Nada apuntaba a que la historia de amor fuese a acabar de manera tan abrupta pero supongo que es lo que tienen las historias de amor: van inclinándose hacia el odio muy poco a poco y cuando cruzan la línea roja ya no hay vuelta atrás. Iker Casillas venía de ser campeón de Europa con la selección española, su tercer gran trofeo en cuatro años. La temporada anterior, con él en la portería, el Real Madrid de Mourinho había ganado la liga llegando por primera vez a los cien puntos y acabando con tres años de dominio de Guardiola y su Barcelona. Solo los penaltis habían impedido al equipo llegar a la final de la Champions League y desde luego Casillas no tuvo culpa alguna: paró uno de los cuatro lanzamientos de los alemanes, pero los fallos de Cristiano Ronaldo, Kaká y, sobre todo, Sergio Ramos, fueron un lastre excesivo.
Iker, además, acababa de cumplir treinta y un años, una edad ideal para un portero. Siempre tuvo lagunas técnicas marcadas por un exceso de confianza en sus posibilidades, pero desde 2002, cuando Vicente del Bosque le mandó al banquillo sin aviso previo, a ningún entrenador parecía haberle importado. Casillas fue indiscutible de nuevo con Del Bosque en 2003 como lo sería después con Queiroz, Luxemburgo, Iñaki Sáez, Luis Aragonés, García Remón, Fabio Capello, Bernd Schuster, Juande Ramos, Manuel Pellegrini y ahora José Mourinho.
Dotado de una intuición y unos reflejos sobresalientes, a Casillas se le tenía como algo más que un hombre con suerte y talento, de ahí que se le empezara a llamar «el Santo», un apelativo cargante. Nunca tuvo lesiones graves y siempre aparecía en el momento clave. Incluso cuando Del Bosque le dejó en el banquillo en la final de Glasgow ante el Bayer Leverkusen, la lesión de César hizo que el canterano saliera en los últimos minutos para aguantar el vendaval germano y salvar la novena Copa de Europa con dos intervenciones milagrosas.
Si por entonces ya presentaba problemas en las salidas por alto o en los lanzamientos de falta, estos pasaban desapercibidos ante el aluvión de tiros a bocajarro salvados a una mano. Puede que tanta efusividad, tanto elogio desmedido, acabara relajando aún más los métodos de entrenamiento del portero. Algo así pareció insinuar Mourinho cuando el 22 de diciembre de 2012 le dejó en el banquillo de La Rosaleda. Quizá fuera un toque de atención o quizá fuera algo más, el caso es que las cosas no volvieron a ser iguales.
Los días de Adán y Diego López
El partido de Málaga lo jugó Adán y recibió tres goles. El Madrid quedaba a dieciséis puntos del Barcelona en la clasificación antes incluso de acabar la primera vuelta y todo apuntaba a que la temporada se iba a hacer muy larga en Chamartín. En rueda de prensa, Mourinho se limitó a explicar que, para él, «Adán estaba en mejor forma que Casillas». Nunca se supo si aquello era un elogio a uno o un menosprecio al otro. Lo rápido que desapareció Adán de las convocatorias invitan a pensar en lo segundo.
En cualquier caso, el técnico estaba en su derecho de confiar en quien quisiera y poco habría pasado de no ser por la guerra civil en la que ya estaba metido el Madrid desde hacía meses. Una parte de los aficionados se sintió ofendida: Casillas era un mito y, como mito, merecía paciencia. La otra parte entró a degüello animada por el propio entrenador: se vendió la titularidad de Adán como un derecho del que se le quería privar, el triunfo del canterano trabajador y sobre todo se criticó la cantidad de goles que recibía el Madrid con Casillas en la portería, cuando apenas habían sido diez en dieciséis partidos de liga, menos que Barcelona y Atlético de Madrid.
La sensatez se perdió por completo y no se ha vuelto a recuperar. Todo era una cuestión de adoración o desprecio absoluto, odio. Las filtraciones eran constantes: Casillas le contaba todo a su novia para que lo utilizara contra el entrenador, Casillas habló con Xavi para bajarse los pantalones ante el Barcelona en vez de luchar como lo hacía Mourinho… No fueron días fáciles porque casi nadie optó por explicar la situación de manera sensata, algo parecido a esto: Mourinho, simplemente, no estaba contento con el rendimiento y el trabajo de uno de sus jugadores y lo apartaba momentáneamente del once inicial. Con la liga ya perdida, si se piensa, tampoco era ningún escándalo. Pero lo fue, vaya si lo fue.
Adán jugó de titular el siguiente partido, en casa contra la Real Sociedad. Jugó cinco minutos, exactamente, lo que tardó en equivocarse en un despeje y tumbar a un delantero rival obligando al árbitro a expulsarle. Salió Casillas y el equipo ganó. Se llevó tres goles, eso sí, pero parecía que la suerte volvía a favorecerle: sale tu suplente, la lía y además se lleva un partido de suspensión. Condiciones ideales para ganarse el favor del público y volver a la «normalidad» anterior.
No pudo ser. Casillas disputó tres partidos de liga y el correspondiente de copa sin encajar ni un solo gol. En lo que parecía un encuentro intrascendente en Valencia, donde el Madrid defendía el 2-0 de la ida, Arbeloa y el portero fueron a por el balón a la vez y el lateral acabó dándole una patada en la muñeca que le dejaría fuera de combate durante un par de meses. Consciente de que con Adán y Jesús como porteros el Madrid no iba a ningún sitio, Mourinho fichó a Diego López, un hombre que llegó a ser convocado con la selección pero que ahora era suplente habitual en el Sevilla tras años de cierta gloria en el Villarreal.
Diego asumió la portería y cumplió con solvencia. No ganó por sí mismo partidos pero tampoco los perdió. Le llovieron palos por todos lados por ser «el otro», como si el Madrid se hubiera convertido en una telenovela. Casillas no volvió a jugar en todo el año. El equipo cayó de nuevo en semifinales de la Champions, destrozado en Dortmund por la contundencia de Lewandowski y perdió la final de Copa, en lo que sería el último partido de Mourinho en el banquillo. El gol definitivo, en la prórroga, llegó por alto, tras un saque de esquina.
De topos y negociadores
El problema lo heredó Ancelotti y lo manejó a su manera, es decir, sin mojarse. Entendió que Diego López merecía respeto por su trayectoria del año anterior y le dejó de titular en la liga. Quiso dejar claro que Casillas seguía siendo parte importante de la plantilla y le dejó de titular en copa y Champions League. La decisión tenía sentido en el contexto en el que se tomaba pero provocó infinitas críticas, como era de esperar. Los haters de Casillas le calificaban de protegido de la prensa y del presidente y se le colgó el sambenito de «topo», insinuación que había dejado caer Mourinho y que se fundaba, repito, en su relación con Sara Carbonero, periodista estrella de Mediaset.
Estos mismos argumentos, casi calcados, los utilizaban sus admiradores: Casillas no era titular por una conspiración universal urdida también por Florentino Pérez y buena parte de la prensa afín. No se atenía a méritos y lo que se buscaba era que el portero se marchara del equipo porque no se llevaba bien con determinados directivos. En esa situación, Diego López era poco más que un usurpador, poco importaba su buen rendimiento —no espectacular, sí correcto— ni sus años en el club, desde la cantera hasta sus temporadas en el primer equipo a la sombra del mejor Iker.
Aquello se convirtió en un despropósito: Casillas salía en Champions, se comía el balón por alto, lo remediaba con un paradón y ya teníamos a las dos Españas: una solo veía el córner mal defendido, la otra solo veía la reacción milagrosa. Unos eran «piperos» y los otros, «yihadistas». Para mayor confusión, el equipo acabó ganando las dos competiciones en las que jugó Casillas y perdió, en un ejercicio brutal de desconexión mental, la que jugó Diego López. En el partido decisivo, el de Lisboa ante el Atlético de Madrid, el portero de Móstoles cometió un error garrafal que le costó el gol a su equipo. Un error que no pudo remediar y que si quedó en anécdota fue por el cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 93 que mandó el encuentro a la prórroga.
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¿Se imaginan lo que habría pasado si el Madrid pierde ese partido y, con el partido, la mitificada décima Copa de Europa? El ruido y la furia, por supuesto, pero quizá eso habría sido mejor para todos que lo que estamos viviendo ahora.
Una situación insostenible
¿Y qué estamos viviendo ahora? Una prolongación del sinsentido. Una situación muy desagradable. Viendo el desajuste en la portería, Florentino Pérez decidió fichar a un tercer portero, Keylor Navas, llamado a desempatar esta partida interminable. El fichaje se entendió como una invitación a Casillas a marcharse, pero Casillas no se marchó. Si no hubo ofertas o él no las aceptó, lo dejo a la imaginación de cada uno porque se ha leído de todo. No solo no se marchó sino que Ancelotti le puso de titular en liga y en Champions, lo que provocó que se acabara yendo Diego López, considerado, y no sin razón, el eslabón más débil de la cadena.
La decisión de fichar a Navas para dejarlo en el banquillo a favor de Iker está resultando cruel: ni uno juega ni al otro le perdonan que juegue en su lugar. Ahora, el usurpador es el antes usurpado. El debate, además, se ha trasladado de manera ruidosa a la selección, convirtiendo una bronca madridista en una bronca nacional, si es que no lo era antes. La deficiente actuación de Casillas en el Mundial no ayudó a acabar con los debates. Si, después de todo, Iker hubiera acabado la temporada como campeón de Europa y del mundo, alguno andaría ahora pidiendo balones de oro, pero Brasil fue otra pesadilla.
Sus errores ante Holanda y Chile fueron clave en la decepcionante actuación de España y nos recordaron lo importantes que habían sido sus aciertos en el pasado, todos los defectos que permanecieron ocultos tras el pie milagroso o la mano en el último segundo. El empeño en mantenerlo por parte de Vicente del Bosque ha convertido al seleccionador también en objeto de críticas despiadadas. Ambos están en casos parecidos: lo fueron todo y ahora parecen más problema que solución. Es algo que ha pasado siempre en el deporte profesional y que seguirá pasando pero que no deja de conmover cada vez que sucede.
¿Qué hacer con ellos? El método de Del Bosque está llamado a vivir un «último baile» en Francia 2016 o un estrepitoso fracaso. Parece que no puede haber punto medio. ¿Jugaría mejor España o marcaría más goles su delantero con otro seleccionador en el banquillo? No lo creo. Puede que sí. Es un debate en cualquier caso abierto y en el que es razonable mantener tanto una cosa como la contraria, porque esto no deja de ser fútbol.
Con Casillas, lo tengo algo más claro. No sé si volverá al nivel que tuvo hace unos años, a ese nivel de «santo» e ídolo de masas. Lo que sería heroico sería que lo hiciera en este Real Madrid y en esta selección. Es imposible jugar cuando tu propia afición te silba cada vez que tocas el balón y determinada prensa te ridiculiza cuando cometes un fallo. Casillas no cuidaba su técnica porque estaba convencido de que iba a parar cualquier balón que le chutaran y ahora que igual va más al gimnasio —o no, o qué más da— tiene un miedo atroz a que la pelota le supere.
Y con miedo te marca goles hasta Eslovaquia a poco que se abra la barrera. Casillas está dolido y puede que tenga razón o no. Parte del vestuario está cabreado con él y puede que tengan motivos o no. Muchos aficionados del Madrid le consideran un topo inútil y puede que eso sea justo o no. Yo no entro en eso, no entro en el «deber ser» porque no sirve de nada. Yo entro en lo que es, en la situación insostenible actual en la que nadie está contento y hasta el portero de Luxemburgo aprovecha sus quince minutos de gloria para decir que estás acabado.
Iker es uno de los porteros más impresionantes que he visto en mi vida, lo que no quita para que algunos de sus defectos sean obvios. ¿Tiene futuro en otro equipo? Creo que sí. ¿Tiene futuro en el Madrid? Es muy improbable. De que se quede en la capital o no probablemente dependa a su vez su futuro en la selección. La ventaja con la que juega es que en 2015 no hay torneo que jugar, así que tiene un año más para esperar a que las aguas se calmen.
Si no lo hacen, más nos vale que la rodilla de Valdés aguante al menos un par de años más. Los que necesita De Gea para madurar definitivamente. Los cambios generacionales tienen algo de divorcio: hay demasiados abogados de por medio y todos quieren sacar tajada. Quizá haya algo más que los niños y el coche y quién tenía razón. Quizá haya algo parecido a tranquilidad y llegar a casa sin ataques de ansiedad. Al menos una de las dos partes debería darse cuenta de una vez.
Un respeto para el portero de Luxemburgo. ¿Acaso tú no aprovechas tus 15 minutos de gloria para decir que Casillas no está acabado?
¿Acaso tú sabes más de fútbol que el portero de Luxemburgo?
Pues eso.
Está bastante claro que el señor Guillermo Ortiz sabe más de fútbol que el portero de Luxemburgo y que usted.
«Y con miedo te marca goles hasta Eslovaquia a poco que se abra la barrera»
Señor mío, o está usted ciego, o manipula, o miente.
Pues no entiendo la razón. La barrera está ahí ahí, Silva hace un esfuerzo vago, ok pero Casillas se traga un chutazo por el j**ido medio de la portería, como decía Robinson en el PcFútbol o Manolo en el FIFA (no recuerdo) «Quizá podía haber hecho algo más…»
Para mi es fácil.
Cuantos grandes partidos ha hecho Casillas en los últimos 4 años? No llegan a 5. El resto de grandes porteros, decenas
Casillas , se cree que esta por encima del Madrid. Ha tenido tiempo para darse cuenta que ya no esta a la altura de las exigencias de un equipo asi, y en vez de irse con honor ,como lo hicieron Guti y Raul (y muchos mas a lo largo de la historia del Real Madrid) ,se ha empeñado en quedarse en Madrid (el sabra porque) ,con lo cual ,lo unico que esta consiguiendo es ensombrecer sus meritos y que al final se tenga que ir por la puerta de atras y de mala manera.
Casillas,fuiste el mas grande, pero tu tiempo en el Madrid paso ,asumelo. Gracias por todo, pero adios¡
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«Es de bien nacido ser agradecido».
Y lo que han demostrado todos los que tienen «madriditis» aguda o envidia crónica es que no están agradeciendo nada a un portero que fue clave para levantar dos copas de europa y un mundial (sin contar con que ha sido medio equipo del madrid durante casi una década). Duele ver mal a casillas, y verlo fallando, y creo que hay que ser críticos y exigentes, pero de ahí a ridiculizarlo va un mundo. Eso es lo mínimo que le debemos, respeto.
En el artículo se ha olvidado de algo que hasta el propio Iker reconoció en la entrevista con Gabilondo. Es amigo íntimo de varios periodistas deportivos(hay fotos acudiendo a sus bodas), mientras que en el escrito limita esta relación a su matrimonio con Sara Carbonero.
Eso mismo iba a escribir. Aparte de quien mencionas tú (Carmen Colino de As), el otro ejemplo claro es Fernando Burgos de Onda Cero, condenado por agredir a otro periodista precisamente a cuenta del debate Casillas.
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Dice Guillermo Ortiz, al que respeto y disfruto por encima de todo, que Iker se bajó los pantalones ante Xavi en vez de luchar como hacía Mourinho. Y no estoy de acuerdo. Soy uno de esos madridistas que vivieron avergonzados los partidos contra el Barça de la era Mourinho. Perder contra el Barça es un tormento sólo superado por perder contra el Barça y, encima, comportarnos como sucios marrulleros, que es lo que era Mourinho. El himno del Madrid dice: «Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano». El Madrid de Mourinho, cuyo paradigma fue el dedo en el ojo a Tito, era lo contrario a ese espíritu. Pero se confunde a un mal perdedor, en las antípodas del señorío castellano que identifica al Real Madrid, con un gran competidor. Imagino que a Iker, como a mí, le avergonzaba tanto aquello que no pudo más que llamar a Xavi y decirle: «tío, lo siento, nuestro entrenador es un fanático maleducado que lo está contaminando todo». Aquello, al fanático maleducado, le debió parecer imperdonable.
«Dice Guillermo Ortiz, al que respeto y disfruto por encima de todo, que Iker se bajó los pantalones ante Xavi en vez de luchar como hacía Mourinho». No, eso dice él que decía mucha gente. Por cierto, Casillas dijo que eso no es cierto en la entrevista con Gabilondo. Ortiz afirma que se ha ido de las manos, y es verdad, pero como dicen más abajo, no es comparable la buena prensa que tiene Casilllas con sus supuestos detractores. Casillas tiene una legión de periodistas detrás que le hacen daño intentando ayudarle. Y lo hacen simple y llanamente porque son amigos y porque no soportaban a Mou. Casillas, o ese entorno, ha hecho mal en no aceptar una suplencia que yo, personalmente, consideraba justa. Por eso creo que no ha sido buen capitán y de ahí sobre todo el run run del Bernabeu.
Y es que no hace falta recibir goles para ver la inseguridad que da por alto, esto lo digo pk multitud de periodistas y expertos no paran de señalar, por ejemplo, que el gol de Atl en el Bernabeu no fue culpa suya. Vale, ok, pero 1) eso no quita su poca contundencia en el area, y 2) que en desde la grada sea lo que se aprecie, y de ahí los pitos de ese día.
Absolutamente de acuerdo. Cada vez hay más gente que se olvida de todo esto. Mourinho es lo peor que le ha pasado al Madrid en su historia.
Siempre se pueden encontrar excusas para todo y las que puso Mou y sus defensores para defenestrar a Casillas sólo fueron eso, excusas. ¿Que Adán estaba mejor que Iker en esos momentos? ¡Ja! Adán no lo ha estado nunca, a la vista está: duró dos telediarios. Adán fue un pelele en manos del portugués para su venganza por no haber tenido la adhesión incondicional de Casillas a su resentimiento porque no le dejaron entrenar al Barça. El pobre Adán se lo creyó y terminó como terminó. Diego López estaba de suplente en el Sevilla, por lo que sus méritos para desbancar a Iker eran inexistentes. Pero en esta ocasión Mou tuvo suerte y Diego paró mucho y muy bien, ganándose el puesto. El pecado de Iker fue, simplemente, no ser un mierda como su entrenador y no entrar en sus exigencias de fe ciega y complicidad con sus modos barriobajeros basados en la agresión y el insulto. Esos modos que son su mayor activo y por los que tiene tantos admiradores en este estercolero llamado España.
Otra cosa, Buffon tuvo un periodo complicado hace un par de años, tanto con la Juve como con la Nazionale. En Italia le llovieron palos, pero nada comparado con los que le caen a Iker. Y Buffon ahí sigue. Siendo un gran portero. Y Chequia fue eliminada en la Eurocopa de 2012 con un error grave de Peter Cech contra Grecia. Todos los porteros pasan por etapas más o menos complicadas. Sobre todo porque nos tienen mal acostumbrados.
Lo curioso es que este año Atlético y Barca también se han puesto a alternar porteros, y ni aficiones ni periodistas han montado un pollo. Parece una decisión normal, casi inteligente. Luis Enrique hasta marca paquete porque no tiene portero titular. A mí no me parece mal que haya dos buenos porteros en un equipo y que tengan que competir por el puesto. Es más, me parece normal. Sí, está el tema de la regularidad y tal, pero si se te lesiona uno también tienes a alguien de garantía, y no a Pinto.
1) El tema de Diego 0 titulos de 1 jugado, Casillas 2 de 2 es falso. El año pasado Casillas jugó en liga dos partidos, uno de ellos contra el Valladolid cuando el Madrid tenía todavia bastantes posibilidades. Y siendo puntillosos, Diego jugó un partido de Champions casi entero.
2) Queda muy ecuanime hablar de dos bandos, pero lo cierto es que a nivel mediático el peso de uno sobre otro ha sido desvastador. Y, de hecho, contraproducente. El ataque y persecución continua que han sufrido Ancelotti, Diego o Adán en su momento ha sido bastante lamentable. Y la glorificación absurda que se ha hecho de la figura de Casillas en todo momento, junto con su presencia continua en portadas y noticias estúpidas, ha terminado provocando el cabreo de demasiada gente. Si parara, daría igual. La cosa es que ahora mismo no para, ni al nivel de un portero de leyenda indiscutible ni al nivel de un portero top. Así que su figura termina cayendo en el hoyo que sus mismos defensores le han cavado.
Contraponer a esa marea continua que ha habido las apariciones en contra de un grupillo de periodistas, muy de un ambito «friki» y tan ridículos que nunca se les nombra si no que se habla de ellos como si fueran una amenaza en la sombra, es faltar a la verdad.
No soy del Madrid, lo veo desde fuera. Siempre vi exagerados los elogios a Iker, aunque es buen portero. Me llamaba la atención que cuando jugaba contra mi equipo, el Depor, mi portero apenas era nombrado y estropeaba posibles goles, mientras que Iker «salvaba». Es un detalle tonto, pero quiza sirve para entender a algunos periodistas con elogios exagerados que han terminado por hacerle daño. Porque no, nadie desvía un gol con la mirada. Y que conste que me parece buen chaval.
Soy socio del Real Madrid desde 1993. Y en todo este tiempo no he visto a ningún mito del Real Madrid comportarse de manera tan falsa como Casillas. No hay por dónde cogerle, por mucho que sus amigos periodistas le continúen defendiendo hasta la exasperación…incluso llegando hasta el menosprecio y el insulto hacia los madridistas que nos posicionábamos a favor de Mourinho. Casillas capitán del Real Madrid…por Dios..capitán de sí mismo más bien..
La clave no es «la» periodista sino «los» periodistas.
Se han juntado los amiguetes gorrones (parecidos a la serie El séquito) con aquellos que le utilizaron para atacara Mourinho y a través de él a Florentino.
Cuando vuelves del Bernabeu enfadado porque has perdido, entre otras razones, porque tu portero ha fallado y oyes en la radio que no que no ha fallado y que esa parada que habría hecho, perfectamente, el portero del C, ha sido milagrosa, Tu enfado se transforma en cabreo y piensas que que les dará para hacerte comulgar con ruedas de molino. Como, además puedes cambiar de emisora pero no de portero vuelcas todo tu cabreo hacia él y pasas a ser consciente,aunque no querias verlo, de lo poco profesional que ha sido durante tantos años.
Si es que es nombrar a Casillas y aparecen por aquí los mismos argumentos que en los comentarios del As o del Marca, incluida la inefable conspiración de Casillas y los «periodistas» contra Mourinho y Florentino Perez.Debo admitir que me tiene fascinado el asunto este.
A este chico se lo han cargado sus propios palmeros de la prensa:
1. Le han alabado hasta el infinito, haciéndole vivir en un mundo irreal, en el que no necesita ni entrenar, ni evolucionar como portero. Él mismo, en entrevista con Gabilondo, sale diciendo que lo suyo es innato.
2. Este chico se ha abandonado, no ha ido a un entrenamiento voluntario en su vida. Porque claro, con sus dotes innatos no es necesario.
3. El otro día dijo que sueña con la Euro 2016. ¡Nada menos! Se nota que vive en su mundo, que no es consciente de su situación profesional.
4. Este chico se ha visto en la encrucijada de ser capitán de España y del Real Madrid, ha optado por no mojarse nunca y ha acabado quedando mal con todos.
5. Lleva un séquito de periodistas detrás que él pudo haber parado y permitió que echaran mierda sobre sus entrenadores y compañeros. Podría haber hecho dos cosas: ponerles un bozal a sus amigos de la prensa o desmarcarse de ellos. ¿Qué hizo? Lo que hace siempre: nada.
6. Guardiola, cuando no se vio al nivel para el club que amaba, se fue. Este chico no ha sabido irse. ¿acaso no ve que no da el nivel? ¿es tonto? Se ha creado un mundo paralelo de tanto oír a sus amigos lo de “el santo” “el santo”.
En fin, esto es como el karma, si creas energía negativa ésta te acaba volviendo. Casillas lleva 5 años con una negatividad tanto profesional como personal, con su ruptura con sus padres, sus amoríos con la prensa, su guerra fría, sus silencios, sus cantadas tapadas, sus, sus, sus. Y claro, al final, siempre rompe por algún sitio.
Mourinho lo único que hizo fué decir que el emperador estaba desnudo.
El pésimo nivel actual de Casillas empezó a verse de forma notoria en los últimos partidos de la Liga de los records, pero su decadencia viene de más atras, solo que fué lenta y disimulada por los colegas de la prensa.
Uno ve un video de Iker en sus mejores años y enseguida comprende que no tiene nada que ver con lo que ha habido bajo la portería del Madrid en los últimos 4 años.
No hay conspiración ninguna: solo hay un chaval al que los elogios desmedidos le fueron alejando completamente de la realidad, creyéndose una especie de ente por encima del bien y del mal.
Los «amigos» aduladores serán los primeros en clavarle el puñal entre las costillas. No me da ninguna pena, no tiene nadie a quién culpar salvo a sí mísmo.
Lo que algunos deberían hacerse mirar es por qué todos los jugadores importantes de la casa, criados desde niños en ella son perseguidos con saña al final de sus carreras. Raúl, Guti,… En el caso de Iker, de una manera particularmente asquerosa, artificial, y cuando es un jugador perfectamente válido. Y todo al albur de una caza de brujas desatada pro el mayor vendedor de humo que hay pasado por el club en décadas.
Yo estaba en Hampdem Park el día que nos salvó el culo saliendo desde el banquillo, relegado también por otro que era mucho peor que él, y alucino con lo desagradecida que llega a ser la gente. La misma que no hace tanto le coreaba y ahora le llama topo en pleno delirio paranoide. Lo jodido es que el colega está en libros de historia de este deporte…para siempre.
Sí, Iker ha sido un genio, pero ya no está para ser portero del Madrid, esto es así. Por cierto, esos que nombras, como Raúl, se fueron sin perdonar un duro, es más, el primer año del Schalke, el Madrid pagó la mitad de su ficha… Eso es madridismo no?
¿No habíamos quedado que la única afición cainita y desagradecida del fútbol español era la del Valencia?
Casillas ha sido uno de mis porteros favoritos y siempre he pensado que debió marcharse del Madrid tras terminar la pasada temporada. Los años pasan y hay que saber cuando dejar las cosas.
A mí me resulta curioso tanto debate del portero y parece que nadie señala a los defensas. El gran final de temporada que hizo Sergio Ramos ha tapado el desastre que tienen que soportar cada semana los porteros del Madrid. Y en la selección igual, Puyol se fue, a Piqué ni se le espera y de momento no hay jugadores que tengan ese nivel que nos hizo campeones, solo quedan Sergio Ramos y Jordi Alba, cuando quiere.
Me da igual cuanto quieran u odien a Casillas, su carrera ha sido muy buena. Y él mismo debería pensar en cambiar de aires para dignificar su final.
Antes de nada, en aquella tanda contra el Bayern, Casillas paró dos lanzamientos: el que tiró Kroos y el que tiró Lahm, no uno como se afirma en el artículo, siempre correcto de Guille Ortiz.
Por otro lado, y entrando de lleno en el tema de Casillas, yo sigo pensando que Íker es un portero extraordinario. Lo es ahora y lo ha sido siempre. De hecho me atrevería decir que es el mejor que he visto, no el más completo porque es cierto que tiene carencias técnicas de siempre, pero el mejor. La única diferencia con respecto al Casillas de hace dos años (o incluso al de antes de la final de la Champions pasada) es la confianza, la que antes le permitía solventar con «magia» las vicisitudes con las que se encuentra un portero y que ahora le convierte en un guardamete vulnerable.
El innombrable ex-valido de Florentino es el que nos ha traído a los madridistas y a los españoles a esta situación. No me voy a parar a analizar las maniobras torticeras y sucias del luso para con el de Móstoles, pero estoy seguro de que sin su cizañera actitud y sin la connivencia del megalómano presidente blanco no habría pasado todo esto. Que luego Ancelotti (yo sí creo que con algún toque de Pérez) prolongara erróneamente el culebrón dejando a Diego López (un buen portero, sin más, pero suplentísimo ante Casillas) como titular en Liga también ayudó, eso está claro, pero la clave está en el Perfectus Detritus portugués.
La idea de infiltrado de Casillas (me niego a rebajarme a decir cómo lo llaman) la puso en danza el actual entrenador del Chelsea, como lo de que no entrenaba (o lo hacía mal). Todo mentiras. Pero sobre todo mentía cuando lo puso en el banquillo echando a los leones al pobre Adán (al que con eso le reventó el futuro). A partir de ahí, aprovechando la lesión fortuita de Íker, se las arregló para ensuciar sobremanera la figura del capitán y provocar un revuelo mediático que se culminó con dos bandos acérrimos (qué raro en este país, ¿no?) y que hace que nos encontremos con lo que tenemos ahora: la bandera del madridismo pitado en su estadio y tembloroso en el Real Madrid y en la selección.
Como madridista y como aficionado a la selección, mi mayor deseo tras el descalabro de Brasil y lo acaecido en el Madrid (y por ende, en la selección, donde el debate encarnizado también existía) era que Casillas se fuera a un entorno más amable para él, en el que se le respetara de verdad (el Arsenal, por ejemplo) y en el que pudiera tener 3 ó 4 temporadas rindiendo tranquilamente (y bien, porque de eso estoy seguro, si lo dejan tranquilo es el mejor) y yendo a la selección para terminar en la Eurocopa 2016. Este año ya no podrá ser, así que espero que el siguiente lo consiga, será lo mejor para todos, aunque es tristísimo que esto sea así porque en otros países (Inglaterra o Italia, sin ir muy lejos) jamás pasaría. Esto sólo tiene un culpable, y todo aquel que tenga dos dedos de frente sabe quién es.
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Riendo….sí..como Ozil y como Di María…
Ya, o sea que Casillas sigue siendo un portero extraordinario, y si se traga goles es sólo culpa de sus enemigos, que le minan su confianza.
Me pregunto qué pensaría Diego López de excusas como estas, teniendo en cuenta la presión con la que él tuvo que jugar toda la temporada pasada.
Cuando me hablan de Casillas inmediatamente se me viene a la cabeza la palabra «inercia». También el Cid, ya muerto, subido al caballo.
Otro claro ejemplo de que hasta los mayores ídolos pueden caer pisoteados en el barro por esos que le adoraban. No es nada nuevo en la naturaleza humana, que actúa con crueldad cuando se necesita un chivo expiatorio. Mourinho, un especialista en encender la mecha, cuando no tiene el control total, le puso en la diana, precisamente por tener esos valores que encumbraron a Casillas como un santo dentro y fuera del campo, por defender su dignidad y la de sus compañeros. Ningún portero se mantiene al máximo nivel durante toda su carrera, todos los grandes han tenido fallos clamorosos, y en los porteros se ven más, aparte de su debilidad en los balones altos, sus otras virtudes le harán estar siempre entre los tres mejores porteros de la historia.
«Mourinho, un especialista en encender la mecha, cuando no tiene el control total, le puso en la diana, precisamente por tener esos valores que encumbraron a Casillas como un santo dentro y fuera del campo, por defender su dignidad y la de sus compañeros».
Preguntale a Diego López o a Arbeloa, a ver qué opinan del asunto.
Iker solo ha intentado defenderse a sí mísmo, pero ha hecho un trabajo desastroso.
Topo, acabado y totalmente solo en el vestuario y en los despachos. Solo los periodístas, los antis y los que siguen al Madrid por las portadas del día siguiente le defienden.
Ya viendo el partido y sobretodo las repeticiones, una desde la espalda del portero y la otra desde la espalda del jugador eslovaco que patea el balón se pueden apreciar algunas cosas.
El balón con la velocidad cambia su trayectoria (hace un extraño le llaman) por tanto Iker se ha lanzado bien y aún alcanza a reaccionar y toca el balón con la mano.
En la barrera sólo se mueva Silva el resto impasible, entonces
¿quien o quienes son los culpables de ese gol?
Este artículo me ha gustado. O puede que no. O puede que no importe. O sí.
Lo que del topo viene de la carbonero es mentira. QUe en el vestuario había filtraciones era algo sabido desde hace muchos años, lo que no se supo nunca era el nombre de quien las hacia….nunca hasta que Mourinho puso el dedo en la llaga (varios jugadores lo confirmaron) solo por eso hace tiempo que debía haberse ido del madrid, ya tendrá su merecido homenaje por lo que ha dado como jugador (no como capitán)
Pues yo, como no entiendo demasiado de futbol, pues a mí como que siempre me pareció mucho mejor portero Victor Valdés y no entendía nunca por qué conyo no jugaba nunca en la selección. ¿Qué piensan ustedes?
Tambien hay que ser bastante ciego, o mentiroso, o yo que se, para decir que en aquell eliminatoria contra el Bayern Iker hizo lo que tenia que hacer. La eliminatoria era a dos partidos, y en el de ida, en el minuto 90, Iker se come el gol aleman.
La prensa, las fans histericas de Casillas, los haters de Mourinho señalan a Coentrao por comerse un regate de Lahm antes del gol (cosa que es posible en un partido de futbol, que un tio regatee a tu defensa); es mas, el propio Iker, hace como siempre en los goles, apuntar a a algun compañero señalandolo ante todo el mundo.
La imagen real es que despues del regate, Lahm da un pase de mierda raso y flojo al area pequeña, que un portero que sepa moverse lo corta sin mas (Iker solo se mueve en paralelo a la linea de gol, como en un futbolin). La cara de Mourinho en el banquillo anunciaba lo que vendria despues (y con mucha justicia) contra Iker.
http://www.youtube.com/watch?v=CpCfgFNsBK0
El que no vea el fallo de Iker ahi, o es Sara Carbonero, o el propio autor del articulo (o ciego, que tambien puede ser).
También veo fallos de Pepe, Ramos y el lateral derecho que marca a Mario Gómez, que debe ser Arbeloa, pero nos quedamos sólo con el de Iker… y así seguimos
El mayor problema es que Casillas no ha evoucionado nada como portero. Tras 12 años, sus virtudes se han ido difuminando y sus defectos no ha sabido corregirlos.
Los grandes porteros han sabido adaptarse a su cuerpo, mejorando la colocación, las salidas, balones por alto, juego con los pies… ya que sabían que los reflejos y la agilidad no iban a acompañarles siempre.
Ahora mismo, Casillas es el mismo portero que salio a jugar en Glasgow, pero sin la chispa de los 20 años.
Y eso, en mi opinión, es tanto culpa del jugador como de los entrenadores que ha tenido, quienes, sabiéndose tan fugaces en el Real Madrid, no iban a preocuparse en que el propio jugador mejorase, ya que, a futuro, sabían que no le iban a necesitar.
Este quillaco, ¿era de Vallecas o de Alcobendas?