Esta ha sido una semana para conocer al rey del exceso, al gran capo mafioso de la Gürtel, al monument man de Carabanchel, y para compensar, también a los hermanos Calatrava. Todo en este resumen semanal Jot Down News, nuestra revista artículo por artículo, sección por sección, para que no te pierdas nada.
Historia
Con diecinueve años, y recién heredada la inmensa fortuna paterna, todos auguraban que Howard Hughes Jr. la dilapidaría. Al fin y al cabo le habían criado en una familia de moral sexual relajada. Su padre, gracias al dinero ganado con el negocio petrolero texano, pudo permitirse casi cualquier capricho sexual. Manifestando su preferencia por niñas de trece años. La influencia de su madre no fue mucho mejor: le metió en su propia cama para masturbarle cada noche como tratamiento contra la homosexualidad. Él era, en definitiva, «Howard Hughes, rey del exceso». Por E. J. Rodríguez.
Uno de los trescientos cuarenta y cinco hombres y mujeres de catorce nacionalidades que se dedicaron a recuperar obras de arte expoliadas por los nazis está enterrado en Carabanchel. Concretamente, en el cementerio británico, al que caracterizan sus panteones y lápidas, el estilo neoegipcio, o esculturas como la de una excalibur en la piedra sobre un hombre llamado Arthur. Este monument man fue Albert Sheldon Pennoyer. La primera parte de su historia, la de un estudiante de arquitectura que eligió los pinceles para convertirse en pintor mediocre. «Nazis, cocido, bolsos de moda y los Monuments Men en Carabanchel (I)».
Su historia continúa aquí, cuando sus cuadros consiguen alcanzar cierta presencia en la sociedad española. De hecho es uno de esos extranjeros enamorados del país. Seguir sus pasos es algo más complicado, a medias entre la hipótesis y la pista histórica, y en un puzle de lugares y rincones madrileños. Antes de ser enterrado le daría tiempo a convertirse en fotógrafo para inmortalizar esas obras de arte que sobrevivieron a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. «Nazis, cocido, bolsos de moda y los Monuments Men en Carabanchel (y II)». Por Juanma del Olmo Piera.
Hay una ruta de la plata subterránea que cruza España desde el norte de Huelva hasta Cartagena. A lo largo de su recorrido se encuentran minas de oro romanas, minas de carbón y de plomo, y edificios diseñados por Gustave Eiffel, sí, el de la torre de París. Y en el exterior del recorrido cosas como la relación entre la calidad del jamón y la depresión posindustrial de las zonas mineras. «Bajo el camino del óxido». Por Antonio Villarreal.
Estrenos
Dexter: New Blood recupera, diez años después, al asesino en serie más limpio de la pequeña pantalla para trasladar sus crímenes del Miami original a un pueblo imaginario en el norte del estado de Nueva York. El motivo de esta secuela responde en parte a que a casi nadie le gustó el final de la serie original. El nuevo Dexter tiene una muy trabajada imagen de señor afable, e interactúa todos los días con el fantasma de su hermana asesinada. Y no mata. O al menos no lo hace hasta ese día que ya no puede contenerse más. «Vuelve el Pasajero Oscuro de Dexter». Por Claudia Lorenzo.
Política y economía
Don Vito, el capo del barrio, en realidad se llamaba Francisco Correa y habitaba la España de 2003. Pero como corresponde a un mafioso desayunaba tostadas en Serrano 48, como los Al Capone, Corleones y Santoros del cine. Suites de lujo, zapatos exclusivos, y la Gürtel para parasitar el corazón del Estado. Además de un reservado en que repartir fajos de billetes y traficar favores con alcaldes corruptos del PP, consejeros de la Comunidad, concejales de aquí y de allá. Aquella geografía, la de la «Gürteland». Por Alberto Rojas.
Entrevistas
El humor de los Hermanos Calatrava era totalmente popular. Dobles sentidos y parodias que desdramatizaban la solemnidad con la que se presentaba la cultura pop de la segunda mitad del siglo XX. Así se convirtieron en el Guapo y el Feo de la canción española. Repasan su trayectoria, iniciada en los años 50, en esta conversación a cuatro. «Nuestro humor lo han creado los payasos, somos payasos con cara limpia». Por Álvaro Corazón Rural y Hernán Migoya Martínez. Con fotografías de Edu Bayer.
Cine y TV
Si con la madurez llega la sabiduría y el comedimiento, podemos asegurar sin temor a equivocarnos que a Jeremy Clarkson, presentador de Top Gear, le ha pasado al revés. Periodista y escritor, sus barbaridades han subido de tono con el tiempo. En su programa se ha metido con políticos, minusválidos, mexicanos, ecologistas o ciclistas, recibiendo cada grupo elogios mayores que el anterior. El repaso a todas sus barbaridades da para reír y avergonzarse a partes iguales. «La bronca de Jeremy Clarkson contra la asepsia». Por David Navarro.
Deportes
Si al fútbol le quitas relato, queda insulso. Lo entendieron bien los argentinos, que sobre este deporte escriben de pelotas. Aunque fuera un uruguayo, Horacio Quiroga, el primero en fundir fútbol y literatura de ficción. Remontó Roberto Fontanarrosa, dando inició a esa raza de escribidores que se acerca al asunto sin vergüenza y sin metáforas. Pero sobre todo remató Borges, a quien este deporte le horrorizaba y que solo vio medio partido en toda su vida. Pese a ello, escribió de fútbol. «Ese país que escribe de pelotas». Por Marcos Pereda.
Literatura
Sobre dos libros, Años salvajes, del periodista del New Yorker William Finnegan, y ¡Grabando!, del productor musical, técnico e ingeniero de sonido Mark Howard puede construirse un paralelismo. Uno donde se entremezclan la vida, los libros, las películas, y los sueños. El primero es la biografía de un surfista que rehúye la mística del surf, que mantuvo la afición en secreto por la mala fama que le daba, acuciado a ratos por el temor a estar perdiendo algún tren mientras sus compañeros adoptaban formas definidas de vida. El segundo las memorias de alguien que ha desarrollado su carrera junto a los Neville Brothers, Bob Dylan, Brian Eno, Iggy Pop, Red Hot Chili Peppers, o U2, entre otros. «Pillando olas: Años salvajes y ¡Grabando!». Por María José Furió.
Fotografía
El hedonismo no es para pobres ni la obra de los fotógrafos libertinos tampoco. Especialmente si se trata de Antoine d´Agata, grande entre los grandes: sexo, drogas, y endebles paredes de placer y miseria a punto de desmoronarse. «Miseria». Por Jesús Llaría.
Ciencias
Tercera entrega sobre las anomalías observadas en física de partículas que contradicen las predicciones del Modelo Estándar. (Primera y segunda parte previas). En este caso, centrados en el muón y la sospecha de que está violando la universalidad leptónica. Según la cual las tres familias de electrones —denominadas sabores— son idénticas, salvo en su masa. Los físicos intentan a toda costa tumbar esta idea, demostrando que los electrones no se comportan de manera idéntica. La base para defenderlo, los resultados del experimento LHCb. «¿Quién encargó esto? (y 3): Anomalías en física de sabor (esto no es un artículo sobre nueva cocina)». Por Juan José Gómez Cadenas y Avelino Vicente.
Filosofía
La época que se denomina el Gran Miedo es un período de la Revolución Francesa caracterizado por la quema de castillos. Los campesinos estaban especialmente empeñados en purificar con el fuego, para que este hiciera desaparecer los archivos que recogían sus obligaciones con el pago de tributos. Pero lo mejor de todo es que no empezó intencionadamente, sino por la mezcla de azar y hecho accidental. Un borracho, buscando bebida con una tea. Un barril de pólvora en la oscuridad. «Azar y fatalidad (I)». Por Pilar Enterría.
Encuestas
El lampreavismo es una forma de vida, un estado mental, una filosofía y, si me apuran, hasta una religión. O una forma de homenajear a la secundaria más grande del cine de Pedro Almodóvar. Estuvo en ¡Qué he hecho yo para merecer esto!, Mujeres al borde de un ataque de nervios, La flor de mi secreto, Volver… y alguna más. Solo hay que elegir. «¿Cuál es el papel más memorable de Chus Lampreave en las películas de Almodóvar?».
