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Odio eterno al fútbol moderno

Foto: Getty.
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El fútbol, tal y como siempre lo hemos conocido, terminó en 1994. En concreto en el verano de aquel año, cuando se disputó el Mundial de Estados Unidos. Ocurrió en el acontecimiento cuatrienal algo insólito: Nike hizo un anuncio sobre balompié protagonizado por la selección de Brasil. Después vendrían muchos más, pero aquel fue el primero y recuerdo que mi todavía esponjoso cerebro preadolescente pensó: «¿Nike? ¿Un anuncio de fútbol? Pero ¿estos no son de baloncesto?». Y lo eran. A la multinacional no le importaba aquel deporte de la vieja Europa en el que los clubes no eran franquicias, las ligas no eran negocios privados y las televisiones retransmitían un partido a la semana sin anuncios que interrumpieran el juego y con espectadores separados en gradas para evitar una vistosa batalla campal.

Aquel juego que se multiplicaba por las calles de niños con rodillas ensangrentadas no daba pasta. Pero cuando el soccer cruzó el Atlántico Nike abrió los ojos: miles, millones de personas salidas de sabe Dios dónde estaban deteniendo sus vidas por ver aquel deporte lento y en el que era posible terminar con empate. Y dijeron: «¡Un momento!». Y ahí terminó todo.

Se formó paulatino un tsunami de anuncios en los que Eric Cantona se levantaba el cuello de la camiseta y decía au revoir. El merchandising, lento pero firme, lo inundaría todo: el fútbol se empezó a comercializar como nunca antes y arrancó una lenta mutación que destrozó su esencia. De deporte a producto sin que nos diéramos cuenta. No solo Nike, claro. Decenas de empresas se unieron a la orgía y comenzaron a «abrir mercado», sobre todo en China y Oriente Medio. Sin duda un puñado de tipos se hicieron millonarios —y se siguen haciendo— descubriendo este filón, pero lo que es al hincha de a pie la metamorfosis lo noqueó. Y en ese estado de shock seguimos, desesperados por reconocer el que un día fue un deporte sin deformar. Locos por recuperar su esencia sepultada bajo montañas de dólares y euros.

Cuando quisimos reaccionar los equipos habían decidido que los jugadores llevasen los números que quisieran, en lugar del 1 al 11 de toda la vida, necesario para recitar las alineaciones de memoria en el bar. Descubrimos con horror a peloteros con el 58, el 99 o a imbéciles que, si el 9 estaba ocupado, se ponían en la espalda 1+8. Delanteros con el 2, defensas con el 33, mediocentros con el 19… Inexplicable. La faena la completaron poniendo el nombre encima del número. Y claro, eso en España se tradujo en una colección de horteradas que ensuciaron cientos de camisetas, estilo Guti Haz, que decidió ponerse las iniciales de sus hijos, o el francés Julien Escudé, que se puso en el dorsal SQD. Sin comentarios.

Toda esta crítica, por cierto, vale para aquellos dorsales legibles, ya que algunas innovadoras grafías cool se olvidaron de que los jugadores llevan un numerito en la espalda para que los aficionados podamos saber quiénes son. En este punto se abre otra vía: la comercialización masiva de equipaciones empujó a los clubes a perpetrar nuevos diseños para las camisetas, obviando la historia y tradición que las elásticas portan (o al menos portaban) consigo. Así, no solo asistimos al rediseño anual de camiseta, sino que contemplamos con horror cómo, por ejemplo, la segunda casaca de la Juventus es verde pistacho, la del Madrid llegó a portar un dragón y hasta el Barça puso sus centenarias rayas en horizontal. Ni siquiera el balón es ya blanco con ribetes o pentágonos negros. Qué va, ahora los balones son de colores, con dibujos de mierda. Y en invierno hay que jugar con una pelota amarilla a pesar de que en España hay dos partidos al año, como mucho, en los que nieva. Sobre las botas de los futbolistas prefiero no opinar. Deslizo el dato de que el año pasado algunos jugadores comenzaron a competir con una de cada color. Y no fueron expulsados de la Liga.

Alguno dirá: «Pero bueno, si todo esto enriqueció al fútbol, lo llenó de dinero y lo hizo mejorar y desarrollarse. Eres un retrógrado». Y yo diré: «Sí. Y me da igual». Añoro el fútbol subdesarrollado de antes, sin fans histéricos haciendo fotos al delantero rival después de que haya metido un gol a su propio portero, ni treinta periodistas desplazados a otro país por un partido. Sin anuncios de cremas hidratantes y bancos. Sin niños preocupados por el color de sus botas. Yo quiero el fútbol en esencia. Sin señores prostituyéndolo.

Sí, en el fútbol soy retrógrado. Y totalitarista, añado. Porque opino que el fútbol no es la vida. Que no se pueden trasplantar los ideales que aplicamos en nuestra realidad al fútbol profesional. Yo en la vida, por ejemplo, creo en la libertad por encima de todas las cosas, en los derechos individuales y humanos y en la solidaridad. En el fútbol, en cambio, apoyo un intervencionismo y prohibicionismo salvajes. Prohibiría casi todo lo que implique lucro, en pos de una competición pura, esencial, basada en el talento y capacidad de cada club para sacar lo mejor de sus chavales. Y doctrina comunista para el dinero que surja: se reparte. Si no a partes iguales, sí de una forma proporcional. Neutralizadas las tonterías con mano de hierro, volveríamos a disfrutar del deporte sin más, con jugadores a los que el peinado no les importe más que los goles (léase Dertycia o el Tato Abadía) y que no hagan anuncios de calzoncillos mientras dicen «máquina» y «monstruo» cada tres palabras. Volveríamos al fútbol con identidad. La identidad o, mejor dicho, la ausencia de ella, es otra de las claves que definen el fútbol moderno: en este caso el asunto se fue al garete un año después del Mundial de Estados Unidos, en 1995. La ley Bosman remató la faena.

¿Qué hay de lo mío?

Jean-Marc Bosman jugaba en el Lieja belga cuando interpuso una demanda tras su fallido traspaso al Dunkerque francés que llegó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE). El fallo, favorable al jugador, tuvo un mar de fondo que revolucionó el fútbol: la defensa de Bosman planteó que debían interpretarse los artículos 48, 85 y 86 del Tratado de Roma del 25 de marzo de 1957. En este tratado se prohíbe que las asociaciones o federaciones deportivas puedan establecer en sus reglamentos limitaciones en el acceso de jugadores profesionales extranjeros ciudadanos de la UE a las competiciones que organizan. La UEFA llevaba incumpliendo la legislación treinta y ocho años. En España, por ejemplo, los clubes solo podían alinear a tres extranjeros por partido, lo que favorecía a los jugadores nacionales y dotaba de sentido a la cantera. También, claro, discriminaba a los extranjeros. En 1995 cambió todo: el libre mercado llegó al fútbol y los totalitaristas del balón nos sentimos atropellados. El balompié se convirtió en un mercadeo, en un zoco de futbolistas en continuo movimiento. Se creó el llamado mercado de invierno, la posibilidad de fichar en mitad de la temporada y empezaron a brotar como hierba mala representantes, agentes, intermediarios, agencias de representación, comisionistas, relaciones públicas… Si el merchandising había edificado la base, el fútbol negocio se culminó con el traspaso indiscriminado de jugadores. El resto de listillos a los que el fútbol les había importado siempre un bledo se unieron al carnaval al son del dinero. Todo tipo de personajes olisquearon ganancia fácil, la tomaron y huyeron dejando la esencia del fútbol podrida sin remedio. Algo que, evidentemente, les importa un carajo. Nunca les gustó el fútbol.

Se multiplicaron los fichajes sin sentido, las contrataciones innecesarias, las multipropiedades de jugadores, la especulación… Chavales que salían de Sudamérica con dieciséis años para jugar en Abu Dabi, futbolistas propiedad de un fondo de inversión incapaces de decidir su destino, equipos que fichaban a japoneses para aumentar la audiencia en aquel país, cantidades de dinero estratosféricas… Un circo que pulverizó la identidad de los equipos. Los jugadores dejaron de estar en comunión con las gradas. El fútbol perdió otra esencia, la de ser algo más que un negocio, la de que los clubes no sean simples empresas con empleados, sino asociaciones con un valor y sentimiento defendidas por profesionales que creen en ellas y alentadas por el verdadero sentido de su existencia: la masa social. Hoy, miles de jugadores vienen y van sin saber nada del club para el que compiten. Los representantes salen en las revistas del corazón y las canteras se marchitan (con honrosas excepciones) haciendo que lo poco que quedaba de sentimiento, de unión entre hincha y club, se haya evaporado. Ahora cuenta solo fichar más y mejor, tener dinero y estrellas. Todavía recuerdo cómo nos reíamos de Japón cuando nos contaban que allí los aficionados siguen a jugadores concretos y no a equipos. La «cristianización» y la «messinización» en Europa nos devuelven ahora la bofetada. ¿Qué hemos hecho con la pasión?

Con el mercadeo instalado en el fútbol los clubes se convirtieron en objeto de deseo para especuladores y millonarios. Llegaron y llegan a nuestro fútbol los jeques y «petro-ricos», que nada entienden del balón —y mucho menos de fidelidad a unos colores— y se creen que a esto se gana fichando a los que más veces salen en la tele. Exijo que no haya un solo hincha que no deteste a estos nuevos engendros, equipos que vendieron su alma al poderoso caballero en busca del éxito sin reparos.

Foto: Getty.
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De la grada al sofá

Completado el negocio, faltaba exportarlo a todos los rincones del mundo y a todos los salones de España. Y llegaron ellas, las televisiones. Y pusieron la guinda al show, a la mascarada que hace irreconocible el fútbol actual. Los directivos del ente desparramaron sus millones sobre la mesa en los llamados «derechos de televisión» y los presidentes de los clubes babearon. Que nadie piense que usaron esos fajos de papel moneda para reinvertir en sus clubes, en cantera o mejoras. Qué va: lo que hicieron fue pagar más por fichajes inútiles y engordar la burbuja absurda del fútbol hasta hacerla insostenible. Todo gracias a la usura, al negocio y al ansia de hacer dinero utilizando como medio algo que, hasta no hace mucho, era solo pasión y entrega.

Con los clubes y la Liga ya sobornados, las teles comenzaron a disponer del juego a su antojo. Decidieron que, para optimizar las audiencias, no se podían disputar todos los partidos a la misma hora, arrebatándonos los añorados carruseles de los domingos. Ahora se juega el viernes, el sábado desde la mañana hasta la noche cada dos horas, lo mismo el domingo y un último partido el lunes. Les importa un carajo que los chavales no puedan ir al estadio porque su equipo juega entre semana a las 22:00 horas. O que se arruine el ambiente de un derbi porque lo pongan un viernes. Diría que el objetivo es sacar hinchas de las gradas para sentarlos en el sofá. Si no, no se entiende por qué los horarios son de locos, con partidos de Copa un jueves a las once de la noche. O por qué no se avisa hasta dos semanas antes de cuándo se juega el encuentro, mientras que en otras ligas, como la inglesa o la holandesa, dan el calendario detallado e inamovible en verano. Y aun así hay quien se sorprende por ver las gradas de los estadios ingleses siempre llenas, con tres mil hinchas visitantes. «Es que es cultural», llega a decir algún periodista deportivo al servicio de este fútbol-negocio.

Es justo decirlo. Dentro de la mercantilización del fútbol hay niveles. Inglaterra, siempre respetuosa con sus tradiciones, mantiene una nobleza para con sus hinchas, facilitando horarios, desplazamientos y precios de las entradas. Igual o parecido pasa con Alemania. Dense un paseo, sin embargo, en España. Acudir a un encuentro resulta ridículamente caro. Resuena todavía hoy en mis oídos el dato que se hizo público en los cuartos de final de la Champions 2013-14. La entrada más barata del partido Atlético de Madrid-Barcelona costaba más que la más cara del Bayern de Múnich-Manchester United. Inaudito. Recuerdo también un cruce entre el Schalke 04 y el Athletic de Bilbao. El equipo alemán ofreció entradas a los hinchas vascos por veinte y treinta euros. Los alemanes, para acudir a San Mamés, tuvieron que pagar noventa euros. Los aficionados del Schalke desplegaron una inolvidable pancarta. «Entrada noventa euros = un euro por minuto. ¡El fútbol no es sexo telefónico!».

La asistencia media a los campos de la Liga el pasado año no alcanzó el 65 %, mientras que en Alemania llegó al 91 % y en la Premier inglesa se situó en el 95 %. La Liga, dirigida por el señor Javier Tebas, no quiere espectadores en el campo, los quiere en el sillón para que las televisiones sigan pagando. Y a los pocos valientes que todavía reúnen coraje para asistir a la grada, los sangran. Sirva otro ejemplo de hace dos años. A falta de pocas jornadas para que ganase la Liga, el Atlético de Madrid visitó al Getafe, equipo cuyo estadio parece un erial en cada partido. Se preveía una visita masiva de hinchas rojiblancos, el campo por fin rebosaría vida. Ojalá. Rápidamente los directivos afilaron sus colmillos y pusieron un precio grotesco a las entradas visitantes que arruinó el ambiente. De nuevo todos al sofá, no vaya a ser que el fútbol reviva.

Y, encima, arruinados

Comentaba el presidente del Eibar, Alex Aranzábal, en un reportaje para Jot Down, que el dinero de los derechos de las televisiones debería ser, lógicamente, beneficioso para los clubes. «Pero los clubes se gastan todo lo que ganan. La televisión les da dinero para que ellos fichen más caro y paguen más a los jugadores, con lo que la situación de deuda sigue igual. Es un bucle». Aranzábal se refiere a la deuda que asola al fútbol español: el colmo, la estupidez supina. Si has arruinado la esencia y autenticidad de la competición en nombre del dinero, al menos tendrás una competición millonaria, ¿no? No.

La Liga y los clubes españoles (salvo, otra vez, honrosas excepciones) son tan ridículos y esperpénticos que se han cargado los valores del deporte y encima están arruinados. Sacrificar todo en pos del beneficio les ha hecho ansiar cada vez más y, mientras los aguiluchos se enriquecían sin mirar atrás, los clubes inflaban una burbuja que ahora no saben cómo pagar: casi todos en la ruina, jugadores sin cobrar, intervenciones judiciales, concursos, sanciones que imposibilitan fichar, denuncias… Un absurdo en el que solo los grandes —concretamente dos: Madrid y Barça— sacan tajada gracias a las audiencias. Esto ha convertido el torneo en un previsible duopolio en el que los dos coñazos de siempre se disputan todo, se quejan de todo y compran todo. También todo lo ocupan: televisiones, periódicos, tertulias, escaparates… Una generación entera de chavales a los que les gusta el fútbol tiene hoy dos opciones: Madrid o Barça. El resto se ahogan y el cadáver toma definida forma de comparsa para que el «madribarçismo» pueda seguir creciendo. Y, sin despeinarse, Javier Tebas, el director de todo este desaguisado, elige eslogan: «La mejor liga del mundo».

La mejor liga del mundo, por cierto, tiene nombre de banco. Se llama, desde hace unos años, Liga BBVA. La pérdida de identidad no es solo una idea abstracta, es una venta de dignidad en toda regla. La Segunda División es la Liga Adelante, el eslogan del susodicho banco. Nada escapa al negocio, que avanza destruyendo el fútbol a su paso. ¿Saben dónde se va a celebrar el Mundial de 2022? En Qatar. Sí, ese país del golfo Pérsico con tantísimo arraigo y tradición balompédica y en el que en verano se alcanzan temperaturas de cincuenta grados. No es una exageración. El año pasado se registraron cincuenta y dos grados en el mes de julio. El Gobierno qatarí prohíbe por ello salir a la calle en esas fechas durante el día a sus ciudadanos. Es un misterio cómo irán entonces los hinchas a ver morir a los jugadores sobre el césped. Organizar un Mundial en Qatar, digámoslo claro, es inviable. Además de estúpido. Pero el dinero manda. En concreto, quienes manejan el dinero mandan y, con decisiones como las del Mundial 2022, demuestran a las claras cuánto les importa el fútbol. Y de paso cuánto daño le están haciendo.

La Copa del Mundo no es el único torneo desvirtuado. La Copa Intercontinental es ahora el Mundialito de Clubes. Ni hablar de galas indignas como los premios de la Liga (una especie de Goya a lo —aún más— cutre) o el Balón de Oro, que en pocos años ha pasado de ser una anécdota a ser el evento por excelencia en el año futbolístico.

Foto: Getty.
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Santiago Cepsa Adidas Microsoft Pepsi Bernabéu (dramatización)

El diablo también ha comprado las almas de los clubes. Camisetas sin mácula como la del Barça o el Athletic portan ahora publicidad. La del Barça, por cierto, es Qatar Foundation, el mismo país que albergará el Mundial mientras organizaciones como Amnistía Internacional siguen denunciando la sistemática violación de derechos humanos del Gobierno, que en su código penal recoge la tortura como método de castigo, por ejemplo.

Pero qué más da: dan dinero. Eso es lo que cuenta. Nadie debería levantar una ceja si mañana el Camp Nou pasa a llamarse Qatar Stadium. El Bernabéu va camino, se llamará Cepsa Bernabéu en unos años. En otros casos ya es una realidad: el estadio del Espanyol se llama Power 8 Stadium (qué precioso y entrañable nombre para preservar la tradición y romanticismo del club), el del Arsenal, Emirates Stadium, y el del Bayern de Múnich, Allianz Arena. Todos ellos cubiertos de asientos, la UEFA obliga, no vaya a ser que a algún aficionado se le ocurra vivir la pasión de un partido de pie, sin comer pipas.

Es más, todavía quedan algunos hinchas que, atención, cantan y animan a su equipo durante el partido. Se entregan a sus colores sin pedir casi nada a cambio y entienden el apoyo como una muestra de fidelidad. Fidelidad a un escudo y colores como símbolo de identidad, algo que pierde todo el sentido si quienes manejan esos códigos son ajenos a lo que significan: el fútbol moderno da la razón a quien se sorprende de que haya aficionados que animen a once millonarios corriendo tras un balón. La razón de ser de este asunto es que afición y equipo sean uno, sean lo mismo. Y puedan apasionarse sin vuelta de hoja por los mismos devenires terrenales: ganar o perder un partido. Eso es todo. Qué grandeza. Qué alivio en un mundo en el que todo es tan serio y racional.

Son estos hinchas unos extraños seres que consideran el fútbol el último reducto que la civilización les concede para dar rienda suelta a la naturaleza humana en forma de gritos, apego irracional y un folclore que solo quien no lo comparte se toma demasiado en serio. Por suerte cada vez son menos y, en España, la Liga, encabezada por Javier Tebas, ya está manos a la obra para neutralizarlos definitivamente. No descansarán hasta que todos se queden sentaditos, en silencio y, a poder ser, en casa. Que molestan menos. Los estadios, mejor, para los turistas japoneses y los millonarios rusos. Ellos sí pueden pagar el precio de las entradas.

Seamos realistas. La deriva del fútbol es imparable. Si hay posibilidad de riqueza nada ni nadie detendrá el negocio. Ocurre en todos los órdenes de la vida y es bueno para el progreso de la humanidad. El único anhelo pretendido en esta diatriba es mostrar que algunos soñamos con santuarios de autenticidad. Soñamos con preservar algunas actividades inocuas o no importantes y mantenerlas al margen de la vida real. Algunos entendemos el fútbol como una de estas actividades, un oasis en el que lo único que importe sea lo esencial, sin lucro ni negocio, una competición de alma primitiva y auténtica. Tal vez solo cuando por fin los grandes clubes-empresas del mundo acuerden hacer una liga cerrada al estilo NBA llegue nuestro momento: el momento en el que el resto de equipos regresen al amateurismo, recuperen lo que antaño les daba sentido y compitan entre ellos sin otro objetivo que la impagable gloria de vencer.

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115 Comentarios

  1. Pingback: Odio eterno al fútbol moderno

  2. El artículo comienza con un error. El anuncio de Nike fué para la fase final del Mundial de futbol de 1998, no de 1994. En el 94 Brasil vestía de Umbro.

  3. Excelente artículo. Un error: Actualmente, el estadio de Espanyol se llama RCDE Stadium y no Power 8 Stadium.

  4. Vaya, así que con Franco se jugaba mejor ehhh? :p. Por cierto, las numeraciones extravagantes las popularizaron los jugadores del Ajax en los setenta, si si, la de Cruyff.

    Creo que confundes pérdida de identidad con los cambios de costumbres, inherentes al paso de los años. No me imagino yo a usted comentando que qué mal que los trenes vayan tan deprisa con lo que molaba ir a paso de burra admirando el paisaje..

    ¿o sí?

    • Ni le contemos qué número usaba Osvaldo Ardiles…

      • Al Deayea

        Supongo que te refieres al Mundial´78 en el que los futbolistas argentinos llevaban dorsales dispares. Ardiles llevaba el 1, si. Por la «A»
        Decisión expresa de Menotti: Los dorsales se otorgaron por orden alfabético. Así el portero Fillol lució el dorsal 7, por ejemplo.
        Es un hecho único en el fútbol.
        En cualquier caso en la Copa del Mundo, desde hace muchas ediciones cada jugador tiene asignado un dorsal y lo lleva durante todo el torneo, independientemente de si es titular o no.

    • Al Deayea

      El Ajax era una pequeña excepción, es cierto pero solo dos hombres del once titular habitual llevaban dorsales diferentes: Cruyff (14) y Haan (15). El resto iba del 1 al 11. Eso en Liga. En la Copa de Europa no estaba permitido; Cruyff solía usar el 10 y Haan el 7.

      • Sí sí, en la Copa De Europa los del Ajax sí que iban con numeración «exótica». Basta con repasar videos antiguos de la Copa De Europa.

  5. Un dato, el mundial de Qatar será entre noviembre y diciembre. Alguien ha decidido que es mejor parar las ligas dos meses que ver morir a los jugadores en Qatar. Lo de ver morir el fútbol, ya tal.

  6. Desde el corazón de un hincha de un equipucho de segunda b que no nos da más que disgustos y que hace tiempo renegó de todo lo maravillosamente enumerado en este artículo. AMÉN.

  7. Parece que un pijillo todavía no perdona a Zamorano por alguna tarde amarga de su infancia. Habría que recordar que el 1+8 nació para que Ronaldo tuviera la 9 y Baggio la 10. Iniciativa del propio Iván. Que el respeto por ciertas tradiciones tuvo que hacer adaptarse al propio marketing.

    En lo demás, sí, muchas cosas ciertas y rescatables, aunque se pueden leer mejor -más claro y menos pretencioso- en Panenka o Kaiser.

  8. Sobre este aspecto siempre me gusta comparar con el deporte estadounidense, sobre todo la NFL al ser el que más conozco, ya que siempre se pone como ejemplo (y con razón) de excelencia a la hora de vender un producto.

    Obviemos el tema del draft que por razones obvias no se puede implementar en el fútbol. Es una lástima porque daría mucha más competitividad, pero bueno, hay muchas otras cosas que se pueden hacer.

    Empecemos por las equipaciones y las botas. Los uniformes aquí duran 5 temporadas. Todos los equipos son vestidos por el mismo fabricante (en este ciclo es Nike, el anterior fue Reebok, etc). Cierto es que suele haber ediciones especiales de camisetas como el ´throwback thursday´, las ediciones especiales militarizadas o las camisetas especiales para el partido del jueves. Pero a pesar de esas camisetas especiales, hay una uniformidad a lo largo del tiempo. ¿Qué consigue eso? Que casi todo el mundo tenga una camiseta del equipo. Puede parecer una chorrada pero yo tengo la camiseta de mi equipo, mi hijo y mi mujer también. EL día que acabe el ciclo y cambie el diseño, allá que iremos toda la familia a comprarnos las nuevas. De España no tengo una camiseta de mi equipo o de la selección desde la temporada 98-99.
    Las botas también tienen sus limitaciones. Éstas por reglamento deben ser blancas, negras o como mucho tener el color dominante del equipo como color principal o secundario.

    Pero pasemos al asunto espinoso, la televisión. Desde España llevamos años oyendo que si el partido en abierto, que si el premium, que si la abuela fuma. Al final, ¿quién ve un Eibar-Leganés un lunes a las 22? Efectivamente, nadie. Yo desde luego ni se me ocurre gastar 5 minutos de mi tiempo en ver semejante partido, pero sí que me siento a ver un Tennessee-Jacksonville. Vamos a ver por qué.

    Lo primero que hay que saber es que desde los años 60 hay una ley que impide retransmitir un partido profesional si en un radio de 100 millas ese día hay un partido de universidad o de instituto. Sí amigos, de instituto. Esas 100 millas se traducen en que en la práctica no hay ningún lugar habitado fuera del radio de acción de un partido no profesional. ¿Esto en qué se traduce? En que no hay NFL los sábados (cierto, hay fechas especiales cuando termina la temporada universitaria, pero grosso modo, no hay NFL los sábados). Los partidos en la NFL son: (desde 2006 creo) el Thursday night, el Monday Night (la gran tradición americana) y el domingo. Los partidos del domingo son como los carruseles a la antigua usanza cuando los partidos eran aquí a las 5, básicamente todos los partidos se juegan a las 13 o 16 hora local y luego está el partido de la noche que se juega a las 20.30 hora de la costa este.

    ¿Cómo está repartido esto? Muy sencillo, por un lado las televisiones generalistas en abierto se reparten los partidos de modo que TODOS los equipos pasen por todas las cadenas, de manera que todos los equipos jugarán un Thursday Night, un Monday Night y un Sunday Night. Exceptuando experimentos como las nuevas retransmisiones por Twitter de los partidos de los jueves y el sacrosanto Monday Night (que es en cable), el funcionamiento es el siguiente.

    El domingo hay un partido de la 1 en abierto en un canal y en paralelo te van poniendo las jugadas destacadas de los otros partidos, mientras que otro canal en abierto pone uno de los partidos de las 4. Por su parte el partido de las 20.30 es en abierto siempre en NBC. Además de esto, las estaciones locales dan en abierto el partido del equipo de la zona de influencia. Por ejemplo en mi caso, los Seattle Seahawks los pone Fox siempre en abierto en Washington, Oregon e Idaho.

    Y qué decir de la página oficial de la NFL. Por cada partido hay cantidad de videos abiertos casi en tiempo real de todo tipo de resumenes. Los highlghts completos de cada partido, las jugadas destacadas individualizadas, etc.

    Y aun así, con todas las posibilidades que hay de ver NFL gratis, la gente se abona al cable para ver NFL network y ESPN para poder ver el resto de partidos. ¿Por qué pagaría alguien para ver algo que puede ver gratis en su mayor parte? Muy sencillo, porque ofrecen un producto de calidad y que sabes cuando vas a poder verlo. Por ejemplo, uno de los canales de cable es el llamado Red Zone. La red zone es la zona delimitada entre las 20 yardas y la linea de gol (hagamos una analogía con el area en fútbol). Pues bien, en ese canal tienes un partido principal y los demás están en pantallitas pequeñas. Cuando en alguno de los partidos se llega a la famosa red zone (es que va a haber una anotación inminente) la retransmisión cambia a ese partido.

    Y,como digo antes, saber cuándo hay partidos es muy importante. Yo compré entradas en julio para un partido que va a ser en diciembre un jueves a las 17.30 hora local. Yo aquí puedo organizarme un viaje para ir a Denver un fin de semana para ir a los Broncos. ¿En España? Pues no. Si da la casualidad de que hay partido, pues quizá voy pero no se me ocurre plantear un viaje para ir a ver un partido como tema central. Pero esto de saber cuando son los partidos no es solo beneficioso para el negocio del deporte en directo, es que para verlo por televisión también. Yo puedo organizar actividades los domingos en función de partidos. Podemos quedar con los amigos para hacer una de las sacrosantas barbacoas un domingo sin ni siquiera saber el calendario porque sabemos que hagamos lo que hagamos va a haber un partido interesante en la televisión además de ver a nuestros Seahawks.

    En fin, que el modelo americano no se puede trasladar al fútbol en su totalidad pero seguro que se pueden sacar algunas ideas. Y sobre todo, por favor, que no nos cuenten la milonga esa de los horarios premium y que si el futbol es en abierto no se gana dinero y no se que cosas mas, porque es MENTIRA.

    • Excelente comentario, yo iba a ir por ese camino también así que añadiré una cosita que te has olvidado: el blackout. Si el estadio no está (casi) lleno, el partido no se puede ver en TV en su zona de influencia (creo que lo hacen por condados, no lo tengo muy claro ahora mismo). ¿Por qué? Porque lo primero es el público que va al estadio, justo lo contrario que aquí. Y eso que la NFL se lleva cada año 5000 millones de dólares (habéis leído bien) de la TV.

      • Buen apunte, gracias por recordarlo. La verdad es que este tema da para mucho y en cuanto te pones a escribir, facil es que se escapen. El tema del blackout no nos pasa demasiado en Seattle, llevan 115 partidos locales seguidos vendiendo TODAS las entradas ( a 8 partidos de temporada regular + 2 de playoff en el mejor de los casos, haced la cuenta de cuantas temporadas son eso), y eso que los Seahawks hasta hace 3 años eran una auténtica castaña.

        • Otro aspecto que habría que comentar es la capacidad que tienen las grandes ligas americanas de monetizar la asistencia al estadio. Para que nos entiendan, no es como aquí que la gente llega al jurgol justo cuando empieza y a veces se van un cuarto de hora antes de acabar, allí ir al estadio es un plan para todo el día… y para dejarte la pasta, que saben muy bien cómo sacártela. Porque los estadios americanos deben ser la caña. Por comparar, en Zaragoza se quería hacer un campo nuevo de unas 45000 localidades por unos 100 millones de euros, los nuevos estadios americanos se van sobre los 1500 millones de dolares como poco (el nuevo de LA creo que se va a ir a 2600 millones).
          PD: ¿Pero cómo ha cantado ESO? XDDDD

          • En general si, pero es como todo, depende de los equipos. El jueves pasado en San Francisco huia como si les fuese la vida en ello, y aun quedaba un cuarto. Ir a ver a los Miami Dolphins hoy en día te puede costar $15 (precio verídico para el partido de dentro de 2 semanas contra los Bills).

            Pero sí, en general es un sacapasta. El precio medio de una entrada son $100. Una cerveza $10, mas o menos lo mismo que el perrito caliente más lamentable que te puedas imaginar. Suma otros $50 o $60 para aparcar. Vamos, que si vas un dia de familia te puedes dejar 500 o 600 sin despeinarte.

          • Por cierto, lo del coste de los estadios en Estados Unidos impresiona a simple vista pero tiene truco. Trabajo en grandes proyectos de infraestructuras y los españoles alucinarían con las cosas que se ven aquí en cuanto a sobrecostes, facturas hinchadas, plazos, etc etc.

            • Como si en España no se hiciera lo mismo, mira lo que se presupuestó en la Caja Mágica y lo que costó, creo que fueron 3 veces más o así. O las Calatravadas, o el Palma Arena…

      • Dublinés

        Creo que se han sacado una nueva norma en la LFP, algo parecido lo del blackout (modo irónico: off). Si la grada del estadio que queda frente a las cámaras de televisión no está llena en un alto porcentaje, se multa al club. Es decir, el resto del estadio puede estar como el desierto del Sahara, pero enfrente de las cámaras tiene que estar lleno, para que haga bonito…

  9. Si no gana el Madrid, gana el Barcelona. Y si no gana ninguno de los dos, es que el fútbol español está en crisis y hay que reformarlo.

    Es todo tan absurdo que, cuando el Madrid le mete seis goles a un Getafe, las televisiones se pasan diez minutos analizando el partido, tratando de sacar una gloria milagrosa de lo más ridículo. ¿Quién esperaba otro resultado?

    A ver si la Liga española se va al diablo de una maldita vez y se acaba este soberano aburrimiento. Aunque entonces nos tocará a todos pagar el desastre, me temo.

  10. El auténtico cáncer del fútbol actual es la prensa deportiva, con mención especial para la española que ya resulta directamente deleznable.

  11. Lucas Alcaraz

    Estando de acuerdo con el autor en la mayor parte del artículo también comentaré que este año no tenemos la Liga BBVA y la Liga Adelante, sino que tenemos la Liga Santander y la Liga 123, igualmente pagada por bancos.

    En cualquier caso, buen artículo

  12. Me parece fatal que no se mencione a la FRAC

    https://www.youtube.com/watch?v=JTiaYyYAJVE

  13. Excelente artículo, que sin embargo obvia un tema fundamental para calificar el fútbol moderno de auténtica estafa… las apuestas, un negocio astronómico que en su faceta más oscura, con millones de apostantes asiáticos engordando el cochino, han prostituido un espectáculo que en buena parte, está manipulado

    • Sí señor, tienes toda la razón.
      Curisos que no se pueda hacer publicidad de un buen vino, por los problemas de la sociedad con el alcohol, y al mismo tiempo se permite publicidad del juego, como si no creara problemas la ludopatía.

  14. Defines muy bien lo que he vivido y lo que pienso. Yo crecí mirando la Libertadores con jugadores que lo dejaban todo por su camiseta.
    Ese era el barómetro que se le ponía a los jugadores en ese momento. Estoy de acuerdo contigo cuando te refieres a la incursión de NIKE en el 94 y a su primer juguete Ronaldo, pero déjame agregar el traspaso de Alan Shearer como bisagra en este juego de cerdos y de lavado. Fue el primer precio desorbitado que se pagó por un jugador de fútbol. Fíjate, a partir de ese momento nada fue igual.

  15. La otra es ver como algunos futbolistas con tal de ganar se arrojan al suelo y gritan con tal desespero, pero al ver la repetición se ve que nadie los toca, otros exploran la sexualidad de su contrincante como si no tuviéramos lo mismo y lo peor es que hay más.

  16. pablo ruiz

    Y que mueran los Carrefour y vuelvan los ultramarinos! Muerte al taladro y viva la barrena! Qué asco de modernidad, con lo bonito que era morir de tuberculosis y no tener pantallas por todos lados haciéndonos la vida más fácil. Y más bonito era todo antes cuando los jugadores no cobraban por jugar (es de coña, claro) y solo les importaba la gloria.
    Supongo que hay que generar debate para que tontos como yo perdamos el tuiempo escribiendo tontunas, pero es que razonamientos tan estúpidos como el de este artículo son la base para que otras cabezas huecas critiquen la comida trasgénica o la retirada de las vacunas.
    No digo que toda la modernidad sea buena, pero vaya, es infinitamente mejor que lo que había antes. Supongo que en 1970 habría otro articulista que escribiría sobre lo feo que era jugar al fútbol y lo verdaderamente bueno era leer un libro.

    Para gustos colores, pero cuando el argumento es idiota hay que señalarlo, y este sí que es de campeonato. Un campeonato que podría patrocinar Nike.

  17. Muy buen artículo, aunque me falta que nombre a los culpables de este desaguisado, porque tienen nombre y apellidos: Rupert Murdoch, Silvio Berlusconi y Leo Kirch, aunque este último salió escaldado. A los otros dos también me hubiese gustado verlos en la hoguera, pero no ha podido ser.
    Aparte de eso, un detalle: La Liga BBVA es hoy la Liga Santander y la Liga Adelante es la Liga 123. Plus ça change… monta tanto

  18. Para el que no este al corriente, todavía quedan equipos que persiguen un fútbol como el de antes, de la gente, no de las corporaciones. A una escala pequeña, los amantes de ese fútbol deberían tener un ojo y medio puesto en el U.C. Ceares,los últimos en presupuesto, los primeros en corazón.
    Un equipo de tercera, si, pero del que participa toda la gente y que «hace barrio»
    Sin duda, un orgullo para los que pensamos que el fútbol no es simplemente esa máquina de hacer dinero que emboba a muchos
    Por supuesto hay otros clubes más arriba con la misma filosofía, como el St. Pauli o el F.C. United of Manchester, pero hay que barrer para casa :-))

    Estén atentos al documental del Ceares que se está preparando.

    Lo dicho, U.C. Ceares, keeping the faith since 1946

  19. A ver, hombre, que lo que tú quieres es fútbol amateur. El deporte profesional sólo es espectáculo, y no necesariamente deportivo. Así que seguro que, como yo con otros deportes, disfrutas más viendo a unos muchachuelos con ganas de pasarlo bien que este producto comercial sobre piernas y papel couché (como también se decía antaño).

  20. Gustavo Pastor Azurmendi

    Aquí en España, las cosas empezaron a cambiar, y no lo digo porque en estos días se esté hablando de su, llamémosle biografía, con Johan Cruyff en su llegada como entrenador al Barça. Introdujo el «merchandising» de las camisetas con un modelo de la firma italiana de la pareja sentada espalda sobre espalda, en cuyas mangas incluían un color muy poco ligado al club como es el blanco.

    • Ahí te equivocas, no fue Cruyff el que introdujo Kappa y sus famosas franjas blancas. Es más él usaba su propia marca deportiva pasando de la que tenía el club.

      • Gustavo Pastor Azurmendi

        Johan vestía su propia marca entrenando al Barça, En la selección holandesa como jugador creo que también llevaba ropa distinta a sus compañeros, al menos en Alemania-74. Fue el «dream team» que él entrenaba el equipo que empezó a llevar esa camiseta que te describo y a partir de ahí fue cuando más o menos se empezaron a comercializar camisetas para el gran público en nuestro país.

        • Recuerdo como si fuera ayer la polémica entre Núñez y Cruyff porque el holandés quería que el equipo utilizara su marca y el presidente dijo que tenían un contrato millonario irrenunciable con Kappa; pero no es que antes no tuvieran diseño, lo que pasa es que era del españolazo Meyba. No te obceques con el Barcelona: la temporada 92/93 fue la de modernización generalizada de las camisetas, con el cuello de marinerito del Real Madrid o el esperpento del Cádiz. Ya el año antes el Valladolid había difuminado su raya central, por no hablar de los ladrillos cuasifluorescentes de Holanda en 1988. En todo caso, también antes las camisetas se renovaban (véase Francia 84); lo que ocurrió en los 90 es que llegaron unos diseños estrambóticos, cuando antes sólo cambiaban el cuello y los ribetes. El Mundial de 1974 fue el primero en que algunas selecciones llevaron la marca de su equipación deportiva (Umbro para Escocia, p. ej), y en 1978 esto era ya algo generalizado. La cronología del articulista es literaria, sin duda, no exacta; el anuncio de Nike no fue un punto de cesura.
          De todas formas, éste me parece el aspecto menor, es lógico e incluso bueno modernizar el diseño. Es ahora cuando se ha desquiciado con renovaciones anuales y que el equipo de casa juegue con su cuarta equpación para promocionarlos; ¡hace poco se jugó un España-Francia con nosotros de azul y ellos de rojo! La FIFA tampoco ayuda, sugiriendo que los pantalones sean del mismo color que la camiseta (¡esto me enerva!) para que se distingan bien los equipos, como si tuviéramos tele en blanco y negro.
          Más indignante aún, y se le ha escapado al articulista: El Real Madrid con Florentino ha renunciado a sus propios colores, cambiando el violeta del escudo por azul.

          • Añado: qué casualidad que sean los nuevos ricos (Chelsea, Manchester City, PSG) quienes se caracterizan por su baile de escudos, cuando éste debería ser sagrado.

  21. Amen y mil veces amén joder, ni a mi hijo de cuatro años puedo llevarlo a ver a nuestro equipo s IU n que quieran soplarme 30€, cuidando la cantera de aficionados

  22. Demagogia.

    Hasta el 98 el porcentaje de número de títulos que se repartían Madrid y Barça es el mismo que hasta ahora.
    En la liga española hay mínimo 2 equipos que compiten por los títulos. En la querida Alemania sólo 1, en Francia 1. En la adorada premier hay más (no muchos, Chelsea, City y no creo, ManU), pero es el país donde más dinero se gastan las televisiones y donde más gastan en fichajes. Y sin embargo penan terriblemente en Europa.

    El dinero, puede haber cambiado el aspecto de las cosas, pero no los resultados. Con dinero hemos sido campeones de Europa y del Mundo. Hemos ganado todos los títulos y las canteras del Madrid y del Barça siguen siendo las mejores del mundo.
    Y también el Sevilla gana, el Atleti gana en Europa.

    Es en el trato al espectador donde le doy toda la razón. No está siendo el fútbol justo con los aficionados que van al campo.

    Finalmente me pregunto: ¿Qué quiere el escritor? ¿Fútbol amateur? Pues bien, pero no hagamos demagogia.

    • Y yo le pregunto, ¿Qué tiene de Sevilla el Sevilla FC, aparte del nombre? No, mos confundamos, mercantilismo no es igual a profesionalización.

      Convertir el deporte en un circo donde todo se hace por y para el rendimiento económico no es profesionalizar, es perder la esencia de lo que fue el deporte.

    • Hay cosas de tu comentario que no parecen tener sustento en la realidad.
      Decir, por ejemplo, que las canteras de Madrid y Barca siguen siendo las mejores del mundo es casi un chiste. Si dijeras que «ahora» son las mejores, ya sería poco serio; pero al decir «siguen siendo», ya estas asegurando que siempre lo han sido, lo cual es menos serio, a menos que pienses que Cruyff, Maradona, Pele, Ronaldo, etc, eran españoles y canteranos de Madrid y Barca.

      Nómbreme, por favor, tres canteranos de Madrid y Barca que esten en la lista de mejores jugadores de todos los tiempos….

      O, mejor aún, explíqueme, por favor, como es que si tienen a las mejores canteras del mundo, han necesitado nacionalizar a extranjeros para tener una selección competitiva. Ojo, no hablamos de nacionalizar a jugadores de primer nivel como pudo haber hecho Italia con el argentino Camoranesi, no. Estamos hablando de necesitar nacionalizar a descartes de cuarto nivel de los países que si tienen canteras en abundancia. No nos olvidemos que han tenido que poner como titular al argentino Mariano Pernía (un calcetín del padre de Mariano, ya era mejor que Mariano)…. Solo con eso su comentario ya es inválido por completo.

      El Sevilla que usted cita es un buen ejemplo de su error. No es que tenga «buena cantera» sino que tiene un buen ojeador y dinero para ir a esquilmar las canteras de los países que si tienen canteras y de paso arruinar al futbol de esos país. El Sevilla, por ejemplo, se llevó por dos duros al argentino Fazio, porque su club había quebrado. Lo mismo hizo el barca con Messi, quedándose con el jugador en base a pagarle el tratamiento médico que necesitaba y dándole un empleo a su padre (cuestión de monedas para un club como el Barca).

      Tener dinero para robar jugadores en otros países, no es tener cantera. No confundamos.

  23. Coincido con todas las ideas que desarrollas, desde lo más ridículo (esos nombres cómicos en las camisetas, esos colorines y derroche en equipación, etc.) hasta lo más serio (esos personajes que se han adueñado de los clubes de fútbol, por ejemplo). Permíteme que añada algo: ¿dónde están los campos embarrados de Atocha, La Catedral o Tartiere, de fútbol épico? ¿Quién se mancha hoy una camiseta? Un saludazo.

    • Xavi, Guardiola, Iker Casillas.
      Tres de los mejores jugadores de todos los tiempos en sus respectivos puestos.

  24. don nicanor

    Me sorprende ver tanto compatriota quejándose de la corrupción política y de un bipartidismo q quiere hacernos tontos mientras se entusiasman con la enésima bobada sobre el Madriz o el Farsa. Aquí en cuanto hay unos durillos sobre la mesa alguien se espabila a robarlos. Si luego te lo sirven en las mismas pantallas q te venden tanto al bipartidismo como a sus supuestos sustitutos con coleta pues tan amigos… Y así todo, de postureo por la vida

  25. En parte llevas razón, como por ejemplo todo el tema de los buitres que rondan el fútbol y que realmente les da igual siempre y cuando puedan sacar tajada de él. Lo que dices al respecto de la situación del fútbol se refiere más al fútbol español que al fútbol en general.
    El tema de horarios por ejemplo es de risa, sobretodo cuando se juega entre semana. Por algo la Champions los partidos son a las 20.45, y creo que además van a cambiarlo en las próximas temporadas poniendo también partidos alrededor de las 18.
    Yo soy fan de la liga inglesa, que por cierto desde su refundación a principios de los 90 hasta esta temporada estaba patrocinada por un banco. Dices de los números, no se si has visto un partido de allí pero todos los equipos usan la misma tipografía tanto en Números como en letras.
    Además da gusto ver los estadios totalmente llenos. Además por otro lado la liga está bastante igualada si la comparamos con otras como por ejemplo la española o incluso la Alemana. El año pasado ganó un equipo que el anterior tenía las papeletas para descender.
    Aunque está relativa igualdad se debe en parte a la distribución de los derechos. En España ver un Eibar – Gijón (no quiero ofender) no tiene nada de atractivo y en cambio ver un Burnley – Swansea es bastante divertido. También debido al tipo de Futbol que se juega allí.

  26. Ezequiel

    Lo peor en el mundo es el clima de violencia en todos los aspectos,formas,espectros etc…de lo cual el futbol no se salva.
    Para mi aparte de muchas cosas acertadas que la gente ha escrito con buen criterio respecto al mercantilismo y prostitución del futbol me parece vergonzoso el no poder ir a ver un deporte tranquilamente sin riesgo de que tu vida no corra peligro.Y no hay que echarle culpa solo a la mala educación del pueblo llano.Yo a mi hijo no lo llevo al futbol,prefiero que vea pin pon o curling .Con lo bien que lo pasabamos en el patio del colegio y en esos campos improvisados en los barrios.No se nos pasaba por la cabeza nada mas que llegara el dia siguiente para volver a jugar.

  27. Hay bastante lugar común en artículo y comentarios:
    El fútbol español se ha saneado económicamente en los últimos años y es posiblemente el mayor mérito del denostado Tebas. Equipos como el Sporting se han salvado de su desaparición. Ayer mismo fue noticia que los clubes tienen 200 M€ de deuda morosa con la SS y lo que se mencionaba de pasada si se hacía era que hace pocos años llegaba a 600M€.
    Otro mito es el de las entradas en Alemania: Ver al Atleti en Munich el año pasado costaba 70 euros y este año 50 en las peores localidades del estadio.
    Un tercer lugar común es la pobreza del fútbol modesto en primera. Cuando el fútbol español post Tiki Taka es tremendamente variado, competitivo y vistoso en buena parte de los encuentros: El Málaga, el Sevilla, el Celta, Las Palmas, el Athletic, el Sporting, el Villarreal, el Depor de la primera vuelta, la Real sin caraja, había unos cuantos equipos de clase media y baja que jugaban muy bien al fútbol en la 2015-16.
    Otro mérito de Tebas, y lo digo yo que soy muy faltón como espectador es haber casi terminado con los insultos en los canticos con insultos en los campos: Ahora son noticia y motivo de sanción.

  28. Manuel Rúa

    Vaya despliegue de lucidez. Felicito a su autor y suscribo sus palabras de principio a final. Ya nada es lo que era. Fíjense, si no, en la postura – a veces sospechosa, dicho sea con humor – que adoptan los futbolistas al hacer la foto previa al partido. Ubi sunt aquellos pósters con 6 arriba y 5 abajo en perfectas cuclillas – y Arconada siempre en la esquina. Grandísimo artículo, Sr Carretero.

  29. Zapatones de Hortaleza

    Este artículo no trata sobre fútbol propiamente hablando, sino sobre la organización mercantilizada del espectáculo del fútbol. La evolución que se describe no es sorprendente, sino que es la propia de cualquer fenómeno económico en el contexto de una economía capitalista. Seguramente muchos echemos de menos la sencillez de la liturgia anterior, pero en lo esencial la belleza del fútbol está en el juego que se desarrolla sobre el césped. Además, si hablamos con nostalgia de los viejos tiempos, contémoslo todo y no nos olvidemos de aquellas gradas de madera que a veces se derrumbaban o se incendiaban, desde las cuales eran tan habituales las invasiones de campo, o aquellos balones que pesaban como bolas de cañón en cuanto se humedecían, o aquellos campos sin drenaje en los que el espectáculo consistía en contemplar a los jugadores rebozados en chocolate, o las camisetas adheridas al cuerpo por el sudor, o hasta incluso la prohibición de cambiar a jugadores lesionados. Qué tiempos tan felices aquellos de la gorrilla de visera de Ricardo Zamora, el pañuelo a la cabeza de Quincoces, y los pantalones en forma de pololos de Pichichi. Mucho mejor el recuerdo de Belaúste diciendo aquello de «¡A mi el pelotón, Sabino, que los arrollo!» que ver a Ronaldo dejando contrarios atrás, sin necesidad de arrollarlos, con la camiseta de Nike.

  30. No he tenido aguante más allá del cuarto párrafo. Por lo que cuentas, autor, debo tener diez o quince años más que tú, pero por esa forma de aferrarse al pasado (que además no viviste) tu eres más viejo.

    Cuando a principios de los ochenta se fichó a Maradona por un dineral de la época también recuerdo a mis muy mayores idolatrado los tiempos del campo de Les Corts, si no la calle Industria. Ley de vida.

  31. Jorge Otero

    Ahora además es imprescindible tener tatuajes si quieres ser futbolista.La LFP está investigando a Iniesta por no llevarlos.

  32. Alejandro

    Echo en falta una referencia a la conversión de los clubes en sociedad anónima deportiva, creo que el origen de todo este cambio estuvo ahí, en el modelo de toma de decisiones de los equipos, que pasaron de tener socios a propietarios.

  33. Tim Thomas silly bang

    » El fútbol perdió otra esencia, la de ser algo más que un negocio, la de que los clubes no sean simples empresas con empleados, sino asociaciones con un valor y sentimiento defendidas por profesionales que creen en ellas y alentadas por el verdadero sentido de su existencia: la masa social»

    Haces este comentario y olvidas, o no tienes ni idea de su existencia, que el inicio de esta pérdida de identidad se produce en el año 90 con la llegada de las SAD.

    Lo irónico es que de los cuatro clubes que aún operan como «asociaciones con un valor y sentimiento defendidas por profesionales que creen en ellas y alentadas por el verdadero sentido de su existencia: la masa social» dos de ellos son el Barçadridismo lol

  34. He de reconocer que en muchos aspectos estoy de acuerdo en otros no tanto, tan pronto pones a Inglaterra como ejemplo y te recuerdo que Inglaterra fue de los primeros (cuando de constituyó la Premier League) en jugar en diferentes horarios y días de la semana (no tan disparatado como en España también es cierto).
    Una cosa que has pasado por alto es el mercantilismo que hay en los clubes de barrio, ahora si quieres que tu chaval juegue al fútbol en Madrid, por ejemplo tienes que pagar una media de 450,-€ al año y los dueños de los clubes (y la Federación Madrileña) a su vez haciéndose de oro a costa de los padres y lo peor de todo que todos lo vemos y no pasa nada.

  35. No suelo ir al fútbol, pero justamente este domingo he visto un partido, gratis, en el campo (no en televisión), entre dos equipos que no responden a ninguna de las características que critica. Sino por el contrario, corresponde con lo que usted añora y desea para el futuro. No tiene que esperar a que se separen los equipos profesionales, Realbarçismo y Atleticsevillismo; basta con olvidarse de ellos y acercarse a partidos de tercera o regional.

  36. Nacho Carretero

    A ver si alguien me puede echar una mano:

    El anuncio al que hago referencia en el arranque del texto apareció -según creo recordar- justo antes del Mundial de EEUU 94. Era un anuncio de Nike, ya que la marca, por aquel entonces, calzaba a jugadores como Romario o Bebeto, y algún otro de la selección brasileña. De ahí que, aunque a la selección la vestía Umbro, Nike hiciese este comercial.

    En él, y de nuevo según recuerdo, se emulaba unas clases de samba, con dibujos que simulaban movimientos del baile equiparándolos a movimientos futbolísticos. Y el eslogan era algo así como: «el día xx (que comenzaba el Mundial) empieza la lección».

    ¿Alguien lo recuerda? ¿Alguien lo ha vuelto a ver o encontrar en esta la inescrutable red?

    Muchas gracias!

    • Yo recuerdo, en aquella época yo tenía veintitantos años, un anuncio de Nike aproximadamente antes o durante el Mundial 94, el protagonista creo que era Romario, mientras sorteaba rivales a cámara lenta sonaba la épica canción Treehouse de Buffalo Tom, una de mis canciones favoritas de aquella época:
      https://www.youtube.com/watch?v=PCN1wr0WvHg
      El link lleva a la canción, no al anuncio. Reconozco que he también he buscado por internet, pero nunca he vuelto a ver este spot.

      Enhorabuena por el artículo, me ha gustado bastante y me siento muy identificado en casi todo. También comprendo lo que dicen algunos comentarios, los tiempos cambian y no podemos quedarnos en los 70 u 80. Sinceramente creo en que puede haber un equilibrio entre todo lo que rodea al fútbol moderno, la tradición del juego y el respeto a los aficionados.

      Respecto al denostado Tebas, ha hecho cosas buenas: atajar el tema de la deuda con Hacienda y la Seguridad Social, meter mano en el tema de los partidos amañados y cortar de raiz la violencia física y verbal en los estadios. En lo malo, la profunda falta de respeto al aficionado en el tema de los horarios y una excesiva visión, casí única, hacia lo comercial. Ayer anunció el próximo Barça-Madrid a las 16:15 porque es el mejor horario para América y Asia. A los aficionados españoles que les den, directamente. Ha sido una pena que se retirara Álex Aranzábal de las elecciones a la LFP, creo que en él se podía dar el equilibrio que señalaba antes.

      Un saludo.

  37. Esto roza el ridiculo, el articulista mete en la misma olla una evolución positiva en algunos aspectos (e inevitable, diría yo), cómo la tecnologíca de materiales, los numeros y colores de las camisetas, la conquista de derechos (la ley Bosman – cómo comunemente se llama – ha sido todo un avance, al contrario de lo que dice el articulista) etcétera, con la mercantilización del deporte tomada de los EEUU y el peso excesivo del dinero que lo ha estropeado todo.
    Imagino que tipos cómo el autor de este artículo añoran los carruajes de caballos y se quejan del AVE por ir demasiado rápido.

  38. Echo en falta una referencia a los futbolistas con bigote (sobre todo centrales), ahora extinguidos

  39. francisco

    Es posible que sea yo demasiado perspicaz pero este artículo me ha parecido por momentos una burla a lo que parece defender, no entiendo porque los que detestamos el futbol moderno y añoramos el futbol antiguo somos «totalitarios».
    Por cierto, la NFL organización deportiva privada capitalista por excelencia viendo que un modelo a la española era destructor del espectáculo, impulsó hace más de 20 años una competición con reparto equitativo de ingresos y limite salarial, pese a que ya existía una estructura de draft, que implica que los peores equipos obtienen los mejores jugadores jóvenes. Pero puede ir usted a decirle que son unos comunistas. No, lo que son es capitalistas que quieren seguir ganando dinero generado y no recibido de las Admones Publicas, y el único modo es ofrecer un producto interesante en su conjunto. Resultado? casi todos los equipos ,incluso los peores ,tienen iconos de la competición.
    Así que si q añoro una competición con 4 ganadores diferentes como los 80 y donde con indiferencia del campeón, éste tenía no menos de 10-12 partidos que suponían un desafio real.
    Efectivamente coincido en que la única manera de salvar el futbol, seguramente no en términos económicos , pero como espectáculo real es crear una Liga Europea con los clubs mas millonarios , y dejar las ligas estatales como competiciones abiertas y semi-amateurs. Pero dudo que eso suceda, en baloncesto las ligas europeas están en una situación desesperada, no tienen dinero, no tienen espectadores, no tienen patrocinio, resultado? fueron incapaz de ponerse de acuerdo.

    • «No, lo que son es capitalistas que quieren seguir ganando dinero generado y no recibido de las Admones Publicas»

      Eso va usted y se lo cuenta a las administraciones que se ven presionadas por las franquicias para que les paguen los estadios. A excepción del nuevo de los Rams, pagado y construido por la empresa del dueño (Stan Kroenke, propietario tambien del Arsenal).

      Le podría poner infinidad de ejemplos, pero voy a centrarme en el que mas conozco. El condado de King, donde esta Seattle, terminó de pagar la deuda del antiguo Kingdome el año pasado. El susodicho Kingdome se construyo en 1976 y fue demolido en 2000……

      • francisco

        Para construir un nuevo estadio con fondos públicos se requiere referéndum popular, (y con mayorías agravadas, en la mayoría de los casos no vale el 51%) y siempre son cofinanciados,salvo en casos como en las vegas donde se han saltado la ley poniendo un impuesto a extranjeros para financiar un posible estadio nuevo para que una franquicia que se traslade.
        En todo caso lo que quería resaltar era la capacidad generativa al margen de las AAPP que tienen las ligas americanas frente a las europeas y eso creo que no es discutible.
        Un estadio nuevo se construye cada 30-40 años minimo y a pesar de los pelotazos que se pudieran y supongo que se producirán no sostendría la viabilidad de una franquicia a medio plazo

        • No pongo en duda que los americanos sean capaces de generar ingresos mejor que las ligas europeas, lo que si pongo en duda es el mito del capitalista que se lo guisa y se lo come el solo.

          Aqui tienes un articulo interesante sobre la vida media de los estadios.

          http://money.cnn.com/2014/09/08/news/companies/nfl-stadiums/

          No te dejes engañar por estadios míticos como el Soldier Field o Lambeau Field. Lo de los 30-40 años mínimo hace décadas que no es asi.

          También ayuda que la NFL sea una asociación sin ánimo de lucro, por lo que no paga impuestos, mientras mete a la saca 50 mil millones solo de ingresos de television hasta 2020.

          En cuanto a que los estadios se aprueben por referendum, sinceramente no entiendo que tiene que ver con la conversación la verdad. Lo que quiero decir es que mucho capitalismo, mucho esfuerzo y mucho hombre hecho a si mismo pero eso si, no quiero pagar impuestos pero quiero la ciudad/estado/pais me pague por el privilegio de tener mi negocio alli. En eso si tienes toda la razón, captalismo puro y duro.

          • francisco

            «En cuanto a que los estadios se aprueben por referendum, sinceramente no entiendo que tiene que ver con la conversación la verdad»
            Pues tiene que ver todo no es lo mismo que un major o un governator (alcalde o presidente autonómico mas o menos) diga que x ingresos de vuestros tributos va ir a una empresa privada lo que implicará x recortes ( y si hay incrementos de precio lo suelen pagar políticamente) a que se pague no se cuantos millones a S.A.D o clubs de futbol que en la practica pertenecen al pte de turno, a cambio de no se sabe muy bien que, si para ti eso no te parece determinante tenemos concepciones sociales muy diferentes.
            En cuanto al articulo que linkeas lo he leído por encima pero precisamente parece que critica el caso del Georgia dome que sustituye a un estadio de solo 20 años y cita el caso de Frisco, que como aficionado 49er conozco bien.El ayuntamiento de San Francisco, por la negativa de la población, rechazó financiar un nuevo estadio(que sustituía al mítico Candlestick park, un estadio de beisbol de más de 50 años )por lo que la franquicia se mudo a Sta Clara una ciudad a 80kms que si que aprobó el gasto, repito si no te parece importante, creo que tenemos concepciones democráticas diferentes.
            Las actividades económicas de las entidades deportivas y sus relaciones con los poderes públicos creo que entra de lleno en el meollo de este artículo.

  40. Nicolás maduro

    Todo empezó con florentino corleone, el capo del fútbol que controla todo, desde la recalificación de terrenos públicos, a los sorteos de la champions, pasando por los balones de oro, los premios de la liga (también conocidos como premios real madrid), las retransmisiones de la televisión, los horarios de los partidos (siempre mal para el barça y el atlético de madrid), los diarios deportivos, los deportes de los informativos, etc, etc.

    • ¿Crees que Florentino puede estar también detrás de la crisis financiera de 2008? ¿Y de los atentados del 11S?
      ¿Quizá mató a Manolete?
      Sin duda Sport, Mundo Deportivo y la prensa catalana en general están controladas por Florentino…
      ¿Te crees todo esto que dices o es sólo que tienes un sentido del humor algo extraño?

  41. Excelente artículo. Pero te equivocas, el fútbol sí es la vida, como lo es el cine, la música, las artes. El fútbol es un reflejo de su tiempo. No creo en el totalitarismo, pero sí en reglas del juego bien definidas. Aquí puedes fichar al argentino de 14 años como a los 1000 indios que te trabajan por nada. El mundo se está yendo al garete. La pugna entre la filosofía progre y el estupidismo con que se defiende lo conservador, puesta en escena de forma maravillosa por las elecciones americanas, definen este tiempo de perdición. Y no es que antes no existían los problemas de hoy, sino que estaban en su infancia. Hoy la avaricia y el sin sentido es rey. Menos posmodernismo y más metamodernismo.

  42. El artículo me ha parecido bastante bueno a excepción del principio. No equivocarse: lo que corrompe el fútbol es el dinero y sus mediadores, cifras astronómicas, millones y millones, una desfachatez no sólo humana, si no ilógica. Ahora bien, el tema de lo sueldos aquí defendido no tiene lógica alguna, seguro que cualquiera que crea que hace mejor su trabajo que otro merece más sueldo que ese otro (otra cosa es que ese sueldo ya ronde en cifras que ninguna persona de a pie pueda llegar a soñar). En segundo punto lo de los dorsalea. A ver, pensemos bien, prefiero muy por encima dorsales asignados por temporada a por partido. Lo de los nombres en la camiseta me da igual absolutamente, habrá curiosidades y horteradas o idioteces, pero el nombre en la camiseta es lo de menos cuando todos sabemos el nombre y apellido de cada jugador (quiero decir, si nosotros nos permitimos hacer coñas y juegos con los nombres de los jugadores, ¿Por qué no van a hacerlo ellos también?) El problema está en que el fútbol está deshumanizado y ya es sólo negocio, negocio feo además, sabiendo que se comercia con personas realmente u ocultando tratos entre empresas tras fichajes. El problema no son ni las camisetas ni los nombres ni los peinados, ni los cuellos de polo ni las mangas y camisetas térmicas debajo, ni las marcas ni la tipografía… el problema es que el fútbol hoy día parece ser sólo objeto de conversaciones empresariales entre los directivos y, la prensa, ayuda muy mucho a esto con su sensacionalismo. Falta paciencia, falta valorar el deporte. Pero quiero recalcar que esto jamás se puede deber a motivos estéticos como motivo inicial del artículo, que es así como ha comenzado. El fútbol moderno se mantiene también por parte de la estética, pero eso ciertamente no tiene razón de ser en cómo se ha decrepitado todo, si no el mercantilismo de caras y nombres, la impaciencia por catapultar y sepultar como criterio básico de la crítica moderna, el negocio sucio y la permisibilidad hacia todo aquel que tenga poder monetario. Pero no olvidemos que, pese a quien le pese, aunque siempre se realce lo anterior a lo presente, ahora se juega al fútbol mejor que antes. A mí me gusta menos, puede ocurrir eso, pero desde luego ahora hay muchos más elementos que se ligan al juego que en anteriores épocas, y eso limitándome sólo al juego, que, al fin y al cabo es lo que cuenta como producto. Todo lo demás es pura tontería si se sale del tema de la mercantilización. Vivimos en una época de miles de posibilidades de conocimiento en internet, con lo cual es imposible culpar a alguien de jugar de x o y modo ante un rival del que puede ver miles de vídeos y análisis en internet. El mismo internet que usamos para ver los goles y jugadas que nos gustan. Menos hipocritismo y más enfocar en lo que hay que criticar: libremercado y poder adquisitivo.

    Como tercera cuestión: por dios, yo de niño y adolescente pasé por muchos equipos, de barrio y de no tan barrio, todos queremos estar en quipos buenos, menos criticar eso que luego tanto seguimos como culebrones y celebramos después(a gran escala de ligas digo). No es siempre ser veleta, que los hay, si no progresar (a veces) y jugar. Hay mucha corrupción, pero como he dicho, jamás eso se puede achacar a la estética o a la mentalidad de la mayoría dw jugadores… a ver, quién de aquí renunciaría con 20 años a cobrar un millón (tirando muy bajo) al año por jugar al fútbol si te dan la opción. Sólo con la mitad de ese año tienes la vida asegurada, la de tus hijos y nietos.

    Jugadores golfos hubo siempre, en los 50, 60, 70, 80, 90 y en este siglo. Ahora bien, la carne es débil, y ahoea demasiados negocios contaminan el deporte. Desde ahí toda crítica es bien, desde otro punto es una tontería.

    El resto del art8culo salvo errores muy bien, el inicio es pésimo, puesto que una cosa es mercantilizar y otra muy distinta elitizar, que es lo que ocurre hoy día: la élite del dinero, no hay más.

  43. Tengo 25 años, por lo que no he conocido el fútbol del que habla el autor del artículo, pero aún así recuerdo un fútbol mucho más competitivo y pasional que el de hoy en día, el fútbol (tanto el que yo recuerdo, como el que recuerda el autor) como deporte murió hace mucho tiempo ya, es inútil llorar por él, yo por mi parte intento solamente informarme y preocuparme por mi equipo (2ª División Española, nada de Liga 1/2/3). Por lo menos (y de momento) aún me queda el rugby como oasis deportivo puro.

  44. Pingback: Un poco de fútbol, y de racinguismo

  45. En lo que no estoy de acuerdo es en lo de los dorsales. Lo de tener solo nº del 1 al 11 es nefasto, ya que cuesta identificar al futbolista. E. g. si Pepe lleva el 23, la hinchada memoriza el dorsal y sabe que el 23 siempre es Pepe. En cambio, si Pepe va cambiando de dorsal en cada partido, y ya no digamos si es suplente y tiene que salir con el 14, el 15 o el 16… es muy difícil reconocerlo.
    Y conste que lo digo habiendo vivido ambas formas de numerar al futbolista.

  46. El problema es entender que el dinero y el mercado son malos. Este es un cliché que ha impuesto la izquierda y la Iglesia Católica en gran parte del mundo y, especialmente en Europa, y que en mi opinión es una idea absolutamente falsa.
    El libre mercado ha supuesto para el mundo una auténtica revolución. Nunca se ha progresado tanto en tan poco tiempo gracias a la combinación de democracia + libre mercado (por cierto, no deberíamos llamarlo así, pues el grado de intervención estatal es tan grande que lo de libre parece un eufemismo).
    Sin embargo, para mucha gente todo lo relacionado con el dinero, las empresas, la competencia, etc. es algo sucio y que mata la pureza y el romanticismo de todo lo que toca.

    Lo cierto es que el fútbol ha mejorado enormemente en los últimos 20 años en prácticamente todos los aspectos. Los jugadores son mejores técnica, física y tácticamente. Los equipos juegan mejor, especialmente los menos buenos. Hoy es impensable que España pudiera meterle 12 a Malta y si se echa un vistazo a cualquier equipo de 2a o 2aB española se observa que tienen unas capacidades técnicas, físicas y tácticas muy superiores a las de los equipos punteros de hace 30 años.
    Los arbitrajes han mejorado sideralmente. El juego violento o antideportivo está cada vez más arrinconado gracias a ligeras variaciones introducidas en el reglamento y, sobretodo, gracias a la especialización y PROFESIONALIZACIÓN de árbitros y asistentes.
    El material con el que se juega es muy superior al utilizado en décadas precedentes. A pesar de lo malvados que son Nike, Adidas y compañía, los balones son mejores, las botas son más ligeras, las equipaciones más técnicas y todo ello redunda en una mejoría del juego.
    El progreso ha llegado también al césped. Todos recordamos los partidos que a veces se jugaban en la liga española en época de lluvia, en la que los jugadores se pasaban 90 minutos dando punterazos en medio de un lodazal.
    Y qué decir de los estadios y de la seguridad. Yo he estado en los 80 en estadios con un sobreaforo descomunal ¿Qué hubiera pasado de haberse producido algún incidente que hubiera desatado el pánico en las decenas de miles de personas que estábamos en aquellas gradas con sólo dos salidas posibles?
    ¿Fue lo de Heyssel o lo de Hillborough romántico?
    Después está lo de la TV. ¿Era mejor cuando los partidos de la Copa de Europa no se televisaban? ¿Qué hay de malo en que la gente pueda ver los partidos de su equipo en TV?
    Y después está la solemne chorrada de que el punto de inflexión fue 1994. Como si antes de ese año el fútbol fuera un lugar idílico, lleno de gente amateur, henchida de orgullo y romanticismo y luego, justo el día que Nike saca su spot todo se desmoronara y se llenara de mercenarios y ricachones. ¿Es que Maradona, Cruyff, Di Stéfano y compañía no eran en su día profesionales? ¿Es que los clubes en los 60, 70, 80 y 90 no se gestionaban, en la medida de sus posibilidades, como entidades profesionalizadas?

    Por cierto, una buena noticia para todos aquellos que aman el fútbol amateur “limpio y puro”: Esa arcadia feliz existe. De Tercera para abajo no hay profesionalismo. Lo que no entiendo es como los campos de estos equipos que no están contaminados por el sucio mundo capitalista no están cada domingo atestados por hordas de aficionados románticos, extasiados por las bondades del amateurismo.
    Pido perdón por la ironía.
    Yo creo que es perfectamente compatible el progreso con el respeto a la historia y a las tradiciones. La claves es buscar un equilibrio entre ambas cosas.

    Saludos,

    • francisco

      Yo creo que cuando se habla de odio al futbol moderno, no se circunscribe a que los estadios sean más seguros o a que los futbolistas ganen más dinero. Eso hubiese sucedido aunque se hubiesen conservado las quintaesencias del fútbol.
      Por otro lado que los jugadores sean más técnicos no significa que sean mejores, la técnica individual es solo una faceta de juego ha habido auténticos jugadorazos que no tenían una gran técnica individual(torpedo muller, hugo sanchez, vieri, mauro silva, maldini, etc), ni siquiera tengo claro que sean más ténicos sino como usted dice los materiales han mejorado tanto que cualquier futbolista maneja hoy mejor la pelota, pero cuantos partidos épicos se han visto mientras caía una tromba de agua, y no había posibilidad de utilizar recursos técnicos para ganar.
      Le voy a poner un par de ejemplos de que lo significa odio eterno al futbol moderno: Hoy en dia TODOS los futbolistas(salvo un par de excepciones) son unos piscineros mientras que antiguamente había piscineros pero no lo eran todos.
      El arte del disparo lejano se ha perdido.
      El pase horizontal ha sustituido al regate y al1contra 1
      El Real Madrid vistiendo de rosa…
      Son todo cosas que podían haber coexistido con un desarrollo económico capitalista-corporativista, que el mercado abierto como concepto es tan útopico como el comunismo es otro debate…

      • Francisco, gracias por su respuesta y el buen talante de la misma. A ver si conseguimos mantener un debate sin insultos ni descalificaciones. Creo que hasta ahora no ha pasado en la red, seríamos pioneros… ;)
        En mi comentario no me centro sólo en la parte técnica de los futbolistas ni en la seguridad de los estadios, aunque ambas cosas son sin duda importantísimas.
        Como verá, sostengo que el fútbol ha mejorado en prácticamente todas las areas de influencia: técnica, táctica, estrategia, preparación física, psicológica, mejora en los arbitrajes, areas geográficas de interés por el fútbol (en los 80 sólo interesaba en Europa y latinoamárica)etc. etc.
        Yo también odio los piscineros, pero no creo que ahora haya más que antes, aunque puedo estar equivocado. Futre, Hugo Sánchez, Lobo Carrasco, Stoichkov, etc. etc. no eran precisamente un modelo a seguir en este aspecto.
        Y en cuanto a la hegemonía del pase vs regate, creo que es consecuencia directa de la mejor preparación defensiva de los equipos. Ahora los equipos defienden mejor, con conceptos más claros tanto a nivel individual como colectivos, lo que hace que los regateadores lo tengan mucho más difícil. Pero yo no creo que eso sea necesariamente negativo.
        En cualquier caso, yo siempre recomiendo a las personas que conozco que defienden que el fútbo ha empeorado, que vean integramente dos o tres finales de Copa de Europa de los 80.
        Normalmente es dificil llegar al minutos 15 sin querer saltar por la ventana… y desde luego lo que es muy difícil después de esta experiencia es seguir sosteniendo que ahora el fútbol es más aburrido.
        Ni una comida en casa de la suegra es más aburrida que, por ejemplo, la final Roma-Liverpool de 1983… ;)
        Saludos,

        • francisco

          Las finales de competiciones importantes suelen ser partidos de mucha emoción y baja calidad, no hace falta irse a los 80s,puede ver ver las dos últimas finales de la copa del mundo para comprobarlo.
          Yo, que nací en el 80, vi hace poco el Inglaterra-Hungría del 53, el Italia-Alemania del 70 y el Oporto-Real Madrid del 88 y disfrute muchísimo, los futbolistas tenían emociones y no parecían robots-marionetas obsesionados por los pases acertados,(creo que estaremos de acuerdo que con la preponderancia que el pase horizontal tiene en el futbol moderno esa estadística significa…nada).
          Cuidese caballero.

  47. Este es el anuncio al que te refieres, no Nacho ?

    https://youtu.be/Psbk7hF165k

    Saludos

  48. Me identifico totalmente con este artículo.

  49. Se te ha olvidado comentar que lo que realmente mata el fútbol es el propio fútbol. Mutar hacia sistemas cada vez más defensivos, con honrosas excepciones entre ellas el Barça desde la época de Cruyff, está haciendo del futbol un deporte mucho más aburrido. Que entrenadores como Mourinho -y sus sistemas ultradefensivos cuando se enfrentaba al Barcelona- o el aburrido, aunque tremendamente efectivo, fútbol de Simeone triunfen mata aún más este deporte.

    • No has visto mucho tú al Atleti de Simeone. Y llamar ultradefensivo al Madrid que batió el récord de goles es ridículo.

      • Yo creo que a veces nos falla la memoria. Y lo digo con todo el respeto.
        Jesús, le propongo que vea algún partido de los años 80 e incluso de los 90.
        Le paso algunas sugerencias:
        AS Roma vs Liverpool. Final Copa de Europa 1983/84
        Realmente cito esta final porque es la que más recuerdo, pero cualquier otra que vea de esta década sirve para ejemplificar lo que sostengo.
        Y a nivel de selecciones la final del Mundial del 94 entre Brasil – Italia es otro ejemplo.
        Y qué decir de aquel insoportable Milan de Capello…
        Yo creo que, si ve ahora estos partidos completos (todo un suplicio) no podrá seguir defendiendo que el fútbol actual es más aburrido.
        Saludos.

  50. Felipe Carrasco

    Hey,Nacho, más respeto con eso de imbéciles.
    Amo el fútbol y estaba muy enganchado con el artículo hasta que regalaste esa línea y después seguí leyendo con ganas de darte una trompada.
    Grande Zamorano y Grande Jotdown.

  51. Periodista ETT

    Totalmente de acuerdo…pero, ¡viva el fútbol!

  52. Adolfo MCB

    La esclavitud táctica que limita mucho la creatividad. Los balones. Ahora os hacen para que cada vez cojan más efecto, los porteros llevan 20 años quejándose de cada balón nuevo que sacan, cada cual más traidor que el anterior. Por eso los chavales de hoy en día ven libres directos antiguos y creen que no sabían chutar bien, ingenuos… ahora el balón cada vez se parece más a un balón de playa, y la folha seca se hace casi sin querer. Todos los regates de hoy en día ya estaban inventados a principios de los 80, casi todos en Brasil y Latinoamérica. Cuando se vio a Ronaldo (al bueno, a Nazario) hacer la elástica en España todos flipamos, Guardiola y compañía incluidos, de dónde se sacó ese regate… pues Rivelino se hartó de hacerlo en los 70, y no lo inventó él según dice, Y por último, por no seguir, los jugadores (cada vez más paletos y horteras, que ya es decir), y cualquiera del banquillo, no pueden hablar sin llevarse las manos a la boca, no sea que se enteren hasta en china del mínimo comentario. La degradación paulatina de la calidad expresiva de los locutores, por lo menos en España. La prevalencia de repetir el escupitajo, la patada y la tangana antes que cualquier detalle técnico o plástico en medio de la jugada, un control un pase etc, en este país desde luego (en Italia sí lo repiten, por mucho catenaccio que tengan las realizaciones son mucho mejores)… etcétera in secula seculorum

    • Adolfo MCB

      Sólo una cosa buena últimamente, bueno, creo que desde los 90: la creación de la tarjeta por reiteración como protección al atacante. Antes podías llevar 200 faltas ¨leves¨ (según el árbitro) y no se sacaba ni una amarilla. Ahora eso ha cambiado a mejor. Si se hubiese hecho antes, Maradona habría hecho muchos más goles y causado muchas más expulsiones, él y otros tantos.
      Eso, y que ahora los árbitros ya no van de negro, ahora van de amarillo, de rosita, monísimos. A ver cuando se animan a ponerse mallas… cada vez el fútbol es más una payasada esperpéntica. Me encanta el fútbol, pero todo ese circo mediático acultural y mercantilizado hasta la médula… yo ya paso. Para otros, cuántas cosas hay mucho más satisfactorias y enriquecedoras para el cuerpo y el espíritu… Y no une pueblos ni conciencias, sino que fomenta lo contario. Aparte de los insultos y degradaciones que se oyen del público (fui yo uno de ellos hace tiempo), los comentarios en Youtube de los vídeos de fútbol (sin entrar a comentar la música, imagino que lo habrán hecho niños nacidos en el nuevo siglo) genera nada más que porquería dialéctica de odio y confrontación en su mayor parte. Pones en cambio los comentarios vídeos de música (quitando estilos de letra y actitud violenta como gran parte del hip hop y sus variantes) y casi todos los comentarios son sobre la excelencia y la admiración, y los sentimientos buenos que transmite. Eso en el fútbol se queda sólo en la pachanga de amigos de los fines de semana. Todo lo demás en el fútbol ya huele demasiado mal…

  53. Excelente artículo, me siento totalmente identificado. No se si por la edad pero el fútbol que veo hoy en día no lo reconozco.

    Aplicable en muchos aspectos al motociclismo, como el tema de la numeración clásica y lejible. Antes el campeón del mundo siempre llevaba un 1 bien grande. Hoy en día lleva su número de mierda cada vez más pequeño y en colores ilegibles.

  54. Una lectura muy recomendable al respecto para el que le interese la dinámica del fútbol moderno.

    https://www.amazon.es/dp/B01M5FQMKU

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  56. Soy madridista y doy gracias eternas al fútbol moderno por haberme permitido ver en directo a mi equipo ganar cinco Champions, y las que quedan.
    El fútbol moderno tiene muchísimas cosas buenas, empezando porque salvo casos excepcionales como los energúmenos de Europa oriental ya no hay batallas campales y nadie muere en los estadios. Con eso no se debería bromear.
    Es lo menos que se pide, no morir por ir a ver el fútbol.
    Solamente las tragedias de Heysel y Hillsborough valen para decirle al fútbol antiguo au revoir.
    Antes al fútbol se jugaba andando y regando el césped para que no corriera el balón, y a un jugador como Clemente se le podía destrozar su carrera con una entrada brutal sin consecuencias para el agresor.
    Hoy se puede disfrutar de ver a grandes estrellas jugando en varios países a lo largo de su vida deportiva, no te pasas toda la vida con los mismos jugadores de tu barrio.
    El fútbol moderno es menos violento, más rápido, más limpio y menos cateto.
    Ah, y esos seres llamados mujeres también disfrutan del fútbol moderno, frente a las mitologías del pasado para los cuales tener cromosomas XX era incompatible con el balompié.

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  64. Excelente articulo, hago mias tus palabras odio y reniego de este futbol moderno prostituido añoro el futbol antes de los 90 mucho menos profesional pero mas autentico.

  65. Un articulo impresionante. Hacia tiempo que no leía una cosa tan mala. De los 17 argumentos que esgrime el artículo, solo acierta en 2. El comienzo es sencillamente grotesco. Pero el final… mi madre el final: «(…)Son estos hinchas unos extraños seres que consideran el fútbol el último reducto que la civilización les concede para dar rienda suelta a la naturaleza humana en forma de gritos, apego irracional y un folclore que solo quien no lo comparte se toma demasiado en serio.Por suerte cada vez son menos y, en España, la Liga, encabezada por Javier Tebas, ya está manos a la obra para neutralizarlos definitivamente. No descansarán hasta que todos se queden sentaditos, en silencio y, a poder ser, en casa. Que molestan menos.(…)» Pero qué esta diciendo este señor??? Pobres que van al campo a gritar insultos y la Liga les sanciona?? Pero estamos locos? Cualquier tiempo pasado fue mejor… Que tontería! Por supuesto que hay cosas que han empeorado. Habla de despilfarro en los fichajes?? Claro, antes no se despilfarraba. No se fichaba un tío por una millonada que luego era malisimo (Spasic, Prosinecki…) En serio, terrible articulo.

  66. Pingback: ¿Odio eterno al fútbol moderno? – Grada Elevada

  67. Pingback: El pase de Valerón - Peña Juan Carlos Valerón

  68. Completamente de acuerdo con el artículo. El fútbol está prostituido desde hace muchos años y en mi opinión en lo único en lo que supera al antiguo es en la forma física de los jugadores y la técnica. Echo de menos los partidos todos los domingos a las cinco de la tarde o los sábados a las 9 de la noche. También echo de menos aquellos partidos épicos en campos embarrados, en los que aunque parezca mentira, casi siempre había goles y en los que los jugadores terminaban cubiertos de barro. Echo de menos por supuesto aquellas eliminatorias de copa en las que había prórroga gracias a que los goles no valían el doble fuera de casa y que terminaban a las tantas de la noche.
    Me acuerdo de los típicos balones tango o los blancos con pentágonos negros y de que llevaban siempre trayectoria recta cuando se les chutaba a menos que el jugador golpeara con efecto, no como los balones de ahora, de colorines y que casi siempre cogen una trayectoria curva, incluso tirándolos desde el punto de penalty.
    Me parece una tomadura de pelo lo de las equipaciones de los equipos, ignorando años y años de historia de los clubes y cambiando todos los años y especialmente me parece de escándalo lo de las segundas equipaciones, usadas contra rivales contra los que nunca has tenido que usarla y también incluso en los partidos como local contra rivales con equipaciones muy diferentes (véase lo del Real Madrid – Atletico de champions de hace tres años por ejemplo, que fue de traca), pero bueno, ya sabemos que se trata de vender también las segundas equipaciones.
    Podríamos estar horas encontrando defectos al fútbol actual.

  69. O fabuloso

    El fútbol romántico murió cuando se retiraron los centrales Pablo Alfaro y Javi Navarro.
    Después de eso llegaron las nenazas tatuadas, los seres hormonados y las mariconas malas como el de la Juve…

  70. Creo que no puedo estar más de acuedro. El mundial USA’94 para mí fue el último en conservar la esencia del fútbol. Hoy en día, además de lo que pones en tu artículo, añadiría el sucio asunto de cómo se humilla al perdedor en redes sociales, se acosa e incluso futbolistas participan en dichos acosos e humillaciones. Un asco.

  71. Este artículo es una Joya

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