[Este artículo contiene SPOILERS, pero me lo van a agradecer]
Los filósofos Lacan, Derrida y Deleuze. El dibujante Rob Liefeld. Roy Lichtenstein. El punk. Albert Rivera. Los vanguardistas. Lady Gaga. Los beatniks. El Wu-Tang Clan. Banksy. Los gurús de Silicon Valley. Slavoj Žižek. Milli Vanilli. En la lista de los grandes estafadores de la cultura pop se acumulan los desechos como en el piso de un afectado por el síndrome de Diógenes. Y mejor no rebuscar demasiado entre la cochambre porque ahí en medio debe de haber hasta perros follando. Pero, ¿cómo pretender que los timadores no se amontonen si cada día que amanece el número de incautos crece? Sobre M. Night Shyamalan, sin embargo, flotaba todavía la sombra de una duda. Y ello a pesar de After Earth, Airbender y El incidente. Paguen la entrada para La visita y la ecuación se despejará sola: Shyamalan es el macho alfa del rebaño de los vendemotos.
Por supuesto, no existe estafador sin crédulos que le jaleen su destreza con los cubiletes. Ya lo decía Alaska: «Pero qué público más tonto tengo, no sé por qué aguanto a esta gente, que tengo enfrente». Que una cosa tan imberbe como El sexto sentido, una película de esas que solo pueden verse una vez porque se gastan tras el primer visionado, aparezca regularmente en las listas de las mejores de los años noventa es la prueba definitiva de que desde que los seres humanos hemos dejado de creer en Dios no es que no creamos en nada sino que nos lo creemos todo.
Pero La visita es aún peor. No pasaba tanta vergüenza ajena en un cine desde Extinction. Algunos espectadores, sin embargo, la gozaban sin problemas. El mayor de ellos rondaba los catorce años. Que Dios le conserve la resiliencia porque el buen gusto lo tiene frito. Los fans de Shyamalan no deben de andar evolutivamente lejos de los gusanos de Pompeya, esos animalillos capaces de sobrevivir sobre los chorros de agua magmática de las fuentes hidrotermales del océano Pacífico. Nadie sabe cómo lo consiguen. Como sus parientes poliquetos más cercanos, los seguidores de Shyamalan resisten sin pestañear los cuatrocientos grados centígrados de bochorno que alcanzan las películas del director de origen indio. Y yo ahí, en la sala de cine, luchando para no arrancarme los ojos con una cuchara oxidada. Qué gusto debe de dar vivir en la piel de Shyamalan y poder dirigir películas sin público. Un placer solo comparable al de torear sin toro o al de ponerse cariñoso con muñecas hinchables deshinchadas.
La visita se vende como una película de terror con toques de humor negro. En realidad se trata más bien de un thriller, pero aceptemos pulpo como animal de compañía. En su escena culminante, el supuesto abuelo de los dos chavales protagonistas le estampa a uno de ellos un pañal con tropezones en la cara. Han leído bien: el clímax de una película a la que se le supone cierta ferocidad es un chiste de pedos. Nadie le negará la coherencia interna a La visita. Deanna Dunagan, una digna actriz de setenta y cinco años, se pasa la película enseñando el culo y corriendo por los pasillos de su casa a cuatro patas. En la mente de Shyamalan, los viejos dan miedo pero también risa. Porque llevan pañales y sus culos son feos, ya saben. Es el «humor negro» del que hablan algunas críticas. He visto más finezza intelectual en algunos campos de Tercera Regional.
Con todo, lo peor de la película no es su humor de sal gorda. Lo peor son los chavales que la protagonizan.
Miren. La razón por la que ningún buen director de cine aceptaría jamás darle un papel protagonista a un adolescente es porque resulta imposible identificarse con ellos. Que es precisamente la característica principal de un protagonista: su capacidad de despertar nuestra admiración, o nuestra compasión, o nuestra envidia, o nuestra simpatía. Es decir, su potencial empático. Un adolescente, sin embargo, es un ente estomagante al que solo se puede soportar en su forma idealizada. El Kit Carruthers y la Holly Sargis de Malas tierras, la Lolita de Kubrick, las internas de Picnic en Hanging Rock, las hermanas Lisbon de Las vírgenes suicidas o el Rusty James de La ley de la calle resultan fascinantes porque no son adolescentes reales sino la idealización nostálgica que un adulto ha hecho de un adolescente. No son adolescentes sino conceptos.
Pero los protagonistas de La visita son adolescentes de los de verdad. Granujientos, repelentes, cargantes, redichos y sabiondos sin gracia ni salero alguno. Como no son niños, ni siquiera despiertan nuestro instinto de protección. Como no son adultos, sus angustias nos caen tan lejos como la galaxia Andrómeda. Dan ganas de hostiarlos.
Así que empieza la película y te topas con dos elementos cansinos a los que deseas una muerte lenta, cruel y retorcida. Uno de ellos rapea idioteces a todas horas mientras fantasea con zorritas y guarrillas. La otra pretende salvar la relación de su madre con sus abuelos realizando un vídeo casero al estilo Dogma. Si estos no son los dos adolescentes más aburridos y autoconscientes sobre la faz del planeta Tierra, que venga Dios y lo vea. De sus dotes actorales hablamos otro día: tendrían problemas para ser contratados en una serie de televisión española y con eso lo digo todo.
Estas son algunas de las mentiras que leerán sobre La visita:
1. «Shyamalan es un gran director de atmósferas» (si lo de Shyamalan son «atmósferas» habrá que inventarse entonces una nueva palabra para lo de Stanley Kubrick, Werner Herzog, Alfred Hitchcock, Francis Ford Coppola, Jean-Luc Godard, Ridley Scott, Federico Fellini y David Lynch).
2. «Es una película divertida» (se refieren al pañalazo: esto da una medida fidedigna de la edad mental del interlocutor).
3. «Su giro final es sorprendente» (no hay ningún giro: un giro de guion es el que te obliga a reinterpretar el sentido de lo visto durante las dos horas anteriores. Memento, por ejemplo. En La visita cambia la identidad «percibida» de los villanos, no el sentido de sus acciones).
4. «Es cine sobre cine» (el tópico que suelen utilizar los críticos perezosos cuando en una película aparece alguien filmando una película; todavía no he logrado averiguar qué quieren decir con eso ni por qué misteriosa razón deberían importarle al espectador las pajas mentales que se haga el director acerca de su propio oficio).
5. «Es una película terrorífica» (los sustos no son aterradores, son solo sustos. Yo mismo salté varias veces de la silla, algo lógico cuando el director sube el volumen de los portazos hasta hacer que te tiemblen los huevos en la butaca del cine).
6. «La visita es, también, un drama» (no hay ningún drama: a los dos protagonistas les chupa un pie el destino final de sus abuelos. Tanto que, a las pocas horas de que los saquen momificados del sótano en el que se pudrían, uno de ellos anda rapeando sobre el asunto como si en vez de corazón tuviera un gorgojo en el pecho).
7. «Es un retorno de Shyamalan a sus mejores momentos» (ahí la han clavado. La visita está al nivel de El sexto sentido, Señales y El bosque: el de la línea 4 del metro).
8. «El mensaje de la película radica en el hecho de que los dos adolescentes son capaces de superar sus respectivos miedos gracias a una experiencia catártica» (mentira: el mensaje de la película es la idea de que lo viejo, lo rancio, debe morir para dejar espacio a lo joven, lo fresco. El referente más obvio de La visita es Hansel y Gretel).
Estas son algunas de las verdades que no leerán sobre la visita:
1. La «idea de Shyamalan» (un supuesto director de atmósferas, con un negro sentido del humor, amplia cultura pop y cierta profundidad intelectual) es infinitamente más atractiva que el Shyamalan «real».
2. El público objetivo de Shyamalan son los adolescentes de todas las edades.
3. Las películas de Shyamalan no son solo facilitas sino también facilonas, que no es lo mismo aunque se le parezca.
4. El sentido del humor de Shyamalan rivaliza en sutileza con el de los Morancos.
La visita no es la calamidad que uno espera de Shyamalan sino tan solo una película soporífera que se olvida tan pronto se sale del cine.
Plagiarse a sí mismo es totalmente aceptable cuando lo que plagias es una genialidad. La idea de que el protagonista acabe con el monstruo a través de la superación de sus traumas con el deporte (el béisbol en Señales y el fútbol americano en La visita) es ridícula por no decir oligofrénica. Lo repito: Shyamalan es un director para adolescentes de cualquier edad.
La única razón por la que Shyamalan aún goza de crédito entre determinado sector de la crítica es porque no es un completo inútil a la hora de disponer con cierto gracejo los elementos de sus películas. Dicho de otra manera: este hombre es un timador de libro pero conoce los trucos de su oficio. Sus películas funcionan con aquellos espectadores con la inocencia suficiente como para pasarse las dos horas de proyección siguiendo con la vista los tres cubiletes y de sorprenderse cuando el director hace desaparecer la pelotita. Sin esa credulidad a cuestas, el engendro se evapora como un cubito de hielo sobre el asfalto caliente. Shyamalan, en definitiva, parece dirigir películas para ese espectador mitológico de la América profunda que a pesar de haber cumplido ya los treinta sigue leyendo cómics de la Marvel, analizando en foros de internet en los que solo hay tíos con perilla la semiótica de Hora de aventuras y jugando a videojuegos (eso sí: «independientes») mientras se atiborra a Cheetos y sus novias pasan la noche con otros. Yo creo que ese tipo de seres averiados no existen en la realidad. Quizá en Harveyville, Kansas. Pero si existen, se merecen el papel de monstruo en la próxima de Shyamalan mucho más que un par de ancianos con demencia senil.
«Los filósofos Lacan, Derrida y Deleuze. El dibujante Rob Liefeld. Roy Lichtenstein. El punk. Albert Rivera. Los vanguardistas. Lady Gaga. Los beatniks. El Wu-Tang Clan. Banksy. Los gurús de Silicon Valley. Slavoj Žižek. Milli Vanilli. En la lista de los grandes estafadores de la cultura pop se acumulan los desechos como en el piso de un afectado por el síndrome de Diógenes.»
PERO QUE GRANDE
Este autor ha intentado hacerse un Juan Carlos Monedero, cuando éste habló sobre Wes Craven. Ése es el nivel de este artículo
Totalmente de acuerdo. :)
Pero banksy es bueno, hombre. Lo demás, pues para qué engañarse… Pues bastante. En cualquier caso, un primer párrafo rompedor.
Pues en el primer párrafo ha faltado nombrar a Kubrick, estafador donde los haya, dicho de otro modo: al autor de este bodrio le hace falta mirarse la viga en el ojo.
Discrepo.
Sobre Shyamalan no flotaba ningún tipo de duda.
La vi ayer, pretende darle un toque de humor pero tiene la gracia en el culo
Pues tiene varias partes que te ries bastante asi que debes de ser el típico que se rie del chiste: van 3 y se cae el de enmedio..
En el culo nunca mejor dicho!
Que conste que no soy un fanático de Shyamalan, ni mucho menos, pero este artículo es una auténtica basura. Está escrito desde un plano de superioridad moral e intelectual tan bochornoso que da bastante más vergüenza ajena de la que puedan provocar «El incidente» o «After earth».
Lo hemos entendido, todos somos subnormales menos tú.
Suscribo. Para no ser fan de Shyamalan el autor da también bastante miedo. :-)
Zas, en toda la cara.
Eso mismo venía a decir.Comencé a leer la crítica por curiosidad y unas líneas después ya sabía que lo terminaría solo por ver a cuántos años luz cree el autor que se encuentra respecto al resto de los mortales.Es tan vergonzosa y patética su necesidad de demostrar sus (supuestos) conocimientos y dejar bien claro que se encuentra por encima de todo y de todos que hasta resulta cómico.
Ojo, y ni he visto la película, ni defiendo al director ni nada similar, pero que el autor esté encantado de conocerse a sí mismo me parece estupendo, pero tampoco hace falta hacerlo público en forma de crítica a una película.
PD:No llegué a saber el numero exacto de años luz.Al contar hasta mil millones, me perdí.
¡Totalmente de acuerdo! Cita al inicio unos cuántos nombres para dar empaque a su artículo, que es un auténtico truño
Pues yo me he partido el culo!
Iba a escribir exactamente lo mismo, no se quién se ha creído el autor para mirar por encima del hombro a nadie haciendo comparaciones «facilonas» y golpes de efecto literario baratos. Parece que nos quiere convencer de que sus gustos son los que molan y si no eres patético. Y estoy a mil putas millas de ser un fan de Shyamalan que conste.
Errata: Ni a los que nos gustan Hora de Aventuras o los cómics (y ya puestos, también Juego de Tronos) nos la da. Sigue haciendo investigación de campo, porque que este hombre siga haciendo películas no se explica así como así. Yo diría que es un caso digno de Cuarto Milenio.
Trabajo en la recepción de cierto hotel, hay clientes que se quejan del hotel en todo, pero continúan viniendo cada año y quejándose de lo mismo. Yo si me siento incómoda o no me gusta un sitio, no voy más. Estos señores quejicas me suponen una especie muy rara y digna de estudio. En este marco puedo enmarcar, y valga la redundancia, al autor del solemne artículo…si no te gustan las pelis de Shyamalan, porqué Diantres continúas viéndolas?
Hola Nyah. La diferencia es que yo soy periodista y que este es mi trabajo, por el que me pagan. A veces la película es buena, y lo digo, y a veces es mala, y también. Tus clientes, en cambio, pagan por su habitación y, efectivamente, no parece que tenga mucho sentido que lo hagan cada año si el hotel no les gusta. Probablemente sí que les gusta y están intentando conseguir un descuento. Deben de ser un poco cutres.
¡Ja, ja, ja, ja…! ¡Campos, no se le comprende…! Corre mucho merluzo suelto por todas partes pero el artículo, divertidísimo como (casi) todo lo que usted perpetra. ¡Ja, ja, ja! ¡Duro con ellos!
¡Maestro Ciruela de mis entretelas! No le dé usted tanta coba al ultra Sr. Campos, que él se crece con el castigo, como los vitorinos.
Tú también harías lo mismo, David, si estuvieras en nómina de Cristian Campos S.L. como lo está el Maestro. ¡Jijijijiji!
Sí, al final todo se acaba sabiendo y he de admitir que mensualmente, recibo una transferencia del Sr. Campos por valor de 8.563 euros con 50 céntimos. ¡No quiero ni pensar en lo que debe ganar el pájaro escribiendo para Jot Down!
Bueno, por ese capital llegaría yo a la felación y a todo lo que el periodista quisiera después. Es más, es que incluso me pondría a gritar en medio de Cascorro: ¡¡¡Muera Shyamalan y viva por siempre Cristian Campos!!!
Porque es su trabajo. Si no de que se iba a tragar semejante «calandraca»
Hola. Para todos aquellos a los que este señor considera poco menos que débiles mentales: «Shyamalan: Miedos y verdades» http://lavozenoff.net/2015/09/10/shyamalan-miedos-y-verdades/
A este no leagais caso que yo intrevine con un cometario en su blo y no me lo ha editado. Asin que mu listo no será.
«Los filósofos Lacan, Derrida y Deleuze. El dibujante Rob Liefeld. Roy Lichtenstein. El punk. Albert Rivera. Los vanguardistas. Lady Gaga. Los beatniks. El Wu-Tang Clan. Banksy. Los gurús de Silicon Valley. Slavoj Žižek. Milli Vanilli. En la lista de los grandes estafadores de la cultura pop se acumulan los desechos como en el piso de un afectado por el síndrome de Diógenes.»
Te has olvidado del infalible Bernard-Henry Levy.
De hecho él solo es esa lista.
¿De dónde han sacado a este crítico? ¿Del baúl de los recuerdos de la España de los años cincuenta? Apesta a censura y telarañas.
Artículo pésimo sobre una de las mejores películas de terror de la historia del cine reciente. La Visita es un 10.
GRACIAS!!!
Fui al cine engañado por una crítica y no he dejado de leer críticas extremadamente benévolas sobre este truñaco que, si no fuese de este tipo, no recibiría más atención que todas las películas de sustos con cámara doméstica que tanto se estilan ahora. Además, ni siquiera se molesta en ser pretenciosa como Señales, por ejemplo, para intentar engañarte con algún tipo de significado oculto más allá de la absurda trama de «extraterrestre que mueren al contacto con el agua invaden laTierra en pelotas».
Y, por cierto, el primer párrafo es brutal.
La verdad es que cuando voy al cine me gusta dejarme engañar por el trilero y voy dispuestísimo a ello. No pensaba que al lado pudiera tener a un señor juzgándome, ahí sí que era yo inocente.
No puedo (ni quiero) negar que disfruté muchísimo con El Bosque y especialmente con El protegido. El resto de la filmografía de Shyamalan me parece que está a un nivel muy inferior aunque no he visto sus 3 últimas películas, ya que el tostón de La joven del agua me apartó definitivamente de su senda. Dicho esto, me ha parecido muy interesante la idea de que un buen director no puede darle a un adolescente el papel de protagonista en una película, al menos no a un adolescente «real». Además de los ejemplos aportados, pienso en Donnie Darko y en alguna más, y creo que es muy cierto lo que el autor propone: un adolescente como tal no despertaría la empatía de nadie que no fuera otro adolescente.
Ya que tu me tratas de imbécil por pasármelo bien con una película,yo te diré que eres un gilipollas engreído y prepotente. Tu y los que te han aplaudido esta mierda de crítica no sois más que una especie de fachas del cine que creéis que podeis juzgar y etiquetar a las personas según la película que les guste. No eres más que un payaso.
Sin ver la película, entiendo los puntos del artículo y deduzco que son ciertos, totalmente. Al fin y al cabo, qué puede esperar alguien con cierta mente crítica sobre las películas de «terror» de este tipo, que solo con el tráiler ya rezuman tropos tan relamidos.
Por otra parte, el artículo parece redactado por un adolescente que acaba de descubrir a Bukowski y no se ha masturbado hoy; lleno de superficialidades que redundan. Es interesante de leer, eso sí. Se agradecen artículos con cierta personalidad y conocimientos.
PD:No entiendes a Lacan y lo sabes.
Si crees que entiendes a Lacan… es que no has entendido a Lacan
Este artículo es digno de ser estudiado en primero de trolleo. :-)
«No pasaba tanta vergüenza ajena en un cine desde Extinction»…
CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP
¡GENIUS!
Ahora en serio, Orson Welles acabó sus días como montador de películas porno… El problema es que, con Internet, Shyamalan ni siquiera va a tener esa salida profesional…
Después de las 3 primeras líneas todos sabíamos que el artículo iba de lo que iba, una opinión personal y ácida sobre una mala experiencia en el cine. ¿Quién te mandaría ir?
PD. No entiendo eso de Lacan, Wu-Tang y Slajov, quizá los arboles no te dejan ver el bosque, querido Cristian.
Gracias por tu tiempo invertido, ojalá te lo pases mejor la próxima vez, así nosotros también disfrutaremos.
Estaría bien que aclarara el porqué cree que esa gente es una timadora.
Uff que pereza de artículo, como se gusta a si mismo el autor no? Me he aburrido mucho leyéndolo, Aver si resumimos un poco que te has enrollado cantidad para no decir nada, vamos que repites lo mismo sin cesar, muuy mal escrita la crítica, dedícate a otra cosa, eso si ha quedado muy claro que eres muyy pero muy guay
Este artículo lo ha escrito una vieja solterona con odio a lo joven, o el tipico mierda gordito que se metió a arbitro porque no le dejaron entrar en el equipo.
Totalmente de acuerdo, ¿Dan miedo los fans de Shymalan? Pues será a ti por que a mi me hacen gracia, como los fans de Liefeld, de Wu Tan Clan y otros.
De la misma forma que soy fan del James Bond de Roger Moore y no creo darle miedo a nadie (al menos no por ese motivo, creo).
De Shymalan me gusta mucho su «El Protegido» y sobre todo «El Sexto sentido», aunque debo haber sido el unico ser humano que no sabía desde la primera escena que SPOILER, que Bruce Willis era un fantasma.
Me gustaría saber la opinión de este redactor respecto a Xavier Dolan, uno de los directores que mejor reflejo está realizando del concepto de adolescencia.
Uyyyy,no creo ni q lo conozca….
Los que se dejan llevar por la ira y la indignación, que recuerden que Cristian Campos lleva años tratando de ser el nuevo Sostres: un provocador de pacotilla, que se aprovecha de la ingenuidad de sus lectores.
Ahora que Jotdown se anuncia en la portada del País, quizá lo consiga.
No he visto la peli asi que no voy a entrar en el contenido del articulo. Me ha gustado la introducción, con salvedades sobre la lista de estafadores de la cultura pop… (Mete a Alberto Rivera… un político… -lamentable- pero lo peor… ¿y se deja al resto?)
En cuanto a las formas del articulo, me parece que son criticables y lo contrario, lo que no es de recibo son los insultos personales leidos contra el articulista. Oiga si no le gusta, digalo pero con educación. Si el articulista le parece que carece de la misma, eso no le autoriza a manchar mi pagina de JotDown descargada a mi costa con comentarios absurdos y que se desautorizan igualmente por tono y forma.
Señores, seriedad.
Lo de criticar «El sexto sentido» por tener un único visionado para luego citar «Memento» como ejemplo de giro de guión es muy top.
Existen zascas, Zascas, ZASCAS y luego éste :D
Lamentable artículo.
La verdad que no he visto la película. Pero no sé qué estará peor hecha, si la peli en sí o esta crítica. Que el autor haya gastado X años de su vida en estudiar lo que sea que haya estudiado (y en caso de haberlo hecho) para acabar escribiendo así, demuestra que ha sido una triste pérdida de tiempo.
Derrida, un judío argelino de origen francés, ¿o era al revés? Tildar a este sujeto de timo, buf… la deconstrucción es un timo, no el autor. Interesante de leer, ácido, mordaz, solo rasgas la superficie arremetiendo contra los tópicos de siempre: series españolas (¿Qué hay de nuevo, amigo?), comediantes reciclados por el sumidero catódico, generación perdida entre quienes moran en la pubertad (¿Qué pensaban de ti a los quince? ¿Has madurado desde entonces?), palmadita al ininteligible Lynch (Busquen su anuncio de PS2), crochet a «El sexto sentido»… y ataque a los que habitan en los sótanos con gorritos de papel de plata a juego con el envoltorio del bocadillo de mortadela… No obstante, agradable intento de onanismo verbal, persevere y encontrará su estilo propio. Sólo le ha faltado atizar a Vaughn por aparecer en True Detective y a «Interstellar», para cumplir todos los clichés requeridos…
Pues a mi el autor del artículo me parece ingenioso y muy divertido. Las pelis del indio hace mucho que no se me ocurre verlas, pero me rio mucho con el ingenio de mr campos. Más, por favor.
Me fascina que alguien capaz de escribir este artículo sea capaz de criticar el sentido del humor, de la narrativa o cualquier otra capacidad de otro creador. Ya sé que suena a ad hominem, pero es que le ha quedado tan extremo que no sé si es una parodia de los críticos pagados de sí mismos que ni ven el cine que critican, o realmente es así.
Lo mejor es decir que los espectadores de una película (que, por cierto, no estoy defendiendo, ese es otro tema) sólo pueden ser adolescentes, y hacerlo con un texto cuyo tono y expresiones son más propios del «malote de la clase» que de un artículo real. Resulta irónico pero todo este artículo soportaría muy bien la adaptación a uno de esos raps de niño resabidillo que uno de los protagonistas improvisa durante la película. Es un artículo extrañamente autorreferente.
Cojo mis telescopio, enfoco al cielo y… ajá, sí, un crítico de cine sobrevolándonos a todos.
Shyamalan nunca fue un estafador, el problema fueron los departamentos de márketing que promocionaban las películas como algo que no eran y creaban expectación en un público que esperaba otra cosa. Tiene películas muy buenas y películas muy malas, como casi todo director actual.
Maximum troling, pero concido en todo lo que dices de Shyamalan.
Nunca defenderé el truñaco que fue «Lady in the Water», ni tengo ganas de ver esta última. Pero tampoco caeré en la pueril generalización según la cual «El sexto sentido» y «Señales» son malas. «El protegido» me pareció excelente (salvo el superfluo «desenlace por escrito» del último plano); y «El bosque», casi una obra maestra. Hale, lo he dicho. Tralará a Parla, Campos.
Oh dios! ahora me siento engañado, ojalá hubiera esperado un par de días para dar con su artículo Sr. Hitler, p*** vida! Ya he puesto mi cuchara a oxidar, será en la próxima se lo juro.
el autor del artículo os parecerá lo q os parezca, pero no se equivoca en decir que la película es una basura y que shyamalan tiene, muy sin merecerlo, el status de gran director/maestro del suspense. No es ni una cosa ni otra y cada vez va a peor, está última parece una broma…y lo peor de todo es que ahora se dedica a copiar un cine que poco tenía q ver con él hasta ahora (paranormal activity?), combinándolo con un pésimo humor negro, para mi que ha perdido el norte, de hecho ya hace años…el sexto sentido, el bosque…las únicas que se salvan. Lo dicho una moda.
Reconozco que no soy muy fan de Shymalan, pero el que ha escrito este artículo es el típico intenso que se las da de intelectual… Está muy bien citar a Kubrick, Peter Weir y no sé quien más, pero meter en esa ecuación al equivalente indie-ñoño-coñazo de Shymalan que es Sofia Coppola sólo demuestra que es el típico hipster que ha leído cuatro libros… El Sexto Sentido está guay, Señales no está mal y el resto, pues sí, la verdad es que apesta un poco. De ahí a esta pasada de artículo no le veo mucho sentido. ¡Corre a la filmo Cristian, que creo que hoy ponen alguna de Wes Anderson!
Es el padre de Sofía, sí, el de El Padrino y Apocalypse Now, el mismo que llevó a Carmen Maura a las Américas… no su hija.
La ley de la calle sí es de Coppola, Las Vírgenes Suicidas, obviamente no. Aunque igual -mejor para tí- no la has visto.
Mis disculpas, me obcequé únicamente en fusilar el párrafo donde mencionaba a su panteón de directores.
Shyamalan igual no señala la Luna, igual no señala ni siquiera una nube, igual señala a algo mas o menos interesante que está a ras del suelo, pero «críticas» como esta, que no son más que una perorata donde explayar el ego del «crítico», demuestran que los cortos con pajarita aún se empecinan en quedarse pasmados mirando al dedo.
el mejor comentario de todos ;)
Yo disfruté mucho con «El protegido», me gustó «El sexto sentido», y pasé bien el rato con «Señales» o «El incidente». Espero con cierto interés las películas de éste tío aunque algunas no las haya visto y es cierto que hay críticas que van más allá de la crítica a la película o al director y que critican también a la gente que no opina lo mismo. Curiosamente leí hace poco Deleuze para principiantes y no me pareció ninguna basura. Por cierto, para película de terror la que vi hace dos días ya con un poco de retraso: The road, de John Hillcoat. Nunca una peli me ha dado tanto miedo, me ha dejado más desolado y me ha mostrado mejor el infierno. Quizás influye el hecho de ser padre, no sé…
A Bernat:
Pero mucho. El pobre se ciega queriendo escribir como uno de esos adolescentes a los que tanto desprecia. Con esa acidez, con esa visceralidad, pero con una ignorancia (voluntaria, parece) que roza lo paródico.
Me resulta más fácil identificarme con la protagonista de La visita que con adultos como el autor de esto. Ya le han definido por ahí arriba como un intensito, y es totalmente acertado, tras leer este material más apto para un blog personal con las 3 o 4 visitas de sus igualmente intensos amigos que para una revista cultural. Como dice un comentario, puede parecer algo ad hominem, pero él abre la puerta al renunciar al rigor desde el primer momento.
Personalmente, no es que no sea fan de Shyamalan, es que simplemente me genera indiferencia en una parte importante de su carrera. Si bien El incidente la recordaré siempre como una de las mayores bromas pesadas que me han gastado, estando entre las 5 peores películas que he sufrido. Como se puede ver, la recuerdo peor de lo que probablemente es, pero no creo que sea capaz de volver a verla para desmitificarla.
Dicho esto, El sexto sentido es una buena película, El protegido es más que eso, y la que aquí «critica» el autor es bastante más que decente (dice, por ejemplo, que la escena del pañal trata de despertar risas, pues no, Henry Miller a la pobre, ese no es un ejemplo del humor de la película. Que lo tiene, desperdigado, a ratos, pero lo tiene; ahí pretende asquear, y lo hace con cierta efectividad, en mi caso). También me resulta curioso la edad media de la que habla en cuanto a público que puede disfrutarla, pues donde yo la vi, en el cine VOS al lado de casa, no van adolescentes y la sala, casi llena (ya es raro) promediaba una edad pasada holgadamente los 30.
Shyamalan es uno de esos directores que genera una controversia bastante injustificable. Se puede ver en general en las críticas que está recibiendo, donde algunos norteamericanos la ponen a parir de forma muy excesiva, incluso poco profesional, porque le tienen un odio a Shyamalan propio del que, probablemente, encumbra prematuramente a un director y luego se le cae del altar. Las críticas que he mirado de este lado del charco son más contenidas y generalmente bastante positivas.
Al final, es una buena película para un domingo cualquiera, sin resultar memorable, de un director que despierta demasiado ruido como para que haya análisis más sosegaditos que este.
Gran crítica. Se agradece salir de la superficialidad. Los críticos de esta crítica no tienen ni idea de criticar. Por eso no escriben críticas. El cine de hoy en día es más previsible que el teletexto. La visita no es para adolescentes, es para niños de primaria que putean a sus abuelos y éstos son unos pescaos sin autoridad.
Ante tremenda demostración de verborrea acidulenta, parece claro que la verdadera vocación frustrada del autor del artículo era la de rapero con síndrome de ansiedad o algo así. Para una película que, según afirma, es de las que se olvidan nada más salir del cine, sin embargo, se ha explayado, al parecer masoquísticamente, destripando toda la trama, la escena cumbre y el giro final, pretendiendo además que le agradeceríamos los spoilers.
En su ansia de vomitar cuanto antes sus pajas mentales disfrazadas de anti-esnobismo cool y dejarnos a todos boquiabiertos, ni siquiera ha cuidado la coherencia de sus ocurrencias: afirma que es una película exclusivamente para adolescentes y, un par de párrafos más abajo, que es para los espectadores mitológicos de la América profunda que han cumplido ya los treinta…
Para mi «El Sexto Sentido» es una buena pelicula. «El Protegido» es una pelicula excelente, tal vez la mejor pelicula de super heroes que he visto. «El Bosque» es hermosa y «SeNales» la que menos me gusto de esta primera camada la estoy redescubriendo gracias a esa loca pero interesante teoria de que los supuestos extraterrestres son en realidad demonios (matar un alien con agua me parecio tonto, pero si Es un demonio me cuadra mas, enter otras cosas). He dejado de ver su cine por la misma razon que deje de leer este articulo: las malas criticas.
Acaso al autor de este articulo nunca lo abrazaron ni le dijeron que lo querian cuando era pequeno? Hummm…la falta de expresiones de amor y carino que les faltan a algunos provoca en ellos mucho odio hacia quienes si lo recibieron. Nada, otro aspecto de la envidia…
Yo me he reído mucho con el que incluyó a Bernard-Henry Levy en la lista de Cristian. No entiendo muy bien por qué Shyamalan despierta reacciones tan viscerales. ¿Que es tramposo? Claro, pero no veo que lo esconda. Para cachondeo el que se está trayendo la CIA con «Zero Dark Thirty», ahora ya intentando hacer creer al público que Boal y Bigelow son unos manipuladores encantadores, que les sacaron la información con mucha astucia. ¿Y cuánto llevan teniendo al público buscando la bolita?
Esta crítica sí que es adolescente.
La gente tiene una facilidad pasmosa para ofenderse. Esa habilidad suele ser inversamente proporcional al sentido del humor que atesora el ofendido. Conforme leía el artículo imaginaba los comentarios sospechando que muchos fusilarían al autor. Y efectivamente.
Disfruté con «El sexto sentido». «El bosque» me encantó. Pero es que incluso vi con interés «The last Airbender» y la muy insulsa «La joven del agua». Aún así me he reído con la crítica a la que considero útil, inteligente y divertida. Que alguien repruebe mis gustos, con gracia además, no lo considero un ataque. Aunque el juicio rezume bilis, como es el caso. No soy mejor que nadie por ello, desde luego. Es que los gustos no son dogmas de fe. Y echar carnaza para mantener la atención en el texto no es una patada en los huevos del lector. Es un recurso narrativo y/o parte del estilo del que escribe. Leyendo algunos comentarios pareciera que sois cuñados de Shyamalan (de los cuñados que se llevan bien, claro).
Por cierto, los adolescentes huelen mal. Además.
Yo he visto la película y a mi me gustó bastante. Algunos sustos, humor negro y para pasar un buen rato. No entiendo al personaje que ha escrito este artículo..Son los típicos que no entiendo como tienen trabajo porque siempre ponen por los suelos la imagen de cualquiera. Lamentable el artículo no diciendo más que chorradas y sandeces pensando que hace gracia sus tontunas
Me he leído la crítica y es ciertamente demoledora. No he visto la película y no se si lo haré así que no se si estaría de acuerdo o no. Lo que sí sé es que cada vez que recuerdo la crítica que el tal Cristian hizo de «Eyes Wide Shut» me dan ganas de arrancarme los ojos por si me vuelvo a encontrar con el artículo no caer en el error de volver a leerlo.
Horroroso artículo: parcial, ofensivo, inmaduro, desubicado… Padece los mismos males que critica; a lo que cabría añadir una sobradez insultante.
Sin haber visto esta peli, ni ser un incondicional de Shyamalan, hay que reconocerle al cineasta ciertos aciertos en su pasado, y un talento creativo del que carece absolutamente el gañán que ha perpetrado esta crítica.
Qué desabrido, oiga. No me gusta gran cosa Shyamalan, sus fans me la traen al fresco, y nada tengo contra los artículos ácidos o destructivos, pero el insulto debería ser más elegante, irónico, o usarse contra blancos que lo merecen, y dudo que sea el caso. Creo que he leído todos sus artículos en JD, y cuando tratan sobre cosas que le interesan da gusto leerle, contagia su devoción por ellas y siempre me hace descubrir uno algo interesante. Pero esto me parece una vulgar pataleta.
P.D: «Pero qué público más tonto tengo, no sé por qué aguanto a esta gente, que tengo enfrente» lo cantaba Manolo Campoamor en Kaka de Luxe, no Alaska, y sobra la segunda coma.
«Pero los protagonistas de La visita son adolescentes de los de verdad. Granujientos, repelentes, cargantes, redichos y sabiondos sin gracia ni salero alguno. Como no son niños, ni siquiera despiertan nuestro instinto de protección. Como no son adultos, sus angustias nos caen tan lejos como la galaxia Andrómeda. Dan ganas de hostiarlos.»
Épico Cristina, ¡Qué gozada de artículo! De ahora en adelante me declaro fan incondicional suyo.
Shyamalan hizo El Protegido. Solo por eso merece algo de respeto.
Lo de Airbender me hizo prometerme que nunca volvería a ver nada suyo.
Siempre leo a Cristian. Me cae bastante peor desde sus artícuos políticos pero «Prometheus para dummies» es uno de los mejores y más divertidos análisis de películas que haya leido.
Provocador :-)
El primer párrafo sobra. ¿Para qué meterse con todos esos, ajenos al meollo, y no argumentar la crítica hacia ellos? El resto me parece muy duro, pero entretenido y te hace pensar. Shyamalan lleva una muy mala racha, incluso puede que en el fondo sea un «bluf», pero el artículo roza lo vil. En cualquier caso, respeto total a la libertad de expresión. Contraatacar está bien, pero con respeto.
«Los fans de Shyamalan no deben de andar evolutivamente lejos de los gusanos de Pompeya, esos animalillos capaces de sobrevivir sobre los chorros de agua magmática de las fuentes hidrotermales del océano Pacífico»
Independientemente de lo buena o mala que sea una película o un director, tratar con este desprecio y altanería a otras personas por el mero hecho de que no disfruten de las mismas cosas que tú no dice mucho a tu favor, Cristian.
Claro que también puede ser que realmente no estés de acuerdo con lo que escribes, pero lo escribes igualmente para provocar y generar más lecturas, porque la ira y la provocación venden muchísimo.
O a lo mejor hay más razones que se me están escapando. No sé.
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Alguien que no se ha dado cuenta de que «Pero que público más tonto tengo» no la cantaba (ni la compuso) Alaska, no debería tirar tantas piedras a los demás.
Yo empecé a ver a Lichtenstein de otra forma gracias a este artículo de Santiago García. Te lo recomiendo, Cristian.
http://santiagogarciablog.blogspot.com.es/2013/01/el-punto-de-lichtenstein.html
A Liefeld, al final, se le coge un poco de cariño y todo.
Cristian evita con gran habilidad mencionar «El Protegido». Claro: a mí también me gustó. Pero el crédito le duró poco a su director, vive Dios. Infumables todas desde ahí.
No sé que me gusta más, si la crítica a la peli, la crítica a esa crítica o la crítica a la crítica de esa crítica. En fin, JD era un fiesta.
Tampoco entiendo por qué la gente se ofende tanto. Cristian Campos es un provocador nato al que de vez en cuando le gusta agitar el avispero para darle vidilla a la cosa. Lo que no entiendo es cómo me perdí «Prometheus, para dummies» porque esa película es un filón para no dejar títere con cabeza. Allá que voy.
Desde mi personal punto de vista, este artículo posee todos esos mismos defectos que le achaca a la película de Shyamalan:
1. La «idea del artículo» es infinitamente más atractiva que el artículo «real».
2. El público objetivo de del artículo son los adolescentes de todas las edades.
3. Las chanzas del artículo no son solo facilitas sino también facilonas, que no es lo mismo aunque se le parezca.
4. El sentido del humor del artículo rivaliza en sutileza con el de los Morancos.
El artículo no es la calamidad que uno espera de Cristian Campos sino tan solo un artículo soporífero que se olvida tan pronto se termina de leer.
Si ya me he estado partiendo de risa con algunos comentarios, me imagino como se lo tiene que pasar el señor Campos, al que encima le pagan por esto!
Eso sí, ganaría puntos y caché si su corrector ortográfico eliminara de forma automática palabras malsonantes y comparaciones chiquitistanies de medio pelo tipo «es más xxxx que un xxxx». Por contra, se perdería nuestro invaluable feedback, inspiración y gasolina de su próxima crítica. Seguro.
P.D: Eres un producto y lo sabes.
Campos, ¿qué opinas de Nolan?
Tengo entendido que no puede estar en sitios cerrados, saltan los detectores de incendio, por el humo.
¿De los peos…?
Los fans de Cristian Campos dan más miedo que las películas de Cristian Campos
Me sorprende que el Sr. Campos encuentre tan difícil empatizar con adolescentes cuando él muestra tantos rasgos en común con la gente de esa edad: le gusta llamar la atención, hacerse el gracioso, tocar las pelotas, y también tiene un considerable instinto gregario (porque, oigan, darle caña a Shyamalan es facilísimo, de hecho es ya casi deporte mayoritario, como no hace mucho lo fue arrearle a Spielberg). Yo hace algunos años que no sigo al director de “La visita”, pero a alguien que en apenas una década filmó “El sexto sentido” (¿”Psicosis” sólo puede verse una vez porque se gasta?), “El protegido”, “Señales”, “El bosque”, “La joven del agua” (experimento narrativo insólito en el cine americano comercial, si bien hay que reconocer que era más interesante la construcción del relato que el relato en sí) y la EXTRAORDINARIA “El incidente” (¿qué pasa con esta película que es tan detestada?) no se le puede despachar con cuatro cuchufletas. Un cine de puesta en escena (que SÓLO se justifica gracias a la puesta en escena) quizá es algo demasiado complicado para estos tiempos de lecturas apresuradas. O a lo mejor yo, en ocasiones, veo fantasmas. ¿Quién sabe?
(Sloipers)
Después de leer el artículo he visto la película. La verdad, acertaste en la mayoría de puntos. Viéndola te preguntas si es una película de «miedo» o de risa, porque es imposible no considerar ridículo un niño rapeando gilipolleces de puberto, o abuelos que se cagan encima, etc. Sí, que sean viejos hace que todo se magnifice en un halo de ridículo y humor absurdo, no de lo grotesco de la inocencia senil como debió pensar inicialmente el director. Luego, las referencias a personajes populares (¿insultos con nombres de cantantes? Supongo que sonaba mejor en tu habitación llena de pósters de Tarantino, Shyamalan), la historia traumática del niño metida de repente, para saldar el hueco del momento de redención espiritual apoteósica que vendrá al final.
Por otra parte, quién sabe, siento que es algo fresco en tanto que no es una película centrada únicamente en sustos baratos, sino que lo ridículo de la película viene dado en parte porque está visto a través de niñatos. Bueno, los niñatos no solo eran solo los niños; la madre también da la talla como personaje inútil, superficial y asqueroso. Vaya, no sé si es que allí todas las madres son como una niña alocada de 15 años que está ocupada en festivales de pechos peludos antes que preocuparse de cómo y con quién están sus hijos (eso sí, hasta el último día en que de repente se le ocurre incluso ver con quién estaban; muy buen detalle, señora madre. ¿Quién llevó a los niños a la casa, por cierto?).
Joder, fuera de todo esto, al menos me he echado unas risas con los colegas. Lo del pañal en la cara es un momento inolvidable.
Este artículo sí que da risa. Pero de la de vergüenza ajena.
La solución es fácil, si tanto le disgustan sus películas que se lie a hacer una y le enseñe. Digamos que es más efectivo un ejemplo práctico que una opinión. Y así ganaremos a un nuevo e interesante director de cine y Shyamalan mejorará ¿Por qué ser tan tímido si los beneficios serían enormes para el cine? Y por otro lado ya que estamos con críticos y cine lo engancharé con recordar al crítico gastronómico de Ratatouille y la escena donde se sincera.
https://www.youtube.com/watch?v=UcN82FoHK0A
Hola,
no entiendo esta frase “Los fans de Shyamalan no deben de andar evolutivamente lejos de los gusanos de Pompeya, esos animalillos capaces de sobrevivir sobre los chorros de agua magmática de las fuentes hidrotermales del océano Pacífico” si se quiere poner a parir, a saber por qué, a los fans de Shyamalan. Unos gusanos capaces de sobrevivir sobre los chorros de agua magmática de las fuentes hidrotermales del océano Pacífico tienen que ser unos seres flipantes. No sabía que existiesen y dudo mucho que alguien, ni el mismísimo autor del artículo, esté evolutivamente lejos de cualquier gusano.
A parte, para mi Shyamalan es un gran director de humor. Con pocas películas me he reído más de adulto que con Señales, con algunas partes de el bosque me tronché, El incidente me tuvo con un sonrisa permanente. Solo quitaría La joven del agua, a la que no le pillé la gracia por ningún lado, y el protegido, que me gustó mucho aunque no me riese. Me han dado ganas de ver esta última aunque pensaba que después de After Earth me había quitado.
Tengo una prueba definitiva en mi reivindicación del inimitable humor Shyamalan: bien sabido es que, cual Hitchcock, le gusta aparecer en sus películas pero en una, no recuerdo cual, Shyamalan se incluye en el reparto, en el papel de alguien que, en una escena final, habla por teléfono con una de las protagonistas. Ni se le ve ni se le oye. Creo que era en el incidente, por si lo queréis comprobar.
Un saludo
Se os ha colado un Trol. No he visto la película y seguramente sea un truño. Pero no me gusta el artículo, su agresividad no hacia la pelicula, hacia personas, que si nos ponemos a criticar es facil, no sere yo quien defienda a la masa, pero en este artículo la película pasa a segundo plano, ya es lo de menos, es mas una oda a si mismo y su buen gusto e inteligencia. Para ver a gente hablando de su omligo no entro a jotdown.
Creo que el trol periodistico que ha escrito el artículo tiene algo que ver con Lady Gaga, para ambos funciona aquello que se dice:» lo importante no es que te quieran sino que hablen de ti aunque sea mal» por que se ve que tu, ella y alguno mas de los que has dicho ejercitáis esta máxima . Si, es lo importante para tu bolsillo pero ya te digo, te pasas de listo, sin embargo hay gente que escribe diciendo lo mismo que tu pero no les queda grande como en tu caso, se nota demasiado que quieres hacerte valer y a mi eso como comprenderas me da igual, quiero leer artículos que no hablen sobre su autor.
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GRACIAS por describir tan jodidamente bien lo que sentí ayer al salir del cine. Es una broma de película, aún no he sido capaz de digerirla.
No me ha quedado muy claro, Shyamalan le gusta o no Sr. Campos?
Lo que da verdadero miedo es la incapacidad del personal de opinar sin descalificar. Aunque, supongo, que hacerlo también le aporta un tipo de humor.
Buenas noches:
Con considerable retraso he visto la película.
Fundamentalmente sentía curiosidad por un único motivo.
La mala leche de la crítica de Cristian Campos, leída hace tiempo.
No soy un fan de Shyamalan, pero me lo paso bien con su cine.
Aprecio mucho ciertas opiniones de Cristian Campos, especialmente sobre temas políticos, pero su prepotencia y, fundamentalmente, su creencia en estar en posesión de la verdad absoluta en temas tan relativos y subjetivos, a veces resulta molesta.
Y oigan. Me lo he pasado muy bien viendo «La Visita», en buena compañía y en pantalla pequeña.
Bastante mejor que con otros títulos.
¿Debería sentirme culpable acaso?
Tengo claro que no es una obra maestra. Ni yo esperaba que lo fuera.
Pero tanta bilis reconcentrada en la crítica me hace perder la fe en el criterio de Campos.
Porque, en realidad, su única argumentación son sus criterios personales.
Sus fobias y manías.
Un ejemplo.
Te encuentras paralizado por el terror, pues un psicópata asesino te tiene atrapado en una casa aislada del Mundo.
Y sólo eres un niño.
Estás tan aterrorizado, que el asesino te restriega mierda por la cara y ni protestas.
¡Señores!
¿De verdad hay que encontrar eso gracioso señor Campos?
Que no se puede empatizar con adolescentes en pantalla?
¿Tampoco entonces con Lázaro de Tormes, Oliver Twist , el Joe de «Cinco semanas en globo» o el Roberto de «Los hijos del capitán Grant?
Por no hablar de generalizaciones facilonas.
El niño no rapea en todas y cada una de las escenas en que aparece.
La anciana sólo enseña el culo una vez y pico (sic).
Relájese hombre.