La actividad de los científicos está sometida a presiones y amenazas de manera constante. La última década ha traído una reducción de los fondos dedicados a la investigación y un aumento asfixiante de la burocracia en España. Pero, junto a esto, a nivel mundial ha aparecido de manera muy intensa un fenómeno que es un auténtico cáncer para la ciencia.
Según el diccionario de la Real Academia, «cáncer» tiene dos acepciones principales. La enfermedad que se caracteriza por la transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada. Y una segunda sobre la proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos. Me refiero a esta segunda acepción, la proliferación de hechos negativos que ponen en peligro una situación que era más o menos estable y pueden impedir el progreso. Un cáncer que está afectando cada vez más el desarrollo de la ciencia y de sus pilares fundamentales.
Durante más de un siglo el desarrollo de la ciencia moderna se ha basado en la publicación de los resultados de las investigaciones en revistas científicas. Para publicar un artículo, las revistas cuentan con un editor que recurre a árbitros que son otros científicos que evalúan la calidad del trabajo. Tras diversas revisiones y clarificaciones, si el editor acepta el trabajo, este se publica y queda para siempre (salvo retractaciones) accesible en la literatura científica.
La ciencia ha progresado enormemente usando los resultados de las publicaciones anteriores. Este sistema, llamado de revisión por pares, normalmente anónimos, ha garantizado una razonable calidad y seriedad de los resultados publicados. Newton, quizás el científico más famoso de todos los tiempos con permiso de Einstein, dijo que estaba subido a hombros de gigantes, queriendo indicar que la obra de un científico que ha alcanzado un nivel superior ha sido gracias a las aportaciones de los colegas que le precedieron.
Las diferentes revistas científicas han cuidado su reputación para atraer los trabajos de los mejores científicos y estos han preferido enviar sus investigaciones a las mejores revistas pues así se aseguraban una mejor carrera académica. En la segunda mitad del siglo XX creció el número de revistas y de trabajos publicados de manera casi exponencial. Pero en general todo el sistema pretendía mantener el mismo esquema de revisión y prestigio. Las instituciones reclutaban y promocionaban a sus investigadores según los artículos que habían publicado y a la calidad de las revistas. Por otro lado, sobre todo en aquellos temas con implicaciones comerciales o sociales, las empresas y los políticos han usado el prestigio de los artículos publicados en las revistas científicas. Y al ciudadano le quedaba la salvaguarda de que si un artículo había sido publicado debía tener una cierta calidad y estaba basado en la evidencia científica. Por supuesto, obviando los casos de fraude que siempre ocurrieron, aunque de manera excepcional.
Pero en los últimos años el sistema de publicaciones científicas ha experimentado un cambio tremendo. Por un lado, en una tendencia positiva se ha extendido el acceso abierto de las revistas. Esto permite que cualquiera pueda leer los artículos sin tener que pagar por ello. En el lado negativo, el cáncer se ha ido extendiendo con cientos de revistas y reuniones piratas. Han ido apareciendo revistas que publican cualquier resultado sin ningún control, sin verificar si es o no correcto, ni su calidad. Simplemente exigen que se pague un precio por ello. En muchos casos, estas revisas, a las que se ha llamado «depredadoras», pero que yo prefiero definir como «piratas», tienen nombres que recuerdan a revistas de prestigio. Garantizan que cualquiera, y con cualquier intención, pueda hacerse en poco tiempo con un número de publicaciones.
La magnitud de este cáncer es muy grande. Todos los científicos recibimos decenas de correos electrónicos diariamente para que publiquemos en alguna de estas revistas o para que estemos en la lista de sus editores o asesores. El negocio se completa con congresos supuestamente científicos a los que se invita a participar. Uno imagina que la mayoría de científicos ignorará estos mensajes, pero lo cierto es que no es así y muchos caen en estas redes. Hace algunas semanas recibí un correo en el que se daba una vuelta de tuerca al mecanismo de fraude. Me contactaban como editor de una revista seria. Y me ofrecían un procedimiento mediante el cual ellos me derivarían artículos de científicos en varios países y que al publicarse compartirían conmigo las ganancias tras el cobro a los autores. El esquema era simple y según insistían estos piratas eran un win-win!
Esto me indicó que debido a la presión a la que en algunos países están sometidos los científicos y las instituciones, el paso siguiente de las revistas depredadoras es asaltar las revistas tradicionales con artículos publicados mediante sobornos o trampas. Esto sería una especie de metástasis del sistema. Mientras que se pueden aislar las revistas depredadoras en lista, separar artículos fraudulentos en las revistas serias sería una tarea casi imposible.
El problema es de enorme importancia para la sociedad en su conjunto. Les pondré algunos ejemplos. Como en nuestras universidades los puestos y las promociones todavía se consiguen por el número de publicaciones, pueden imaginar que haya personas con pocos escrúpulos que compren sus publicaciones. Si estos científicos deshonestos ocupan los puestos por delante de los que han trabajado duramente, las instituciones pierden a los mejores y premian a los que han jugado sucio.
Y en esta época de charlatanes y pseudociencia es muy sencillo publicar cualquier cosa en estas revistas, por falsa o ridícula que sea. Y no duden que alguien lo usarán para engañar a la gente pretendiendo que se trata de investigaciones serias. Desgraciadamente la mayoría del público no distinguirá si se trataba de una buena revista o de una falsa.
Ante esta amenaza debemos actuar: la sociedad y los organismos financiadores de la ciencia. La forma de curar este cáncer será aplicar terapias invasivas eliminando estas revistas y estar vigilantes con las infiltraciones en otras. Para ello se debería impedir a los científicos pagados con fondos públicos que publiquen en esas revistas. Se debería penalizar los currículos que incluyan estos artículos y educar a los periodistas para no divulgar sus contenidos y a todos los ciudadanos a ser críticos. Las revistas piratas son el mejor caldo de cultivo para la pseudociencia y como tal un problema enorme para el futuro de todos.
Prof. Artal. Este es un problema serio que nadie parece que quiera atacar, como muchos otros. Mi primera pregunta es saber de donde sale el dinero para pagar eso. Apuesto a que se usa dinero publico. Gracias por poner de manifiesto este asunto claramente. La sensación para los ciudadanos es que ustedes los científicos se lo guisan y se lo comen.
Efectivamente, Eugenia, lo habitual es que sea con dinero público, normalmente de proyectos de investigación. Soy científico (matemático) y estoy totalmente de acuerdo en que esto es una lacra. Yo nunca he pagado por publicar, pero en algunas disciplinas se paga incluso en las revistas serias.
Es muy interesante este asunto, pero una cosa es extraña. No le parece mal el pago por publicar en acceso abierto en revistas que llama serias, según entiendo. Pero desde un punto efe vista de economía, un país paga el hacer su investigación y luego paga al publicarlo para que se beneficie todo el mundo. Algo no me encaja, pero no soy científica.
Por lo demás, me ha resultado muy entretenido y me ha dado la ocasión de releer aprovechando el calor otros de sus artículos anteriores que me han gustado mas si cabe.
Entiendo que puede parecer confuso. Pero publicar, como cualquier actividad, tiene un precio. Este precio lo puede pagar el lector, en base a suscripciones, o bien el autor. En el primer caso los ciudadanos en general no tendrán acceso a las publicaciones, porque no pagarán la suscripción. También será difícil que paguen países en vías de desarrollo.
Creo que no debes ver que un país paga para que se beneficie todo el mundo. Primero, porque también se benefician todos los científicos del mismo país. Si no se publica, nadie, ni del departamento del al lado sabe lo que has hecho. Segundo, porque publicar, pasando los filtros de editores y revisores («reviewers») sirve para garantizar la calidad del trabajo. Y tercero, porque al compartir tu investigación con otros permites que la ciencia avance más rápido, puesto que tu también te beneficias de lo que los otros desarrollan en tu campo, y no duplicas la misma investigación en varios países.
Todo esto es cierto, lo que esta ocurriendo ultimamente esta aupando a ciertos investigadores gracias a un sistema donde prima el dinero. Pero no solo en revistas de nueva creación, por todos es sabido que cuando indicas la opción open acess en una revista “seria” las posibilidades de que te lo publiquen aumentan y mucho. Y supongo que tampoco podemos obviar la cantidad de artículos publicados por ciertos investigadores en las revistas de las que son editores, muchos de ellos infumables. ¿Acaso no se aprovechan de su posición de poder para colar todos lo acumulan aunque le falte calidad?
Por otro lado siento que no resultase rector, muchas cosas en la umu hubieran cambiado para bien.
Pero de qué está hablando.
El acceso a los artículos científicos cuesta una pasta a las universidades. No es posible acceder gratis.
Una vergüenza porque las universidades, centros de investigación e investigadores REGALAN sus artículos a las publicaciones científicas. Las revistas son EMPRESAS con ánimo de lucro, y no pagan derechos de autor a NADIE pero cobran una pasta por el acceso a los artículos.
Al menos los proyectos con dinero público no deberían caer tan bajo.
Y si es un cancer que deberia erradicarse, podrian publicar o al menos mencionar cuales son los nombres de estas revistas «piratas», como para empezar, asi ya podriamos dudar de los supuestos estudios que se publican en dichas revistas cientificas.
Marcelo,
Esto es una buena idea, pero no es fácil de implementar. Por la propia naturaleza de estas revistas depredadoras o piratas, cambian continuamente y se transforman. Varias listas han intentado seguirlas. La mas conocida fue la lista de Beall, pero ya no se mantiene activa.
Ahora existen varios intentos, como por ejemplo este:
https://predatoryjournals.com/journals/
Las revistas de esta lista son claramente «piratas», pero ten por seguro que ya existen cientos de otras que no están en la lista que son también «fake»!
Un saludo, y gracias por el interés en este articulo.
Pablo
Todo ello sin entrar a mencionar editoriales de autopublicación que utilizan el mismo mecanismo de «pay for publish» y entregan al autor el único ejemplar del supuesto libro publicado (en el mejor de los casos, ya he visto CV que incluyen libros con ISBN y certificado de publicación emitido por una editorial, pero sin ni una copia disponible, ni compra o acceso en ningún repositorio o librería).
Lamentablemente, hay un elemento más en esa «metástasis» de la que habla en el artículo y en la que la connivencia de los mismos que aprovechan los mecanismos piratas es no solo imprescindible, sino esperable: Sujetos que consiguen posiciones de privilegio o estabilidad dentro de la academia y que tienen en su haber publicaciones de ese estilo, empiezan a formar parte de las comisiones de contratación que analizan los baremos y empiezan a derribar las barreras interpuestas para evitar estos fraudes.
Las barreras que podemos poner, me temo, son solo temporales.
Como médico, encuentro un problema que usted obvia (uno de los comentarios sí lo dice), las revistas reciben gratis los artículos, los revisores generalmente trabajan gratis o por muy poco; en cambio, para acceder a leer los artículos, hay que estar en una institución que esté suscrita (en mi caso el Servicio de Salud de andalucía), o pagar por todo artículo que quiera leer.
Lo que las revistas reciben , ¡¡¡GRATIS!!!! le sacan sus editores un altísimo beneficio. Elsevier, por ejemplo, cobra por tooodo, y no poco. Si yo fuera médico privado, no sé cómo podría leer muchos artículos. Esto da pie a que salgan muchas revistas más fáciles de adquirir, con mucho menos rigor, pero ¿olvida usted que gran parte de los científicos, y de aquellos que precisamos conocimientos de la ciencia -médicos, profesores, ingenieros,….- no podemos estar constantemente pagando por todo?
No sólo hay que regular las fake revistas, también hay que regular la voracidad de las editoriales. Que tomen ejemplo de los ebooks, para evitar la piratería han tenido que ofrecer suscripciones baratas
Jesus,
Planteas un asunto relacionado tremendamente importante: el acceso abierto frente a la «dictadura» de las grandes editoriales.
Todo lo que dices es cierto y en parte el auge de las revistas piratas surge del propio sistema de revistas cerrado. Sin duda estamos en una transición. Mi opinion personal es que tenemos que tender al acceso abierto universal para toda la ciencia producida por dineros públicos y ordenar y negociar bien los costes de las suscripciones a nivel del estado, e idealmente a nivel europeo, con las grandes editoriales.
En un comentario anterior, Linda mostraba un claro pesimismo con la evolución de estos asuntos. Yo quiero pensar que las cosas pueden ir mejorando, pero sin duda rodeados de enemigos al acecho que quieren aprovecharse! Y la convivencia de algunos de nuestros colegas (en fin, la vida misma!).
Muchas gracias por vuestros agudos comentarios y un saludo.
Pablo
De acuerdo. De hecho, los actuales proyectos de I+D financiados con fondos públicos obligan a publicar los resultados en abierto, pero no implica que se tenga que pagar una cantidad desorbitada por el “open access”.
Yo, por mi parte y desde hace tiempo, me vengo negando a revisar trabajos que no se publiquen en revistas abiertas de reconocida calidad.
Gracias por el artículo.
El problema o los problemas, son Importantes y la solución no es nada fácil. Por ello, coincido con muchos puntos de los que comenta Pablo Artal, pero también los de Linda y Jesus Sanchez, por citar los últimos. Hay que avanzar en al menos 2 puntos:
1) Que que se ponga veto a las pingues ganancias de las editoriales mas extendidas, que cobran a los dos lados: El que crea el trabajo y el que lo lee. Los costes de acceso abierto están disparados. Cada institución o Universidad no puede acordar precios por separado. Otros paises ya están en eso. La Union Europea parece que tiene este asunto en el horizonte.
2) El trabajo de los pares debería ser tomado en más en serio. Los componentes académicos del consejo editor y los cientificos que acceden a ser revisores deben ser responsables y tener conciencia de la importancia de su trabajo, ya sea en revistas de primer orden o en ordenes mas modestos. Existen multitud de trabajos que no tienen cabida en revistas de alto prestigio, pero deben ser reproducibles y estar revisados de forma científica, responsable y honesta. Los autores nunca deberían de proponer a los revisores. Que el autor pague por el acceso abierto no soluciona el problema. En la lista de Beall hay una gran cantidad de revistas en acceso abierto. Y a pesar de los grandes esfuerzos de Beall para hacer la lista que pide Marcelo, la cuestion no es sencilla. Beall acabo retirandose por varias razones.
Saludos
Sr Artal hace tiempo leimamos que los americanos decían pública o muere , la moda fue publicar a lo loco sin pararse a pensar un poco lo que se hacía ,veíamos a científicos de gran prestigio mundial quejarse de que las revistas estaban siendo subvencionadas por la industria y que muchas de ellas rectificaban artículos ,esto pasaba fundamentalmente en biomedicina ,es bastante improbable que pase en matemáticas ya que lo demostrable puede ser seguido por las fórmulas ,quiero decir alguien con muchos miles de lillones corrompia a NEJM por ejemplo ,sus editores Grandes profesores de Harvard dimitían uno tras otro y al final señalaban a la industria farmacéutica como presión .Estoy de acuerdo pero es tan poderosa esta industria que no se la puede combatir nos metieron la grite A los coxibs ,y muchas otras mentiras y lo peor a conciencia ,siempre he dudado de ese campo con científicos con 3000 o 4000 publicaciones es es perder el dinero y el tiempo en beneficios espurios
Es cierto lo que dice , la cosa empezó , cuando los intereses de las multinacionales querían aprobar con referencias de una revista de las de impacto cosas que eran autenticas armas letales como muchísimos fármacos que tuvieron que ser retirados , todo empezaba con el publica o muere , al cual le siguió a más publicaciones más ayudas estatales, sin que nadie verificase la calidad o la importancia de cara a patentes. Así nos encontramos que se conceden ayudas a proyectos que nunca llegaran a dar nada serio , porque sencillamente utilizan técnicas modernas , sin importarle otros campos , investigamos en campos que no van a resultar útiles y abandonamos la hipertensión arterial , la diabetes etc , ahora hay que sacar anticuerpos monoclonales , que son carisimos y que excepto unos muy pocos no dan resultado muy satisfactorio y terminaran por quebrar el sistema sanitario, calculan las Big Pharma unos beneficios de 2000000 millones de euros sólo en este campo de aqui al 2020, . Es cierto el sistema neoliberal es un gran depredador , por eso no se extrañe que la gente busque otras alternativas . Ahora la única revista fiable es BMJ y no NEJM , está última hay datos muy exactos con dimisiones de sus editores de que se ha dejado comprar en repetidas ocasiones.La corrupción es de los que se dejan corromper por eso no hay que fiarse de los curricula con más de 150 publicaciones , alguien tiene más de 150 ideas muy brillantes en su vida ? por poner un numero . gracias por su articulo esclarecedor de la corrupción en la biomedicina , porque en ciencias exactas es mucho más díficil
A decir verdad, habría una solución muy simple y efectiva que solucionaría de un solo golpe tanto el problema de las revistas predatorias como de las editoriales saqueadoras, al menos en Europa y al menos para campos fuera de la medicina, tal y como lo veo yo: que la UE cree, como un organismo propio, una editorial pública, donde los editores fueran funcionarios europeos, y donde la publicación sea gratuita.
Con este sistema se podría cumplir la exigencia de que investigaciones pagadas con dinero público sean disponibles a todo el público, porque las revistas de esa editorial EU serían abiertas a todo el mundo. Dado que ese sistema que propongo da una plataforma para la publicación, reduciría notablemente el número de revistas predatorias. Y las editoriales tradicionales verían un fortísimo competidor ante el cual, para eguir compitiendo, estarían obligadas a bajar los precios que cobran. El dinero para mantener esta editorial pública se podría obtener, o bien de presupuestos especiales de la UE, o bien apartando un pequeño porcentaje de los fondos públicos obtenidos por cada grupo investigador. Los revisores, como agradecimiento por su trabajo, podrían recibir una bonificación económica o bonos de descuento para asistir a congresos científicos con quienes la UE tengan acuerdos.
Por supuesto, esta idea habría que pulirla para evitar fallos que se me escapan, pero podría ser el germen de un nuevo sistema de publicaciones.
Otro de los aspectos que sería interesante comentar es el número de firmantes de un artículo. Hace unos años que un artículo científico fuera firmado por más de 4 autores no estaba muy bien visto. Hoy en día el número de autores que firman un artículo, desconozco el dato pero sería interesante un estudio, se ha multiplicado por un factor 2 ó 3 o más. Yo te pongo y tu luego me pones y así vamos engordando el CV de las publicaciones.
Estimado Don Pablo,
Lo que comenta puede ser una razón, pero la otra es que en la actualidad la investigación se ha hecho multidisciplinar, necesitando la colaboración de personas de disciplinas diferentes para sacar una publicación adelante. Además la investigación está abierta al mundo y dichas colaboraciones se hacen entre grupos de diferentes países. De ahí el aumento en el número de personas firmantes en los artículos. O eso es lo que veo yo día a día en mi trabajo.
Me pregunto qué valor pueden tener en el ámbito de la Ciencia esos artículos publicados en las revistas «pirata» , ni siquiera para hacer curriculum. Entiendo que, por fortuna, las instituciones como las que se ilustra en la imagen del artículo, aún son serias y no creo que pasen los «pseudoertículos» el filtro de impacto que orienta, en principio, sobre la calidad de la publicaciones.
No obstante, esto es otro «hito» más en los tiempos de corrupción galopante que nos invaden…
Se debería añadir a los «investigadores» que simplemente se dedican a conseguir fondos. Son verdaderos especialistas en el «key word», en tener contactos entre revisores, auditores, etc. Algunos llegan a aparecer en más de 30 publicaciones en un año. Eso sí, su participación consiste en pagar, (doctorandos, postdoctorandos,…) casi siempre con fondos públicos. Utilizan técnicas diversas de «colaboración». Por ejemplo, su nombre aparece en publicaciones de colegas que emplean sus mismas técnicas, el llamado cruce o préstamo de autores. He conocido a doctorandos que no conocen a más de la mitad de autores que han realizado ellos y como mucho algún colega más.
Por fin un tema relevante, tratado con rigor y bien escrito. Bien por JD y el autor.
Me parece muy importante tratar de manera abierta este tema de pagar por publicar. Me voy a referir exclusivamente a un ejemplo que conozco bien que es el de la Revista Española de Enfermedades Digestivas (REED) (https://www.reed.es/) que tiene un FI 1,632 en el ámbito de Gastroenterología y Hepatología. La propietaria de la cabecera es la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), que lo recupero hace ya años desde la correspondiente editorial. Esta sociedad ha internalizado todos los procesos editoriales, de forma que REED no pertenece ya a ninguna empresa editorial. SEPD cubre todos los gastos de esta revista que edita a través de una estructura científica editorial independiente. Gracias a este esfuerzo puede mantenerse en open access universal, publicando en inglés y en español y desde luego tras un riguroso proceso de peer review. No es rentable, claro; no solo no se gana dinero con la revista sino que es una importante fuente de gasto, pero es un modesto ejemplo de que si se puede sostener una revista seria y con FI con acceso abierto siempre que desde las SSCC se apueste por esta inversión como servicio al progreso del conocimiento basado en calidad de la investigación y no en la compra de espacios, y accesible a cualquiera.
El problema de las publicaciones científicas es inmenso y diverso, no se puede explicar en un momento. Desde luego, una de las patas del problema es que las editoriales científicas se están forrando a costa de los dineros públicos de todos los países del mundo: autores, revisores y editores trabajan gratis para las revistas y además los países que les pagan deben volver a pagar para que sus científicos tengan acceso a los artículos. Muchas revistas de instituciones científicas son muy baratitas y no es una estafa suscribirse a ellas. Pero las multinacionales (Elsevier a la cabeza) están acaparando todo y no venden revistas sueltas, sino paquetes que cuestán un pastón, aunque el 95% no te interese. Se forran cada día más. (Por cierto, la ley española dice que todas las publicaciones científicas financiadas con dinero público tienen que ser accesibles libremente, pero de hacer una ley a que que se cumpla hay un trozo…)
Con excusa de evitar ese segundo pago, ha surgido el «open access» (que realmente es otro pago): los autores pagan a las revistas por publicar y los artículos están libres en internet. Y, claro, ¡hay quien ha visto el negocio!: fundo una revista, la hago parecer seria, y cobro por publicar. Cuanto más publique, más cobro. Lo mismo me da lo que ponga el artículo.
En matemáticas, una revista de esas incluso llegó a aceptar un artículo totalmente sin sentido generado de forma aleatoria por un programa denominado mathgen. Lo podéis ver en http://thatsmathematics.com/blog/archives/102
Luego están los casos de científicos que parece que se apropian del trabajo de los becarios, como estos de la Universidad de Castilla-La Mancha que ya llevan dos notitas en revistas serias. Y su universidad sin hacer nada.
Ecosystems:
https://rd.springer.com/article/10.1007/s10021-018-0266-9
Forest Ecology and Management:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378112718312210
La red como el VAR tendrá sus detractores, pero una cosa es cierta: nos enteramos de infracciones que antes ni la soñábamos. Muy Bien por JD y el autor
Interesante, pero hay que decir que la cita de «enanos a hombros de gigantes» es posible que Newton la dijese alguna vez, pero se remonta al siglo XII, dicha por Bernardo de Chartres y recogida por un discípulo suyo. La escolástica decía que los gigantes eran los filósofos antiguos.
Jose Vicente,
Muchas gracias por la puntualización.
Como siempre digo… yo siempre aprendo mucho mas de los comentarios de los lectores de lo que yo aporto en el artículo!
Un saludo, Pablo
Es verdad que no fue el primero que la dijo. Pero su referencia no era tanto en favor de los «gigantes» de la filosofía natural que le precedieron como contra Hooke, quien era de corta estatura. Es conocida el odio mutuo que se profesaban, ellos y sus respectivos «groupies» de la época.
Buenos días.
Este interesante artículo iba sobre las revistas depredadoras o pirata y al final se ha convertido en un foro de debate sobre las justicias e injusticias sobre la comunicación científica…
A este respecto sólo quería aportar que:
a) El OA no va de cambiar el pago por leer al pago por publicar.
Al menos esa no era la intención inicial del movimiento, y en países iberoamericanos y en el «sur global» la mayoría de revistas son gratis tanto para quien lee como para quien publica. Y algunas, o muchas, son buenas revistas. Por mucho que desde los países anglosajones insistan en lo contrario.
b) No todas las revistas OA que cobran por publicar son iguales.
En España, como descubrí en mi tesis (https://www.tdx.cat/handle/10803/401332), los precios por publicar son 10 veces superiores en las revistas híbridas que en las de acceso abierto («full open access», para más señas).
c) El Acceso Abierto, según sus definciones oficiales, es acceso libre, gratuito e inmediato a las publicaciones científicas.
Por tanto, las revistas embargas y las híbridas no lo son, por mucho que las grandes editoriales comerciales las denominen «delayed OA» e «hybrid OA», respectivamente.
d) DOAJ es una buena fuente para identificar revistas open acccess serias y de calidad.
Se excluyen las embargadas y las híbridas, y por supuesto las piratas. No así las que cobran por publicar, pero es que el Acceso Abierto se refiere al acceso, como su propio nombre indica, y no al modelo de negocio.
e) El problema del sistema de comunicación científica no es el Acceso Abierto, sino la posición predominante de las grandes editoriales comerciales, el sistema de evaluación de la carrera académica, y la no profesionalización y valoración de la tarea que realizan editores y revisores.
Un saludo,
Tenemos tres modelos:
1- Artículos publicados gratuitamente para el autor pero cobrados al lector.
2- Artículos que se pagan por publicar pero se da acceso gratuito.
3- Todo gratis, tanto al investigador como al lector.
Para mi, en principio, el modelo es secundario, lo importante es que sean «buenos» artículos. Pero matizo, el modelo es importante si sirve para filtrar los artículos «malos». En este sentido, el modelo 1 me parece el mejor y el 2 el peor.
El problema que esta en la base de todo esto es que ahora a los cientificos se les evalua «al peso». Nuestra ANECA y nuestras universidades no evaluan nada, simplemente pesan articulos. Lo importante para las revistas ya no es la calidad del articulo sino el Indice de Impacto. Impacto que no es calidad
La ANECA aún puede hacer un gran servicio a la ciencia y a la educación universitaria: desaparecer. La EC de ANECA alude a «evaluación de la calidad», pero en su lugar debería haber una IB de «imposición de la buRRocracia».
la unión europea (o españa) debe tener un centro de certificación estándar para journales de cada campo científico. en ese caso, las editoriales y revistas científicas reales se pueden distinguir de las revistas piratas.
Usted sabe que la industria ya tiene sus certificaciones standrad para todos los aspectos mecánicos, eléctricos, medioambientales, etc.
Aquí hay un caso de piratería y pillería española muy sonado de hace dos años, que salió hasta en el pubpeer. Uno que hace de editor de un número especial para publicarse a si mismo 5 articulos. La revista parece un chiste pero RESULTA que está en el ISI. Y yo me pregunto. La universidad de la Mancha no hace nada? el rector, los comites de ética? la ANECA? Estas cosas no les interesan tampoco a los periodistas de ciencia? No lo he visto en ningún medio.
https://pubpeer.com/publications/D7FB5E92F30511FD32097A2EF0F403#
Y ese numero especial se compró con dinero público de la universidad? porque entonces sería gravísimo.
¿Y no es casualidad que pongan a una persona con rasgos chinos en la foto?
Estoy de acuerdo con el autor. Este es uni de esos temas tan importantes que no se presta atencion. Pero me inquieta que pague esto con. Is impuestos.
De nada sirve una denuncia si no se menciona públicamente a las revistas «piratas» o «corruptas» Es como alborotar el avispero para luego quedarse pasiva y lastimeramente, detrás de un cristal.
Todo en la vida esta rodeado de piratas. Y la ciencia no podia ser de otra manera.
JD: Artal es uno de sus mejores prosistas. Que escriba mas.
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