La FIFA contabiliza en sus estadísticas oficiales que un total de setenta y siete naciones han disputado, al menos una vez, la fase final de su Copa del Mundo. A estas se suman en la edición de 2018 las debutantes Islandia y Panamá. Sin embargo, la cifra tiene truco. La FIFA reconoce a varias selecciones actuales la herencia de combinados antiguos que hoy ya no compiten por la sencilla razón de que no existe el país al que representaban. La mayoría de los casos se localizan en Europa, viejo continente cuya geografía política sufrió importantes cambios como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y, unas décadas después, del final del comunismo. Los otros dos casos son más exóticos para nosotros. Eso sí, se trata más de un cambio de denominación que de la extinción de un Estado.
La historia comienza en Uruguay en 1930. El paisito logró organizar la primera Copa del Mundo, evento para el que se postuló como anfitrión España y al que finalmente ni siquiera acudió nuestra selección. El hecho de que la Copa del Mundo se disputase al otro lado del charco desmotivó a muchas de las selecciones europeas que se negaron a viajar, pero no a Yugoslavia, la nación que aglutinaba a todos los pueblos eslavos. En un campeonato de trece selecciones, Yugoslavia consiguió quedar cuarta por detrás de Uruguay (campeón), Argentina y… ¡Estados Unidos! Eliminado por Uruguay en semifinales por un contundente 6 a 1, Yugoslavia había vencido previamente a Brasil y a Suecia. La selección de Yugoslavia se mantuvo con tal denominación por más de sesenta años. Estuvo presente en nueve ediciones de la Copa del Mundo, repitiendo cuarto puesto en Chile 62 y cerrando su historia en Francia 98 con un décimo puesto. Ya entonces el país se había desmembrado y Croacia también participó en aquel Mundial que ganaron Zidane y compañía. El combinado ajedrezado fue tercero con un equipo en el que figuraban Suker, Jarni, Prosinecki y Boban entre otros jugadores que habían sido internacionales con Yugoslavia. Desde 1998, Croacia solo faltó al Mundial de Sudáfrica en 2010, mientras que Serbia y Montenegro (última en 2006) y Serbia —a secas— (vigésimo tercera en 2010) han heredado el sitio de Yugoslavia a efectos de la FIFA. Además, Eslovenia logró clasificarse para la fase final de las ediciones de 2002 y 2010 y Bosnia Herzegovina debutó en 2014 sin poder superar la liguilla. La ARY de Macedonia y Kosovo siguen pendientes de obtener el primer billete de su historia como naciones independientes. En Rusia 2018 volverán a competir Serbia y Croacia.
Mención especial merece el caso alemán. Tras negarse a viajar a Uruguay en 1930, Alemania fue tercera en Italia 1934 y participó también en el campeonato de 1938 en Suiza. Las siguientes dos ediciones del torneo no se disputaron porque el mundo estaba inmerso en la peor guerra de la historia. Alemania, derrotada en dicha contienda por los aliados, fue dividida en dos repúblicas: la Federal (oeste) y la Democrática (este) en la que se instauró el régimen comunista. De modo que, desde mediados del siglo XX y hasta la caída del muro de Berlín, hubo dos selecciones alemanas. Y llegaron a enfrentarse en 1974 (primera y única vez), en el Mundial que organizó la RFA y en el que la RDA logró vencer a su vecino capitalista. Fue en la fase de grupos. La Alemania oriental venció 1 a 0 con gol de Sparwasser. Sobre el césped, los jugadores no se atrevieron a intercambiar las camisetas, pero en el túnel de vestuarios Sparwasser y Paul Breitner sí lo hicieron. Las guardaron como oro en paño —y como secreto de Estado— durante veintiocho años. Aquel Mundial, sin embargo, acabó con la victoria de la Alemania occidental en la final ante la Holanda de Johann Cruyff. Era el segundo título para la RFA, que todavía conseguiría otro en 1990 tras ser subcampeona en 1982 y 1986. Tres títulos de campeón del mundo para un equipo y un país que ya no existen. Eso sí, la FIFA considera que la Alemania reunificada es heredera de la RFA, por eso los alemanes pueden presumir hoy de cuatro títulos (se impusieron en Brasil 2014), aunque los tres primeros solo los ganó la mitad occidental del país. La RDA no tuvo más experiencias mundialistas más allá de 1974. Caprichos del destino.
Siguiendo con el telón de acero, la Unión Soviética fue una de las selecciones históricas de los mundiales del siglo XX. Antes de su disolución logró clasificarse en siete ocasiones para la fase final y fue cuarta, quinta y dos veces sexta entre 1958 y 1970. De todas las ex repúblicas socialistas soviéticas, solo Rusia y Ucrania han logrado llegar a una fase final. Los rusos lo han hecho en tres ocasiones, sin pasar nunca de la fase de grupos. Por lo tanto, esperan dar un paso adelante en «su Mundial». Ucrania, ausente en Rusia 2018, tiene el honor de haber llegado hasta cuartos de final en 2006 en su única presencia mundialista hasta ahora. Desde luego, se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que en el terreno de juego a la Europa del este le iba mejor cuando defendía una misma camiseta. Los restos balompédicos de la URSS se reparten hoy entre una serie de selecciones mediocres que van desde el Báltico hasta las confines de Asia. Sin ir más lejos, cinco ex repúblicas soviéticas tienen a sus actuales selecciones de fútbol inscritas en la Confederación Asiática. De todas ellas, solo Uzbekistán ha rozado alguna vez la clasificación para el Mundial.
El último caso europeo es la historia de un amor imposible. La unión amistosa pero antipopular de dos naciones que habían pertenecido al Imperio austrohúngaro. Hablamos de la antigua Checoslovaquia, a la que, como combinado nacional de fútbol no le fue nada mal. Logró quedar subcampeona del mundo en 1934 (perdió ante la Italia de Mussolini y ante Mussolini) y 1962 (cayó ante Brasil por 3 a 1 en Chile). Por separado, la República Checa (vigésima en 2006) y Eslovaquia (decimosexta en 2010) no han alcanzado los éxitos fruto de la unión que rompieron de mutuo acuerdo en 1992.
Los últimos dos casos de países extintos que participaron en la fase final de una Copa del Mundo de Fútbol nos llevan a Asia y África. En realidad, como decíamos al principio, no estamos ante estados que hayan desaparecido, sino que, simplemente, se ha producido un cambio de denominación. En los anales de la FIFA relucen los nombres de Zaire (última en 1974) y las Indias Orientales Neerlandesas (últimas en 1938). Zaire, seguramente lo habrá usted adivinado, se refiere a la actual República Democrática del Congo (capital Kinsasa). El nombre de Zaire fue el que impuso Mobutu cuando accedió al poder y con tal topónimo se plantó el combinado africano en la Copa del Mundo de 1974 en la que se enfrentaron las dos Alemanias. Kazadi Muamba se llamaba el portero zaireño. El pobre tuvo que recoger el balón del fondo de las mallas catorce veces en solo tres partidos: derrotas ante Escocia por 2 a 0, nuestra amada y extinta Yugoslavia por 9 a 0 y Brasil por 3 a 0. Mucho anterior fue la participación de Indias Orientales Neerlandesas. ¿Lo qué? No se alarme. Vaya al mapamundi y busque Indonesia. Ahí es. En 1938, la actual Indonesia no era aún un Estado independiente cuando logró convertirse en la primera selección asiática en disputar la fase final de un Mundial de Fútbol. Fue en Francia a donde Indias Orientales Neerlandesas llegó, se enfrentó a Hungría, encajó un rotundo 6 a 0 y se volvió a marchar a casa. Desde entonces, como Zaire (o República Democrática del Congo), la antigua colonia holandesa no ha vuelto a clasificarse.
Todos estos casos dejan claro que los Estados son un invento político del ser humano y que el Mundial de Fútbol no es ajeno a los designios de la historia. Quién nos asegura que dentro de cuatro, ocho o doce años no tenemos que añadir a la lista de este artículo a otras dos naciones: las dos Coreas (diez participaciones en fase final para Corea del Sur y dos para Corea del Norte). Quién sabe. Nadie esperaba ver a Donald Trump estrechando la mano de Kim Jong-un. ¿Somos conscientes de que podemos asistir en un futuro a la formación de una única selección coreana? Que pregunten en Alemania si no sería posible.
La República Federal de Alemania sigue existiendo y goza de una excelente salud.
Una corrección, si me lo permiten. Cuatro, y no cinco, repúblicas ex URSS están adscritas a la Confederación Asiática. Kazajstán hace años que milita en la UEFA.
El mundial del 38 fue en Francia. El de Suiza, fue el del 54.
Por lo demás, muy chulo el artículo.
Pues no lo han corregido.
En Europa está claro que se trata de la URSS, de Yugoslavia y de Checoslovaquia que, previo referéndum (creo que bajo los auspicios de la UE) celebrado en 1992, a partir de 1993 se escinde en República Checa (O Chequia pero joder qué mal sigue sonando esto…) y Eslovaquia.
La URSS, salvo el Mundial de Inglaterra 66 (en el que llegó hasta semifinales tras derrotar a su víctima propiciatoria , Hungría, y caer ante la RFA/BRD de Franz Beckenbauer, Seeler y Schnellinger por 2-1, con más rotundidad en el tereno de juego que en el marcador final) siempre ha quedado por debajo de las fundadas expectativas cradas, salvo quizá en México 1986 donde sólo la gran selección belga (entonces revelación) y un nefasto arbitraje en el que el español Sánchez Arminio fue juez de línea y concedió al menos un gol de Bélgica en fuera de juego.
Tb recuerdo ahora una buena actuación en México 70, donde llegó hasta cuartos de final cayendo en la prórroga frente a Uruguay (1-0 creo que fue el resultado).
De hecho, en los 70 ni siquiera se clasificó para los Mundiales de 1974 en la RFA y de 1978 en Argentina pese a contar en sus filas con uno de los mejores jugadores del mundo, el ucraniano Oleg Blokhin.
Pues IMAGINEN EL EQUIPAZO CON MAYÚSCULAS, ABSOLUTAMENTE ESTELAR, que hubiese tenido Yugoslavia en el Mundial de Francia de 1998 si aún hubiera sido un país unido.
Por YUGOSLAVIA (que, aun reduciéndose a Serbia y Montenegro, aún conservaba el nombre oficial por ser el territorio más extenso de la extinta República Federativa Socialista de Yugoslavia) : MIROSLAV DJUKIC, P(R)EDRAG MIJATOVIC, «SINISHA» MIHAILOVIC, JUGOVIC, DEJAN SAVICEVIC.
Por CROACIA : ROBERT JARNI, SLAVEN BILIC (durísimo y eficaz central)ROBERT PROSINECKI (si bien no en su mejor momento como en 1990 en que jugó el Mundial de Italia con Yugoslavia, última competición de fase final en la que jugó como país unido), ZVONIMIR BOBAN, DAVOR SUKER y alguno que me dejo.
EQUIPAZO que impresiona con sólo leer esos nombres. Savicevic y Prosinecki fueron «supervivientes» del Mundial de Italia 90, y no recuerdo si Dragan Stojkovic, serbio, tb estuvo en Francia 98, habría que googlear. Hombre por hombre, solamente el BRASIL de ese mismo Mundial de 1998 con Ronaldo, Rivaldo, Roberto Carlos, Cafú (a los que en el Mundial de 2002 se incorpora el fenómeno Ronaldinho, y en ambos dejaron fuera a Romario…) es superior…y por muy poco.
Sea como fuere amigos, el Servicio de Documentación SOY YO, ni Internet ni leches. Aunque ene ste caso recuerdo «sólo» el 90% de los datos.
Pues sí, el alemán occidental PAUL BREITNER, TAN GRAN JUGADOR COMO AUTÉNTICO SNVERGÜENZA, HIPÓCRITA, JETA Y FANTOCHE. Menudo elemento, ahí presumiendo de maoísta y yendo el tío de intelectual (más bien intelectualoiducho, como el 99% de los comunistas) criticando a Occidente….cuando se había ido en los 70 A JUGAR AL REAL AMDRID Y FIRMAR GRANDES CONTRATOS en ese degradado Occidente «capitalista».
Y, que yo tenga noticia, teniendo su maravilloso «paraíso» comunista a 2 pasitos como quien dice, no cruzó el Muro para representar a la otra Alemania, la Oriental (esas «democracias populares» jojojo…como siempre se han autodenominado los regímenes comunistas de corte soviético para despistar a tanto intelectualoide comunista burgués ya tanto pardillo en general en Occidente), con cuyo ideario comunista y tan «justo e igualitario» se identificaba.
No Pablito, se estaba mucho mejor de vuelta en el Bayern con la libertad que dan los corruptos moral y políticamente países democráticos occidentales. Esa LIBERTAD, PAYASO, que te permite criticar y poner a parir a esos mismos países en los que te has ganado, y muy bien, tu vida como excelente y polivalente jugador. Y que en la RDA/DDR jamás han disfrutado los «críticos» con el régimen, vigilados todos de manera asfixiante por la Stasi de Erich Mielke.
HAZ LO QUE YO DIGO PERO NO LO QUE YO HAGO. CONSEJOS VENDO PERO PARA MÍ NO TENGO, y ese largo etcétera etc etczzzz aplicable como un guante a la progresía en general, a los autodenominados «progresistas», matraca que no dejan de repetir y de tanto manosearla ha quedado ya vacía de contenido.
He ahí al palomo, COBRANDO UN PASTIZAL QUE SÓLO EN OCCIDENTE (entonces) SE PODÍA PAGAR y jugando en dos de los mejores equipos del mundo mientras no dejaba de darnos el coñazo con sus soflamas maoístas.
Y creo que es directivo honorario del Bayern München pronúnciese «Mu/injeeeeeeen…. Ahí sigue el tío.
Por qué no OFRECISTE TU TALENTO Y CAPACIDAD TÁCTICA AL , PONGAMOS VGR, DÍNAMO DE DRESDE, O AL HERTHA DE BERLÍN, O AL HANSA ROSTOCK ?? PORQUE LA PELA Y LOS €€€€€ SON LA PELA Y LA PELA, ENTONCES PELA PESETA Y MARCOS ALEMANES BUNDES MARK.
Y con el tb extraordinario jugador DEL BRASIL DE 1982 en España( y del de 1986 en México), SÓCRATES, ESTO ES, SÓCRATES BRASILEIRO SAMPAIO SOUZA DE OLIVEIRA ALIAS «SÓCRATES» 3/4 DE LO MISMO. En cuanto la Fiorentina le ofreció una pasta allá que se fue al «corrupto y capitalista Occidente», y además a la Liga que más y mejor pagaba entonces la de Italia.
Tela con esta tropa.
Todavía sigue pendiente de «moderación». Me da pues la impresión de que no pasara el «filtro» y será eliminado por los más que merecidos calificativos hacia Bgaaaitnaaaaaa.
Por cierto, que Jürgen Sparwasser, el autor del gol de Alemania Oriental/DDR Deutscher Demokratischen Republik en el minuto 77, en un magnífico contragolpe, se marchó en cuanto pudo a Occidente para huir de lo que su ilustre intercambiador de camisetas consideraba un régimen «ideal» (claro está siempre que vivieras bien lejos…). Supongo que en la actualidad el ilustrísimo Breitner Bgaitnaaa conocerá esa terrible historia protagonizada por los majetes amiguetes de la Stasi y etc etc, de ese sistema político que tanto admiraba y no sé si seguirá admirando. Que igual se ha moderado, como el moderador algoritmo sigue pendiente de «aprobar» o no mi anterior comentario.
Por cierto, que muchos dicen, Y YO ESTOY DE ACUERDO, en que la BRD se dejó ganar por la DDR , sus vecinos, para NO COINCIDIR EN LA SEGUNDA FASE con Holanda ( o Países Bajos, es que en español suena muy soso, insustancial, Países Bajos, así que mejor en neerlandés, Nederland) , la Naranja Mecánica cuya gran orquesta dirigía con maestría el peculiar (ya sobre todo como entrenador) Cruyff, capaz de cargarse por celos y pérdida de protagonismo nada menos que al mejor Romario y al mejor Laudrup en 1994 aun sabiendo que tenían aún muchísimo fútbol y aunque Laudrup se fuera directo al Real Madrid. El inmenso crack brasileño, de los mejores delanteros de la Historia, aguantó hasta enero de 1995 y se largó ya harto de los caprichos de mister «eeeh bueno yo ya avisé de que esto podía pasa». Cuando ganaba el mérito era sobre todo suyo, y cuando perdía la culpa era en exclusiva de los jugadores. Vaya sujeto el Cruyff tb.
Porque en ese Mundial los neerlandeses estaban maravillando y le metieron 4 a Argentina bajo una lluvia torrencial en esa segunda fase. Las malas lenguas creo que dan en el clavo cuando afirman que los alemanes occidentales estaban «acollonados» con los orange y de ahí que cedieran el liderato a sus vecinos, que sí se las tuvieron que ver con la Orquesta de Rinus Michels. Cruyff ya había completado, y con gran éxito, su primera temporada en el FC Barcelona, ganando la Liga casi 15 años después.
Por cierto que el amigo Bgaitnaaa lideraba con mano de hierro la selección germana y se decía que Helmut Schöen, el seleccionador, era un monigote que hacía lo que le ordenaba el pelarras. Que más o menos venía a decidir quién jugaba y quién no. Vamos, que muy como los regímenes que idolatraba.
Tras retirarse y no acudir al Mundial de Argentina 78, el barbapelarras sí acudió a España 82, donde igualmente imponía su voluntad a ese pobre hombre , Jupp Derwall (ayudante de Schöen en el 78 y creo que tb en el 74).
Por eso, asegura Lothar Matthaus (aquí sí que me lío un poco en la pronunciación, creo que es Mazeus o algo parecido) No sin fundamento, que el clan del Bayern liderado por nuestro querido personaje VETABA a otros jugadores, entre ellos al jovencísimo talento emergente Lothar, que por ese motivo solamente pudo disputar unos minutos contra Chile en El Molinón ( luego ya vino el pacto vergonzoso de El Molinón, el mayor tongo de la historia de los Mundiales con el pelobarbas de maestro de ceremonias).
Continúa así el que posteriormente fue el gran líder carismático de Die Mannschaft que la retirada de la selección nacional del «qué bueno es el comunismo pero yo-me-que-do en-el-Bayern, aquí en el confortable Occidente» FUE UNA BENDICIÓN PARA ÉL YPARA UNOS CUANTOS OTROS JUGADORES PROSCRITOS POR EL CLAN DEL ABYERN, BREITNER Y RUMENNIGGE AL FRENTE.
Recordemos que por aquel entonces Matthaus era jugador del Borussia Möenchengladbach.
Jugó 5 Mundiales Breitner hasta el de Francia de 1998, siend campeón en el poco lustroso Italia )0, y otras 5 Eurocopas, el tío. Nada menos. Eso sí, la última le sobró por completo, la de 2000 en Bélgica y Nederland ( Países bajos lo siento pero me suena insustancial total)el ridículo alemán fue histórico y Matthaus estaba ya más bien para pirarse.
Genio y figura Lotthar. Juanito, qepd, le dio ese pisotón brutal e inaceptable pero nadie cuenta que Lotthar se pasó todo el partido liderando el plan del Bayern de pegar constantes leñazos continuos al Madrid para intimidar a la Quinta, todo ello antye la condescendencia del nefasto referee escocés Valentine, mirando siempre pa Cuenca.
Luego Juanito, buen hombre de fondo, se disculpó de inmediato, pero le costó su participación en las competiciones europeas, y más adelante el As organizó ese reportaje con Matthaus aceptando las sinceras disculpas de Juanito maravilla y posando al lado de un capote y un traje de luces.
Me han puesto mi excelente panegírico a Bgaitnaaa, donde digo verdades como templos, como puños, pero es sobre todo porque este artículo está ko en cuanto a comentarios desde hace 5 años y medio.
De todos modos, ahí queda para constancia fehaciente e indubitada.