Se sientan a conversar sobre todo aquello que tienen en común, pero ¿qué podrían tener en común precisamente ellos dos? Uno es un licenciado en Física y la otra es licenciada en Filología Clásica. Uno empezó su carrera como científico, la otra lo hizo como guionista de cine y televisión. Cuando ella nació, él tenía veintitrés años. ¿Qué podrían tener en común dos personas como ellos, a quienes separan tantos mundos de distancia? La más evidente: que los dos han desempeñado el cargo de ministro de Cultura. Pero intuimos que hay más. Por eso los hemos reunido en la cafetería del Reina Sofía y les hemos pedido que hagan como si no estuviésemos aquí. Que se tomen un café tranquilamente, sin prisas, como si no hubiera un micrófono grabándolos. A ver qué pasa.
Javier Solana (Madrid, 1942) fue ministro de Cultura entre 1982 y 1988 y ocupó varias carteras ministeriales más antes de convertirse en secretario general de la OTAN y alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores. Actualmente imparte clases en la universidad y escribe piezas de opinión en medios de comunicación.
Ángeles González-Sinde (Madrid, 1965) fue presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y ministra de Cultura entre 2009 y 2011. Actualmente es presidenta del Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
A. G. S. Tú tuviste una beca Fulbright. ¿Dónde fuiste?
J. S. Yo tuve una de las primeras becas del programa Fulbright en España, de hecho, y se lo debo al hecho de que hablaba inglés. Y si hablaba inglés, curiosamente, era porque me habían expulsado de la universidad.
A. G. S. Te expulsaron por la política, imagino.
J. S. Sí, sí, por supuesto. En el último año de la carrera de Física. Después de eso me fui a Inglaterra a fregar platos y a aprender inglés y luego regresé a España y solicité la beca Fulbright con un nivel de inglés relativamente alto. Y me la dieron. Mi objetivo era estudiar con Nicolás Cabrera, hijo de Blas Cabrera, uno de los grandes científicos que tuvo la República. Por aquel entonces Nicolás Cabrera estaba exiliado todavía, vivía en Estados Unidos. Era director del Departamento de Física de la Universidad de Virginia. Fui con una beca Fulbright de un año, pero al final me quedé casi cinco años allí.
A. G. S. ¿Y qué especialidad de la física era la tuya?
J. S. Física teórica, aunque no me dedicaba exclusivamente a las partículas elementales y al mundo de lo pequeño. En mi caso me dediqué a estudiar el problema de los muchos cuerpos, que es algo que se suele asociar a lo macroscópico, pero que puede llegar a ser un problema también en la escala cuántica. Después fue cuando se abrieron las universidades autónomas de Madrid y Barcelona, que es algo, recordemos, que empezó en tiempos de Franco, y las universidades emprendieron una especie de sondeo para localizar a la gente que estaba fuera de España. A Nicolás le ofrecieron que dirigiera el Departamento de Física de la Universidad Autónoma de Madrid. Lo dudó mucho, lo hablamos mucho, yo le di mi opinión, y al final decidió venirse, y yo me volví a España con él. Tuve la suerte de dar con el profesor con el que soñaba trabajar, irme a buscarlo a Estados Unidos y acabar trayéndomelo [risas]. Tú también tuviste la beca Fulbright, ¿no?
A. G. S. Sí. Yo fui a Los Ángeles y estudié en el American Film Institute. Estuve tres años allí. ¿Has vuelto a Virginia después de aquello?
J. S. Sí. La Universidad de Virginia tiene un campus maravilloso, uno de los más bonitos que he conocido en mi vida. Está en Charlottesville, una ciudad que se ha hecho tristemente famosa durante la era Trump por los enfrentamientos que tuvieron lugar en ella. Charlottesville está en la línea divisoria de la guerra civil americana y eso es algo que resuena hasta el mismísimo día de hoy. Yo allí viví situaciones como no poder ir al cuarto de baño con un negro. Eso lo he vivido yo, lo he visto con mis propios ojos.
A. G. S. Yo estudié COU en Misisipi y la high school a la que fui llevaba integrada solo diez años. Es decir, que hasta el año 1973 no se integró el sistema de educación pública en Misisipi. Es algo que mucha gente pasa por alto o que ignora totalmente: que el apartheid siguió existiendo hasta un siglo después de la guerra civil americana. A veces tenemos tan presente eso de las dos Españas que olvidamos que en Estados Unidos existen dos Estados Unidos.
J. S. Lo estamos viendo todavía.
A. G. S. Hay una canción de Sabina que dice: «Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver», pero yo no sé si estoy de acuerdo. Yo disfruto mucho cada vez que vuelvo a visitar Los Ángeles. A mí sí me gusta volver a los lugares en los que he sido feliz o volver a hacer aquello que me hace feliz. Cuando salí del Ministerio de Cultura, el guionista y director Joaquín Oristrell me dijo una frase que no olvidaré nunca: «Lo bonito de irse es volver». Se refería a la profesión, claro, al cine. Y tenía razón. Para mí retomar mi profesión en el cine también fue algo bonito, aunque fuese duro.
J. S. Ah, ¿sí?
A. G. S. Sí, pero no me refiero a la salida del gobierno en sí. Yo salí del gobierno porque se había acabado el mandato y habíamos perdido las elecciones. No fue un cese, que debe de ser una experiencia distinta, quizá más amarga. Después de que acabase nuestro mandato tuve que acometer una especie de travesía por el desierto, ya que la ley establece dos años de incompatibilidad para quienes hemos formado parte de un gobierno. Cuando volví a trabajar como guionista llevaba seis años fuera de la profesión: tres años de ministerio, dos de incompatibilidad y uno más que me tomó volver a encontrar trabajo. Lo hice a través de la tele, escribiendo diálogos en Amar es para siempre, una serie diaria, a un ritmo muy intenso, un guion a la semana. En todo caso, es difícil volver a llevar una vida normal y volver a reubicarse en tu entorno natural, sea el que sea, después de una experiencia en el gobierno. Cuando regresas ya no eres la misma persona. La experiencia de haber estado en política y de haber formado parte de un gobierno hace que tu concepto del mundo, la propia visión que se tiene de las cosas, de la sociedad y del país, sea más amplia, más profunda. Por una parte, te libras de grandes responsabilidades, y eso se vive con alivio, lógicamente, pero por otra sufres cierta impotencia. Tienes mucha experiencia y un conocimiento muy amplio de la materia, y nadie parece quererlo, al menos en mi caso.
J. S. ¿Y por qué no escribes sobre eso? ¡Tienes un punto de vista privilegiado!
A. G. S. Eso me lo dicen mucho [risas]. Y cada vez que me dicen «escribe algo sobre política», yo siempre pienso que los personajes interesantes en una historia sobre política no son quienes ocupan los grandes cargos, sino los secundarios. Me llenan de curiosidad las historias que podrían contar los escoltas, por ejemplo. O el fotógrafo de la Casa Real, que sería un personaje estupendo… Los suyos sí son puntos de vista fascinantes. Piensa en esa persona que se dedica a las labores de limpieza en el Museo del Prado y que ve todos los días Las meninas para ella sola. ¿No es ese el mejor personaje para una historia?
J. S. Cierto.
A. G. S. En el mundo del cine hay una figura que a mí siempre me ha llamado mucho la atención: el doble de luces. Un doble de luces es alguien que se dedica a posar en los decorados de un rodaje para que los técnicos de luces iluminen la escena. Mientras el actor descansa o se encuentra trabajando en otra parte, el doble de luces ocupa su lugar y no hace nada, sencillamente se queda quieto o recorre el decorado y recrea las posiciones que ocupará el actor durante la toma. Es un trabajo muy interesante. Ocupa un lugar que no es el suyo, y de él solo se espera que guarde silencio y no se mueva demasiado, y creo que eso ofrece una perspectiva privilegiada para observar, para escuchar y para aprender. A mí, en cierto modo, me gustaría haber sido la doble de luces de Javier Solana. Creo que habría aprendido mucho.
J. S. En el Prado hay un cuadro, El lavatorio de Tintoretto, en el que vemos a Jesús lavando los pies de un discípulo y los pies están exactamente en una esquina del cuadro, en la parte más alejada del centro de la imagen. No fue un descuido, el artista los puso ahí a propósito. A veces el verdadero protagonista de algo no debe estar en el centro, sino en los márgenes.
A. G. S. Exacto. Sí es cierto que la experiencia directa del gobierno te hace conocer mejor al ser humano, aunque la razón es muy sencilla: tienes mucho contacto con personas muy diferentes, algo que es menos habitual en un trabajo ordinario. En ese sentido, la política es distinta: tu trabajo es exponerte al contacto con un espectro de personas muy amplio. No hay muchas otras profesiones en las que estés sometido constantemente al escrutinio o acaso a la falta de intimidad. No hablo de la intimidad personal, que también, sino a la mera intimidad profesional, a carecer de ella en reuniones y cosas así. También aprendes mucho sobre ti mismo, ya que te ves en situaciones en las que jamás pensarías que te ibas a encontrar. Aprendes a improvisar, aprendes a contenerte y a reflexionar mejor. En mi caso fue un aprendizaje lento, y cuando lo aprendí plenamente se había acabado la legislatura. Me habría venido bien otro mandato. Siempre dicen que el primero pasa muy rápido. Cuando dominas la materia, se acaba la legislatura.
En todo caso, a mí no me gusta transmitir una idea negativa de la política. Me parece que es algo dañino para la sociedad, para el país y para la confianza de los ciudadanos. La política necesita la participación ciudadana, necesita que tomen parte en ella sectores cada vez más amplios de la población. Si propagamos una visión negativa de la política, si transmitimos esta idea de que es corrupta e interesada, no estamos ayudando. La política atrae poco, y no debería ser así.
J. S. La política es una actividad apasionante. A mí me atrapó, desde luego.
A. G. S. Lo es, y, sin embargo, cada vez atrae menos a la gente valiosa. En parte porque parece que te lo juegas todo a una carta, como si carecieras de las posibilidades de maniobra y rectificación de otros ámbitos profesionales. Los políticos hoy son trapecistas en el aire y ¿quién quiere ese riesgo constante? Intuyo que tiene que ver con la propia velocidad a la que nos comunicamos hoy en día. Hace unas décadas, el ritmo era más pausado. Hoy, en cambio, se deja poco espacio a la clase política para la reflexión. En parte lo impedimos nosotros mismos, cuando reaccionamos visceralmente en las redes, en los medios ante las iniciativas políticas. Esa forma de crítica vociferante y acelerada frustra proyectos antes incluso de que nazcan.
J. S. A los políticos se les debe permitir rectificar, no cabe duda. Mira: una de las primeras decisiones que tomamos en el primer gobierno de Felipe González fue hacer gratuitas las visitas a los museos. En su momento movió muchos aplausos, fue algo que se vivió con cierto entusiasmo, pero poco después nos dimos cuenta de que una decisión como esa, por bonita que fuera, no era la mejor. Las visitas a los museos subieron, lógicamente, pero las cajas de los propios museos empezaron a vaciarse a un ritmo mayor del que habíamos imaginado. Habría sido un error por nuestra parte no actuar, no tener el coraje de decir: «Debemos rectificar porque no supimos anticipar todas las consecuencias».
Es algo que ocurre muchísimo en política. A fin de cuentas, estamos jugando con algo muy complejo: la propia sociedad. La sociedad no es algo de naturaleza lineal, reacciona de forma impredecible, y muchas veces es imposible anticipar cómo va a hacerlo. Es algo que debe tenerse en cuenta. Ocurre en la ciencia, si me permites llevar el ejemplo a mi terreno. En ciencia se puede repetir un experimento o afinarlo si no sale bien a la primera. Debemos dejar cierto espacio en la política para testar las medidas y rectificarlas, si es preciso hacerlo, y no correr a decir inmediatamente «acierto» o «error», porque eso son cosas que se ven solo después de un plazo de tiempo.
A. G. S. En el cine pasa igual, y ahora me llevo yo el ejemplo a mi terreno. En el cine americano de alto presupuesto hay algo llamado reshoots. Después de rodar una película, cuando están montándola en las salas de edición, si una escena no funciona, vuelven a organizar todo el tinglado que es un rodaje y la ruedan de nuevo. Hay una parte del presupuesto dedicada a repetir lo que salió mal o lo que falta. A veces me da envidia, porque esas segundas oportunidades no podemos permitírnoslas en la mayoría de producciones españolas ni europeas. Aquí lanzarse a producir comporta un riesgo mayor.
J. S. En política, lo imprescindible no es acertar a la primera, sino garantizar que encontramos la mejor manera de invertir los recursos públicos. Yo, después de todo lo que he vivido en política, pienso que proteger el valor del recurso público es algo absolutamente fundamental. Los bienes públicos globales es lo que tenemos que defender, particularmente en un momento como el que vivimos.
A. G. S. Aquella medida de la que hablas, no obstante, sí tuvo una parte positiva, al menos yo lo recuerdo así. Yo debía ser una adolescente por aquel entonces, y recuerdo la publicidad de la gratuidad de los museos y el efecto que tenía: te sentías invitado, sentías que el museo también era tuyo. Y gente que no se acercaba los museos lo empezó a hacer a raíz de aquello. Lo importante con los museos no es ir; es volver. Es un problema que el arte sigue teniendo hoy en día, particularmente el arte contemporáneo. Mucha gente piensa: «No es para mí, no entiendo de eso, cómo voy a ir yo a ese lugar». Ese periodo de gratuidad de los museos contribuyó a derribar prejuicios y a que todo el mundo se sintiera partícipe en una etapa tan particular en que parecía que estrenábamos todo, también la cultura. Siempre he pensado que aquella época, cuando tú mismo y Jorge Semprún pasasteis por el Ministerio de Cultura, tuvo que ser apasionante.
J. S. Yo me enteré en el Teatro de la Zarzuela de que Semprún iba a ser el siguiente ministro de Cultura. Durante el descanso en la representación, recibí una llamada del presidente del Gobierno en el despacho del director del teatro. Me dijo: «Llama a Jorge y sondéalo». Yo era ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, pero entonces ya sabía que iba a salir del Ministerio y que me iba a ocupar de Educación. Así que llamé a Jorge y le dije: «Jorge, ¿tienes pasaporte español? Pues cógete un avión y vente, que Felipe González tiene interés en hablar contigo». Y vino y se quedó [risas]. Jorge era un tipo extraordinario.
A. G. S. Yo os conocí a la vez a Jorge y a ti, no sé si lo recuerdas.
J. S. Ah, ¿sí? Yo recuerdo varios encuentros contigo, pero creo que los estoy desordenando en mi cabeza [risas].
A. G. S. Fue en un acto celebrado en la Biblioteca Nacional al que acudisteis los dos, Jorge y tú. Me dije: tengo que ir. De hecho, aquel día era la inauguración de LIBER, que aquel año tocaba en Barcelona, y creo que se enfadaron un poco conmigo porque fui por la mañana, pero no me quedé al acto que tenía lugar por la tarde para poder ir corriendo a aquel evento en la Biblioteca Nacional. Piensa que, para mí, los ministros de Cultura por excelencia habían sido los que tomaron parte en los gobiernos de Felipe González: tú mismo, Jorge Semprún, Jordi Solé Tura y Carmen Alborch. De hecho, cuando llegué al cargo, yo no cambié prácticamente nada en el despacho, como los cuadros, que los había elegido Solé Tura; es que ni la tapicería de los sofás. Carmen Alborch se pasó por allí pocas semanas después de mi toma de posesión y me dijo: «Huy, estos sofás, esta tapicería, ¡pero si esto lo puse yo!». Imagínate si llevaban años allí.
J. S. Y después de aquello nos vimos varias veces más.
A. G. S. Cuando una es ministra, a veces tiene que recurrir a la sabiduría de sus predecesores en el cargo, cosa que yo hice contigo y también con Carmen Alborch, por ejemplo. Y una vez, no sé si lo recuerdas, nos encontramos incluso en el tren de cercanías volviendo a casa.
J. S. ¡Es verdad!
A. G. S. Fue una carambola increíble. Salgo de trabajar, voy a la estación, me monto en el tren, miro a la persona que está sentada enfrente y digo: «¡Pero si es Javier Solana!».
J. S. Recuerdo con mucho cariño el encuentro que tuvimos poco después de que yo regresase a España. Yo salí de la vida política nacional, pero después tuve una segunda vida política internacional. Me he pasado casi treinta años en puestos de responsabilidad tanto en España como fuera de España; prácticamente vivía montado en un avión. Y cuando todo eso acabó, volví a España y me entrevisté con el presidente del Gobierno, que era José Luis Rodríguez Zapatero. Me ofrecieron algún cargo, pero lo que dije fue: «Lo único que me interesaría ser es patrono del Museo del Prado». Y así ocurrió, siendo tú entonces la ministra de Cultura.
A. G. S. Es verdad.
J. S. Poco después iba a quedar vacante la presidencia del patronato y me preguntaste si me interesaría ocupar ese cargo. Aunque respondí que sí, aquello nunca llegó a ponerse en marcha, ya que el presidente del Gobierno convocó las elecciones poco después.
A. G. S. Así fue. Por higiene democrática, por prudencia, no hicimos nombramientos después de convocar elecciones, durante los últimos meses de la legislatura. Debe decirse que otros partidos no han respetado esta misma costumbre, pero a nosotros nos pareció que no era ni prudente ni elegante.
J. S. Recuerdo que un día me dijiste, con cierta incredulidad: «¿De verdad, Javier, que quieres ser presidente del patronato del Prado? ¿No querrías serlo mejor del Reina Sofía? Ahí es donde está todo lo que se mueve. El Prado es estático». Y yo, que también fui ministro de Cultura en su momento, te respondí: «Mira, he tratado tanto con artistas vivos que prefiero tratar con esta otra clase de artistas, los que ya no pueden pedirme cosas» [risas].
A. G. S. No quisiste ser presidente del patronato de este museo [el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde tiene lugar el encuentro] y, al final, mira, he acabado siéndolo yo.
J. S. ¡Y eso que este museo se inauguró estando yo en el Gobierno! Aunque este lugar en el que estamos ahora mismo no existía. Y tengo que decir que la transformación física del edificio no fue nada sencilla. El museo era, fundamentalmente, el hospital [el Hospital San Carlos, institución que albergaba originalmente el edificio que hoy ocupa el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, N. del E.]. Transformar un contenedor de camas en un contenedor de arte fue un proceso complejo y muy largo, aunque también muy interesante. Ahora es un museo más grande y mucho más rico en contenido que el que yo inauguré.
A. G. S. Las estructuras crecen si tienen una buena simiente. El museo estaba preparado para crecer y convertirse en lo que es ahora, y la transformación no se detiene. El director del museo está constantemente echando el ojo a nuevos edificios y nuevos espacios. Tened cuidado en el Prado, que el día menos pensado cruzamos la calle y nos quedamos con unas cuantas salas.
Imposible no preguntarse que piense Javier Solana como ex-secretario general de la OTAN del colapso del gobierno en Afghanistan en tiempo record estos dias, tras una guerra de 20 años que ha dejado casi 150,000 muertos, la tercera parte civiles….
Su sucesor en aquel puesto George Robertson esta en las páginas de The Scottish Review hoy, sacando pecho por haber aplicado el Articulo 5 después de los atentados del 9/11, es decir, tomando aquellos atentados como una declaración de guerra a todos los países de la OTAN , un error historico por el cual Robertson se orgullece hoy de nuevo como el ignorante y fatuo que es y siempre ha sido, y sin mencionar los casi 50,000 civiles que han perdido la vida para absolutamente nada visto lo visto….
En lugar de decir la verdad y reconocer su error, los responsables de aquel fiasco siguen defendiendo la ocupación militar de Afghanistan, cegados por la misma combinación de arrogancia y ignorancia que les vio invadir en primera instancia, a pesar de lo que proclamaba los libros de historia a gritos: que aquello nunca tenia posibilidades reales de éxito…
47,000 civiles muertos, y Theresa May en la Casa de Comunes hoy hablando de como la ocupación nos ha mantenido y «nuestros valores» a salvo todos estos años…
Menos mal que nuestros valores siguen bien, y mala suerte si eres uno de aquellos 47,000 civiles….que vergüenza todo……
¿Por qué tengo la impresión, quizás injusta, de que su excelentísimo J. Solana y su ilustrísima G. Sinde trabajarían para el gobierno talibán si les asegurasen un ministerio o algo así?
No creo que G-Sinde entre en los planes de los Talibán, afortunadamente para ella…
Lo del Articulo 5 a mi me parece una sobre exageración tremenda al 9/11 y significa que los 29 países de la OTAN declararon la guerra a Afghanistan a la vez, y significa hoy por tanto que han perdido esa guerra, pues han ganado los Talibán….
La idea de que se puede exportar la democracia a cualquier lugar del planeta es un disparate, la idea que se podía imponer en Afghanistan, de todo descabellada…el ultimo país de todos con posibilidades en ese sentido acaso tras tres décadas de guerra…
La democracia emerge en Europa en un tira y afloja que dura 150 años y esta acompañada por una serie de cambios profundos en la sociedad civil, por ejemplo, la industralizacion, la formación de sindicatos y una clase profesional/ burocrática que la hacen posible….o inevitable…
No entender que el sistema politico y la sociedad están del todo inter-relacionados es no entender nada…
El que daba una patina de credibilidad intelectual a lo de «regime change» es sobre todo Tony Blair que ha quedado del todo desacreditado, junto con Jose Maria Aznar y George W Bush…
Por supuesto, ahora toca desentenderse de los refugiados que van a buscar asilo en Occidente y echar la culpa de todo a los Afghanis….
PD: Los europeos no podemos serguir así, tan pusilanimes frente a los americanos, apuntandonos a todas sus estúpidas guerras sin fin.
Los amercianos son unos cínicos imperalistas que hacen la pelota a los mismos Saudis que han financiado tanto los Taliban como ISIS a la vez que hablan de democracia y derechos humanos, pero los europeos somos mucho peor, somos unos inutles y somos unos cobardes… a nadie le parece importar demasiado el debacle en Afghanistan que debería servirnos como punto de inflexión en nuestra política exterior…
¿Qué proyecto europeo es esto? No tenemos un destino final ni medio esbozado, somos una anomalía en en el sistema internacional, ni somos una estado federal, ni somos estados naciones independientes ya… Ni chicha ni limoná… sin personalidad en el escenario internacional, sin la capacidad ni siquiera de defender las fronteras europeas sin los yankis… eso si, tenemos unos estupendos museos. y la novena de Beethoven que parece ser lo único que importa…
Un buen ejemplo a la total falta de iniciativa europea es el Brexit. Somos 1.5 millones de británcios residentes en la UE, nos han quitado nuestro derecho a libre movemiento y residencia en 27 paises, y la respuesta de la UE a ese drama es cero, nada, no hay voluntad ni siquiera para dar un paso y crear un pasaporte europeo (opcional) que podríamos pedir los británicos para recuperar los derechos de ciudadanía europea que nos han quitado los insoportables Tories ingleses….
…seremos los británicos más europístas y nadie levanta ni un dedo para restaurar nuestros derechos… nos han traicionado tambien en Brueselas… les da igual… la falta de ambición es chocante…no reaccionen…
La clase intelectual europea por su parte está completamente integrada al sistema del Poder, o bien en grupos mediaticos o bien en las universidades: en Reino Unido por ejemplo, casi no existe el intelectual independiente hoy en día. En España, no hay un solo nombre que se me ocurre aútonomo y crítico del Poder, como era, por ejemplo, Juan Goytisolo en su día.
En fin, somos muchos que sabíamos que el proyecto de instalar la democracia en Afghanistan estaba destinado al fracaso desde siempre, que la democracia es de sociedades de cierto nivel de desarrollo y cohesión interior, pero muy pocos han levantado la voz para protestar…
Es más, no recuerdo de ni una sola manifestación ni protesta pública contra el sinsentido de una guerra que nunca se podía ganar, y que ha costado la vida de cientos de miles de personas… además de regalar a los Taliban un ejercito flamante armado con la mejor tecnología de nuestro tiempo…
Yo nunca he sentido tan pesimista, no sé los demás… que incompetencia, que prepotencia, que estupidez…
¿ Cómooooo?
¿Cuándo va a ser juzgado Javier Solana -el carnicero de Belgrado- por crímenes de lesa humanidad?
Yo creo que la fecha del juicio va a ser despues de la de Aznar, Blair y Bush. Es decir, ya mismo.
Javier Solana es el sobrino de Salvador de Madariaga de quien se solía decir que «no tenía nada que decir en cuatro o cinco idiomas»…
Pues Javier Solana es un poco del mismo corte, nunca ha dicho gran cosa. Me parece raro sacar una entrevista del ex-secretario de la OTAN precisamente ahora sin que salga el tema de Afganistán, ¿no? Será por la fecha de la entrevista supongo.
Está en El Pais hoy J.M Lasalle con el mismo surtido de tópicos y lugares comunes sobre Afganistan que vamos a leer en grandes cantidades en las semanas venideras.
Nadie se molesta con los hechos, que están en wikipedia: Afganistán es el pais más pobre del mundo, de cuya población 90% trabajan en la agricultura, 65% son analfabetos del todo, con un 75% de su terreno siendo montañoso, con una sociedad tribal de varias etnías, cuyo único punto en común es el Islám…
¿Cómo se iba montar una democracia liberal en semejante pais? No existen proto democracias en Europa hasta bien entrado el siglo XIX – y ni una plena – y la democracia empieza a ser lo habitual aqui solo en la segunda mitad del siglo XX despues de el proceso de modernización o industrialización…
J.M Lasalle hoy en El Pais da otra muestra más de la incapacidad para pensar en términos históricos o cientificos sobre las cosas que pasan en el mundo, y porqué pasan…
…es que hay fuerzas históricas en obra que son muy superiores a todas las mejores intenciones de periodistas, gobenantes, y políticos, militares, ONGs, etc etc…
Cuentan que Salvador de Madariaga y Ortega tuvieron cierto desencuentro a propósito de algún tema. Madariaga debió utilizar como argumento a su favor que sabía 5 idiomas. La respuesta de Ortega fue breve: «D. Salvador es tonto en 5 idiomas».
Es verdad, y era al propio Ortega quien Juan Goytisolo llamó «primer filosofo de España y quinto de Alemania»…je je je…
Yo no tengo mal concepto de Solana, proyecta muy bien, lo que pasa es muy PPSOE, muy El Pais, es decir, gente con ideas de centro, pero con un estilo personal y una presentación que parece progresista y de la izquierda, cuando no lo es…
Zapatero queda bastante a la izquierda de Solana yo creo, y a ZP no le habrá hecho mucha gracia la guerra en Afganistán supongo yo.
Busqué anoche en Youtube lo que dice Chomsky sobre la retirada, y comenta algo que nadie más ha dicho que yo sepa: que se lo pregunten a los Afganis si prefieren que se vayan o no las tropas americanas… Eso fue antes del colapso del gobierno, pero nadie más ha dicho algo tan obvio como eso…
Y Tony Blair ya maniobrando hoy para salvarse la cara con eso de: «¡nuestras intenciones eran buenas…!»…Ya, si encima hubiésen sido malas… Blair es un sícopata,…
Lo que hay que transmitir a la gente es que hay una relación directa entre nuestro falta de proyecto europeo y la dependencia a los americanos que conlleva, y nuestra participación en aquellas guerras tan vergonzosas que hemos apoyado como la de Afganistán…
Además,visto lo visto, los americanos spn capaces de abandonar Europa de un día para otro sin previo aviso.
Entraron en las dos guerras mundiales tarde, en 1917 en la Primera, y finales del 41 en la Segunda Guerra. No estaban allí desde el principio, no van a estar en Europa siempre, no podemos seguir contando con ellos para defender Europa…
Hay que refundar el proyecto europeo, pero desde abajo hacia arriba no al revés como intentaron con la Constitución.
No se puede formar un ejército europeo sin un parlamento con poderes plenos… hace falta abordar la reforma de todas las instituciones europeas… debe de ser el gran tema de nuestro tiempo para los jovenes europeos, pero no veo muchas ganas… en fín…
No existe un proyecto europeo común, pues tampoco los europeos se sienten europeos primero y después españoles, franceses, alemanes, etc. UK se ha salido con la suya y, después, ha cerrado la puerta detrás. Siempre puso cortapisas a tal unidad supranacional (ellos siguen viviendo en el Imperio, pese a la resaca de los 60’s) hasta el punto de negarse entrar en el EURATOM y la CEE. Prefirieron contraponer la competencia, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) tan ineficaz como el COMECON. De Gaulle les había tomado la medida bien durante la guerra y la postguerra y los vetó para la entrada en la CEE durante más de una década, anticipando que sería un socio traidor. No se equivocó. En el momento del Brexit, el UK mantenía exenciones totales en relación a la moneda única, el Acuerdo de Schengen, en lo relativo al funcionamiento de la UE sobre el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia (Título V del Tratado de Lisboa) y una exención parcial de la Carta de Derechos Fundamentales. Ha hecho lo posible por boicotear cualquier avance hacia la integración europea y se convirtió en el defensor de la incorporación de los países ex-comunistas, pequeñas satrapías donde los caciques de turno no quieren oír hablar ni de lejos de nada aparte del mercado. Gracias a la estupidez de sus líderes ahora UK está fuera y si Europa tiene futuro como unidad supranacional, no estaría de más aprovechar para dejar fuera de una vez a Hungría y Polonia como aviso a navegantes. Si eso ocurriera Europa tendría posibilidad como un país políticamente definido. De momento, lo único define bastante bien jurídicamente es el mercado.
Si expulsaron a Hungría y Polonia, de un día para otro se convierten en parte de la zona de influencia de Putin, por tanto, no creo que vaya a suceder.
Yo tengo la sensación cada vez mas de que Europa ya fue, ya ha sido, ya hemos llegado al terminus. Y gente como yo soy como aquellos pasajeros inocentes a menudo guiris que al final de un viaje, se quedan sentados pensando que hay otra estacion mas por delante, hasta que alguien se lo diga…»no, si ya estamos aqui»….
El proyecto es y siempre ha sido el euro, que es el gran pacto entre la burguesía del sur y la burguesía del norte. La del sur por fin tiene una moneda dura en que puede ahorrar, la del norte ha conseguido una rebaja importante en el precio de la exportaciones alemanas.
Eso las marxistas lo llaman «reifecacion» o lo que es parecido en español, la cosificacion. El proyecto europeo y todos sus valores tan altisonantes se han reificado en el euro. No hay mas.
Los derechos de la ciudadanía europea son lo de menos para Bruselas. Yo sere el primero en varias generaciones de mi familia sin el derecho al voto. No he podido votar mas que un par de veces en mi vida. No soy activo políticamente por tanto.
Es chocante que lo que tenia que hacer Ian Gibson en el año 78, en la España pos-franquista, lo tienen que hacer los británicos residentes aquí durante 20 o 30 años en el 2021 para poder votar: pedir la nacionalidad.
En cuanto a Inglaterra, es un país tan, tan, tan de derechas que acaban de expulsar a Ken Loach de the Labour Party… que fuerte, no?
Carlo Frabetti es un “Han Solo”. Cada una de sus columnas son como viajes del “Halcón Milenario”. Pertenece por derecho propio al mundo de la cultura. hay algo valioso en sus opiniones, por discutibles que te parezcan. Como el buen vino, cuanto más viejo, mejor. No puedes imaginar a Frabetti formando parte de las huestes del Imperio, lo mismo que no puedes imaginar a González Sinde y Javier Solana sino perteneciendo a la burocracia de la “Estrella de la Muerte”. Ellos tienen algo que ver con la cultura, como Frabetti, sí: se hallan en el mismo universo, pero el “hallarse” de esta parejita es puramente accidental. Forman parte del aparato represor. Los tenía felizmente olvidados.
Gracias, Marco, pero no merezco tanto honor: Han Solo dispara contra las huestes del Imperio y yo no me atrevo a hacerlo sino con dardos verbales. Bromas aparte, si hay un intelectual vivo que merece ser destacado por su oposición radical al régimen del 78, es Alfonso Sastre.
Grande Frabetti.
Lo que más me gustaba de JotDown eran las entrevistas pero el nivel ha bajado muchísimo en los últimos meses. Supongo que será culpa, al menos en parte, de la pandemia.
El nombramiento de Gonzalez-Sinde me pareció alucinante por el brutal conflicto de itntereses que tenia esta persona. Administradoras de varias empresas y productoras, practicamente vivia de que se le subvencionaban todos los proyectos con dinero publico. Lei por algún sitio que una de sus empresas habia recibido mas de 10 millones de € en subvenciones en 3 años. Conflicto de intereses brutal.
Hay un director de cine que vio su carrera truncada por las practicas mafiosas de los productores y el ministerio de cultura que se llama «Tinieblas» Gonzalez que es de los muy pocos que habla claramente de porque no hay que ir a ver cine español, con excepcion de directores independientes que se juegan su propio dinero, y explica tambien como funciona el sistema para forrarse con las subvenciones aunque no vea la pelicula nadie. Recomiendo encarecidamente estos 2 videos suyos uno tiene bastantes años, donde explica el modus operandi de todos estos productores sinvergüenzas que se lo llevan crudo:
Tinieblas González: «El cine español está prostituído». Rueda de prensa completa: https://www.youtube.com/watch?v=0G4YVZfvPWk
Zinemara: entrevista con Tinieblas Gonzalez: https://www.youtube.com/watch?v=rJ5tntLmId0
Un 10 para Tinieblas que desmonta el saqueo de estos vividores del cine. NO VAYAIS NUNCA A VER CINE ESPAÑOL, YA LO HABEIS PAGADO VIA IMPUESTOS DEBERÍA SER GRATIS!.
El nombramiento de Gonzalez-Sinde me pareció alucinante por el brutal conflicto de itntereses que tenia esta persona. Administradoras de varias empresas y productoras, practicamente vivia de que se le subvencionaban todos los proyectos con dinero publico. Lei por algún sitio que una de sus empresas habia recibido mas de 10 millones de € en subvenciones en 3 años. Conflicto de intereses brutal.
Hay un director de cine que vio su carrera truncada por las practicas mafiosas de los productores y el ministerio de cultura que se llama «Tinieblas» Gonzalez que es de los muy pocos que habla claramente de porque no hay que ir a ver cine español, con excepcion de directores independientes que se juegan su propio dinero, y explica tambien como funciona el sistema para forrarse con las subvenciones aunque no vea la pelicula nadie. Recomiendo encarecidamente buscar estos 2 videos suyos uno tiene bastantes años, donde explica el modus operandi de todos estos productores sinvergüenzas que se lo llevan crudo (pongo el titulo de youtube ya que no deja el link creo):
1- Tinieblas González: «El cine español está prostituído». Rueda de prensa completa:
2- Zinemara: entrevista con Tinieblas Gonzalez
Un 10 para Tinieblas que desmonta el saqueo de estos vividores del cine. NO VAYAIS NUNCA A VER CINE ESPAÑOL, YA LO HABEIS PAGADO VIA IMPUESTOS DEBERÍA SER GRATIS!.
El nombramiento de Gonzalez-Sinde me pareció alucinante por el brutal conflicto de itntereses que tenia esta persona. Administradoras de varias empresas y productoras, practicamente vivia de que se le subvencionaban todos los proyectos con dinero publico. Lei por algún sitio que una de sus empresas habia recibido mas de 10 millones de € en subvenciones en 3 años. Conflicto de intereses brutal.
Hay un director de cine que vio su carrera truncada por las practicas mafiosas de los productores y el ministerio de cultura que se llama «Tinieblas» Gonzalez que es de los muy pocos que habla claramente de porque no hay que ir a ver cine español, con excepcion de directores independientes que se juegan su propio dinero, y explica tambien como funciona el sistema para forrarse con las subvenciones aunque no vea la pelicula nadie. Recomiendo encarecidamente buscar estos 2 videos suyos uno tiene bastantes años, donde explica el modus operandi de todos estos productores sinvergüenzas que se lo llevan crudo (pongo el titulo de youtube ya que no deja el link creo):
1- Tinieblas González: «El cine español está prostituído». Rueda de prensa completa:
2- Zinemara: entrevista con Tinieblas Gonzalez
Un 10 para Tinieblas que desmonta el saqueo de estos vividores del cine. NO VAYAIS NUNCA A VER CINE ESPAÑOL, YA LO HABEIS PAGADO VIA IMPUESTOS DEBERÍA SER GRATIS!.
OTAN, no.
No a la guerra.
Yankee, go home.
Javer Solana: un completo inútil que se compadreaba con los mayores genocidas de la antigua Yugoslavia, y cuya gestión sólo sirvió para que estos genocidas campasen a sus anchas vertiendo ríos de sangre y produciendo fosas comunes a destajo.
Ángeles Gonzalez-Sinde: una mediocridad como cineasta (por ser generosa) y personaje asociado al zapaterismo más propagandístico que puso la marca PSOE en buena parte del cine español. Su designación como ministra dejó claro hasta que punto el cine español es sinónimo de corrupción y clientelismo.
Ambos dan bastante verguenza ajena.
En fin, yo tras estos años francamente terribles del Brexit, que me han pasado una factura muy gorda – me he vuelto medio loco – he llegado a la conclusion que no hay salvación posible para Europa, que Europa es un decrépito museo lleno de autocomplacientes y zafios burgueses haciéndose fotos unos a otros y que además, la realidad de nuestros tiempos no esta aquí, sino en Africa o Sudamérica, que es donde hay que ir…( Cabo Verde por ejemplo….)
Y sobre todo, que adherirse – hasta con fervor, pues yo siempre he sido muy eurofilo – a una causa que reniega de ti es de gilipollas y es mejor marcharse.
No hay ganas reales de una unión europea sino todos los países de la UE son ultra nacionalistas, tanto que se muestran cicateros con el voto en el caso de extranjeros. Cuando hablan de «integración europea» a que diablos se refieren? Yo tengo los mismos derechos que Gerald Brenan en la España de Franco en los años 50 y llevo casi 30 años aquí. No ha habido integración ninguna…ni por asomo…
Hay ese libro de Tony Judt que se llama «La Gran Ilusión?» que versa sobre este tema. A Judt le gusta mucho la idea de una europa unida como a mi, pero no lo cree posible debido a los asquerosos europeos y yo creo lo mismo…
Eso si, que los de Bruselas se quiten sus sucios manos de Beethoven y de los grandes artistas de la cultura europea, que no son suyos para inscribirse a su causa, que es la causa del euro, y el dinero y cada vez mas dinero, y de hacerse lo importante y tener poder: Barroso, De Guindos, Lagarde, Josep Borrel y una larga etcetera que serán dueños de muchas cosas pero no lo son de la Novena de Beethoven…
…como tampoco lo es el Estado Borbonico-Franquista de Cervantes a quien llevan siglos traicionando, por mucho que se porten como si fuese suyo y solo suyo…
Me ha hecho gracia el comentario de González-Sinde sobre la decoración del despacho, creo que dice mucho de cada persona y de como lo de fuera -la decoración- puede influirte y viceversa. ¿Es poco profesional y frívolo mandar cambiar la tapicería? al fin y al cabo tu vas ahí a trabajar temporalmente y debes tener cierta capacidad de adaptación…, ¿responde a un deseo de marcar territorio o de dejar tu impronta personal?, ¿una decoración espantosa ofusca el pensamiento?, ¿una decoración perfecta puede paralizarte y dejarte tan absorto en la armonía y la belleza que no puedas acometer trabajos prácticos?.