La pregunta seis contiene errata en las respuestas. Robert Capa era el pseudónimo que usaban tanto Erno Friendmann como Gerda Taro. Aunque esa fotografía se sabe que es de Gerda, la respuesta de Robert también sería correcta, ¡son la misma persona!
2/10. Por la poca memoria no recordaba a los autores. Y sí, viva la fotografía. Qué excelente resumen de obras de arte. Felicitaciones. Debido al poco espacio se entiende que hayan quedado afuera tantas otras, y algunas tan truculentas como aquella del pibito del Sudán. Es otro horror que nos acompañará siempre.
Los ojos de las nucas inocentes que no
quieren ver y la de aquella que ha visto
demasiado, y sigue este occidente, matria
casual y exasperante a crear arte y pena
en igual mesura, un adulto en posición
fetal que pareciera que jamás se ha ido
porque todavía no ha llegado, una mestiza
con barras, estrellas, escoba, trapo, magra
y resignada a no tener un busto junto a los
presidentes, un dirigible mayor en ambiciones
que en cálculos de materiales inflamables
y toda nuestra humanidad resumida en una
foto autoretrato de un macaco que solo quería
imitar y divertirse como lo hacen sus curiosos
y esporádicos visitantes creando jurisprudencia.
La pregunta seis contiene errata en las respuestas. Robert Capa era el pseudónimo que usaban tanto Erno Friendmann como Gerda Taro. Aunque esa fotografía se sabe que es de Gerda, la respuesta de Robert también sería correcta, ¡son la misma persona!
2/10. Por la poca memoria no recordaba a los autores. Y sí, viva la fotografía. Qué excelente resumen de obras de arte. Felicitaciones. Debido al poco espacio se entiende que hayan quedado afuera tantas otras, y algunas tan truculentas como aquella del pibito del Sudán. Es otro horror que nos acompañará siempre.
Los ojos de las nucas inocentes que no
quieren ver y la de aquella que ha visto
demasiado, y sigue este occidente, matria
casual y exasperante a crear arte y pena
en igual mesura, un adulto en posición
fetal que pareciera que jamás se ha ido
porque todavía no ha llegado, una mestiza
con barras, estrellas, escoba, trapo, magra
y resignada a no tener un busto junto a los
presidentes, un dirigible mayor en ambiciones
que en cálculos de materiales inflamables
y toda nuestra humanidad resumida en una
foto autoretrato de un macaco que solo quería
imitar y divertirse como lo hacen sus curiosos
y esporádicos visitantes creando jurisprudencia.