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Los pidgins del mundo

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Alrededor de 1860, Cudjoe Kazoola Lewis, de nacimiento Oluale Kossola, fue capturado y hecho esclavo. Hombres del ejército del Reino de Dahomey, por aquel entonces el que participaba más activamente en el tráfico de esclavos transatlántico, lo apresaron y lo encerraron en un barracón del fuerte Whydah, en el golfo de Guinea. Barracón, en inglés barracoon, es el término que Zora Neale Hurston escogió como título cuando escribió las memorias de Kossola. El libro de Hurston, publicado en 2018, se basa en una serie de entrevistas grabadas. en 1927 en las que Kossola narra cómo lo secuestraron y lo enviaron a América a bordo del Clotilde, el último barco negrero reconocido como tal en Estados Unidos. 

Por la narración de Kossola sabemos que los hombres clave en secuestros como el suyo eran los corredores de esclavos, los intérpretes, los vendedores y los compradores. Los corredores servían de enlace para los vendedores, que generalmente eran los líderes de las etnias vencedoras de las guerras interétnicas desencadenadas con el objetivo de extender los dominios de sus respectivos reinos y lucrarse tras la venta de prisioneros de guerra. Los compradores, a quienes se conocía como factores, eran los representantes de empresas multinacionales y se encargaban de gestionar el transporte de los esclavos a los mercados o, en otros casos, a su comprador final. Antes de llegar a su destino, Kossola pasó un tiempo no corto en un barracón, donde la función de los intérpretes era la más importante: daban órdenes e información a los esclavos y reprimían las insurrecciones. 

El testimonio de Kossola es una pieza más entre todas las que ayudan a comprender la situación que se daba en los barracones: se mezclaban personas de diferentes etnias que hablaban lenguas distintas y que sentían la necesidad de aprender a comunicarse, dando lugar a la génesis de una lengua pidgin. De hecho, existió un pidgin llamado barracoon en los puertos de Mozambique en el siglo XIX. Los esclavos de los barracones de Mozambique, en su mayoría procedentes de la tribu de lengua macua, ubicada al norte del río Zambeze y al este de Nyasalandia, desarrollaron un pidgin con elementos árabes, portugueses, malgaches, macua y hinzua.

Qué es un pidgin 

Las lenguas pidgin —palabra que se cree que proviene de la pronunciación en un pidgin de origen chino de la voz inglesa business— surgieron en rutas concebidas para el comercio, como las de Asia, las de los barcos balleneros del Pacífico Sur y las de los esclavos en África. Los hablantes de estas lenguas seguían usando sus lenguas nativas porque el pidgin funcionaba como segunda lengua. Por tanto, un pidgin era una lengua que individuos que no tenían una lengua común creaban para usarla generalmente en contextos de transacciones comerciales. Lo que se ha identificado como pidgins incipientes de los barracones de esclavos eran los interlenguajes iniciales de los hombres y mujeres que intentaban hablar idiomas que no conocían y que aprendían del contacto con los intérpretes.

Ejemplos ha habido en todo el mundo. Excepcionalmente, algunas de estas lenguas comenzaron a tener hablantes nativos, como el tok pisin de Papúa Nueva Guinea. Muchos otros, como el citado barracoon, o el russenorsk —usado por comerciantes rusos y pescadores noruegos— desaparecieron cuando las circunstancias sociohistóricas por las que fueron creados desaparecieron también. 

Pidgins del mundo

Debido a su carácter mixto, a estas variedades de habla a menudo no se les ha otorgado el estatus de lenguaje. Además, el pequeño tamaño de muchas comunidades de habla pidgin tampoco ayuda a su reconocimiento: hay una tendencia a suponer que una comunidad lingüística pequeña representa a un dialecto de un idioma más amplio, lo que no sucede con comunidades grandes.

Como muchos lingüistas reconocen su existencia, las lenguas pidgins se han ido añadiendo a unas listas que las agrupan como miembros de un tipo de lenguas especiales, entre las que se encuentran, a menudo, las lenguas criollas, las bozales, las lenguas mixtas, las jergas e incluso las lenguas secretas. La siguiente clasificación se basa en la lista del lingüista Norval Smith publicada en Pidgins and Creoles, edición de Jacques Arends. En ese volumen se incluyen esas otras clases de lenguas además de las pidgin, por abarcar un ámbito de estudio más amplio, que en la clasificación de este artículo han quedado fuera. Aquí tampoco se incluyen los pidgins que ya no se hablan: lamentablemente, la mayoría. 

África

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El paraíso de los lingüistas. La complejidad lingüística del continente nos da para clasificar los pidgins en diferentes tipos según sus funciones y según las lenguas origen o lenguas base. Los hay que surgieron por necesidad de aprender una lengua indoeuropea, como es el caso de los pidgins de base inglesa de la costa occidental, el de Nigeria, el de Liberia interior y el pidgin togolés; los de base francesa como el petit nègre de Costa de Marfil y el pidgin de Burundi; los de base portuguesa de la costa occidental y el linguajem do muçence de Angola; el flaai-taal de base holandesa de Sudáfrica, y el pidgin asmera con base italiana. En otros casos, las lenguas meta o base (las más importantes en las interacciones entre hablantes del proto-pidgin) fueron lenguas bantúes, a partir de las cuales aparecieron el ewondo de Camerún, el kituba y el lingala de Congo y República Democrática de Congo, y los pidgin chikopabeluti y fangaló de Zambia. También hubo lenguas árabes que dieron origen a pidgins, como el galgaliya de Nigeria, el shuwa de Chad y Nigeria y el juba de Sudán. Con base swahili tenemos el de la costa de Kenia y el kithindi. Por último, con base africana, pero sin determinar qué tipo de lengua base africana, tenemos el wolof de Senegal y Gambia, el kangbe de los mandingas, el hausa y el bilkiire de Nigeria y Nigeria y Camerún, respectivamente, y el sango hablado en Congo, Chad y Camerún. 

En los pidgins africanos se dan las funciones básicas reconocidas para la clasificación de lenguas pidgin: lenguas creadas para mantener contacto interétnico y para llevar a cabo transacciones comerciales. Actualmente, los pidgins urbanos de contacto interétnico son los más hablados en África, como el pidgin kangbe que sirve a la población de etnia mandinga desde Senegal a Costa de Marfil, y el kituba y el lingala de Congo y República Democrática de Congo, lenguas con millones de hablantes. 

Asia

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A lo largo de la historia, la confluencia de culturas de Asia ha propiciado el tipo de situaciones en las que cabría esperar que aparezcan lenguas pidgin. Sin embargo, hay poca información sobre variedades pidginizadas de las grandes lenguas asiáticas como el persa y el chino.

Los idiomas de los que se tiene constancia en los últimos tiempos provienen de Rusia, India, China, Japón, Malasia e Indonesa. En Siberia, un pidgin ruso, el taymir, todavía se utiliza en contactos intergeneracionales. En el subcontinente del sur de Asia, donde ha habido grandes migraciones, hay variedades pidginizadas de hindi utilizadas como segunda lengua en ciudades como Calcuta, y las lenguas regionales también han dado lugar a otras lenguas pidgin, como el naga. En el sudeste asiático, los diferentes pidgins parecen descender de una forma de malayo utilizado en transacciones comerciales que se extendió por el archipiélago indonesio. De base inglesa tenemos el singlish de Singapur y el japonés pidginizado. Finalmente, la existencia de variedades coloniales de japonés durante la ocupación de Manchuria, Corea, Taiwán y Micronesia originó varios pidgins, como el de Manchuria. 

Oceanía

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Herman Melville incluyó bastantes muestras de pidgin polinesio en sus novelas sobre sus aventuras en las Marquesas, Tahití y Moorea. Tras haber visitado los Mares del Sur a bordo de barcos balleneros, en las parcialmente autobiográficas Typee y Omoo describió una situación de contacto lingüístico en la que todas las partes se comunicaban con un tipo de lengua improvisada. En Oceanía encontramos, como en la ficción de Melville, un tipo específico de pidgin comercial: los pidgins marítimos, es decir, los que surgieron del contacto entre los marinos y los nativos, ya fuera a bordo de los barcos o en las costas.

La narración de Melville, sin embargo, muestra un léxico similar al hawaiano, y es que Melville también estuvo en Hawái. Esta isla tiene como curiosidad ser el origen de una lengua pidgin y una lengua criolla. En Hawai, el criollo emergió en la ciudad y el pidgin en las plantaciones. La génesis de ambas variedades se encuentra en los trabajadores de origen asiático que fueron contratados para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y piña. En la ciudad, los trabajadores inmigrantes estaban mezclados, y ahí tuvo origen la lengua clasificada como criolla. Los trabajadores que vivían en las plantaciones, sin embargo, estaban separados por etnias, recibían instrucciones del supervisor, quien, además, era el intérprete, y tenían menos presión para aprender inglés. La historia de ambas lenguas puede resultar confusa y no pocos académicos han pensado que la lengua pidgin da origen a la criolla e incluso han aplicado tal teoría a contextos donde nunca existieron lenguas pidgin. Otro caso que también puede resultar confuso, o de difícil clasificación, es el tok pisin de Papúa Nueve Guinea, porque tiene hablantes nativos, y muchos, aunque hay consenso en que es un pidgin expandido, pues sigue utilizándose como lengua secundaria para unas funciones específicas.  

América

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En América no hay pidgins. Hay, o más bien hubo, otros tipos de lenguas. En Norteamérica fueron clasificadas como jergas en su mayoría, es decir, lenguas exclusivas de grupos sociales determinados, aunque bien podían haber sido pidgins. Posiblemente será complicado saber qué tipos de lenguas fueron exactamente porque ya han desaparecido. El contexto en el que tales lenguas se desarrollaron, sometimiento y genocidio de la población, explica que las lenguas hayan corrido la misma mala suerte que los nativos. 

En Centroamérica y Sudamérica tampoco hay pidgins; hay lenguas criollas, bozales y mixtas. Las lenguas criollas como el haitiano, el jamaicano y el papiamento —las más representativas del Caribe— no se pueden clasificar como pidgins porque no se originan en rutas comerciales sino en colonias y desde el momento de su génesis comenzaron a tener hablantes nativos. Las hablas bozales surgieron en contextos sociohistóricos de criollización, no de pidginización, y no llegaron a criollizar, como ocurrió en Cuba. Por último, también hay lenguas mixtas, es decir, las que surgen del contacto de un grupo bilingüe, como la Media lengua, mezcla de quechua y español hablado en Ecuador. 

Clasificados como pidgins vivos tenemos el indo-americano de base inglesa en Norteamérica y el kariña de Guyana y Surinam. El pidgin indoamericano inglés, por muy alejado que pueda estar del habla de la mayoría de los nativos americanos hoy en día, representa la continuación de una tradición anterior de habla real, en la cual una variedad de inglés pidginizada se utilizó, desde el siglo XVII, en los contactos entre nativos. El pidgin kariña inicialmente surgió como lengua de contacto entre grupos kariña y arawak, y posteriormente incorporó elementos de varias lenguas europeas, llegando a utilizarse en Brasil, la Guyana Francesa, Surinam, Guyana y Venezuela. Tanto el indoamericano inglés como el kariña son pidgins de contacto interétnico, utilizados también en transacciones comerciales. 

Una primera lección 

El estudio de los pidgins es también el de la evolución de las lenguas. Analizando los elementos que a partir de distintas lenguas pasan a formar parte del pidgin, vemos cómo se forma una nueva lengua. De ahí podemos inferir dos procesos evolutivos: 1) las lenguas más antiguas no quedan eliminadas, ya que sus componentes se integran en las nuevas lenguas, 2) los cambios se realizan ad hoc, y la razón de que así sea es que es más conveniente trabajar con lo que ya se conoce que generar un nuevo sistema desde cero. Básicamente, lo que vemos es cómo los humanos se enfrentan a la arquitectura de las lenguas a su alcance para hacer frente a sus desafíos comunicativos. También es interesante poder estudiar en cuánto tiempo se origina una nueva lengua comunitaria, sin eliminar la variación y la heterogeneidad en la población.

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14 Comments

  1. Me gustaría saber cómo se clasifica el lunfardo ¿No es, en realidad, un pidgin?

    • El lunfardo empezó siendo un argot delincuencial que tenía por objeto encubrir mensajes comprometedores; pero en la medida en que incorporó muchos términos de los inmigrantes, sobre todo italianos, tiene algo de pidgin. Y algunos lo consideran incluso un dialecto.

    • Para escribir este artículo se ha tenido en cuenta la clasificación de Norval Smith y Jacques Arends. El lunfardo no está clasificado como pidgin. Lo consideran un dialecto.

  2. El bricoleur de Lévi-Strauss convertido en lingüista. Fascinante.

  3. No se habla en el artículo de los pidgins vascos que se desarrollaron en Terranova primero y en Islandia después a raíz de los pescadores y cazadores vascos que iban a esas tierras. En este artículo reciente se mencionan ambos: https://www.jotdown.es/2019/05/el-desafio-de-jonas/

  4. Hola Palomeque. No se habla de los pidgins vascos porque en el artículo solo se mencionan los que según la web Ethnologue todavía se hablan.

  5. Y de esas jergas existe algún testimonio escrito en la propia jerga, aunque sea solo limitadamente en documentos comerciales: contratos, letras, pagarés, inventarios, etc. ??? ya me imagino que lírico… cómo que no, o sí??

  6. Vaya con los recuerdos vocales que afloran: «Era un gringo tan BOZAL que nada se le entendía. Quién sabe de dónde sería, tal vez no era cristiano porque lo único que decía es que era «PA PO LI TA NO»; Martín Fierro, nuestra Divina Comedia criolla, de la cual surgen las peculiaridades de nuestro español-argentino. El personaje, iletrado y arisco, no entiende que el «gringo bozal» le dice que es NAPOLITANO, una de las más numerosas comunidades que llegaron a nuestro país, dando como resultado que denominemos Tano a cualquier italiano. También anda en esa epopeya el vocablo «mandinga», equiparado a diablo, a demonio. Negro mandinga, un insulto para mayor exactitud, ya que la Argentina, Virreinato del Rio de la Plata en aquellos tiempos, no estuvo exenta de ese infame comercio que nuestros padres ampliaron: en la guerra de la triple alianza, Argentina, Uruguay y Brasil contra Paraguay mandaron como primera línea a la mayoría de los africanos. Y no quedó ni uno. Muchísimas gracias por la lectura y los recuerdos.

  7. Reflexionando sobre el «dichoso cuadradito» de otro artículo, quiero agregar que, gracias a este artículo, supe que «mandinga» era una etnia y no un insulto, siempre jocoso, como lo usé más de una vez. Excelente artículo, lleno de informaciones. Me ha hecho recordar un film sobre el tema: un grupo de esclavos que logran llegar a las costas de EEUU en un buque negrero secuestrado, «La amistad». Gracias otra vez.

  8. Pingback: Una lengua es un dialecto con un ejército y una fuerza naval | | uptv.es