que sacando 5-4 para hacer historia, en el torneo que posiblemente más ganas tenía de ganar (por frustraciones pasadas y porque el double career legitima su carrera y le pone por encima de la condición de arcillero que sus detractores le atribuyen) pierde su saque y eso habría hundido a cualquiera. Él mismo ha reconocido que en ese momento recordó las finales del 12 y el 17, perdidas tras ir break arriba en el quinto set. Y con todo y con eso le rompe el saque a Medvedev, que incluso hace un ace, y remata. Por eso es la mejor remontada de la historia, más allá del 0-40 con 2-3 del tercer set, que también hay que recordarlo, porque el ruso lo tuvo en la mano. Lo mismo, pero al revés, le pasó a Nadal con Tsisipas el año pasado. No lo mató en el tercer set, le dejó llegar al tie-break y se le fue el partido.
Recuerdo un tallo cojonudo, un calvo holandés, cuando perdió la final de RG 03 con Ferrero. No se supo más. Si por algún casual, hubiera ganado ese GS, según tú parámetro, habría acabado siendo mejor tenista que, por ejemplo, David Nalbandian. Que barbaridad.
Creo mucho más relevante la diferencia abrumadora de semanas de número 1 entre Djokovic/Federer y Nadal, que la de 1 GS de éste sobre ellos.
Martin Verkerk. Luego dijo que abandonó el tenis porque le gustaban el vino y las mujeres. Por no hablar de Thomas Johansson, ¿alguien, más allá de los muy aficionados, recuerda que ganó el Open de Australia en 2002?
Pues según Paquito, Johansson ha sido mejor tenista que Ferrer.
Eso cuéntaselo al serbio, que está perdiendo los papeles porque sabe mejor que nadie que el GOAT del tenis se decide por los GS. Sobre todo porque los tres han coincidido en la misma época, y va a ser ese el parámetro. En el relato anti-Nadal se insistía en que no ganaba lo suficiente fuera de arcilla, y resulta que dos de sus últimos tres GS han sido UO y AO. Si ya encima adelanta a los otros dos… Y viene París, el 22 en el horizonte. Nadal gana en París y llegaría a Londres y NY como en tren-bala. El serbio que se vacune y que se calme.
Cada deporte tiene su criterio para valorar los torneos más importantes, en el fútbol son los campeonatos del mundo y en el triatlón los jjoo. Pueden parecer más o menos justos,pero se basan fundamentalmente en la historia de ese deporte en concreto.
El tenis es parecido al ciclismo. El título más valorado son más grandes vueltas por etapas ( giro de italia,vuelta a España y tour de Francia, especialmente este último). Por supuesto hay otros criterios importantes como las clásicas, las vueltas de una semana o las semanas como número uno. Pero no creo que ningún ganador del tour de Francia cambiase su título por ser número uno del mundo a final de año o ganar un par de clásicas o campeonatos del mundo. Es decir jalabert o Valverde ( ejemplos de ciclistas que acabaron como número uno del ranking mundial) seguro q lo cambiarían por ganar los dos tours de su compatriota fignon o el de Perico respectivamente.
En el tenis pasa igual, hasta la llegada del Big three sampras era considerado el mejor tenista de la historia y lo era básicamente porque había ganado 14 grand slam.
No creo que mucha se gente se acuerde de cuántas veces fue número uno ivan lend,agassi,mcenroe o bjorg,sin embargo todo el mundo sabe los grand slam que ganaron.
Por cierto hay otra variable de la que se habla poco: está claro que la superficie favorita de djkovic es la pista dura,la de Nadal el polvo de ladrillo y Federer la hierba. Pues no deja de ser curioso que teniendo en cuenta que la pista dura representa más del 50% de los torneos ( con dos grand slam y la copa de maestros incluidos) Djkovic no tenga más títulos que el resto. La realidad es que debería tener más probabilidades porcentualmente de ganar títulos y aún así no ha logrado superarlos.
Se explica muy sencillamente: la pista dura es la que más iguala a los tenistas porque no es tan rápida como la hierba, para la que tienes que dominar el bote pronto y el slice, aparte de flexionar bien, ni tan lenta como la tierra, donde los efectos y el juego de fondo anulan casi por completo la ventaja de contar con un gran saque.
Dentro de 20 años Valverde será recordado como uno de los mejores deportistas españoles de siempre. Alguien se va a acordar de Óscar Pereiro? Pues eso.
Valverde no es un buen ejemplo pq él si ganó una gran vuelta de 3 semanas (una vuelta a España). Habría que compararlo con otros que no ganaron grandes vueltas, aún así creo q él cambiaría su carrera por el tour de Perico ,el de Ocaña, bahamontes,incluso el se sastre. Lo de Pereiro fue una excepción y aún así tengo mis dudas si no habría cambiado todo por ese tour. Seguro q Pereiro no lo cambia.
Pues eso
A pesar de todos los contables de tenis, siempre habrá gente como yo que piense que Federer ha sido el mejor. Lo siento, entre vuestros números y mis ojos, me quedo con lo que me dicen mis ojos.