Hablan de los valores educativos del deporte. Del juego en equipo, de la lucha frente a la adversidad, del esfuerzo colectivo, del fair play… Hay tanto que aprender sobre un campo de fútbol. Sí, pero si hay un lance que enseña más que ninguno y que tiene una profunda carga filosófica, ese es el autogol. Meterse un gol en propia puerta enseña más sobre la vida que cruzar Estados Unidos de costa a costa haciendo autoestop.
Toda la atención se centra en ti en ese momento. Hay solo dos reacciones: unos se ríen de tu cara y tus amigos o compañeros te odian. Esa experiencia no la sustituye la universidad, ni la académica ni la de la calle. Sin embargo, es todo lo que necesita uno para afrontar esta vida y todo lo que le venga por delante, porque no será muy distinto. Con ligeros matices, la vida consiste en eso. Analicemos, pues, cuáles han sido los autogoles más edificantes de la historia de nuestro fútbol.
(La caja de voto se encuentra al final del artículo)
2020: Piqué, «por hacerle un favor al chaval»
Conocidos son los problemas de Vinicius Jr. de cara a puerta. Tanto como que el disparo que le hizo hace unas semanas a Ter Stegen en el 71 del partido de vuelta de la Liga 19-20 se iba a fuera de banda. ¿Le dejó Piqué carril confiando en que el balón iría al muñeco? Sea como fuere, de lo que no fue consciente el central barcelonista es que esta escena ya se había repetido, ya había recurrido el brasileño a tirar al cuerpo de un defensa a ver si el rebote tenía más puntería que su pierna derecha. La bola golpeó en Piqué mientras cubría el posible pase y se la metió precisamente por donde debía haber chutado el extremo madridista. Genio. La cara de Ter Stegen en ese instante, si eso, que la pongan en los pósteres del Frente Obrero.
1991: Spasic, «imposible fallarlo»
Cambiando de trinchera, en enero de 1991, el Real Madrid visitaba el Camp Nou luchando por la UEFA con el Oviedo a ocho puntos del Barça, que era líder. Empezó perdiendo, con gol de Laudrup, luego madridista. Minutos después empató Butragueño y durante la segunda parte le cayó un vendaval a los blancos. En el minuto 62, llegó la magia. Jugada de Salinas, que había salido un minuto antes, falla y Jaro envía a córner. Muy interesante la locución de Arús en ese lance: «para demostrarte Johan que eres un inútil, un burro, el inútil más grande de la historia, peor que Venables, que ya es decir». Si bien en esta casa somos muy de Salinas, queda patente que los periodistas también se meten autogoles, aunque pasan más desapercibidos entre tanto ruido como meten. Aquí, no obstante, tras gilicórner, centró Eusebio y solo, sin nadie que le marcara, Spasic remató a puerta vacía. Ni siquiera Di Stefano, entrenador por aquel entonces, supo explicar qué había hecho. Qué pretendía. El tanto sirvió para su salida al Osasuna y la llegada de Ricardo Rocha al Madrid que todavía se haría mejores autogoles, incluso de chilena, pero nos quedamos con la primera entrega de la saga.
1988: Arévalo, «el primer viral»
En una época sin YouTube, en unos años en los que en el informativo el deporte se trataba por encima en menos de cinco minutos, se enfrentaban en el Campo Municipal el Sporting Mahonés y el Andorra. El guardameta, de treinta y cinco años, iba a sacar para el lateral, rectificó y, bueno, pues por lo que sea, sacó hacia su propia portería. Podría haber sido una desgracia más acontecida en los campos de 2ªB, pero estaban ahí cámaras de TVE y el vídeo dio la vuelta al mundo. No dejó de salir en programas de televisión durante mucho tiempo entre risitas y comentarios ventajistas. Lo gracioso es que Dassaev por esas fechas, un año después, con el Sevilla se metió uno que pudo llegara a superar el del veterano guardameta madrileño y del Ejército Soviético ya se reía menos gente en público.
1998: Zubi, «difícil hasta para él»
Saltemos diez años en el tiempo. El partido de debut de España en la Copa del Mundo de Francia 1998 había comenzado con visos de tragedia tras un gol de córner con el que nos habían empatado malamente. En la segunda parte, Raúl puso de nuevo a España por delante con un gran gol, la verdad sea dicha, que se repitió mucho en los vídeos promocionales de aquel campeonato. Sin embargo, a la media hora de aquella jugada de Oliver & Benji don Andoni Zubizarreta recibió un remate de Lawal sin ángulo, sin fuerza, sin ni siquiera ir a puerta, pero el guardameta se las arregló para de espaldas darle un puñetazo a la bola y lograr que entrase. Era prácticamente imposible lograrlo, pero lo hizo. Ni un profesional del snooker lo hubiera conseguido con tanta precisión. Aquello supuso el final de la era Clemente.
1973: Reina (Padre), «recordado incluso sin vídeo»
Ante la Holanda de Cruyff, los más viejos del lugar recuerdan este autogol del padre de Reina, también guardameta, que se considera superior incluso al de Zubi. Se ha quedado, de hecho, en alguna ocasión de ser solo recordado por eso. Era 1973, un amistoso frente a la Holanda de Cruyff que un año después se estrellaría ante Alemania en el Mundial para grandes lagrimones de la secta del tiki-taka en fase embrionaria, pese a que el Feyenoord había ganado la Copa de Europa del 70 y el Ajax las del 71 y el 72. La selección, entrenada por Kubala, se plantó en Ámsterdam. Era su partido número doscientos. Íbamos empate a uno cuando, tal y como lo contó El Mundo Deportivo, ocurrió esto: «Cuando queremos expresar la dificultad de algo, se suele decir que «es más difícil que encontrar una aguja en un pajar». Y miren por dónde, entre Reina y Violeta, o Violeta y Reina, la encontraron en una forma tan sumamente extraña que confieso no haber visto nunca un caso semejante en el tiempo que llevo viendo fútbol. La infortunada jugada (si es que se le puede llamar jugada) ocurrió de la siguiente manera: se había producido un fuera de puerta y Reina —inexplicablemente, puesto que con el empate a uno no había ningún motivo para andar con prisas— se situó fuera en el lateral del área para que Violeta le enviase el balón, pararlo con el pie y volver a entrar en su área para sacar con la mano. Todo iba bien. Pero Reina, cuando ya tenía el balón en el pie, vio muy cerca a Cruyff. Se puso nervioso. Se resbaló. Pero aún le dio tiempo para devolver el balón con el pie a Violeta desde el suelo y fuera del área. Cuando todos creíamos que Violeta pararía la pelota y bien despejarla o bien aguardaría a que Reina se reincorporase, el balón mansamente y dando botecitos, fue hasta la cepa del poste y entró. El estupor de todo el campo y la desesperación de los dos protagonistas de la jugada se la pueden imaginar perfectamente ustedes».
1994: Marcarse un Barbados
Con un simpático reglamento, a Barbados le convenía más ir a la prórroga y ganar por penaltis, lo cual se consideraba 2-0 como resultado final vaya usted a saber por qué, que ganar 2-1 el partido en los 90 minutos. Tenía que ganar por dos goles de diferencia para clasificarse. La idea fue brillante, un autogol que empatase el partido para pasar al tiempo extra. Así lo hicieron, con desvergüenza. En ese momento, los rivales del Granada, a los que les daba igual pasar ganando por uno que perdiendo por uno, fueron a marcarse también un autogol. La magia del momento es que en esos instantes de caos, el Barbados se puso a defender la portería del Granada y al revés. Unos de los minutos más bellos en la historia del fútbol.
2013: Gabi «Aurrescu»
El disparo de Villa podría servir de inspiración para las más altas metas de Vinicius Jr. Ahora, lo que se encontró el balón del asturiano en su trayectoria no se ha visto nunca sobre un terreno de juego. Puede que fuese un aurrescu, cualquier tipo de jota o baile regional. No está claro lo que fue, pero saltó hacia un balón que iba fuera, puso la cadera en pompa y el remate, dentro de esos cánones de belleza, si el fútbol se jugase sin extremidades, fue de diez. Entró directa y con poco ángulo además.
2000: Zalayeta «Spasic, no tienes ni idea»
En el año en el que el Sevilla volvía a descender a segunda división para tomar impulso y, de la mano de Joaquín Caparrós, enfilarse hacia la conquista del mundo, todo eran desgracias y penurias inimaginables. En el encuentro ante el Valencia del sábado previo al Domingo de Ramos, el Sevilla había logrado empatar a diez minutos del final. Quedaba tiempo para la épica, para la lucha, para agarrarse al clavo ardiendo. En el último minuto, no obstante, sacó un córner el Valencia y Marcelo Zalayeta remató, dicen los asistentes, como Puyol frente a Alemania en las semifinales de Sudáfrica, pero en propia puerta. Ahí parecía un futbolista amateur, pero luego se fue a la Juve donde estuvo casi una década y por el camino se cargó al Barça en el Camp Nou. Señal de que de los autogoles se aprende.
Aquí uno de los mejores del fútbol argentino.
https://youtube.com/watch?v=Zteh5kHNNxM
Uno desgraciadamente muy célebre fue el de Escobar en usa 94 q le costó la clasificación,y dicen q la vida al colombiano Escobar.
Uno muy importante en la historia del Depor fue el de Rocha en la temporada 92/93.Ese partido fue el inicio del mítico superdepor ya que los gallegos iban perdiendo 0-2 y remontaron al real Madrid 3-2 con golazo en propia puerta del Brasileño.
El autogol de Arévalo -introduciendo en un saque el propio portero el balón en la portería sin la presencia de rivales cerca del área- se replicó hace unos cuantos días en un partido de segunda división francesa. El portero del Grenoble, equipo cómodamente instalado en mitad de la tabla en esa jornada, pues decide pasar el balón hacia atrás para meterlo en su propia portería. Talmente así.
https://www.youtube.com/watch?v=UwyxYRah4ro
Me iba a decantar por el de Zubi pero eligo uno menos conocido pero de bella factura: Temporada 85-86 en la Bundesliga, partido Uerdingen – Bayern. Un desafortunado de nombre Helmut Winklhofer, defensor del Bayern Munich, mete un golazo desde unos 30 metros en propia puerta. Fue votado como gol del mes en un progama deportivo.
https://www.youtube.com/watch?v=oQdLSi3Jhmk
A partir del 0:40
Buah, es que menudo golazo. Jajajaja En su vida mete otro igual.
La esperpéntica jugada de Buyo intentando evitar un córner en el Tenerife Real Madrid no fue exactamente un autogol (poco le faltó),pero es de las jugadas más absurdas q recuerdo.
En ese gol, tercero del Tenerife en aquella tarde inolvidable (desde cualquier punto de vista), el harakiri no se lo hace Buyo sino Sanchís con una cesion descerebrada. No sé si Buyo hizo lo mejor echando el balón hacia el centro cuando podía hacer sacado a corner, pero tampoco tenía mucho margen (creo que alegó, y resulta plausible, que tenía el sol de cara…). Recordemos por otra parte que el verdadero autogol de aquella tarde se lo hizo Rocha, que unas semanas antes ya había marcado un autogolazo frente al Torino en copa de la UEFA (con eliminación del Madrid).
Si,la jugada es un esperpento.Primero una cesión sin pies ni cabeza de Sanchís y después con una asistencia absurda (se mire por donde se mire) de Buyo que la deja al delantero sólo para empujar. Curiosamente eran un defensa y un portero realmente muy muy buenos.
El pobre Rocha metió 3 autogoles en pocos partidos y todos importantes.
Bueno, ya que agregaron el gol de Aguirre, meto otros del futbol argentino:
– el de Quiroga en un River vs Racing, o cómo hacer un gol en contra de chilena…
https://www.youtube.com/watch?v=CsPvskCC-pY
– uno reciente de Unsain con Defensa y Justicia…
https://www.youtube.com/watch?v=CcTXOWkh2uA
– si entra el bueno de Zubizarreta, que le queda a Juan Pablo Carrizo -si lo googlean tiene más-…
https://www.youtube.com/watch?v=Y5tupNtYneA
En mi niñez, fue mítico el de Spasic.
Por tpuntualizar, el mundial del 98 no acabó con la era Clemente, tuvimos que peder 3-2 contra Chipre en septiembre para que se largara al fin.