Todos conocemos el semen. El esperma. La semilla. En definitiva, ese líquido blanquecino y pegajoso que brota durante la eyaculación masculina. Una autopista de espermatozoides que entre codazos y zancadillas intentan fecundar vaginas, ojos, culos, caras, bocas. En mi imaginación toman la forma de una multitud de señoras mayores rabiosas durante las rebajas. O tal vez los veo encarnados por una jauría de furiosos guerreros en las Tierras Altas escocesas que luchan con armas de inconcebible filo por salvar la vida. Por crear la vida.
Cómo me gusta andarme por las ramas. En realidad esta quería ser una mera introducción para el desconocido protagonista de nuestra historia: el squirting. Muchos lo toman por una invención pornográfica, la mayoría duda de la existencia de la eyaculación femenina. Solo las que lo hemos vivido sabemos que está ahí, como un fantasma que nos acecha durante nuestras relaciones sexuales.
En mi caso la eyaculación aparece de manera espontánea y sin que haya demasiada contribución por mi parte. A veces es un chorrillo y otras veces una auténtica explosión, pero nunca he conseguido controlar mi expulsión de ambrosía a voluntad. Lo que resulta un absoluto fastidio cuando te toca cambiar las sábanas después de crear un charquito de placer.
Otras mujeres saben controlar esta eyección de fluidos de manera magistral, muchas eyaculan cada vez que tienen relaciones sexuales o cuando son estimuladas de una manera concreta, pero las estadísticas nos dicen que la mayoría de mujeres nunca han experimentado lo que es un squirt.
Por este motivo vamos a dar un rápido repaso a los conceptos básicos. Las culpables de esta lluvia son las glándulas de Skene, situadas cerca de la uretra y calificadas como «la próstata femenina». Cuando la mujer alcanza el orgasmo estos agujeritos segregan un liquido de textura y consistencia variadas: desde cremoso y blanquecino a inodoro y transparente. A veces, cuando las glándulas rebasan su capacidad, el fluido se expulsa sin que medie ningún orgasmo de por medio. Es decir, se puede tener un squirting gigantesco y esto no tiene por qué significar que la señorita en cuestión haya paladeado la petite mort.
Como siempre que hablamos de cuestiones sexuales, no todos los cuerpos siguen un mismo patrón. A veces el líquido expulsado es casi imperceptible, pero en ocasiones la catarata de placer puede llenar vasos y bocas, como nos ha enseñado la pornografía.
Pero ¿cómo se consigue? Estimulando el mal llamado punto G, situado en la pared anterior de la vagina. Y es que este supuesto punto en realidad es una región relativamente amplia, rodeada de carne esponjosa que se hincha cuando estamos excitadas. Los tejidos que lo componen tienen el mismo origen biológico que el tejido prostático masculino, así que son sensibles y erógenos en extremo.
Primero y antes de nada hay que estar muy relajada, sin tensiones ni listas de la compra en la cabeza. Sirve de ayuda el colocar almohadones debajo de la pelvis y mantener las piernas levantadas y abiertas, respirar de la manera más tranquila posible y no obsesionarse con llegar a la eyaculación (practicar ejercicios de Kegel tampoco está de más).
Examina las reacciones de tu cuerpo y ve poco a poco masturbándote tal y como lo haces normalmente para pasar a introducir los dedos dentro de la vagina. En este punto no está nada mal tener un buen acompañante que te ayude: es mucho más fácil mantener la calma cuando estás guiando a otra persona que mientras estás luchando por tener una respiración pausada, la pelvis en alto, las piernas abiertas y media mano dentro del coño.
Que ponga una de sus manos libres en la zona baja de la tripa, creando presión desde fuera para que los dedos alcancen mejor su objetivo.
Los movimientos han de ser rítmicos, seguros y firmes, cada vez más rápidos pero sin imitar a una taladradora. En algún momento, si todo está saliendo bien, sentirás una opresión en el bajo vientre, semejante a la que tienes cuando necesitas hacer pis. Continúa con los movimientos dentro de la vagina, pero en vez de intentar retener la sensación relaja la pelvis y haz presión hacia fuera con los músculos de tu suelo pélvico. ¡Voilà! ¡Squirting!
Ya que no todo es tan simple como parece y entender la teoría no significa que podamos llevar los ejercicios a la práctica, siempre recomiendo hacer una visita a alguien que pueda orientarnos. Y es que dentro de nuestro país se dan bastantes seminarios y workshops que nos ayudan a liberarnos de los bloqueos y para abrazar la eyaculación femenina con amor y confianza. Recuerdo al gran José Toirán (quien me enseñó a mi, por cierto), Diana Pornoterrorista y Erotic Canela, pero estoy segura de que hay más.
También sé que, por mucho que os jure con solemnidad sobre el Mapa del Merodeador, habrá escépticos que no me creerán. Y es que los estudios sobre este tema son confusos, contradictorios y bastante limitados. Ni siquiera dentro de mi industria hay consenso acerca de qué es exactamente o de dónde proviene este manjar de dioses.
Recordemos que a lo largo de la historia el placer de la mujer ha sido castigado y solo desde hace muy poco tiempo se nos ha permitido explorar nuestros cuerpos y nuestra sexualidad de forma relativamente libre. La naturaleza sexual femenina ha sido rechazada, aceptada únicamente como una herramienta para la procreación. Afortunadamente nuestras mentalidades y el contexto social han cambiado desde entonces, pero todavía queda mucho camino por recorrer y muchos tesoros que descubrir. Abramos nuestras mentes y nuestros cuerpos y recibamos con gusto los nuevos conocimientos. ¡Nos vemos en el próximo artículo!
Fotografía: Amarna Miller
A ver Amarnita, que me temo que a pesar de los pesares, estás más perdida que una vaca en un garaje…
Squirting es directamente mearse, proyectar la orina a través de la próstata (ese orificio que está encima de la vagina), algo que distingue a varias actrices porno, que se han especializado en ofrecer dicho espectáculo. Posiblemente, la más conocida, tu compañera (no se si amiga) Cytherea.
Respecto a la mal llamada eyaculación femenina, ésta consiste en una secreción lubricante de las glándulas de Skene, situadas en el interior de la vagina, que normalmente se produce con la estimulación mecánica (dedos, dildos, etc) interior y ANTES de alcanzar el orgasmo. De color blanquecino y consistencia cremosa, puede aparecer en más o menos cantidad y hacerse visible. Puedes consultar a tu compañera (no se si amiga) Marielle Karlman, por cierto, compatriota nuestra.
En cualquier caso, un placer.
Sí hombre, la próstata es un orificio. Ese que se encuentra a la izquierda del hígado y justo debajo de la basílica balear.
Anda que…
uretra, mis disculpas… por lo demás, lo mismo
salud!
En mi caso, hay una manera para que nunca falle. Primero necesito estar muy excitada, lo cual consigue mi pareja con relativa facilidad. Después de una penetración muy placentera chocando con el fondo de mi vagina gracias a la postura bocarriba con las piernas hacia arriba y el culo elevado, la clave es que introduce los dedos un poco y los mueve con movimientos rítmicos, seguros y firmes (como dice Amarna) arriba-abajo, y no hacia dentro-fuera. Aparte de subir el ego de mi pareja y ser divertido, no es que produzca placer per se la eyaculación femenina.
He terminado…
¿Y qué tal?
Bien, muy bien aunque algo pringoso y con una mancha en el techo.
Pero entonces… cuando mi mujer pasa las piernas por la espalda del tipo levantando bien el culo mientras las aprieta con fuerza al tiempo que loca del coño le grita que la folle más y más fuerte… ¡Y yo veo el cilindro de su amante entrar y salir como un émbolo de ese chocho mantecoso como si hubieran derramado por él un plato de natillas, mientras el ojo del culo de ella se abre y se cierra de gusto con las contracciones al correrse entre jadeos y gritos! Como digo, ese potorro pringado hasta los riñones, ¿se puede deber en parte al menos, al squirting ese…? Yo creía hasta ahora que el all i oli era producto de las naturales secreciones de ambos pero ahora ya, dudo… ¿Usted qué cree Srta. Amarna?
No sé si correrme o arrojar la pota… ¡Ozú, qué caloret que ma subio hasta los mophletes!
Yo sé que la eyaculación femenina existe. Punto. Y estoy convencido de que, aparte del líquido lechoso que propiamente podría considerarse como tal, y que según parece proviene de las citadas glándulas, muchas veces (¿casi siempre?) va acompañada de una emisión descontrolada de orina. Dos fluidos, que a veces se mezclan.
Querer negar la eyaculación femenina o reducirla a «mearse» es demostrar la propia, lastimosa, ignorancia.
Estoy de acuerdo contigo porque lo vivo un día sí y otro también en la panadería donde compro. El mostrador atendido por chicas de varias edades, está orientado de cara a la calle con lo que me ven llegar desde una hora lejos. Tengo que ir con sumo cuidado al entrar porque el suelo acostumbra a estar inundado con sus diversas secreciones, incluyendo la orina. El otro día sin ir más lejos, resbalé y me pegué una trompada de cuidado. Lo asombroso es que todo ocurre sin mediar tocamientos por mi parte, ni siquiera hablar sobre temas picantes, me limito a pedir dos barras de pan clásicas y cuando me las escogen, procuran que tengan formas fálicas para al dármelas, poner ojos bizcos de éxtasis mientras frotan un muslo contra el otro. Desde que hay porno en google, las mujeres van desatadas y a tumba abierta.
Hace poco tuve uno y no lo andaba buscando. Simplemente sucedió es como botar una gran taza de agua. Y no huele a orina. Bueno nosé para mí no tenía olor
La eyaculación femenina… El tema en cuestión se trató en un programa del Íker Jiménez. Con eso ya os lo digo todo.
Cuántas «gambadas» se pueden decir sin que a nadie se le caiga la cara de vergüenza ….está muy bien generalizar a partir de la ignorancia y experiencia personal, está muy bien teorizar y hacer propaganda de lo que se nos ocurra…pero mientras no se dan datos científicos (mensurables, objetivos, contrastados) todo lo que aquí se menciona es charlatanería….
Para que tango líquido sea producido tiene que haber un órgano (depósito) que lo acumule antes de «squirtarlo». no? dicho órgano lleno de líquido tiene que ser detectable con ultrasonidos (igual que la vejiga-acumula orina- o la vesícula seminal en hombres-acumula semen-) …… además, la composición química de dicho nuevo líquido (squirt) debería ser diferente de la orina.
Aquí os dejo el link al único estudio científico publicado hasta la fecha que hace una aproximación objetiva a este tema hasta ahora tratado solo por charlatanes/charlatanas (como la autora de este «artículo de prensa, Amarna»)
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25545022
Para los que no entiendan inglés (o las/los que no quieran entenderlo) los ginecólogos y científicos autores del estudio básicamente seleccionaron a 7 mujeres que afirman ser squirters y las metieron en un laboratorio para que squirtearan tranquilas mientras las estudiaban.
Aplicaron ultrasonidos antes durante y después del squirt y en las 7 mujeres lo único órgano o vesícula que estaba lleno y acabó vacío fue la vejiga. No se encontró ningún otro órgano capaz de producir semejante cantidad de líquido (similar a la vesícula seminal en hombres).
Hicieron un estudio químico de sus orinas antes de squirtear, de su squirt, y de su orina después de squirtear. No se detectó ninguna sustancia química en el squirt que no fuese orina….. ergo….es orina.
—–Postdata, lo que sí se encontró son pequeñas cantidades marginales(que no volúmenes visibles a chorro, no nos confundamos) de la sustancia PSA (Antígeno prostático) en algunas de las muestras, sustancia que suele producirse fruto de la excitación sexual)….. Concretamente una de las mujeres lo presentaba en su squirt y sus dos orinas (antes y después), otra de las mujeres no lo presentó en ninguna de las tres muestras, y cinco de las mujeres lo presentaban en el squirt y en la orina después del squirt.
CONCLUSIÓN CIENTÍFICA…….ES MEARSE POR LA PATA ABAJO ((lo cual no quite que la gente lo practique con consentimiento y disfrutando de lo que hacen))
Pingback: Apuntes sobre la eyaculación femenina – Amarna Miller | Templo de Eros
El líquido de excitación , que es parecido al líquido semanal, lo he visto salir de una mujer excitada.
Pero no en una gran cantidad a chorro, yo pienso que eso más bien es orina, pues su consistencia es muy parecida.