Francia ha dado un anticipo de lo que vendrá en los países que estamos siendo vacunados, eliminando la mascarilla en exteriores y levantando mañana el toque de queda. Aquí las autonomías lo pidieron también, para el 1 de julio. La ministra de Sanidad no quiso dar una fecha concreta, y ayer Pedro Sánchez indicó que será a partir del próximo viernes. El contraste viene del otro lado del mundo, la variante delta que llega de la India ha obligado a Reino Unido a retrasar un mes su desescalada, y América Latina, la más afectada hoy por el covid, vive una situación dramática. Barrios pobres donde la distancia no es posible, y una economía informal de la que vive más de la mitad de la población, mantienen alta la transmisión incluso en países con buenas cifras de vacunación, como Uruguay o Chile. Contrastes de un mundo que está a punto de renacer regresando a sus viejas costumbres, comenzando por la música, porque sus conciertos están siendo los primeros en regresar con fuerza.
Esta tendencia se percibe ya en Nueva York, que prepara un concierto en Central Park y una actuación de Bruce Springteen. La ciudad vive la carrera electoral por la alcaldía, y hay que demostrar a toda costa que quien manda garantiza el regreso de la normalidad. Aquí en Europa vuelve tras dos años Wacken Open Air, el festival de metal más conocido del mundo. Solo veinte mil metaleros frente a los ochenta mil habituales, para alzar los cuernos frente a los muy veteranos Judas Priest o Rose Tatto, intermedios como Slipknot o As I Lay Dying, o ante los que se formaron más recientemente, como Thundermother o Varang Nord. Es, posiblemente, el festival que más generaciones distintas reúne, desde los que tienen muchas canas a veinteañeros. Tampoco hace falta irse tan lejos. Más cerca, más modesto, hoy sábado está celebrándose el Andoaingo Rock Jaialdia en Euskadi, y este verano se celebrarán sin distanciamiento Vida Festival, Canet Rock o Cruilla, aunque no el Primavera Sound. Es un regreso asimétrico, marcado por los ciclos de conciertos, que serán lo habitual. Pero también es el anuncio de que vuelve la vida anterior a marzo de 2020.
Planes Next Generation y los nuevos empleos más demandados
Ocurre también, este año anticipadamente, la lentitud informativa en la actualidad. Un fenómeno que desplaza parcialmente de la actualidad a la política y la economía para dar paso a noticias de fondo que otras semanas pasarían desapercibidas. Por ejemplo, la aprobación de entrega de fondos del Plan Next Generation EU a España, cuyos primeros ingresos se harán a finales de julio, plantean una pregunta de fondo. ¿Qué va a pasar aquí con los empleos de baja cualificación? Siempre se ha dicho que somos un país de albañiles y camareros, y si esos planes de recuperación y transformación funcionan podríamos convertirnos en uno de instaladores de torres de telefonía, de paneles solares y de fibra óptica. Estados Unidos está anticipando esa tendencia, y su plan de infraestructuras se parece mucho al europeo. Puede por tanto que a nuestro mercado laboral le ocurra lo mismo que al suyo.
El plan de Joe Biden pone también el foco en crear instalaciones energéticas verdes y proyectos de alta tecnología. Las empresas de allí han estimado que necesitarán unos 900 000 trabajadores con el perfil citado, y no saben si tendrán suficientes candidatos para cubrirlos. El motivo no es la cualificación, que puede adquirirse con relativa facilidad, sino las condiciones. Un instalador de torres de telefonía tiene treinta veces más posibilidad de sufrir un accidente laboral, por el ascenso y caídas en las instalaciones, y debe viajar continuamente por gran parte del país. Algo parecido les ocurre a los que ponen paneles solares, elementos pesados que hay que alzar al tejado igual en pleno verano que en invierno. Hasta la instalación de fibra óptica tiene complicaciones, pero debería ser un perfil muy demandado en nuestro país dado que nuestro gobierno ha prometido conexión de alta velocidad hasta en el último rincón de la España vaciada. La promesa de Biden es casi exactamente la misma, que todo estadounidense tenga una conexión decente.
A raíz de todo esto ya está ocurriendo un fenómeno, tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, absolutamente inédito. Camareros y dependientes reciben mayores salarios porque escasean los candidatos. En Estados Unidos ofrecen ya sueldos anuales brutos de 70 000 dólares a los instaladores de torres de telefonía. Es lo que los expertos en economía denominan una terrible espiral inflacionaria.
Maquillaje tóxico
Si no has oído hablar aún de los PFA y sus riesgos para el sistema inmunológico, la tiroides y su incidencia en el aumento de casos de cáncer, es hora de prestar atención a tus sartenes viejas, y al maquillaje si lo usas. A las sartenes porque el primer teflón que se utilizó en ellas contenía esta sustancia carcinógena —las actuales no lo llevan ya—; y al maquillaje porque acaba de descubrirse que la mitad de las marcas más populares lo contienen. Especialmente las bases, rímel y lápiz labial de larga duración.
El estudio (explicado aquí) se limita a productos de Estados Unidos y Canadá, pero en junio del año pasado la Comisión Europea advertía en un informe que era necesario combatir el vertido de PFA al medio ambiente, reconociendo que parte de ellos provenían de los productos cosméticos. Esa regulación entró en vigor en julio de 2020, pero la que regulará su uso en los maquillajes se halla todavía en estudio. Es una prohibición que cada vez más países adoptan, el propio Estados Unidos tiene previsto hacerlo en septiembre. Hasta entonces hay que recordar que los fabricantes no están obligados a indicar que sus productos contienen esos PFA, presentes en los resistentes al agua y en los de larga duración.
En el mes arcoíris, las contradicciones del sexo
Estamos en el mes del Orgullo, buen momento para recordar que la serie de la Veneno ha llegado a Brooklyn convertida en un musical, y que Maricón Perdido, serie autobiográfica de Bob Pop, se estrenó ayer en TNT. Hemos hablado de ella esta semana, concluyendo que ser niño maricón no era sencillo. Sigue sin serlo salir del armario en el trabajo, el 70 % de personas LGTBIQ asegura que en el ámbito laboral lo ocultan. Es más bien una cuestión de lugares y entornos, Madrid vuelve a ser reconocida como ciudad LGTB Friendly, lo que no quita que las agresiones a homosexuales y personas trans estén a la orden del día en la capital y en todo nuestro país. Eso sí, con una legislación tolerante, en absoluto parecida a esa prohibición que dictaba Hungría esta semana, prohibiendo hablar en los colegios de homosexualidad. La ley es tan conservadora que hasta convierte Harry Potter en una película solo apta para mayores de dieciocho años, ya que aborda el tema de la identidad sexual. Seguramente se refieran a la relación entre Dumbledore y Grinewald, homosexual y apasionada, según la autora J. K. Rowling.
La pandemia no ha sido beneficiosa para la sexualidad, afectando especialmente a las nuevas generaciones. Hay una sequía de relaciones sexuales, en parte debida a las limitaciones que ha impuesto el covid, pero también debida al retraso en la emancipación de la casa paterna. También se ha detectado una preferencia por otros tipos de ocio, como las plataformas y los videojuegos online, que se baraja como un factor más en este descenso.
Hay además un mercado que sigue en crecimiento, no afectado por el covid ni al alza ni a la baja, que es de los robots sexuales. La demanda por el momento es mayormente masculina, y los fabricantes continúan mejorando las funciones de muñecas de tamaño y aspecto real, que ahora van incluyendo movimiento, habla y programas básicos de inteligencia artificial. Los usuarios claro, buscan sexo, pero también pareja, compañía para su vida diaria, y estos avances tecnológicos mejoran las ventas por cuanto cubren la fantasía de estar con una compañera real.
Y hablando del mundo real, Airbnb ha estado ocultando los numerosos casos de asaltos, agresiones sexuales y violaciones que han afectado a sus usuarios en todo el mundo. Un nuevo informe de Bloomberg lo ha puesto al descubierto, relevando prácticas por parte de la compañía para taparlo como los siete millones de dólares que entregó a una mujer que fue violada. Son casos, afirman, que solo afectan al 0.1 % de sus clientes en todo el mundo, o sea, a 193 000 estancias.
Y no más animales criados en jaulas, por iniciativa popular
Esto es así, un pollo puede engordar en unos cincuenta días gracias a albergarlo en una caja que no le permite moverse. Come por delante, caga por detrás, y es sacrificado apenas alcanza el peso adecuado para su venta. No solo la inmovilidad lo hace posible, la selección paulatina de razas y ejemplares ha beneficiado a los que tienen esa predisposición genética. No se les suministran hormonas, es un mito, pero la inmovilidad ayuda a que acumulen más grasa y pesen más. Sin embargo los pediatras recomiendan no consumir esta carne a niños que han desarrollado telarquia (crecimiento anormal de las mamas en varones o precoz en niñas) y señalan que puede ser una de las causas.
Independientemente de los perjuicios para la salud humana, causa un sufrimiento animal innegable, que ahora el Parlamento Europeo ha votado prohibir, por abrumadora mayoría. Los criadores ya han avisado de que esto encarecerá notablemente la carne de ave. Pero tan importante como la medida en sí misma es el origen, una iniciativa legislativa popular que reunió y presentó 1.4 millones de firmas. Una fórmula que no funciona en España, donde solo 1 de cada 9 iniciativas legislativas populares llegan a votarse en el Congreso. Teniendo a veces que retirar algunas, una vez tramitadas, como ocurrió con la de dación en pago.
Cada vez hay mayor interés en todas partes por evitar en lo posible el sufrimiento animal en los ejemplares de granja que nos suministran alimento. Otra práctica brutal es la trituradora de pollitos. Una vez salidos del huevo y sexados, los pollos macho se arrojan vivos a una máquina que los hace carne picada. Desechos de la industria. Alemania va a prohibir ya esta práctica, y quiere ser referente para que el resto de Europa la siga. Y es que con o sin mascarilla, el mundo ha cambiado, y también sigue siendo el mismo.