Futuro Imperfecto #59: Viviendo entre dos extremos

Mientras lo internacional miraba hacia la toma de posesión de Joe Biden y Kamala Harris, aquí hemos vivido un debate que enfrenta a dos grupos generacionales, los boomers, mayores y jubilados de un lado, los jóvenes, millennials, X y Z del otro. El tema central, si hay que pagar impuestos. Y todo lo demás, en medio.

Mamá, yo no quiero tributar

El debate comenzó por Ibai Llanos, uno de los influencers españoles más masivos, con cinco millones de suscriptores en su canal de YouTube, y cifras igualmente millonarias en los demás. Galardonado este 2020 con el premio al mejor streamer del mundo, reunió a medio millón de personas en su retransmisión de las campanadas. Hace una semana dijo que él vivía muy bien aquí, y que no se iba a ir a otro lugar para pagar menos impuestos.

Esta semana el Rubius, otro de los más populares, anunció que tras diez años de carrera se mudaba a Andorra. Su razonamiento fue espeluznante, «donar la mitad de lo que gano porque «amo mi país»… no lo veo, (…) cuando estás en mi situación cambias tu manera de pensar». Su situación es ingresar cuatro millones brutos al año, de los que paga dos por hallarse en el tramo más alto del IRPF. Con su anuncio motivó un debate que saltó a los medios y continúa aún en las redes.

El problema de los huidos viene en realidad de muy atrás. Varias generaciones de españoles han visto a jóvenes millonarios compatriotas tratar de pagar menos impuestos o no pagarlos en absoluto, y eso incluye deportistas, cantantes, y otros famosos. Porque el perfil del evasor youtuber no es muy distinto al de épocas anteriores. Joven, rico y con su público en España. La tenista Arantxa Sánchez Vicario fue uno de los casos más célebres de las décadas 1980-90. Hacienda descubrió que no había residido en Andorra los 183 días que son necesarios legalmente para no pagar impuestos aquí, y fue condenada a devolver 3,5 millones de euros. 

En 1999, para evitar estos escándalos, se puso como requisito tributar durante cinco años después del traslado a Andorra. Elena Salgado derogó esa medida durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Así que desde 2011 es posible irse a tributar solo el 10 %, según leyes fiscales del país de los Pirineos. O sea, que este youtuber pasará de pagar dos millones a solo cuatrocientos mil euros. Bien para él, malo para nuestras pensiones, carreteras, sanidad, educación y ese largo etcétera que se llama redistribución de la riqueza. Moral o inmoral, es una decisión completamente legal y aprovechada por muchos contribuyentes en un país que además no está en la lista de paraísos fiscales.

Referentes para la generación Z 

Si Ibai Llanos hubiera comenzado como comentarista deportivo clásico en vez de presentador de eSports (competiciones deportivas de videojuegos online) nunca hubiera llegado a su público. La generación Z o nativos digitales, jóvenes que crecieron con internet, ordenadores, consolas y teléfonos móviles como elementos cotidianos, no ven la televisión ni leen la prensa. Pero sí se informan de la actualidad periodística a través de los streamers y en canales como Twitch, que se considera el equivalente a la televisión para generaciones más mayores. De hecho fue el canal preferido para que los Z siguieran las elecciones estadounidenses, y encumbró al periodista Emilio Doménech que hoy, por esa vía, ha acabado apareciendo también en los informativos de televisión.  

Sus audiencias suponen una buena parte del público español comprendido entre nueve y treinta y cuatro años, 12,4 millones de habitantes. Hace pocas semanas TheGrefG, seudónimo del murciano David Cánovas, y otro de los residentes en Andorra, presentaba su propio skin de Fortnite (Fortnite: videojuego online, skin: disfraz para el jugador). Consiguió reunir a 2,4 millones de espectadores en el evento, el 20 % de ese segmento demográfico. Un ejemplo más de que la figura del influencer ha venido para quedarse. 

En opinión de Jorge Carrión marcará además la cultura digital de los próximos años. De su análisis en el NYT se extraen varias conclusiones, como que la generación Z puede arrastrar al fenómeno a otros tramos de edad. Y otra más escalofriante, los anunciantes que han aupado a estos influencers ya han comenzado a emplear inteligencias artificiales para sustituirlos, porque los profesionales de este sector sufren a menudo de ansiedad y depresión, reduciendo su eficacia publicitaria. Al parecer esas son las dolencias más frecuente de personas que se pasan el día encerrados hablando con su público desde una remota casa en las montañas. Quién iba a pensarlo.

En el origen de todo este debate y de su influencia está otro hecho, los canales permiten ganar mucho dinero en muy poco tiempo. El youtuber español Romuald Fons, con el canal más popular del mundo sobre el algoritmo de Google, ganó un millón de euros en una semana explicando el algoritmo de YouTube. Y ni él ni ninguno de los que se dedican a esto fueron educados en la justicia fiscal ni en el papel social de los impuestos. Sí se ha incluido impartir esa materia en la nueva Ley de Educación, pero mientras buena parte del país siga calificándolo como adoctrinamiento, el futuro del país seguirá más o menos como hasta ahora. 

Y ahora diles que hay que pagar las pensiones

Tomemos ahora el otro espectro demográfico, el de esos 15,7 millones de españoles con más de cincuenta y cinco años. Muchos son ya pensionistas, y otros se encuentran en los años más importantes para la cotización de su futuro sueldo como jubilados. Con la matemática en la mano todo apunta a que sus pensiones serán más bajas, porque el sueldo de los empleados que trabajan cada vez es menor, las pensiones recibidas más altas, y según la pirámide demográfica habrá cada vez menos personas en edad de trabajar, y más pensionistas. Un sistema matemáticamente insostenible. 

Bruselas nos lo ha recordado, y el lío semanal ha vuelto a ser, una vez más, su reforma. El ministro Escrivá ha asegurado que nunca existió la propuesta de que el cálculo de la pensión se ampliase a treinta y cinco años desde los veinticinco actuales. Lo que rebajaría la cuantía del sueldo mensual a todos los futuros jubilados en un 6,3%. Impopular para los votantes y para el socio de gobierno Podemos. En el desmentido del ministro hay una letra pequeña, se ha retirado pero sí existió la propuesta para enviarla a Bruselas. Un documento interno del PSOE especificaba que el cómputo se ampliaría de forma progresiva hasta los treinta y cinco años. 

Pero se ha retirado solo en parte. La nueva reforma va a incentivar que los trabajadores nos jubilemos lo más tarde posible, haciendo compatible trabajo parcial y jubilación, para que prolonguemos la edad de retiro más allá de los sesenta y seis años. La cotización va a comenzar a adecuarse a la realidad laboral del país, y no solo a la esperanza de vida, y se buscará además un equilibrio entre población ocupada y población pensionista. A partir de 2023 sí se irá aumentando el número de años para el cálculo de la cotización, y eso significa, en mayor o menor medida, una reducción en la cuantía de las pensiones a cobrar.

El problema es que no es seguro que ese recorte matemático, aún por definir bien una vez pase por Bruselas, garantice que solo con las aportaciones de los trabajadores se cubra el coste de las pensiones. Lo que nos devuelve al reto de pagarlas con impuestos. Y a los youtubers, por ahora muy lejos de la jubilación pero muy necesarios para pagar con su IRPF todo esto.

Más todo lo que ha pasado en medio

Estados Unidos

El Baby Trump pasará a formar parte del museo de la historia de las protestas, en Londres: Trump ya es historia, aunque amenaza con fundar un nuevo partido (Patriot Party) para volver. Joe Biden, nuevo presidente, ha vuelto al camino clásico de la política Estados Unidos: imponer. Cierra a Canadá la mayor vía de exportación de su petróleo hacia el golfo de México al cancelar la construcción del oleoducto Keystone XL. Regresa a la OMS y al Acuerdo de París para, como contribuidor de más peso, decidir sobre ambos organismos. Y declara formalmente que la represión contra los iugures es un genocidio, en una declaración de guerra diplomática a China. Esto acaba de empezar.

El imperio laboral del algoritmo

Un tribunal italiano ha dictaminado que Deliveroo usaba un algoritmo discriminatorio para sus trabajadores. Porque si no estaban disponibles para el trabajo les descartaba para tener más, sin considerar si estaban enfermos o sufrían una emergencia. Estudiar cómo trabajan los algoritmos es una tendencia mundial, y ahora el Ministerio de Trabajo español plantea también que los riders puedan conocer cómo trabaja el de la aplicación que les emplee. Es el último movimiento de la ministra Díez para desbloquear la reforma. 

Un poco más de Novichok

El principal líder de la oposición rusa, Alexéi Navlani, no solo fue detenido en su vuelta a Rusia, sino condenado a prisión preventiva durante treinta días, sin juicio, y tras una vista en la comisaría. Se le acusa de difamar a un veterano de la II Guerra Mundial, lo que podría acarrearle hasta cinco años de prisión. Sus colaboradores han publicado un vídeo sobre la supuesta trama de corrupción de Putin para hacerse con un palacio valorado en mil cuatrocientos millones. 

Y una foto del coronavirus

No hubiera estado bien terminar este Futuro sin mencionar al bicho, así que les dejo el enlace a una foto real del patógeno. (Incluye archivos gratuitos de descarga para usar de fondo de pantalla). El influencer con más seguidores voluntarios y forzados del último año y dos meses tenía que tener, precisamente esta semana, su momento instagramer.