«Esto es para quienes tienen la fe y la valentía de mantener la bondad en sí mismos, también la bondad en los demás, sin importar lo difícil que sea». Chloé Zhao (Pekín, 1982) se proclamó el pasado 26 de abril mejor directora de la industria cinematográfica. Tras 93 ceremonias celebradas por la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas, se trataba de la primera vez que dos mujeres optaban a este galardón, considerado como uno de los más importantes.
En el año 2009 se obraba el milagro. Kathryn Bigelow (California, 1951) recogía el primer y único (hasta aquel momento) Óscar femenino en la categoría de dirección. La película era En tierra hostil. Cuesta creer que hasta ese mismo año solo habían sido nominadas cinco mujeres para la estatuilla dorada. Es poco común que alguien con el mínimo conocimiento de la industria cinematográfica no conozca a Hitchcok o Scorsese. ¿Por qué se habla tan poco de directoras invisibilizadas como Lynne Ramsay, Sofia Coppola o Jennifer Lee?
Partiendo de la base de que Hollywood continua excluyendo el talento femenino de manera innegable y vil, sigue siendo inaceptable el poco reconocimiento que acaparan las mujeres en la industria. Bien es conocido que Hollywood te engulle. Hollywood chupa la sangre hasta dejarlas secas y después, las tritura. En aquella entrega de premios de 2010, Barbara Streisand (encargada de entregar esta estatua) hizo unas declaraciones que no pasaron desapercibidas: «El momento ha llegado». Llegó, pero no para quedarse.
Diez años más tarde, en la gala de 2020, se volvía a repetir un acto de revelación feminista con todas sus intenciones. En el escenario coincidían Sigourney Weaver, Brie Larson y Gal Gadot. Todas ellas conocidas por sus imponentes papeles de heroínas. Antes de entrega el premio a la mejor banda sonora (lo consiguió The Joker), bromearon sobre el papel de la prensa y como enfrentarse a ellos: «Hemos decidido que después del show, vamos a crear un club de lucha. Los hombres están invitados, pero las camisetas están prohibidas. Lo siento chicos, esto es Hollywood. El perdedor tendrá que responder las preguntas de la prensa sobre qué se siente siendo mujer en Hollywood». Para terminar el famoso speech, Weaver concluía con un «todas las mujeres somos superheroínas». Aquello desató un revuelo en la, hasta entonces, impertérrita industria cinematográfica.
Creo que las cosas están cambiando en Hollywood y que cada vez hay más papeles capaces de reflejar la realidad. El personaje de una mujer sentada en casa esperando a que llegue el hombre no es real. Nunca lo ha sido.
Weaver en una entrevista en El Mundo
En el año 2015, Jennifer Lawrance daba un paso adelante. La actriz redactaba una carta en la que denunciaba la brecha salarial en Hollywood entre mujeres y hombres. El origen de este escrito se remontaba a un año atrás. En 2014 sucedía el famoso hackeo a Sony. Entre esos documentos existían unos emails donde se revelaban los sueldos del reparto en Amercian Hustle. «Cuando sucedió el hackeo de Sony y me enteré de que me pagaban menos que a mis compañeros por ser hombres, no me enfadé con Sony. Me cabreé conmigo misma. Fallé como negociadora porque cedí demasiado pronto».
No fue la única. Charlize Theron descubrió que su salario sería diez millones de dólares menos que el de sus compañeros de película. Se trataba de Profesión: el especialista, y entre el reparto se encontraban compañeros como Cris Hemsworth. Se desveló que no solo sucedía con las actrices; en el ámbito de producción ocurría lo mismo. La carta de Lawrence fue un «hasta aquí». Consiguió el apoyo de muchos compañeros de la industria como Bradley Cooper o Jessica Chastain. «Pero qué mierda es esta. No creo que haya trabajado para un hombre al cargo que haya gastado su tiempo en pensar qué ángulo debía utilizar para que su voz sea escuchada. Jeremy Renner, Christian Bale y Bradley Cooper lucharon y tuvieron éxito negociando contratos poderosos para ellos. Estoy segura de que se les recomendó ser agresivos y tener una táctica, mientras yo me preocupaba por no parecer una niñata y no conseguir un trato justo».
Si hay una actriz inmersa en el movimiento feminista esa es Emma Watson. Se trata de una de las voces más representantes de la lucha por la igualdad en Hollywood. «Hombres: la igualdad de género también es problema de ustedes», declaró la actriz en un discurso en la sede de las Naciones Unidas (Nueva York). Tras una sesión de fotos para Vanity Fair donde Watson aparecía semidesnuda, las redes se llenaron de críticas hacia la británica. Se le tildó de «incongruente» con los valores feministas. Se trataba de una nueva oleada de odio. Entre aquellos tuts virales, uno de los más trascendentales fue el de Julia Hartley-Brewer (locutora de radio británica):
Emma Watson: «Feminismo…Femenismo…Desigualdad salarial entre hombres y mujeres…¿Por qué no me toman en serio?… Feminismo…Oh, ¡y aquí están mis tetas!»
La respuesta de la actriz no tardó en llegar. Y eran muchas las mujeres que la demandaban. Una vez más se volvía a caer en el mero estereotipo de que enseñar el cuerpo no puede ser feminista. «El feminismo es sobre la elección de la mujer, no un palo con el que golpear a otra mujer. Es sobre la libertad, sobre la liberación, sobre la igualdad… Realmente no sé qué tienen que ver mis pechos en todo eso. Estoy confusa… mucha gente lo está», declaró la actriz para The Independent.
Se han necesitado noventa y tres ceremonias de los Óscar para que dos mujeres coincidan en la lucha por una de las estatuas mas deseadas de la industria. Y el número de todas las nominaciones conseguidas por mujeres al Óscar para la mejor dirección es la friolera de siete. Aquella frase de Marilyn Monroe ha envejecido bien: «En Hollywood te pegan mil dólares por un beso y cincuenta centavos por tu alma». Cada vez menos actrices venden su alma a la industria. Como dijo Weaver, parece que ahora si que ha llegado el momento. Mirad, la segunda estrella a la derecha directo hacia el amanecer: mujer a la vista.
Creo que todavía se puede escarbar bastante más en todo lo que comentas pero es un paso… Aunque bueno, es un ejemplo que en un medio como este no tengas ningún comentario y artículos anteriores 30 respuestas, ejemplo de donde nos movemos en cuanto a intereses y luchas feministas ?
Saludos !
“El personaje de una mujer sentada en casa esperando a que llegue el hombre no es real. Nunca lo ha sido.” Los reales son los de una mujer apareándose con un Alien o el de una mujer que vuela…
Muy aparte del genero, la pelicula ganadora, como muchas otras no me parecio ni de cerca la mejor. Tambien hay que estar bastante lejos de las cualidades que deba reunir una pelicula para ser considerada ganadora, cosa que Judas an the Black Messiah si sumaba una buena coantidad de puntos a favor. Una pelicula buena o mala la puede dirigir una mujer u hombre. Ahora si llena de halagos aun pelicula mala solo por que la dirigio una mujer y tenemos que dar por sentado que ese seria el plus de esa produccion, entonces estamos hablando de otra cosa y no de de cine.