El problema, antes que nada, no es Mascherano. Lean hasta el final del artículo antes de indignarse y luego, ya saben, desfóguense en los comentarios. El problema es que un equipo como el Barcelona acabe teniendo de referencia a un jugador como Mascherano, con sus virtudes y sus limitaciones. Mascherano convertido en el portavoz de la plantilla y en el jugador que más parece intervenir en el juego durante el partido. Omnipresente Mascherano, a veces como valor individual, a veces como síntoma de una decadencia colectiva.
Después de la derrota ante el Celta, por ejemplo, el jugador atiende al periodista de Canal Plus y le reconoce que la situación es preocupante: dos derrotas seguidas en liga privan al Barcelona del liderato y las sensaciones no son buenas. Tras hacer un diagnóstico más o menos razonable de la situación, suelta la frase autocompasiva que todos esperan, el guiño a la afición y los compañeros: «Desde fuera nos quieren hacer pensar que lo hacemos todo mal pero no es así».
Obviamente, Mascherano no ha inventado el «desde fuera». De hecho, el «desde fuera» es un elemento clave para entender al Barcelona a lo largo de su historia. Un enemigo informe, que a veces es Tomás Roncero y a veces es el anterior presidente, y que siempre vela por el mal del Barça acariciando un gato en la penumbra. Cruyff no pudo deshacerse de ese victimismo y el único que lo consiguió fue Guardiola, esa seguridad que daba Guardiola de que fuera del Camp Nou solo había monstruos y bárbaros.
En lo que sí ha destacado el defensa y mediocampista argentino es en su capacidad para dar una narrativa a las victorias y las derrotas. A los periodistas les encanta y más a unos periodistas tan acostumbrados a la literatura. Les gusta tanto que rompieron a aplaudir en medio de una rueda de prensa —aquellos octavos de final de 2011 donde todo se salvó precisamente por la fe de Mascherano al rebañarle el balón en el descuento a Bendtner— en la que, tras defender a su equipo, el jugador volvió a terminar el discurso recurriendo a la amenaza sin rostro: «Molesta que el Barcelona juegue bien al fútbol».
Hay en Mascherano un empeño algo irritante en decir siempre lo que se quiere oír. En su favor, hay que decir que a menudo se incluye a sí mismo como blanco al que disparar: ¿cuántas veces no le hemos escuchado criticar su actuación y pedir perdón después de un partido? No es algo habitual y por eso mismo es algo que el público aprecia. El asunto es hasta qué punto ese agradar en el fallo, esa disculpa constante por razones internas o externas, es representativo de los tres últimos años del Barça, años en los que el bajón de Piqué y la consiguiente descolocación de Mascherano han tenido mucho que ver.
Entender por qué soy el mejor y entender por qué he dejado de serlo
Cuando empezó la era Martino, la muy fugaz era Martino, y se empezó a hablar de la manida «verticalidad» en el juego, el catorce blaugrana se destapó con unas declaraciones sorprendentes: «Si se puede llegar al área contraria con tres toques, mejor que con treinta». Aquello tenía un punto difícil de creer, imposible verlo como algo que no fuera un nuevo gesto para agradar tanto al entrenador como al numeroso grupo de impacientes que empezaban a colmar el estadio. Al fin y al cabo, si Guardiola había convertido a Mascherano en uno de los mejores centrales del mundo había sido precisamente gracias a que su equipo jugaba a treinta toques y no a tres y eso, él, debería saberlo.
En ese estilo de ataque, donde todos salían juntos y ordenados e iban superando líneas buscando el hombre abierto o con un simple pase de tres metros bien dado en el momento justo, los centrales hacían su agosto: solo tenían que estar pendientes de anticiparse y mantener alta la presión. En eso, Mascherano, que había sido siempre un mediocampista defensivo, incluso con algún breve coqueteo con la banda derecha, sobresalía. Sabía leer perfectamente la jugada y si el balón le sobrepasaba o su compañero tenía problemas en el uno contra uno podía salvar al equipo con una entrada desesperada, como sucedió ante el Arsenal y sigue sucediendo muchas veces, demasiadas, y no siempre por culpa suya.
Arropado por sus compañeros, por la supuesta horizontalidad y la posesión del balón, Mascherano reinaba. En el caos de la verticalidad, del ida y vuelta constante, Mascherano se pierde: anticipa a destiempo, no protege la espalda, corre mucho pero no siempre con sentido… Y queda retratado en demasiados goles aunque en esto no quiero ser injusto: si el argentino «sale en la foto» tantas veces es porque al menos se molesta en estar, aunque no siempre con acierto.
Éramos tan felices, éramos tan felices…
No quiero que nadie se equivoque: para mí, Mascherano no es un mal jugador ni, insisto, es el principal problema del Barcelona, pero que muchos le tengan como el mejor del equipo —hace poco recibió un premio en ese sentido— resulta significativo. Sus dos primeros años en el equipo fueron clave para ganar ligas, copas y Copas de Europa, aunque pocos le tenían como referente futbolístico, más bien social, el típico chico que hace equipo y se deja la piel en el campo.
De hecho, cuando llegó a Barcelona, en agosto de 2010, daba la sensación de que se le fichaba precisamente por su perfil bajo, aunque el precio de su traspaso —veinticuatro millones— no fuera precisamente barato. Busquets no podía jugar todos los minutos de todos los partidos y Yaya Touré no estaba dispuesto a ser suplente así que se había marchado al Manchester City por un dineral. Mascherano empezó como pivote defensivo, su posición en el Liverpool y la selección argentina, y poco a poco fue aprendiendo los conceptos del equipo con una tenacidad admirable.
Fue entonces cuando llegó la plaga de lesiones y desgracias: la rodilla de Puyol, el tumor de Abidal, las dificultades de Gaby Milito… Piqué se quedaba solo y aunque «sin Piqué se nos caía el invento», como diría después Vilanova, el chico necesitaba un acompañante de garantías. Al principio se pensó en Busquets, pero era una combinación peligrosa: dos defensas muy listos, con gran don para leer el juego… pero mucha lentitud a la hora de darse la vuelta y enfrentarse a un dos para dos en carrera, la única manera en la que los rivales solían llegarle al Barcelona con peligro.
Buscando un perfil más parecido al de Puyol, Guardiola y Tito recurrieron a Mascherano y fue un acierto descomunal e inesperado. Masche se hizo con el puesto, complementó perfectamente a Piqué, se desentendió de la salida del balón y comprendió de inmediato lo que había que hacer: cuando el rival mandara un pelotazo arriba, Piqué fijaría al delantero centro o buscaría el balón por arriba y él tendría que estar pendiente del cruce en caso de despiste o error del canterano.
Todo funcionó de maravilla hasta que se fue Guardiola, enfermó Tito y el equipo empezó a desentenderse de algunas obligaciones. Vamos a ser justos: si Mascherano quedó más expuesto no fue solo porque sus compañeros se saltaran pases sino porque a menudo no presionaban de la manera que lo habían hecho años atrás. En esas circunstancias, ya no es un delantero o dos el que se te planta en carrera sino que a lo mejor son cuatro o cinco, como en el Bernabéu, un ida y vuelta constante que requiere de unas cualidades que el argentino no tiene ni ha tenido nunca.
Un buen conductor necesita saber adónde va
Fíjense en el pasado Mundial: Argentina llegó a la final y todo el mundo coincidió en que el mérito fue de Mascherano. En cada partido tenían que salir los preparadores físicos dos o tres veces para atenderle, se mataba en cada cruce, a veces incluso con un exceso de agresividad que ha ido aumentando con el tiempo. Era un héroe. Ahora bien, ¿a qué jugaba Argentina? A nada. La dependencia de Mascherano convertía a la albiceleste en un equipo previsible y ramplón, condenado al cero a cero y penaltis.
¿Era eso también culpa del Jefecito? Claro que no. Aquí no se culpa a Mascherano de nada, cada jugador tiene sus virtudes y sus defectos y no se le puede pedir que haga lo que no está preparado para hacer. Esto no es más que una alerta de que cuando Mascherano es el ejemplo del equipo, la referencia futbolística, ese equipo tiene un problema, especialmente si ese equipo es el Barcelona y viene de donde viene.
Antes, Mascherano aparecía cinco veces por partido y era decisivo. Ahora, lo hace treinta y de manera aparatosa. Atiende siempre a la prensa y su discurso es convincente aunque con las citadas trampas facilonas cara a la galería. Tiene todo para ser un líder, pero un líder tiene que saber lo que necesitan sus compañeros y a veces Mascherano no parece saber ni lo que necesita él. Su simpatía y su arrojo tapan muchas carencias y el bajón descomunal de Piqué le ha eximido de muchas responsabilidades.
El reto del central ahora mismo es que la autocrítica no se convierta en una especie de autocompasión enmascarada. El entorno. El «desde fuera». Es un poco lo mismo que le pasa al equipo y a su afición, envueltos en una especie de remolino que a veces te empuja hacia fuera y a veces hacia dentro sin saber muy bien hacia dentro de qué. La indeterminación. Fulmino a Luis Enrique por dos partidos, le convierto en un ídolo por los dos siguientes. Xavi, sí; Xavi, no; Xavi, a veces. Y así con todo.
Pedir paciencia es complicado porque yo mismo no la he mostrado en demasiadas ocasiones, incluidos mis artículos en este medio. Supongo que lo que pasa le ha pasado a todos los grandes equipos del mundo: cuesta pensar que no se va a ganar siempre, que los imperios no duran mil años. En esos momentos de zozobra, de indeterminación, es bueno que aparezca alguien con valor y arrestos para conducir la nave.
Siempre, claro, que sepa adónde quiere llevarla.
Pero que raro un articulo de Guillermo Ortiz echando mierda sobre el Barça, ya son todo un clasico.
No puedo estar más en desacuerdo con este artículo en el que, de entrada, se habla de que el problema no es Mascherano, pero se le da hasta en el carnet de identidad. Si esa afirmación fuese cierta, al menos el autor habría valorado positivamente al jugador en algún aspecto. «No quiero que nadie se equivoque: para mí, Mascherano no es un mal jugador». Decir que uno de los (voy a ser muy precavido) 5 mejores MCD del mundo y, sin duda, el mejor MCD del mundial «no es un mal jugador» deja bastante claro que, por la razón que sea, tu opinión sobre este jugador está bastante sesgada.
«Ahora bien, ¿a qué jugaba Argentina? A nada. La dependencia de Mascherano convertía a la albiceleste en un equipo previsible y ramplón, condenado al cero a cero y penaltis.» Los mundiales se compiten y se ganan. Y si no, que se lo digan a Italia. Y como yo lo veo, Argentina estuvo a una «no lesión» de Di Maria (o de Agüero) de ganar un mundial a la todopoderosa Alemania. Tan mal no lo haría.
«Arropado por sus compañeros, por la supuesta horizontalidad y la posesión del balón, Mascherano reinaba. En el caos de la verticalidad, del ida y vuelta constante, Mascherano se pierde: anticipa a destiempo, no protege la espalda, corre mucho pero no siempre con sentido…» En la verticalidad es precisamente donde Mascherano es el rey… En el mediocampo. En su posición. No estaría de más el documentarse con un par de vídeos sobre las temporadas de Mascherano en el Liverpool, ni tampoco el dejar presente en el texto el sacrificio que hizo el jugador pasando de su posición natural a una en la que apenas había jugado y para las que no tiene ciertas cualidades como, por ejemplo, altura. Podría seguir con más cosas, como con la afirmación de que no sería un buen líder, pero prefiero terminar diciendo que, en mi opinión, una de las claves para que este Barça mejore es precisamente Mascherano haciendo lo que mejor sabe hacer, en el MCD.
Muy bien Ruso. Haces una defensa de Masche con buenos argumentos. El articulo éste lo que hace es reducir el problema del Barça a la figura de Masche, «no, malo no es como el Barça no es malo pero bueno tampoco».
Por cierto, Masche balón de oro.
No has entendido el artículo. Que Mascherano sea tan importante ahora en el Barça es un síntoma de que algo va mal… Es como si el mejor jugador del partido es el Portero… En el Barça de guardiola, el mejor de los partidos era el CENTRAL??? Hay que leer mejor los artículos. Si en un partido tu mejor hombre es un jugador DEFENSIVO, es que durante el partido has DEFENDIDO más que ATACADO y eso para un Barça, equipo OFENSIVO, dice que algo va mal…
Hablas de Mascherano como el mejor MCD… Posición que MUY POCAS VECES juega en el Barça..
Tu lo tomas como una crítica a Mascherano y el autor subraya que si Mascherano es el que «aguanta» al Barcelona, eso indica que el Barcelona está fatal, por que cuando estaba bien lo aguantaba Xavi, Iniesta, Messi, pero pocas veces los periódicos ponían a Puyol o Piqué como HOMBRES DEL PARTIDO…
Y de eso habla..
Que Mascherano no es Puyol… PUES NO!
Que hace mucho siendo un MCD reconvertido a central SÍ.
Que SIEMPRE está acertado… PUES NO.
Así de simple.
Algunos leéis el título «provocador» y entráis al trapo sin leer el artículo.
Gracias a dios Emilio, pensaba que era el único que lo había entendido y me estaba asustando
A lo mejor cuando Macherano dice «desde fuera» se refiere a ti ,Guillermo…
Al final ,si no tienes una buena defensa ,no tienes nada que hacer , y ni macherano ni nadie en estos momentos los dos decidiesen dejar de jugar al futbol ,cada uno de una manera diferente
¿¡Comorrrr…!?
Criticar al mejor jugador del equipo por la impotencia que da ver a referentes en pesimo nivel me parece de poca inteligencia , me hubiera gustado que leer una editorial sobre el Busquets , Messi , Pique etc pero es mejor autoengañarnos y criticar a Masche
Federico, otro que no ha entendido el artículo…
Habla de Masche para criticar al actual Barça!!!
Que el mejor jugador del Barça sea un jugador DEFENSIVO, como explica el autor, muestra las carencias del Barça.
Os obcecáis con la crítica a Masche, y no veis que a través de Masche y su actual IMPORTANCIA, el autor, explica la mediocridad del actual Barça.
Estoy bastante de acuerdo, que mascherano sea la figura del equipo es igual de incómodo que cuando se dice que la figura fue el portero. No siento el mismo rechazo que vos frente a los dichos públicos de masche, hablar con la prensa, digas lo que digas, ya significa declarar «de cara la galería», el tipo, que no es tonto, sabe usar los micrófonos y cuando puede declarar, lo hace lo mejor posible, algo rescatable viniendo de un futbolista. Y sobre tu opinión del juego de la albiceleste en Brasil, con mis amigos le llamamos la selección «seinfeld», juegan a nada y se sustentan de las ocurrencias de sus protagonistas, Romero, Messi, Pocho, Masche…
Guillermo, si lo que quieres es golpear al Barça, habla mal de Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets y Messi, pero no la cojas con el que se mata trabajando con sus herramientas. El problema del Barça no es futbolístico, es de ganas y apatías, es que necesitan botar a quienes ganaron todo y darle un chance a quienes tienen hambre, que después de un motivador como Guardiola, es imposible que alguien obligue a estos monstruos a ponerle ganas.
Que artículo mas lamentable, tanto que no merece la pena ni debatirlo. Penoso.
Por cierto Jot Down, cada vez vais a peor, y precisamente no lo digo por «artículos» como este, si no en general.
Compré el último número y creo que el próximo lo dejaré pasar. Una pena, ya que en su día erais muy buenos.
Mientras más pronto se acepte que el bsrca de Guardiola es irrepitble, y que dado el desgaste anímico que supone un dominio tan radical para cualquier deportista, Messi, Iniesta, Busi, Xavi, Pique ya no son ni serán lo que fueron, más pronto el entorno dara la paz necesaria al equipo para reinventarse.
La esperanza del Barça es Neymar y Suárez. Messi debe salir. Pone techo a Neymar y a Luis. El Barça debe aspirar a ser el Barça de Ronaldinho, directo y dependiente de la «incisividad» del brasileño.
Duela a quien le duela, Messi es una vela al viento. Con él muere Iniesta y Xavi.
Iba a meterme para decir 4 cosas sobre este «análisis» de Mascherano, que no del Barça, pero ya veo que te han atizado por esto tanto como tu a Mascherano. Uno de los mejores MCD del mundo, que hizo un mundial de dejar la boca abierta, que va a todas a pesar de sus obvias limitaciones, que nunca se esconde, que si la caga es porque ahi a estado donde otros no lo han hecho, que cuando la ha cagado ha hecho autocritica a más no poder…. Ya podías haberte molestado en escribir sobre Piqué o sobre Busquets.
Atizar a Piqué o a Busquets, hubiera servido para criticar sólo a Piqué o a Busquets, pero no explicaría la situación actual del Barça…
Hablar del «mejor» jugador del Barça ACTUAL, y que sea justamente Masche, habla MEJOR y más CLARO de la situación del Barça.
Si el problema sólo fuera de Piqué o Busquets, sería cuestión SÓLO de poner a otros y… NO ES ESO…
Creo que este tipo de artículos son completamente innecesarios y no entro en si es o no el mejor jugador del equipo, algo bastante obvio por otra parte, o en si dice lo que los aficionados y los compañeros quieren oír, que me parece que lo hacen todos los futbolistas.
Una pregunta al aire. ¿De verdad creéis que un artículo acerca de Mascherano como clave para entender el actual momento del Barça es necesario? :)
Totalmente.
Que se alabe tanto ACTUALMENTE a Masche, es un síntoma de que algo no va bien…
Ahora si te quieres quedar con las críticas a las limitaciones de Masche… QUE LAS TIENE!!! No es Puyol!!, pues nos quedaremos en una crítica a Masche, ahora si eres capaz de leer el artículo y en vez de mirar el dedo (limitaciones de Masche), mirar lo que apunta LA LUNA, (el MAL JUEGO del Barça), pues quédate en eso…
Argentina un equipo ramplón y qurno juega a nada, mejor le añado un ja jaja y jajaja para que no me duela la cabeza. Ojala alguien juegue una final mas emotiva y con la mitad de huevos. Estuvimos a un pelo de darles matarile a los teutones, que nos vengan a comparar con Italia… Ja jaja jajaja.
Criticas que hable de equipo ramplón y que no juegue a nada (Argentina) y el argumento que das para defender «su juego» (el de Argentina) es… «jugar con.. huevos». Exacto…
Pues a mi me ha gustado mucho el artículo, es bastante justo con lo bueno y lo malo. Mascherano es un jugador formidable pero no puede ser el estandarte de un equipo porque su estilo de juego no es el que subyace al concepto de futbol. Ha sido y es necesario para el club, que debe reformarse partiendo de su posición y sus virtudes. No me ha parecido una crítica al Jefecito sino a la falta de galones de otros pesos pesados. Y en cuanto a lo del victimismo, ni tanto ni tan poco; si bien es cierto que al Barça siempre se le ha vinculado con esa imagen, no pienso que Masche sea un exponente de esta filosofía.
Así es sr. Guillermo, si el referente de un equipo como Barcelona y Argentina es Mascherano, poco o nada bueno se puede esperar.
Si el referente del Barça es Mascherano, el Barça tiene un problema. Que Mascherano sea el referente es una consecuencia, no la causa. Las causas pueden ser miles (no sólo Piqué y Messi, se nos olvida Zubi, la falta de autocrítica de Xavi, los líos imstitucionales, Luis Enrique, la manera de infravalorar a los demás equipos por su forma de jugar, las decisiones estúpidas como dejar salir a Cesc y Thiago…), pero el autor no cita ninguna, sólo insulta (sí, INSULTA) a Mascherano.
Discrepo de aquellos que opináis que el autor ataca al Barça. Todo lo contrario, lo defiende soltando mierda del jugador que no representa los «valores» del Barça. Hace tiempo que creo que ése es el problema del Barça: no hay autocrítica, la culpa siempre es del otro, el campo está mal, juegan a la contra, Messi no comete errores…
es lo mejor que he leido sobre el jugador mas sobravalorado que he conocido del barça. eso no quita para que sea una persona cojonuda dentro y fuera del campo y como socio este encantado de darle una parte de mi cuota pero su rol lo deberia ocupar bartra(criticas injustas como a pau gasoft en la nba) o samper en la media. pero bueno, ni esta cruyff, ni esta pep, ni esta frank asesorado por johan…esta lucho y zubipanceta de asesor…somos un club a la deriva porque asi lo quiso el socio que vota a convergencia siendo de clase obrera.
Es de los articulistas que mas disfruto pero esta nota es pobre. Además, falta mojarse los pies. O Masche es malo y tiene la culpa o no?
Habria que tener valor y hablar de otras cosas.
Dos puntualizaciones:
a) Que Mascherano sea la referencia tiene dos vertientes, la positiva (o neutra), que se haya convertido de manera informal en el capitán del equipo; y la negativa, que se el jugador del equipo que mejor juegue o más destaque futbolísticamente. Estoy de acuerdo con que eso no es bueno.
b) Tal vez esta actitud de Mascherano (ojo, en parte pasa como con Guardiola: llevamos años pidiendo que haya alguien así y cuando llega, se le critica) lo que muestra es que sobrevaloramos lo que opinan los futbolistas y su función de portavoces.
Podría estar de acuerdo en algunos puntos, pero esencialmente me chirrian dos cosas.
Se reconoce que los jugadores ya no dan «la talla», motivo por el cual hay que cambiar la menera de jugar, pero por otro lado se evoca continuamente la época dorada de estos, como si no viese usted la REALIDAD.
Ese juego horizontal de 30 pases, quedó destronado el día que el Chelsea se clasificó en el Camp Nou con el autobus puesto. Quedó en evidencia contra el Bayern al año siguiente, luego no podemos volver una y otra vez a querer comparar la actualidad del equipo con tiempos pasados.
El juego del equipo ha de evolucionar, y quizá en algunas facetas se puede mirara en el espejo del equipo que maravilló. Se puede recuperar la presión y la VORACIDAD con que el equipo comenzaba los partidos, porque esos eternos rondos no eran el plan inicial, el equipo salía a comerse al rival, y una vez que conseguida la renta de un par de goles o tres, jugaba ya para la galería.
Mascherano es un vivo ejemplo de los MINIMOS que un jugador debe poner en el campo, coraje y entrega, lucha, solidaridad, luego, el que tiene calidad se sale, pero primero hay que poner lo básico. Y eso, ahora mismo, no todos lo ponen, unos porque ya no pueden, otros porque no quieren.
El vestuario echa muy de menos a Puyol, y el equipo en el campo ya ni te digo. Pero este vestuario Vedettizado eligió a Busquets como capitan, un tipo que transmite menos que un chico de 9 años. Y así nos va. Xavi como referencia de tiempos pasados, Busquets como capitan, Piqué descentrado totalmente, y el entorno jugando a política, a desestabilizar y buscando sus propios intereses.
Ejemplo.
Palos a Vermaelen por su lesión, cuando un tema de recaida muscular todo el mundo sabe que es complicado. Lleva casi 2 meses desde su recaida en Septiembre, partido amistoso contra el filial.
Centrao lleva más de 2 meses sin entrar en una convocatoria, y nadie sabe que le pasa. Y tampoco se crea una comisión de apaleamiento pública, se ve la diferencia?.
Pues eso.
Me recordáis al niño que intenta pelear contra las olas del mar tirando puñados de arena de playa.
Al final se acaba demostrando lo mismo en todos los equipos, que si los de arriba marcan y ganan, los de abajo respiran tranquilos.
Y claro, en Can Barça que un defensa sea un baluarte y de los mejores del equipo actualmente es algo que pica. Pero con Puyol esto no ocurría.
La puyolización de Mascherano es increíble y positiva para un Barça falto de sangre y de carácter.
Como ha dicho el autor, al menos Mascherano sale en la foto.
PD: La culpa no es de Masche ni de su garra, es de todos los pechofríos que le rodean.
Yo lo admiro como profesional íntegro y comprometido.
No estoy de acuerdo con el articulista. Sí, con la mayoría de los posteadores, sobre todo con alguno que matiza muy bien. Por ejemplo, ciudadano 72, o danidans, o pablo..Hay nivel aquí.
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Argentina sólo empató un partido 0-0 en el mundial. Y eso de que no jugó a nada es totalmente subjetivo (e injusto).
Desde que España salió campeona de EUROPA con un gran fútbol de toque (el mundial fue otra cosa, un gran partido contra Alemania y lo demás…sobrevalorado en cuanto a las supuestas lecciones futbolísticas de la roja, ahí están los partidos para repasar), salieron los modernos sibaritas a intentar vender que sólo existe una manera adecuada de jugar al fútbol, lo cual no sólo es incorrecto si no peligroso, pues puede acabar con la esencia del fútbol en sí misma.
Si yo intento jugar «lindo» y tu intentas jugar «lindo», no hay ningún balance ni plan para contrarrestar al rival y la gran mayoría de la veces, ganará el que tenga mejores jugadorres, y por tanto más dinero (algo a lo que por desgracia vamos ya muy encaminamos), nos daremos la mano, terminaremos con el juego «bruco», condenaremos «a los violentos» y construiremos un deporte digno de cualquier novela distópica, un fútbol aburrido y amariconado, en el uso noventero de la palabra.
Un gran ejemplo de esto último es el Rayo Vallecano y su pobre planteamiento de fútbol vs el FCB cada temporada, hacen lo mismo que ellos pero 10 veces peor y por tanto se comen goleada tras goleada, en un intento de hororabilidad a una idea de juego se olvida Paco Jemez de que lo principal es competir y poner en problemas al rival con tus armas, dame 1 Levante-FCB y llevate 20 Rayo-FCB, pues en el primer partido sabes que -de cuando en cuando- puede ocurrir algo más que una goleada espantosa a favor del equipo con más dinero, incluso cuando el Levante, históricamente, práctica un fútbol mucho más «feo» y menos vistoso que el equipo de Vallecas.
Mascherano fue el mejor jugador del mundial y, hoy en día, es el mejor centrocampista que tiene el Barcelona con mucha diferencia, que el nivel de sus compañeros sea bajo para que él se convierta en el mejor jugador de su equipo aún siendo un jugador de corte defensivo, y sin jugar en su posición natural, jamás puede conducir a una crítica a su capacidad como jugador…
En general bastante errado su artículo, desde mi punto de vista.
Si el fcb tocaba demasiado aburria, si es vertical traiciona… El fcb esta bastante sonado con algunas opiniones. Mascherano nunca me gusto pero no comparto que por ser figura el central el equipo sea malo. Mathaus, sammer, mqldini, cafu, Roberto carlos, ayala, hierro, de boer, cannavaro, thuram, blanc, ramos, marquez etc. Algunos por faz defensiva, otros por su juego ofensivo, juego aereo, anticipacion, rapidez… Todos han intervenido de manera sobresaliente y no se trataba de malos equipos… Me parece simple la crítica, la defensa sólida puede ser un merito o nuevas características de un equipo en formacion. Sobre todo un equipo que ha perdido un monton de partidos por desatenciones defensivas.
Como cambia todo leyendo ese te artículo cinco meses después de publicado…