Dos factores han hecho mucho más fácil en los últimos tiempos dedicarse al cine independiente. Por un lado, el menor coste de los equipos de rodaje e iluminación, que proporcionan con modelos básicos una calidad equivalente a los profesionales. Y por otro la abundancia de plataformas de crowdfunding donde pueden recaudarse fondos para un proyecto cinematográfico. Hace solo una década era impensable que un director pudiera hacer su trabajo en estas condiciones.
Pero si bien estos nuevos factores han facilitado a los cineastas indies convertir sus ideas en vídeos, resulta mucho más difícil que puedan obtener de ellas unas ganancias dignas. Cualquier corto o película independiente está obligada a alcanzar una audiencia considerable si además de arte quiere hacer dinero. Y además ese es un paso imprescindible para interesar a grandes plataformas de streaming como Netflix o HBO, o a los circuitos de salas de proyección. A fin de conseguirlo, jóvenes cineastas de todo el mundo están recurriendo cada vez más a los torrents como plataforma de lanzamiento.
Muchos de los mejores sitios de torrents del mundo están llenos de enlaces a películas de directores independientes, que se están beneficiando ya de los altos índices de audiencia que alcanzan allí sus creaciones. Pero el balance no siempre es positivo, pues además de hacerlas visibles necesitan generar suficientes ingresos como para poder vivir de su trabajo y abordar nuevos proyectos. Acaso puede conseguirse eso con una descarga gratuita. Vamos a verlo.
El camino del director indie siempre es cuesta arriba
Una vez que el creador ha hecho el desembolso en la compra de sus equipos cinematográficos empieza a correr un reloj que hará tic tac en su cabeza hasta finalizar el rodaje. Limitar el tiempo de realización, y con ello los costes, resulta fundamental, pero esa será solo la primera parte de su reto. Una vez que finalice el montaje comenzará la carrera para conseguir público interesado en ver su película. Y solo después de eso, quizá, unos posibles ingresos.
Cualquier rodaje requiere una enorme inversión de tiempo, esfuerzo y preparación. Y aunque eso no reste ni un ápice a la ilusión de tener la obra terminada, es una dedicación que no está pagada. En el sentido más literal de la expresión. Incluso si se han conseguido fondos para pagar todos los gastos, rara vez comienzan a obtenerse beneficios antes de alcanzar una audiencia masiva. Que es al fin y al cabo el único modo de que un cineasta viva de sus producciones.
La búsqueda de público es la razón para que en los últimos años un número cada vez mayor de creadores independientes haya optado por las webs de torrents como canal de distribución. La pérdida de ingresos vía ventas que eso les genera tiene como contraprestación poner su película al alcance de una audiencia millonaria. Si consiguen despertar su interés estarán en el camino de ingresar lo suficiente como para no tener que dedicarse a otra cosa, obteniendo además el excedente necesario para iniciar su siguiente proyecto.
Distribución vía webs de torrents, ¿perjudicial o beneficioso?
Compartir archivos por torrent es actualmente una de las actividades que más ocupan el tráfico global de internet. El último informe Sandvine calcula que visualizar vídeos ocupa un 58% del total de comunicaciones, y de ese porcentaje un 31 corresponde a torrents. Es obvio por tanto que cualquier director indie encontrará un potencial equivalente al de la distribución comercial clásica, en cuanto a audiencia, en las webs donde se comparten archivos. Pero antes de decidir si esa es o no la mejor forma de hacerse un nombre en la industria del cine tendrá que analizar el momento de su carrera en el que se encuentra.
Quienes están todavía en los inicios tienen en la distribución por torrent una vía rápida y efectiva para conseguir un gran número de espectadores y así ser conocidos rápidamente. El precio es renunciar a esa sustancial cantidad de ingresos que podrían obtener de su explotación comercial. Aunque siempre con la meta en la cabeza de que ese torrent sea un primer paso, el cual acabará haciendo que su público compre la película o pague por verla en una sala, o en una plataforma de streaming.
Eso fue lo que consiguió en 2007 Richard Schenkman con su película de ciencia ficción The Man from Earth, que partiendo de la nada obtuvo 3,6 millones de descargas, dio a conocer a su director, y le permitió años después abordar el rodaje de la segunda parte. Si bien también reconoce, a toro pasado, que ojalá cada espectador que la descargó le hubiera pagado un dólar por verla.
Y qué hay de los perjuicios del pirateo
Todo amante del cine debería prestar su apoyo a los creadores independientes, jóvenes profesionales que pone toda su pasión y su alma en las creaciones. Son los directores en potencia de las películas que se convertirán en parte imprescindible de nuestra vida. En su momento un joven Almodóvar y un incipiente Amenábar consiguieron gracias a inicios modestos proporcionarnos películas que son ya parte de la historia.
¿Puede conseguirse a través de las webs de torrents esa prometida audiencia millonaria, y un futuro éxito, o son solo lugares en los que piratear material, privando a los autores de su medio de vida? En muchas ocasiones ocurren ambas cosas, y eso solo evidencia lo difícil que es para un cineasta independiente desenvolverse en el comienzo de su carrera. No digamos ya hacer de esos primeros pasos una profesión de la que vivir.
Seguramente por esa razón todos los directores que ya han alcanzado cierta popularidad prefieren que su público disfrute de sus creaciones en los circuitos comerciales, y que por tanto pague por ellas. Pero cuando todo eso está por conseguir, el torrent sigue siendo la gran puerta abierta para que los directores indies alcancen los grandes proyectos con los que sueñan.
Está más que demostrado que internet es beneficioso para los artistas desconocidos y/o que están empezando. Se está viendo ahora con la música urbana o antes con el dubstep. La monetización no es en realidad el problema. En la farándula desde siempre ha sido muy difícil ganarse la vida, la diferencia es que ahora no necesariamente necesitas pasar por el embudo de la multinacional de turno que solo piensa en precocinados y refritos.
Es decir, internet te da libertad creativa, plataforma para darte a conocer e incluso capacidad de monetización(capacidad que seguramente vaya en aumento cuando esta revolución sea adulta).
Quién está en contra de esto, es el mismo que está en contra de Netflix y las nuevas plataforma de hacer televisión y cine, el que tiene montado el chiringuito. Bendito Netflix y bendito el reguero de dinero que hay para nuevas producciones. Que son la mayoría una m****a, pero cuando sale algo bueno y original hace que merezca la pena.