A Gregorio Esteban Sánchez Fernández le sobrevino la fama a una edad algo tardía, con sesenta y dos años, pero tal vez debió ser así. Para entonces ya tenía una larga trayectoria a sus espaldas como cantante flamenco, había vivido en Japón —un país donde «una barra de pan costaba como un empaste y un filete la entrada de un piso»— e incluso tuvo esporádicas intervenciones televisivas como en la serie Vacaciones en el mar. Fue la suya una vida sujeta a influencias muy diversas, pero como el gran artista que era supo absorberlas todas para inventar algo nuevo que creó escuela. Su estilo era único, pero no inimitable, porque desde su conversión en una celebridad en el programa Genio y figura en 1994 millones de españoles repetíamos como posesos su peculiar idiolecto, entonación y andares. En sus intervenciones nos enseñó que en un chiste lo importante no era el desenlace sino la manera de contarlo y para ello parecía contar con recursos ilimitados, como si el talento no le cupiera en el cuerpo y se desbordara de forma incontrolada: se inventaba palabras o daba un nuevo significado a las ya existentes, arrancaba con un cante, recurría a la mímica o en mitad de un chiste se ponía a contar otro. Al final no sabíamos bien qué estaba contando pero daba igual. Su mirada vivaz y su acento malagueño apuntalaban el carisma de alguien que, aunque no pudiéramos conocerlo personalmente, sabíamos que era un hombre bueno. Ahora se nos ha ido, ya lo único que nos queda es solicitar a la RAE que incluya «fistro» en el diccionario y volver a disfrutar de sus mejores momentos. Voten su favorito o añadan el que deseen.
(La caja de voto se encuentra al final del artículo)
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El pollo
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La Menetérica
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El doctor Grijando
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La hormiga
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Los tres bambinos
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El mono, la mona y el león
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El legionario
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Juegos olímpicos
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El cocinero
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El enano que entra a un bar
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Burro anémico
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Paso de cebra
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La enana
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Mono salvaje
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El perro del mariquita
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Pareja de recién casados
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https://www.youtube.com/watch?v=v6iwAtlBfOA
Personas como Chiquito vertebran un país. Pensaba ser original y homenajearle con un comentario graciosete que incluyera alguna de sus muletillas míticas, pero creo que prefiero recordar que este tipo hacía que se descojonasen de norte a sur y de este a oeste.
Contaba uno sobre un concejal de Cuenca que era la risión.
Le voy a echar sinceramente de menos, porque aparte de lo que me he reído con él todos los que le conocieron coinciden en que era un ser humano descomunal, y si de algo estamos faltos es de buenas personas.
El concejal de Cuenca https://www.youtube.com/watch?v=eOH06GiHwiw
El del concejal de Cuenca es buenísimo. «¿Usted no sabe que un concejal de Cuenca aquí en Madrid es un mojón?», y yo ya no escuchaba ni el final del chiste de la risa que me producía. Porque con Chiquito me pasaba eso; no necesitaba ni siquiera el desenlace.
El mejor sin duda. https://www.youtube.com/watch?v=vNgo5IWDg0Q
Yo sé que es odioso hacer comparaciones justo ahora, pero para mí el mejor cuentista que ha habido en España fue Eugenio. Por lejos.
Pues muy bien, chico. Te daremos dos pines. Uno por tonto y otro por si se te pierde.
Definitivamente el del mariquita y el hombre de goma…
Dejemos constancia escrita de esta magna obra:
«Uno que llegó al avió con una taleguita mu chiquitita, y llevaba un pollo; un pequeño fistro de animá, ¡de pollo! En esa bolsa…
Y entró en el avió, dice la azafata.
– ¡Quieto, es usted un diodenar! ¿Dónde va uster?, ¿qué lleva usté ahír?
– Llevo un pollito, porque mi niño tiene argo der estómago, le duele el diodeno dadentro, y está muy mar; y ma pedido un pollito. ¡No tengo más remedio que llevarlo!
– ¡Nor, nor! ¡Animales no se puede llevá aquí zuerto! Ahústé er favó bajá la escalera, y lo tira usté en la autopista.
¡Eundaehan! Ore…
Miró que no había nadie, y hace así… Se abre el fistro de la portañica, y se mete el pequeño pollo aquí. Subío al avió (caballoreneve de bonansar….), se asentó en el asiento, y había una monja – una monja al lao de ese hombre –.
Ese hombre, cansao de tanto andá, que andaba ma que un cartero en Barcelona, se sentó y se quedó dormidor. Se quedó dormido completamente. Y la monja al lao escuchándolo de roncá… Pero sentió un ruido sesuar, ese pollo quería buscar la salida para salirse del avió y de donde estaba, y venga picá y picá, y somó la cabecita el pollo.
Y hace er pollo así. ¡Ahay! ¡Ah! Y hace la monja así: ¡Orohae!
Le miró el fistro de pollo a este, esa cabeza, er pollo así mirando pa un lao y pa otro, y dice la monja mu seria.
– Oiga , por favó, despiértase usté; yo no sé esas cosas sesuales que hay ahora en el mundo, ni sé la guarrerías; pero creo que se la roto a usted ¡un güevo!»
En mi opinión el chiste resulta irrelevante.Lo importante es todo lo demás.Podría recitar las claúsulas de un contrato de arrendamiento y me descojonaría vivo.
Consiguió q durante un tiempoun pais entero caminara a saltitos por la vida.
Muchos se sorprenderán 20 años despues diciendo todavía cuidadín y hasta luego lucas.
Lo que viene a ser un creador,con mayúsculas.
D.E.P. Chiquito.
Muy original y creativo este hombre q tanto nos hizo reír
Ha fallecido un señor llamado Gregorio Sánchez, descanse en paz. Pero un humorista llamado «Chiquito de la Calzada» no ha muerto, sigue vivo y pocos son los que no se reirán al oír de nuevo alguna actuación suya. Su humor, irrepetible y millones de veces imitado, seguirá siendo único. ¡Gracias, Chiquito!
El del concejal de Cuenca.
«Usted se calla porque no sabe quién soy yo»
Inmortal, Chiquito.
Hasta siempre.
No hay nada más que decir.
Fistro, me gustaron todos, pero a El legionario le pongo un diez.
¡Cuántas carcajadas con el gran Chiquito! He llorado de risa con él, y hoy viendo sus vídeos, a las lágrimas de risa, se han unido otras de cariño y de ternura. Se ganó la admiración y el respeto de todos. Daba gusto ver cómo la gente en Málaga le quería y como él, siempre amable, atendía a todo el que se le acercaba. Eterno Chiquito, descansa en paz.
Que el aeropuerto de Málaga pase a llamarse: Aeropuerto Chiquito de la Calzada Málaga
No caerá esa breva, pero sería maravilloso.
Chiquito cogió la técnica de Paco Gandía (en un chiste, el camino es más importante que el destino), la adobó con su genio, y la disparó al infinito. Te despanzurrabas de risa y el chiste ya es que te daba igual. Qué maravilla, por dios. Qué genialidad.
—un país donde «una barra de pan costaba como un empaste y un filete la entrada de un piso»— genial! Chiquito: Hasta luego Lucas
Gracias por tan buenos momentos .
-paparl, paparl!! quiero ir al circor!!
– norl!! el que quiera verte que venga a la casa
El mejor es el del hombre de goma, que no hay quien lo encuentre
https://www.youtube.com/watch?v=uLE4GgFKlag
Yo soy muy fan del chiste del niño orejón («El Orehón) que enfriaba los cafés en el bar con su movimiento de cabeza al negar.
Grande , muy grande, era un humorista inmenso…Arévalo, Eugenio, Cruz y Raya, etc., eran enormes…..pero Chiquito era el más grande….siento muchísimo su ausencia, porque conseguí lo más difícil, que el chiste en si te importara un pimiento, porque lo importante no es lo que contaba, sino como lo contaba….
Hasta luego, no, hasta siempre, Lucas….:(
Por culpa de Chiquito los que somos de Barbate (provincia de Cádiz) teníamos que enseñar el DNI para que se creyeran que de verdad existía ese lugar.
Grande Chiquito.
Genial y entrañable, es la España que me gusta.
Que la RAE incluya «fistro»… y si necesitan justificación que se ponga:
«debido al gran cariño que la gente le tenía (y le tiene) al humorista que lo creó y a su amplísima difusión por boca a oreja»
El del Legionario es el mejor con diferencia,aunque tiene mas de 30 buenisimos