Ganas me dieron de titular este futuro la Semana del Cabreo, porque se mire hacia donde se mire todo el mundo está que rabia. En Dinamarca y Francia sus ciudadanos protestan por los confinamientos, con serias alteraciones en las calles, que en Países Bajos se han convertido en saqueos. En Varsovia, capital de Polonia, miles de manifestantes claman contra su gobierno ultraconservador por aprobar una prohibición total del aborto en todo el país. China aumenta la presión en el estrecho de Taiwán, lo que cabrea a Estados Unidos, y el presidente chino Xi Jinping ha advertido a Biden de que está a punto de disparar una nueva guerra fría. El gobierno estadounidense ha emitido además una alarma por amenaza terrorista, esta vez por temor a sus propios extremistas violentos, opuestos al nuevo gobierno demócrata. Pero si al final descarté ese titular fue por esa frase gloriosa del gobierno de la Unión Europea dirigida a AstraZeneca a propósito de no cumplir con las entregas de sus vacunas: «son excusas de charcutero».
Hemos prometido que os vacunaréis
El optimismo irredento con que el presidente del gobierno nos confirmaba que estaremos vacunados para el verano tiene un motivo, y es el mismo que movió a la UE a asegurar que negociaría los contratos en bloque para evitar desabastecimiento de vacunas y mercado persa entre países: la economía. Dependemos de que inversores, mercados y consumidores crean/creamos en el fin de la pandemia para mantener nuestras sociedades, trabajos y vidas. Es posible conseguirlo este verano, pero solo si vacunamos al 60 % de la población UE, adquiriendo la inmunidad. Y es seguro que lo consigamos con las vacunas porque Israel ya ha conseguido que su número de contagios se desplome. Si siguen al ritmo actual podrían estar libres de la enfermedad en abril.
Ahora bien, ni ellos ni nosotros los tenemos asegurado.
La culpa es de Israel y Reino Unido
El viernes de la semana anterior Bruselas recibió la noticia de AstraZeneca de que solo entregaría el 40 % de las vacunas comprometidas con la UE para el primer trimestre del año. La comisaria de sanidad europea, Stella Kiriakides, insinuó que la farmaceútica había vendido las dosis faltantes a Reino Unido, y posiblemente a Israel, dos países donde ya están distribuyéndose. Porque a diferencia de la Agencia Europea del Medicamento, que tiene pendiente de aprobación el uso de esta vacuna, previsto para el 29 de enero, allí sí está autorizada.
El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas, ha afirmado en una entrevista que podría ser verdad que AstraZeneca haya distribuido las vacunas a países donde se les paga más por dosis, como es el caso de Israel. La postura de la UE es que no sirve en este caso guiarse únicamente por las leyes del mercado de la oferta y la demanda, debido a que la Unión ha invertido en la empresa para que desarrollara más rápido la producción y pudiera entregar el volumen acordado a tiempo.
El desequilibrio de fuerzas es patente, y en apariencia la farmacéutica tiene las de perder, porque Bruselas es capaz de activar muchos mecanismos para exigir compensaciones, o para, como ha advertido la comisaria Kiriakides, impedir las exportaciones desde las plantas de producción en territorio UE. Es una medida de presión, pero al parecer, de las cuatro plantas establecidas por contrato, solo dos están en territorio Schengen, en Bélgica y Alemania, y las otras dos en Reino Unido.
Aunque, hablando del contrato, no se ha negociado con transparencia, o al menos no puede ser conocido por los ciudadanos. El único publicado por la Comisión Europea ante las presiones para darlo a la luz pública está censurado. Las condiciones que pueden conocerse son leoninas: prohibición de donar dosis fuera del territorio UE, incluso como donación a ONG, o mantenimiento de la propiedad industrial sin contrapartida para las inversiones de países miembros como Alemania, que destinó trescientos millones. Allí varios periódicos han denunciando que esta vacuna no funciona en mayores de sesenta y cinco años, extremo que la farmacéutica asegura que es falso, y que atribuye a que en sus ensayos usó, efectivamente, menos ancianos que otros fabricantes. Finalmente han decidido no ponérsela a los mayores.
El clima de tensión aumenta, e Italia ha anunciado que tomará medidas legales contra la empresa por la reducción en la entrega. Hay cierto debate, además, sobre una patente obtenida en parte con dinero público pero que no revierte a lo público lo suficiente, opinión que sostiene en España Andrea Ropero, directora de la fundación Salud por Derecho, y que ya advertía sobre problemas como el que ahora estamos sufriendo.
AstraZeneca da su versión
El CEO de la empresa, por su parte, en una entrevista concedida al italiano La Repubblica, asegura que están haciendo su mayor esfuerzo, y que la UE se ha visto tan perjudicada como el resto de países a los que abastecen. En Europa, explica, el problema no es de fabricación, sino de envasado, y por lo que nos toca, para febrero estará enviando dos millones de dosis a España. Añade que no están haciendo nada de esto para generar un beneficio empresarial y que así se especifica en su contrato con la Universidad de Oxford (son sus palabras), añadiendo que la autorización más rápida en Reino Unido hizo que allí comenzaran a distribuir tres meses antes, y que el contrato firmado con los ingleses les obliga a abastecerles a ellos primero.
Después de leer todas las respuestas de Pascal Soriot, queda aún por saber la información más importante: por qué AstraZeneca no tiene las dosis prometidas. La UE amenaza con congelar los fondos y pagos comprometidos, y entablar un pleito multimillonario de reclamaciones.
No llegamos a abril
Esta lucha va a continuar, sin duda, pero el desenlace ya está claro: será imposible cumplir el calendario de vacunación establecido hasta abril en la UE. La propia Alemania fija ese mes como el momento en que terminarán los actuales problemas de distribución. En realidad desconocemos la dimensión real que va a adquirir el problema del desabastecimiento, especialmente ahora que EE. UU. pisa el acelerador y ha anunciado que comprará doscientos millones de dosis adicionales. ¿Quién y cómo va a fabricarlas?
Para llegar al verano inmunizados en Europa deberíamos estar vacunando cinco veces más rápido, y ese objetivo parece imposible de cumplir, especialmente ahora que vemos regiones muy pobladas, como Madrid o Cataluña, detener su vacunación por falta de dosis.
El problema además no solo lo genera AstraZeneca, sino el retraso en la entrega de dosis de Pfizer y Moderna, porque producir y entregar vacunas ARN no es sencillo. Sí es más fácil darse cuenta de que un vial puede proporcionar una dosis extra, algo de lo que, una vez advertido Pfizer, este fabricante decidió que ya no estaba suministrando cinco, sino seis. Y movilizó a sus directivos para que los funcionarios de las agencias del medicamento admitieran esa diferencia. El resultado es que ahora Pfizer ganará tres mil ciento veinte millones de euros más, porque, según contratos con la UE, cobran por dosis suministradas. ¿Alguien ahí arriba ha negociado mal? Casi es imposible pensar que no. Por cierto que para EE. UU. es lo mismo, también pagarán esa dosis extra con idéntica entrega de producto.
En la fabricación de vacunas hay perdedores, ganadores e indefinidos
Con el «milagro» científico de tener al menos tres vacunas en menos de un año hemos perdido de vista lo difícil que es conseguirlas. Dos proyectos, el del Instituto Pasteur y el del laboratorio Merck, han sido abandonados por su baja eficacia.
Tenemos también avances prometedores, uno nuestro, como la vacuna del CSIC, que tiene una eficacia del 100 % en ratones, pero que tardaremos meses en tener, y eso si supera los ensayos en humanos, fases, etcétera. Y están los posibles éxitos próximos que nos acerquen a estar vacunados en verano. Como el de los laboratorios Johnson and Johnson, que podrían entrar en la fase 3 muy pronto, lo que daría a la UE más dosis, salvando el bache de AstraZeneca. Quizá.
Tampoco hay que perder de vista las alharacas. Un animal llamado ascidia, parecido a una baba cerebral que crece unida a las rocas en el fondo del mar de Ibiza, es el origen de un antiviral con el 100 % de eficacia contra el coronavirus. Lo ha descubierto la empresa española PharmaMar, que se ha disparado en bolsa, aunque sus resultados, enfriemos el entusiasmo, solo son preliminares.
Los europeos se cabrean
La vacunación (o las muertes masivas en inmunización por contagio) es la única salida a la situación de confinamientos, test, rastreo de contactos, cuarentenas y limitaciones. La UE aumenta sus medidas a los países miembros en la tercer ola, y eso está haciendo perder los nervios a muchos. Francia ha visto pequeños estallidos de violencia, y su gobierno teme que sean aún mayores si dictan un tercer confinamiento. En Países Bajos se lo han tomado más a la tremenda, y llevan la semana entera haciendo protestas nocturnas. Según sus autoridades la culpa es de los jóvenes, según los universitarios de grupos de antivacunas y de extrema derecha, según la extrema derecha de los inmigrantes.
En el fondo los holandeses están digiriendo mal que su gobierno tomara medidas muy laxas y ahora les obligue a cosas tan locas como quedarse en casa o usar mascarilla. Ahora se entiende mejor por qué dimitió hace poco Mark Rutte.
En Dinamarca también protestan, y no de manera mucho más civilizada. Un grupo autodenominado los MIB, Men In Black, hombres de negro, sacó una muñeca ahorcada en representación de la primera ministra danesa, con un cartel: «debe ser sacrificada». Lo que no soportan estos MIB de pega es que desde el pasado 25 de diciembre estén obligados a teletrabajar, reunirse en grupos de no más de cinco personas, usar mascarillas en áreas públicas y tener escuelas, universidades y tiendas no esenciales cerradas.
Y aquí vamos de listos
Tenemos setecientos listillos que se han vacunado sin corresponderles, aunque en la primera recopilación solo eran doscientos ochenta y cinco. La lista abarca casi todas las comunidades autónomas, muchos partidos políticos, pero sobre todo un buen puñado de personas insolidarias, cobardes y muy poco merecedoras del puesto de honor que ocupan. De momento solo nueve han dimitido.
Siempre nos queda saber qué decidirá la investigación de la fiscalía de Murcia, que investiga si esto de saltarse la cola puede ser un delito penal. Pero en caso de duda, todos los ilustrísimas, señorías, y otros títulos públicos de protocolo no tienen preferencia en la cola de vacunación. Las prioridades son estas, y están claramente establecidas. Y aunque pase en otros países también se las salten, allí también hay normas. Listos, en todas partes. Y sinceros, los portugueses: sus políticos han dicho que sí, que ellos primero. Quien es esencial, es esencial.
En España tenemos además unos sanitarios muy entregados, tanto que a veces hasta salen a la calle con las dosis que sobran para vacunar al que pase, como ocurrió en Cantabria. Las dosis no sobran, también lo apuntaba Amós García Rojas, porque según explica hay que elaborar una estrategia con una lista de más pacientes por si no aparecen o están todos los objetivos del día. Lo que no sirve son excusas como que se extendió a familiares de empleados o curas para aprovechar lo que sobraba.
Pero no culpemos a los sanitarios, bastante tienen con acumular a lo bestia el síndrome del quemado laboral, el burnout, una enfermedad que puede dejar incapacitados a gran parte de estos profesionales. Están agotados, se sienten impotentes, no pueden más.
Una buena predicción, al menos
Pese a lo anterior quedémonos con la predicción de Juan Fueyo, científico y virólogo en Houston (EE. UU.): en verano el coronavirus será historia y podremos abrazarnos y viajar. La afirmación tiene cierta validez, ya que viene de un cenizo que nos advierte de que el próximo o próximos virus se llevará por delante tres mil quinientos millones de personas. El COVID-19 lleva «solo» algo más de dos millones. Y es que es creer en esto, o en los test anales de China, que para detectar la enfermedad son, al parecer, mucho más efectivos.
Bola extra: GameStop
Este futuro me ha salido larguísimo, pero no puedo dejar pasar un apunte cronológico sobre un asunto que va dar mucho que hablar, y que quizá cambia incluso alguna legislación sobre negociación de títulos en los mercados. Es sábado, o domingo, así que tómate la libertad de no leerlo, o de abarcar una explicación sencilla de ese rumor que habrás oído por ahí sobre un foro de internet que ha hecho llorar a Wall Street (no tanto).
GameStop, un foro de Reddit y unos inversores enfadados
Primero, una rápida introducción financiera. Un inversor bajista se dedica a alquilar tus acciones en el mercado, las vende y luego las recompra para devolvértelas. Su negocio está basado en identificar compañías que se van a depreciar, porque si te ha alquilado acciones por 20€, las vende por ese valor, y las recompra cuando solo valen 10€, él se embolsa 10€ (menos comisiones y cuotas de servicio).
Es una práctica que viene de lejos, y en la crisis de 2008 algunos se hicieron millonarios identificando la burbuja antes de que estallara, porque localizaron acciones calificadas como AAA (muy seguras) que eran hipotecas troceadas y vendidas como inversión segura. En realidad las hipotecas eran del 100 % y estaban concedidas a personas con grandes posibilidades de no poder pagarlas si perdían el trabajo. Cuando se supo esos títulos cayeron en picado, los bajistas los devolvieron a sus dueños finalizado el alquiler, embolsándose cantidades millonarias a costa de la ruina de muchos y una crisis mundial que todavía arrastramos.
Es el mercado, y solo funciona si nadie se lanza a comprar en masa las acciones después de que el inversor bajista las haya vendido. Pero si por azar empiezan a ser muy demandadas la bolsa identifica que son valiosas y suben de valor. El bajista las ha vendido y tiene que recomprarlas para devolver el alquiler. Caso de que hayan subido mucho tiene que poner de su bolsillo la diferencia. Es el mercado, amigo.
Y ahora, la noticia. Hace un año, en un foro de Reddit llamado r/wallstreet, un usuario llamado DeepFuckingValue advirtió sobre la cotización de GME (cadena de tienda de videojuegos GameSport) y estuvo un año subiendo post mensuales donde indicaba que iba descendiendo en valor, pese a ser una compañía saneada, en buena posición financiera y con capacidad de afrontar sus deudas. Lo que el usuario hacía notar era que los bajistas habían adquirido un 140 % de acciones de la compañía, sí, más de las que existían, en la confianza de hacerla quebrar y no tener que devolverlas, ni siquiera las alquiladas.
De pronto, un año después de estos posts, las acciones de GME comenzaron a subir, de 4 dólares a 8, de 8 a 12, y muchos usuarios del foro r/wallstreet se fijaron en ese dato, y comenzaron a comprarlas. Cada vez más personas comprando acciones. Y más personas. La acción se revalorizó un 138 %, y los intereses por tenerla alquilada para los bajistas fueron de entre el 20 y el 80 % (solo intereses). Cuando más tiempo mantuviera un bajista la posición (el alquiler) más perdería. Y entonces, BOOOOM: los medios se hicieron eco de que un grupo de foreros estaba arruinando el mercado de Wall Street. Y los ricos se pusieron a llorar. En este hilo se explica de fábula, en inglés.
Lo que ha venido después, en sucesión de noticias en todos los idiomas, ha sido una reflexión sobre lo absurdo de los mercados, sobre cómo los foreros de Reddit lograron controlar un 10 % de GameStop, sobre las pérdidas de bajistas este año (7000 millones en EE. UU.) más las opiniones de ricos que opinan que esto del foro de Reddit es una manera de atacarles.
De ahí hemos pasado a convertirlo en una cuestión política e ideológica. Porque estas inversiones de los foreros se hicieron mediante RobinhoodApp, una aplicación para invertir fácilmente, de esas cosas fintech que ahora predominan, y que tanto temen los bancos tradicionales (Ana Botín pedía regulación urgente en el Foro de Davos). El susto hizo que Robinhood prohibiera las ventas en corto, es decir, impidió que los minoristas individuales elevaran el valor de GameStop, que se hundió en bolsa a consecuencia de ello.
Tocando un valor muy estadounidense, el de la libertad de mercado, que caracteriza a los conservadores republicanos, y el de no dar oportunidades a los pobres, que exalta al ala más a la izquierda de los demócratas. La reacción no se ha hecho esperar y traerá debate, porque Alexandria Ocasio Cortez, demócrata muy en la posición de Bernie Sanders (el de las manoplas) ha pedido explicaciones y repasar la legislación, no vaya a ser que a Robinhood se le tenga que caer el pelo por impedir acceder al mercado a los minoristas. Pero es que dos republicanos muy, muy trumpistas, Ted Cruz y el hijo de Trump, también han dicho lo mismo, que a santo de qué van contra la sacrosanta libertad económica valor EE. UU. impidiendo negociar… a los minoristas.
¿Y los foreros? Pues ahora están decididos a repetir su jugada con otros valores.
Porque esto, dicen en una carta, es cuestión de principios y no de dinero. A Robinhood le van a meter, quizá, una demanda colectiva, y los abogados ya se están frotando las manos, porque si prospera esto será uno de esos casos que les hacen millonarios y hunden empresas.
Feliz fin de semana, y ojo con sus inversiones. Que Forocoches no es Reddit, aunque intente repetir la jugada para hundir Prisa.
Resulta paradójico que la UE se escandalice ahora con la actuación de las farmacéuticas. Me recuerda la fábula de la rana y el escorpion. Las farmacéuticas les deben estar diciendo ¿de que te extrañas? Siempre he sido así…Esa es mi naturaleza y lo sabías muy bien
Muy bueno, pero demasiado largo para ser un «resumen» semanal. Si somos más concisos y sustanciosos podemos enterarnos de todo sin necesidad de tanta parrafada. Gracias.