El Tour empezó con lluvia sobre Düsseldorf como presagio de lo que iba a venir: una carrera plomiza, resbaladiza, de múltiples precauciones… Si el espantoso recorrido no invitaba a pensar de antemano en grandes exhibiciones —apenas treinta kilómetros contra el crono, solo tres llegadas en alto como tales, nada de pavé, nada de etapas trampa, nada de nada— la suerte tampoco acompañó: ya en el prólogo se cayeron Ion Izagirre y Alejandro Valverde. Ambos tuvieron que retirarse cuando no llevaban ni cinco minutos compitiendo.
En la cuarta etapa, Peter Sagan cerró en el sprint a Mark Cavendish y la acción acabó con el eslovaco en la calle y el británico en el hospital. La novena etapa, quizá la más competida de todas, terminó con Geraint Thomas en la ambulancia, Rafa Majka con medio cuerpo magullado, Arnaud Demare y casi todo el FDJ llegando fuera de control… y Richie Porte dando vueltas de campana descendiendo el último puerto de la jornada. En pocas palabras, nueve días bastaron para darnos cuenta de que este Tour no iba a ser el más atractivo de la historia.
Sin una verdadera lucha por la general —Porte era el único rival a la altura de Chris Froome—, sin una verdadera lucha por los sprints —si Marcel Kittel ya había ganado dos etapas compitiendo con Cavendish, Sagan y Demare, imagínense sin ellos— y con el «trenecito Sky» haciendo de las suyas en cada cuesta arriba, para que nadie se atreviera a atacar y menos aún sabiendo que luego venían veinte o treinta kilómetros de llano, la verdad es que poco podemos rescatar de este Tour de Francia 2017, el cuarto vencido por Chris Froome, un hombre cuyos límites nunca llegaremos a conocer con exactitud porque da la sensación de que solo encuentra rivales en la Vuelta a España, esa carrera llena de cuestas al 20%, justo lo único que saca de quicio al inglés.
Vayamos en cualquier caso, punto por punto, con el análisis de este Tour para olvidar:
1- Para empezar, hay una pregunta recurrente que merece respuesta: ¿Ha sido este el peor Tour de los últimos años, pongamos dos décadas? Este tipo de escalafones siempre son complicados de determinar, pero si ya nos dio la sensación de que el del año pasado había sido infame, el de este ha sido mucho peor: de entrada, han sido diecisiete etapas sin Peter Sagan, es decir, un mundo. No ha habido abanicos. No ha habido ataques que merecieran ese nombre. Donde el año pasado Wout Poels coronaba los puertos tomándose tranquilamente una Coca Cola, este año hemos encontrado a Michal Kwiatkowski acabando con todos los escaladores a su ritmo… Los años de Sky están siendo años de plomo. No solo es que su dominio recuerde al del US Postal, es que el US Postal al menos tenía una intención ofensiva: la idea del «full gas» era preparar el ataque salvaje de Lance Armstrong y que se salvara quien pudiera. El Sky ni eso. Todos a rueda. Todos controlados. No alarms and no surprises, please.
2- El equipo británico se ha llevado cinco de las últimas seis ediciones del Tour y no es casualidad. De hecho, Froome podría habérselas llevado todas si no le hubieran parado en 2012 para que ganara Bradley Wiggins, en la actualidad bajo investigación de las autoridades antidopaje, como todo el equipo Sky, de hecho. No se ven fisuras: da igual que Sergio Henao haya estado un poco por debajo de lo esperado, que Thomas tuviera que retirarse después de haber ganado el prólogo o que Mikel Nieve no haya dado el paso adelante esperado. Es lo mismo, siempre aparece alguien. Este año ha sido Mikel Landa, pese a venir de un Giro repleto de exhibiciones.
3- De hecho, durante todo el Tour ha dado la sensación de que Landa era el único que podía batir a Froome, igual que Froome había sido el único capaz de batir a Wiggins cinco años atrás. Sobre el vasco se han levantado unas expectativas que no sé si le ayudarán cara al año que viene, ya en Movistar. Es un excelente escalador, pero su experiencia como jefe de filas se limita al Giro de Italia de 2016, en el que apenas duró una semana antes de retirarse. El papel de gregario de lujo es muy lucido, como dijo el propio Indurain en Eurosport, pero ser líder es otra cosa. Ahora bien, si los organizadores del Tour se empeñan en recorridos sin contrarreloj y sin etapas llanas mínimamente complicadas, puede que Landa sí sea candidato en el futuro a ganarlo. Tiene veintisiete años y mucho futuro por delante. Solo un segundo le separó de subirse al podio.
4- Como decíamos, la gran desgracia de este Tour fue la caída de Richie Porte. No sé si el australiano habría podido hacer algo frente a la maquinaria de la que él mismo formó parte, pero sí está claro que lo habría intentado. Porte siempre tiene un día malo —o espantoso— en todas las carreras de tres semanas, pero también acostumbra a tener dos o tres maravillosos y es un tipo valiente, de los que lo intenta siempre y con ganas, no para llevarse tres aplausos. Sin esa caída, el Tour habría sido distinto, no me cabe duda, y Froome se habría visto más exigido. Da vértigo echar la vista atrás y darse cuenta de que en tres semanas el tetracampeón no ha tenido que ponerse de pie en la bici más que cinco o seis veces, ante ataques lastimeros de Romain Bardet. El resto, ni ha existido.
5- Vayamos con el propio Bardet. Es tan difícil quererlo como odiarlo. No le gustan los excesos cara a la galería ni las poses innecesarias. No hace declaraciones altisonantes ni se cree por encima de lo que es. Parece un corredor honesto y sacrificado… pero tampoco hace nada por disimular sus limitaciones. No es que le pidamos que sea Claudio Chiappucci, pero, vaya, cuando uno tiene un equipo como el AG2R detrás, igual podría aspirar a mover un poco más la carrera. Bardet se ha limitado a hacer lo justo para repetir podio por segundo año consecutivo. La lástima es que da la sensación de que nunca va a ser mejor de lo que es ahora… y con lo que es ahora no le da para ganar un Tour de Francia.
6- En medio de los dos, gracias a la última contrarreloj, se plantó el colombiano Rigoberto Urán. Siendo sinceros, nadie esperaba encontrarse ahí a Rigo a estas alturas. Pese a que en el Giro sumaba dos segundos puestos y otras dos apariciones entre los diez primeros, sus actuaciones en Vuelta y Tour siempre habían sido decepcionantes. A sus treinta años, encontrarse con un segundo puesto en la gran carrera por etapas de la temporada tiene un mérito descomunal, pero no habrá quien le acuse de falta de ambición y puede que con cierto sentido. Urán no atacó ni una sola vez en montaña y la etapa que ganó se la llevó por unas milésimas. Al final, solo le separaron 54 segundos de Froome y siempre dio la sensación de ir guardándose fuerzas. Entre jugársela para acabar primero y limitar el riesgo para no salir del podio, el colombiano eligió lo segundo. Si era la estrategia correcta, solo lo puede saber él.
7- Junto a los cuatro grandes, hay que destacar al italiano Fabio Aru, especialmente por sus dos primeras semanas: se llevó la etapa de Belles Filles y fue líder de la carrera durante un par de días. Después de ganar Giro y Vuelta, se quedó a un puñado de segundos de subir al podio en el Tour, algo que no está nada mal para tener veintisiete años. En la pasada edición ya fue un habitual del grupo de los mejores y este año ha sabido correr con madurez y sacrificio: aunque las piernas le fallaron por completo en los Alpes, se agarró a la carretera para acabar quinto. Algo es algo. Probablemente, con Jakob Fugslang al lado —otro damnificado por las caídas— habría tenido más margen de maniobra.
8- Todo el Tour tuvo un aire de falsa igualdad que permitió a los entusiastas hablar de sus supuestas bondades. Hasta seis corredores llegaron a la última contrarreloj e menos de tres minutos, con el séptimo a menos de cinco, y el octavo a unos siete. Sin embargo, esa igualdad era impostada: todos sabíamos que nadie iba a ganar a Froome en la última contrarreloj y lo único que estaba en juego era el orden de puestos dentro del top ten: al final, los elegidos fueron Daniel Martin (sexto), víctima colateral de la caída de Porte en la novena etapa y generoso hasta el extremo en el esfuerzo, Simon Yates (séptimo), Louis Meintjes (octavo), Alberto Contador (noveno) y Warren Barguil (décimo).
9- En Barguil hay que pararse. El Tour, probablemente en una muestra de chovinismo, le ha elegido como el corredor «supercombativo» de la carrera, un galardón que debería haber ido a Thomas de Gendt y sus miles de kilómetros en fuga. En cualquier caso, la carrera de Barguil ha sido descomunal y, si mejora sus evidentes problemas contra el crono, al corredor del equipo Sunweb sí se le ve un gran margen de mejora. En la montaña fue el mejor, no solo porque ganara el maillot a puntos sino porque se llevó dos etapas, se quedó a un tubular de llevarse una tercera y estuvo en los Alpes por delante incluso de los mejores, sobre todo en el Izoard. Un hombre muy a tener en cuenta para la próxima Clásica de San Sebastián.
10- También hay que destacar a otros dos franceses, de la siguiente generación: Pierre Roger Latour, que incluso en su papel de gregario de Bardet ha confirmado todo lo que se esperaba de él, y, sobre todo, el formidable Lilian Calmejane, un talento puro que no solo se llevó una etapa sino que buscó con ahínco la segunda cuando ya había cumplido de sobra. A los veinticuatro años (Calmejane es miembro de la talentosa quinta del 92 que tanto destacara en el pasado Giro), este chico es oficialmente algo más que una promesa.
11- Hablábamos antes de la falta de ataques y de la victoria de Barguil en el Izoard y alguien puede llevarse la impresión de que los favoritos se tomaron el Tour como un paseo. No es cierto en absoluto. De hecho, Barguil batió el récord de subida en el Izoard —era la primera vez que se elegía al coloso alpino como final de etapa— y Contador había hecho lo propio con el de la Croix de Fer en la etapa anterior. En otras palabras, han ido todos como locos y a unas velocidades que superan las de los tiempos más negros del ciclismo. No es precisamente una gran noticia, que cada uno extraiga sus propias conclusiones.
12- Vamos ahora con la velocidad pura, es decir, con los sprints… o, más bien, con Marcel Kittel. El alemán se llevó cinco de las siete primeras etapas con llegada en grupo. Solo dejó unas migajas a Sagan y a Demare en llegadas que no le favorecían. Su superioridad fue aplastante, como hacía tiempo que no se recordaba. Combinó las victorias ajustadas, como la de la séptima etapa ante Edvald Boasson Hagen, con las exhibiciones como la de la undécima etapa ante Grönewegen. Ni siquiera necesitó de un equipo especialmente poderoso. Kittel no es Cipollini ni Petacchi. A la hora de la verdad se la juega en solitario, con una potencia asombrosa que le permite ir pasando corredores en la recta final con una facilidad pasmosa.
13- Pese a todo, el maillot de la regularidad se lo llevó el australiano Michael Matthews, otra de las estrellas de la carrera. ¿Por qué? Porque se lo ganó en el asfalto, negándose a rendirse incluso cuando estaba cien puntos por debajo… y porque Kittel, para variar, se cayó y se tuvo que retirar. Así, todo. Matthews es uno de esos sprinters de perfil bajo, que no da puñetazos ni intimida por su físico pero que va sumando un palmarés extraordinario con victorias en Giro, Tour y Vuelta, medallas en campeonatos del mundo y un par de tiros al palo en la Milán-San Remo. Es cierto que no es tan rápido ni explosivo como los Kittel, Cavendish, Gaviria y compañía, ni es tan bueno cuesta arriba como Peter Sagan… pero se mueve muy bien en carrera, es valiente, sabe buscar sus opciones y siempre encuentra la manera de llevarse el gato al agua.
14- Del resto de los sprinters poco hay que decir: Demare empezó bien, se puso malo y acabó fuera de control… junto a otros cuatro corredores de su equipo en una decisión difícil de entender. De lo de Sagan y Cavendish ya hemos hablado y supongo que cada uno tendrá su opinión al respecto: la mía es que Cavendish puede ser todo lo marrullero que quiera —lo es—, pero que el gesto del eslovaco es impropio de una competición sana. Podría haberle costado muy caro al británico o incluso a Degenkolb, que pasaba por ahí y acabó dando una voltereta a más de sesenta kilómetros por hora. En cuanto a los demás, poca cosa: algo de Dylan Groenewegen, ganador de la última etapa en los Campos Elíseos, la admirable polivalencia del propio Boason-Hagen… y los sorprendentes malos resultados de Andre Greipel y, sobre todo, de Alexander Kristoff y Nacer Bouhanni. Tanto Katusha como Cofidis hicieron un equipo pensando en ellos como únicas figuras y salieron de la experiencia escaldados y sin victorias de etapa.
15- Creo que hay cierto consenso en que la gran decepción del Tour ha sido Nairo Quintana. Cuando quedó segundo en el pasado Giro, aquí se le defendió de los ataques afirmando que si no había estado más arriba era porque no podía. Y, en efecto, no podía. La versión de Nairo en este Tour ha sido dolorosa por momentos: incapaz de seguir al grupo de favoritos e incapaz incluso de seguir a Contador en sus fugas kilométricas. Lo único bueno que se puede sacar de todo esto es que el colombiano ha aprendido a sufrir. Hasta ahora, todo había sido demasiado fácil: un podio tras otro, una victoria tras otra. Tiene veintisiete años, así que no vamos a enterrarlo. Su relación con Movistar parece demasiado tocada y el fichaje de Landa como presunto jefe de filas invita a pensar que Quintana se quiere ir. Tendrá que elegir adónde con mucho cuidado.
16- En general, todo el Tour del Movistar ha sido un desastre: Valverde se cayó en el prólogo y se perderá el resto de la temporada, Quintana no ha cumplido las expectativas y nadie ha podido rellenar el hueco: Jesús Herrada se metió en un par de escapadas, pero fue de los primeros en caer, Jonathan Castroviejo pudo hacer algo más en la crono final, pero se cayó nada más empezar. Del resto solo cabe destacar el regreso al ciclismo de alta competición de Carlos Betancur después de un año y medio desaparecido en combate. El futuro del equipo en grandes vueltas parece que pasará por Mikel Landa. Supongo que no depende de ellos, pero cambiar, sin más, a Landa por Quintana parece en principio bastante arriesgado. ¿Será Marc Soler la gran carta a jugar a largo plazo?
17- Porque el caso es que el ciclismo español ha dado nuevas muestras de su estancamiento: más allá de los dos Mikel del Sky, solo se puede hablar de Alberto Contador y, a mucha distancia, del siempre aguerrido Dani Navarro. Hablamos de gente muy entrada en la treintena. A Contador es difícil juzgarlo por lo mucho que polariza a los aficionados: o le idolatran o le odian con pasión. Supongo que él hace mucho por ello con un discurso sin puntos medios: empieza diciendo que va a ganar, que está como nunca, que ha trabajado más que ningún otro año… y al primer inconveniente se lanza a poner excusas. Si no fuera por ese aire de superioridad —inevitable, por otro lado, en alguien que ha ganado siete grandes vueltas y está convencido de que en realidad ha ganado nueve, una menos que Hinault—, se hablaría del Tour de Contador como una carrera más que aceptable para un hombre que cumplirá treinta y cinco años en diciembre. Es absurdo negar que las caídas le impidieron dar el cien por cien, como es absurdo insinuar que sin ellas habría estado luchando en el podio. Su última contrarreloj fue fabulosa y le garantizó el noveno puesto en la general, probablemente el lugar que ahora mismo le corresponde.
18- La única etapa llana con emoción y que nos conectó con el pasado fue la decimonovena, es decir, la penúltima en línea. Fuga de una veintena de corredores, miles de ataques entre ellos y victoria del más potente: Boasson-Hagen. El mito de que las etapas llanas son aburridas es poco más que eso: un mito. Las etapas llanas pueden ser muy interesantes si se corren con ambición, con grupos numerosos poniendo en aprietos al pelotón, con muchos corredores interesados en pillar la escapada del día y con un recorrido exigente que dificulte la persecución. Desgraciadamente, se vio poco de eso, y de ahí que los grandes «cazadores» de las carreras de un día, como Greg Van Avermaet, Philippe Gilbert o Michael Albasini pasaran casi de puntillas por el Tour. Un desperdicio.
19- En una edición con solo dos contrarrelojes y que apenas sumaban treinta kilómetros entre ambas, es curioso que los dos ganadores fueran relativamente sorprendentes. Geraint Thomas siempre ha sido un buen rodador, pero llevarse el prólogo del Tour ante especialistas como Stefan Küng o Tony Martin, que además corría en casa, son palabras mayores. Lo mismo se puede decir del polaco Macej Bodnar, otro excelente contrarrelojista, pero con el que nadie contaba para la victoria en la segunda crono. El segundo puesto de Kwiatkowski en dicha contrarreloj después de una semana en los Alpes tirando del grupo como loco no sé ni cómo calificarlo.
20- En definitiva, entre tanta negatividad y tanto sopor, ¿qué nos cabe esperar del futuro?, ¿qué se puede hacer para que el Tour vuelva a ser lo que era? De entrada, buscar mecanismos que dificulten el control: tanto del Sky en la montaña como de los equipos de los sprinters en las etapas llanas. Es ridículo encadenar etapas en las que dos chicos de equipos modestos se fugan durante doscientos kilómetros conscientes de que al final les van a pillar. Es ridículo programar etapas con tres puertos de primera categoría si al final Kyrienka y Kwiatkowski acaban yendo más rápido que los supuestos favoritos. Lo ideal sería reducir el número de corredores por equipo y aumentar el de equipos. Fomentar la valentía. Que los finales sean realmente en alto, para impedir la excusa del «es que luego me cogen en la bajada». Que haya más etapas al estilo del Macizo Central, imprevisibles, con trampas detrás de cada curva. Que vuelva el pavé, donde no hay equipo —salvo aquel improbable Astana de 2014— capaz de controlar nada…
En otras palabras, que el Tour vuelva a ser el Tour y no esta cosa sumisa, de dejar pasar días y agarrarse a la rueda del de delante mientras las etapas se completan a velocidades imposibles. Y que el Sky dé una tregua. Por supuesto, eso no depende de ningún organizador, pero, a este nivel, da la sensación de que Brailsford puede pasarse años eligiendo el ganador del Tour y obligando al espectador a mirar a Italia cada año con mayor esperanza.
Solo un apunte, Aru no ha ganado Giro y Vuelta, solo la Vuelta de 2015, in extremis en la penúltima etapa sacando de rueda a Dumoulin en la Morcuera con la ayuda del mejor gregario del Tour, Landa y el resto del equipo.
Muy buen análisis. Sólo añadir que para aumentar el espectáculo, además de las medidas que citas, yo quitaría los pinganillos y los medidores de potencia que llevan en los cuenta kilómetros.
Vamos dale algo a los colombianos!!
Si es cierto que el tour necesito más rigor pero la etapa que gano Rigo urán «por milesimas» como dices, lo hizo sin poder cambiar de velocidad debido al accidente que desajusto el mecanismo de su bicicleta, por otro lado estuvo colocado siempre detrás de un Froome protegido por un acorazado.
Por parte de Quintana, viene de un podio en el giro, 2 semanas de recuperación y un tour que hizo practicamente solo, dices que aprendió a sufrir como si este sujeto ya no hubiera pasado las duras en eventos pasados, compitiendo enfermo, y hablas de sus podios como si fueran cosa de niños.
Sin embargo vale tu análisis. Gracias.
A ver. Landa ha preferido el dinero y ser machaca de Froome antes que lucahar con el e intentar ser un lider del pelotón. No tiene derecho a quejarse
Yo veo más un ‘Y si…’ de Valverde que uno de Porte. A Porte le veía con esos que luchaban por el podio; a Valverde en este Tour, habiendo visto recorrido y nivel, sin techo. Una desgracia lo del prólogo porque era su única oportunidad realista.
El análisis hecho aquí no está mal, pero al igual que los demás yo también tengo algo que señalar, y es que Sagan no tumbó a Cavendish, sino que Cavendish provocó su propia caída, en muchos medios han criticado la actitud de Sagan, actitud que si observan bien lo sucedido se darán cueva que es inexistente, Sagan saca el codo porque Cavendish lo desequilibró. Entonces al mirar sin ver y criticar lo que no sucedió, muchas personas no vieron lo que si sucedió, y es que el ganador de esa etapa (Demare), se le debió anular la victoria de etapa por invadir el carril de otro corredor en los últimos 300m de carrera.
Saludos.
Me ha encantado la referencia a Radiohead
No me parece bien que insinues que se dopan, que lo dejes deslizar así, pero sin embargo te escapes con tanta cobardía: «En otras palabras, han ido todos como locos y a unas velocidades que superan las de los tiempos más negros del ciclismo. No es precisamente una gran noticia, que cada uno extraiga sus propias conclusiones»
Si tienes argumentos, los das, si tú impresión es que se han dopado, dilo con más gallardía, copón.
Creo que Contador, ha sido un buen corredor, pero pobrecito por él si verdaderamente se piensa que tan sólo está a una «grande» de Hinault. Soñar es libre y placentero a veces.
Un buen corredor? Con 3T3G3V sólo buen corredor? Entonces que serán el 99’9% de los corredores de la historia del ciclismo? Contador no se compara con Hinault, eso lo hace el autor del artículo. No obstante en cuanto a triunfos en grandes vueltas está muy cerquita, casi empate
Si Contador 3T3G3V, entonces Rasmussen 1T, con lo que Contador entonces sólo 2T3G3V.
La diferencia está en cuando le quitaron los solomillos de la dieta.
Lee la resolución del TAS y aprenderás la diferencia entre tu teoría de los solomillos y la realidad
Rasmussen no llegó a ganar el Tour, Contador ganó el del 2010
¿O sea que Contador está incluso por encima de Induráin, verdad?
Contador tuvo 2 ó 3 años buenos, de dominio, y durante ese período y para su infortunio, «luchó contra la Ley, y la Ley ganó».No olvides que una vez que tuvo problemas con la UCI, no ha dominado donde él (y cualquier corredor) ha querido realmente hacerlo, que es en el Tour. Sí que es cierto que cuenta con 7 grandes, pero de ahí a «entronarle» como uno de los grandes de todos los tiempos….pues eso, que soñar es libre y placentero a veces
La verdad que no sé si por encima, a lar par seguro, por lo menos en grandes vueltas, obviamente Indurain tiene medallas mundialistas y olímpicas.
Hombre decir que tuvo dos años de dominio, Tour 2007, Giro y Vuelta 2008 (no corrió Tour porque excluyeron a su equipo y quién sabe si hubiese ganado), Tour 2009, Tour 2010, gran vuelta que corría la ganaba le pese a quien le pese. Después del 2010, ganó Giro 2011 y en el Tour que no entraba en sus planes porque lo iban a suspender, corrió y quedó 5° y peleando hasta el final quien sabe si lo hubiese preparado si lo hubiera ganado. Vuelta 2012 sigue ganado grande que corre. Y a partir de 2013 se ve al Contador más terrenal, 4° en el Tour perdiendo el podio en la última etapa de montaña en favor de Purito, en 2014 caída en el Tour que le obliga a retirarse, se lo hubiera arrebatado a Nibali? Quién sabe, la Vuelta de ese año la gana a un tal Froome. Giro 2015 ganado y en el Tour 5° sin opción que viendo que super Nairo este año ha sido 2° en Giro y fuera del top ten en Tour , creo que da valor a lo que hizo Contador esa temporada con. 32 años no los 27 de Nairo.
Eso no es dominar? Eso es tener solo 2 años buenos? Para mí a Contador le vienen largas las grandes vueltas en 2016 y 2017 pero la edad no perdona y sobre todo cuando siempre ha luchado por ganarlas desde 2007
¡¡Por dios!! ¿Comparas los triunfos en las grandes vueltas de Contador a los de Induráin? ¿Dices que están a la par? Creo que no he de explicar nada a quien sepa algo de este deporte
Por otro lado, insisto en que Contador sólo tuvo 3 años buenos. Antes que se hiciera oficial su «affair» del solomillo, es más que probable que la organización del Tour le advirtiera de cómo estaban las cosas en privado en los últimos días del Tour de 2010, y como consecuencia de ello, entre otras, no hizo una contrarreloj final tan buena como en los años anteriores.
A partir de ahí, la historia es de sobra conocida. Anunció que «lucharía contra la Ley», y como dice la canción, «la Ley ganó». No es lo mismo ganar en Vuelta y Giro, cosa por la que todos los que amamos este deporte suspiraríamos, que ganar el Tour. Y máxime cuando lo has ganado (y muy bien ganado, por cierto al menos en 2009) un par de veces antes y tienes que tratar volver a dejar las cosas en tu sitio después de haber intentado demostrar tu inocencia.
De ahí a intentar ponerle a la par de Induráin….pensar es libre y bonito (a veces).
Opino que el tour de Contador da para hablar mucho más de lo que se comenta aquí.
En este tour yo he sacado 2 conclusiones: 1. Contador está acabado para las generales de las grandes vueltas. 2. Contador es el único de entre los hombres de la general capaz de darle un punto de emoción y espectáculo al tour.
La etapa de Foix y su inmolación en La croix de Fer quedará para siempre en la memoria colectiva de los aficionados al ciclismo. Y probablemente lo único que recordaremos de este tour 2017.
Solo espero que él mismo se de cuenta y lo que le queda en el ciclismo lo dedique al espectáculo, a ganar etapas a lo grande, y se olvide de generales. Se le va a echar mucho de menos en un ciclismo donde el conservadurismo es la ley y donde a Bardet se le considera un «valiente»
Yo no creo que inmolarse sea dar espectáculo. Es como si un equipo de fútbol sale con 10 delanteros y pone a jugar al portero por delante de su área, y acaba cada partido con un 10-1 en contra.
Contador ataca para mantener los aplausos habituales a sabiendas de que va a perder una minutada al final. Mi opinión es que se le deja correr, al menos en el Tour, porque se sabe que es inofensivo. Yo ahí no veo ningún espectáculo.
Sobre lo de «ganar etapas a lo grande»… ¿en qué Tour ha ganado Contador etapas así? Su última etapa en el Tour data de 2009. El Tour que ganó en 2010 (posteriormente otorgado a Schleck) lo ganó sin vencer en una sola etapa, al igual que los Giros de 2008 y 2011 (competición en la que Contador carece de etapa alguna).
Absolutamente de acuerdo con tu comentario, Arcimboldo. Ganar etapas a lo grande, es por ejemplo Lieja (Tour ´95) o Serre Chevalier (Tour ´11)
O, salvando las distancias, Fuente Dé 2012. Al César lo que es del César. El problema es que con Contador se tiene un doble rasero bastante notable, tanto para alabarlo como para denigrarlo. Doble rasero que, como bien dice el artículo, él se encarga de alimentar generando expectativas infundadas o buscando excusas absurdas.
Revisa el Giro del 2011, verás que ganó dos, una en el Etna dando una exhibición, igual que en todo ese Giro.
En 2008 la exhibición la dio ganando el Giro cuando dos semanas antes de empezar le dijeron que tenía que correrlo porque al equipo lo habían excluido del Tour, que iba a defender el título. Eso es una exhibición, estaba en la playa una semana antes de empezar y lo ganó
El Tour es el Tour.
El Giro, pues bueno, está bien. ¡¡Quién pudiera!!….pero no es lo mismo.
Está Fuente Dé y alguna más, por ejemplo en la Vuelta 16, que reventó la carrera y permitió que la ganara Nairo
Hola Guillermo, permíteme unos apuntes.
Aru no ha ganado el Giro (aún) habiendo hecho podio y ganado etapas.
Decir que Porte iba a moverse y abrir la carrera es como hablar bien del muerto; me explico, como todo este Tour ha sido tan mediocre ahora parece que sin cualquiera de las circunstancias y percances que han mermado la competición hubiera sido distinto (para mejor) y no creo que los ataques de Porte a 2 km de meta (que sí parecen para llevarse 3 aplausos y la bonificación de meta a lo mucho) hubieran supuesto mucho problema a Froome.
Si que Thomas haya ganado la primera CRI es un sorpresa, más lo hubiera sido que lo ganara Kung al que calificas de especialista .. sólo hay que comparar el desempeño de ambos en esta modalidad.
Por lo demás coincido en el análisis y especialmente en que la 19° etapa ha sido la más emocionante (vivan las clásicas!!).
Deberías incluir bibliografía para citar a Sergio ;)
Que Alberto Contador a sus 34 primaveras sea lo más emocionante del tour es algo que debería preocuparnos a todos.
¿La crono de Marsella no le dio vergüenza a nadie? Qué bochorno Bardet.
Yo a Mikel Landa lo banco. No sé si tiene un tour en las piernas, pero sí que se que a Movistar no debería ir.
Yo creo que Sagan no debían haberlo tirado.
Saludos
Lo mejor del tour, el de siempre, Perico. Que no muera nunca!
No sabe nada de montar en bicicleta este señor.
Yo he debido de ver otro tour entonces… mucho más emocionante y con el primer puesto nada claro hasta las últimas etapas, el principio de un relevo generacional que se está produciendo y veremos el año que viene, o sea a mí me ha parecido el tour más entretenido de los últimos años, no coincido en absoluto con la el titular del artículo, tremendamente desafortunado
Sé que es una respuesta de mierda, pero con deportes como el ciclismo siempre se me viene a la cabessa: Si te parece una mierda hazlo tú! Corre 200 putos km durante tres semanas y luego me cuentas. Y no tomes pastillas. No tomes nada si tienes diarrea. O fiebre. O un golpe de calor. Y ataca aunque te estés muriendo encima de la bicicleta. Queremos sangre. Queremos ver el rostro de la muerte reflejada en tu mirada. Sí por favor, deja tu puto sofá y hazte ciclista profesional 5 años. Y luego me hablas de ataques y mierdas. :)
¿De verdad a alguien le ha parecido éste el peor Tour de los últimos 20 años?
Habiendo pasado la era de Armstrong y la de Froome, en las que ha habido una superioridad tan abrumadora que el resto se tenía que pelear por las migajas, a mí este me ha sabido a gloria
Los peores Tours en mi opinión, fueron estos: Evans 2011, Pereiro 2006, Nibali 2014.. En esta edición hubo alternativas, pero sin el BMC ni en Movistar en la pelea por la general, el Sky lo tuvo demasiado facil para hacer su trenecito. Porque ni Astana, Cannondale ni Quick-Step se imaginaban que iban a estar ahí peleando la general.
La edición de este año para mi fue muy digna, sobre todo las etapas en el macizo del Jura. La que ganó Calmejane fue pura épica y la de Rigo eso si que fue sufrimiento, madre mia, el tío sprintando con un 53-11, que dolor de piernas.
No había quejas de aburrimiento cuando Indurain ganaba Tour trás Tour con un control aplastante de Banesto…
Nunca los gregarios de Induráin dieron más sensación de fuerza que los jefes de equipo de otros equipos. Nunca los gregarios de Induráin lucharon por el podio. Nunca Banesto ofreció la sensación de ser una máquina generadora de ganadores de un Tour. Dicho esto, sí, hubo Tours de Induráin bastante aburridos.
Ni punto de comparación entre este Sky y Banesto, entre otras cosas porque Indurain era tremendamente superior, pero tampoco era mal equipo, corría un tal Perico Delgado que en los tres primeros Tour de Indurain hizo 9°, 6° y 9°
Desde mi punto de vista, Contador tiene un problema pensando y haciendo pensar al gran público que todavía puede ganar el Tour. Si fuese con un mensaje más modesto y realista estaríamos hablando de un gran Tour de “Alberto” como le llaman en TVE. Pero con sus aires de grandeza y todas sus excusas de todos los días pierde mucho.
Por otra parte el Tour y la UCI deberían hacer algo por tratar de evitar el control tan férreo en las carreras como el Tour, es soporífero, tanto en las llanas con los equipos de sprinters como las de montaña con el Sky y el miedo que genera en sus rivales que se conforman con aguantar y buscar un sitio arriba en la clasificación.
Gran análisis!
A mi no me ha parecido para nada aburrido.
Me han decepcionado muchas cosas: que ganase Froome otra vez (aunque para ser ingles no me caiga mal y tenga merito, ojo), que echaran a Sagan tan injustamente, la no-rebelion de Mikel Landa, la caida de Porte, la retirada de Vittel, Aru que parecia que iba a comerse el mundo y al final aflojo, Nairo Quintana FUERTE! pero no tanto y Contador todos los dias diciendo que habia salvado el dia… :(
Pero tambien me he emocionado mucho! Precisamente todo esto le han dado mucha vidilla a un tour con un recorrido tan triste.
Me faltan comentarios como la critica que se le hizo a Aru por atacar cuando Froome sacaba la cadena de su bici… primero no ataco, segundo, creo qui ni se dio cuenta y tercero, cuando lo vio, aflojo para «esperar». Si tiras la cadena, mas te vale ponerte las pilas y dejar de llorar, tirillas… Aru no se merecio que le criticaran por algo que no habia hecho (aunque yo creo que deberia haberlo hecho).
Tambien me faltan comentarios sobre la trampa del bidon de bardet y uran,.
Penalizaron a uran con 20″ por coger un bidon fuera de tiempo y cuando se quejo porque bardet tambien lo hizo en vez de penalizar a bardet le quitaron la penalizacion a el. Esto hubiera dejado a Mikel Landa en el podium. Curioso que mientras estos dos se desgañitaban por un bidon de agua, Mikel Landa y su cara de poquer estaban ahi mas secos que la mojama y sin rechistar.
Me hubiera gustado verle rebelarse contra Froome, pero es posible que haya ganado mas portandose bien, no solo dinero, tambien la reputacion que te lleva a seguir en el mundo del ciclismo.
Me ha dado pena ver a contador diciendo que «habia salvado el dia» todos los dias, pero ahi sigue el tio! Es un grande y se le ha visto mucho en el tour de este año. Con filete o sin filete es uno de los mejores de la historia del ciclismo innegablemente y me gusta que este ahi dando caña y se vuelva un poco loco de vez en cuando y se «suicide» como decis vosotros en una subida porque si, eso es la gracia de montar en bici, al menos para mi. Aunque me desfonde al final yo ataco siempre a mitad de ruta, si no, me aburro.
Lo que mas me ha faltado ha sido el comentario exaltando la barbaridad que hizo Uran. Despues de la caida de Porte y esperar a que le arreglaran el cambio, el mecanico va y le suelta el cable, el tipo de sube un puertaco con plato pequeño piñon pequeño, ras ras ras… ahi rozando a muerte con el desviador y todavia gana un sprint con esos bestias despues de los puertos y la tralla que llevaban encima en plato grande piñon pequeño, por lo pelos, si, lo que tu quieras, pero gano el. Es un tio muy grande y se merece una mencion mejor que decir que es mediocre. De mediocre nada, enorme, es enorme!
Si, me hubiera gustado un mejor trazado del tour, me hubiera gustado que los grandes no se hubieran caido y que los jueces del tour no hubieran echado a Sagan porque no han visto el video frontal (en el video desde arriba parece que le da con el codo, en el frontal se ve claramente que saca el codo despues de que cavendish pierda el equilibrio), que Contador y Nairo Quintana hubieran estado mas fuertes y que Mikel Landa hubiera atacado a su jefe, pero es lo que tenemos… y el año que viene que? Sera Froome otro mas del club de los 5 tours? Que pasara con los colombianos? Seguira contador en el top 10? Mikel Landa estara al nivel? Y Aru, ira de verdad a por ello? Bardet entrenara las contrarrelojes con gafas? habra de verdad ese relevo generacional o seguiremos teniendo a nuestros perros viejos agarrados con los dientes?
Ya se oyen rumores de partes de tierra en el tour, yo no me lo creo, y mas despues de lo que dieron por saco con el albero de la vuelta del año pasado…
Guillermo, hola! Tienes increíbles entradas que he ido encontrando con Google. Hay alguna forma de ver un índice de ellas? Más que el trabajo de estar buscando cada una, me preocupa perderme cualquiera de ellas. Todas son geniales.