Música

Leyendas y algunas verdades de un grupo llamado «The Beatles»

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The Beatles, 1963. Foto: Cordon.

Si durante muchos años se puso de moda hablar de «el quinto Beatle» para referirse a cualquiera que hubiera trabajado de cerca con los de Liverpool —George Martin, Brian Epstein, Pete Best…—, lo cierto es que nadie se ha ganado ese honor a posteriori más que el periodista Philip Norman. Norman, que empezó su carrera cubriendo precisamente las giras de John, Paul, George y Ringo, ha dedicado buena parte de su vida a investigar y narrar cada detalle del grupo de pop más famoso de la historia. Suyo es el libro ¡Gritad!, considerado el mejor relato de la banda, y suya es la biografía de Paul McCartney publicada este mismo año en España por la editorial Malpaso.

En medio, queda una polémica biografía sobre John Lennon, editada por Anagrama en 2009 y que consta de más de ochocientas páginas, lo que ayuda a hacerse una idea de su minuciosidad. No vamos a decir que esta trilogía aporte datos absolutamente desconocidos y de vital trascendencia porque, después de sesenta años, queda poco de los Beatles que no sea de dominio público, pero sí sirve para separar el grano de la paja, la leyenda de la realidad. En torno a los Beatles, como en torno a cualquier figura de la cultura popular de éxito voraz y destrucción vertiginosa, hay demasiadas historias a menudo fantásticas. Aprovechemos la autoridad de Norman para repasar algunas de ellas.

Los Beatles eran un grupo blandengue, prefabricado por la industria para complacer a quinceañeras

En 1978, ocho años después de la separación oficial de los Beatles, Neil Innes y Eric Idle decidieron filmar el falso documental The Rutles: All You Need Is Cash. Envalentonados por los éxitos de esta banda ficticia en el programa Saturday Night Live y con el apoyo del mismísimo George Harrison, Innes y Idle —miembro consolidado de los Monty Python— narraban desde sus orígenes la historia de un grupo idéntico al de Liverpool y cuyo apodo era «The Prefab Four», en referencia al «The Fab Four» que recibieron los Beatles originales.

Esta idea de que los Beatles fueron algo así como las Spice Girls, un producto de la industria británica sin mayores pretensiones, cuatro chicos que solo tocaban baladitas y canciones de baile para deleite de las adolescentes chillonas, ha estado siempre presente en el imaginario colectivo de los críticos con la banda. Sin embargo, los Beatles no tenían nada de blando ni de prefabricado. Los cuatro venían de barrios humildes de Liverpool, una ciudad portuaria del norte de Inglaterra donde la ley de la calle imperaba a sus anchas en aquellos años de posguerra. El mero hecho de que se pasaran casi un año tocando en clubes nocturnos de Hamburgo, una de las ciudades más peligrosas de Europa en aquellos tiempos, da una idea de que no había nada de «chicos fáciles» en ellos por mucha cara de niño bueno que tuviera Paul McCartney.

Por el contrario, los Rolling Stones eran unos tipos duros y de ahí surgió su enemistad

De entrada, nunca hubo enemistad entre los Rolling Stones —ligerísimamente más jóvenes— y los Beatles. Los primeros admiraban a los segundos y los segundos, en concreto Lennon y McCartney, les regalaron su primer éxito a los primeros, «I Wanna Be Your Man». Aunque durante cinco décadas los Stones hayan vendido su rollo de malotes y rockeros «auténticos», apoyados quizá en el malditismo de Brian Jones y posteriormente de Keith Richards, lo cierto es que compartían las mismas influencias de la música blues y rock americana de los cincuenta y no dejaban de ser cinco chicos de clase media de Londres, nada que ver con la dureza de Liverpool. Richards y Jagger siempre vieron en McCartney y Lennon a dos mentores más que a dos rivales y a la hora de vivir la vida al límite nadie tenía nada que envidiar a los demás.

Fueron con su maqueta a Decca pero no les cogieron, de ahí que ficharan por EMI

El rechazo de Decca está considerado el mayor error empresarial del siglo. Efectivamente, una vez Brian Epstein decidió hacerse cargo de los Beatles, lo primero que hizo fue mandarlos a los estudios de Decca… pero ni Epstein ni Decca sabían en realidad lo que querían y, en vez de dejar a los chicos tocar lo que les diera la gana, les obligaron a hacer una mezcla imposible que probablemente habría rechazado cualquier otro productor, «Bésame mucho» incluido. ¿Por qué le gustaron a George Martin y se los llevó a EMI? Porque eran divertidos y le recordaban a los Goons, el grupo cómico de Peter Sellers, cuyos discos también producía. Si los primeros LP los grabaron en un día no fue por casualidad: es todo lo que EMI consideraba que merecía la pena invertir en ellos.

John Lennon y Paul McCartney escribían las canciones juntos

No ha habido ni habrá, al menos en el terreno de la música pop, una sociedad creativa más exitosa que la de Lennon y McCartney. Lo curioso es que todo en torno a su relación resulta de lo más improbable: de entrada, sus personalidades, tan distintas, con la devoción por el rock sureño de Elvis, Chuck Berry y Little Richard como único punto en común. McCartney nació dos años después que Lennon y sus universos eran bien distintos: cuando se conocieron, Lennon ya tenía su propia banda, The Quarrymen, e iba a la Escuela de Artes, mientras que Paul era poco más que un alumno de secundaria en el instituto del barrio. Aun así, encajaron. Se pasaban los días en casa de Julia, la madre de John, o en la del padre viudo de Paul y repasaban acordes hasta conseguir algo que sonara bien. No escribían nada: la regla era que, si al día siguiente aún se acordaban de lo que habían estado tocando, es que aquello merecía la pena. Con los años, obviamente, la sociedad como tal se rompió. Lennon componía por su parte y Paul por la suya, pero en los primeros años firmar como «Lennon/McCartney» tenía todo el sentido del mundo. Uno siempre complementaba al otro.

Eran auténticos working class heroes de Liverpool, sobre todo Lennon, que se autodefinió así

Ya he comentado antes que venían de familias de clase media tirando a baja. Sobre todo, George Harrison, que era además el más joven. El único que podía presumir de algo parecido a una educación superior y a una familia con posibles era precisamente John Lennon. La familia de su madre, en especial su tía Mimi, la que le cuidó durante toda su infancia y adolescencia, vivía obsesionada por las apariencias y tenía suficiente dinero como para permitirse algunos caprichos. Cuando les llegó el éxito, John fue el primero en comprarse un Rolls Royce e irse a vivir a una casa en una zona residencial apartada del mundo… muy working class no parece, la verdad.

El éxito en Estados Unidos fue una consecuencia lógica del éxito en Gran Bretaña

No. Fue una sorpresa absoluta. Ni Capitol Records confiaba en ellos ni ellos creían que tuvieran la más mínima oportunidad en Estados Unidos. Ahora nos resulta difícil de entender, pero en 1964, en lo musical, Estados Unidos y Gran Bretaña eran mundos completamente distintos. Ningún grupo británico había triunfado en América y, de hecho, los Beatles, después de un año y medio agotador de promociones, giras y discos, empezaban a perder fuelle en Inglaterra, al menos en términos de histeria colectiva. No fue el empuje de la «Beatlemanía» lo que les hizo triunfar en Estados Unidos de la mano de Ed Sullivan, sino al contrario: fue el apoyo de Ed Sullivan y la ya legendaria actuación en su programa lo que lanzó mundialmente la carrera del grupo en un momento de dudas.

Bob Dylan les introdujo en el mundo de la marihuana

Es difícil de creer. Norman da la versión por buena, pero a mí me cuesta. Estos tíos compartieron vivencias en Hamburgo con gente de lo más variopinta, probaron todo tipo de pastillas, se emborracharon como animales… y el que les descubrió que había una cosa llamada «marihuana» tuvo que ser precisamente el compositor más famoso de todos los tiempos. Resulta que a nadie se le había ocurrido antes lo de ofrecerles un porro. Demasiado bonito como para ser verdad.

Cuando les dieron las medallas de Miembros de la Orden del Imperio Británico aprovecharon un despiste para fumarse un porro en el cuarto de baño de Buckingham

Parece haber cierto consenso en que eso se lo inventó Lennon para fardar de transgresor. Si algo queda claro de la lectura de la biografía de Norman, es que Lennon era muy de inventarse cosas y tenía una relación con la realidad algo problemática. Al parecer, se metieron en el baño para fumar un cigarrillo, sin más. Tampoco está mal, porque al fin y al cabo fumar, fuera lo que fuera, estaba terminantemente prohibido en Buckingham Palace.

«Norwegian Wood» es un sinónimo de «erección»

No sé dónde leí esto en su momento pero me encantó. Puede que en algunos idiolectos el término norwegian wood de hecho se haya convertido en sinónimo de «erección», pero no era la intención de Lennon. La canción habla de los meses de relación con su vecina y amiga Sonny Freeman, a la sazón esposa del fotógrafo de cabecera de los Beatles, Robert. Todo ello, por cierto, mientras su esposa Cynthia y su hijo Julian esperaban en el piso de arriba. De hecho, John empezó a componer la canción en el Hotel Palace de St. Moritz delante de su mujer, como si nada, mientras los que conocían la historia palidecían.

Paul McCartney murió en 1966 en un accidente de tráfico

Rumores sobre muertes accidentales y sobredosis de estrellas de la música o el cine los ha habido siempre, lo curioso es que este tardara tanto en aparecer. En 1966 nadie dijo nada sobre una supuesta muerte de Paul. Fue en 1969, cuando los Beatles publicaron Abbey Road, su último disco de estudio, que se empezó a hablar de un accidente de tráfico y de un tal Billy Shears —como el acompañante de la Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Clubs Band— que le habría sustituido en el grupo. Las pruebas no eran demasiado contundentes: que si lleva el paso cambiado en la portada del disco e iba descalzo, que si ponías no sé qué canción al revés y aparecía no sé qué mensaje… El rumor, además, no nació en Inglaterra sino en Estados Unidos, donde Charles Manson acababa de «inspirarse» en el Álbum Blanco para organizar sus matanzas. No era precisamente el país más cabal del mundo, y si alguien tiene dudas, que lea a Joan Didion.

«Lucy in the Sky with Diamonds» es, en realidad, un homenaje al LSD

Todo el mundo sabe que lo es, incluso Philip Norman, pero la versión oficial de «es una canción sobre un dibujo de Julian Lennon» ha permanecido inalterada por parte de los miembros del grupo. Es realmente inverosímil: Lennon llevaba tiempo experimentando con el LSD, toda la imaginería remite a los viajes mágicos que provocaba esa droga —lo que, por cierto, se mezclaba con otra de las obsesiones de Lennon: los libros de Alicia escritos por Lewis Carroll— y John pasaba de su hijo Julian lo suficiente como para que fuera muy improbable que anduviera prestando atención a sus dibujos de clase. No sería de extrañar que no supiera ni a qué clase iba.

Sgt. Pepper’s es el primer «álbum conceptual» de la historia

Fue el primer intento y Paul McCartney mantuvo el empeño de principio a fin… pero George y John se bajaron enseguida del asunto y empezaron a componer por su cuenta, lejos de la idea general, lo que, probablemente, fuera un acierto. A Lennon siempre le irritó especialmente este disco; de hecho, siempre hizo de menos la época final de los Beatles porque consideraba que Paul se había hecho con el mando de la banda y le había relegado a un segundo plano. Aunque su «Mr. Kite» sí tenga alguna reminiscencia del concepto original, el resto de sus composiciones no tienen nada que ver. Tampoco las de Paul, por cierto, salvo quizá «When I´m 64», que compuso cuando tenía quince años.

John Lennon fue el primer feminista del mundo del rock

Que Lennon no sale muy bien parado de la biografía de Norman lo habrán descubierto ya a estas alturas. Tanto que Yoko Ono le echó en cara, pese a su amistad, que hubiera sido «mezquino» con John. Ahora bien, en el tema de las mujeres, al menos en los años sesenta y los primeros setenta, el caso es sangrante. John no era ningún feminista, como se autoproclamó durante su retiro de 1975 en adelante, sino que era profundamente machista, celoso y agresivo con sus parejas. Un auténtico maltratador. A su primera mujer, Cynthia, la obligaba a peinarse y vestirse como Brigitte Bardot para cumplir sus fantasías sexuales y la tenía oculta del resto del mundo la mayor parte del tiempo mientras mantenía todo tipo de relaciones paralelas. Con Yoko intentó llevar una relación de dominio parecida, pero la japonesa-estadounidense le paró los pies en cuanto pudo (aunque también le llevó un tiempo).

El talento de George Harrison era igual o mayor que el de John y Paul

Cuando Harrison sacó «All Things Must Pass» consiguió el primer exitazo de un exmiembro de los Beatles, en competencia, curiosamente, con el primer disco de Ringo Starr, cuya carrera en solitario durante los setenta fue brillantísima. George llevaba años quejándose y con pose de ausente. Desde que se fue a la India en 1965 a tocar con Ravi Shankar, todo eso de los Beatles le resultaba muy lejano. Su indolencia se nota en cada aparición pública de 1966 en adelante, así como su resquemor hacia John y sobre todo hacia su examigo del instituto, Paul, por mantenerle en un segundo plano creativo. Incluso cuando propuso «Within You, Without You» para el Sgt. Pepper’s, George Martin le vino a reprochar en tono paternalista que eso no pintaba nada en un disco «serio».

El caso es que el talento de Harrison estuvo tan a la sombra, al menos hasta Abbey Road, que, cuando estalló, estalló en forma de disco triple y bombazo mundial con «My Sweet Lord» —por la que años después sería condenado por plagio del «He´s so Fine», de las Chiffons —, lo que mosqueó sobremanera a Paul y especialmente a John. Lo cierto es que el talento de George se estancó ahí. Montó el famoso concierto benéfico de ayuda a Bangladesh, tuvo sus propios problemas con las drogas, vivió entre la India, Inglaterra y Estados Unidos, su mujer lo abandonó por Eric Clapton sin que pareciera importarle demasiado y así pasaron los años sin que se supiera mucho de él. Su revival en los años ochenta con «I´ve got My Mind Set on You» no envidiaba en nada a las canciones más pop de su despreciado Paul.

Donde estaba Ringo, en realidad podía haber estado cualquier otro

Incluso Lorne Michaels, en la oferta para que los Beatles se reunieran en Saturday Night Live de la que hablaremos más tarde, abundaba en esta idea: «Os ofrezco tres mil dólares, repartíoslos como queráis, si le queréis dar menos a Ringo no es asunto mío». Lo cierto es que Ringo Starr era algo así como el Busquets de los Beatles. El que conseguía que todo fluyera, tanto en las grabaciones como fuera de ellas. El amigo de todos. Nadie tuvo un problema con Ringo —solo George en medio de una de sus crisis, pero se le pasó— y todos colaboraron en sus discos. Puede que hubiera gente con más conocimientos musicales o más habilidad para la batería, igual que hay mediocentros más físicos o que marcan más goles, pero era el hombre adecuado en el momento correcto. Sin el pegamento de Ringo, los Beatles se habrían estado matando al tercer disco.

Brian Epstein murió solo en su casa, después de una sobredosis de alcohol y drogas

Exacto. Epstein era un hombre atormentado y solitario. Tenía que ocultar su homosexualidad en tiempos en los que estaba considerada un delito en Inglaterra y pese a tenerlo todo en apariencia, juntaba una depresión con la siguiente. De ahí, quizá, su excelente relación con John Lennon, aunque este no desaprovechara ocasión para insultarle en público, menospreciarle y recordarle que era judío y «maricón». Cuando murió —o se suicidó, ¿dónde se dibuja la línea en estos casos de autodestrucción?— John se sintió tremendamente culpable por haberle fallado. Probablemente fuera el único en la banda que realmente le entendía, pero él ya tenía suficiente con lo suyo.

La culpa de todo la tuvo Yoko Ono

En absoluto. Yoko Ono ni sabía quiénes eran los Beatles ni tenía el más mínimo interés en su música. Yoko Ono fue la excusa de John Lennon para desestabilizar por completo al grupo cuando se dio cuenta de que ya no pintaban nada juntos. Pudo dar la cara y anunciarlo en primera persona pero prefirió que se la partieran a Yoko. No era Ono la que exigía su asiento al lado de John en las grabaciones, sino John el que se negaba a tocar sin Yoko a su lado. Paul y Ringo hicieron lo posible por mediar —aunque Paul acabara viviendo una situación parecida con Linda Eastman—, pero a George terminó de sacarle de quicio y acabó insultando a Yoko y pegándose con John antes de anunciar que abandonaba el grupo en 1968, durante el rodaje-grabación de lo que sería Let It Be. A los pocos días volvió, porque George nunca llevó muy bien lo de la asertividad.

Paul McCartney fue el que decidió separarse de los demás, en 1970

Una de las cosas que ninguno de sus compañeros perdonaba a Paul era su necesidad de estar permanentemente en el ojo público. En 1967, por ejemplo, admitió en una entrevista que tomaba LSD y que no le parecía algo malo en absoluto. Hasta ahí, bien, pero, claro, sus declaraciones derivaron en un escándalo tremendo para los cuatro cuando Paul había sido, precisamente, el último en probar la sustancia, más de un año después del «debut» de George y John y tras mucha insistencia por parte de sus compañeros.

En esto de la separación pasó algo parecido: cuando terminó la grabación de Abbey Road, en 1969, John Lennon dejó claro que los Beatles se habían acabado para él y empezó a grabar cosas para la Plastic Ono Band incluyendo el empalagoso «Give Peace a Chance». George no tardó demasiado en seguir sus pasos, pero ambos acordaron con la discográfica no decir nada para evitar que las ventas del disco se resintieran. Al final, el que lo hizo público fue el que más había luchado por que siguieran juntos, dando la impresión de que el primer paso había sido suyo. Paul McCartney en estado puro.

La relación entre Paul y John no volvió a ser la misma nunca más

La relación entre Paul y John ya no iba bien antes de la aparición de Linda Eastman y Yoko Ono, lo que pasa es que, pese a las apariencias, no eran los tipos más valientes del mundo a la hora de decirse las cosas a la cara y, al fin y al cabo, habían sido muy importantes el uno para el otro. Es innegable que Paul quería mandar más de la cuenta y aún más innegable que John estaba en esa situación en la que todo lo veía como una ofensa contra él. Cuando se separaron, siguieron publicando algunas de sus canciones como Lennon/McCartney pero eso no duró mucho tiempo. De hecho, la cosa se complicó sobre todo a raíz de los problemas de gestión de Apple, con múltiples demandas en todos los sentidos y una clara división entre Paul y el resto de sus excompañeros.

Lennon, como siempre, fue mucho más agresivo que Paul en este conflicto. Mientras McCartney dejaba alguna pullita de vez en cuando, Lennon le devolvía bofetadas públicas como en «How Do You Sleep?» de su álbum Imagine, en la que venía a decir que toda su música era una basura menos «Yesterday». El nivel de celos de Lennon hacia McCartney era tan enfermizo que incluso montó en cólera cuando a Paul le encarcelaron en Japón por posesión de marihuana. ¡Por qué a Paul y no a él, al que nunca habían detenido pese a la continua persecución policial! Con el paso del tiempo, hubo intentos de reconciliación y McCartney siempre habla de «su amigo John» con cierta inocencia. Se vieron alguna vez, cenaron juntos con sus parejas… pero no era lo mismo que con George, ni mucho menos que con Ringo, el único verdadero amigo Beatle de Lennon durante los setenta.

Nunca se plantearon volver a tocar juntos después de su separación.

Quizá porque eran conscientes de su potencial comercial y quizá porque, pese a sus groseras desavenencias personales, musicalmente eran capaces incluso de hacer Abbey Road sin apenas hablarse, los cuatro siempre fueron algo ambiguos acerca de un posible regreso puntual, al menos hasta la muerte de Lennon. Por ejemplo, en el concierto por Bangladesh que organizó Harrison en 1971 la idea era que George, John y Ringo compartieran escenario, pero John tenía tanto miedo a que apareciera Paul por sorpresa que lo canceló todo. Aparte, seguía empeñado en que Yoko tenía que acompañarle y esa no era la idea de los organizadores.

Años más tarde, en 1976, el director de Saturday Night Live, Lorne Michaels, ofreció de broma tres mil dólares a los Beatles si se juntaban para tocar por última vez en el programa. McCartney y Lennon lo estaban viendo juntos en el Dakota y ambos reconocen que estuvieron a punto de llamarse el uno al otro y presentarse en los estudios de la NBC en Nueva York… pero ninguno se atrevió a dar el paso. Sid Bernstein, el promotor del famoso concierto en el Shea Stadium, llegó a publicar un anuncio a toda página en el New York Times ofreciéndoles el dinero que quisieran por un nuevo concierto. De hecho, en 1979, un año antes de la muerte de Lennon, estuvo a punto de convencerlos para dar tres conciertos en Nueva York, El Cairo y Jerusalén con fines benéficos. Lennon se echó atrás en el último momento por sentirse «excesivamente presionado».

John y Yoko siguieron juntos hasta la muerte de Lennon en 1980

John conoció a Yoko en 1966 y se enamoró al instante. A Yoko le costó algo más. En cualquier caso, hasta 1968 su relación se solapó con el matrimonio del cantante con Cynthia y el de la artista conceptual con Anthony Cox, quien acabaría huyendo con la hija de los dos, Kyoko. A partir de ahí, todo lo que sabemos de ellos son historias de amor y fraternidad y entendimiento… solo que no siempre fue tan fácil. De entrada, en septiembre de 1973, Yoko poco menos que echó a Lennon del Edificio Dakota en busca de algo de libertad y espacio… harta, además, de las demandas continuas de sexo por parte de John.

Como sustituta, tanto John como Yoko eligieron a May Pang para que hiciera las funciones de secretaria y consorte. Aquello fue un desastre: Lennon se fue a Hollywood, vivió casi un año allí con Pang y con quien quisiera pasarse por su casa, se emborrachó, se drogó como si no hubiera un mañana, intentó grabar un disco con Phil Spector que no llevó a nada, frecuentó las poco recomendables compañías de Nilsson y Keith Moon, el  batería de los Who, y tuvo que suplicar varias veces a Yoko que le dejara volver, hasta que ella accedió y acabaron concibiendo a Sean en 1975. Con todo, la relación no volvió a ser igual a partir de este distanciamiento, e incluso en Double Fantasy, el disco póstumo de Lennon, se puede encontrar la canción «(Afraid) I´m Losing You», en la que Lennon volvía a mostrar su inseguridad en torno a la relación.

El asesinato de Lennon ya lo había vaticinado un adivino

Los últimos años de Lennon fueron un  pequeño esperpento: apenas salía, no componía, no grababa y se pasaba el día jugando con su hijo Sean, enseñándole a tocar la guitarra mientras cocinaba productos macrobióticos. A su alrededor se formó una troupe de lo más improbable, reclutada en buena parte por Yoko: numerólogos, astrólogos, videntes… muchos de ellos directamente en nómina y con su piso pagado cerca del Dakota para aconsejarles en detalles tan absurdos como qué dirección había que tomar para viajar a tal o cual sitio.

Pese a todo, ninguno de los muchos adivinos que frecuentaban la casa supo avisar de una amenaza específica contra John Lennon. Una vidente le habló a Yoko de un sueño en el que «su hermana lloraba junto a su hijo pequeño porque había perdido a su marido»… pero la hermana de Yoko no tenía ningún hijo pequeño, así que a posteriori se dio cuenta de que el sueño trataba sobre ella.

Los Beatles eran el grupo favorito de Kurt Cobain

Decir «el grupo favorito» es mucho decir, pero sí hay mucho de los Beatles en Nirvana, de entrada esa capacidad para adaptarse a lo comercial sin dejar de hacer buenas canciones. Lo curioso es que, en las múltiples listas de discos favoritos que Kurt dejó en sus diarios, no aparece Sgt. Pepper’s ni hay referencias a «Helter Skelter», a «I Am the Walrus» o a otras canciones que pudieran asociarse más fácilmente a los ritmos noventeros del grunge y el punk-rock. A Cobain le gustaba With the Beatles, un disco que se publicó exclusivamente en Estados Unidos a raíz del éxito del programa de Ed Sullivan en 1964 y que reunía sus mayores éxitos hasta la fecha, es decir, los que muchos puristas desprecian por ser demasiado facilones.

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25 Comentarios

  1. Pete Worst

    Paul McCartney nació dos años DESPUÉS de John Lennon

  2. Emilio García García

    Estoy leyendo la biografía de Paul McCartney que ha publicado Philip Norman, así que no puedo hacer un juicio de valor hasta que lo termine.
    Pero lo que está claro, si conoces algo de la historia de los Beatles, es que el auténtico y único quinto Beatle fue George Martin. Sin discusión.

  3. Paco de Torres

    Lennon se fue a Hollywood, vivió casi un año allí con Pang y con quien quisiera pasarse por su casa, se emborrachó, se drogó como si no hubiera un mañana, intentó grabar un disco con Phil Spector que no llevó a nada, frecuentó las poco recomendables compañías de Nilsson y Keith Moon, el batería de los Who…

    También me parece que le dio tiempo a grabar Walls and Bridges y tener su único número en solitario en América.
    Paul es un chuleta recreido, es la única manera de sobrevivir en Liverpool cuando tienes cara de niña…
    John se montaba relaciones de dependencia con mujeres que le despreciaban, ya sea con el trato diario o muriéndose sin más.
    George era profundamente depresivo e inestable, tenía celos de todo lo que tú tenias y cuando lo conseguía le aburría enseguida.
    Ringo, Ringo a los veinte años ya había estado a punto de morir dos veces y no de golpe, si no con el paquete completo hospitalización y sufrimiento. Vuestra opinión le importa una mierda.

  4. Mariam Sanz Rubi

    Por que solo se habla de los Beatles, hubieron grupos muy buenos también, pero sobre todo de uno que compartió el mismo tiempo con ellos y los demás y que después siguieron haciendo música durante muchos años más, que han estado en activo por casi 50 años y que para mi y para muchos miles aún siguen siendo la mejor banda de la historia y son los BEEGEES, creo que se merecen ser más recordados y homenajeados, al menos por los entendido, que supongo que ellos sí saben que existieron, no entiendo por qué tanto olvido, lo digo con pena y sin entrar en valorar a los demás, gracias por tan buen artículo.

    • El hecho de que se hable tanto de the Beatles no quiere decir que se menosprecie a ningún otro grupo, es solo por que fue algo muy especial en el momento adecuado y en el lugar propicio. Por que se manifestó un ímpetu. Una energía y fuerza majica inposible de explicar. Pero ya está. Ya pasó, como todas las cosas de este mundo.

  5. Buen artículo.

    Como apunte, el disco que salió únicamente en EEUU en el 64 es «Meet the Beatles».

  6. Alicia 56

    He leído dos libros de Norman (Shout y Paul McCartney) además de otra media docena de otros autores sobre The Beatles. De mis lecturas la impresión que tengo es que tanto John como Paul estuvieron anímicamente colgados de la figura materna (sus madres murieron siendo ellos adolescentes) y ello tuvo consecuencias en la edad adulta. Los dos tuvieron parejas de carácter fuerte y protector. El padre de John desapareció siendo un niño pequeño y el de Paul se hizo cargo eficientemente de sus hijos. Paul era el cuidador del grupo y John el que lo abandonó). No es más que una teoría. Pero no importa, fueron músicos colosales que ya han pasado a la historia de la cultura del sigo XX.

  7. Mis disculpas a todos por cambiar de tema un segundo pero…Guillermo, estamos esperando tu artículo del Open USA 2018!!! Este (interesantísimo por otra parte) artículo sobre The Beatles implica que el del Open va a tardar?? Eres el mejor redactor de artículos de tenis de este país, no nos abandones!

  8. Igual el de 5º Beatle no, pero premio al 5º (y 1/2) deberían dárselo a Geoff Emerick.

  9. Como decía un colega mio, John era el Genio y McCarthney tenía el Talento. Una boutade, pero que tiene su punto, porque John era un perezoso, un caprichoso, pero capaz de lo inesperado, que es lo que caracteriza al genio, y McCarthney es el alumno aplicado que llega rápidamente a maestro, y que mejora y supera lo que hay en la tradición. La combinación de ambos es absolutamente imbatible. Ponerse Rubber Soul y Revolver uno tras otro, que no suman más minutaje que una buena mayoría de los álbumes actuales, es gloria bendita concentrada, es como el minuto uno del Big Bang.

  10. «I´ve got My Mind Set on You» no es de George Harrison! Un poco sobado todo pero buen artículo. Abrazo!

  11. Serge Herbiet

    El quinto Beatles ha sido Stuart Sutcliffe, primer bajista del grupo. No solamente fue uno de ellos sino que fue el primero en usar el corte de pelo «moptop», característico del grupo en los ’60. Junto con John Lennon sugirió el nombre de «Silver Beetles» del cual derivó el nombre de «Beatles».
    Stuart, enamorado de la fotógrafa alemana Astrid Kirchherr, dejó el grupo en 1962 y John Lennon lo reemplazó al bajo. Stuart Sutcliffe, murió de una hemorragia cerebral en 1962 y siempre ha estado en el afecto íntimo de los Beatles.

    https://es.wikipedia.org/wiki/Stuart_Sutcliffe
    https://www.stuartsutcliffeart.com/
    https://es.wikipedia.org/wiki/Astrid_Kirchherr

  12. Similitoff

    Antonio Banderas+Jon Voight: Jim Sturgess

  13. Ricardo Liberal

    Lennon dice en alguna tardía entrevista q Paul más que su amigo era su hermano. Tb es buena la historia de cómo este ayudo en la reconciliación con Yoko

  14. Steady rollin man

    El disco póstumo de George Harrison, «Brainwashed» es una auténtica maravilla. Es verdad que entre All things must pass y este último no hizo gran cosa pero tuvo una gran coda su carrera musical.

  15. Carlos A.

    Buen artículo, pero creo que falla algo en un par de cosas:

    Puede que Ringo Starr no sea el major batería del mundo mundial, pero hizo mucho más que serl el ‘pegamento’ de la banda. Ringo, como batería, es admirado por los mejores baterías del mundo, y es considerado excelente con su instrumento. ¿Pruebas? Escuchad ‘Rain’ (https://www.youtube.com/watch?v=cK5G8fPmWeA) o ‘Tomorrow Never Knows’ (https://www.youtube.com/watch?v=7UjvdZm-Tu8).

    Como tampoco es verdad que George Harrison hizo poco de mérito después del maravilloso ‘All Things Must Pass’. Muchos de sus discos en solitario han envejecido bastante bien, se escuchan a día de hoy mejos que muchos de John y Paul (aunque adoro a ambos). Por ejemplo: Living in the Material World, 33 & 1/3, Extra Texture, Cloud Nine, Brainwashed… Por no hablar de los excelentes Traveling Wilburys y del hecho de que hacia el final de la carrera de los Beatles muchos de los mejores temas de la banda eran de George: While My Guitar Gently Weeps, Something, Here Comes the Sun, etc.

  16. Carlos A.

    Otra cosa sobre el Sgt. Pepper’s: es cierto que desde el punto de vista de la historia, del concepto, Sgt. Pepper’s no es un album conceptual. Pero también es cierto que fue uno de los primeros álbumes en los que el album en sí se consideraba una obra de arte en sí misma: hasta entonces los álbumes eran colecciones de canciones que reunían 2 ó 3 singles de éxito y luego otros temas de relleno; sin ir más lejos, el primer album de los Beatles, Please Please Me, decía en su portada «with Love Me Do and 12 other songs». Es solamente a partir de Sgt. Pepper’s, y de otros pocos álbumes de esa época, cuando el album se empieza a ver como una obra de arte en sí, de principio a fin, una unidad que tiene sentido artístico, y mérito artístico, en sí misma, más que como una mera colección de canciones.

  17. Yo creo que hay mucho de leyenda en todo lo que se dice alrededor de los Beatles. Y bueno, larelación entre Paul Y John pues se ha escrito demasiado y no todo lo que se ha escrito es verdad ni proviene de fuentes fiables. Aún así, yo me pregunto ¿no es esto una forma de vender un mito?.

    Felicidades por el post.

  18. Pingback: 10 de julio: Día de The Beatles - Nariño Hoy

  19. Ruben Bautista Espinosa

    Hace unos 20 años leí un libro sobre Los Beatles. El libro me lo robaron, lo escribió el encargado de las finanzas de ellos. Siempre he creído que era buen marketing decir que Yoko o Linda eran culpables de la separación.
    En ese libro hablaba, y creo que es lo mas sensato que he leído sobre su ruptura, que había 3 motivos de su separación
    1.- Harrison estaba componiendo mejores canciones y el tenía solo una canción por cada lado (Lado A, Lado B) y les pidió a John & Paul que le dieran espacio para una canción mas de él por cada lado, a lo que ninguno de los dos accedió.
    2.- Lennon, con el LSD en su cuerpo y con su relación con Yoko, se aisló de los otros tres y hacía cosas muy personales sin importarles lo que ellos pensaran.
    3.- Y la principal: Querían ganar mas porcentaje de las ventas de su obra. Allan Klein dijo que el se los había conseguido (Regalías anticipadas de 10 años). Desgraciadamente era imposible. Si para una buena obra se tardaban 1 año, Lennon pensó que tendrían que componer canciones de relleno para obtener mas dinero y decidieron jalar cada quien por su lado. NOTA: También recuerdo una entrevista de Lennon a la BBC y ahí decía que ellos ganaban el 3% del total de su obra

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  23. With The Beatles no fue lanzado en los EE. UU. En este último país, las canciones del With The Beatles fueron repartidas entre los álbumes Meet The Beatles! (enero 20, 1964) y The Beatles’ Second Album (abril 10, 1964), más «I Want to Hold Your Hand”, «I Saw Her Standing There» y «This Boy» en el Meet The Beatles!, y más “Thank You Girl», «Long Tall Sally», “I Call Your Namel, «Please Mr. Postman», «I’ll Get You y «She Loves You» en The Beatles’ Second Album.

  24. Billy Preston también merece ser considerado como el “Quinto Beatle”, ya que es la única persona cuyo nombre figura en el crédito de interpretación de una canción de los Beatles. El sencillo “Get Back” está acreditado a “The Beatles with Billy Preston”, y esto fue por un pedido expreso del mismo grupo.

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