Primer jefe de Estado francés condenado
La semana arrancó con la condena al expresidente francés Nicolas Sarkozy, tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, delito cometido antes de ser presidente. Su delito, haber intentado sobornar a un abogado y un juez para que le facilitaran las pruebas reunidas contra él por financiar ilegalmente su campaña para las presidenciales. Cumpliría solo un año por ser su primera condena, pero recurrirá la sentencia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La derecha francesa ha salido en su apoyo en bloque, presentando el caso como una politización de la fiscalía, y ello porque al parecer Sarkozy podría ser un posible rival en las elecciones presidenciales de 2022 frente al actual presidente Emmanuel Macron.
Expresidente del FMI y exministro de economía, procesado
Recién disfrutadas sus dos primeras semanas en libertad condicional tras más de dos años en prisión, Rodrigo Rato ha sido procesado de nuevo. Esta vez por presunta corrupción, delito fiscal y blanqueo. El juez considera acreditado que contrató publicidad a las agencias Publicis y Zenith, que le pagaron a cambio una comisión de 2,02 millones de euros y por la que no abonó impuestos gracias a un entramado de empresas y el uso de paraísos fiscales. Empresas que tenía abiertas y operativas durante su etapa de ministro y de director del FMI.
Registro en las oficinas del FC Barcelona
Los mossos registraron la sede del FC Barcelona para conseguir la información que la directiva les negaba, y que encontraron durante el registro. Detuvieron además al expresidente Josep Maria Bartomeu y a su mano derecha Jaume Masferrer, así como a Òscar Grau y Román Gómez Ponti, directores ejecutivos y jurídicos del club. Al parecer lo que condujo a los mossos a las pruebas fueron las discrepancias en el informe de PwC, que Bartomeu presentó en su día como exculpatorio. La jueza ha levantado ahora el secreto de sumario de este caso, denominado Barçagate, donde la anterior junta directiva del club habría contratado ilícitamente a la empresa I3 Ventures una campaña para desprestigiar a sus rivales. El FC Barcelona aparece como perjudicado, y los detenidos fueron puestos en libertad tras acogerse a su derecho a no declarar.
Un rey emérito inviolable antes y después de su reinado
Las regularizaciones por las que el rey emérito Juan Carlos I abonó a Hacienda 4 millones de euros han motivado que Esquerra Republicana, EH Bildu, Junts, PDeCAT, la CUP, BNG, Más País, Compromís y el PNV hayan solicitado su investigación en el Congreso. Con el objetivo de conocer las irregularidades cometidas por miembros de la Casa Real. Unidas Podemos no se ha unido, alegando que se debe limitar la investigación al período posterior a la abdicación, ya que en el resto del período el emérito era inviolable.
Los técnicos de Hacienda han indicado que pudo haber un trato de favor al rey emérito, por doble motivo. Tendría que haber sido investigado por la AEAT desde 2018 y apuntan que la regularización se ha producido gracias a un asesoramiento no oficial de directivos de la agencia, con la consecuencia de que el monarca queda libre de cualquier responsabilidad penal o tributaria. Algo que corrobora el fiscalista Antón Beiras. La fiscal general del Estado opina en cambio que el emérito ha regularizado gracias a la investigación de la fiscalía.
La reputación de la monarquía española
Si la ejemplaridad ayuda a que las instituciones del Estado sean valoradas, está claro por qué la monarquía no aprueba, según reflejan los datos de la encuesta que ha organizado un grupo de medios independientes. En ella no solo la monarquía, sino los representantes del Parlamento, poder judicial y medios de comunicación apenas superan el cuatro, coincidiendo así con la última medición del CIS, que como es costumbre no incluye al rey.
No ha ayudado a la reputación monárquica que las infantas Elena y Cristina se vacunaran de forma privada en Abu Dabi durante el viaje que realizaron para visitar a su padre. Al parecer algo al alcance de cualquiera con 30 000 euros gracias al turismo de vacunas, una modalidad de lujo que está teniendo gran éxito internacional. La embajada de Abu Dabi aseguró que la vacunación solo está disponible para sus ciudadanos, no para extranjeros. Efectivamente, tanto Juan Carlos I como ellas han recibido el suero de Sinopharm, laboratorio chino, no aprobado en la UE. La posición oficial de las infantas es que no fueron a buscarla, les fue ofrecida y no se negaron.
Rebelión en la contratación de vacunas de la UE
Alemania, Bélgica, Italia y Francia no están vacunando a mayores de sesenta y cinco años con el suero de AstraZeneca porque en los ensayos clínicos no fue probado en personas de esa edad. Ahora están dispuestas a hacerlo debido al estudio realizado en Escocia, que demuestra su efectividad en todas las edades. Pero de momento es solo una intención, mientras la empresa termina su propio estudio en EE. UU. para confirmar que no hay peligro en administrarla a personas de esa edad.
Pero el problema en toda la UE es que no hay suficientes dosis para alcanzar rápido la inmunidad de grupo. A España solo han llegado cuatro millones y medio, necesitamos al menos veintiocho dosis (o dobles dosis) más. Una aparente buena noticia, la aprobación el próximo 11 de marzo de una nueva, la Janssen de Johnson & Johnson, desmintió las expectativas creadas al día siguiente de anunciarse. Nuestro país no recibirá sus veinte millones de dosis esta primavera, sino a partir de entonces y hasta final de año. Hacia verano se aprobarán las modalidades de Novavax y Cuevac, lo que nos deja con un horizonte de límites y confinamientos prolongado tal vez hasta más allá de 2021.
La economía se daña, y también la reputación política, así que ya hay cinco países que quieren abandonar la estrategia de compra conjunta de la UE: Austria, Dinamarca, Hungría, Serbia y Eslovaquia. Desean establecer sus propios acuerdos con China, Rusia o Israel y emplear sueros como Sinopharm (la china) o Sputnik V (la rusa) no aprobados por la Agencia Europea del Medicamento. La pregunta que queda en el aire es si en las negociaciones de Bruselas con los fabricantes pesó demasiado el esfuerzo de Francia por meter a su laboratorio Sanofi en los contratos (que admitió después su incapacidad para llegar a tiempo). O si Merkel entregó la negociación a Von der Leyen para que ella fuera la única responsable si el asunto salía mal. El sociólogo alemán Wolfgang Streeck lo explica aquí (no es neutral pero sí recoge puntos interesantes).
Turismo, Semana Santa y pasaporte covid
Para recuperar al menos la movilidad dentro del espacio Schengen, y con ello parte del turismo y el movimiento económico, la Comisión Europea trabaja en la creación de un pasaporte que permita a los vacunados viajar dentro del espacio Schenguen. Un pase verde digital que ahorrará limitaciones y PCR y que presenta similitudes con el pase covid que ya se está probando en Nueva York. Aunque fue China el primer Estado en implantar algo así, su código verde.
Pero no está claro que ni vacunados ni con pase a los europeos se les pase el susto de viajar: un 21 % no se plantea viajar a otro país hasta que no finalice la pandemia. Y España necesita al menos treinta millones de turistas este año… o emitir más deuda para suplir la recaudación que suponen. Eso explica en parte por qué el país está cerrado para los nacionales pero sigue siendo muy visitado por los extranjeros.
Queda por saber si la Semana Santa será una oportunidad para las escapadas interiores. Sanidad y seis CCAA buscan un acuerdo para seguir cerradas perimetralmente. Madrid, Canarias y Baleares apuestan por abrirse a las visitas. Aquí las posiciones al detalle. La decisión final, en una semana.
Internacional: sangre, impuestos y burbujas
Poco después del golpe de Estado en Birmania los generales golpistas acusaron a los ciudadanos que protestaban de destruir la democracia. En la capital Myanmar el emblema de los Juegos del Hambre sigue siendo empleado como símbolo de las protestas, que desafiaron primero los avisos de la junta militar con amenazas de muerte para los manifestantes, concretadas este miércoles en otros treinta y ocho muertos. No es que los birmanos no tengan miedo, es que no quieren volver a la dictadura que sufrieron desde 1962 a 2011. Tampoco a los militares les preocupan las amenazas de sanción de la ONU: «Estamos acostumbrados a las sanciones y hemos sobrevivido a ellas en el pasado».
Un posible impuesto a los hiperricos tiene revolucionado a EE. UU.; lo propone la senadora Elizabeth Warren, aquí sus argumentos, entre el que destaca el dato de que 130 000 familias ricas tienen más dinero que 110 millones de familias juntas. Jeff Bezos pagaría 5000 millones al año con este impuesto, que posiblemente no salga adelante por ser inconstitucional. Más allá de si se impone o no, es interesante porque profundiza en el debate sobre redistribución de la riqueza.
Y la economía mundial anda asustada, algunos economistas avisan de una próxima hiperinflación, motivada especialmente por el poco efecto que ha obtenido la permanente inyección de estímulos de los bancos centrales, a los que empiezan a calificar de irrelevantes. A China le preocupa y subirá los tipos de interés lanzando además un mensaje de advertencia a EE. UU. y la eurozona. El BCE ha frenado las compras de bonos, pero insiste en actuar más duro, más rápido y más fuerte (más estímulos) en algo que ha denominado la doctrina Daft Punk. Algo así como Cristine Lagarde poniéndose un casco de los DJ, que anunciaron su separación hace unos días.
