¿Cuál es la mejor canción sobre el futuro?

Ya hemos llegado. Daba igual cuántos años pasasen que siempre seguía estando por delante, inalcanzable desde el eterno presente en el que estamos atrapados. Pero ahora que ha empezado 2019 podemos proclamar oficialmente que ya estamos viviendo en el futuro. No encontramos replicantes a nuestro alrededor, todo lo más algunas personas parecen estar repetidas; las videollamadas, la manipulación genética y la mezcolanza multicultural sí son una realidad; mientras que en lo referente a las colonias del mundo exterior andamos bastante rezagados, aunque al menos tenemos a la sonda InSight enviándonos imágenes del secarral marciano.

Frente al futuro en el que todo era nuevo, ordenado y reluciente que veíamos en películas como 2001, Blade Runner auguraba para este año recién comenzado un entorno más abigarrado en el que lo nuevo se iba superponiendo sobre lo viejo en sucesivas capas, de forma que todo era extraño y familiar a la vez, una reinterpretación de lo ya conocido antes que un hallazgo de algo nunca visto. Así ha acabado siendo nuestro mundo y basta echar un vistazo a los estrenos que nos esperan en los próximos meses, donde encontramos Toy Story 4, Terminator 6, Star Wars 9 y «remakes» o «reboots» de El rey león, Godzilla, Dumbo, Men in Black, Hellboy y La familia Adams, entre otros muchos. El futuro era un refrito. Claro que a la vista de lo que pasa cada día hay quienes dicen que en realidad es esta la predicción más certera de todas. Sea como fuere, el porvenir nos importa porque es donde pasaremos el resto de nuestra vida, así que le cantamos a la menor ocasión deseando que nos traiga aquello que ahora nos falta. Lo imaginamos de mil formas, recordemos pues algunas de ellas en forma de canción. Voten su favorita o añadan más ejemplos si lo desean en los comentarios.

(La caja de voto se encuentra al final del artículo)

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«22nd Century», de Nina Simone

Sensibilizada por los conflictos raciales que desgarraban a la sociedad estadounidense y sin demasiada esperanza en que la situación llegase a mejorar, Nina Simone terminó emigrando del país a comienzos de los setenta. Fue en ese momento de ánimo sombrío cuando compuso esta profecía sobre el siglo que el título indica, un porvenir en el que imperará el nihilismo («People said there was no god / And there was no reason / And there was no cause»), la androginia ( «Man is woman  woman is man») y el transhumanismo («Even your brain is not your brain / Your heart is a plastic thing which can be bought»). Para entonces, augura, ya no nacerán niños y finalmente el hombre que convertirá en su propio dios y en la encarnación misma del mal.

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«2112», de Rush

Una de las novelas de Ayn Rand, Himno, describía un futuro régimen totalitario en el que las personas se llamaban por números y «yo» era una palabra prohibida. El batería y letrista de esta banda canadiense, gran aficionado a la ciencia ficción, la tomó como referencia para esta «suite» de veinte minutos que es toda una narración de la que se ha especulado a menudo con la posibilidad de llevarla al cine. Como la anterior también imagina el mundo del siglo XXII, esta vez como un lugar gobernado por ordenadores tras una guerra interplanetaria, en el que el protagonista descubre una guitarra perteneciente a «la antigua raza del hombre» con la que toca melodías bellas y subversivas hasta que le llaman al orden.

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«In the Year 2525», de Zager y Evans

Hace justo cincuenta años muchos sintieron también que ya estaban viviendo directamente en el futuro. La academia del cine premiaba a 2001 y El planeta de los simios, David Bowie publicaba el que sería su mítico «Space Oddity» y el ser humano llegaba por primera vez a la Luna. No es casualidad que en ese ambiente de efervescencia por los logros técnicos estos dos cantantes de Nebraska lograsen su único gran éxito con un tema que expresaba su vértigo ante unos avances que tal vez se nos estaban yendo de las manos. Aquí profetizaban cómo avanzarían las ciencias cada mil diez años, dejando obsoletas las formas tradicionales de relacionarnos y reproducirnos, hasta llegar al punto de prescindir de nuestros propios cuerpos. Cosa que provocará la ira divina y finalmente el reloj de la humanidad se pondrá de nuevo a cero, nos dicen, en el año 9595. Contó con un homenaje/parodia en  Futurama.

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«Computer Love», de Kraftwerk

Esa fusión entre la tecnología y las relaciones afectivas que apuntaba el tema anterior ha sido un tópico particularmente recurrente en la ciencia ficción de los últimos años, ahí tenemos a Samantha, Ava o Joi. Kraftwerk, que no podía faltar en este recorrido, se limitó a especular con la posibilidad de que los ordenadores se limitasen a facilitar las citas (entre personas) y ciertamente dieron en el clavo: es una canción sobre Tinder más de tres décadas antes de que fuera inventado.

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«Future Man, Future Lady», de Ziggy Marley y Laurie Berkner

¿Cómo serán esas citas entre los hombres y las mujeres del futuro? El cine, la música, las historias que escuchamos nos muestras eternas variaciones sobre unas mismas constantes, siempre los mismos encuentros y desencuentros, así que mientras el molde humano no cambie no cabe esperar grandes sorpresas. Aquí el hijo de Bob Marley se planteaba la cuestión.

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«Songs for a Future Generation», de B-52

A B-52 siempre le gustó el tema «The Jam», en el que cada miembro de la banda se presentaba ante la audiencia con su nombre y mote, así que aquí quisieron hacer lo mismo añadiéndole referencias a la ciencia ficción, desde Frankenstein, pasando por los viajes espaciales y más concretamente Star Trek.

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«Future World», de Boney M

En realidad no es exacto referirse a esta banda por tal nombre dado que aquí por vez primera no contaron con el alma del grupo, Bobby Farrell, que nunca cantó nada pero se movía mucho. En todo caso el resto de elementos sí son distintivos de Boney M., como la letra heterodoxa, que nos habla de un mundo a diez mil años luz de distancia. Respecto a su melodía ya sabemos donde se encontró posteriormente la inspiración para «Steal my Sunshine».

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«This Is the Future», de Owl City

Pues eso, que como dice el título ya hemos llegado. Así lo cantó Adam Young en su primer álbum, una vez que ya había comenzado a hacerse conocido gracias a la viralidad de sus obras en internet.

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«Robots (the Humans Are Dead)», de Flight of the Conchords

Este año no solo llegamos al mundo de Blade Runner, también al Neo-Tokio posnuclear de Akira, al de La Isla de la que escapaban los dos protagonistas que no querían ser ganado humano y al de El fugitivo donde Schwarzenegger tenía que salir vivo de un concurso televisivo. El mundo no ha resultado ser así aunque en bastantes aspectos es aún más extraño. Tampoco vemos que la humanidad haya sido destruida y los robots tomasen el control como pronosticaba este dúo neozelandés para el año 2000 en una canción, por cierto, publicada en 2008…

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«This Used to Be the Future», de Pet Shop Boys

Steampunk, dieselpunk, atompunk… el futuro ya no es lo que era. Cada época lo imagina con la tecnología y manías de su momento pero magnificadas e inevitablemente se equivoca. El resultado, a pesar de todo, suele ser fascinante. El retrofuturismo tiene un fondo de melancolía por sus promesas que ya sabemos incumplidas y de todo ello trata esta canción.

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«Que Sera Sera», de Doris Day

El futuro individual no suele resultar menos imprevisible que el del mundo en conjunto, aunque en esta caso tengamos más poder de decisión sobre el destino, rara vez resulta ser como lo habíamos imaginado. Solo queda entonces encogerse de hombros y decirse que lo que tenga que ser, será. Esta canción perteneciente a El hombre que sabía demasiado tuvo su origen en otra película un par de años anterior, La condesa descalza, en ella el compositor vio grabado en piedra en una escena el lema  «Che sarà sarà» y lo tradujo —erróneamente— al español para que lo cantase Doris Day.

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«The Ballad of Roy Batty», de Grumbling Fur

Concluimos aludiendo a la película de la que hablábamos al inicio, concretamente a su escena más recordada y mil veces citada. A ese monólogo un grupo ignoto le puso música y la verdad es que quedó realmente bien. No parece que viva infiltrado entre nosotros en este recién estrenado 2019 ningún Roy Batty buscando desesperadamente ampliar su tiempo, aunque en un sentido amplio todos podemos decir cada uno a nuestra manera «yo he visto cosas que vosotros no creeríais» y lamentarnos de todos esos recuerdos que inevitablemente se perderán.

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