(Viene de la primera parte)
Desde que se iniciaran los movimientos el 11 de junio, más de doscientos jugadores han cambiado de equipo por lo menos una vez en apenas cuatro meses en una orgía de números, dinero, futuras opciones del draft y, a fin de cuentas, baloncesto de oficina.
Dinastías consolidándose, equipos haciendo borrón y cuenta nueva y otros que empiezan a formar las bases de lo que, esperan, sea un futuro brillante para la franquicia. Jugadores novatos, veteranos buscando la esquiva gloria del anillo, jugadores franquicia y suplentes que aportan longitud de banquillo. Ha habido movimientos en todos esos sentidos y muchos más.
Lo que sigue es un recuento de los cambios que han llevado a cabo los mejores dieciséis equipos de la pasada temporada, ordenados por su balance entre victorias y derrotas. Con lo cual, obviamente, tiene más peso la mejor conferencia, siendo la oeste, con especial hincapié en la división suroeste, en la que todos sus cinco equipos se clasificaron para playoffs.
De todas esas idas y venidas de jugadores, y de la repercusión que estas tengan sobre sus equipos, trata este artículo, en orden ascendente. Adicionalmente, y para que puedan ustedes echarme en cara todos los errores cometidos cuando termine la temporada, puntúo sus movimientos de verano de una a cinco estrellas:
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8. Portland Trail Blazers (51-31)
Incorporaciones: Al-Farouq Aminu, Ed Davis, Mason Plumlee, Gerald Henderson, Mike Miller, Maurice Harkless, Noah Vonleh, Phil Pressey, Daniel Diez
Elecciones del draft: Pat Connaughton (#41, derechos adquiridos de Brooklyn)
Salidas: LaMarcus Aldridge, Nicolas Batum, Arron Afflalo, Robin Lopez, Steve Blake, Wesley Matthews, Joel Freeland, Alonzo Gee, Brendan Haywood
Terminábamos el primer artículo haciendo un repaso de los sinsabores de Dallas este verano. Si hay algo que sirva de consuelo a los aficionados de los Mavs es mirar hacia Oregón. En Portland básicamente se han deshecho de todos sus mejores jugadores con la única excepción de Damian Lillard. Queda también el prometedor McCollum, que sin embargo ha tenido hasta ahora un rol secundario en Portland con apenas 14,5 minutos de media por partido, pero ambos juntos no logran camuflar el desastre sucedido en Portland. El caso es que tras una buena temporada 2014-2015, en la que lograron una cómoda clasificación para playoffs para sin embargo caer en primera ronda ante los contundentes Grizzlies, han decidido hacer borrón y cuenta nueva. Del borrón no cabe duda, sí de la cuenta nueva por venir.
Aldridge, jugador franquicia con un promedio de 23,4 puntos y 10,2 rebotes por partido la pasada temporada. Batum, jugador de los Trail Blazers desde su llegada a la liga en 2008 y aportando al equipo en todas las facetas del juego, traspasado a Charlotte a cambio de dos jugadores menores como son Henderson y Vonleh. Afflalo, uno de los mejores defensas de la liga, adquirido la temporada pasada desde Denver. Lopez, pívot fiable en ataque y duro en defensa. Matthews, excelente escolta y poseedor del récord de triples de la franquicia. Blake, buen base suplente con facilidad para anotar y pasar el balón, poseedor del récord de asistencias en un solo cuarto en la NBA con Portland, con catorce de ellas. Todo esto han perdido los Blazers en un solo verano.
Las incorporaciones sencillamente no están a la altura: Davis es un ala-pívot decente pero va a ser deprimente verlo reemplazar a Aldridge. Aminu no es alero suficiente como para reemplazar a Batum, y llega además a un precio de cuarenta millones de dólares por cuatro años. Mason Plumlee es un pívot del montón, Henderson un escolta cuya calidad desde la línea de tres anda a años luz de la de Matthews, Miller es prácticamente un exjugador, Vonleh ha tenido una buena liga de verano aunque no se deberían esperar grandes cosas de él, Harkless está haciendo una buena pretemporada que a pesar de ello contrasta con una gris carrera en la NBA, y el drafteado Connaughton apenas es digno de mención. Por si esto fuera poco, siguen sin un pívot titular a menos que se quiera considerar a Plumlee como tal. Adiós a la postseason.
Calificación de movimientos: una estrella
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7. Cleveland Cavaliers (53-29)
Renovaciones: LeBron James, Kevin Love, J.R. Smith, Timofey Mozgov, Iman Shumpert, Matthew Dellavedova, Richard Jefferson, James Jones, Mo Williams, Sasha Kaun (drafteado en 2008)
Elecciones del draft: Cedi Osman (#31, llegado vía Minnesota), Sir’Dominic Pointer (#53)
Salidas: Kendrick Perkins, Brendan Haywood, Shawn Marion, Mike Miller, Rakeem Christmas
Tras haber caído en las finales de la pasada temporada en unos heroicos playoffs en los que poco o nada podían lograr al tener tres de sus cinco titulares lesionados, lo único que debían hacer los Cavaliers era asegurarse de que los jugadores que más aportaron el año pasado continuaran en la franquicia. Y así ha sido. Tanto los dos jugadores que han sido all-stars como los que bordaron un papel excepcional el pasado año (Smith, Mozgov, Shumpert, Dellavedova —qué forma de dejarse la piel en playoffs—, Jefferson y Williams) aseguran que este equipo sea uno los más fuertes de la próxima temporada.
En cuanto a las incorporaciones, no es que hicieran falta: solo tres drafteados que no deberían gozar de apenas minutos dadas la extensión y calidad del banquillo de los Cavs. Osman es un jugador muy intenso y osado, pero será difícil de verlo jugar fuera de los minutos de la basura, a menos que las lesiones vuelvan a lastrar al equipo. En cuanto a Kaun, parece una versión reducida en tamaño de Mozgov, en lo ruso y en el juego: bueno en defensa, limitado al «recibir y anotar» bajo el aro en ataque.
Tan buenas como las renovaciones son las salidas, prescindiendo de jugadores en evidente decadencia y de un Christmas que ha sido intercambiado por una segunda ronda del draft de Indiana Pacers. Absolutamente nada que reprochar en este sentido. Lo único pendiente es la renovación de un muy buen jugador interior como es Tristan Thompson. En el momento de escribir este artículo las negociaciones parecen en punto muerto y sería la guinda para Cleveland la renovación de un jugador joven, agresivo como pocos en el rebote y con espacio para crecer aún.
Si las lesiones los respetan, no habrá nadie que se interponga entre los Cavs y las finales de la NBA y una vez ahí será difícil impedir que LeBron logre su ansiado anillo con el equipo de su estado.
Calificación de movimientos: cinco estrellas; con o sin Thompson esta franquicia ha asegurado ser el máximo candidato para levantar el trofeo Larry O’Brien la próxima temporada.
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6. San Antonio Spurs (55-27)
Incorporaciones: LaMarcus Aldridge, David West, Ray McCallum, Boban Marjanovic
Renovaciones: Tim Duncan, Manu Ginóbili, Kawhi Leonard, Danny Green, Matt Bonner
Elecciones del draft: Nikola Milutinovic (#26), Cady Lalanne (#55)
Salidas: Marco Belinelli, Tiago Splitter, Cory Joseph, Aron Baynes
Por si fuera poco renovar a sus tres mejores jugadores junto a Tony Parker, han conseguido hacerse con uno de los mejores jugadores de la NBA como es Aldridge. El ex de Portland busca con este movimiento el anillo que no podría haber logrado de continuar en su equipo, y tras el resto de movimientos llevados a cabo por los Spurs bien podría ver su deseo cumplido.
Además de Aldridge, llegan un veterano solvente como David West, un joven McCallum que el año pasado en Sacramento logró dar un paso adelante en su juego así como protagonizar varias de las mejores jugadas diversas noches (sirva esto como ejemplo). Marjanovic viene de hacer una temporada espectacular en el Crvena Zvezda de Belgrado, pero su adaptación a la NBA está en duda, en especial a nivel defensivo. Llega sin embargo al equipo idóneo para su correcto ajuste, y puede ser una de las pequeñas sorpresas del año.
La pieza central del éxito de San Antonio en las dos últimas décadas, Tim Duncan, una de las figuras más respetadas de la NBA, ha accedido a renovar reduciendo su sueldo a la mitad, de diez a cinco millones de dólares. Más drásticamente, Ginóbili ha pasado de cobrar siete millones la pasada temporada a 2,8 en la viniente. Ambos son dramáticos recortes que demuestran el compromiso y la generosidad de estos dos grandes del baloncesto.
En el polo opuesto a nivel salarial, gracias en gran parte a los dos futuros hall of famers del párrafo anterior, están Green y Leonard, el primero en su apogeo y el segundo a gran nivel pero aún joven, que ven sus sueldos crecer como merecido reconocimiento al papel aportado, con especial hincapié en el anillo conseguido en 2014.
Hay salidas dolorosas, como el fiel y correcto Splitter, o el buen anotador y tirador Belinelli, pero son correctamente reemplazados por las nuevas incorporaciones y lo ya existente.
Los Spurs prometen ser de nuevo el equipo jugando el mejor baloncesto de la NBA, siendo el único misterio el mismo que venimos afrontando desde hace años: ¿hasta cuándo podrán Duncan y Ginóbili rendir a gran nivel? La inevitable decadencia deberá llegar en algún momento, y de hacerlo esta temporada sus posibilidades de anillo quedarían muy reducidas. Sin embargo, con la siempre correcta gestión del minutaje de Popovich, y con la sensación de inmortalidad que estos dos veteranos ya han logrado emanar, sumando los buenos movimientos de verano, los de San Antonio deberían ser unos dignos candidatos al anillo. La continuidad más allá de este año es, como quiera que se mire, más discutible e incluso insostenible. Quizá sea esta temporada la última aspiración al anillo de la época Duncan
Calificación de movimientos: cinco estrellas.
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5. Memphis Grizzlies (55-27)
Incorporaciones: Brandan Wright, Matt Barnes
Renovaciones: Marc Gasol, Jeff Green
Elecciones del draft: Jarell Martin (#25), Andrew Harrison (#44, llegado vía Seattle… Phoenix, perdón)
Salidas: Kosta Koufos, Jon Leuer, Luke Ridnour
La mejor noticia del verano en Memphis ha sido la renovación del pívot más completo de la NBA, Marc Gasol (quizá en lucha por el puesto con el asimismo descomunal DeMarcus Cousins). Desde luego la renovación ha salido a un altísimo precio, algo más de ciento trece millones de dólares por cinco años —siendo el quinto optativo a elección del jugador—, pero la franquicia ha estimado conveniente el sacrificio con tal de mantener a un jugador querido y respetado no solo en Tennessee si no en toda la NBA.
Es también una buena noticia la renovación de Green, que llegó el año pasado a Memphis para dotar de una nueva arma ofensiva a un equipo algo carente en esa faceta.
Para aportar en ese sentido llega Jarell Martin del draft, un atlético ala-pívot que destaca en el campo del rival mientras que carece en el propio —algo que en un equipo tan rocoso como son los Grizzlies debería aprender a mejorar rápidamente—. Aunque la mejor de las incorporaciones es el despiadado Matt Barnes, un jugador de 3+D que debería encajar a la perfección en el esquema de Memphis dadas sus cualidades y las del equipo.
En cuanto a las salidas, se va un inconstante Koufos, reemplazado por el entrante Wright, un aparentemente más rotundo jugador que sin embargo y de modo sospechoso llega a su cuarto equipo NBA en dos años. Dejan también el equipo Leuer y Ridnour, dos pérdidas intrascendentes.
La sensación que queda tras todos estos movimientos es que la franquicia va a seguir el mismo rumbo. Fueron la pasada temporada el segundo equipo que menos puntos encajó tras Utah, con lo cual su defensa no admite críticas. Es el apartado ofensivo el que deberían mejorar, y las incorporaciones de este año no parecen ser suficientes como para paliar esa deficiencia. Varios jugadores terminan contrato el año que viene, y con Gasol asegurado, va a ser interesante ver cómo se mueven en Memphis para tratar de hacer de su muy buen equipo uno que verdaderamente aspire al anillo.
Calificación de movimientos: cuatro estrellas.
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4. Houston Rockets (56-26)
Incorporaciones: Ty Lawson, Marcus Thornton
Renovaciones: Patrick Beverley, Corey Brewer, KJ McDaniels, Jason Terry
Elecciones del draft: Sam Dekker (#18), Montrezl Harrell (#32)
Salidas: Josh Smith, Nick Johnson, Pablo Prigioni, Kostas Papanikolaou
El ejército de una sola barba —pero qué barba—, de nombre James Harden, debería volver a estar entre los tres mejores anotadores de la liga la temporada que viene, tras tres años consecutivos en el top 5.
Todas las renovaciones son positivas, con un Brewer crecido desde que llegó desde Minnesota, unos Beverly y McDaniels que si consiguen librarse de las lesiones tienen un futuro muy esperanzador, y un veterano como Terry que, a pesar de estar lejos de sus números con Atlanta y Dallas cuando aún estaba en su plenitud física, sigue siendo un jugador temible en los momentos finales del partido.
Ty Lawson viene para hacerse con el papel de base titular, y debería aportar mucho a nivel ofensivo así como liberar a Harden de tareas como subir el balón, si es que accede a prescindir de esa función, lo cual debería hacer. Lawson es un base con grandes fundamentos y sin miedo a cualquier rival, que encajará en la filosofía de un equipo muy dado a atacar como planteamiento defensivo. En el otro lado de la balanza, sus problemas con el alcohol son el motivo por el cual en Denver aceptaron a traspasarlo a cambio de cuatro jugadores de tercera categoría.
Dekker, llegado desde el draft, suele ser comparado con Chandler Parsons, antaño militante de los Rockets. Está por ver su evolución, pero no es de entrada una mala referencia.
Las bajas de Johnson, Prigioni y Papanikolaou son insustanciales, pese al buen papel llevado a cabo en algún que otro momento por todos ellos la pasada temporada, eso sí: de forma muy aislada. Sí es más dañina la baja de Josh Smith, una importante pieza en los Rockets que ha decidido irse a uno de los grandes rivales en el oeste, los Clippers.
La incorporación de Lawson debería ser de mayor incidencia que la pérdida de Smith. Al fin y al cabo era este un equipo náufrago de base más que de un cuatro dado a las excursiones inexplicables a la línea de tres, imaginando ser Nowitzki. Un Dwight Howard y un Terrence Jones sanos lograrán que nadie recuerde que J-Smoove jugó alguna vez en Houston.
En definitiva, un balance positivo que promete continuidad para un equipo rápido y vistoso.
Calificación de movimientos: cuatro estrellas.
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3. Los Angeles Clippers (56-26)
Incorporaciones: Josh Smith, Lance Stephenson, Paul Pierce, Wesley Johnson, Luc Mbah a Moute, Chuck Hayes, Cole Aldrich, Pablo Prigioni
Renovaciones: DeAndre Jordan, Austin Rivers
Elecciones del draft: Branden Dawson (#56, llegado vía New Orleans)
Salidas: Matt Barnes, Spencer Hawes, Jordan Hamilton, Nikoloz Tskitishvili, Lester Hudson
Lo que parecía el inicio de un desastre cuando DeAndre «The Giant» apalabró su fichaje con Dallas, se tornó en un giro de circunstancias radical tanto para Los Angeles Clippers como para los texanos cuando se desdijo y terminó renovando con los de California.
Dejaremos el desplante del poderoso pívot de Houston para otra ocasión puesto que no es el propósito de este artículo, sin embargo su renovación fue la mejor noticia de una serie de buenas noticias para los Clippers desde que se abriera el mercado, así como fue la peor noticia de una serie de malas noticias para los Mavericks.
Renueva justamente Austin Rivers, el hijo del entrenador que se ha ganado el contrato no por línea sucesoria sino por méritos en la cancha. Destacable y emotivo fue el momento en el que Chris Paul se acercó Doc Rivers para decirle «this is the one time you can be his dad and not be his coach» ante un soberbio partido de Austin la pasada temporada.
En el apartado de las incorporaciones, muchos movimientos y de gran trascendencia: Josh Smith, contundente ala-pívot al que Doc Rivers debería apartar de su infructuosa e incomprensible tendencia a jugar dentro de la línea de triples buscando puntuar de tres en tres con resultados por lo general contraproducentes. Su 38% de la pasada temporada en ese tipo de tiros es su mejor resultado histórico, pero hay muchas mejores opciones desde esa línea en los Clippers como para justificar la opción, especialmente cuando se le necesita en la zona. Llega también el efervescente Lance Stephenson, jugador de calidad indudable pero de sesera dudosa. Otro reto para Doc, que de lograr domarlo puede aportar muchísimo a un equipo de por sí ya repleto de alternativas. Sumad a estas dos incorporaciones un veterano con galones como Pierce que puede decidir partidos por sí solo y vuelve a su ciudad natal, un zorro viejo como es Prigioni, un todoterreno en Wesley Johnson, unos excelentes defensores como son el alero Mbah a Moute, el ala-pívot Hayes y en menor medida el pívot Aldrich, y lo que tenemos es un equipo infranqueable aún y cuando los titulares se sienten en el banquillo, sin duda la gran carencia de los Clippers en las recientes temporadas.
La pérdida de Barnes es sin duda importante, y en menor medida la de Hawes, pero lo llegado de fuera suple sus ausencias con creces. Así como a Memphis, a los Clippers les faltaba ese extra para convertirse en amenazas para los grandes del oeste. Y este año han dado un gran paso en ese sentido. No podían incorporar a ninguna gran estrella (DeAndre aparte) dado el estado del mercado y su espacio salarial, pero vaya si han logrado todo lo que podían lograr.
Calificación de movimientos: cinco estrellas.
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2. Atlanta Hawks (60-22)
Incorporaciones: Tim Hardaway jr, Tiago Splitter
Elecciones del draft: Marcus Eriksson (#50), Dimitrios Agravanis (#59)
Salidas: DeMarre Carroll, Pero Antic, John Jenkins, Austin Daye
Lo más llamativo del verano en Atlanta son dos cosas: la salida de un jugador tan «atlantanesco» como Carroll y la entrada de un jugador tan poco «atlantanesco» como Hardaway Jr. Son ambos movimientos a priori inexplicables.
Solo que no lo son.
Empecemos por Carroll: ha firmado un contrato claramente hinchado con Toronto que Atlanta no debería haber igualado. En primer lugar por lo hinchado y en segundo lugar por las alternativas: el joven Kent Bazemore hizo un muy buen papel la pasada temporada. Sin estar al nivel de DeMarre en el tiro más allá de los 7,62 metros, es joven y con capacidad de mejora en ese aspecto. Es un gran defensa y una bestia en el contragolpe y el ataque al aro rival. También el suizo Sefolosha palía la baja defensiva de Carroll así como el soporte desde la línea de tres. Incluso uno de los mejores triplistas de la liga (y de la historia) como Kyle Korver podría asumir la posición de alero para dar lugar en el puesto de escola al que abre el nuevo párrafo.
Hardaway Jr. ha demostrado ser un jugador con sobrada calidad ofensiva pero al mismo tiempo una elección de tiro cuando menos discutible. Llega no obstante al equipo más sesudo de la liga junto a San Antonio, y si Budenholzer (como apuntamos en la anterior parte, elegido como el mejor entrenador de la pasada temporada) logra moldearlo, puede ser un escolta anotador muy dañino para la línea rival, algo que Atlanta necesita. Hardaway aporta cosas que Korver, pese a su excelente tiro exterior, no logra aportar en cuanto a penetración de la defensa enemiga y por lo tanto apertura de segundas opciones.
Llega Splitter reemplazando a Antic, lo cual supone una indiscutible mejora para la suplencia del pívot titular Al Horford. A menos que venga a ser titular, Horford pase a hacer de cuatro y Paul Millsap a hacer de alero, una alternativa interesante pero quizá inviable en un contexto de small ball y juego rápido.
Dadas las circunstancias, han jugado bien sus cartas y no han caído en una costosa renovación con Carroll, dejando así las puertas abiertas para posibles futuras incorporaciones de nivel (y la excepción salarial Early Bird para renovar a Millsap). Las únicas dudas vienen en cuanto a si serán capaces de mantener el nivel cuando lleguen a playoffs. El año pasado su rendimiento cayó dramáticamente; quizá Splitter, un veterano en esto de partidos a vida o muerte, logre contagiar al vestuario con la serenidad del guerrero curtido.
Calificación de movimientos: cuatro estrellas.
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1. Golden State Warriors (67-15)
Incorporaciones: Jason Thompson, Chris Babb
Renovaciones: Draymond Green, Marreese Speights, Leandro Barbosa, Brandon Rush
Elecciones del draft: Kevon Looney (#30)
Salidas: David Lee, Justin Holiday, Gerald Wallace
Ningún equipo logra un 80% de victorias en la NBA sin ser un equipo sobresaliente a todos los niveles, y eso es lo que fueron los Warriors la pasada temporada. Desde la reinvención del concepto de base anotador por parte de Stephen Curry, pasando por lo insultante de la eficiencia de Draymond Green, hasta llegar al récord de anotación en un cuarto de Klay Thompson con 37 puntos, ahí es nada, los GSW de Steve Kerr fueron un torbellino baloncestístico que enamoró a cualquiera que disfrute de este deporte.
Las cosas como son: de haberse topado en las finales ante unos Cavaliers con Kyrie Irving, Kevin Love y Anderson Varejao, otro gallo podría haber cantado, pero es indiscutible que los momentos que este equipo nos ofreció la pasada temporada difícilmente serán ofrecidos por ningún otro. A menos que sea por ellos mismos. Y en esas están.
La renovación de Green es una excelente noticia, y se ha ganado el sueldo máximo con creces con trabajo duro y siendo siempre un sacrificado jugador de equipo. También es buena la renovación de otro jugador interior intensísimo como Speights. Barbosa ya no es el jugador velocísimo de antaño pero el que tuvo, retuvo. Lo de Rush es insignificante, a decir verdad.
El toque negativo está en el balance entre lo que deja el equipo y lo que llega. Si bien Holiday no es digno de ser llorado, sí puede serlo David Lee, excelente incorporación desde el banquillo para los Warriors hasta ahora, que llegó a cambio de Wallace y Babb. El primero fue inmediatamente traspasado a cambio de Thompson, que junto al rookie Looney suponen el pobre recambio para Lee. Es de suponer que la intención de Golden State tras el traspaso haya sido la de liberar espacio salarial y quizá también conceder al jugador su deseo de titularidad que le permita aspirar a ser nuevamente all-star.
No hay nada que nos haga pensar que no vuelvan a superar el 80% de victorias, que no vuelvan a tener al MVP en forma del sencillamente admirable Curry, ni siquiera de que no vuelvan a ganar el anillo. Pero teniendo el aura del campeón quizá deberían haber logrado algo mejor que perder a su sexto hombre a cambio de nada.
Calificación de movimientos: tres estrellas.
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Lo que nos queda por delante es otra apasionante temporada de baloncesto con muchos equipos dignos de lograr el anillo. Por motivos reduccionistas nos dejamos en el tintero escuadras con mucho que contar, de las cuales podremos disfrutar sin duda alguna en la temporada viniente. ¿O acaso no son dignos de ver Kobe, Carmelo, George, Dragic, Wade, Cousins, Drummond, Wiggins o Ricky?
Feliz 2015-2016 a todos.
Menos a Portland.
Pingback: Reporte NBA: qué ha pasado este verano y cómo afectará a la temporada que viene (I) - Jot Down Cultural Magazine
Juraría que Cedi Osman va a jugar toda la temporada en el Anadolu Efes de Estambul. No va a jugar, por tanto, nada con los Cavs. Siguiendo con este equipo, la renovación de Tristan Thompson ya es un hecho, y pese a la derrota de ayer ante Chicago, coincido en que son finalistas claros por el título. Pero veremos ni mucho menos lo tendrán fácil ante el equipo del salvaje Oeste que llegue a la final.
Buenas Strum,
Como está dicho en el artículo, se basa en lo que estaba apalabrado cuando se escribió, con lo cual Osman era en principio parte de los Cavs, mientras que no lo era Thompson. El segundo ha renovado por cinco años como se ha sabido a fecha de hoy (hace sólo dos días veíamos este tipo de señales http://nysepost.com/tristan-thompson-cavs-no-longer-talking-still-far-apart-28442), siendo una muy buena noticia para Cleveland aun y con la tremenda luxury tax que van a tener que afrontar. Cuanto antes, mejor, parece ser su planificación, y no se les puede culpar por ello. Todo sacrificio es poco para un anillo tan al alcance de sus manos.
Un saludo.
Es cierto. Cleveland ve muy posible el anillo y la verdad es que se van a meter en la final casi seguro si tienen sana la plantilla. Y hasta llegar descansados y con factor pista a favor. Vaya contrato se ha sacado Tristan Thompson, igual el gran Montes le llamaría también «ganarás el pan con el sudor de tu frente»…
Gracias por tu respuesta y el análisis.
A propósito de Budenholzer, el genial entrenador de Atlanta, un artículo imprescindible de como llegó a los Hawks
http://www.superbasket.es/nba/descubriendo-a-bud/
Jajajaja! Comento solo por lo de Portland del final. He estado leyendo ambos artículos y no te has ido en absoluto; quizá los Mavs están plantando más guerra de la supuesta, pero en lo demás, chapeau. Veremos cómo acaban la RS.
Por cierto, hablando de Portland… Espero -y deseo, nos engañemos- que algún día lleguéis a publicar uno de vuestros geniales artículos sobre el grandioso Brandon Roy, uno de los tipos con más clase y elegancia en su juego que haya pisado nunca una cancha de baloncesto.
Saludos!