Música

¿Es que nadie piensa en los niños?

-FILE- U.S. rock singer and poet Bob Dylan in Stockholm, Sweden, last week of April 1966. Dylan gave one concert at the Concert Hall in Stockholm April 29. Photo Bjorn Larsson Ask / SCANPIX / kod 3022 BETALBILD
Bob Dylan, 1966. Fotografía: Cordon Press.

Una de las pocas cosas que no se les ocurrió a los guionistas de This is Spinal Tap es una escena donde Nigel Tufnel recogiese un premio Nobel. Lo imagino pronunciando un apoteósico discurso, tratando de impresionar a los académicos con frases como «los solos son mi marca de fábrica», y por supuesto disertando —mientras masca chicle— sobre la importancia de subir el volumen de los amplificadores al once. Porque once es más que diez. Pero la realidad no es como This is Spinal Tap. La realidad es mucho mejor.

Ni siquiera aquella película que hizo sonrojar en los cines a las incautas estrellas del rock que fueron a verla, de tanto como acertaba con su parodia, predijo algo como esto. Año 2016. Bob Dylan es galardonado con el Premio Nobel de Literatura y, cual muchedumbre con antorchas, un airado sector de protestantes reacciona como si el propio Dylan les estuviese martilleando un juanete con la guitarra. Tal algarabía no se producía ni con el Premio Nobel de la Paz, invento que lleva años haciendo aguas, pero levanta una escandalera similar. Es verdad que en estos tiempos de «redes sociales» salimos a cinco o seis escándalos por semana, pero aun así uno pensaba que cuando a Dylan le terminase llegando un Nobel por mera decantación, por la natural inercia de las cosas y por la importancia de su figura como letrista (aunque no haya escrito ningún libro remarcable) la gente lo aceptaría como una comprensible excepción a la costumbre de concederle ese premio a literatos «profesionales». Pero no. Como si se lo hubiesen concedido a Satanás. Luego le pediremos a Dylan que sea simpático y que conteste al teléfono cuando le llaman desde la Academia. No lo niego; me divierte muchísimo leer que los del Nobel han desistido de intentar contactar con él. Sartre rechazó el Nobel, sí, pero el amigo Bob no se molesta ni en dar señales de vida. Dylan ya no puede ser más Dylan.

Amo la música de Dylan. No toda ella, claro. Pero la que me gusta, me gusta mucho. Creo que nadie con dos tímpanos funcionales puede poner en duda su calidad, y podría confeccionarse una lista interminable de músicos de diversos géneros que adoran o como mínimo respetan sus composiciones. Si se le concede un premio estrictamente musical, nadie con dos dedos de frente se rasgará las vestiduras… o bueno, a partir de ahora quizá sí, porque a tenor delo que se ha estado diciendo, da la impresión de que Dylan le deba dinero a medio país. La Academia Sueca, no obstante, no ha premiado su música sino las palabras que la acompañan, lo cual ha suscitado reacciones similares a cuando anunciaron que la nueva de los Cazafantasmas estaba protagonizada por (¡horror!) cuatro mujeres. Ahora, ¿a dónde se dirige el mundo?, le han dado el Nobel a (¡horror!) un músico.

Hay quien proclama que esto es «el fin de la literatura», como si una horda de melenudos adoradores de Dylan, hasta las trancas de LSD, hubiesen celebrado el Nobel saliendo a prender fuego a todas las librerías. Pero, ¿de verdad hay para tanto? Es verdad que, ejerciendo como abogado del diablo, se me ocurren varios argumentos que podrían esgrimirse para defender la idea de que el trovador de Duluth no merecía este premio. No me cabe ninguna duda de que hay escritores que lo tienen más merecido. Yo mismo tengo mi propia lista de nombres, pero esto ha sucedido muchas veces con este premio que, salvo raros casos, se le entrega a una persona al año y que por lo tanto deja fuera a muchos, quizá a demasiados.

En cuanto a la calidad de las letras de Dylan, este es un tema más subjetivo, pero puedo entender a quienes afirmen que sus textos no están a la altura de tan alta distinción. Hablo, por supuesto, de quienes lo dicen con sinceridad y habiéndose sumergido con cierta profundidad su obra, no de quienes se limitan a suponerlo basándose en las pocas canciones que conocen. Si alguien está muy familiarizado con la obra de Dylan y tiene críticas razonadas que pronunciar sobre el conjunto de sus letras, perfecto. Yo no sé si estaría de acuerdo, pero me parece bien y puede debatirse. Lo que pasa es que estos argumentos, que giran en torno a la calidad literaria de su trabajo, no implican que Dylan debería haber sido inelegible para el Nobel por principio, por el mero hecho de ser músico. Y ese, curiosamente, es el argumento que con mayor frecuencia y fervor se ha esgrimido. Que técnicamente hablando no es un literato, porque su obra no está incluida en lo que entendemos hoy como ámbito o canon de la literatura. Y que concederle un premio literario a un músico es un travestismo, incluso una aberración.

Bob Dylan follk singer with Joan Baez April 1965
Bob Dylan y Joan Baez, 1965. Fotografía: Cordon Press.

Esta objeción sí me parece bastante dudosa, o será que hay algo que no entiendo, que también es muy posible. «Le han dado el Nobel de Literatura a un músico». Sí, Dylan es un músico. Pero, ¿no es también un poeta? Cuando se dice que la letra de una canción no es poesía, y que por tanto no es literatura, ¿desde qué concepción de lo que es «literatura» se dice? ¿La literatura es solamente lo que se publica en formato de libro? ¿Solamente lo que manejan las editoriales, lo que recibe un marchamo de autenticidad desde determinada industria, desde cierto sector de producción cultural? O, mirándolo más desde el punto de vista creativo, ¿es solamente literatura aquel texto que fue escrito sin pensar en otra cosa que en el propio texto? ¿El que una letra de canción sea escrita con subordinación a la música, hace que deje de ser literatura? Aunque no siempre las letras de las canciones son escritas después que la música. A veces es la música la que se subordina a las letras escritas de antemano. Cabe admitir que es verdad que incluso cuando las letras son escritas con anterioridad, se suele tener en mente un patrón rítmico que permita convertirlas en canción. Pero esto mismo se hace con muchos poemas que no buscan ser musicados, y que, aun así, se escriben según una cadencia prefijada (por ejemplo: «voy a escribir un soneto») y no por ello dejan de ser considerados literatura. En este sentido, no hay diferencia entre un soneto y la letra de una canción, escrita también bajo condicionantes rítmicos. Aun así, hay quien piensa que la letra de una canción es algo distinto, que no puede ser considerado parte de una obra literaria, como un soneto. Y esto es lo que me cuesta entender. Pero si la letra de una canción no es literatura, entonces ¿qué es?

La letra de una canción será lo que ustedes quieran, pero no es música. Tiene un ritmo, eso sí. La cadencia rítmica es un elemento musical que contiene cualquier expresión verbal, incluida la prosa, y desde luego el lenguaje hablado. Pero ahí termina la musicalidad intrínseca de un texto. La melodía con la que se canta una letra es ajena a él, porque ese texto podría ser cantado con otras melodías diferentes (del mismo modo que una frase hablada puede ser entonada de maneras distintas, porque no tiene una entonación intrínseca, sino la que queramos o necesitemos darle). Dicho de otro modo: tal vez el ritmo de una letra se adapta al ritmo de la música, o a la inversa, pero la letra no aporta nada más desde el punto de vista musical que su ritmo. Se puede cambiar una letra por otra del mismo ritmo de modo que la pieza no varíe; de hecho esto es algo que se hace a menudo. Por lo demás, el texto de una canción no es música. Sí son música, o pueden serlo, su entonación, su pronunciación, los recursos que el cantante emplea para enriquecerlo. Pero el texto en sí mismo no es música, ni significa nada musicalmente. Es más: lo bien o mal que un compositor aúne la música con el mensaje del texto, es una mera ilusión. Recuerden lo que decía Stravisnky: la música no significa nada. Es un lenguaje abstracto sin contenido verbal alguno. Cuando nos parece que el mensaje de una canción engarza bien con la música, nos hallamos ante una ilusión. Los escritores de canciones son prestidigitadores.

Si la letra no es estrictamente música, si no la podemos juzgar como música más allá de su aspecto rítmico, ¿bajo qué criterios deberíamos juzgarla? Es un texto que viene con música, pero que tiene un formato verbal, un mensaje que puede ser despojado de sonido e impreso en un papel, para ser leído y analizado según sus virtudes o defectos literarios, con independencia de los elementos musicales que lo acompañaban antes. Exactamente igual que el texto de una obra de teatro, que tampoco ha sido escrito pensando únicamente en sus características intrínsecas como texto. Una obra de teatro no es una novela, sino que se concibe sabiendo que debe ser interpretado y pronunciado en voz alta por unos actores, sobre un escenario, lo cual conlleva determinados condicionantes físicos y temporales que afectan al formato del propio texto. El que la obra de teatro no haya sido concebida únicamente como literatura no nos impide considerarla como tal. Las piezas teatrales de Shakespeare forman parte del canon literario universal, con independencia de que sean llevadas al escenario o no, de que sean mejor o peor representadas por tal o cual compañía. Son textos que los críticos y estudiosos pueden analizar bajo criterios puramente literarios, sin necesidad de asistir a una representación con actores, aunque fueron escritas con esa intención y por ello tienen el formato que tienen. Es más, se le ha concedido el Nobel de Literatura a varios dramaturgos, y sin tanta escandalera.

¿Qué es lo que impide, pues, que las letras de canciones reciban el mismo tratamiento? Máxime cuando hay obras del canon literario universal que fueron compuestas como canciones, que fueron escritas para ser cantadas, aunque las melodías no nos hayan llegado; nadie les niega la condición de obras literarias de pleno derecho. Da la impresión de que una canción debe haber perdido su música en la memoria de los tiempos para que se la llame literatura. De que un texto teatral es bienvenido en el ámbito literario pero la letra de una canción no, por una especie de prejuicio gremial. Si la escenografía no se considera necesaria a la hora de juzgar —literariamente— un texto de Shakespeare, ¿por qué la música de una canción sí? Casi se percibe resquemor hacia un «intrusismo» que quizá lo es desde el punto de vista industrial y sectorial, pero no necesariamente desde un punto de vista creativo.

¿Significa esto que creo que podría ser considerado para el Nobel un guionista de televisión, por ejemplo? Bueno, si los valores literarios de sus guiones, cuando los leemos despojados de imágenes, son lo bastante admirables, ¿por qué no? ¿Qué cosa, me pregunto, debería impedir que un guionista reciba un Nobel por el conjunto de su trabajo? ¿Qué tan distinto es un guionista de un autor teatral? ¿Hasta qué punto marca la calidad de un texto el que haya sido escrito para ser representado sobre tablones o para ser interpretado ante una cámara? ¿Acaso van a ser los diálogos y monólogos peores por ello? ¿Tanto importa el formato? ¿Es peor, literariamente hablando, un texto de Shakespeare si se pronuncia en una película que si se declama en un teatro? Podrá ser distinta la impresión que el conjunto produce sobre el espectador, sí, será distinta su experiencia. Pero el texto será exactamente el mismo. Pues lo mismo cuando un texto va acompañado de música. ¿Sería peor un texto de Shakespeare, sería menos inteligente, menos profundo, menos rico, si alguien lo cantase con una melodía en vez de recitarlo? Quizá nos gustaría menos (a mí el primero), pero ¿es menor el dilema de Hamlet si cantado que si leído? Este es el principal problema que veo en el argumento de «no se le puede dar un Nobel de Literatura a un músico». Lo único que diferencia a quien escribe canciones de quien escribe poemas o de quien escribe dramas teatrales es una percepción consuetudinaria; si hay otros motivos de peso para hacer la distinción hasta el punto de negarles un Nobel por su trabajo, no alcanzo a verlos, y agradecería sinceramente que alguien me lo aclarase, porque así aprendería algo que por ahora no alcanzo a entender. El Nobel no lo concede la industria editorial, no es un premio nacido desde esa industria para ella misma (¡lo fundó el tipo que inventó la dinamita!). Por supuesto, cualquiera puede criticar las decisiones de quienes gobiernan esos premios, no me parece mal. Pero como todo en la vida, esa crítica requiere de argumentos de peso que vayan más allá de los lugares comunes.

STOCKHOLM 1966-09-28 *For Your FIles* Bob Dylan during anpress conference in Stockholm, Sweden April 28, 1966 during his ' Bob Dylan World Tour 1966/ Kod: 151 **SvD OUT**
Bob Dylan, 1966. Fotografía: Cordon Press.

Lo mismo cuando, para desprestigiar esta concesión, se compara a Dylan con otros letristas, manifiestamente peores, tratando de ridiculizar la situación con el chiste fácil de «pues el próximo premio literario que se lo den a David Bisbal». Como chascarrillo me parece bien (bueno, no tan bien), y el propio Bisbal parece acariciar con cariño la idea de que le den un Nobel a él. Pero desde luego no sirve como argumento. ¿Que hay muchas, muchas canciones con letras insustanciales, mediocres o sencillamente vomitivas? Sí, desde luego, pero también se publican muchas novelas y poemarios de pésima calidad, que no por ser deficientes dejan de recibir el juicio que merecen, benévolo o no, dentro del ámbito literario. La expresión verbal es la expresión verbal, con o sin música. Un gran pintor lo puede ser con lienzos al óleo o con acuarelas, o pintando al fresco sobre una pared. También puede demostrar su talento dibujando sobre una servilleta. Un gran escritor lo puede ser creando novelas, o poemas, y también canciones, que son poemas con música.

¿Es Bob Dylan tan buen escritor? Esto, insisto, ya es otra cuestión. Con su componente subjetivo, claro. Podemos discutirlo. Pero hay algo que está claro y que creo que los detractores viscerales de la concesión del premio no han ponderado, reaccionando tan en caliente. Bob Dylan ha ejercido una influencia decisiva sobre un montón de poetas y escritores; muchos de ellos también son poetas que le ponen música a sus textos y por eso los consideramos músicos antes que literatos, pero otros de sus admiradores, en cambio, son literatos «de verdad», que cuentan con el beneplácito de un gremio y una industria, pero que también le deben cosas al señor Zimmerman (cosa que no digo yo, lo dicen ellos). Además, como dice la academia, Dylan fue el hombre que sentó las bases para que el género, subgénero o infragénero de las letras de las canciones recibiese una atención particular y especializada, desde la crítica literaria incluso, como algo que puede estudiarse con independencia de la música. No afirmo ni niego que Dylan sea un gran poeta. Pero no necesita serlo para recibir el Nobel. Su legado, la manera en que modificó la percepción general que se tiene sobre la letra de las canciones, lo justifican.

Los premios Nobel no son como los Óscar. Los Nobel de Física y Química, por ejemplo, no premian al mejor científico del año (si es que hubiese forma de medir tal cosa), sino a aquel que realiza hallazgos importantes en su campo, que deja tras de sí un legado que permite que el conocimiento humano avance. Aquel que deja una huella imborrable en su disciplina. Lo que importa es el peso de su herencia. ¿Dylan no es el mejor escritor? No, no lo es. En su obra hay momentos brillantes; otros momentos no lo son tanto. Con todo, su legado es inmenso. Ha establecido unos cimientos sobre los que se levanta la obra de muchos otros. Recogió una tradición, la personificó en sí mismo y la llevó a las mentes y los corazones de varias generaciones. Directamente, a través de sus propios discos, o indirectamente, a través del trabajo de sus discípulos y de todos aquellos que aprendieron algo de él y lo llevaron a otros campos. ¿Hay alumnos que superaron a su maestro? Seguro. No solamente como autores de canciones. Hay novelistas y poetas que han recibido su parte de influencia dylaniana, y que seguro tienen una obra literaria más sólida. Pero es que ellos no son Bob Dylan, porque no les tocó cumplir ese papel, porque no estuvieron en el momento y lugar indicado para marcar a fuego la cultura que vino después. Dylan se merece el Nobel porque ha tenido un papel histórico enorme, el mismo que sí se les reconoce sin problema a los científicos cuando se les otorga un Nobel por haber aportado cosas nuevas, por haber cambiado las cosas viejas, por haber ayudado a construir.

Si me apuran, creo que incluso muchos de los detractores de la decisión de concederle el Nobel piensan también, en el fondo, de alguna manera, que se lo merecía. Porque Bob lleva años en las quinielas para el galardón y no recuerdo que nadie se escandalizase por ello entonces. Si la letra de una canción es literatura, que lo es, y si hay un letrista en el mundo que debía ser distinguido con un premio literario en representación de los muchos (y a veces muy buenos) letristas del planeta, ese es Bob Dylan. No porque sea el «mejor», que esto no es un concurso de relatos del instituto, sino porque de entre todos quienes escriben textos para canciones, él es el más influyente, y por lo tanto el más importante. Dylan merece el premio en su nombre, y si acude a recibirlo, cosa que mientras escribo está por ver, lo hará en su nombre, pero también en nombre de Springsteen, de Phil Lynott, de Leonard Cohen.

En realidad, nada de esto es nuevo. Quizá recuerden aquella infausta noche en el festival de Newport de 1965, cuando a Dylan lo abuchearon, muy ruidosamente, por atreverse (¡horror!) a colgarse una guitarra eléctrica. ¡Un cambio! ¡Una novedad! ¡Algo que se sale de lo normal! Está filmado; pueden encontrar los vídeos con facilidad. Aquellos abucheos ponen los pelos de punta. Estoy seguro de que Dylan lo pasó mal aquella noche, porque aún era joven y con su cambio de rumbo musical de verdad se la jugaba frente a un público que iba de moderno pero que resultó ser bastante más reaccionario de lo previsto. No debió de ser una experiencia agradable. Ahora, supongo, estas cosas le importan bastante menos. Es decir, ¡es Bob Dylan! Sabe que está por encima del bien y del mal. Y aunque no lo supiera, sabe más el diablo por viejo que por diablo; lo ha vivido todo en su profesión, en su trayecto vital. Y ni aunque le importase. Hoy, cuando vemos las imágenes de aquel Newport en el que el hasta entonces héroe del folk era tratado como un apestado, no es Dylan quien queda en evidencia, sino quienes lo abucheaban con cavernario encono, que bien podían haber mostrado su disgusto de manera un poco más delicada. No aplaudiendo, o marchándose. Pero ya ven que, cuando se trata de Dylan, hay cosas que nunca cambian.

Pese a lo que decía su canción.

STOCKHOLM 1966-09-28 *For Your FIles* Bob Dylan during anpress conference in Stockholm, Sweden April 28, 1966 during his ' Bob Dylan World Tour 1966 Foto: Olle Lindeborg / TT / Kod: 190
Bob Dylan, 1966. Fotografía: Cordon Press.

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41 Comentarios

  1. Para mi se lo merecía Daniel Johnston. Ese tipo sí que llega al alma.

    • Charly Brown

      El próximo premio NOBEL para Stan Lee, cuya huella en el mundo del cómic es superior a la de Dylan en el mundo de la música.

  2. Yo soy de los que creen que no debería haber sido galardonado, pero leyendo este brillante artículo tengo mis dudas, que se refieren a sí lo merece en comparación con otros escritores. En este caso creo que no porque no es lo mismo la obra de Roth o Kundera ( por poner dos flagrantes omisiones del galardón) que la de Dylan. Es mucho más complejo narrar y escribir prosa por lo que conlleva en cuanto a documentación y exploración. Evidentemente ha habido poetas premiados que validarían la decisión de la Academia Sueca, pero eso no significa que sea justo en comparación con novelistas, filósofos o ensayistas. Yo también opiné en otro artículo que por las mismas razones debería otorgarse a guionistas o raperos, lo que crearía controversia porque Eminem o Kase O. bien merecerían el rubro. Si nos atenemos a la primera y consuetudinaria acepción que la RAE da de Literatura (arte de la expresión verbal) quedarían automáticamente descartados los músicos, cuyo arte es oral. Respecto a la poesía (1. f. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa.
    2. f. Cada uno de los géneros en que se dividen las obras literarias. Poesía épica, lírica, dramática.) queda patente que en tanto objeto de sentimiento o estética, o subgénero de las obras literarias, constituye una parcela pequeña y exclusiva de la Literatura.
    Por tanto creo que lo más sensato sería crear categorías del Nobel ad hoc (poesía, música, cine) para evitar agravios hacia escritores que, no lo olvidemos, necesitan más reconocimiento y alcance que cualquier músico consagrado que se precie.

    • Dani, disculpa la corrección, pero la expresión verbal puede ser oral o escrita. La RAE en su acepción primera solo habla de que es el srte realizado mediante la palabre (verbo)
      Saludos
      J

    • Acuéstate.

  3. Gondisalvo

    La escena debió ser asi: Reunión de los miembros que conceden el Premio Nobel de Literatura. Todos suecos, vida acomodada, bastante mayores. Uno de ellos llega escuchando música en un Ipod que le ha prestado su nieto hace unos dias. Llama tanto la atención ,entre los demas miembros del jurado, que todos se interesan por el artilugio sonoro. Casualmente, su nieto, 23 años, ha descubierto la musica de un tal Bob Dylan – musico norteamericano famoso en los años 60 y algo, actualmente – una semana antes, gracias al profesor de musica de la universidad. A su abuelo le gusta una canción del tal Dylan y antes de la reunión para decidir a quien dar el premio, le cede el ipod con una canción del mencionado musico, a tres miembros, que sonríen y dicen que suena raro, pero no les disgusta. Llega la votación, pero cada uno tiene su candidato o candidatos y no se ponen de acuerdo .Después de una hora de reunión. el que lleva el IPod dice..» Y si se lo damos al tal Bob Dylan?…primero sorpresa, después risas, pero poco a poco, despues de buscar en Internet quien es Bob Dylan, deciden en un arrebato de modernidad y excentricidad concederle el premio de Literatura a Bod Dylan. Hala.

    • No sé si sabe usted que B Dylan lleva siendo candidato al Nobel más o menos treinta años ininterrumpidos. Creo que el comité lo pudo meditar mas que de sobra sin falta de ipods y nietos de por medio, no cree.

      • Se non è vero è ben trovato. Gracias, Gondisalvo, es bueno echarse unas risas entre tanto comentario pelma.

        • Gondisalvo

          Gracias. Aunque con cierto retraso, leo su comentario. En mi opinión . mucho mejor nos iria, en todos los ámbitos,si nos tomásemos muchas cosas con cierto sentido del humor. Desde el día que escuché el asunto Dylan, me lo tomé con sorna y escuchando/leyendo a los dylanianos acerrimos y cabreados, mucho mas, por las criticas de la gente que no lo consideraban el candidato idoneo, o insuficiente, para un premio Nobel de Literatura. Creo que a muchos nos parece entre insignificante (a quien le den un premio. El Nobel o cualquier otro) y absurdo. Salud.

  4. No puedo estar más de acuerdo con el autos. Alucino al leer los comentarios indignados en contra. Primero, porque estoy seguro de que desconocen la extensa obra de Dylan y se han quedado con Blowin´the wind. Y dudo que sepan inglés suficiente para apreciar el rico lenguaje dylaniano y sus giros linguisticos.

    Mucho mediocre y mucho inculto opinando de lo que no entienden o no quieren entender. «Don´t criticize what you don´t understand», que diría el maestro

  5. Yo antes cuando daban el Nobel a algún poeta extranjero, desconocido, solía comprarme algún libro suyo traducido. Y , la verdad, me solían parecer bastante insulsos.

    Y me parece increríble la frivolidad de las redes asociales, exhibiendo su ignorancia ante un letrista del que no tienen n.p.i. más allás del manoseado blowind in the wind.

    Un montón de canciones de Dylan están basadas en unas letras (poemas?) difícilmente superables por tantos aspirantes el Nobel.

    Enhorabuena.

  6. Pingback: ¿Es que nadie piensa en los niños? – Jot Down Cultural Magazine | Pagina3 - Noticias desde Oaxaca con perspectiva de género y responsabilidad social

  7. Lo que no entiendo es esa plebeya modernez de hacer querer creer al otro que se tiene la razón por cuestiones políticamente correctas, modernas, democráticas y que halaguen el oído del consumidor de clase media; ergo, es totalmente aceptable que haya gente que le parezca un músico excepcional pero un literato del común. Nadie ha idoa la caza del vate con palos y antorchas, solo se está en desacuerdo, cosa perfectamente normal. Lo extraño es que se intente hacer ver a los detractores como premodernos, elitistas y reaccionarios. Es muy sospechoso eso, querer hacer creer al público una versión de la historia, montar un ordenamiento de la «opinión pública»; no pasa nada si digo que me parece un escritor mediocre y un poeta muy sobreestimado. De repente atesoro en mi hogar muchos libros de poesía que me apoyan. No como otros que la única o poesía que conocen es la del músico de marras.

  8. Por lo que he leído, la razón por la que lo abuchearon en Newport fue porque decidió usar guitarras eléctricas, algo que no era normal en un festival de folk, por lo que pensar que era por las letras parece erróneo. De hecho ya había actuado en años anteriores, interpretando canciones políticas y nunca había tenido problemas de ese tipo.

  9. Este artículo me recuerda a esos tochos infumables de los apologetas cargados de argumentaciones enrevesadas y elucubradísimas, oscuras hasta el punto de marear al lector con tal de convencerle de que ha de negar lo que le dice el instinto sobre la existencia de Dios.
    A ver, o crees en Dylan o no crees, pero no me cuentes películas sobre los cimientos de la literatura, etc.
    Al tiempo, los ultras proDylan que ahora defienden su Nobel serán los primeros en defender que lo rechace, cuando lo haga, porque ¡Dylan es Dylan! (argumento de peso donde los haya…)

  10. Bob Dylan

    ¡Que se lo den a Chimo Bayo!

  11. bobby sponge

    Gondisalvo me pregunto desde que bucle temporal escribes. Bob Dylan empezó en los años sesenta del siglo pasado, por lo que los jóvenes que fliparon con él como algo importante, radical y que les ha acompañado durante sus vidas, los abuelos de la academia no el joven de ahora que escucha cosas que ni te imaginas con nombres súper raros.

    • Gondisalvo

      Si lees el comentario, irónico, aunque muchos se lo tomen tan a pecho como si Bob Dylan fuese inmortal o el único excelente letrista de la historia de la música, verás que dice que fue el nieto de uno de los de miembros del jurado, el que le dejó el ipod (aqui destaco como modernidad y novedad para un señor mayor lo del ipod y lo relaciono con toda la trama, mas o menos. Me sorprende que casi siempre los ofendidos son los dylanianos, cuando deberian estar encantados (lo estarán) por algo que : 1) l,os premios nobel son un poco como los Oscar, el Planeta, premios de poesa, Grammy, Emmy , (estos serian mas apropiados para un músico)…se los dan siempre a los mas adecuados? A veces si, y otra no. De todas las obras (de cine.música, literatura ) que se presentan habrá muchas que lo hayan merecido mas que las galardonadas, siendo esto imposible de evaluar, ya que para gustos, colores. Este famoso premio a Dylan , personalmente no me parece apropiado. Es mi opinión, pero tambien me importa un pito a quien se lo hubiesen dado. Dylan me pareció interesante, pero hace ya muchas decadas, no años, decadas, que ha dejado de interesarme. Considero que en el mundo de la musica pop, o rock, todo va deprisa y me gustan y comparto grupos o cantantes que duran , no se, 5 años y se retiran o cambian de grupo o se hacen solistas, como the Smiths, como the Jam, por poner ejemplos. Los que duran decadas y decadas haciendo la misma canción, simplemente, me aburren y ni los sigo ni ganas. Además no va a recoger los premiso, ni contesta.Será para darse mas el pego de artista unico ? Recomiendo que se visualize esto que adjunto.https://www.youtube.com/watch?v=dT38dHKgtSw. Por lo menos con humor que, entiendo, es como hay que tomarse el asunto, en vez de tan a pecho…lo digo por los dylanianos. Que pesadez esto de las religiones, los ortodoxos. Perdón por el trallazo.

      • Creo que te equivocas al compara los Nobel de Literatura con los Oscar, Grammy, etc. Estos últimos se dan a alguien por una obra (o interpretación, producción, etc) EN CONCRETO. El Nobel se da a una obra de una vida.
        Creo que el problema del Nobel a Dylan es que todo el mundo sabe quién es , ergo, todo el mundo opina, aunque no conozcan su obra. Ud dice que hace décadas que no le interesa, que no lo sigue. Obviamente quienes conocen y siguen su obra tendrán un criterio más fundado a la hora de opinar.
        Pero opinar es gratis, por eso gusta tanto en este país .
        Saludos

        • Gondisalvo

          En realidad , no me ha interesado nunca, es decir sique tiene excelentes cancines,y supongo, himnos generacionales y todo eso, pero nunca me he comprado un disco, un single o LP (y tengo mas de 600 LP,s y ,los que perdi o presté…que es lo mismo) cassettes, CD y ahora en Spotify o Itune etc. destaco en mi comentario que cuano un grupo, cantante se eterniza, casi imperceptiblemente, deja de interesarme, o al menos durante bastante tiempo. me pasa algo parecido con Bruce Springsteen que me gustó mucho (Born to Run (a mis 14-15 años lo escuché hasta la «suciedad», allá por 1975-76 y hasta the River…después, pues ya se diluyó. Bueno, no aburro mas. Tema terminado. Un saludo, ah, y lo de opinar, pues no es por la gratuidad, es por gusto, como las artes en general, a unos les gustan unas y a otros no. salud.

  12. El Nobel es un premio subjetivo, no tengo nada que decir en contra, se lo den a quien se lo den, ni tampoco a favor.

    Decir que Dylan es irrelevante es desconocer su obra e incluso la historia reciente, sería una falta de respeto hacia su figura. Pero no es una figura de la literatura.

    Admito, por supuesto, que se catalogue las letras de Dylan como literatura, pero decir que Dylan es una figura relevante dentro de la literatura es desconocer a los gigantes con los que se pretende hacerle codearse, porque la relevancia se obtiene por comparación con lo que te rodea.
    ¿De verdad hemos leído tanta poesía como para decir que Dylan es uno de los grandes poetas del siglo XX y quedarnos tan anchos?

    A menudo confundimos popularidad con grandeza, y si decir esto es elitista, tan elitista es inflamarse porque se compare a Dylan con Bisbal o Melendi.

    • Y ¿de verdad hemos leído tanta poesía (de autores vivos) para decir que Dylan NO es uno de los grandes poetas vivos?

  13. David Bisbal no ha escrito una canción en toda su vida. Solo como apunte

    • ¿Ni siquiera como coautor? ¿Seguro? A ver si nos estamos quejando de que se critica a Dylan sin conocerlo y va a resultar que lo único que sabemos de Bisbal es que se lió con Chenoa… Y lo juzgamos por eso, mira tú por dónde.

  14. Seguimos con la cantinela folk. Claro que Dylan es literatura, o poesía, discutir eso no tiene sentido, las canciones son arte de la expresión verbal. Que no es buen poeta, creo es muy defendible, sus rimas son menudo terribles. Ha tenido muchísimo eco, como otros poetas y cantantes regulares, pero es cosa de los tiempos. En cualquier caso, es irrelevante si es bueno o malo, el Nobel se ha dado a muchos escritores no muy buenos, y otros no lo han recibido. Aunque, puestos a opinar sobre el asunto, no es lo mismo un cantante que un compositor. Dylan es las dos cosas: canta cosas ajenas y también compone. Como cantante, no tiene sentido recibir un premio de literatura; como compositor, puede tenerlo. En cualquier caso, maldito Nobel que necesita Dylan, y no me extraña que no dé señales de vida.

  15. Demasiado largo para decir algo que no acaba de decir, Sr. Gorgot. No se puede contemporizar con todos ni ser ecuánime con los filisteos.
    Lo esencial: Homero, Virgilio, Cavalcanti, Bernard de Ventadour, Guillermo de Poitiers, María de Francia, Villon, el anónimo del Mío Cid, señores trovadores y sus juglares, los ciegos andantes con los romanceros y un rabel… la Poesía es madre y padre de la Lírica y, así, de la Literatura, que nace de la Palabra y de la Música. Yo creía que esto era sabido.
    ¿Que Dylan no hace Literatura? Pues yo digo que no solo la hace sino que es certero con su siglo y su instante. Hace Literatura y ¡la clava!: perennidad moral en «Blowin´», perenne honestidad en «Hard Rain is…», perenne advertencia en «The Times they…». Solo estos tres cantos ya le hacen eterno literato; y luego los que cantan al individuo emergido de las hojas de hierba, al que siente y vive entre las contradicciones de su época y de sus relaciones personales y hasta judiciales, cantares incontables de sus poemarios editados discográficamente.

    «¡Dylan no hace literatura!, ¡nosotros sí!»… Jajajajaja… ¡que me troncho! Escritores de temporada, literatos cobardes que no sabéis cantar ni alzar la voz en las plazas para conmover a las almas con la verdad de la Poesía. ¡Ay de estos dandis encerrados en sus abstracciones urbanas, sepulcros blanqueados para un gremio venido a menos porque se ha desgajado de la Naturaleza y del vivir de las gentes! Qué pena que España haya sido un país de grandes poetas pero que no aprendieron a tocar una guitarra para bajar al pueblo fuera de sus cortijos, cigarrales y cátedras pre y post franquistas, más allá del despacho del editor y de los ateneos. Bueno, al menos Lorca bajó a la tierra además de subir al Empire State y a compañeros del alma hemos llorado todos, pero… ¿cómo han sido tan pocos los que en España han compuesto y cantado guitarra en ristre poesías a la condición humana y a la evolución emocional y cultural durante el siglo XX? Acaso por tristeza. Da pena que un Jiménez, un Felipe, un Dámaso o un Valente no supieran cantar por las calles, y que no les hubiera precedido un Woody Guthrie a punto de morir para correr a visitarle y ser bendecidos por él antes de salir al mundo a guitarrear verdades como espadas. Solo unos pocos nos despertaron en los años 70 del siglo pasado a la canción, enormes sensibilidades casi extinguidas. España no tiene apenas crónica social cantada de su historia moderna, aunque algo tenga y, después de todo, espoleada por Dylan desde 1965. Puede que nuestros poetas no necesitasen en todas sus generaciones otra música que la de su lírica leída o impresa. Pero apreciemos a Dylan sin envidias ni corporativismo ofendidos. El poemario completo de un poeta no es más «literatura» que los poemas impresos en la portada de decenas de LPs. Y los poemas de Dylan son universales incluso sin el dinamitero del Nobel de por medio. Dylan lo sabía bien, digo yo: «Canta, oh diosa, la cólera aciaga de Aquiles el Pélida, que a los hombres de Acaya causó innumerables males…».

  16. BillClinton

    El problema no es que le den el Nobel por las letras de sus canciones. El problema es que solos cantautores de lengua inglesa podrán ganar el Nobel por su obra poética en sus músicas. A cualquier cantautor de otra lengua eso es imposible. No es desmerecer Bob Dylan, pero el hecho de que sea estadounidense, que domina el mundo culturalmente, y tenga la industria fonográfica en su favor ya cambia todo. O pensáis que un cantautor español, conocido solamente en España tendrá la misma posibilidad de ganar el Nobel de literatura el año que viene? Cuando son autores de prosa, aunque haya más posibilidad a los que escriben en determinadas lenguas, en teoría cualquiera puede ganar. Para ello es suficiente que su obra haya sido traducida, la lista de los galardonados lo demuestra. En el caso de la música no, la letra no es traducible. Versiones de una canción en otra lengua solo mantienen la melodía, la letra es otra. Así que para mí este Nobel es un mensaje que EEUU es el país que manda en todos los sentidos y no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo.

    • Faithnomore

      Bueno, sí se encuentra pueden hacer muchas cosas para cambiarlo: trabajar como los yankis, por ejemplo. Nos quejamos de eeuu pero ay sin ellos dónde estaríamos… Claro que influeye que sea de eeuu, los nobel se dan por bajo presión anglosajona, tienen el derecho bien ganado a ello.
      Y respecto a Dylan, ¿es que nadie se para a pensar que sus letras sí están escritas? Las escribe. Yo las leo al menos. Están por todas partes. Disculpen si alguien lo ha dicho, no he leído todas las opiniones.
      Me alegro por el premio, se lo merece aunque no crea en los nobel en general, pero ¿alguien me puede explicar la letra del ALL ALONG THE WATCHTOWER?

    • Desde 1978 hasta ahora Dylan es el TERCER norteamericano en ganar el Nobel de Literatura. La Academia sueca no parece muy colonizada, teniendo en cuenta que cuando nos quejamos de las ausencias del Nobel el primer nombre que nos viene a la cabeza es el Philip Roth (que ya se puede despedir del premio porque tardarán en dárselo a otro escritos USA).
      El motivo por el que le han dado el Nobel es «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción». Habrá mejores letristas vivos , pero lo que es claro es que el primero, por relevancia y trascendencia (y, por supuesto, nivel) es Dylan .

  17. El problema precisamente es que se piensa demasiado en ellos. Y de la preocupación a la obsesión hay un paso. Esto ya es realmente repulsivo, la obsesión que hay con los menores por todas partes. Así que no contribuya usted más a esta mierda que ya es más que suficiente con el temita.

  18. Huysmans là bas

    Interesante artículo en todo lo que concierne a los textos de Dylan, lo que cuenta en realidad. Gran punto con la alusión al teatro. Puntualizaría diciendo que los miembros del jurado también hacen alusión a la música en su nota explicativa. Sobra solo la nota hagiográfica que da a entender que todo lo que pueda hacer Dylan «está bien» o se explica que «puro Dylan y es «genial», ya venda braguitas, financie a Tsahal o no responda a requerimientos. Es un argumento religioso. Nota: Sartre respondió, rechazando el premio. Dylan no ha hecho ni lo uno ni lo otro. Marquetin pop.

  19. El problema, bajo mi punto de vista, no es que le den el Nobel a un musico. Las letras de las canciones son literatura al fin y al cabo. El problema, para mi, es que se lo den a Bob Dylan. Personalmente me parece un escritor bastante sobrevalorado. Y ya no hablemos como musico. Supongo que lo politicamente correcto ha sido decir siempre que Dylan es «EL» gran poeta de la musica. Si no lo haces, no se, quedas como un cazurro punk ante las elites rockeras con infulas de superioridad moral. Lo siento, conmigo no cuela. Creo que hay gente que escribe mejores letras, con mucho mas sentido, sentimiento y sensibilidad y sobre todo, sin ser tan parecidas entre si. Ahi estan Leonard Cohen, Neil Young, Roger Waters… ¡ojo! no digo que Dylan sea mal escritor, pero esta muy sobrevalorado. Sus letras tienen ese aire de la generacion Beat tan facilmente reconocibles que a la larga terminan cansando. Lo triste es que, pese a que Dylan no sea santo de mi devocion, estos dias con todo este jaleo del nobel, hay quien ha comparado en internet (y probablemente en los medios nacionales) a Sabina con Dylan. Y si hay alguien increiblemente sobrevalorado como letrista es Sabina.

    • Qué tres discos te gustan de él, qué dos no, y qué tres canciones son valedoras de algún reconocimiento literato para tí?
      A ver si es que al final tiene a media humanidad engañado!!! o a ver si es que no lo conoces lo suficiente para opinar sobre su obra.

  20. Dick de Bartolo

    Dios los cría y ellos se juntan. En la foto, Dylan y Baez tienen casi la misma napia.

  21. Después de leer todas las opiniones me queda la impresión de que lo que estamos sobrevalorando todos juntos es el premio Nobel en sí. El premio Nobel, como el Princesa de Asturias o el Oscar o cualquier otro premio es ARBITRARIO, elegido por un jurado o comité con opiniones SUBJETIVAS, y muchas veces con INTERESES comerciales o políticos detrás.
    Por otra parte, me la refanflinfa si prefieren a Cohen, a Puturrú de fuá o a Beyoncé.
    Negar el valor de la obra de Dylan es como negar el valor de Walt Whitman, de Rimbaud, de Borges, etc. Es como negar que la Tierra es redonda. Y repito, no estoy hablando de gustos. Estoy hablando del cánon cultural occidental.

  22. Sin tener ni idea me atrevo a decir que es discutible que Dylan haya tenido mucha influencia en la literatura. Jamás he oído cosa semejante y no me imagino los temarios de esta área dando importancia a Dylan.

  23. Emilio, otros artículos tuyos me han parecido acertados, pero éste … Se puede estar de acuerdo con que Bob Dylan sea merecedor del Nobel o no, yo no tengo ninguna opinión elaborada al respecto, pero la comparación que haces entre textos teatrales y letras musicales no se sostiene ni en la más pura metafísica de tus ideas. Y encima quieres meter a Shakespeare para que te sostenga el argumento. Reléelo, por favor, repiénsalo, no me creo que publiques algo así.

  24. fat_fredy

    Me llega al alma la referencia a Phil Lynott… o mucho me equivoco o estoy frente a otro Popuhead
    Por lo demás no puedo estar más de acuerdo con el artículo

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