(La versión internacional aquí)
Hay que tener el alma muy negra para rimar «boca» con «loca», y eso es una verdad universal que no impidió que en el año 2000 un artista llamado Raúl, que decidió que los apellidos artísticos eran para los cobardes, atronase el verano con «Sueño su boca», una canción que ya amenazaba con la rima forzada en su propio título. Años más tarde, un protoblog llamado Neuronas muertas, administrado por un tal Juan, que decidió que los apellidos eran para aquellos que buscaban la fama, se agazapa entre los pliegues y recovecos de internet dando cobijo a una recopilación fabulosa de otro tipo de horrores poéticos y musicales: una lista de canciones que, demostrando poseer unas gónadas de titanio forradas de adamantio, se atrevían a rimar «coche» con «noche». Como apuntaba John Tones en Canino lo más meritorio del asunto era que Nosoträsh casaban aquellas dos palabras malditas en hasta tres canciones diferentes.
Letras del averno
Hace unos días Dani Martín aseguraba en Twitter que en caso de tener que elegir entre componer un reguetón o fenecer, su opción inmediata era abrazar a la Parca muy fuerte. Resultaba un gesto muy digno por la parte que le toca a un exintegrante de El Canto del Loco que en algún momento interpretó esto:
Yo soy Sperman y he nacido en un local de ambiente
quiero tener el control de tu mente
quiero sentir que no soy el único indecente
te voy a robar la fantasía sexual
de la gente, de tu mente
¿Quién es? ¡Sperman!
(Tema: «Super héroe»)
Lo cierto es que resulta hasta lógico razonar que sentarse ante ciertas demostraciones líricas quizás supone un destino peor que la muerte inmediata. Y para demostrarlo la música en español se ha tomado la molestia de ofrecer a lo largo de su historia abundantes ejemplos de atentados poéticos. Amaia Montero se reveló como una beta de Turista En Tu Pelo al canturrear aquel «Quiero ser una emigrante de tu boca delirante / de deseos que una noche convertiste en mi dolor». El Arrebato entonaba un muy cuestionable «Búscate un hombre que te quiera / que te tenga llenita la nevera» que parecía condenar a la querida a la cocina y Rebeca, célebre por ser prima de Benicio del Toro, llevaría los escenarios un «Tú siempre fuiste duro de pelar, duro de pelar / Yo siempre en casa loca por amar, loca por amar» que digievolucionaría en anuncio de neumáticos.
En el fondo estamos tratando con una sociedad que ha vivido una etapa pop, que muchos insisten en bañar en oro, donde de algún modo retorcido se consideraban románticos versos como «Besarte es como comer palomitas de maíz / Corazón de melón, Venus salida del mar / del negro de un mejillón son tus ojos en su punto de sal» («Sabor de amor» de Danza Invisible). Y un panorama musical donde el «Quiero ser un bote de Colón / y salir anunciado por la televisión» de Alaska y los Pegamoides logró llegar más allá del estudio de grabación. Durante la época en la que Depeche Mode estaba alegrando los trastornos depresivos de todos los suicidas del mundo, en este país teníamos nuestro equivalente playero en un par de trovadores modernos de Badalona:
Tu piel morena sobre la arena
nadas igual que una sirena
tu pelo suelto moldea el viento
cuando te miro me pongo contento
(Viceversa – «Ella»).
Incluso sería conveniente señalar que a día de hoy Tam Tam Go! aún no ha pedido perdón por lo de «Atrapados en la red», aquella canción que hablaba como el geek noventero de la serie Nada es para siempre:
Te di todo mi amor arroba love punto com
y tú me arroba-roba-robado la razón
mándame un e-mail que te abriré mi buzón
y te hago un rinconcito en el archivo de mi corazón.
Jarabe de Palo asentó el fenómeno hater antes siquiera de que hubiese un nombre en inglés para describirlo gracias a cosas tan elaboradas como aquel «Bonito, todo me parece bonito / Qué bonito que te va cuando te va bonito, qué bonito que te va». Ainoha Cantalapiedra ganó la segunda edición de la fábrica de churros conocida como Operación Triunfo y acabó perpetrando «Tu mejor animal», una tierna baladita que contenía esto:
He limpiado los platos y de comer al gato,
nuestra última follada de ayer
dime qué tal.
[…]
Mi mayor deseo es estar en tu casa
atenta a todas las «cositas» que te pasan
lamer tu mierda como si me interesara
saber si te has ido con otra a pasear.
Dentro de ese burbujeante ecosistema musical la categoría erotismo completamente errado gozaba de participantes muy entregados cuyos esfuerzos solían provocar más complejos de avestruz que humedades en la ropa interior:
Me gustas tú, me pones a cien
y en tienda de campaña me levanto por tu piel
(Javi Cantero – «Me pones a cien»)
Ahora te debes callar
y vas a saborear
el exquisito manjar
que pongo en tu boca
sé que me harás disfrutar
que te vas a esmerar
como siempre lo harás, muy bien muy bien
[…]
Pero cariño no pares, tú sigue y no hables
que Dios te lo pague que lo haces muy bien
y mientras yo me concentro,
chúpala más adentro
que ya llega el momento y lo has hecho muy bien
(Semen Up – «Lo estás haciendo muy bien»).
[Actuación que incluye el bonus antierótico de ver a Alberto Comesaña poniéndose en el micrófono en el pito e invitando al público a arrimarse].
La rama indie tampoco se libraba de pelear por medalla en la competición de la vergüenza ajena. El tema «Toro» de El Columpio Asesino suele ser un habitual en las listas de canciones que provocan bochorno de manera instantánea:
Maraca loca piano ardiente
nunca fuimos delincuentes
gafas negras en la noche
vamos niño sube al coche
[…]
Con amigos y extraños
coincidimos en los baños
siempre te gustaron largas
amarga baja, amarga baja
Y mientras tanto la lírica a pie de calle del rap en castellano también ha sabido demostrar que no se quedaba corto en cuanto a cantera prometedora:
Parto, como parte tu cerebro la heroína
que me piden muchos yonquis por ser negro en cada esquina
soy un camello de ingredientes ilegales metalíricos
obviamente acompañados de sampleados metarrítmicos
[…]
No es una pintura, ni es una escultura
simplemente rima pura y dura
es la gran obra maestra
(Frank T – «La gran obra maestra»).
Y ahora veo en la Fnac un nice price
yo tengo un flashback o me siguen las Girl Spice
la marca de guay es una fuerza que hay
bebidas light hay un joven nice
que sonríe a la life
la marca de guays de nuestra ropa el clímax
es una mancha de pis que todos adoramos
(Gris Medina – «Publicity»).
No entiendo lo que dices
no me toques las narices
da igual lo que me rimes
Vo-ca-li-za
¡Yo! vengo a darte un par de frases
de esas que me han hecho conocido en parte
por cuidar mi dicción El Chojin comparte
con todos los otros los que viven rap ¿o no?
(El Chojin – «Vo-ca-li-za»).
Aunque en la actualidad todas esas gemas del rap patrio palidecen ante la nueva corriente de trap en castellano alumbrado en chándal en los callejones más selectos. De las divagaciones de Kinder Malo:
Mi polla entre tus tetas es una cubana
Banana con arroz, arroz a la cubana
Si tú has nacido en Cuba eres una cubana
Cuando vas como una cuba eres una fulana
Una manzana grande no es la gran manzana
Yo follo con tu puta y me pone el pijama
Las putas te putean cuando tú las amas.
(Kinder Malo- «La ley de Eddie Murphy»).
Pasando por las jornadas playeras de La Zowie:
Besis
Pa toas mis bitches
Pa toos mis goonies
Yo soy pobre pero voy con veinte yolas
todas bonitas expertas liando bolas
Tamos fumando porro en la playita
comiendo molly como pica-pica
[…]
Bitch, quiero money
y tengo un montón de goonies
si tú quiere uno pay me
No tengo na pero toy pimpin
En mi casa toas tus bitches
yo haciendo tortelini
pa poner fuertes a mis goonies
(La Zowie – «Baby come n get it»)
El logro de la Zowie es cantar en uno de los lenguajes más difíciles de aprender, aquel que se sitúa por encima del alemán y por debajo del furbish: el suyo propio.
Hasta aterrizar delicadamente sobre esa sensibilidad refinada de los alegres jovenzuelos que conforman Pxxr Gvng:
Tu coño es mi droga
tu coño es mi droga
tu coño es mi droga
tu coño es mi droga
tu coño es mi droga
tu coño es mi droga
[…]
Te entro con otro tema
pero tú sabe quiero droga
en la mirada me se nota
yo lo que quiero es tota
tu coño me produce fucking drogadicción
(Pxxr Gvng – «Tu coño es mi droga»)
Pero los incombustibles héroes patrios siempre serán Mecano, aquella milicia formada por Ana Torroja y los hermanos Jose María y Nacho Cano que llegaría a coronar cumbres en la historia de la poesía castellana encadenando composiciones maravillosas:
No hay marcha en Nueva York
ni aunque lo jure Henry Ford
no hay marcha en Nueva York
y los jamones son de York
(Tema: «No hay marcha en Nueva York»)
Ay dalái lama dalái lama dalái
ay dalái lama ay dalái dalái
Ay dalái
(Tema: «Dalái lama»)
Cuando me desperté y vi a otro tío acostao
De espaldas a mi lao. Me dije: ¿El pavo este? ¿Quién es?
Luego ya razoné, la culpa es del alcohol
Debí mezclar ayer hasta volverme maricón
[…]
Y por otro lao (Por el lao de atrás)
No debe estar tan mal (Pero si es lo más)
(Tema: «Stereosexual»)
Hawaii-Bombay, tumbado en mi hamaca
Hawaii-Bombay, toco una maraca
pachin, pachin, canto una de MachÍn.
Hawaii-Bombay a la luz del flexo
Hawaii-Bombay nos damos un beso
(Tema: «Hawaii Bombay»).
Mención especial para el dramático y rompedor desenlace del tema «Esto no es una canción»:
Con la mierda del caballo no hay quien pueda
si estás enganchao te quedan dos de dos
robar pa comprar o venderla y sisar
y las dos terminan antes o después
con el culo roto y el sida en Carabanchel
La canción del verano
Por encima del punk escatológico que ofrecieron gourmets ilustres como GG Allin, e incluso más arriba de aquel metal noruego cuyos miembros tiene por hobby quemar iglesias y apuñalarse entre ellos, se acomoda el subgénero que más horrores innombrables ha generado en la historia musical: la canción del verano. Una epidemia propagada entre chiringuitos playeros y antros donde consideran normal poner sombrillas diminutas en las copas, una variedad musical que parece impensable que pueda ser disfrutada en la intimidad del hogar sin estupefacientes de por medio: la imagen de una persona civilizada sentada en el sillón de su casa escuchando por decisión propia «Mi vida. Los micrófonos. Las tetas. Los micrófonos. Los culos. Los micrófonos» es probablemente una evidencia clara de cierto nivel de psicopatía. Y si bien es cierto que biológicamente el ser humano parece demostrar un acercamiento innato hacia el ritmo, los bebés bailan antes de saber andar y el propio cuerpo tiene un metrónomo de serie llamado corazón, es difícil sacudirse ante un «Bomba (sensual) / un movimiento sensual (sensual ) / un movimiento muy sexy (sexy) / un movimiento muy sexy (sexy)» sin tener la sensación de que se están haciendo malabarismos con las leyes de la naturaleza.
Aquellas aberraciones sonoras estivales acabaron demostrando que toda canción que incluya un «este ritmo nuevo que traigo» entre las estrofas es indiscutiblemente un instrumento del mal, que cualquier inepto puede acabar sonando en una discoteca, que contra toda lógica es posible escribir «Quiero montarme en tu velero / ponerte yo el sombrero / y hacernos eso, ay ay ay ay» sin que se te pudran las manos, que ni siquiera es necesario que la propia letra tenga coherencia mientras muevas la cabeza mencionando un montón de banderas para que todo el mundo se sienta identificado, que a alguien que no ha salido de Vallecas en su vida le han colado que tiene un montón de sangre latina en plena ebullición y que en general es posible execrar una canción sobre la gilipollez más ridícula posible y acabar barriendo billetes:
Lo paró con una mano, lo paró que yo la vi.
cho-cho-cho-fer para el taxi,
cho-cho-cho-cho-cho-fer para el taxi
Ella está pa un accidente
no me importa si está crazy
no me importa si hace vino por ahí.
(Omani García, Pitbull y Sensato – «El taxi»).
O driblar las neuronas de la audiencia extrayendo de la chistera un idioma propio:
Chinga chinga a pelo piqué
bicho malo pillé
minga chunga ladilla pillé
chichi chungo trinqué
iba bolinga capucha no usé
chati mangui pringué
pica pica cocos y minga
lavo nabo con gel
(La Banda del Capitán Canalla – «Bicho malo pillé»).
Uepa
Wata negui consup
yupi pa ti Yupi pa mi
luli ruami wanaga
[…]
wata negui consup
wata negui wanaga
Si tú quieres bailar,
Sopa de caracol
(Banda Blanca – «Sopa de caracol»)
Ouyea
sea son yo macarron
yee macarron no
chacarron chacarron chacarron
nmygudlmnglmne
nmnmw nglmdmlmgmdmme gdlmn nmnlm
Chacaron chacarron tiniminin ron
chacarron chacarron tiniminin ron
(El Chombo – «Chacarron macarron»)
Lo de Georgie Dann ya era una titulación de grado superior en artes arcanas que el resto de mortales no alcanzábamos a comprender. Ese übermensch era capaz de dedicarle una canción a una escobilla de váter y lograr que las caderas se desintegrasen en Benidorm en pleno desenfreno, y cosas como aquel vídeoclip de «Kumbo» engalanado con comentarios solo existen en este mundo para demostrarlo. El propio Dann, consciente de cómo su mera existencia interfería con este plano de la realidad, llegaría a intentar estabilizar el equilibrio entre el bien y el mal con la metaflagelación de «Mecagüento», un tema donde se bajaba los pantalones y hacía de vientre sobre la época estival que le daba de comer y también, de manera poco discreta, sobre lo que vendría a ser toda su carrera musical. En el fondo todos los grandes genios tienen ese punto de locura.
Y entonces llegó Lorna y «Papi chulo» causó más estragos que la peste negra, el cólera y las actualizaciones del Avast juntas. Y el infierno en la tierra dejó de ser monopolio del black metal:
Tú quieres mmm,
te gusta el mmm,
te traigo el mmm,
y Lorna a ti te encanta el mmm,
que rico el mmm,
sabroso mmm
y a ti te va a encantar el mmm
[…]
Todos con las manos al cielo
no piense en el suelo
mujeres vírgenes que se quiten los pelos
como dice el barbero: pelo, pelo, pelo
(Tema: «Papi chulo»).
En la actualidad aún se espera que a Pitbull, King Africa, Enrique Iglesias y a los cabrones que estuvieron batiendo mayonesa durante todo el verano del 2000 se les juzgue por crímenes contra la humanidad, y mientras tanto al otro lado del charco se generan mutaciones de lo que aquí entendemos por ritmos veraniegos formando locuras difíciles de asimilar: Delfín Quishpe ideó el homenaje más espeluznante que se podía hacer a las víctimas del 11-S con «Torres Gemelas», una canción que le cantaba a un amor perdido que trabajaba en el WTC y cuyo videoclip también incluía el número de teléfono del artista para contrataciones varias.
Sé que te quedas
ya sepultada,
en los escombros
de Torres Gemelas
Cuanto quería
estar contigo,
nunca pensaba
que vas a morir
Diosito lindo
no puede ser,
solo llorando
podré olvidar
(Delfín Quishpe – «Torres Gemelas»).
Perversiones
Haciendo la cobra al propio título del artículo, y dejando la puerta abierta algún tonteo con la lengua extranjera de artistas que normalmente cantan en español nos topamos con un Ramoncín que en su momento lo intentó con el «Come As You Are» de Nirvana y lo mejor que se puede decir de aquella actuación televisada es que la banda que lo acompañaba resultaba muy profesional al aguantar tan bien la risa. Pitingo también se ensañaría con la banda de Kurt Cobain al darle una paliza al «Smells Like Teen Spirit» y sin tener la decencia de llamar a una ambulancia tras el atropello (aunque lo cierto es que todo lo de Pitingo habitaba un plano de conocimiento superior al nuestro). El «Angie» de The Rolling Stones interpretado por Melendi haría desear que el asturiano incluyese la guitarra en su dieta habitual.
Enrique Iglesias sacó a pasear los gallos en un directo de «La chica de ayer», Seguridad Social no tuvo piedad con el «Wish You Were Here» de Pink Floyd y nadie en todo el planeta estaba preparado para el «Nothing Else Matters» de Metallica sonando a través de la nariz de Shakira. Los escalofríos llegaron con los Hermanos Calatrava surcando el cosmos y abusando del «Space Odditty» de David Bowie.
Aun así, todo lo anterior palidecía ante las versiones amateur de ciertos políticos latinoamericanos, desde Cúcuta un tal Jorge Acebedo despedazaría el «Gangnam Style» para su campaña con la profesionalidad de alguien cuyo único contacto con la música ha sido jugar al Sing Star. Y Walter Wayar proyectaba su luz interior a través de una minuciosa coreografía al contonearse sensualmente ante aquella revisión posmoderna, y absurdamente pegajosa, de «Voyage, Voyage».
Da igual si representa a una coalición entre Sauron, Lord Voldemort, Darth Vader, Satán en un mal día, tres profundos de Y’ha-nthlei y una conga de reptilianos. Mi voto lo tiene desde la primera estrofa.
Los madrileños Sándalo se convirtieron en semidioses del rumbakalao a principios de los noventa al encadenar una ristra soberbia de adaptaciones de éxitos internacionales. El «Informer» de Snow mutaba en un «Te informo» de letra profunda («Mira a esa rubia que buena que está, y la morena que viene detrás. Oye morena qué forma de bailar, como no pares me voy a desmayar») y «Tribal dance» de Two Unlimited renacía como un combinado de techno, rap y flamenco llamado «Ritmo tribal». La festiva formación llegó incluso a atreverse con Ace of Base, versionando «The Sign» por un lado y transformando su «All That She wWants» en un romántico «Desnúdate» («Desnúdate, y hagamos el amor, que ya no aguanto. Desnúdate, ya no puedo escapar a tus encantos»).
El tonteo de Azúcar Moreno con estilos ajenos a su carrera resultaría especialmente trágico cuando decidieron agarrar el «Paint it Black» de The Rolling Stones para untarlo con sintetizadores y palmeados flamencos transformando de manera instantánea un clásico en el hilo musical ideal para celebrar una misa negra.
No sé qué pasa que lo veo todo en negro / porque cualquier color se me convierte en negro.
Y por último, dos grandes artistas ofrecieron una lucha a muerte por crear el tema en inglés más glorioso: El Príncipe Gitano y su EX-QUI-SI-TA versión del «In the Ghetto» de Elvis Presley capaz de invocar la lágrima más sincera (la humanidad aún no ha agradecido lo suficiente que aquel vídeo incluyera subtítulos incorporados) y la FA-BU-LO-SA «The Age of Aquarius» a cargo de Raphael, un tema tan poderoso como para convertir a Muzzy en un amasijo de pulpa verde agonizante.
Es como Wagner, lo escuchas y te dan ganas de invadir cosas. Para empezar, la casa de Raphael. Con un lanzallamas.
Subjetividad y objetividad aplicada
En realidad todo lo que antecede a este párrafo nunca ha pretendido acomodar cualquier tipo de cátedra o verdad universal. Lo cierto es que es exactamente aquello a lo que le cantaban Los Punsetes en, esta vez sí, una de las mejores canciones del pop español reciente.
Pues hijo, no sé a qué nivel físico estarás tú, pero Alberto Comesaña en su momento, estaba para lamerle el micrófono y lo que se terciara, majo.
El articulo es brutal. Enhorabuena. Los micrófonos.
Es el único tema que no cuadra en el artículo; «lo estás haciendo muy bien» es un tema genial, y Comesaña lo interpreta de forma grandiosa
¡Señor!, como pa’hacerte un monumento, y yo no miento, que así lo siento, que las lágrimas m’han yegao al tegumento, que me has hecho sin despecho revolverme el antepecho y re-re-reíiiiiiiiiiiiiiiir. (Y a pesar de lo que ponderen algunos incondicionales, aquella cosa de «Manué, no te arrime a la paré que te va a manchá de cal, de cal, de cal…» también tenía su aquel, pero nada comparado con el Torito guapo, azote de todas las antenas, calles y patios de escalera). Muchas gracias nos has dado!
Muero jajajajaja
Felicidades por este pedazo de artículo. Carcajadas continuas.
Sé que mola mucho más criticar al Príncipe Gitano o a Raphael que al mito que es Elvis, pero a veces hay que poner en contexto lo que es cantar en otro idioma https://www.youtube.com/watch?v=__xpWYelT64
Reconozcalo: usted, como yo, es un fervoroso creyente de la ley de Sturgeon https://es.m.wikipedia.org/wiki/Theodore_Sturgeon
Gracias por la diversión
aquí va mi opinión de mierda jajajaja
oye me ha encantado me he reído muchísimo jajajja
Cocoon en Cancún, una imprescindible
https://www.youtube.com/watch?v=c48peYDfoUc
«Búscate un hombre que te quiera / que te tenga llenita la nevera». Pues no, no van los tiros por aquello de condenar a nadie a no salir de la cocina. La muy andaluza expresión significa «un hombre que no te haga pasar necesidades». Un hombre trabajador, para que nos entendamos. Que le puedes buscar el machismo a la frase, si quieres (hace más el que quiere que el que puede), pero tampoco es para tirarse de los pelos.
Solo hay una cosa mejor que Diego Cuevas: Diego Cuevas a machete
Nada de acuerdo con incluir la de Frank T, que, como arrogantemente indica su nombre, es una obra maestra. Por lo demás, muy bueno.
Muy bueno.
De todos modos, todo el mundo tiene un mal día. Sabina también ha rimado «noche» y «coche» en más de una ocasión. Y una de las canciones con mejor reputación de Serrat, el Romance de Curro el palmo, contiene algún ripio de los buenos…
De mis favoritas:
Ni tú ni yo nos dimos cuenta que tras sus tetas no había corazón. Solo ambicion… Ye, ye, ye.
Bourbon, Dinamita pa los pollos
Dinamita pa los pollos eran una banda cojonuda, unos visionarios, ellos y el mecánico del swing, adelantaron desde nuestro pais el triunfo de «la Americana» y no se entero ni cron, ni Uncle tupelo mi no depresión ni leches en vinagre, dinamita pa los pollos y el mecanico del swing.
Además esa canción es cojonuda.
«Brindaremos porque ayer nos separó ella y hoy nos une esta botella beberemos hasta que salga el sol, que salga el sol yeeeeeyeeeeyeeee.»
Camarero sírvanos, el mejor bourbon de Texas…
Joder que llamaron a su disco «no molestes a pa cuando está trabajando» cuando ni ellos ni nosotros sabíamos lo que era un Redneck.
Increíble artículo. No te has ido ni una, aunque yo aún les metía más caña. Bueno sí, la del Capitán Canalla me ha parecido siempre una gran letra, pero especialmente porque recuerdo a niños cantándola y bailándola sin entender la letra. Trolleada buena, demuestran más habilidad léxica que el 90% de sus compañeros del mundo pop.
Gracias por las risas
Una humilde aportación en agradecimiento: https://www.youtube.com/watch?v=4glm2hol68o
los punsetes? de verdad, apoyando a los amiguis y de paso perdiendo toda objetividad