Buenas noches, y sean ustedes bienvenidos al rincón del misterio. Bueno, del misterio no (a mí la fotosíntesis me parece un misterio acojonante), sino de las conspiranoias. Las sonrisillas ante quien no sabe. Las magufadas. Oh, sí.
Una magufada es la creencia ciega en cualquier teoría lo suficientemente loca como para enarcar las cejas de alguien nacido después de Kant. ¿Símil posmoderno? Que usted se pusiera ahora a hacer sacrificios en honor de Nyarlathotep (pero leyendo menos). A ver, igual no es definición canónica, pero tampoco van a encontrar ustedes aquí mucha ciencia empírica, ya se lo adelanto. La palabreja parece una mixtura entre mago y ufólogo, y suena muy bien en boca. Prueben, prueben a decirla, voz bien alta. Ma-gu-fo. Si es que te llena de alegría.
Ojo, está bastante más extendido de lo que pensamos. Todos los grupos de WhatsApp, por ejemplo, tienen su magufo (yo creo que hay una asociación que los adjudica aleatoriamente). Antivacunas, reptilianos, etés… Todo vale. La idea de quedar por encima de los otros con un demoledor «sé algo que las élites no quieren que sepas» es tan antigua como la misma humanidad, supongo.
Con intención de ampliar el espectro epistemológico lo máximo posible, vamos a exponerle nuestras diez magufadas preferidas, para que las conozca todas y pueda escoger esto de esta, esto de la de más allá, como si fuera un bufé libre de delirio y caspa, o añada en los comentarios sus favoritas. Si prefiere seguir viviendo con una venda en los ojos (como cuando va a la playa de Benidorm) deje de leer ahora mismo. De lo contrario todas sus certezas podrían verse removidas, empezaría a hacerse preguntas incómodas (¿y si…?) y compraría mucho (mucho) papel de plata en el súper.
(La caja de voto se encuentra al final del artículo)
Reptilianos
Empezamos fuerte. Nuestros líderes mundiales no son lo que parecen. Hasta aquí todos de acuerdo, un poco lo suponíamos. Pero hay más. Ni siquiera pertenecen a la raza humana. No. Son reptiles antropomorfos que se disfrazan mediante sofisticadas técnicas para que su piel parezca lisa y suave. O algo parecido, vaya, que uno de los reptilianos supremos es la reina de Inglaterra y tampoco es que tenga el cutis como para protagonizar anuncios. Ustedes pueden reconocerlos de forma muy sencilla. Escamas, pupilas rasgadas, desprecio por la luz del sol y piel fría (intenten no hacer las pruebas a la salida de una rave, porque los resultados podrían ser no concluyentes). La extensión de esta descacharrante teoría se la debemos a David Icke, rubicundo hijo de la Gran Bretaña que primero fue portero de fútbol (malo), luego locutor deportivo (malo) y ahora ejerce como chiflado a tiempo completo (éxito). Existen dos grandes ramas dentro de la hipótesis de los reptilianos (sí, amigos, aquí también hay Frente Popular de Judea y Frente Popular Judaico). Una nos dice que estos bichos tan simpáticos habitan nuestro mundo desde eones, solo que lo hacen escondidos en ciudades subterráneas. La otra representa un crossover épico con los extraterrestres, ya me entienden. George Bush, Barack Obama, el músico Kris Kristofferson (ni idea de la razón)… Todos ellos son reptilianos disfrazados. ¿Su objetivo? Pues el de siempre, esclavizarnos. Reconozcamos que como líder de una invasión verde tiene más tirón Diana que Su Graciosa Majestad…
Kit: Versión extendida de V, entradas para el reptiliarium de su ciudad, absoluta falta de criterio.
Tierra plana
Están todos ustedes equivocados. Todos. La Tierra no es redonda, no, sino plana. Plana. Como una tabla de planchar, como un disco de Bisbal. Plana. Y hay un montón de gente dispuesta a defender esto. Con fotos, datos incontrovertibles, llamadas al «no seas iluso». En fin. Si hasta el ministro de Ciencia y Tecnología explicó un día, amablemente, que nuestro planeta es (casi) esférico, que él lo había visto, porque estuvo en el espacio, no sé si saben. Y los terraplanistas se le echaron a la yugular con gritos de «mentiroso», «felón», «ilustrado». Estas cosas tú las decías hace un par de siglos y te señalaban por las calles entre risas. Hoy grandes mentes de nuestra era como Kyrie Irving o Tila Tequila (lo juro) defienden a capa y espada el asunto, con argumentos sacados de Twitter, Tik-Tok y los programas esos de madrugada que nunca ve nadie. La pandemia de 2020 hizo que se pospusiera el proyecto definitivo de los terraplanistas: un crucero para alcanzar el borde del mundo (supongo que es tocar y volver, como cuando estas en la playa y vas paseando al muelle). Ya ven, empirismo puro y duro, método científico. Ojalá puedan hacerlo próximamente. Mi sueño es que haya no uno, sino dos. Dos barcos que saliesen a la vez de Ciudad del Cabo, uno en dirección este y otro en dirección oeste. Buscando el límite. Y que esos simpáticos barquitos choquen (ya es casualidad, pero oigan… mi sueño, mis reglas) en mitad del océano Pacífico, ante la incredulidad de los presentes. Oh, sí. Ah, existe un equipo en España, el Flat Earth Fútbol Club (tercera división madrileña), que defiende estos postulados. En clara muestra de incongruencia juegan con balones esféricos.
Kit: Faldriquera y calzas del siglo XI, fotos que demuestran toda la verdad, mapamundi sin proyección alguna (porque eso es una falacia para ignorantes).
El monstruo del lago Ness
Esta es hasta graciosa. En Escocia hay un lago muy grande, y allí vive un ser con aspecto de dinosaurio, tamaño monstruoso y cierta propensión para aparecer en fotos no muy claras. El tema Nessie (permitan la familiaridad) viene de 1934, cuando R. K. Wilson, cirujano de profesión, tomó la famosa fotografía donde se ve una enorme cabeza asomando de las frías aguas. Uhhh, espanto y terror. No importa que más tarde se confesase el engaño (incluyendo explicación minuciosa sobre cómo habían hecho al supuesto bicho), qué más da. A partir de ese momento aparecieron legajos antiquísimos, auténticas joyas, que databan avistamientos del simpático saurio hasta en el siglo VI. Que cierto santo luchó contra un dragón. Ya ven, incontrovertible. Los más avezados buscadores de lo extraño (adoro esa expresión) se lanzaron a decir que Nessie era, sin duda, un plesiosaurio, porque lo de las etapas geológicas es solo un pequeño problema que saltamos así, hop, con gracejo y sonrisas. Una familia de dinosaurios, en realidad, a estas alturas debían tener consanguinidad como para ocupar varios tronos europeos… Ah, surgieron otros. Monstruos lacustres, digo. Los hay por cientos. Todos con evidencias muy científicas y mucho científicas, como pueden imaginar. Aun así, el recuerdo de Nessie sigue vivo, y nuestro reportero del misterio por excelencia (ustedes saben de quién les hablo) analizó, no hace mucho, otra supuesta imagen del bichejo que era, a todas luces, la estela de un barco.
Kit: traje de neopreno gordo (las aguas están muy frías), kilt (ser magufo no significa que no puedas asumir looks ajenos), whisky (causa segura de muchos avistamientos).
Nunca llegamos a la Luna
Esta es una de las más conocidas. Que todo lo del aterrizaje en la Luna es un montaje. Jamás llegamos allí. O llegamos, pero no de la forma en que nos contaron. Eso fue una película filmada hábilmente por Stanley Kubrick, porque si andas en plan deep fake ya contratas al mejor de los mejores. Hay hasta un documental que recoge fotos del rodaje (se emitió un primero de abril, así que yo no le haría mucho caso). Armstrong, Aldrin y Collins estaban calentitos en sus camas mientras el mundo miraba esperanzado al cielo. Algo así. Las pruebas son innumerables. Piedras lunares con etiquetas de tramoya (¿en serio?), sombras misteriosas, incluso banderas orgullosamente erguidas en lugar de tenuemente lánguidas… Y ¿por qué no dijeron nada los soviéticos?, se preguntará usted, taimado e incrédulo lector. Pues porque tenían mucho que callar, ja, ja, ya sabe, guiño, guiño. La gracia es que tenemos ramificaciones, por si no nos gusta lo anterior. La Luna es una antigua nave extraterrestre abandonada (que, me dirán ustedes, bien fea les salió la nave, ¿no?). Otra es que no solamente fuimos a la Luna, sino que además encontramos allí restos de una civilización anterior (restos ciclópeos, porque estas cosas o son ciclópeas o no son) y arrasamos el asunto con unos cuantos pepinos atómicos. Algunos magufos cum laude te defienden una versión o la otra dependiendo del día (y del número de chupitos). Ya ven, ellos siempre ganan.
Kit: Libro de Carl Sagan (refutado a lápiz punto por punto), gorrito hecho con papel de plata (para que no nos controlen los gobiernos con sus ondas mentales), aspecto general de morir virgen.
Tierra hueca
Otra teoría (ejem) con dos variantes. Ambas tienen un punto en común: nuestro planeta está hueco, completamente hueco. Bueno, a ver, hay una pequeña costrita de rocas (para engañar a los mineros y tal), pero por dentro… nada de nada. O un sol. Sí, sí, un sol. Primera versión: la tierra está vacía y nosotros vivimos en su interior (engañados por los poderes fácticos, quienes reciben royalties por aparecer en todas las conspiraciones). Lo que usted, incauto lector, entiende por cielo resulta parte interna del pellejo terrestre, y el astro rey no es sino nuestro núcleo. Ya ven, ciencia a lo grande. La otra opción es que efectivamente estemos en la superficie, y el interior esté habitado por civilizaciones a-co-jo-nan-tes, que han alcanzado un desarrollo técnico y físico tan elevado como para vivir en las alcantarillas. Ah, estas ideas eran muy de nazis. Lo de Shambala y Agartha y la comunión panaria y todo eso. Por contextualizar.
Kit: Ejemplar de Viaje al centro de la Tierra (sin abrir), botas de trekking compradas en el Decathlon, smartphone en modo «linterna».
Antivacunas
A ver, la movida madrileña fue jodida. Muy jodida. Desenfreno, pijos, drogas. Todo eso. Entonces yo entiendo que algunos quedaron tocados (tocados… ya saben) y no se les puede juzgar como al resto. Pero la tendencia antivacunas entre sus viejas glorias (y algunas no tan gastadas) solo puede obedecer a un egoísmo sudapollista bastante grave. Que las vacunas han sido uno de los grandes avances en la historia de la humanidad era algo que, hasta hace unos años, solo te lo discutían Carlos Jesús, Christopher y Micael. Pero ahora, miren. En sitios del llamado Primer Mundo estamos recuperando enfermedades que pensabas extirpadas solo porque algunos niños tienen padres idiotas. Padres que se creen lo que cuentan en grupos de WhatsApp, foros de internet y memes (en el siglo XXI un meme vale tanto como un paper). El problema es cuando te encuentras titulares tipo «El antiguo virólogo Clodoveo Chifladez afirma que…», y, claro, luego abres la noticia para contextualizar y la frase es más amplia. «El antiguo virólogo Clodoveo Chifládez (quien juró haber mantenido relaciones de tipo carnal con cuatro sasquatchs, un pájaro dodo y el reparto completo de Los Goonies, afirma que…». Pero eso está pasado de moda. Lo de ir más allá del titular, digo. Es mejor cargarse a los vecinos por puro esnobismo egoísta.
Kit: Licenciatura en Medicina expedida por la My Tanned Balls University, camiseta al «mejor cuñado del mundo», CD de Papito.
QAnon
Cuando estás fatal de lo tuyo te puedes creer cualquier cosa. Hasta que Donald Trump es un enviado de la Divinidad (bueno, esto también lo cree Donald Trump) que lucha contra una conspiración secreta para dar un golpe de Estado, orquestada por villanos como Barack Obama y Hillary Clinton, quienes discuten estos asuntillos mientras violan menores de edad (o realizan rituales sangrientos con ellos, depende de la versión). Los efebos son proporcionados por una red de pedofilia con base en una pizzería. Las anteriores revelaciones, sin duda auténticas exclusivas, las realizó un sujeto que firmaba como «Q» en el foro 4chan (que es donde se hacen este tipo de anuncios trascendentales para la humanidad) y pronto empezaron a repetirse entre la extrema derecha (primero la yanqui, más tarde por todo el mundo, las tonterías se globalizan fácil). Da igual que suene tan delirante como es, o que las pruebas (cof, cof) tengan la misma base teórica que un libro de Tristanbraker… cuando uno quiere creer, cree. Y ya, más tarde, igual hasta asalta el Capitolio de Estados Unidos sin camisa y con unos cuernos de bisonte en la cabeza.
Kit: Fotografía de Donald Trump poniendo morritos, banderas confederadas, armas.
Homeopatía
A ver, esto es muy amplio. La homeopatía, en sentido «estricto», es intentar curar a alguien dándole pequeñas cantidades de productos que, a gran escala, serían perniciosos. Ya ven, según ese punto de vista un bofetón chiquituco es mano de santo. Ocurre que, siendo menos precisos (y estas cosas son de ser bastante poco precisos), por homeopatía entendemos toda aquella terapia que tiene sobre el cuerpo humano idéntico efecto que abrazar un madroño. Ninguno. Bueno, raspa. El madroño, digo, la homeopatía normalmente no, porque su creación más perfeccionada es (genios entre los genios) agua con un poquito de azúcar diluido. Vendido a precio de espermaceti, claro, que somos homeópatas pero no gilipollas. A ver, es un decir. Pero nos gusta el dinerillo, vamos. El tema con esto de la homeopatía es que normalmente introduce elementos espirituales a propósito de la salud. Y eso es feo. Moralmente feo. Vamos, que si has tenido la mala suerte de pillar infección en la junta de trócola, por ejemplo, pues resulta poco estético tener a un chiflado encima diciéndote que es por tu culpa, que tienes que ser más positivo, que igual es que abriste los ojos durante tu última ofrenda a Pachamama y, claro, así no hay nada que hacer. O, peor aún, fuiste a ese retiro de fin de semana, paganismo cuqui style, solo para encamarte con tu vecina la del cuarto, que lo sé yo, que eres muy listo, que siempre estás pensando en lo único. Castigado a beber agua de manantial con azúcar moreno y venir tres veces a terapia de reiki, aquí tienes mi tarjeta y el número de cuenta.
Kit: Amuleto tibetano comprado en Véjer de la Frontera (provincia de Cádiz), frasco con flores de Bach (no nos suena demasiado el compositor), azucarillo robado de una cafetería (por si necesitamos remedio para, no sé, un ataque súbito de coreomanía).
Creacionistas
¿Un mono? Pero ¿de verdad? ¿Usted ha visto un mandril? No tiene nada que ver con nosotros. No, no, los hombres (y las mujeres, pero los hombres más) fuimos creados directamente por Yahvé la noche del 23 de octubre del 4004 antes de nuestra era. Después de cenar, vaya, que se trabaja fenomenal con un café. Lo dijo hace unos siglos Ussher (el obispo, no su rarito primo Roderick) y hay un montón de personas que siguen creyéndolo a día de hoy. Pero muchísimas. ¿Evidencias arqueológicas? Filfas. Si tú tienes buena cintura las regateas elegantemente. Hasta das opciones. O dinosaurios y seres humanos coincidimos en el tiempo (como en los Picapiedra) o esos fósiles son trampas que ha puesto ahí Dios para probar nuestro grado de fe. Que debe ser grande, por cierto, para generar semejantes tragaderas. En Estados Unidos el tema está bastante extendido, y hay museos creacionistas, atracciones en cunetas donde se reproduce a escala el arca de Noe y unos cuantos telepredicadores para noctívagos penitentes. Existe hasta versión depurada, que se llama «diseño inteligente»… No se engañen, viene a ser lo mismo, pero con palabras más largas y evitando el termino «Jehová». Eso sí, a raíz de este folclore tan particular apareció una de las teorías más gozosas que haya parido nunca el género humano: el pastafarismo. Gloria eterna al Monstruo Espagueti Volador. Ramén.
Kit: Aperitivos de color naranja (90 % de glutamato), tatuaje de Jesucristo en el bíceps, bidón de bourbon XXX destilado ilegalmente en la bañera de casa.
Ya están aquí
Esta es muy sencilla. Existe la vida extraterrestre. Más aún, nos han visitado a lo largo de la historia y siguen haciéndolo hoy en día. Más aún, con regularidad. Más aún, están infiltrados entre nosotros. Más aún, si usted no los ha visto es porque no presta atención, pazguato, que se lo tengo dicho, que es un crédulo. La gracia es que, a partir de esa sencilla y absoluta convicción, podemos explicar casi cualquier cosa que se nos ocurra. Vamos, que existe una magufada personal para ti, querido lector, solo tienes que buscarla. Porque los aliens hacen un montón de cosas. Muchísimas. Vamos, que no tienen un rato libre, los aliens. Lo mismo te controlan gobiernos que mutilan vacucas, insertan sondas anales a desafortunados abducidos o se montan unos dibujos de telesketch chulísimos en la campiña inglesa. Tú te recorres unos cuantos miles de años luz, llegas a un mundo nuevo, habitado por seres fascinantes (algunos más que otros, pero fascinantes) y, de la que aparcas tu nave fuera de zona azul, empiezas a sacar sangre de cabras o charlas alegremente con tipos que visten túnica. Lo más lógico, sí. Nazis y extraterrestres, templarios y extraterrestres, Abbott y Costello contra los extraterrestres… Todo vale. Ah, y si usted no sabe que están entre nosotros es porque… en fin, ellos no quieren que lo sepa. Ellos. Ellos. ¿Qué quienes son ellos? Ay, inocente.
Kit: Foto carnet del agente Mulder en la cartera, libro dedicado por Enrique de Vicente, camiseta I want to believe talla XXL.
Postdata: Durante la elaboración de esta encuesta el autor tuvo noticia (gracias a sus muchos contactos en el inframundo) de la última magufada. Espectacular. Épica. ¿Preparados? Ahora mismo (ahora mismo, mientras usted lee esto sin tener conciencia de todo lo que se cuece alrededor) fuerzas del bien y del mal están librando la que podría ser batalla definitiva. Efectivamente, tal y como seguramente ha deducido, partidarios de Donald Trump han atacado bases reptilianas en la frontera chileno-argentina. Bajo la frontera, mejor dicho, porque son subterráneas. Las bases, digo. Permanezcan atentos a las pantallas de sus smartphones (y a algunos canales televisivos en horario de máxima audiencia) porque nuestro futuro está en juego.
Qué gran artículo. Me recuerda al estilo de José Viruete. Un saludo.
No me puedo creer que no estén los chemtrails en la lista. Es la conspiranoia emergente con más tirón del siglo XXI. Sin los chemtrails está lista no sólo lo está completa sino que no refleja la realidad del top ten.
El magufo de uno de mis grupos de juasap es de chemtrails. Lo más raro de todo es que es un tipo con mundo y cultura, pero si sale ese tema (es un decir, si se habla de algo que él cree que está relacionado) entonces sus neuronas entran en cortocircuito y pasamos a estar siendo polucionados con peligrosos no-sé-qué.
Yo no puedo creer que se haya olvidado de la más extendida, la astrología. Por cierto, cuando la tierra era el centro del Universo ya se hacían cartas astrales, asi que ya andaban errados desde la base los interpretes de tan magna ciencia. Y cuando pusieron al Sol en el centro encima todavia faltaban unos cuantos planetas, asi que también seguían errados desde su propio basamento hasta que se descubrió Urano, Neptuno y Plutón, pero aunque este último ya ha sido rebajado de categoria, siguen usando su nombre para predecir el futuro.
Parece muy gracioso pero sería un error reírse. La gran mayoría de estas fantasías se dirigen contra minorías de la población Hay que recordar como durante el medio evo el infame «libelo de la sangre» llevó a terribles pogroms que acabaron con la expulsión de los judíos. Aún hoy muchos siguen difundiendo fantasías sobre conspiraciones sionistas.
A los gays nos siguen atacando hasta hoy con la conspiranoia. Que somos agentes de soros que ponemos hormonas en los pollos para convertir la población hetero y reducirla, porque la heterosexualidad se está extinguiendo y hay un plan para reducir la población mundial.
No son fantasías inocentes para hacer reír con los majaretas si no instrumentos políticos. Solo hay que leer el repugnante panfleto «libro negro de la nueva izquierda» de los operadores políticos que son laje y Márquez, para darse cuenta de lo fácil que es utilizar minorías como cabeza de turco para planes políticos
Faltan muchas, como la «energía libre de Tesla», las máquinas de movimiento perpetuo y los motores de explosión que funcionan con agua.
La magufada más gorda es la homeopatía. Ninguna de las demás ha tenido subvencionados sus productos dentro del sistema médico estatal en países avanzados como Francia.
Siendo una magufada casi se integró en el sistema, y de forma absolutamente increíble, puesto que no tiene ninguna efectividad. Ahí sí que debió haber alguna conspiración.
Me duele y me entristece que, en un artículo sobre magufadas, se mencione a Su Tallarineidad. Señor Pereda, no crea que esto va a quedar así: su Apéndice Tallarinesco le encontrará y…, bueno, supongo que le untará en tomate. ¡Voto a bríos!
A ver, la mayor magufada de nuestros días lleva milenios con nosotras y todas sabemos cual es: que hay un Notas en el cielo, un Señor más poderoso que la hostia, que está pendiente de si nos damos al onanismo o al fornicio, para castigarnos o premiarnos tras la muerte.
Indignante. Me parece indignante que se incluyan en el listado temas tan, pero tan serios, como la amenaza reptiliana, la tierra huecoplana, y la presencia ancestral de alienígenas en el planeta (que al final son todos el mismo tema). Hay pruebas, muchas, muchísimas. Lo sé por que lo han demostrado los partidarios de la teoria de los antiguos astronautas y las investigaciones contrastadas de expertos como Iker Jiménez y su parienta, el paleoastrólogo (?) norteamericano Jim Becil (de la Catedra Ohmygod de la Universidad Miskatonic, campus de Knockemstiff), o el tipo de los pelos para arriba que sale los domingos por la tarde en D-Max. Dejen de perder el tiempo leyendo y vayan a buscar la verdad en el internet, joño ya…
Muy buen artículo. Me ha costado decidir a qué votar.
Hace unos años una editorial lanzó una serie de libros con el título «Vaya timo», había un tomito dedicado a cada una de estas magufadas: homeopatía, psicoanálisis, religiones, ovnis… en principio tenían muy buena intención, pero al menos los que yo leí eran mas bien flojos.
¿No hay una caja de voto para TODAS?
Eso mismo pienso yo…
Es que, además, son todas a la vez: Soros es un buen reptiliano y «otro» que viene de un planeta del más allá que, evidentemente, quiere dominarnos y violarnos, para lo que nos obliga a vacunarnos y medicarnos: Para enfrentarnos a él y el resto de reptilianos (Obama y compañía, que tienen su sede principal en la pizzeria del inframundo, que aunque la Tierra sea plana puede ser hueca, lo dirá alguien y si no, es porque no hemos investigado) tenemos que seguir a líderes con presencia y fuerza, como Trump, Pablo Iglesias y Abascal (estaba tentado de poner a Berlusconi, pero al lado de estos es un cualquiera como nosotros, los engañados), líderes espirituales como Miguel Bosé y cronistas como Miguel Bosé.
No sé cómo encajar en esta teoría al monstruo del lago Ness y que nunca llegamos a la luna, pero es porque estoy alienado todavía por el sentido común.
Aquí en Colombia existe mucho adicto al poder de las rocas (minerales), las velas, aromas y mandalas. Y de un tiempo para acá surgió una fe desbordada en los ángeles, y más que ángeles, en emprendedores que ofrecen servicios de intermediación y telecomunicación con ellos. Incluso hay votantes que creen en el libre mercado y la mano invisible, pero esa magufada está fuera de concurso…
Y el coaching?
Si..si, bueno…algunas me han parecido oportunas como la de los reptilianos.., otras las mete en magufadas por ignorancia supina. Es un autobucle de magufada que habla de supuestas magufadas.
Me refiero así debido a la de ya están aquí….ignoro si están aquí,pero que se pasean por aquí como les da la gana, diría que si.
De hecho el ejercito de EEUU lo ha reconocido. FIN de la magufada.
El creador y oh dios de la verdad, tampoco ha puesto la magufada del Area 51…. ah que ya no es magufada… hace nada lo era también..
La democracia
Me he decidido por antivacunas. De todas las magufadas listadas me parece la que más insulta a la ciencia,al progreso y al sentido común y cómo bien se señala en el artículo un acto egoista e imprudente que no pone en jaque la propia vida del iluminao que almuerza tonterías del whatsapp,sino la de sus propios hijos. Es un boomerang de la gilipollez. Luego claro,cuando acontece la tragedia,ya si eso vuelven a abrazar a la ciencia, porque achuchar árboles es un asunto muy resinoso.
Habiéndolas más bizarras (reptilianos) y más peligrosas (antivacunas), he votado Tierra Plana porque supone romper con absolutamente todos los fundamentos de la Física, empezando por la Ley de la Gravedad, y porque además carece de beneficiarios y de motivos. Por ello creo que va un paso más allá que todas las demás.
Yo es con la que más me descojono sin duda y por eso he votado por ella.
Sólo en mi oficina tengo varios: una compañera antivacunas y defensora de la homeopatía, un buen amigo creacionista (rama diseño inteligente, porque es informático) debido a su fe como Testigo de Jehová, una vegetariana que desconfía de cualquier tratamiento médico que no sea ‘natural’ y ya fuera de la oficina, una buena amiga que cree en las Constelaciones Familiares. Todas estas personas son encantadoras e inteligentes. Ah, lo olvidaba, y una antigua compañera de la facultad para quien todo, absolutamente todo, es una maniobra del Club Bilderberg (además de defensora de Trump y difusora de los delirios de Qanon)…
¿Eneagrama?
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Divertidísima lectura. Un gran aplauso para Marcos Pereda por el artículo y por su genial sentido del humor.
Los reptilianos compite entre las magufadas mayorrs
Aunque la tendencia natural sería carcajearse de estas creencias la cosa es bastante seria. Algunos de estos seres pueden comportarse como cafres y hacer alguna barbaridad. Ya se han producido vandalismos contra torres de telefonía porque «desde ellas se emiten ondas electromagnéticas que contagia el COVID, que según ellos, no lo causa un virus). Recientemente he leído que personal de la AEMET que recibe amenazas porque «son los responsables de los tóxicos que se emiten desde los aviones para disminuir la población. Existe un canal conspiranoico peligroso (La quinta columna, en odisse) donde he escuchado varias veces la frase «que hay que ejecutar en la plaza pública a los responsables de esta pandemia porque han inyectados los chips en las vacunas». Cualquier seguidor con el cerebro de un reptil puede tomárselo en serio y cometer algún peligroso acto contra algún hospital o sanitario. Y por supuesto, los creyentes de «curaciones hmeopatéticas» que puedan abandonar un tratamiento médico por una enfermedad grave y tratarlo con bolas de azúcar o flores de Bach.
Faltó el socialismo.
Tal vez todas las magufadas se han convertido en lo que hoy llamamos realidad plural o verdad singular, y ha sucedido así en el transcurrir del tiempo para darle sentido a la vida humana, debido a su posibilidad como ser aparentemente consciente de la existencia. Un ejemplo la alquimia que dio paso a buena parte de lo que hoy llamamos ciencia.