El problema con la nostalgia es —en esencia— el mismo que quedarse embobado mirando un tornado de clase 5, obnubilado por su indudable belleza, pensando en sus fascinantes espirales. Al final uno puede encontrarse haciendo compañía a Dorothy en Oz, o simplemente desarmado en una cuneta, con los tobillos pegados a las muñecas. La nostalgia es una fuerza destructora de primer nivel, ya que aquello que revivimos como si fuera una ensoñación jamás encuentra una equivalencia en la realidad, por deslumbrante que esta sea. Sin embargo, a pesar del indudable poder de aniquilación de la memoria (previamente licuada por un proceso integral de idealización) que supone este ejercicio, seguimos agarrándonos a ello como si fuera algo adorable, una especie de vicio socialmente aceptado que todos/as practicamos en abundancia, por aquello de que no nos llamen raros.
Además, ahora resulta que la nostalgia está de moda y sale a colación continuamente. Cada vez que alguien se saca de la manga un remake, un reboot, una secuela, una precuela. Cada vez que alguien vuelve a resucitar a Lázaro, aunque a este le perturbe que le remuevan continuamente la lápida, alguien grita «¡Nostalgia!». Entonces todos/as debemos correr a venerar al nuevo becerro de oro, porque ya se sabe, el pasado siempre fue mejor. La plaga de la memoria lo ha corroído todo: han vuelto los calentadores, han resucitado Star Wars, algunas personas normales llevan vaqueros de cintura alta y al jogging lo llamamos running. Porque eso sí es básico: introducir una serie de pequeños desajustes emocionales para que no notemos que —por decirlo con corrección estricta— nos la están metiendo doblada.
Por eso, para hablar de Expediente X es obligatorio advertir de que aquellos que estén hartos de ser violados por la nostalgia una y otra vez, día tras día, pueden abstenerse de volver a los territorios de Fox Mulder y Dana Scully, a menos que gusten de la visita del fantasma del pasado. Y es que muchos/as recordamos como si fuera ayer los créditos de la serie en Tele5 (sí, en Tele5, allí donde también vimos Twin Peaks), la música de Mark Snow, y el estado de ánimo previo a entrar en un mundo de fenómenos paranormales y conspiraciones alienígenas. La languidez atormentada de ese guiñapo de piernas largas llamado Mulder y esa sexualidad recatada, comprimida, de su socia y —en ocasiones— némesis llamada Scully. Los dos formaban la pareja que todos quisimos ser en tantas ocasiones, la escéptica galena y el creyente desmedido que se enfrentaban a algo tan grande que era imposible no sentir empatía por su imposible victoria. Llegó un momento en que ya no nos importaba la misión, desesperados como estábamos porque Scully creyera y Mulder encontrara a su hermana. Y todo con aquel póster que rezaba I want to believe, que muchos/as nos agenciamos como pudimos: una fotografía de un alemán llamado Billy Meier que diez años después demandó a Chris Carter (creador de la serie) por no haberle pedido permiso para utilizar la imagen.
Y ahora (en España, a través de Fox, en la plataforma de Movistar+) vuelven. Vuelven los créditos, la música de Mark Snow, el impertérrito Skinner, los malditos extraterrestres y —por supuesto— el póster. Con una foto distinta (Carter no quiso arriesgarse a otro juicio), tirado por el suelo en una oficina olvidada, pero ahí está: la viva imagen de la nostalgia.
¿El resto? Pues David Duchovny (Mulder) que parece haberse escapado de Californication; Gillian Anderson (Scully) que sigue siendo la misma mujer glacial con la que se sueña todos los días de la semana y en general una actitud que no sabemos si es desgana, sano desvarío o un guiño perverso a los fans del asunto. De hecho, cuando se presentó el primer spot de la serie en el TCA de Pasadena (punto de encuentro de todos los críticos televisivos estadounidenses dos veces al año) hubo risas y más risas. Uno de los presentes levantó la mano y le pregunto al creador, Chris Carter, si aquello era una parodia. «No, no es ninguna parodia», contestó un Carter al que le salía humo del cuero cabelludo.
Pero sí, a veces lo parece (una parodia): esa voz en off de Mulder al principio; el (risible) personaje del presentador televisivo que ejerce de motor narrativo para el reencuentro de la pareja; el flashback de Roswell con la ridícula escena de la ejecución del alienígena. Hay tantos momentos de ceja angulosa en Expediente X que casi dan ganas de mirar de reojo. Pero, no nos engañemos: ¿a quién le importa un guión de papel cebolla y una narración que carece de cualquier tipo de intensidad donde los actores parecen estar allí porque vieron luz y entraron? Exactamente, a nadie. Porque la alegría interna que sufre el aficionado al ver a esos dos pajarracos haciendo lo mismo que hacían hace veinte años, con la misma cadencia, con menos convicción compensada por ese vocabulario lleno de abducciones, ADN alienígenas y platillos volantes, es superior a cualquier otro protocolo de actuación personal. Porque aquí lo que trasciende es la nostalgia, la maldita nostalgia, el recuerdo del sofá en el que uno se arrugaba a ver a dos agentes del FBI hablar de hombres lobo, telépatas, asesinos reptiles de aspecto humano o mutantes de ojos negros. Con eso y unas cuantas linternas, más las dosis justas de luces en el cielo y tablones que gruñen cuando alguien (malo) las pisa, basta y sobra para sonreír y llegar al final del episodio con la moral alta.
Pedirle algo más a Expediente X en 2016 sería como desafiar a Rachmaninov a un duelo al piano: un imposible con matices de enajenación mental. Si hasta Duchovny y Anderson parecen estar de paso, soltando el diálogo como quien espera que suene el timbre para ir a comer, no se le puede pedir al espectador que haga el esfuerzo de visionar la serie con la rigidez habitual de un aficionado cuando está ante algo importante. Expediente X (al menos, por lo que respecta al primer episodio de esta nueva tanda de seis) es una serie de fans y para fans, que no esconde en ningún momento su voluntad de volver sobre sus pasos y repetir lo anterior con unos ceros de más y la corona de culto bien colocada sobre sus hombros. Esa honestidad kamikaze es su mejor baza: si uno se relaja y alarga la mano a los recuerdos tendrá cuarenta y cinco minutos de impagable diversión. Cualquier otro intento de visionado, reflexión o análisis formal acabará con víctimas y daños colaterales. Es lo que tiene la nostalgia: odia coger prisioneros.
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La mayor tomadura de pelo que he visto en una pantalla desde las Brujas de Zugarramurdi. El truño no puede ser más grande, no me extraña que pensaran que se trataba de una parodia, lo hacen adrede y no les sale peor…
Pues muy de acuerdo. El primer capítulo ha sido un completo desvarío en muchas cosas y Mulder y Scully parecen en ocasiones caricaturas de sus ya trillados personajes. Sin embargo yo me lo he pasado pipa.
Eso sí, una cosa que me encantaba de la original y que creo que aquí van a obviar por eso de ser sólo seis capítulos es esas historias autoconclusivas con Scully escribiendo una crónica al final del episodio y reflexionando sobre sus vivencias. Supongo que Supernatural me enganchó en su momento por esa misma fórmula.
En resumen: más por favor
Creo que desde el primer momento se sabía que esto era más para fans que otra cosa. Pero creo que a The X-Files se le debe por parte de los seriéfilos y la industria televisiva actual (peor fue Lost justificando lo injustificable cuando nos dimos cuenta de que todos estaban muertos) el mérito de haber iniciado el fenómeno seriéfilo actual. Millones de espectadores en USA comentaban los episodios ni bien acababan en las BBS (la prehistoria de internet) con aquellos módems USRobotics… Yo me lo estoy pasando en grande y el episodio 2, que ya lo podéis pillar en la web, es mejor que el primero. Saludos
Al final de Lost no estaban muertos.
Van de dos en dos al cielo, que es una iglesia. Un final coj*nudo, sí.
por dios, seis años después aún hay gente que no entendió el final de Lost???
Dana Scully ha envejecido bastante bien, no? :)
totalment de acuerdo; es más, me resulta mucho másinteresante que en los primeros años
Como dice el personaje de Dwight en «The office»: «Nostalgia is one of the human’s greatest weaknesses. Second only to the neck».
Es asombroso: ¿Nadie se da cuenta de el primer capitulo de X files esta poniendo voz a todos los «conspiranoicos» del planeta y a las conspiraciones que estan siendo denunciadas por tipos como mulder actualmente?
No se inventan nada…me alucina que no queramos ver ese hecho.
Como no verlo era clarisimo!
No obstante a mi me pareció genial.
A mi me parece que ha metido en una coctelera todas las paranoias conspiranoicas de los últimos 20 años y lo han servido en un episodio de 45m- Normal que te indigestes. Sólo les ha faltado la teoría reptiliana, ya la sacaran….
Hay una pequeña diferencia A Gillian Anderson despues de Hannibal y La caza
no se la puede ver de la misma manera,ha pasado a tener un empaque mucho mas sexy y una presencia mucho mas inquietante,no se la puede ver con los mismos ojos que en los noventa.
Je, al que no se le puede ver de la misma manera es a Duchovny después del desparrame de Californication. Me lo imagino queriendo llevarse al catre a Scully en cada episodio, o enrrollándose con la mutante de turno.
Danna Scully es un auténtico expediente X, con la X más grande que jamás se pueda hacer… guauuu!!!… aunque en Hannibal me ponía a X al cuadrado.
Oh, muy God!!
Pues soy fan y no me ha parecido tan malo el primer capítulo. Un poco descolocada eso sí, al principio, por lo de Mulder, «nos han engañao y tal», pensando, ¿otra vez con esto, hijo mio?… pero na más, lo de siempre. Quien quiera que mire y quien no quiera que se vaya a series de «más postín», como la ensalzada, (sin justificación alguna) «The Leftovers).
El capítulo es una mierda gordísima, es horrendo y no hay por dónde cogerlo. No intentéis racionalizar la pérdida de minutos de vida que ha sido comérselo. El segundo al menos es un poquiiito mejor.
Esta serie ya era floja en su primera aparición en los noventa. Jamás pude engancharme a ella pero hay que recordar que venía de disfrutar algo como Twin Peaks, donde por cierto, también salía Duchovny. Eso sí, actualmente, sus protagonistas han subido muchísimos enteros en la clasificación.
Es decir, la nostalgia de Expediente X es lamentable, pero la de Star Wars (que tiene más agujeros que un queso gruyere, es guay). Ajá.
La nostalgia ES heroína, por definición. Y esa es la idea. Luego puede ser más o menos digna, y teniendo en cuenta lo que hay, no me ha parecido de los peores chutes.
Spoilers ahead…
Esto es lo que ocurre cuando resucitas una marca mítica para subirte al carro ,pensando en llenarte los bolsillos, cuando no tienes nada nuevo que contar porque ya contaste todo. Cuando traes de vuelta dos personajes que no tienen nada nuevo que aportar, porque ya esta todo dicho sobre ellos, convirtiendo el tinglado en una telenovela venezolana y dejando a los originales( hasta la 5-6 temporada) o bien en absolutas obras maestras o bien en un sin sentido descomunal que ya no tiene cabida con la nueva línea argumental. Bravo Carter, no solo ninguneas el argumento original, haces poo poo encima para que ahora no tenga ningún sentido.
Cuando resucitas a personajes que ya no pintan nada. Cuando te «cagas» en nueve años de argumento para dejar paso al «nos engañaron»……really??
Sufre la misma enfermedad que padecen otros casos similares de reboot, reset, remake, releches….tan cercanos en el tiempo, que se preocupan más por mantener viva esa nostalgia a base de cabeceras, actores, ambientación o acordes musicales que por lo realmente importante que es dotar de unos buenos cimientos a la historia aprovechando todas las posibilidades que ofrece ese universo. Donde está la coherencia con lo que me han contado hasta ahora?Cómo hemos llegado hasta aquí? De verdad un trooper renegado sin conocimiento en la fuerza es capaz de manejar un sable làser plantando cara al nuevo villano, con años de entrenamiento a sus espaldas? De verdad una tia en tacones es capaz de huir de un T-rex? De verdad los tios que se pierden en prometheus al ir a la nave son justo los que han diseñado los planos? Pero espera, que luego son capaces de llegar a la nave mutados!! XD. De verdad john connor es…. ????Ok, todo vale cuando hablamos de nostalgia. Cuéntame lo que quieras que asentiré con la cabeza y diré….»qué guapo».Aquí tienes mi entrada, aquí tienes mi dinero.
El problema, querido amigo, es tuyo. Eres demasiado exigente. Qué esperabas? Coherencia??? jajajajajjajj
La nostalgia en sí misma debería ser suficiente, ver a mulder y scully de nuevo 14 años después es motivo de celebración y debería ser suficiente, esa mítica cabecera debería ser suficiente….ehhh NO. No compro moto.Soy demasiado exigente fíjate tu, que hasta pido una historia solvente y coherente que no triture todo lo anterior, seré exigente….
Digo si, SI a la nostalgia con coherence, no a cualquier precio. Aunque te llames expediente x, star wars, terminator o raimunda la lotera.
En fin, una pena.
Y ahora a disfrutar de los comentarios tan benevolentes y condescendientes del tipo de…»gloria bendita», «chris carter lo ha vuelto a hacer», «estan mejor que nunca», » de los mejores capítulos de la serie», «qué esperabas?», «esto siempre fue asi»……..
Ánimo amigos, disfrutémoslo!!! No seamos tan exigentes!! Es que aquí en la jot sois de una exigencia extreme….
El primer episodio es sensacional, inconmensurable, pletórico, es la quinta esencia del universo X-Files, como Jessica Jones y el universo Marvel, como Black Sails y el universo del mundo pirata, como Deadwood y el universo del western, como Generation Kill y la guerra de Irak, como Roma y las pelis de romanos, como Treme y el jazz, como Borgen y la política, como The Newsroom y la manipulación informativa, como The Wire y la droga y la corrupción, como Person of Interest y el control cibernético. Todo depende del contexto de la historia, y si no entras él, no veas la serie.
Una tomadura de pelo incluso para los fans de la serie. Duchovny parece que se ha escapado de Californication y que se va a avalanzar sobre Anderson, que cada día está más buena, por cierto. Pero para verla en un papelón en serie entretenida mejor verla en The Fall. Y que Duchovny vaya a ducharse, afeitarse y salir por la noche a ver si engaña a alguna boba. Un episodio de Pocoyo tiene más misterio que este regreso engendro de Expediente X.
Hasta hoy vi un capitulo relacionado a los sonidos, ni lo termine de ver por sueño pero me llamaba mucho la atención cuando mulder daba algun razonamiento pseudocientífico (los que hacia siempre en las primeras temporadas ) y al terminar de decirlo se queda callado (pausa) mirando a los lados como diciendo mudo «que mierda estoy diciendo….»
Solo ver eso me resto algo, la verdad mejor hubieran seguido de lleno xfiles con versión animada o comic, lo de mulder ya lo hace el sin disimulo pero a scully se le nota pero no tanto. Denle muerte a xfiles, es como resucitar a un muerto que no le interesaba volver, lejos de alegre te odiara y mulder se le nota que no quiere mucho a los fanboys que lo arrastraron ahi, aunque sea miniserie y bien pagada, pero es claro que no le da gracia ya, tal vez nunca le dio y ahora menos.