Al final del partido contra Estados Unidos en Londres, probablemente el mejor que nadie haya disputado jamás en unos Juegos Olímpicos, los jugadores del equipo campeón rinden pleitesía al derrotado y pasan uno a uno, con Kobe Bryant a la cabeza, a felicitar a un agotado Pau Gasol, derrumbado en su asiento, héroe sin triunfo ni más premio que la plata. Es una imagen para el recuerdo: allí están los mejores jugadores de la NBA y los iguales se reconocen como tales: Bryant, James, Durant, Paul, Anthony, Harden, Love… ellos han ganado y lo celebran con su tradicional alboroto. Al otro lado queda la desolación: la primera final que pierdes por los pelos te deja una sonrisa tonta en la boca; la segunda, no te deja nada. Vacío. Cero.
España ha competido como un león y casi todo es mérito de sus jugadores pero también del equipo técnico que cierra con ese partido cuatro años triunfales en el banquillo. De hecho, entre tanta épica ha pasado desapercibida una auténtica genialidad táctica: después de recibir un contundente parcial en contra al inicio del último cuarto —los únicos minutos, casi segundos, de descanso para Pau Gasol—, Scariolo decide poner en el campo una insospechada defensa de cuatro en zona y uno al hombre: el base, Sergi Llull, contra el alero rival, Kevin Durant.
La diferencia entre ambos jugadores es de veinte centímetros, así que la decisión parece una locura, pero funciona. Funciona tanto que Durant, autor de treinta puntos en otros tantos minutos, no vuelve a anotar. La defensa de Llull es perfecta y a nadie se le ocurre en Estados Unidos jugar con el máximo anotador de la liga en el poste bajo, y así España se acerca y se pone a cuatro y los nervios vuelven a la garganta de Krzyzewski hasta que llega LeBron James y manda parar con un mate estratosférico y un triple asesino.
La lógica se impone, pero queda tiempo para un último gesto: en el tiempo muerto que pide España, a poco menos de dos minutos para el final, Marc Gasol aún tiene fuerzas para echarle lo que parece una bronca enorme al propio Scariolo. Gesticula, bracea, se desespera… todo cuando el adiós está a solo un suspiro y hay centenares de millones de espectadores viendo una tensión que refleja claramente una lucha por el estatus que sigue latente después de todo un ciclo olímpico.
No es el único problema de Scariolo ni mucho menos el mayor: Ibaka ni siquiera le dirige la palabra. No se la dirige casi a nadie, de hecho. Se siente marginado y arrinconado por la jerarquía de los hermanos Gasol. Cree que es mejor que ellos y más joven y debería tener más minutos. Probablemente, se equivoca. Ibaka se cabrea y se marcha al autobús a escuchar música y Marc Gasol llena el epílogo de aspavientos. Scariolo queda en medio: dos oros europeos, una plata olímpica y la incómoda sensación de que nadie va a venir a darle ni una palmada en la espalda.
La bienvenida en Polonia
Todo empieza mucho antes: tres años atrás, en Polonia. Quedan doce segundos para el final del importantísimo partido de fase previa ante Turquía, y España pierde por un punto. La situación, en caso de derrota, empieza a ser preocupante: después de perder ante Serbia en el debut, la selección tendría que ganar de manera consecutiva a Lituania y Polonia solo para cumplir con el trámite y llegar a cuartos de final. Para la última jugada, Scariolo diseña una jugada que tiene como alternativa, si no sale nada, el uno para uno de Llull contra Ilyasova hacia la canasta.
Dicho hoy en día, confiar en Llull para un último tiro parece algo hasta normal, pero en 2009 no lo es. Llull, de entrada, ni siquiera contaba en un principio para Scariolo y se tuvo que ganar el puesto en la preselección cuando todo el mundo daba por hecho que Carlos Suárez sería el elegido. Su experiencia se ciñe a un único año en el Real Madrid, donde fue fichado como base pero acabó jugando de escolta. Es un chico rápido y valiente, todo lo que se necesita para una última posesión: cuando Turquía cierra todos los posibles pases, abriendo de paso el camino hacia su zona, el balear no lo duda, desborda a Ilyasova y se lanza hacia el aro para hundir la pelota como en los pósteres.
Solo que no lo consigue, una mano turca se interpone en su camino, le desequilibra y hace que el balón quede corto, golpee el aro por los pelos y salga rebotado al contraataque turco. Es la hora de los cuchillos largos. A este grupo lo llevan esperando mucho tiempo y por fin lo han encontrado. El buen rollo acaba generando desconfianza y el enfrentamiento entre el presidente Sáez y el exseleccionador Pepu Hernández previo a los Juegos de 2008 sigue dividiendo a la opinión pública. Basta una derrota para ir preparando la mecha y unas declaraciones para encenderla: las de Marc Gasol justo al final del partido, en directo, para La Sexta.
Son unas declaraciones sorprendentes, que rara vez se ven en el deporte profesional: «Estando Pau en cancha, jugarse la última con el chaval que ha llegado el último… Pues, bueno, pasan a veces estas cosas». Algunos —muy pocos— lo entienden como un reproche a Llull. La mayoría, como un ataque directo al seleccionador, que es el que ha puesto a Llull en ese brete. Se produce una tormenta perfecta: los críticos del «Método FEB» tienen material para cebarse con el estado del equipo, los críticos de Scariolo tienen una excusa para mandarle de vuelta a su país.
Y es que Scariolo nunca ha conseguido ser querido en España: llevó al Tau a su primera final de ACB, le dio al Madrid su primer título de liga desde la marcha de Sabonis y consiguió con el Unicaja de Málaga un título que llevaba casi veinte años esquivándolo, desde aquel triple de Ansley en el Ciudad Jardín. No, Scariolo, no ha caído bien nunca. Demasiado italiano, quizá. Demasiado educado en las formas, demasiado bien vestido, demasiada gomina impidiendo que nada se mueva de su sitio.
Scariolo está en el disparadero nacional desde antes de llegar a la selección pero ahora todo el mundo lo tiene claro: es un paquete. No solo lo piensa la masa enfurecida sino que lo piensa también Marc Gasol, así que no hay más preguntas, señoría. Con todo en contra, el italiano reúne a los chicos, hace terapia de grupo, juntos aplastan a Lituania, luego a Polonia, en cuartos a Francia, en semifinales a Grecia y en la final a Serbia, en una primera parte apoteósica, de lo mejor que se ha visto nunca en un campeonato europeo para lograr el primer oro de la historia.
Los gritos de «Scariolo, dimisión», sin embargo, no cesan.
Otro vendrá que bueno te hará
Y tampoco cesarán durante la Copa del Mundo de 2010, en la que, plagada de bajas, España se queda a un triple de las semifinales, ni en el Eurobasket de 2011, donde la selección repite título superando a Francia en la final con exhibición defensiva de Serge Ibaka. Incluso cuando llegan los Juegos Olímpicos y España pierde en primera fase contra Rusia, los titulares son unánimes: David Blatt le ha dado un baño táctico a Scariolo.
Que Blatt te dé un baño táctico es algo perfectamente comprensible, de hecho la táctica y la gestión de grupos ha llevado a Blatt a entrenar a los Cleveland Cavaliers de LeBron James, Kyrie Irving y Kevin Love. Sin embargo, hay algo injusto en esa afirmación: Scariolo no puede ser Blatt porque no tiene los jugadores de Blatt ni tiene la ascendencia de Blatt sobre el equipo. Cuando se menciona la «autogestión» de la selección española desde la llegada de los Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y compañía, se dice una verdad matizable: son jugadores con vicios adquiridos y virtudes que no van a negociar. Todo seleccionador que ha intentado cambiar esas rutinas ha fracasado. Blatt, por ejemplo, no duraría cinco días. ¿Quiere decir eso que el entrenador español es un pelele arrinconado en la banda? Ni mucho menos. Tienes a las estrellas, tienes sus zonas de comodidad y hay que gestionarlas para llegar al éxito.
Cuando Scariolo ganó a Blatt en la semifinal del mismo torneo, por ejemplo, nadie abrió la boca para defenderle.
En esas, el italiano se va y a la Federación se le ocurre poner a su segundo, Juan Antonio Orenga, al mando. Con Orenga el mito de la «autogestión» se viene abajo. Sus dos años, especialmente el segundo, con todas las estrellas en la plantilla, son un ejemplo de cómo se puede desperdiciar el talento ajeno por falta de recursos propios. Orenga llega al Eurobasket de 2013 como novato y pierde todos los finales igualados, aunque gana para España una meritoria medalla de bronce. Un año más tarde, en la gran cita del baloncesto español, la culminación del proyecto que la FEB ha iniciado muchos años antes, el fracaso es absoluto ante Francia en cuartos de final.
Enfrentado con buena parte de los jugadores, en un ambiente de «viva la vida» y en medio de una evidente falta de concentración, rozando la falta de profesionalidad en ocasiones, Orenga no sabe reconducir la nave como lo consiguió Scariolo durante cuatro años. Porque lo complicado no es ordenar una zona mixta con Llull defendiendo a Durant, que ya hemos dicho que tiene un punto asombroso, sino gestionar las necesidades de un grupo y hacerles competir siempre al máximo nivel. Y cuando digo «siempre» incluyo los últimos tres minutos del partido, donde Orenga hace aguas una y otra vez.
Si las críticas sobre Scariolo habían sido feroces, Orenga se convierte directamente en una piñata popular a la que medios y aficionados se turnan para darle palos y de paso repartírselos al organizador de la fiesta, José Luis Sáez. Consumada su dimisión o su cese, nunca quedó claro, la Federación se pone a buscar candidatos: suena con mucha fuerza Pablo Laso, al igual que Xavi Pascual, pretendido desde tiempo atrás… pero la ACB se niega a retirar la cláusula que impide a cualquier entrenador de la liga ser a la vez seleccionador nacional.
En el último momento, y ante la ausencia de candidatos con el perfil adecuado, Sáez y Ángel Palmi se decantan por Sergio Scariolo. El italiano puede que no sea perfecto, puede que no sea el más querido por los críticos… pero sabe dónde va y sabe cómo llevar al grupo sano y salvo.
La última vida de Sergio Scariolo
Cuando Scariolo dice sí a la propuesta sabe que ante él hay tres retos: convencer a los nacidos en los ochenta de que deben estar en el Eurobasket para así ganarse un puesto en los que, ya seguro, serán sus últimos Juegos Olímpicos, los de Río de Janeiro de 2016; integrar a sus sucesores: los Hernangómez, Vives, Abrines, Mirotic, Dani Díez y compañía, dándoles minutos de relevancia para que no lleguen a los Juegos como meros comparsas y. además, por supuesto, convencer a la Federación y a los aficionados de que, llegado el caso, él puede ser el entrenador en esa cita olímpica, que ha estado en las buenas y es capaz de estar en las malas.
El primer reto se cumple a medias, que es lo más que se puede pedir con Marc Gasol negociando el contrato de su vida y Juan Carlos Navarro cojo desde hace ya muchos años. Pau Gasol acepta ser el referente un año más, Felipe se une a la lista después de haber anunciado su retirada en 2012 y volver en 2014 para ser tratado con una falta de prudencia inaudita, y tanto Rudy Fernández como Sergio Rodríguez, ambos al borde ya de la treintena y después de un año agotador, acuden sin poner pega alguna.
El segundo es el que pinta peor: Dani Díez se va a su casa al poco de llegar para dejar su puesto de nuevo a Víctor Claver, ese hombre que lleva siete años seguidos jugando campeonatos con la selección sin que ningún entrenador, y menos Scariolo, hayan logrado sacar nada positivo de él. Álex Abrines pasa el corte pero se lesiona y el seleccionador no se atreve a quedarse con Xavi Rabaseda, probablemente con buen criterio. Por mucho que me duela, no se pasa fácilmente de luchar por evitar el descenso con el Estudiantes a ser pieza clave en la conquista de un campeonato de Europa.
Como únicos exponentes de las nuevas generaciones quedan Guillem Vives como tercer base, Mirotic, enfrentado abiertamente a la Federación durante años y por fin de vuelta tras la lesión de Ibaka, y Willy Hernangómez, de quien se espera todo, incluida la conquista de la NBA a las órdenes de Phil Jackson en muy pocos años. Lo mismo se puede decir de su hermano Juancho, reclutado a última hora para elevar el nivel de los entrenamientos.
No va a ser fácil: el método Scariolo, con el que los jugadores se sienten más cómodos y que hace sufrir del corazón a prensa y aficionados, consiste en empezar el torneo a un ritmo muy bajo, ir subiéndolo poco a poco y llegar a las eliminatorias frescos y motivados. Eso no lo va a poder hacer este año: primero, porque en el grupo hay un abismo de calidad entre teóricos titulares y suplentes, salvo que estos últimos demuestren lo contrario de una vez. Segundo, porque empezar a bajo ritmo en un grupo donde están Turquía, Serbia, Italia y Alemania, Nowitzki incluido, puede derivar en una eliminación inmediata y deshonrosa.
Los amistosos no están dejando ver nada. Esa es su función, supongo. Si las cosas van bien se dirá que la Federación hizo bien en plantear una gira contra rivales tan flojos. Si van mal, se dirá que el equipo llegó mal preparado y sin tensión competitiva. Lo que sí les digo y disculpen la extravagancia, es que con Sergio Scariolo en el banquillo me siento más confiado. No espero milagros, pero me extrañarían los naufragios. Puede que después de acudir al rescate por enésima vez, el italiano consiga algo del cariño de una afición que siempre le ha dado la espalda.
No es probable. En España se critica mucho la «autogestión» de los jugadores pero cuando ganan, ganan ellos y cuando pierden, pierde el entrenador. Si algo necesitará este equipo será saber competir. Scariolo sabe. Lo demás dependerá de muchos matices, pero al menos esta vez Marc Gasol no va a echarle ninguna bronca. Queda por saber si el último rescate va a ser a la vez el último linchamiento. Ganas, me temo, seguro que hay.
Jamás pensé que me iba a encontrar con nadie que dijera que la Final de Londres 2012 es mejor que la de Pekín 2008. Lo que se llega a escribir par defender a Scariolo (o dar a Aíto, a Pepe le sirve igual). Si Gonzalo Vázquez levantara la cabeza….
Pues yo estoy de acuerdo en general con el artículo. Para mí tanto el juego como la preparación de la final ante USA en Londres fue insuperable y por supuesto un mejor partido que la de Pekín. De hecho, superó el nivel de juego de la final del mundial del 2006. A Scariolo se le ha dado mucho y muchas veces sin merecerlo y su gestión y preparación en los momentos importantes del campeonato ha sido muy buena.
Totalmente de acuerdo, harto de que en este país solo se valore a los jugadores y se ningunee a los técnicos cuando no se lo merecen. Y Scariolo no se lo merece en absoluto. ¿Cuántos entrenadores en este país tienen su palmarés? Me atrevería a decir que ninguno. Pasa igual con Del Bosque. Este es un país muy desagradecido, históricamente lo ha sido, y en el deporte queda más claro que en ningún otro ámbito de la vida. Solo se está a las maduras, nunca a las duras y en estas los jugadores raramente salen apaleados, siempre es el mister quien carga con la «ofensa». Pase lo que pase ( porque el campeonato es difícil como nunca ) creo que Scariolo se merece muchísimo más respeto del que se le otorga, en otros países sería un héroe nacional solo con lo ya obtenido, aquí da igual, el entrenador como los árbitros son siempre el saco de boxeo predilecto de las frustraciones diarias de los aficionados. Al fin y al cabo a alguien hay que echar la culpa de unas vidas miserables, ¿no?.
Probablemente la final de Pekín fue más sorprendente, pero la de Londres fue mejor, en mi opinión, fue más competida y contra un equipo USA, todavía mejor preparado. Era mucho más difícil alcanzar el nivel o acercarse pues los americanos estaban ya avisados.
La sensación fue que España lo tenía todo más trabajado, con más armas y más preparación.
En cuanto al resto del artículo, creo que es verdad que a Scariolo se le ha castigado mucho con el manido argumento de que, ¿acaso no hay entrenadores españoles que puedan coger la selección????. Me parece un argumento facilón y vacio de contenido. El hecho es que España ha jugado muy bien 3 de los 4 finales de torneos que ha dirigido. Que recordemos que es lo que importa. Con el equipo preparado, con referencias claras y una estructura defensiva y de juego coherente, independientemente de los gustos.
Que podría haber cambiado jugadores, roles, esquemas tácticos, etc…. Sí
Que tiene que hacer España para clasificarse a los juegos? Finalista o semifinalista? Gracias
Para la clasificación directa tienen que llegar a la final. De la tercera a la séptima plaza(no estoy seguro si es sexta o séptima) da derecho a jugar el preolímpico del que saldrán tres selecciones participantes.
Finalista. Si no, preolimpico
Scariolo es un buen entrenador. El problema de la selección no es él. El problema es que el vedetismo NBA de los hermanos Gasol y compañía ha acabado con la cohesión de equipo que había de 10 años para atrás. Cuando unos pocos jugadores son estrellas mediáticas y ganan 15 millones de dólares al año, y otros son jugadores ACB ganando 500.000 euros, está claro quien mira por encima del hombro a quién. Siendo grandes jugadores, el rendimiento que los españoles NBA dan en la selección es de vergüenza, se nota mucho que vienen a pasearse, y rompen el espíritu de equipo. Para eso, mejor que no vengan. Aunque quizá sus sponsors les piden que sigan yendo a la selección para que no baje su venta de camisetas en España.
Haters gonna hate
Te has lucido con ese comentario. Tú, de vidente o de analista de baloncesto, te morirías de hambre…
Scariolo, genio y figura:»La gran recompensa» http://basketandtalent.com/2012/07/11/la-mejor-recompensa/
Este año tenemos entrenador, en eso hemos mejorado, Scariolo puede gustar más o menos, pero sabe lo que tiene entre manos.
Dicho esto yo creo que el principal problema del equipo es que los rivales conocen perfectamente la manera de parar nuestro ataque, y que los exteriores tienen que aportar mucho más que lo hicieron el año pasado, para evitar eso. Mirotic es una gran incorporación porque permite abrir espacios y puede tirar de fuera, pero no tenemos una referencia clara fuera, Rudy no puede cumplir ese papel (me gustaría equivocarme) porque su tiro exterior no es fiable y en ocasiones es directamente lamentable, sobre todo en momentos tensos.
Ojalá tengamos un buen campeonato y haya un último baile contra los americanos en Río.
El bajón fisico de Navarro ha sido clave en los malos resultados de la selección. Navarro era el líder del perímetro y el equipo necesita otra referencia. Creo que este años Llull será ese referente y seguramente veamos una selección más sólida.
Sergio es un muy buen entrenador. Creo que eso no lo pone en duda nadie, aunque a todos nos parece que le falta un punto para ser top. No transmite en los tiempos muertos, ni tiene el carisma de un Joan Plaza, Pablo Laso… además, creo que lo que más le pesa fue, en la final olímpica, cómo dejó a Gasol en el banquillo al inicio del último cuarto yendo arriba. Y le pesa aún más la sensación de que cuando fue seleccionador, cualquier entrenador ‘decente’ hubiera llegado ahí.
Dicho esto, era lo mejor que había, y como dice el artículo, un muy buen entrenador digno del puesto. Esperemos que, ahora que hace mucha falta, dé la talla como para ganarse el cariño de la afición.
Estoy muy en desacuerdo con el artículo. Scariolo me parece un entrenador muy flojo y, en el perfil del artículo, se obvían varios fracasos escandalosos como sus etapas en el Armani Jeans de Milán y el Khimki. A pesar de que si se lo compara con Orenga, sale ganando, la pregunta, más bien, es ¿quién no? Para mí Scariolo (de quien no deberíamos olvidar que está ahí en gran parte por su excelente relación personal con José Luis Sáez; recordemos que los entrenadores ACB no pueden compatibilizar su cargo con el de seleccionador, pero Scariolo sí pudo porque entrenaba a la vez en Rusia y en Italia, ¿alguien entiende eso?), palidece al compararlo con el mejor seleccionador que ha tenido esta generación: Pepu Hernández. Nunca han defendido mejor y tampoco han atacado mejor que en el Mundial de China y en el Europeo de España (excepto en la final contra Rusia).
La selección de jugadores me parece desequilibrada, como todas las que realiza Scariolo: hay un exceso de pívots, uno o ningún alero alto (después del desplante a Carlos Suárez de hace unos años, no me extraña que no haya querido venir, y Claver apunta en el futuro a eterna promesa de treinta y largos años) y pocos bases (un error que ha ido repitiendo en diferentes convocatorias).
Sobre el tema de la autogestión, el problema no es que los jugadores tomen el poder, cosa que con Scariolo han hecho repetidamente, sino tener un arsenal de variaciones tácticas que no hagan de España un equipo completamente previsible, como les ha pasado en las primeras fases y sucedió con Orenga en los cuartos de final contra Francia.
Mi voto sería para Joan Plaza como seleccionador.
Dejo una última pregunta: si nos parece tan normal que todos los jugadores de una selección tengan que ser de un país (dejemos de lado a la figura surrealista del «nacionalizado norteamericano»), ¿por qué el seleccionador no debe cumplir esta condición?
Discrepo contigo en algunas cosas. Es cierto que en el mundial de Japón(no China) se alcanzó un gran nivel de juego, pero sin querer desmerecer lo hecho en aquel campeonato (Dios me libre), el nivel de los rivales,hasta llegar a las semis contra Argentina, era bastante flojo. En el eurobasket de Madrid ya todos nos conocía e intuían como pararnos, y así fue que nos dejamos un partido extraño contra Croacia en fase de grupos y dejando dudas en el resto de eliminatorias; ya no había esa fluídez y acierto del año anterior(en parte porque Garbajosa acababa de salir de una espantosa lesión). En 2008 hay que ser resultadista, juego pobre pero se cumplió con el objetivo con un partidazo en el que me dio la sensación que desde el banquillo se intervino poco y se llegó a donde se llegó por una explosión de talento y genialidades del equipo.
A partir de ahí es lo que dice el artículo con Scariolo, comienzo a medio gas jugando regularcillo tirando a mal y dando exhibiciones en los cruces hasta la final en ambos europeos.
Me parece una tontería,como bien dices, que la ACB no permita entrenar a la selección a entrenadores con contrato en vigor con clubes de la liga, me parece un agravio comparativo tan importante como el que permitan a Alemania que juegue Anton Gavel (eslovaco nacionalizado alemán que jugó con la absoluta de Eslovaquia torneos internacionales) y no se permita jugar a Ibaka y Mirotic cuando ambos están formados en España, pero eso ya es otro tema…
Estoy un poco harto de los que idolatráis a Pepu. Es un buen entrenador, con sus virtudes y sus limitaciones, pero en ningún caso un monstruo de los banquillos. Pepu también ha fracasado en su carrera (como todos los entrenadores de élite, Obradovic incluido), por ejemplo en Estudiantes en su última etapa, y no te veo mencionarlo.
Marc ya lo explicó sobradamente, lo que dijo de Llul es que el árbitro no le pitó falta a favor porque era un chico joven. O este artículo es muy malintencionado o no se ha molestado en documentarse nada.
Scariolo es un mal menor.
Orenga no es.
Pepu sabía llevarlos y Aíto un maestro.
Espero que la etapa dura que se avecina la pasemos con un mejor técnico como Plaza.
Me ha gustado el artículo porque creo que me ha hecho ver ese toque inquisidor que llevamos los españoles dentro. A mi,lo contrario fiesta,nunca me ha gustado Scariolo, pero el artículo me ha hecho pensar que quizás se ha sido muy duro con él. Máxime tras vivir la que para mi ha sido la mayor decepción deportiva de mi vida que fue la derrota en cuartos del año pasado contra Francia. Todavía me escuece y mucho. Que les dieran el Príncipe de Asturias a los Gasol me parece demencial después de esa derrota en la que ellos y Orenga fueron, en mi opinión, los principales responsables. Espero que la transición sea rápida, pero debemos tener claro que hemos vivido la mejor época de la historia del baloncesto de nuestro país y difícilmente volveremos a vivir algo siquiera parecido. Es para estar agradecido, pero lo del mundial del año pasado fue un cierre muy duro. Por cierto, para mi la final de Pekin fue mejor aún que la de Londres, pero la diferencia es escasa. Fueron momentos totalmente increíbles
La final de Pekín fue la más disputada y la única en la que realmente hubo alguna posibilidad de triunfo.
Scariolo no es especial entrenando en ningún aspecto, tampoco es que sea un inútil, pero hay mucho trecho entre él y los entrenadores verdaderamente TOP, me recuerda un poco a Spoelstra (también por la pinta, aunque Sergio parezca bastante más putero).
Ibaka es sin lugar a dudas, el 3º mejor jugador de los que podría disponer el combinado español, solo por detrás de los hermanísimos. Esa afirmación de «Se siente marginado y arrinconado por la jerarquía de los hermanos Gasol. Cree que es mejor que ellos y más joven y debería tener más minutos.» de dónde sale? Me he confundido de medio y estoy leyendo el Marca? WTF
En fin, he parado de leer a mitad. El primer y último artículo que me molesto en leer del sr. Ortiz.
Interesante artículo donde se describe ciertos entresijos de la selección por no decir federación. Estoy harto del frentismo que hay en este pais con los entrenadores, Laso sí, Laso no, Scariolo só o Sscariolo no.
A mí no me gustan ciertas cosas de Scariolo pero lo considero un buen entrenador, prefiero otros pero respeto su trabajo, y de momento estamos cerca del preolímpico con una selección que va a tener una época de transición difícil, después de lo Orenga cualquier opción será positiva.
Por otra parte hay que tomar el tema de la ruta ÑBA, que para la federación vendrá muy bien pero para preparar un campeonato es otro tema, probablemente si se hubiera realizado otras preparaciones seríamos campeones olímpicos, España pierde la final en parte porque llega fundida en la segunda parte, pero bueno es lo que hay.
Te esta saliendo perfecto, no? :)
Es de justicia venir a reconocer el mérito de Scariolo tras una victoria épica como la de ayer. El palmarés de este señor (y la selección con él en el banquillo) va camino de la leyenda.
me he encontrado con este articulo hoy… despues de ver lo de ayer… me quedo con la frase de » no me espero naufragios» ayer quedando 6:39 ibamos 9 abajo q nadie lo,olvide… 61-52 y de ahi a la leyenda… y como no le merito es de todos, todos.
Bueno, creo que todos, yo incluido, después del oro en el Eurobasket 2015 que acabamos de ganar, deberíamos revisar lo que hemos pensado o escrito, tanto en el artículo como en los comentarios. Yo he dudado del equipo, pero he prometido no hacerlo nunca más. Lo que venga, bienvenido sea, que nos quiten lo bailao.
3 oros en europeos, 1 plata olímpica, y un digno mundial (el de 2010) después, deberíamos darle al Cesar lo que es del Cesar.
En España no disfrutamos con el estilo de Scariolo, porque, como Italiano que es, va de menos a mas, en lugar de empezar arrasando y poniendo toda la carne en el asador desde el primer día.
Fruto de ello son las derrotas en las fases de grupos, que nos hacen rasgarnos las vestiduras, maldecirle en todas las lenguas, y decir que es un inútil.
Los jugadores parecen fuera de forma, ajenos a cualquier rigor táctico y Scariolo parece errático en los cambios y los sistemas.
Luego llegan los cruces a donde llegamos sin presión porque no estamos muy en forma, somos muy malos, nos entrena un tío al que superamos en conocimientos baloncestisticos y no tenemos defensa ni criterio en ataque.
Eliminamos a un rival tras otro subiendo el nivel partido tras partido.
Neutralizamos a Spanoulis, o a Parker, que son muy malos, peleamos los finales apretados imponiéndonos y demostrando una sangre fria, que francamente, no definiría como la mayor cualidad de los jugadores Españoles.
Exprimimos nuestro talento y defendemos como perros con el culo abajo y un esfuerzo que ha permitido que sin un alero de nivel y con Pau y sobre todo Navarro que no son referentes en cuanto a juego defensivo, nos convirtamos en una selección terrible de atacar. Ajustamos el ataque, fortaleciendonos desde nuestros referentes y permitiendo que esos gregarios que no daban una en la fase de grupo afinen la punteria.
Disfrutamos del mejor partido de nuestros referentes (jugadores que superan la treintena, a día de hoy ampliamente) en las ultimas rondas, y convertimos las finales en un paseo donde todo lo que puede hacer el rival esta tan estudiado que a Parker se le apaga la luz, que Diaw no parece todo lo inteligente que es, que De Colo, no encuentra su tiro, o que los Lituanos, son calificados como «muy malos» después de hacerle un hijo a una serbia que viene como favorita al torneo.
Resulta curioso leer esto después de ayer.
Vaya por delante, que yo pensaba que, como mucho, esta selección podía optar a jugar el preolímpico. Pero siempre dejé un lugar a la duda y estaba seguro de que la gestión de los partidos iba a ser mejor.
Ahora, un día después de que Lituania pareciese un equipo del montón. Después de aumentar un palmarés ya importante con otro oro europeo (3 oros europeos, una plata olímpica y un mundial aceptable) y de aceptar un perfil bajo, me parece que ya es ser muy ingrato e incluso mala persona no dar algo de mérito al banquillo.
Al fin alguien dio con la tecla para que Claver fuese útil e importante (para eso no hacen falta meter 30 puntos).
Lo único que se le puede reprochar es no dar más minutos a los jóvenes para que se fogueen, pero los experimentos, mejor con gaseosa. Se trataba de ir a Río.
Aplausos! Aunque te ha faltado poner en algún momento que Gasol está acabado. ;)
Leí este artículo cuando se publicó, y no pude evitar acordarme de él con una sonrisa cuando España estaba contra las cuerdas antes del partido contra Alemania. ¿Y sí…? Y de nuevo, me acordé de tus líneas ayer por la tarde. Felicidades, no podría haber salido mejor.
Creo que Scariolo ocupa ya un lugar en el Olimpo del basket español y es uno de los tres grandes entrenadores de la selección:
Díaz Miguel nos sacó de las catacumbas y nos puso en primer plano del baloncesto mundial (si bien envejeció muy mal).
Pepu nos dio el primer oro, que hoy sorprende llegara tan tarde (6 platas en campeonatos de alto nivel antes de ese primer oro).
Scariolo ha sabido optimizar el altísimo talento disponible con una gran efectividad (3 oros, 1 plata olímpica) y alargarlo hasta aún no sabemos cuándo.
Su gestión del campeonato ha sido de libro y ha sido el complemento perfecto para un Gasol en estado de gracia. Es increíble como la dominación in crescendo de España llega a tales niveles que se logra que no haya nunca finales disputadas (todos los oros que ha ganado España han sido por más de 10 puntos de diferencia. En dos ocasiones por más de 20).
A mi no me sorprende que tardasen tanto las medallas de oro.
Hasta el oro de 2006, nuestras medallas eran en eurobaskets, salvo la plata del 1984 en las olimpiadas.
No tengo datos de 1935, pero aquella plata debió ser meritoria cuando el resto de semifinalistas eran equipos de Europa del este y el anfitrión.
La Yugoslavia del 1973 nos supero para encadenar 3 oros seguidos en eurobaskets, algo habria en aquel equipo.
Si que se pudo ganar en el 83, pero Italia es Italia y aquella Italia de baloncesto era el colmo del estilo Italiano, asi que puedo entender que no ganasemos.
La plata del 99 la conquistamos mas por caracter que por talento, Herreros era muy bueno y habia una plantilla interesante con Dueñas, Rodriguez, Angulo, Jimenez, Reyes o De La fuente, pero nos falto un pelin.
De los juniors de oro me puedo explayar mas en la explicación.
En 2003 faltaron recursos en ataque y en defensa.
En 2007 fue excesiva la presión sobre el equipo y los problemas de Garbajosa tiraron por tierra el estupendo plantel de 2006, la preparación no fue buena.
De las platas olimpicas nada que decir, somos los mejores de entre los mortales.
No había leído el artículo hasta hoy, y no puedo dejar de felicitar al articulista, gran ojo.
Hay un punto que querría aportar a todo el análisis. Hay elementos de análisis ahí que no se han tenido en cuenta.
En el mundial jugado en España, perdemos contra Francia en cuartos. Desastre. Desde mi punto de vista no lo es tal. España estuvo arrasando a todos los rivales hasta perder con Francia, Francia. Si os revisáis las últimas finales europeas en todas las categorías, siempre está España jugándoselo todo con Francia, ya sea en semifinales o en finales, ya sea en masculino o femenino. Indudablemente es nuestro rival continental hoy por hoy.
En cuanto al último europeo, las apuestas antes de empezar nos daban como segundos favoritos, siendo el primero Serbia y por un margen muy estrecho. Los señores de las casas de apuestas y sus algoritmos habitualmente dan en el clavo, de no ser así no existirían. Gran triunfo sí, pero, desde mi punto de vista, ni mucho menos una sorpresa.
Te respondo después del partido contra Francia de los JJOO de Río. Creo que Francia ha dejado de ser nuestro rival en Europa (más después de la que le metió Serbia en el Mundial)
La puntería de este artículo sí que es épica. Y aún habrá gente que no de valor a Scariolo o a los últimos años de este grupo de treintañeros
A Scariolo le viene grande Demasiado Potencial… para un entrenador con ideas cuadriculadas
Pepu y Aito supieron sacar EL Maximo rendimiento
Scariolo se ciega en RickyLlull dandole interminables minutos Intrascendentes y desaprovecha un Equipazo Inmenso
Rudy ESCOLTA ANOTADOR jugando de Alero con su escaso 1,94 y apenas 80 kilos marcando a Durant y sus 2,06… una atrocidad
Y Claver.. con sus capacidades Defensivas y Reboteadoras … jugando solo 10 min …. cuando podia ser EL 3 perfecto para la situacion…
Y que Chacho Sistema solo lo podamos disfrutas apenas 15 min de partido
Lo dicho un equipazo al que solo PEPU y AITO han sabido sacar el maximo rendimiento