Según algunos teólogos heterodoxos, no iría desencaminado Dalí cuando, en su Corpus Hypercubus, representó a Jesucristo clavado a una cruz tetradimensional (el desarrollo de un teseracto). Puesto que se supone que, tras su resurrección, Cristo ascendió al cielo en cuerpo y alma y allí permanece sentado a la diestra de Dios Padre, el cielo no puede ser un lugar meramente espiritual, ya que ha de alojar a un ente físico; mejor dicho, a dos, pues María también subió al cielo en cuerpo y alma (ambos acontecimientos, la ascensión de Jesús y la asunción de María, son dogmas de fe para el catolicismo). Y un lugar no meramente espiritual más allá de este mundo podría ser la cuarta dimensión. La Iglesia católica no se toma en serio la posibilidad de que el paraíso sea una 4-variedad topológica, pero tampoco ofrece ninguna explicación de la presencia de dos cuerpos humanos en un reino inmaterial.
Esta incoherencia no es la menor de las que hacen del catolicismo ortodoxo un relato delirante (como dice Robert Pirsig, el memorable autor de Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta: «Cuando una persona sufre un delirio, lo llaman locura; cuando muchas personas sufren un delirio, lo llaman religión»), cuya aceptación sin reservas supone un alarmante grado de disonancia cognitiva o modorra cerebral.
La razón del sueño
El discreto encanto —el encantamiento discontinuo— de la religión estriba, en buena medida, en su capacidad de trasladar a la vigilia la plasticidad mental propia de los sueños (de ahí los rituales adormecedores tan frecuentes en muchas religiones: salmodias, melopeyas, cánticos monocordes, rezos repetitivos, etc.). En este sentido, y aunque no aceptemos la abusiva interpretación de los sueños propuesta por Freud, algunas de sus nociones, como la de «fusión de contrarios», parecen especialmente adecuadas para explicar ciertos aspectos de la mentalidad religiosa. Pues la religión no solo toma de los sueños la idea de una vida incorpórea en otro nivel de realidad, sino también su discurso superrealista.
En los sueños todo es posible, y en sus dominios las cosas más incompatibles pueden coexistir e incluso llegar a confundirse. En el maleable universo onírico, puedes estar simultáneamente en varios lugares o participar en una acción mientras la observas desde fuera, o ser al mismo tiempo joven y viejo, hombre y mujer, víctima y verdugo… Todas las noches pasamos varias horas en el mundo de los sueños, y no es de extrañar que seamos tan sensibles a su discurso nebuloso. Un discurso que, convenientemente adaptado al mundo de la vigilia, puede convertirse en un eficaz instrumento de dominación, pues para quienes asumen la caótica lógica onírica nada es inaceptable: un Dios supuestamente justo y misericordioso puede infligir un castigo eterno a quienes incumplen sus mandamientos, y aunque ese Dios sea omnisciente y sepa de antemano todo lo que vamos a hacer, somos libres y plenamente responsables de nuestros actos.
Creer en el infierno, o pensar que la predestinación es compatible con el libre albedrío, no es menos absurdo que aceptar un silogismo como: «Todos los hombres son mortales, Sócrates es un hombre, luego Sócrates es inmortal». ¿Hay que concluir, pues, que los más de mil millones de católicos que hay en el mundo están locos? Solo en parte; lo que ocurre es que, afortunadamente, hay muy pocos creyentes absolutos y sin sombra de duda: la inmensa mayoría son «hombres de poca fe», como nos recuerdan los propios Evangelios. El pensamiento onírico que subyace a la devoción es un claro ejemplo de «pensamiento discreto», que sucumbe de forma intermitente al discontinuo encantamiento de una religión que alterna las proposiciones más razonables con los preceptos más irracionales. Proposiciones tan razonables como la fraternidad universal y preceptos tan irracionales como la prohibición del aborto, la eutanasia o la homosexualidad.
Quienes criminalizan el aborto, llegando incluso al extremo de considerarlo un asesinato, lo hacen desde el supuesto de que un feto es una persona de hecho y de derecho. Y atribuirle «personalidad» (condición de persona) a un embrión humano es tan insensato como pensar que las montañas y los ríos tienen consciencia. Un católico puede creer que Dios nos insufla un alma inmortal en el momento de la concepción y que el aborto es un pecado, una alteración de los designios divinos; pero no puede sostener, si no es desde el irracionalismo más obtuso, que un feto es una persona a la que se asesina al abortar. Al ser humano se lo define como animal racional, y la Iglesia acepta esta definición. Sin raciocinio no hay existencia psíquica propiamente dicha. Cogito ergo sum no es la máxima de un ateo, sino de un gran pensador cristiano.
Por la misma razón, desconectar a un enfermo terminal que desea poner fin a su calvario puede ser, para un creyente, una ofensa a un Dios que se reserva en exclusiva el derecho de dar y quitar la vida y de administrar el sufrimiento, pero no un asesinato. Un Dios arbitrario y cruel, dicho sea de paso; pero allá cada cual con sus creencias. Siempre, claro está, que esas creencias no intenten imponerse a los demás e invadir ámbitos extrarreligiosos, como el código penal o la deontología médica. ¿Qué pasaría si los testigos de Jehová, que no admiten los trasplantes de órganos ni las transfusiones de sangre, boicotearan activamente estas prácticas? ¿Y si piquetes de musulmanes impidieran el acceso a los locales donde se sirven bebidas alcohólicas?
Pensamiento enrevesado
En vano intentó Galileo que los jerarcas de la Iglesia contemplaran la Luna con su telescopio. Nuestro satélite, puesto por Dios en el cielo para mitigar la oscuridad nocturna, solo podía ser una esfera perfecta, y si un instrumento fabricado por el hombre mostraba protuberancias e irregularidades en su superficie, el instrumento se equivocaba. ¿Demencial? Por supuesto. Pero no seamos demasiado duros con nuestros antepasados: muchas personas, cuatro siglos después, evitan sistemáticamente contemplar lo que podría poner en entredicho sus creencias. En mayor o menor medida, todos lo hacemos a veces.
En ocasiones pensamos al revés: en lugar de reflexionar a partir de los datos objetivos para llegar a una conclusión, partimos de una conclusión preestablecida —es decir, de un prejuicio— para determinar si los datos objetivos son aceptables o no. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza; por lo tanto, los fósiles mienten y el evolucionismo es una falacia. La tortura es incompatible con la democracia; por lo tanto, puesto que vivimos en democracia, no hay tortura… Esta forma de pensamiento al revés («enrevesado» en estricto sentido etimológico) puede llegar a ser constitutiva de delito, como en el caso de la negación del Holocausto; pero a menudo sustenta creencias muy difundidas y supuestamente respetables.
Razón y fe
¿Son compatibles la razón y la fe? En teoría, sí. Hay creencias que, aunque estén más allá (o más acá) de la razón, no son necesariamente antirracionales. No se puede demostrar racionalmente la existencia de Dios, y ningún teólogo se toma ya en serio los cinco argumentos de Tomás de Aquino (por no hablar del argumento ontológico de Anselmo de Canterbury, que no pasa de ser un ingenioso juguete filosófico). Pero tampoco se puede demostrar racionalmente la inexistencia de Dios, sea lo que fuere. En principio, razón y fe no tienen por qué chocar, puesto que son trenes que marchan por distintos raíles.
Pero cuando la fe incurre en contradicciones flagrantes puede descarrilar e invadir el carril contrario, exigiéndole a la razón inverosímiles acrobacias para eludir el choque frontal. Se puede creer en un Dios omnisciente; pero no se puede afirmar que Dios lo sabe todo y acto seguido decir, por ejemplo, que no sabe leer. Un Dios a la vez omnisciente y analfabeto es una contradicción in terminis, y no lo es menos un Dios bondadoso capaz de infligir un castigo eterno: una monstruosa absurdidad que solo se explica en la medida en que es la única baza eficaz de la represión religiosa, pues, para que un castigo a infligir en un mundo intangible y sub specie aeternitatis sea disuasorio, tiene que ser infinito. Y por más que Juan Pablo II y luego Francisco intentaran quitarle hierro —y fuego— al concepto diciendo que el infierno «no es un lugar sino la situación de quien se aparta de Dios», sigue vigente, como dogma de fe, la noción de un castigo eterno. Si el estatuto topológico del cielo (¿4-dimensional?) y del infierno (¿0-dimensional?) es confuso, el concepto de «justicia divina» inherente a tal antítesis es tan perverso como delirante, y hoy como en la Edad Media para ser un católico ortodoxo hay que dejar de pensar. No en vano se llama «pastores» a los obispos y otros líderes religiosos.
San Anselmo tuvo el raro honor de proponer una demostración de la existencia de Dios a la que le falta un pelo para constituirse en la definición de «sucesor» matemático. Se abrió sin querer a una paradoja semántica que en el pasado tiene su eco en la demostración ecuclideana de que no existe «el mayor de todos los números primos». Por desgracia, era un fraile en lugar de un matemáticos y aunque pudo significar un salto en el tiempo de las matemáticas, los frailes no desarrollaron el concepto más allá de la metafísica y los matemáticos no le prestaron atención por ser una cosa de frailes.
Las cinco vías de Sto. Tomás no son de él, sino ecos de Platón y Aristóteles. El primero en disputar de modo claro las mismas fue Spinoza, otro teólogo metido a metafísico. Hurgando en la «Suma Teológica» se dio cuenta de que había un par de atributos pertenecientes a Dios que no «casaban» con los demás (los de infinitud temporal y eternidad). Ahí se abre a una anticipación de la noción de «dimensión» matemática que tampoco es cosa desarrollar aquí.
La religión es una p.m. en términos generales. Sin embargo, algunos conceptos que produjo el polígono industrial de frailes no hay que desdeñarlo. Había tipos comprometidos y listos. No quiero decir «listillos», es decir, jesuitas, sino personas que creían en Snoopy y, sin embargo, tenían ideas.
Hasta un reloj parado da dos veces la hora bien al día, sentencia que desde luego no aplicaría a algunos otros casos (como, por ejemplo, a Donald Trump).
Un placer volver a leerle. Hacía ya algún tiempo.
Gracias, Marco. La relación entre teología y matemáticas -en la medida en que ambas materias se ocupan de la infinitud y sus propiedades- es muy interesante. En el misterio de la Santísima Trinidad, sin ir más lejos, están latentes los transfinitos de Cantor.
«Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.»
Eso es un fragmento del Juramento Hipocrático original. Tiene más de 2000 años. El moderno es un mal chiste, atrasado, edulcorado ambiguo y diluido comparado con el original. Cualquiera que estudie ciencias de la salud, lo tiene que estudiar. Y sabe que no debe haber ciencia sin ética. Y que antes había más ética que ahora. Y que deberían ser dos caras de la misma moneda, como la electricidad y el magnetismo. Inseparables una de la otra, pero en la práctica no es así.
Me ponen los pelos de punta la ligereza y despersonalización con la que se tratan temas de alto pefil ético en medios de comunicación. Los abortos son una carnicería. Me gustaría que te pongan a vos a practicar algunos, a ver si te aguantas el baño de sangre.
Luego nadie está loco, ni nadie cuerdo. Y todos lo estamos al mismo tiempo. Cordura y locura son una dualidad y se superponen. Te lo puede decir cualquier psicólogo o Neurólogo o Psiquiatra o lo que fuere. «la normalidad» no existe. Es un ideal. Algo que estandarizamos artificialmente.
La religión es como el arte y la cultura. Es un aspecto humano. Hubo y habrá religión, mientras exista la humanidad. Así como habrá música y literatura.
Y por último y más importante, hubo y hay miles y miles de religiosos increíblemente inteligentes, y que hicieron enormes aportes a las artes y a las ciencias a la cultura y demás. La última frase del artículo es la cosa más estúpida que he leído jamás.
Jotdow es así. Tiene lo mejor y lo peor que he leído en internet al mismo tiempo. Es como la humanidad misma.
Yo estoy absolutamente en contra del aborto. Y no soy ningún religioso, ni católico ortodoxo ni nada. Y como yo hay muchos. No tiene nada que ver la religión.
La última frase del texto del señor Frabetti es «No en vano se llama «pastores» a los obispos y otros líderes religiosos». Sentencia que no tiene identidad propia porque hace referencia a un texto anterior. Para usted esta frase es la cosa más estúpida que ha leído jamás. ¿Nos explica por qué motivo? ¿Lee usted mucho?
Otra frase de las suyas: yo estoy absolutamente en contra del aborto. Y yo le pongo un ejemplo: feto con malformaciones y alto riesgo para la madre. ¿Está absolutamente en contra de que en ese caso haya un aborto?
Un último favor que le pido. Defínanos religión. Para estar seguros de qué es lo que nos quiere decir cuando usted la asocia de forma indeleble con la humanidad.
Gracias anticipadas.
Yo también estoy en contra del aborto, y considero que solo es admisible como mal menor. Pero tener un hijo no deseado es un mal mayor, para la madre y para el hijo. Y, por cierto, he tenido que practicar unos cuantos y, efectivamente, es muy desagradable.
¿Católicos inteligentes? He conocido muchos, y excelentes personas, además; pero ninguno de ellos creía en el infierno ni condenaba la homosexualidad ni la eutanasia; ni el aborto, bajo determinados supuestos. No confundas «religioso» ni «cristiano» con «católico ortodoxo»; este último, por definición, acepta todos los dogmas y mandamientos de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
“Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.” ¿Qué sentido tiene negarse a praticar abortos en la antigüedad, cuando simplemente la mujer podía parir el infante y abandonarlo o deshacerse de él lanzándolo por un barranco sin consecuencia alguna?
«Los abortos son una carnicería. Me gustaría que te pongan a vos a practicar algunos, a ver si te aguantas el baño de sangre.» Todo procedimiento que precise un bisturí es una carnicería…una liposucción es una carnicería, extraer un tumor es una carnicería, amputar es una carnicería…»Me gustaría que te pongan a vos a practicar algunos, a ver si te aguantas el baño de sangre.»
Dejar un infante en manos de los servicios sociales es una carnicería, dejarlos en manos de orfanatos es una carnicería, dejar un infante en manos de padres que no lo desean es una carnciería, dejarlos en manos de religiosos es una carnicería…etc…
Recuerdo hace muchos años, cuando se estaba realizando una modernización de mi ciudad, tuvieron que demoler un antiguo convento de monjas…en su patio hallaron tantos restos de niños de apenas horas de nacidos, faenados por religiosas y religiosos durante siglos en nombre de la fe cristiana…
Gracias, Jairo, por tu contundente alegato. Pero no olvidemos que desde la fe -y la ética- cristiana también se llevan a cabo admirables actos de solidaridad. Cuando las ideas, por buenas que sean, cristalizan en dogmas y dejan de fluir es cuando empiezan los problemas.
Yo también estoy en contra del aborto. Sobre todo si lo realizan en una trastienda con una aguja de tricotar. O si solo está al alcance de quien tiene dinero para irse al Londres como antaño.
También estoy en contra de la pena de muerte. Y sin embargo delante de cada condenado en un cadalso, delante de un pelotón de fusilamiento, al lado del verdugo siempre ha habido un cura. Será que eso no es una carnicería. El mismo cura que si llevas seis meses agonizando te dirá que hay que apurar la copa hasta la hez, y que nada de atajos hijo mío. Que son pruebas que te manda el Señor. En definitiva que el negocio es el negocio y a ver si das algo para el mantenimiento de la Fe.
El tema del agonizar es otro cantar. Un pariente directo mío anda en la últimas desde hace un año. Como ha perdido la lucidez, se puede creer que desea terminar. Algunos otros parientes, que no desean arrimar el hombro, dicen que quiere morir. Tiene una gran debilidad, se va agotando y más vale no acercarlo a un hospital porque no le hacen ni caso. Lo dejan tirado en una camilla unas horas, le hacen una placa, te recetan un medicamento general y vuélvete para casa a curarlo como puedas con el pobre hombre completamente orinado. Yo he vivido con esa persona décadas y te puedo asegurar que ama la vida y si algo le repatearía, de estar en su juicio, sería después de haber cotizado tantísimos años dejar pista libre para que el Estado se quede con lo que le toca de su jubilación. A mí me lo ha dicho por activa y por pasiva día tras día: «que se joda Montoro». Cuando el Estado acepta la eutanasia no es por hacer un favor a los ciudadanos. Las calculadoras se han puesto en movimiento y constatan el dinero que pueden ahorrar en tratamientos y pensiones para ponerlo, por ejemplo, al servicio del exiliado en Abu Dabi y otros fines carpetovetónicos.
La eutanasia es algo voluntario. Si tu pariente quiere cobrar hasta el último céntimo está en su derecho. Hay otros que se quieren quitar de en medio y como no piden hacerlo por su mano, los guardianes de la moral no dejan que otros les ayuden. La eterna manía de meterse en la vida de los demás.
El argumento ontológico de San Anselmo…. La filosofía de COU, hace un mar de tiempo. Es usted capaz de recomendarme cosas maravillosas Frabetti.
De todos modos no se apure. Todo el mundo tiene sus supersticiones. Hay que entender que tienen que defender su negocio, que cualquiera con alguna lectura y los ojos abiertos le ve las costuras al asunto y que irremediablemente es cuestión de tiempo que Dorothy descorra la cortina y vea al Mago de Oz montando el número. Después de todo lo del Misterio siempre ha sido una pantomima para tener entretenido al personal.
Un embarazo común dura 40 semanas. Creo que cualquiera admitirá que interrumpir el embarazo en la semana 1 no es asesinato ni es nada.
También creo o espero que nadie contemple la posibilidad de un aborto en la semana 39.
La pregunta es ¿en qué momento consideramos que el feto deja de serlo?
Yo no tengo la respuesta pero sí recuerdo cuánto me emocioné al escuchar el latido del corazón del que ahora es mi hijo a las 7 u 8 semanas de gestación.
Difícil cuestión, que nos enfrenta de forma especialmente cruda a la vieja paradoja sorites o «del montón». Hay una transición continua entre la no-consciencia y la consciencia, incluso entre la no-vida y la vida. Nadie en su sano juicio consideraría que un embrión de una semana es una persona, pero un feto de siete meses es casi igual a un neonato y, de hecho, puede ser dado a luz con éxito. ¿Dónde colocamos el punto de inflexión?
Curiosamente, te emocionaste justo en el momento en que, según la terminología oficial, el embrión sube a la categoría de feto. También podrías haberte emocionado al ver que el predictor daba positivo; a menudo nuestras emociones tienen que ver con extrapolaciones más que con hechos consumados.
Aquí hay demasiada gilipollez. Primero: un embarazo dura sólo unos 88 años, no 9 meses. El que no haya sido padre, opinará otra cosa. La juventud suele ser muy estúpida.
Y segundo: yo no «creo». Si tengo un forúnculo, tengo la opción de que me lo extirpen o no (si me da por el masoquismo y me gustan los abcesos y las fístulas). Estoy en mi derecho para lo uno y para lo otro. A lo mejor si dejo que el forúnculo crezca, se convierte en una persona por gemación y, por lo tanto, habría que apostar por el derecho a la vida del forúnculo. Y, como las bacterias son organismos vivos, ¿qué derecho tengo a exterminarlas? Si es tu cuerpo, es tu opción. Punto y final. No es una cuestión difícil, ni hay que crear complejidad en donde no la hay. Una tía tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le parezca. Si no quiere ser madre, lo demás que no se metan en donde no les importa.
«Una tía tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le parezca»: algo tan básico y tan obvio como eso debería bastar para zanjar la cuestión. Y el hecho de que haya tanta gente que no respeta ese derecho fundamental de las mujeres, no solo genera graves problemas de todo tipo, sino que además es un alarmante síntoma del atraso ético y el irracionalismo rampante de nuestra sociedad.
Respeto a Frabetti por otros temas, principalmente por su ciencia y socialismo, pero en este tema, en mi punto de vista, yerra por completo. Asique el feto es »cuerpo» solo de la mujer cuando ella entiende que quiere deshacerse de el. Pero resulta que si esa misma mujer decir tener el hijo lo mas probable, al 99 % de los casos, es que le exija a cierto individuo, al que le va a llamar ‘padre’ de ese anterior »cuerpo» solo suyo, que le ayude a mantenerlo. ¿Como es que en el nacimiento del hijo/a ha aparecido un nuevo propietario de ese anterior »cuerpo de la mujer»?. ¿De donde sale ese nuevo propietario?Propietario al que ademas de sus nuevos derechos se le reclaman claras obligaciones. ¿Le ha vendido la mujer su »cuerpo» al padre?. ¿Es una donación? ¿Es otro tipo de transacción?. No,no será la explicación del suceso ninguna transacción comercial posterior al parto, sera, lisa y llanamente, que ese feto no era, en realidad, un »cuerpo» solo de la mujer. Como minimo, ese feto era de la madre y del padre. Y digo como minimo, porque es muy probable que me este dejando atrás otros posibles sujetos de derechos sobre el feto: el mismo feto y la sociedad,
Yo estoy a favor del aborto en la mayoría de los casos, pero cuando leo/escucho este tipo de razones casi doy vuelta atrás. Esta defensa del cuerpo de la mujer por encima de todo y de todos raya en una superchería y sometimiento a la »superior e irrebatible» decisión de una mujer que limita con la bobería extrema. Indigna de cualquier conocimiento científico, por otro lado. Y, finalmente,este feminismo a ulltranza choca frontalmente con el socialismo, el cual niega y demuestra que exista dominio alguno del hombre sobre la mujer, o al reves . Y afirma que lo real, lo que esta mas al fondo socialmente, es la lucha de clases. Dicho simple y facil de entender: Patricia Botin no tiene problema alguno con los machistas, ni con sus posibles abortos. ¿Porque? Porque Patricia Botin, mujer, constituye la CLASE DOMINANTE. Ella y otras mujeres y hombres son los que dominan (y explotan) al resto de hombres y mujeres de la sociedad. Incluidas la mujeres abortistas.
En tu argumentación pasas del feto al neonato sin establecer diferencias. Obviamente, en cuanto el bebé nace ya no es parte del cuerpo de la madre y no le pertenece (no pertenece a nadie: es responsabilidad de la madre, del padre si lo hay y de la sociedad toda). Por otra parte, no sé a qué llamas «feminismo a ultranza». Y el socialismo no niega el patriarcado, todo lo contrario: el propio Engels dijo, en El origen de la familia, la propiedad y el Estado, que la primera explotación y base de todas las demás es la explotación de la mujer por el hombre. Por supuesto que Patricia Botín no tiene ningún problema. Tampoco Beyoncé, y eso no significa que no haya racismo.
Una respuesta a un dialogo que no puedo seguir por falta de tiempo. Dice que la existencia de Patricia Botic no demuestra la inexistencia del Patriarcado. Sin embargo, yo no le he hablado de P. Botin como persona individual, sino que le he hablado de su pertenencia a una clase dominante. Si P. Botin y el resto de mujeres capitalistas poseen, como aproximación, el 50 % de la riqueza clase dominante, y esta clase dominante posee el 80/90 % de la riqueza existente tal como cualquier estadística de riqueza demuestra, donde esta el Patriarcado? Riqueza, como ya debe saber, que el el único factor que otorga el poder social . ¿Son mujeres dominadas por el hombre las que poseen la mitad de la riqueza existente ? Si Engels (no lo he leído) habla sobre Patriarcado, simplemente estaba equivocado. Otros muchos autores socialistas y actuales lo niegan.
Lo mismo se debe y puede decir de su ejemplo de Beyonce y el racismo. Y lo mismo de otros falsos conflictos indentitarios como la religión, la etnia. etc..Se queda usted, en mi opinión, en la superficie del problema. No va usted, ni la izquierda regresiva, a la raíz, al núcleo social del problema. Y, por ese motivo, el problema no se soluciona y se reproduce constantemente. En este sentido ¿ha notado usted el incremento actual de las agresiones ‘’machistas’’ y ‘’racistas’’, a pesar del auge de muchos años del feminismo o del anti-racismo sobre todo en los partidos de izquierda?. ¿Como es que no consiguen solucionar esas discriminaciones? .No lo consiguen ni lo conseguirán solo por una razón. Porque no se cuestiona el origen del conflicto: la propiedad del capital de unos pocos (elite en la que están incluidas mujeres y personas de otras razas, etnias y religiones) y su falta en la mayoría.
Un saludo
Estamos totalmente de acuerdo en que el núcleo del problema es el capitalismo, es decir, la acumulación de la riqueza en manos de una clase dominante; pero eso no significa que sea el único problema ni la única causa de todos los males. El machismo, el racismo, la xenofobia, la homofobia, el antiabortismo, los celos, la crueldad, el irracionalismo… Pensar que todo eso desaparecería automáticamente si se instaurara el socialismo es una simplificación. Y, por cierto, ¿quiénes son esos otros muchos autores socialistas y actuales que niegan a Engels? Al que, dicho sea de paso, deberías leer.
Su listado completo de supuestas y falsas causas de males sociales me ha puesto los pelos de punta. Asique le haré un ultimo comentario.
Le haré la técnica del Spin (1º refutar la tesis contraria) para ver si acepta la falsedad de su supuestas causas de males. La refutación es que ni usted, ni nadie, puede causalizar ninguna de sus causas (racismo, patriarcado,etc..) con los supuestos daños causados. Debe incluir en esa casualidad la suficiente argumentario y evidencia empírica estadística que lo avale. Ya sabe que correlación no significa causalidad. Usted solo esta viendo en su listado de causas una simple correlación. Pero podría haber añadido a los ‘’hombres melenudos’’ como posible causa de males pero tendría el mismo valor. Cero.
Sobre autores socialistas. En su comentario sobre Engels y el Patriarcado no he visto ningun dato que avale su existencia. Y dudo mucho que Engels los tuviese por que en el siglo XIX los datos estaban un poco escasos. Por tanto, lo mejor es que sobre literatura sin evidencia empírica la justa o ninguna. Otro día le traeré el listado de los autores que niegan el Patriarcado o Machismo. Yo soy uno de ellos y ya le he aportado un dato cierto y demostrado que usted no puede refutar acerca de la inexistencia de Patriarcado y de la inexistencia de cualquier otras falsa causa de su listado (racismo, xenofobia, homofobia ¿¡celos¡¡). Esa evidencia empírica aportada es que el listado actual de sujetos componentes de la clase dominante capitalista esta perfectamente integrado (es decir, esta en la misma proporción que en el resto de la sociedad ) por colectivos supuestamente oprimidos por las falsas causas que usted lista : mujeres, razas distintas las blancas, etnias distintas de la propia, homosexuales y hasta ¡victimas de los celos¡). Por tanto si la clase dominante, poseedora del 80/90 % de la riqueza, es decir, poseedora de lo real, poseedores de lo existente, esta integrada por todos eses colectivos maltratados es que no existe tal maltrato. El maltrato viene de otro origen.
Y si, es cierto, aunque a usted le parezca una simplificación, que si usted elimina una causa ultima y anterior (la falta de capital) si se eliminan ,y rápidamente, las posibles causa siguientes (patriarcado, racismo, etc..). Es ciencia básica, de la que usted debe saber algo. Eso es lo que sucedería con el socialismo. De hecho ya ha sucedido en el siglo XX de ascenso del socialismo (el socialismo real y los Estados Sociales occidentales) con una fuerte reducción de esa falsa causalización. En siglos anteriores, todos (todos) los males era achacados a las mujeres, otras razas, otras religiones, etc.. y hasta a los celos. Hasta que llego Marx, su socialismo, su dialéctica, su materialismo histórico y su estructura económica dominante, para poner un potente foco de luz sobre siglos de superchería. Solo el paso siguiente (más cercano de lo que cree probablemente, pero ese es otro tema) del socialismo podrá eliminar toda esa superchería acientifica , en mi opinión, de causas.
Sucederá en el socialismo de nivel país y ya sucede hoy en el socialismo de nivel empresa y de menor tamaño: las empresas cooperativas. A sus socios productores no les interesa ni les preocupa en lo mas mínimo si su socio es blanco o negro, si es mujer o hombre, si es heterosexual o no, si tiene celos o no, si es melenudo o no. Lo único que le interesa es que su socio siga aportando su trabajo y rendimiento para la cuenta de capital común. Solo estarán en contra del socio que no aporta a la cuenta común. Y solo en ese momento pueden aparecer las supuestas falsas causas: machismo, racismo, etc.. Si las cooperativas le quedan un poco lejos fíjese que lo mismo sucede en la primera y más cercana asociación humana: los grupos personales familiares.
Añado este último comentario a) porque no quiero que parezca que paso de ti: todo lo contario, aprecio tus concienzudos comentarios y, como ya te he dicho, estoy de acuerdo en lo básico; y b) para decir que quedo a la espera de ese listado de autores socialistas que niegan el patriarcado.
Una una ultima nota sobre abortos y propiedades. Es, precisa y exclusivamente, la falta grave de propiedad de la mujer sobre el capital (dinero) lo que la obliga a buscar desesperadamente otras propiedades para solventar su necesidad de abortar. O para solventar su deseo de tener al hijo, si así fuese. Y así surge el muy recurrido derecho a la propiedad de su cuerpo, de su coño, etc.. Propiedad del cuerpo muy solicitada por las izquierdas regresivas y postmodernas pero propiedad superficial, irrelevante e insatisfactoria ¿De que le sirve a una mujer, o a un hombre, la supuesta y falsa propiedad de su cuerpo?. De nada. Absolutamente de nada, como cualquiera sabe .Lo que necesita, para solventar sus problemas, es la propiedad de capital. Del capital suficiente. Otras propiedades insuficientes, escasas e inútiles son, por ejemplo, el derecho al trabajo que reclama un trabajador despedido. En ambos casos, mujer y trabajador, lo que deben reclamar es el derecho a la propiedad de capital. Capital que si les dará la capacidad de abortar y y de trabajar, respectivamente. Pero esa es una reivindicación social y no individual. Ni siquiera es una reivindicación del colectivo mujeres sino que lo es del conjunto de la sociedad. Es la sociedad la que hace al individuo y a los colectivos y no al revés. Y esa propiedad del capital solo se consigue a día de hoy con el socialismo. Un socialismo democrático y en propiedad cooperativa y común. Todos socios propietarios y productores. Ese socialismo hace desparecer al día siguiente todo tipo de falsos problemas. Feminismo y machismo incluidos. Sola la propiedad del capital es la valida y determinante, el resto de ‘propiedades’’ solo son espejitos de colores y bagatelas sin valor (económico y de todo tipo )alguno. Bagatelas que la clase dominante, la clase capitalista, concede a la población porque no suponen perjuicio alguno de su poder económico.
El mismísimo Marx (que no en vano dijo «Yo no soy marxista») te diría que tienes una visión poco dialéctica del socialismo (o del binomio capitalismo/socialismo).
A ver listo-que-todo-lo-sabe. Confundes intencionadamente embarazo con maternidad/paternidad, porque eres incapáz de responder a la pregunta imagino. Y a lo segundo, no discute el ateo proaborto que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo, sino hasta cuando. ¿O acaso estas diciendo que la mujer debe poder abortar hasta el mismo día del parto?
Ya salió el tejano. ¿Y cuál es el margen temporal que tu propones, majete? ¿El de Texas? ¿6 semanas? ¿Para qué? ¿Para que las cayetanas puedan desplazarse a otro estado cómodamente a realizar sus abortos mientras que las menos pudientes (en aquellas latitudes, latinas y negras) tengan que parir esclavos? Bien se te ve a ti el plumero, canalla.
Los buenos trolls suelen contestar las preguntas; necesita usted mejorar. Y para mi mientras el forúnculo no pueda sobrevivir sin necesidad del huesped.
El argumento ontológico de San Anselmo…. La filosofía de COU, hace un mar de tiempo. Yo estudiaba COU y usted hacía La bola de cristal. Es usted capaz de recomendarme cosas maravillosas Frabetti.
De todos modos no se apure. Todo el mundo tiene sus supersticiones. Hay que entender que tienen que defender su negocio, que cualquiera con alguna lectura y los ojos abiertos le ve las costuras al asunto y que irremediablemente es cuestión de tiempo que Dorothy descorra la cortina y vea al Mago de Oz montando el número. Después de todo lo del Misterio siempre ha sido una pantomima para tener entretenido al personal. Gracias. Siempre es un placer leerle.
Gracias a ti, K, por tus asiduos y jugosos comentarios. Y, por favor, no me hables de usted, que es como recordarme mi avanzada edad.
«Con la iglesia hemos topado»
Otra cuestión, aparte de los que se han planteado en concreto, es el tema de por qué el ser humano «necesita» religión, y qué es religión, qué significa creer, etc… Para empezar, si un cristiano dice que «cree» en Dios, eso quiere decir que no está nada seguro de su existencia (a Dios no se lo puede verificar). Por otro lado, la religión es un clavo al que agarrarse el ser humano por el hecho de la angustia que produce la muerte. Es por tanto una respuesta psicológica ante la problemática de la inexistencia y por eso atrae tanto la religión y no es tan fácil acabar con ella (y sus aberraciones) con argumentos racionales, lógicos.
Por otro lado, a mí me gustaría una trascendencia en la que, como decía Proust, pudiera llevarme mis recuerdos, mi carácter y mis defectos… Pero esta trascendencia no se parece a la de los cristianos (la contemplación de la obra de Dios, que a mí, particularmente, no me interesa: sobre todo viendo la cantidad de sufrimiento que hay en la existencia humana y animal, también «obras de Dios»).
Carlo, en algún libro en el que mantienes un autodiálogo, vi que te definías más como agnóstico que como ateo. Si puedes y quieres explicar muy brevemente cuál sería la diferencia.
Gracias. Saludos.
Es cuestión de matices. Yo, en principio, me considero ateo, en el sentido de que creo que las religiones al uso y sus dioses son pura invención. Pero hay un ateísmo «duro» que niega la posible existencia de cualquier realidad más allá del mundo físico/fenoménico y que afirma categóricamente que al morir desaparecemos por completo, y dado lo poco que sabemos, tales aseveraciones me parecen excesivas.
La necesidad de creer firmemente en algo seguramente ha desempeñado algún papel en nuestra evolución, igual que su complementaria, la necesidad de dudar. El equilibrio no es fácil y exige un esfuerzo mental constante, y mucha gente se refugia en el dogmatismo. Gracias a ti, Óscar, por sacarles tanto jugo a mis modestos artículos.
Si no desaparecemos por completo, ¿por qué no ha habido ninguna manifestación física o sensorial de ninguno de los más de 100000 millones de muertos que se calculan desde que el hombre es tal? No niego lo atractivo de la hipótesis dimensional o multiverso, pero no dejan de ser poco verosímiles y lo más cercano a ellas opera a nivel cuántico.
Si hay extraterrestres, ¿por qué no se manifiestan de alguna manera? Tanto los espiritistas como los ufólogos te dirían que sí que ha habido numerosas manifestaciones. Y un epistemólogo te diría que la inverosimilitud no prueba la inexistencia. Ya que la mencionas, ¿hay algo más inverosímil que la mecánica cuántica?
Extraterrestres, sean con antenas verdes como nos los ha vendido el cine, o en formas basadas en compuestos diferentes al carbono, como pueda ser más probable, es verosímil que existan. No puede ser que de los miles de millones de galaxias con sus miles de millones de planetas, no existan formas de vida, como formuló tu célebre paisano Enrico Fermi en su famosa paradoja, ¿por qué habríamos de ser los únicos, una especie de elegidos en la vasta inmensidad del cosmos? Eso nos sitúa en el campo divino y religioso. Pero poner en pie de igualdad potenciales formas de vida con vidas biológicamente extinguidas que vivan en otra dimensión o se hayan reencarnado entra directamente en el terreno de lo esotérico y la superchería, donde han hozado y siguen chapoteando las religiones para mayor escarnio del subdesarrollo humano, aunque afortunadamente cada vez hay más secularización.
La mecánica cuántica es inverosímil a nivel humano, pero las teorías atómicas de la superposición de estados se han demostrado en experimentos trascendiendo el mundo de las partículas elementales. Ya digo que su plasmación a nivel fílmico (Coherence, The One I Love, Triangle…) es fascinante, pero no deja de ser una ciencia ficción utópica y con escasísima base científica.
Lo que dices es cierto, pero irrelevante a nivel ontológico: nuestra ignorancia es tan grande que en ella cabe casi todo. ¿Es más probable que haya vida en Titán o en Europa que en la Luna? Sí. ¿Podemos asegurar que en la Luna no hay ninguna forma de vida? No. Con nuestro actual nivel de conocimientos, ¿se puede demostrar la existencia de otros niveles de realidad? No. ¿Se puede demostrar su inexistencia? Tampoco.
Todo mito se caracteriza por su ausencia de comprobabilidad. No es falsable y parece significativo, pero se trata de una forma poética de entretenimiento, no de conocimiento.
De entretenimiento y, a menudo, de dominación. Pero no hay que confundir el mito con la especulación/extrapolación que no pretende ser creída (como la ciencia ficción, que ha dado obras admirables).
Todo mito es incierto, incomprobable y cuenta con una tradición que asegure haber sucedido (Ruiz de Elvira). La ciencia-ficción es incierta, incomprobable, pero expresa «algo» que acontece en nuestro mundo. El problema del definir fuera de lo físico-matemático estriba en su dificultad, pues casi cualquier forma de literatura entra dentro de lo que acabo de definir como ciencia-ficción (incluida la mitología). Cuando entramos en el reino de los géneros, es fácil vivir extraviados.
Curiosa esta reflexión que haces acerca de una realidad más allá del mundo fenoménico. Intuyo que… ¿quizá está relacionada con la belleza de las matemáticas de la que hablas a veces?: la perfección del cálculo, la gravedad, etc… Gracias por considerar jugosos mis comentarios… teniendo en cuenta sobre todo que yo estaba condenado a ser «tonto»: sacaba Muy Deficiente en los test de inteligencia del colegio cuando tenía 11, 13, 15 años…
Algunos consideran que no inventamos los conceptos matemáticos, sino que los descubrimos. Y con respecto a los «tontos» oficiales podría contarte unas cuantas anécdotas; por ejemplo, que el más inteligente de mis compañeros de colegio fue el único que repitió curso.
Lo mismo era el sicólogo que te hacía los test el que tenía un CI MD.
Un agnóstico es un ateo que no quiere serlo. Nietzsche caracterizaba así a Wagner, uno que iba de ateo, pero al final Parsifal se hunde ante el signo de la cruz.
Nietzsche se confundió, pues Wagner, aunque crítico con el cristianismo institucional, siempre fue un hombre profundamente religioso, como atestiguan muchos de sus escritos.
Viendo a un conocido estudioso del cristianismo por la RAI y allegado al Vaticano, supongo que creyente y bastante agradable de escuchar, me llamó la atención una frase que deslizó en una de sus tantas entrevistas: el temor primigenio de que el marianismo tomase el lugar del cristianismo. He buscado en la red, pero lamentablemente las explicaciones de cuándo y cómo empezó son siempre de parte. Sin embargo, reconocen que más de un santo se sintió turbado por el simple hecho de que fuera la madre de Jesucristo. Y pareciera que a regañadientes lo aceptaron. Tendrá que haber literatura objetiva. Continuaré a buscar. Personalmente pienso que mientras las religiones sean cosas exclusivamente de hombres (Estaba por escribir de machos, y cabríos para mayor ofensa. Disculpá, tano por el ¿paralipsis? indecente) seguiremos con estas discusiones. En el supuesto de que se hubiese impuesto el marianismo, es imposible saber cómo se habrían desarrollado los acontecimientos, pero siendo ellas menos fanáticas que nosotros en algo se habría notado. Y hasta creo que son más prácticas en la vida real dentro de sus supuestas simplicidades. Recuerdo con simpatía la respuesta de una madre hebrea a su hijo, en la actualidad periodista y escritor americano y profundo conocedor del Talmud, que en su adolescencia andaba angustiado por la posible llegada del mesias y sus resultados. El padre le dijo que sí, que lo esperaba fervientemente, pero su madre le contestó que mejor sería que se quedase donde estaba porque el despelote posterior seria incalculable, con muertos, estragos etc. etc. Una genia.
Y llegamos al bellísimo inicio de tu artículo. Los cuadros de Dali me producen una religiosa perturbación. Sus bigotes me estremecen, son tan enhiestos, funestos hasta diría, que ni con y en el tiempo se mecen, además son siniestros, inquietantes como las figuras diseccionadas que con sumo malabares extrae de nosotros, que no cicatrizarán mientras existan los colores y los horrores metafísicos, matemáticos y burocráticos. Habrá un tiempo ¿o es solo un piadoso engaño autoinfligido para continuar a leer, a escribir, a pintar, a tocar, a pensar en manera autoreferencial y bipolar? Me enamoro de las mujeres, por supuesto, y si escriben recetas de cocina, cartas de amor o poesías, peor todavía, igual que de las causas perdidas, las de antaño y las de siempre, pero ayer me enamoré de un gato vagabundo que tuvo la displicencia de dejarse acariciar, y luego de los piesecitos rosados de un neonato en su cochecito que no paraban de patear; ¡Ya quería escapar! y pensé que las emociones son como el celofán, transparentes y no hacen ruido, y por más que hagas un bollo de ellas, vuelven a su lugar. Un gran artículo y grandes, minuciosos y estimulates comentarios. Agradezco a todos.
Gracias, Roberto, una vez más. Hace poco visité, en el precioso pueblo ampurdanés de Púbol, el castillo gótico que Dalí le regaló a Gala, y percibí intensamente esa perturbación de la que hablas (perturbación que me llevó a escribir este artículo). Detesto a Dalí y más aún a Gala (entiendo que Buñuel intentara estrangularla), pero a la vez me fascinan. En cuanto al marianismo (la propia idea de una humana como madre de Dios), es un tema sumamente interesante sobre el que habrá que volver.
Dios es una creación de la imaginación de los hombres. Tal cual el unicornio. Dios es un unicornio. No hay más.
Te van a contestar con Unamuno: el hombre es un sueño en la mente de Dios. A mí me importa una mierda. Lo importante es la cerveza.
Estupendo artículo. El problema es que para los católicos esas contradicciones no existen porque ni se las plantean y si así lo hiciesen, plantearlas, concluirán que son tentaciones del demonio para hacerles incrédulos. El demonio, otro que tal baila en esta fiesta de espectros ancestrales que se cuelan en nuestra psicología.
Gracias, Manuel. Efectivamente, las religiones en general y el catolicismo en particular son una clara muestra de lo que Marcuse denominó «clausura del universo del discurso»: una gran falacia/tautología que se muerde la cola.
Ouroboros.
Con el matrimonio sucede algo parecido. A un tipo le asaltaron en el metro a punta de navaja espetándole:
– El dinero o la vida.
Y el amenazado respondió:
– Estoy casado. ¿Qué dinero? ¿Qué vida?
Por cierto, la conocida frase «el dinero o la vida» (o «la bolsa o la vida» en su forma tradicional) es una falsa elección: si te quitan la vida, también se llevan la bolsa.
Soy ateo, pero creo que no se puede negar el papel fundamental que la religión jugó y juega en el pensamiento europeo (occidental)…no conozco otra religión en el mundo (por favor corríjanme si me equivoco) que haya gastado más de mil años en disertaciones sobre la razón y la fe, sobre la naturaleza divina de su plana mayor, la moral, el libre albedrío, etc…filósofos, consilios, bulas…el hombre, gracias a dios, siempre ha dudado, y la iglesia ha tenido que quebrarse los sesos durante siglos tratando de explicar y sistematizar las contracciones, lagunas y vacios que tiene. Un campesino en la edad media le preguntaba a su cura si al morir iría al cielo con la misma edad que tenía, la misma enfermedad, el mismo trabajo…en fin. ¿Los ángeles comen, defecan? ¿fue enterrado cristo siguiendo los ritos judios? desde San Agustín hasta nuestros días…
La Virgen María ha sido siempre uno de los principales activos de la iglesia católica, seguido por los santos. Crecí y vivo en un sociedad mayoritariamente católica, y he conocido pocos católicos que le dediquen tiempo a dios o a cristo…su pensamiento siempre está en las imnumerables versiones de la virgen y los santos y, sobre todo, en su capacidad de ofrecer favores…al parecer sólo los corrientes protestantes se centran en cristo y en la biblia. Gracias a la virgen María y el sincretismo religioso los españoles pudieron finalmente doblegar a los indígenas americanos.
El mejor chiste que muestra la contradicción entre fe y la vida diaria está en uno de los libros de Thomas Cathcart, algo así: un hombre pende de un barranco y está por caer. Pide ayuda a gritos, suplica ayuda, y después de algún tiempo le habla Dios y le dice que se deje caer que él lo recogerá y lo llevará al reino de los cielos…el hombre escucha, hace caso omiso, y sigue pidiendo ayuda a gritos…
Es indudable que, como dices, ha jugado un papel fundamental. Y la figura de María (la «omnipotencia suplicante») merece un estudio en profundidad, una auditoría imparcial, por así decirlo. No hay más que ver el éxito de engendros como «El código Da Vinci».
Estaba un fraile a punto de morir y no se le había ido la cabeza. Un colega de fe, al verlo tan abatido, quiso subirle el ánimo y le dijo:
– Alégrate. Ahora estás más cerca del paraíso y de Dios.
El fraile enfermo respondió:
– No lo dudo, pero donde mejor se está es en casa.
Lo de «que muero porque no muero» debería ser habitual entre quienes creen en el cielo. Y sin embargo… Una de mis pesadillas, cuando era pequeño, era que iba al cielo, un lugar muy aburrido donde tenías que estarte muy quieto mirando a Dios todo el rato.
Siempre preferí el infierno por la compañía. Aguantar a un cuñado mío (un hijoputilla del opus dei) durante toda la eternidad allá arriba oyendo sus filípicas equivaldría a reinventar el asesinato en el contexto del cielo.
Ja ja…de verdad con el humor se dicen muchas verdades…el cielo por el clima y el infierno por la compañia…
He visto a través de los años muchos sketches de humor donde plantean la contadicción entre la felicidad ofrecida en el cielo y esa certeza de que de pronto no exista y que se está mejor acá en la tierra…si tuviésemos esa certeza absoluta los funerales serían una fiesta. En la costa pacífica suramericana las negritudes hacen una fiesta en los funerales…
Y sí, claro, lo de la Virgen y sus franquicias da para largo…
Es interesante esto que cuentas. No sé… una vez, un profesor de arte comunista me decía que la religión fue necesaria durante siglos hasta que llegó la Ilustración, porque la religión sirvió de freno, por ejemplo, al querer hacer lo que diera la gana: violar y demás. Pero yo también lo veo de otra manera: ¿no fue la religión un obstáculo para que apareciera la Ilustración antes?
2) Por otro lado, a veces pienso que la religión puede tener un componente revolucionario si, como decía Marcuse, la tomamos como una guía para soñar con más justicia de la que hay en el mundo. En ese sentido puede tener un componente rebelde. Pero claro, por desgracia, cuando veo a los evangelistas (una modalidad más del catolicismo) hablándote de «Cristo» y de que !te tienes que salvar», uffffff; si para eso sirve la religión… casi que mejor sin ella.
No sé, también de man miedo los ateos capitalistas (hay muchos también). Si los cristianos fueran como Hugo Chávez, yo me hacía cristiano ahora mismo.
Fidel Castro, que estudió con los jesuitas, me dijo una vez: «Yo soy cristiano en lo social». Un buen cristiano, un cristiano evangélico (que no evangelista), es una persona admirable. Lástima que haya tan pocos.
El aborto probablemente sea el dilema más complejo que existe. Un feto no será aún un ser humano, pero está en proceso de serlo. A no ser que creamos que un ser humano se crea milagrosamente en el momento del nacimiento, hay que reconocer que algo humano hay ya en él. Los dos extremos que se han mencionado aquí, el de divinizar el feto, y el ponerlo al nivel de un forúnculo, realmente me incomodan por igual.
Como he señalado en otro comentario, nos enfrentamos a la paradoja del montón. Incluso un óvulo maduro sin fecundar es un ser humano en potencia (la aportación del espermatozoide no es indispensable y se podría activar la partenogénesis por medios puramente mecánicos o químicos), y un feto de siete meses es prácticamente un neonato. ¿Dónde está el punto de inflexión? Los extremos están bastante claros, pero en medio…
El dilema más complejo que existe es el da la materia oscura.
Supongo que es un comentario jocoso; pero, por si acaso, te aclaro que la materia oscura no es un dilema, sino una incógnita a despejar.
Queda claro que Dios existe, como existen Hamlet, Odiseo (Ulises) o don Quijote. Por otra parte el Universo puede existir sin Dios, Stephen Hawking dixitm, pero nadie ha podido aclarar que exista Dios sin el Universo.
En otro orden de cosas y como ejemplo, los leones macho cuando acaban con los hijos de otros congéneres, para tratar de imponer sus genes, no se preguntan si hacen bien o mal. Solo nosotros tenemos moral y eso nada tiene que ver con un hipotético creador.
En todo caso, la religion adopta muchas formas. El futbol, y otros deportes, podrian ser perfectos sustitutos, con sus dioses, santos y otros ídolos, así como el culto al consumismo, como comprar ciertas marcas de lujo, para marcar diferéncia. Por que, aunque pueda parecer distinto, yo observo muchas similitudes entre llevar unas bambas de 400 euros -sin practicar ningún deporte- y llevar un velo. Si en un principio la comparación puede parecer exagerada, pero ambos son símbolos de ostentacion, de cultos muy distintos y, a menudo, sobrevenidos.
Chesterton dijo que cuando se deja de creer en Dios se empieza a creer en cualquier cosa. Y, por desgracia, en muchos casos es así. Muy cierto lo del velo y las bambas. ¿Y qué decir de los zapatos de tacón? Gracias, María, me has dado una idea para otro artículo.
No serán dos cuerpos los resucitados, sino unos pocos más. El concilio de Letrán (1215) declara: “Todos ellos resucitarán con el propio cuerpo que ahora llevan” (Dz 429). Las cualidades del cuerpo resucitado será según el modelo de Jesús Resucitado que aparece en los Evangelios (Mt 28 ss., Mc 16, Lc 24, Jn 20 ss., Flp. 3, 21, etc.) Vale. ¿Y qué hacemos con los trasplantes? ¿Va a haber una lucha wrestling impresionante? ¿O serán combates al modo del boxeo? Como los cuerpos resucitados estarán libres de deformidad, mutilación y achaques, estarán en su máxima perfección natural (plenitud del ser) y se espera que los combates duren algo. Esperemos que no toda la eternidad…
Poca broma: esa es la causa de que algunas corrientes del judaísmo (por suerte minoritarias) se opongan a los trasplantes.
A mi me salen más. Según el Antiguo Testamento Elías subió al cielo en un carro de fuego. Que yo sepa es el mismo cielo y el mismo Dios que el nuestro así que aquello está más concurrido de lo que se habla.
Todo lo que no esté demostrado fehacientemente a nivel científico es conjetura y fe, y por tanto, religión.
Y la religión sólo tiene dos caminos: la esperanza y la emoción, o la resignación y la desesperación.
En mi opinión, la premisa religión vs. razón está mal planteada de raíz, porque ninguna es un fin ni un origen, sino un medio. En nombre de ambas se han cometido atrocidades, y también maravillas.
En cuanto al aborto, en el fondo no es un planteamiento moral, sino economista, de gestión de recursos, bien sean de tiempo o dinero. Porque eso de que sea «independiente» es una tontería: deja un bebé de 1 día sin atender por un adulto, a ver cuánto dura…
Pero vamos, no nos llevemos las manos a la cabeza, que igualmente en pleno siglo XXI hay mendigos en las calles, drogas, prostitución de menores amparados y ocultados por los servicios públicos, etc.
«Todo lo que no esté demostrado fehacientemente a nivel científico es conjetura y fe, y por tanto, religión». Conjetura y fe son cosas distintas: la conjetura, por definición, no pretende ser cierta, solo plantea una posibilidad. La teoría de cuerdas no está demostrada, y no tiene nada que ver con la religión (a no ser que creas sin reservas que es cierta).
Por no hablar de la conjetura de Goldbach
El estatuto epistemológico de la conjetura de Goldbach es muy especial y sumamente interesante: la mayoría de los matemáticos están convencidos de que es cierta, pero muchos creen que nunca se podrá demostrar. Y algunos pensamos que podría -debería- dar lugar a una nueva rama de las matemáticas.
Siempre que se habla de la incompatibilidad entre religión y ciencia recuerdo lo que pensaba sobre ello uno de los mayores científicos de la historia, Max Planck:
«No importa dónde y cuán lejos miremos, en ninguna parte encontramos una contradicción entre la religión y la ciencia natural. Por el contrario, encontramos una completa concordancia en los puntos de importancia decisiva. La religión y la ciencia natural no se excluyen mutuamente, como creen o temen muchos de nuestros contemporáneos. Se complementan y condicionan mutuamente. La prueba más inmediata de la compatibilidad de la religión y la ciencia natural, incluso bajo el más minucioso escrutinio crítico, es el hecho histórico de que los más grandes científicos naturales de todos los tiempos -hombres como Kepler, Newton, Leibniz- estaban impregnados de una profundísima actitud religiosa».
«Tanto la religión como la ciencia requieren la creencia en Dios. Para los creyentes, Dios está en el principio, y para los físicos está al final de todas las consideraciones… Para los primeros es el fundamento, para los segundos, la corona del edificio de toda visión general del mundo».
«Como hombre que ha dedicado su vida entera a la más clara y superior ciencia, al estudio de la materia, yo puedo decirles que como resultado de mi investigación acerca del átomo, lo siguiente: no existe la materia como tal. Toda la materia se origina y existe sólo por la virtud de una fuerza la cual trae la partícula de un átomo a vibración y mantiene la más corta distancia del sistema solar del átomo junta. Debemos asumir que detrás de esta fuerza existe una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia».
Que conste que yo no hablo de incompatibilidad entre religión y ciencia, sino entre ciencia y catolicismo ortodoxo; me autocito textualmente: «Pero tampoco se puede demostrar racionalmente la inexistencia de Dios, sea lo que fuere. En principio, razón y fe no tienen por qué chocar, puesto que son trenes que marchan por distintos raíles». En cuanto a la argumentación de Planck, es una mera actualización de las «vías» de Tomás de Aquino, que ningún teólogo se toma ya en serio. Como no podemos tomarnos en serio ningún argumento ad verecundiam, por muy respetable que sea su procedencia.
Subiendo la apuesta estuvo Pico de la Mirandola, según el que la filosofía y todas las religiones expresaban el mismo mensaje hermético.
¿Qué haría yo sin mis sagaces lectoras/es, que no paran de darme ideas? Gracias, FP, Pico della Mirandola se merece un articulo. O varios.
el texto que citas, en mi opinión, refleja una incompatibilidad en las dos últimas frases ¿por qué debemos asumir lo que dice? sin una explicación, da a entender que más allá de la física cuántica no queda nada más que… Dios. es particularmente contradictorio viniendo de un de los desarrolladores de una descripción de la materia que no asume nada de la física anterior, que también parecía definitiva, puesto que servía para explicar muchos de los fenómenos que percibíamos.
Efectivamente, resulta muy paradójico. Mutatis mutandis, recuerda lo que le pasó a Einstein con la física cuántica: fue uno de sus creadores y luego se pasó el resto de su vida intentando demostrar que «Dios no juega a los dados».
Maríaaa, ¿ónde estaás? :-)
Interesante artículo, me ha gustado mucho. Gracias
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