El próximo sábado será el Día del Padre y si echamos un vistazo al cine y la televisión de los últimos años no es una figura que tienda a salir muy bien parada. Cuando no es mostrado como un bufón y ridiculizado hasta la extenuación (de eso ya hablamos aquí), es descrito como una figura despótica (también le dedicamos su espacio) o en el mejor de los casos su aportación brilla por su ausencia. Quizá para la mentalidad contemporánea toda autoridad es irremediablemente autoritaria, quizá los guionistas arrastren unos traumas infantiles del carajo o la explicación esté simplemente en que las familias felices no dan juego dramático. Sea como fuere, ahora, para variar, nos fijaremos en los que sí merecen la pena, en aquellos que nos valdrían como un ejemplo a seguir. Allá van unos cuantos para que voten cuál prefieren, o añadan alguno más si lo desean.
(La caja de voto se encuentra al final del artículo)
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Atticus Finch, de Matar a un ruiseñor
La autora de la novela, Harper Lee, se inspiró en su propio padre para describir a este abogado viudo de Alabama tan compasivo como firme en sus principios. Todo un héroe kantiano que se debía al dictado de su conciencia y que no desaprovechaba la ocasión de inculcar esos valores a sus hijos: «Uno no comprende realmente a una persona hasta que considera las cosas desde su punto de vista… hasta que no se mete en su piel y camina dentro de ella». Nadie pudo haberlo encarnado mejor que Gregory Peck.
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Lincoln Hawk, de Yo, el halcón
Definida como «la mejor película de pulsos de la historia» es una emotiva historia sobre un padre que enseña a su hijo saberes arcanos que se transmiten de generación en generación, como vencer al macarra del local en un pulso sobre una máquina de pinball. Una de las muchas lecciones de vida que transmite a su hijo, al tiempo que mientras conduce el camión lo vemos ejercitar el brazo con una máquina que ha instalado en la cabina. Eso muy seguro no debe de ser. Pero no importa, la tensión con su suegro crece mientras tanto, pues incomprensiblemente considera que esa no es una buena educación para su nieto, hasta que llegamos al espectacular desenlace: un campeonato mundial de pulsos en Las Vegas con un camión como premio. Qué grande es Norteamérica.
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Julien Doinel, de Los 400 golpes
El protagonista se empecina en una actitud cada vez más rebelde, siendo cada castigo un aliciente para comportarse peor, aunque su entorno no tenga en realidad ningún interés en amargarle la vida. Su padrastro parece un buen tipo que no se entera ni de los cuernos que tiene, que solo aspira a continuar con su rutinaria vida de clase media, sus pequeñas distracciones y sus batallitas del trabajo durante la cena. No es excepcional, pero hace lo que puede, como tantos otros.
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Furious Styles, en Los chicos del barrio
Esta película, culpable para siempre de que Ice Cube diera el salto al cine, nos mostraba un conflictivo barrio de Los Ángeles en el que una mala decisión podía acabar costándote la vida. De ahí que fueran tan importantes las enseñanzas que el personaje de Laurence Fishburne inculcaba en su hijo.
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Vito Corleone, de El Padrino
Don Vito es un hombre que siempre se desvivió por su familia, construyó un pequeño imperio con sus manos desde la nada y aún cuando está en lo más alto le parece poco legado para su hijo, para quien siempre tuvo la esperanza de obtener algo mejor, tal como se sinceraba en esta escena. Un padre simplemente ejemplar.
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Bryan Mills, de Venganza
No deja de ser curioso que un señor de sesenta y tres años sea actualmente la mayor estrella del cine de acción. En su considerable ristra de filmes de la última década siempre está dando patadas y disparos por algún motivo intercambiable y ya confundimos unas con otras, pero sí recordamos que en una es por salvar a su hija adolescente secuestrada. Eso es un padrazo, aunque por edad sería más bien su nieta. El problema es que dicha película, Venganza, tiene una segunda y una tercera parte en las que ocurre lo mismo, así que tampoco le falta razón a Deadpool al señalar que tan buen padre no debe ser entonces.
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Tatsuo Kusakabe, de Mi vecino Totoro
En el cine de Miyazaki nunca encontramos villanos. Todo el mundo es benevolente o tras algún malentendido inicial termina siéndolo y en el caso de Tatsuo, un profesor universitario que se traslada junto a sus hijas a una casa en el campo, queda a la vista desde la primera secuencia. Su carácter es en todo momento amable, generoso y cómplice de los juegos de las niñas y su búsqueda de los duendes del polvo.
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Hal, de Malcolm in the Middle
Bryan Cranston interpreta estupendamente ese arquetipo de padre estrafalario y risible que mencionábamos al comienzo, del que Homer Simpson sería su ejemplo más acabado. Pero hay una diferencia sustancial y es que pese a todo no hay desprecio a su figura, que se trata con humor pero sin sarcasmo. A veces es un poco lelo, pero cae simpático y sabemos que es un buenazo. Sobre esta serie y otras muchas ya hablamos más aquí. Del siguiente papel del actor, aunque diametralmente opuesto, también podría decirse que era un buen padre. O al menos cumplía bien con su rol tradicional de proveedor dejando una muy buena herencia.
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Rick Grimes, de The Walking Dead
No se distingue por su carácter afable y bromista, pero qué duda cabe de que su hijo Carl lo es todo para él y no habrá peligro que no esté dispuesto a afrontar para protegerlo en ese mundo posapocalíptico que les ha tocado vivir.
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Gwillyn Morgan, de ¡Qué verde era mi valle!
«Todo lo que aprendí de niño se lo debo a mi padre, y nunca me enseño nada malo o sin valor. Las sencillas lecciones que me enseñó están tan definidas y claras en mi mente como si las hubiese escuchado ayer». Con estas palabras arranca este clásico de John Ford que le quitó el Óscar a la Mejor Película a Ciudadano Kane. Esta familia de mineros de Gales que siempre reza antes de comer y se dirigen a su progenitor diciendo «padre» hoy nos resultará rematadamente anticuada, pero se les ve felices, que es lo que importa.
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Big Chris, de Lock and Stock
Ser un implacable criminal no está reñido con ejercer de padre ejemplar. Puede que se ganase la vida robando y dando palizas, pero no podía consentir que su hijo dijera palabrotas o jurase, hasta ahí podíamos llegar. Sobre el peculiar actor que lo interpretó, el exfutbolista Vinnie Jones, ya publicamos esto en su día.
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Mason Evans, de Boyhood
Este curioso experimento de Linklater tenía algunos defectos —su duración y la falta de un guion más definido— pero también algunas virtudes muy apreciables. Entre ellas la madurez de mostrarnos una pareja divorciada que no se reconcilia, pero que es consciente del nexo que les une, sus dos hijos. Mason Evans no se desentiende de ellos a pesar de llevar una vida un tanto desnortada y vemos cómo pasan los años, pero él siempre está ahí. Acompañándolos en su crecimiento, dándoles consejos no solicitados sobre su vida sexual y afectiva, preocupándose por sus estudios, enseñándoles a disparar… Lo que todo padre debe hacer, en definitiva. Sobre esta película pueden leer un análisis más detallado aquí.
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Ray Ferrier, de La guerra de los mundos
Los personajes que más parecen gustarle a Spielberg son tipos normales capaces de hacer cosas excepcionales, espoleados por el sentido del deber o el amor a su familia. De acuerdo al signo de los tiempos en este caso dicha familia también ha pasado por un divorcio, pero los hijos siguen ahí. Y estos son además bastante insoportables, pero hay que quererlos, qué remedio.
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Lou Solverson, de Fargo
La segunda temporada de esta serie resultó aún mejor que la primera y no hubo en ella un personaje que no fuera memorable. Uno de ellos era Lou, buen patriota que combatió en Vietnam para luego ejercer como insobornable oficial de policía firme con el malhechor y generoso con sus compañeros, que es además un buen hijo, mejor marido y padre ejemplar que siempre tiene tiempo para leer algún cuento a su hija. Es tal dechado de virtudes que uno espera de un momento a otro que se descubra en su sótano una mazmorra con artefactos sexuales infernales, que alguna válvula de escape hay que tener en esta vida, pero nada.
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Tony Soprano!
Resines en Los Serrano. O Imanol Arias en Cuéntame.
Kramer vs. Kramer
Me duele que me hayáis dejado fuera.
Guido
La vida es bella
No podía estar más de acuerdo. También incluiría Chris Gardner de En Busca de la Felicidad.
¡Richard Waterson!
Federico Luppi en Un Lugar en el Mundo, coño.
El hijo no aparece en la película porque está muerto pero es uno de los padres más inolvidables de la historia del cine. «El hijo», de los hermanos Dardenne.
El mejor padre era el que incorporaba Christopher Walken en At close range, (Hombres frente a frente) frente a su hijo Sean Penn…
Pete Postlethwaite, En el nombre del padre
Lamberto Maggiorani como Antonio Ricci en el Ladrón de Bicicletas.
Historias de Bronx, el padre normal: Robert de Niro. Pero, sin duda, me quedo con el padre (Atikus) en Quién puede matar a un ruiseñor: Gregory Peck
Robin Williams en «El mejor padre del mundo»
Falta Marlin, el padre de Nemo.
Con el debido respeto, me ha parecido un artículo bastante flojo. En la historia del cine hay muchos mejores ejemplos de padres excelentes que los que se mencionan, por ejemplo:
– Ted Kramer (Dustin Hoffman), en Kramer vs. Kramer;
– Chris Gardner (Will Smith), en En busca de la felicidad;
– Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani), en Ladrón de bicicletas;
– Guido Orefice (Roberto Benigni), en La vida es bella;
– Manolo (Fernando Fernán-Gómez), en Belle époque;
– Matt Drayton (Spencer Tracy), en Adivina quién viene a cenar esta noche…
Sin duda os olvidáis de dos muy importantes… Yo siempre los tengo como ejemplo, ante la adversidad luchar para hacer a tu hijo feliz:
Roberto Benigni en La vida es bella
Will Smith en En busca de la felicidad
Eso son papeles de grandes padres toda la peli, no una escena como alguno que incluís.
¿Realmente has visto Los cuatrocientos golpes? El padrastro parece majo, pero organiza los fines de semana dejando al hijastro sólo en casa mientras se va por ahí con la madre y no tiene miramientos (la madre tampoco) para enviarle al reformatorio. Me parece que no lo has entendido…
Totalmente de acuerdo, o no la vio o, peor, no la entendió. Un padre ama incondicionalmente a su hijo. El de los 400 golpes hace bueno a darth vader …
No es por nada, pero cuando se habla de cine, parece que en JD sólo existe el cine americano. Con un par de excepciones, todas las peliculas son estadounidenses.
¿ Es necesario que esto sea así ?
( De hecho, en los comentarios ya han demostrado que no necesariamente )
Anakin Skywalker
D. Luis (Agustín González, soberbio) el padre del adolescente Luisito (Gabino Diego), en «Las Bicicletas son para el Verano», excelente obra teatral de Fernando Fernán Gómez adaptada al cine por Jaime Chávarri en 1984. La lucha de una familia por mantenerse con la mayor dignidad posible (física y moralmente) en medio de la destrucción de la Guerra Civil, los bombardeos, el fanatismo político, etc. La última escena, en el descampado (hoy jardín) junto a la Iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, es sencillamente estremecedora: es el 1 de abril de 1939 y «los nacionales» (leasé «fascistas») entran triunfales en la capital, terminando la guerra. Sabiendo que le van a meterle en la cárcel (eso, si directamente no le dan «un paseo» y le fusilan en una cuneta), D. Luis da consejos a su hijo para los tiempos duros que se avecinan: «es que no ha llegado la paz, ha llegado la victoria» (la de los otros, claro).
Soberbia pelicula, sin duda. Y muy de acuerdo con tu apodo, como expongo en mi comentario, un poco más arriba.
Dustin Hoffman en Kramer contra Kramer. Robert de Niro en Una historia del Bronx. Sean Connery en Indiana Jones y La última cruzada. Nick Nolte en Lorenzo’s Oil. Pete Postlewhite en En el nombre del padre. Will Smith en En Busca de la felicidad. William Hurt en El Doctor. Richard Dreyfuss en Mr. Holland Opus. Nanni Moretti en En la habitación del hijo. Tommy Lee Jones en En el valle de Elah. James Stewart en El hombre que sabía demasiado.
Mufasa.
Yo tambien voto por Nick Nolte en Lorenzo´s Oil.
Tambien creo que el que escribe estos articulillos es un cachondo
Nunca será considerado el mejor padre del universo, pero es el que ha pasado a la historia por dejarlo patente de la mejor forma posible, directo y sin posibilidad de error… «Yo soy tu padre». A por ellos Mr. Vader.
¡Muy grande lo de incluir a Big Chris en la lista! Un padre peculiar.
También me gusta mucho Hal de Malcolm in the Middle(hoy me acordaba de la canción de la intro y de ese primer capítulo en el que está desnudo, muy significativo).
Pero, para mi gusto, falta un padre.. Cooper de Interstellar, aún a pesar de dejar a sus hijos supo impregnar pasión por la ciencia y crear un vínculo que logra trascender espacio y tiempo,…
¡Ehhh! Charlie Chaplin en El chico, hombreee….
Vigo Mortensen en «La carretera». ¡Éso es un padre!
Totalmente de acuerdo.
Peter Griffin de Padre de Familia.
El Fary en «Menudo es mi padre»
Grande!!
Jack Lemmon en «Missing», parece mentira que aún no haya salido. Se enfrenta a todo, incluido a sus propias convicciones, para encontrar al hijo «desaparecido».
Aquí uno que nunca lloraba con el cine hasta que vio la escena del cementerio de Big Fish. Y eso que aún no había muerto mi padre.