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San Lourenzo de Carboeiro: románico en el corazón de Pontevedra

Carboeiro portada occidente

Lo normal al pensar en Pontevedra, sobre todo si uno es mesetario como en mi caso, es imaginar sus rías, su mar y sus maravillosas playas. Sin embargo, Pontevedra es mucho más y tiene mucho más que ofrecer. En el interior de la provincia, casi en su corazón, se esconde un patrimonio natural e histórico que en muchas ocasiones pasa desapercibido. Hoy quiero que me acompañen a uno de estos maravillosos rincones: los concellos de Silleda y Vila de Cruces. Anímense a dar la espalda al mar pontevedrés para descubrir esta tierra que se conoció como Trasdeza, entre la sierra de Candán y los ríos Ulla y Deza. Rica en agricultura y ganadería, plagada de mámoas, petroglifos y castros, entró a formar parte del condado de Deza en 569. Su pertenencia a este condado marcaría su historia medieval y cincelaría el patrimonio que ha llegado de esa época hasta hoy. Nuestra parada será en la joya del románico de la comarca. Para llegar tenemos que tomar la PO-211, que más tarde se convierte en PO-6502. La estrecha carretera serpentea cercana al río que daba nombre al condado. Poco a poco la vegetación se hace más frondosa y el cañón del río se estrecha. Estamos en el monasterio de San Lourenzo de Carboeiro.

Monasterio de San Lourenzo de Carboeiro

En el cañón del Deza, bajo la vía de alta velocidad que une Galicia y Madrid se levanta arropado por bosques de castaños y robles este magnífico monasterio. Y son esos bosques los que le han dado nombre: en algunos documentos medievales se le denomina Carbonario, y es que en este lugar se elaboraba carbón vegetal.

Antes del cenobio en el lugar existió el oratorio de un ermitaño llamado Egica, que en el siglo X vendió la ermita y los terrenos colindantes a los condes de Deza Don Gonzalo y Doña Teresa. Estos fundaron el monasterio benedictino sobre el año 926, y los primeros monjes debieron ser muchos de los ermitaños que poblaban las orillas del Deza. Durante el abadiato de Félix, en 936, se consagra la primera iglesia; son años de esplendor para Carboeiro: donaciones, privilegios, etc. así lo atestiguan. Sin embargo, esa primera época de gloria termina a finales del s. X, coincidiendo con cierta «relajación» en las costumbres monacales y enfrentamientos entre dos facciones de monjes. El golpe definitivo lo asestó el mismísimo Almanzor arrasando el edificio en 997. En 999, sin embargo, se consagra de nuevo la iglesia del monasterio, reconstruido a instancias del heredero de los condes fundadores: Pelayo González. Será a partir de mediados del s. XI y durante el XII cuando el monasterio viva su momento de mayor prosperidad. Y de este siglo, del XII, es la mayor parte de lo que podemos ver hoy.

Las obras  de la actual iglesia debieron comenzar sobre 1171, tal y como reza una inscripción en la cabecera, y en Carboeiro podemos ver ese románico que nace como tal y crece ya casi como gótico. Isidro Bango Torbiso destaca la iglesia de San Lourenzo como una adelantada en la región en este cambio arquitectónico. Su portada y sus contrafuertes muestran claramente los inicios románicos del edificio. La puerta occidental tiene cuatro arquivoltas bajo un alero. Pese al deterioro de las tallas se aprecia en ellas la conexión con Mateo, el maestro compostelano: en una de las arquivoltas aparecen los veinticuatro ancianos músicos del Apocalipsis. ¿Veinticuatro? No, como en el pórtico de la Gloria de la catedral compostelana solamente aparecen veintitrés. De los relieves del tímpano solamente ha sobrevivido uno, en el que se representa a Mateo y Marcos como hombre y león. Faltaría la figura central del Salvador. Los relieves de Lucas y Juan se arrancaron en los cincuenta y hoy se encuentran en el Museo Marès de Barcelona. También se echan de menos las columnas de las jambas. Sobre la portada, el rosetón, que a simple vista nos deja ver que algo no encaja. Y es que al construir la torre norte en el s. XIV el rosetón se redujo y se trasladó, por lo que no queda justo encima de la portada.

Carboeiro detalle arquivolta portada occidental Músicos

La iglesia es de planta de cruz latina y sus dimensiones dejan clara la importancia que tuvo el monasterio. De tres naves separadas por tres tramos, sus pilares en T y la decoración de los capiteles, toda vegetal, delatan los aires góticos: Carboeiro parece Císter antes del propio Císter.

Y su cabecera. Deténganse un momento ante ella, porque están ante una de las cabeceras más bellas del románico monacal: una girola de cinco tramos con capillas absidiales en los tres del centro, con arcos triunfales apuntados y cubierta ojival. Dos capillas más se abren en el crucero comunicando con la girola. Una auténtica maravilla. En los extremos de esta se abren las dos puertas con dinteles y mochetas decoradas: en la puerta norte, un anciano con barbas dignas de cualquier criatura de Lovecraft y —según la literatura— un mono, aunque yo únicamente soy capaz de ver al Nosferatu de Murnau. La cripta repite el esquema de la cabecera: arranque puramente románico y cubiertas protogóticas. Es esta cripta la que da la pista a Isidro Bango Torviso para relacionar Carboeiro con la catedral de Santiago. Para apreciarlo hay que salir fuera: un gran cilindro salva el desnivel del terreno y sobre él se asientan los ábsides. En ese cilindro se halla la cripta; el mismo problema de desniveles que se dio en la cabecera de Santiago, y que el maestro de Carboeiro solucionó con gran maestría, nos hacen preguntarnos si trabajó este maestro en la catedral compostelana.

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A estas alturas de la visita ya se habrán fijado en esas bóvedas de madera, esas hiladas de piedra de otro tono o esos capiteles lisos. Desde 1250, aproximadamente, las noticias sobre San Lourenzo comienzan a escasear hasta casi desaparecer. En 1494 el monasterio de Carboeiro se anexiona al monasterio de San Martín Pinario, de Santiago de Compostela, y San Lourenzo pasa  a ser un priorato en el que una pequeña comunidad atiende la hacienda y se encarga de dar los sacramentos a los vecinos. En el siglo XVIII se convirtió en prisión para monjes y después llegaron los franceses. Pero, por si no fuera suficiente, en 1835, con la Desamortización de Mendizábal, los monjes se ven obligados a abandonar el lugar y todo se vende. Ahí comienza el expolio de esta joya gallega. Tras pertenecer a varios propietarios que no mostraron ningún interés en lo que empezaba a ser una ruina, el monasterio es declarado Monumento Nacional en 1931, pero no es hasta 1933 cuando Alejandro Ferrant, arquitecto conservador, lo visita. Los buenos propósitos de limpieza y consolidación quedaron sin embargo truncados por la Guerra Civil. Y Carboeiro quedó absolutamente abandonado hasta 1974, cuando comenzaron tímidos trabajos de limpieza. Dense una vuelta por el resto de dependencias monacales, ahí verán las fotos del estado del monasterio y entenderán. Los trabajos terminaron en 2006. Ciento setenta y un años después de su abandono y práctica ruina, San Lourenzo de Carboeiro se volvió a levantar.

Pero estamos en Galicia, y podría haberme ahorrado contarles toda la historia del monasterio y remitirles a la leyenda. A cien metros del monasterio, bajando hacia el Deza, se encuentra el Ponte do Demo, puente del Demonio, un pequeño puente medieval sobre las aguas del río. El nombre hace alusión a la leyenda que cuenta cómo los monjes, ante la lentitud de las obras debida a la falta de dinero, acordaron llegar a un entendimiento con el mismísimo demonio: Lucifer levantaría el monasterio entre un viernes y un domingo a cambio de las almas de los muertos entre la misa del domingo y las vísperas. Ese domingo por la mañana, cuando el abad despertó, vio el más bello monasterio jamás construido. Ordenó a los fieles entrar en la iglesia y a los monjes preparar sopa caliente y braseros. Se celebró la misa y se ordenó que nadie abandonara la iglesia; a continuación el abad empezó a celebrar vísperas. Los parroquianos no daban crédito, pero peor se lo tomó el demonio, que estaba agazapado fuera de la iglesia, esperando a sus víctimas. Preso de ira, intentó entrar a reclamar sus almas, pero el poder del salterio de san Cipriano, guardado por los monjes, se lo impidió. Humillado, marchó de Carboeiro prometiendo venganza donde se levanta el puente. Mucho tiempo después, el salterio de san Cipriano fue llevado a Toledo por orden del obispo de esa ciudad. Ya nadie recordaba esta historia en Carboeiro, pero un diablillo avisó a Satanás del traslado del libro y este volvió para destruir su obra: desató una terrible tormenta que dejó en ruinas el monasterio.

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Tras la visita a Carboeiro les recomiendo que no se pierdan la Fervenza do Toxa, la cascada más alta de Galicia. Pueden, desde el mismo puente del Demonio, seguir la ruta marcada para llegar a la parte baja de la cascada. Hay unos seis kilómetros que discurren entre un bosque primitivo y atlántico, que se entremezcla con árboles típicos de ribera. La caminata merece la pena: el río Toxa se desploma treinta metros entre el brillo del agua y un sonido atronador. Pero, si hacer doce kilómetros de ida y vuelta caminando se les atraganta, tienen la opción de ver la cascada en su parte alta desde un cómodo mirador al que se llega en coche —en el mismo monasterio les indicarán cómo hacerlo fácilmente—. De camino pasarán por la playa fluvial A Carixa, maravilloso lugar con piscinas naturales que se nutren de la fresca agua del río rodeado de montes. Si pasan en verano, además del baño en A Carixa podrán comer un estupendo churrasco en el chiringuito; si el tiempo no acompaña, a pocos metros está el restaurante O Refuxio Merza.

Este es solo un ejemplo del románico que pueden encontrar en esta comarca, pero no es el único: San Martín de Camanzo, monasterio del s. XII, San Martín de Dornelas y su ábside circular (nada común en esta zona), San Salvador de O Castro y sus metopas floreadas, San Salvador de Escuadro y su bella portada, Santiago de Breixa, San Pedro de Ansemil, Santa María de Abades… Cambien el mar por ríos y cascadas, las playas por bosques y montañas y recorran esta maravillosa región, casi escondida, que atesora en sus pequeñas aldeas un románico primo hermano del compostelano en muchas de las decoraciones, nieto del prerrománico asturiano en plantas y cabeceras rectangulares, pero que posee una personalidad propia y que, quizá por su cercanía a Compostela, no ha recibido toda la atención que merece.

Carboeiro lado norte 2

Fotografía: Silvia Castellanos

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Informaciones

Monasterio de Carboeiro:

Organizan visitas guiadas y didácticas para grupos. Horario: de martes a domingo (festivos incluídos):de 12.00 a 14.30 y de 15.30 a 18.00. Lunes, cerrado. En el propio monasterio les darán toda la información que necesiten para hacer la ruta hacia la Fervenza do Toxa.

Playa fluvial A Carixa:

Para comer, el restaurante O Refuxio Merza. Calle de Bispo Xosé Dieguez Reboredo, 36590 Vila de Cruces, Pontevedra. Teléfono: 986 583 572

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16 Comentarios

  1. Me ha gustado el artículo…
    Dan ganas de ir!!

  2. Lampurcias

    El año pasado, la Xunta de Galicia permitió grabar en su interior un videoclip de Enrique Iglesias. En dicho vídeo, el hijo de Julio y otros majaderos hacen un poco el tonto, mientras se celebra una especie de fiesta «rave» multitudinaria dentro de la iglesia del monasterio. Patético se queda corto.

    https://www.youtube.com/watch?v=m3We7p78XTo

    Para colmo, con la excusa de que hay algunos segundos de imágenes promocionales de Galicia al principio, recibieron una subvención de las arcas públicas de más de 300.000 euros. O sea, que cada segundo de promoción del vídeo nos costó a los gallegos 7.500 euros. Hay que jod…

  3. Se está convirtiendo usted en una narradora imbatible Sra. Castellanos. Su conozca España con Silvia crea adicción. Queremos más.

    Gracias a usted y gracias a JotDown por traernos esto. (y qué descubrimiento la invocación: por el poder del salterio de San Cipriano!)

  4. Luscofusco

    Me ha encantado el artículo. La provincia de Pontevedra tiene muchísimos puntos de interés para el viajero. Mucha gente se limita a las playas (fabulosas y numerosas, por cierto) pero hay muchísimo más que visitar. La misma ciudad de Pontevedra, capital de la provincia, es una gran desconocida para mucha gente y tiene uno de los cascos históricos más bonitos y mejor conservados de Galicia, con muchas plazas, pazos, cruceiros…

  5. Alejandro

    Vila de Cruces, A Coruña???????? Estamos de coña?????….. Cuesta tanto mirar un mapa antes de escribir?????? Madre de dios….. Además no hay que ser una lumbrera en geografía, si el código postal empieza por 36 y el telefono por 986, es Pontevedrés, si fuera A Coruña empezaría uno por 15 y otro por 981. Lección gratis, Silvia.

  6. Pingback: San Lorenzo de Carboeiro: románico en el corazón de Pontevedra – Jot Down Cultural Magazine | Cosas veredes

  7. Alejandro, querido, tómese una tila. De nada.

  8. Mi familia es de Silleda. Me encanta ver cómo se valora un lugar tan especial. Gracias por el artículo

  9. Pingback: San Lorenzo de Carboeiro: románico en el corazón de Pontevedra

  10. CaptAchab

    Fantástica historia. No conozco el monasterio y tengo ganas de ir. Aun sin churrasco y con demonios emboscados.

  11. es mejor que no venga nadie, es la unica forma de que este maravilloso lugar, tenga el encanto que tiene

  12. Una construcción soberbia. Recomiendo acceder a la cripta y observar la tectónica y las nervaturas y empujes; toda una lección de funcionalidad y potencia.

  13. Excelente artículo! He conocido este maravilloso monasterio a principios de los 70 cuando era una ruina absoluta, y ya me enamoró. La restauración ha conseguido ponerlo en valor. En su entorno hay unos caminos por robledales y bosques de ribera que invitan al paseo.
    En cuanto al error es comprensible, ya que la Ponte do Demo divide los concellos de Vila de Cruces y Silleda. Y uno de los accesos es desde el balneario de Baños da Brea por el antiguo camino medieval que cruz dicho puente, y está en Vila de Cruces.

  14. Francisco Nogueira

    De adolescente fuí de excursión en bici varias veces. En el tímpano de la puerta que veis al comienzo había dos figuras empotradas, no una como ahora. Todo estaba derrumbado pero podías subir por la escalera de caracol a la torre de la iglesia y bajar a la cripta. Abajo, sobre el río Deza, hay un puente medieval y una calzada empedrada y monumental. Cerca las minas de Wolfran, con edificios de distintas épocas.Era un lugar romántico y encantador. Sería fatal que se convirtiera en una horterada mas bajo el patrocinio y dirección de los buitres satisfechos que nos conducen.

  15. Desde el otro lado del Atlántico: felicidades a la autora del artículo. Dan ganas de coger un avión para plantarse en San Lourenzo de Carboeiro.

  16. Pingback: Románico pontevedrés desconocido - Jot Down Cultural Magazine

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