Tal vez la sinestesia que en ciertos momentos nos lleva a relacionar colores y sonidos sea tan antigua como el arte. El arqueólogo David Lewis-Williams, que ha dedicado su vida al estudio de las pinturas rupestres, ha señalado que estas se encuentran a menudo en zonas de las cuevas de propiedades acústicas particularmente buenas, así que puede que formaran parte de rituales en los que se incluyera algún tipo de acompañamiento musical… todo un espectáculo audiovisual para una época que aún no conocía el cine. Sea como fuere, son muchos los músicos que han sentido la necesidad de poner banda sonora a aquellos cuadros que más han llamado su atención. A continuación recordaremos algunos ejemplos, así que voten su favorito o añadan si lo desean algún otro en la sección de comentarios.
(La caja de voto se encuentra el final del artículo)
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«Boulevard of Broken Dreams», de Green Day & Oasis
Si rastreamos los orígenes de la expresión «boulevard of broken dreams» encontramos en 1934 esta canción de la película Moulin Rouge. Un par de décadas después el compositor mexicano Juan García Esquivel bautizó así una de sus obras y probablemente es de ahí donde la cantante Chavela Vargas sacó la respuesta que le espetó a Joaquín Sabina cuando este, nada más conocerla, le preguntó dónde vivía. Así que la utilizó como título de la hermosa canción que más adelante le dedicó y que Los Secretos versionarían después. Aunque en ella se menciona a Frida Kahlo no puede decirse que «El bulevar de los sueños rotos» tenga su origen en un cuadro, así que dejemos, de momento, de tirar de este hilo y busquemos otro. Inspirándose en el cine negro, en 1942 el artista norteamericano Edward Hopper retrató un bar de grandes ventanales de Nueva York con unos pocos personajes solitarios en su interior. Bautizó la obra como Nighthawks y resultó tan evocadora que desde entonces se hicieron toda clase de versiones de ella, pero una de ellas alcanzó tal popularidad que casi igualó a la original. Pintada en 1984 por Helnwein, sustituía a los personajes por estrellas de la cultura popular estadounidense fácilmente reconocibles, su título: Boulevard of Broken Dreams. Este cuadro y título es el que tomó como punto de partida el grupo Green Day. Bueno, además de Wonderwall de Oasis, claro, cuyos miembros llegaron a quejarse públicamente por la similitud. De hecho el mashup o remezcla hecha posteriormente por un DJ encaja tan bien en sus acordes que merece ser la que pongamos en su lugar.
La pintura…
… y la canción
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«Viva la vida», de Coldplay
Paul McCartney, Bob Dylan, Patti Smith, David Bowie, Miles Davis… la lista de cantantes que han desarrollado una faceta paralela como pintores es tan extensa que casi terminaríamos antes citando a los que no. También les ha llevado a mantener relaciones muy estrechas, como la que hubo entre las citadas Chavela Vargas y Frida Kahlo. Esta última encontró en la música el estímulo para parte de su obra, así por ejemplo Árbol de la Esperanza Mantente Firme surge de la canción tradicional «Cielito lindo», mientras que en sentido contrario Kahlo tuvo también influencia no solo en Chavela sino en otros músicos posteriores. Concretamente su último cuadro, el que pintó cuando ya barajaba la idea del suicidio y que terminó poco antes de morir, Sandías con leyenda: Viva la vida, es el que sirvió a esta banda inglesa.
La pintura…
… y la canción
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«The Wake Of The Medusa», de The Pogues
En 1816 la fragata Medusa naufragó frente a las costas africanas y y cerca de ciento cincuenta supervivientes pasaron casi dos semanas a la deriva en una balsa. La convivencia durante aquellos difíciles días no debió ser buena, dado que apenas fueron rescatados vivos la décima parte. Semejante suceso dio pie a Théodore Géricault para pintar una de las obras clave del romanticismo, que a su vez permitió a estos anglo-irlandeses comenzar mencionando el cuadro para a continuación describir en tono sombrío cómo debió ser aquella experiencia. Aunque la estrofa final con esa referencia al ataúd vacío porque otros se llevaron el dinero, dejando solo la soga, es también una evidente alusión al desenlace de El bueno, el feo y el malo.
La pintura…
…y la canción
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«The Wake Of The Medusa», de The Pogues
En 1816 la fragata Medusa naufragó frente a las costas africanas y y cerca de ciento cincuenta supervivientes pasaron casi dos semanas a la deriva en una balsa. La convivencia durante aquellos difíciles días no debió ser buena, dado que apenas fueron rescatados vivos la décima parte. Semejante suceso dio pie a Théodore Géricault para pintar una de las obras clave del romanticismo, que a su vez permitió a estos angloirlandeses comenzar mencionando el cuadro para a continuación describir en tono sombrío cómo debió ser aquella experiencia. Aunque la estrofa final con esa referencia al ataúd vacío porque otros se llevaron el dinero, dejando solo la soga, es también una evidente alusión al desenlace de El bueno, el feo y el malo.
La pintura…
… y la canción
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«The Ride of the Valkyries», de Domine
Otro vínculo que ha existido tradicionalmente entre estas dos artes han sido las portadas de los álbumes. Algunas llegaron a contar con obras originales de autores renombrados, como la que Dalí diseñó para su amigo Jackie Gleason en 1955. Pero lo habitual ha sido siempre aprovechar alguna pintura ya existente para ponerle encima el nombre del grupo y el título. Por ejemplo los grandes éxitos publicados en 1977 por Black Sabbath con la imagen de El triunfo de la muerte, de Pieter Brueghel el Viejo o Åsgårdsreien de Peter Nicolai Arbo para un álbum del grupo de metal nórdico Bathory, con sus valquirias cabalgando los cielos. Muy similar por cierto al cuadro The Ride Of The Valkyries de William T. Maud, que junto a la célebre ópera sirvió a esta banda italiana como referencia para la canción del mismo título, más heavy ya no se puede ser.
La pintura…
… y la canción
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«Ballad of the Absent Mare», de Leonard Cohen
Desde comienzos de los setenta comenzó este cantautor canadiense su interés por la meditación budista, no es de extrañar que en ella encontrara también motivos sobre los que escribir canciones. Los diez toros son una serie de imágenes que se remontan al siglo XII que ilustran de acuerdo a la tradición zen las etapas en el camino a la iluminación. Sobre ello trata esta canción de su álbum de 1979 Recent Songs.
La pintura…
… y la canción
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«Wings Of Speed», de Paul Weller
La dama de Shalott vivía encerrada tejiendo día y noche víctima de una maldición que se cumplió el día que vio al caballero Lanzarote y quedó prendada de él, partiendo en una barca en busca de su amado. Es la historia que Tennyson narraba en un poema, cantado por Loreena McKennitt y pasado en su día al lienzo por el pintor prerrafaelita John William Waterhouse. Por su parte Paul Weller cantó no tanto al poema sino, según contó aquí, al propio cuadro: «adoro las pinturas de Waterhouse, el drama en ellas e intenté capturar eso en la música».
La pintura…
… y la canción
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«Vincent», de Don McLean
Este pintor ha fascinado tanto a diversos músicos que hay grupos que se han conformado con ser apenas una oreja suya. Jonathan Richman le dedicó este tema, por su parte Bob Dylan este otro y Serge Gainsbourg también lo mencionó. El autor de «American Pie» también habló aquí del pintor y su atormentada personalidad, además de mencionar algunas de sus obras más conocidas, como La noche estrellada.
La pintura…
… y la canción
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«Mona Lisa», de Nat King Cole
La sonrisa más enigmática de la historia del arte ha generado un inmenso caudal de homenajes, explicaciones y memes. Entre todos ellos se encuentra este tema que obtuvo un Óscar a la Mejor Canción por Capitán Carey. Nat King Cole lo versionaba con gran éxito, preguntándose si tienta al amante al que mira o si era un corazón roto que se intentaba disimular, nunca lo sabremos.
La pintura…
…y la canción
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«Mona Lisa», de Nat King Cole
La sonrisa más enigmática de la historia del arte ha generado un inmenso caudal de homenajes, explicaciones y memes. Entre todos ellos se encuentra este tema que obtuvo un Óscar a la mejor canción por Capitán Carey. Nat King Cole lo versionaba con gran éxito, preguntándose si tienta al amante al que mira o si era un corazón roto que se intentaba disimular, nunca lo sabremos.
La pintura…
… y la canción
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«Metal Postcard», de Siouxsie & the Banshees
Helmut Herzfeld fue un artista alemán del periodo de entreguerras que dedicó buena parte de sus fotomontajes a la crítica del régimen nazi que le obligó a exiliarse (pasando a llamarse John Heartfield). Su huella en el ámbito musical no ha estado solo en la fotografía de su mano que ilustraba el primer disco de System of a Down, también en la imagen Hurrah, die Butter ist Alle! (¡Hurra, se ha terminado la mantequilla!). Con ella se burlaba de la omnipresente propaganda del régimen y de su política armamentística, que anteponía los intereses militares a las necesidades básicas de la población. La letra de la canción recrea esa misma idea, con sus alusiones al vaso de mercurio como bebida y el metal como comida (al menos no toman azúcar). Incluso el mismo estilo musical asemeja un mecanismo rígido, es el sonido más acorde a la imagen que pretende transcribir por otro medio.
La pintura…
… y la canción
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«The Calling», de The Killers
«Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió» (Mateo 9:9). Esa escena del Evangelio permitió a Caravaggio firmar una obra en la que pudo mostrar todo su virtuosismo, con Jesús señalando al discípulo, iluminado por una luz presuponemos que divina. El batería del grupo estaba estudiando un curso sobre el barroco y mostró al cantante este cuadro, La llamada de San Mateo, ambos quedaron fascinados por esos contrastes y su carga simbólica, así que terminaron dedicándole un tema. Curiosamente Woody Harrelson, que tanto protagonismo está teniendo estos días, es el encargado de leer el pasaje bíblico con el que comienza, justo el que sigue al que hemos citado en las líneas anteriores.
La pintura…
… y la canción
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«La isla de los muertos», de Rajmáninov
Cinco versiones llegó a hacer de este cuadro Arnold Böcklin, una obra que no solo le obsesionó a él sino a otros pintores posteriores como Dali, Giger o Hitler (aquí la tenemos a sus espaldas). Su influjo también llegó a la música, cuando el compositor ruso la vio en París en 1907 y le dedicó una de sus composiciones más conocidas.
La pintura…
… y la canción
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«A Promise», de Echo & the Bunnymen
Henry Scott Tuke se dedicó especialmente a reflejar escenas marinas, con una particular afición por mostrar a muchachos semidesnudos bañándose. En este caso fue tierra adentro para mostrar a un joven en un momento crucial, según se adivina por la seriedad del gesto, las manos cogidas y porque algo está prometiendo a juzgar por el título ¿Pero qué exactamente? Ese espacio en blanco es el que quiso llenar esta banda de Liverpool aparecida a comienzos de los ochenta.
La pintura…
… y la canción
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«Pictures of Matchstick Men», de Status Quo
S. Lowry fue un artista inglés que se caracterizó por representar los paisajes urbanos e industriales de su entorno, siempre poblados por diminutas figuras humanas estereotipadas llamadas «hombres cerilla». A estas imágenes se refiere el título y estribillo de la canción que los lanzó a la fama en 1968.
La pintura…
… y la canción
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«The Caves of Altamira», de Steely Dan
Concluimos con una de esas pinturas rupestres a las que aludíamos al comienzo, que en esta ocasión inspiraron un tipo de música muy diferente de la que presumiblemente complementaron en sus orígenes. Hans Baumann fue un destacado ideólogo del Tercer Reich que tras la guerra se reinventó como escritor de literatura infantil y juvenil de notable éxito. Una de sus obras, Las cuevas de los grandes cazadores, es la que acercó a esta banda de jazz rock neoyorquina fundada en los setenta a las pinturas de la cueva de Altamira.
La pintura…
… y la canción
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Cuadros de una Exposición
¿La versión de Emerson, Lake and Palmer?
Efectivamente, la fanfarria de Mussorgsky, el divino bebedor.
Codex Gluteo de Atrium Musicae
https://youtu.be/Ad2MROzRm18
La de Velaske yo soy guapa.
Ahora falta saber qué partido de fútbol va mejor con Imagine de Lennon y qué pantalón ponerse cuando se contempla la Gioconda. En fin. Preocupante.
Hay que cuantificarlo y cualificarlo todo. Es la obsesión en esta época de evidencias de transformarlo todo en listas de datos. La información, lo superficial que no la profundidad.
Nighthawks también inspiró el nombre del LP «Nighthawks at dinner»de Tom Waits.
De verdad no esta Desolation Road de Bob Dylan?
¿Y La Chica de Mel,de Los Flechazos?
The Nightwatch (la Ronda Nocturna de Rembrandt) impresionante canción para una pintura emblemática.
Por supuesto de King Crimson
No sé si la mejor pero la más simpática me parece «Naked girl falling down the stairs» de los Cramps, un guiño a «Nu descendant un escalier n° 2» de Marcel Duchamp.
Se olvidan del cuadro «The Fairy Feller’s Master-Stroke» de Richard Dadd, que inspiró una canción de Queen del mismo titulo
«Vincent» es la canción que más me gusta, pero falta en la lista la igualmente bella canción «Oleo de mujero con sombrero», de Silvio Rodríguez e inspirada en un cuadro de Chagal.
Efectivamente
La canción «Volare» , “Nel blu dipinto di blu”, de Domenico Modugno también se inspira en el cuadro de Chagall “Le coq rouge dans la nuit”. También faltan «Picasso» y «Andy Warhol», de David Bowie y «Magritte», de John Cale.
No, se inspira en los cuadros azules de Klein.
El cuadro, Inmaculada de Soult, de Bartolomé Esteban Murillo, y la canción,»Me subí a la reja»
Es del payo Juan Manuel
una de las canciones inerpretada por muchos cantantes como p. ej. pavaroti, callas o la mismisima nina hagen es el AVE MARIA» de schubert. miremos a las madonnas como la de sandro boticceli y está claro esa inspiración de arte plástica a musica.
Dónde está «Velaske ¿yo soy guapa?»
https://www.youtube.com/watch?v=Il6p2-40-F0
«Big Eyes» de Lana del Rey. Dedicado a Margaret Keane y los ojos grandes de las protagonistas de sus cuadros.Historia bizarra pues los cuadros los firmaba su marido. Muy oportuna para el 8M.
La isla de los muertos de Rachmaninov no es una canción sino un poema sinfónico.
Es tan sencillo decir «pieza» o «composición»
El Trittico Botticelliano de Ottorino Respighi