Tres noticias aparecidas el martes nos aportan una interesante perspectiva de cómo se vive esta pandemia aquí según la parte de la sociedad en que uno desarrolle su vida.
En la franja de abajo, conocimos un desahucio de inquilinos en alquiler en uno de los barrios más pobres de Madrid, Pan Bendito. La noticia no está en el lanzamiento, uno más de tantos, sino en que la mujer cabeza de familia, Adoración, con hijo, nuera y cuatro nietos a cargo, dejó de percibir la Renta de Inserción al solicitar el Ingreso Mínimo Vital. Así quedó establecido por las normas de la Comunidad de Madrid, pero dado que la tramitación del IMV lleva bastante retraso, esta familia de cinco miembros no ha podido optar a un alquiler de vivienda social… por no tener ingresos.
En la franja media supimos que los contagios se están incrementando más en la franja de edad de cuarenta a cincuenta y nueve años, y que por tanto el entorno laboral es un importante foco de contagio. Esta idea parte de un estudio de la universidad de la Universitat Politècnica y está restringido a Cataluña, pero coincide con lo que ya se había detectado en Canarias y también en Galicia a principios de octubre. Concluyendo que los jóvenes y sus fiestas no son los únicos vectores de expansión, y que es importante atender lo que sucede en el resto de franjas de edad.
En la franja de más arriba, una fiesta del periódico El Español reunió a ciento cincuenta personalidades VIP para celebrar su quinto aniversario, y también el haberse convertido en uno de los diarios más leídos de nuestro país, con 23,3 millones de lectores. Posible consecuencia de la aparición de muros de pago en los demás. A la celebración acudieron varios ministros, siendo significativa la presencia de Salvador Illa, puesto que tiene la mayor influencia sobre medidas sanitarias y restricciones, y también estuvieron los dos principales líderes de la oposición, PP y Ciudadanos. Además de militares y empresarios. Se cumplieron, caben pocas dudas, las medidas de aforo y seguridad establecidas, como aseguró María Jesús Montero en rueda de prensa tras el consejo de ministros. Lo que no impidió que buena parte de la ciudadanía se quedara atónita, por contraste con lo que se nos reclama como individuos, familias y grupos de amigos, y también por comparación a otros países de la Unión Europea. Lo resumían en Magnet recordándonos que en otras partes cosas como estas producen dimisiones.
Cómo son los presupuestos del estado
Era 2018 cuando se aprobaron los últimos presupuestos generales del Estado, y parece que por fin en 2021 veremos unos nuevos. Aún están pendientes de aprobación y negociaciones con los socios de investidura, pero ya han revelado lo distinta que puede ser la interpretación de una distribución del gasto.
Estos gráficos de elDiario resultan muy reveladores, porque permiten ver sus partidas distribuidas por áreas, y comparar con los años previos, hasta 2002. Pensiones es una constante que no para de crecer, y que se lleva uno de cada tres euros recaudados. Ocupa casi la mitad del total, junto a las transferencias a otras administraciones públicas. Lo más relevante es que el gasto público aumenta de forma extraordinaria, y ello significa que debe recaudarse más vía impuestos, o emitir más deuda pública.
Los más favorables al gobierno consideran que los presupuestos armonizarán el gasto y la recaudación con lo que es habitual en los países de la UE, basándose en el desglose de sus partidas. Los más críticos subrayan que el gasto extra beneficiará sobre todo a funcionarios, pensionistas y perceptores del Ingreso Mínimo Vital, y que para financiarlo se cargará con impuestos al sector privado. En palabras del periódico Público, los grandes patrimonios, multinacionales y potentados. De ese conjunto se recaudarán, en teoría, 4000 millones de euros sin afectar a la gran masa de población, la de ingresos medios.
Pero que no haya variación en la carga fiscal a la población que vive de su trabajo no significa que no se necesiten sus impuestos para mantener el Estado en funcionamiento. El editorial de ABC, muy crítico, se preguntaba cómo iban a cumplirse las previsiones con 700 000 empleos ya perdidos, y una previsión de otros 750 000 que se destruirán con la crisis. Parte de la respuesta puede estar en la pérdida de deducciones fiscales de las empresas, fijada en 1000 millones.
En conclusión, los presupuestos son, como siempre, beneficiosos o lesivos, según quién los mire.
Hay agua helada en la Luna, ¿de quién es?
La era Trump ha reactivado la carrera espacial, concentrando su energía en proporcionar un sistema de lanzamiento de origen privado. La empresa Space X, de Elon Musk, pronto participará en un nuevo viaje a la Estación Espacial Internacional, después del que completaron con éxito este verano. Y Blue Origin, de Jeff Bezzos, acaba de superar hace quince días las pruebas para llevar cargamentos al espacio. La idea es ayudar a alcanzar la Luna, y Marte más tarde, y que ese «Amazon espacial» se encargue de entregar el material para experimentos y supervivencia.
Estos desarrollos coinciden con los planes de China por alcanzar la Luna en una misión tripulada, después de aterrizar con éxito en su cara oculta. Y sobre todo con el anuncio de esta semana, hecho por la NASA, de que hay cristales de hielo en la superficie del satélite. El agua es fundamental para las misiones tripuladas y de larga estancia en el satélite, por obvias razones para la supervivencia de los astronautas. Además la llegada a la Luna determinará la capacidad de innovación tecnológica y liderazgo mundial de las grandes potencias, por la que en este momento compiten Estados Unidos, China, Rusia y la India. Una muy buena noticia para Europa es el anuncio de Airbus, también esta semana, de que podría producir oxígeno y combustible metálico usando el polvo lunar (regolito).
Lo que abre la pregunta de si los territorios y sus recursos pertenecerán, como en la era de la colonización, al primero que llegue. Elon Musk aprovechaba el anuncio del descubrimiento de agua para asegurar que Spacex no respetará los acuerdos internacionales sobre «posesión de tierras» en el espacio. Lo decía a cuento de sus planes de construir una ciudad en Marte, saltándose un consenso adoptado durante la Guerra Fría para evitar tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Lo cierto es que existe un tratado sobre el espacio exterior, de 1967, que garantiza la Luna como un bien común a toda la humanidad. La Información trataba ese aspecto del derecho galáctico en un extenso artículo, recordándonos que en realidad no hay un consenso en la comunidad internacional sobre este asunto, que hasta ahora parecía pertenecer a un futuro de ciencia ficción. Si las misiones planeadas a la Luna para la próxima década tienen éxito, puede que tengan que llegar a acuerdos a toda prisa.
En la Tierra nos quedamos sin hielo
Lo que se repite a menudo no puede ser noticia, a menos que, como el coronavirus, sea una amenaza. Por la misma razón el cambio climático ha alcanzado una nueva etapa que, si no preocuparnos, al menos debería mantenernos alerta. Un reciente descubrimiento científico ha determinado que los depósitos de gas metano helado del ártico ya están en proceso de deshielo, —aquí en español— y lo que es más importante, ese proceso ya no se va a detener.
Cautos, los descubridores han asegurado que no pueden determinar aún cuánto influirá este gas de efecto invernadero en el calentamiento global. Sobre todo porque hay período de adaptación de los microbios que lo consumen —entre cinco y diez años— y que ayudan a eliminarlo. Pero el dato incuestionable es que desde 1979 el hielo del Ártico no ha dejado de descender. Este vídeo lo expresa en gráficos tomando la mínima de los meses de septiembre, dejando en evidencia que no se recupera.
Garantizar y definir internet
En un encuentro organizado en el Parlamento Europeo, Tim Berners-Lee, creador de la WWW, defendía una idea tan lógica como relevante. Que el acceso a internet tiene que ser un derecho de la humanidad, tanto como a la libertad, la propiedad, la seguridad o la resistencia a la opresión. Tiene sentido si consideramos hechos concretos de dependencia vital en el acceso a la red. Como que en nuestro país los profesionales liberales colegiados y empresas están obligados a comunicarse con la Administración Pública solo por vía telemática. O que los perceptores del IMV, con los que arrancaba este Futuro, encuentran un obstáculo difícil de salvar en la presentación de solicitudes y papeles de forma electrónica. Si dependemos del acceso a internet, tiene sentido garantizarlo.
Tan importante como esa idea son las iniciativas ciudadanas cuya finalidad es que ese acceso vaya complementado por el control de qué nos muestra la red. The Citizen Project intenta analizar cómo eligen el contenido los algoritmos de Facebook y YouTube, a fin de conocer porqué recibimos una información y no otra. El New York Times se ha sumado.
Las iniciativas estatales de control no son tan atractivas. Alemania permite a sus policías introducir troyanos en teléfonos (noticia en alemán) y dispositivos digitales para espionaje de las comunicaciones a sospechosos. Acercándonos un paso más a la distopía anunciada por Yuval Noah Harari, que la pandemia acelera las tecnologías de vigilancia masiva y puede generar un nuevo sistema de gobierno totalitario.
Pero esta noche es Halloween
Y la recomendación de las sesenta y cinco mejores películas de terror del siglo XXI hecha por la revista Rolling Stone es un buen punto de partida para disfrutar esta fiesta del miedo. A menos, claro, que los terrores del 2020 le tengan completamente saturado.
