Hubo dos momentos llamativos en la entrevista de Ana Pastor a Artur Mas del pasado domingo en La Sexta. Y eso a pesar de esa cansina matraca televisiva que obliga a los presentadores a forzar el titular viral en cada frase. O a interrumpir al entrevistado a las bravas cuando la histeria espasmódica que ellos llaman «ritmo» decae. En breve las entrevistas en televisión las hará un mono con una ametralladora. Para mantener la tensión y tal. A fin de cuentas, la televisión española es entretenimiento, no periodismo, y ese libro de (mal) estilo audiovisual que la tele ha copiado de internet y que internet heredó de la tele en una espiral de chorrez que desemboca en la más absoluta gansada no se lo ha inventado Ana Pastor. Que, por otro lado, parece una buena periodista infiltrada en territorio enemigo.
El primero de esos momentos llamativos es cuando Pastor charla con Javier Sardà en el AVE como prólogo a la entrevista a Artur Mas. Durante esa charla, Sardà pilla por sorpresa a la presentadora y le pregunta si ella tiene un «gran sentimiento patriótico». La respuesta de Pastor es la de muchos ciudadanos españoles cuando se les pregunta por sus vínculos sentimentales con España: el «paso turno». «Yo tengo sentimiento… hacia mi hijo», dice ella. En términos toreros, eso es una chicuelina de manual: el matador se enrosca en el mismo capote con el que acaba de azuzar al toro.
El segundo momento son en realidad tres momentos. Ana Pastor le pregunta a Javier Sardà si en Cataluña se ha «medio manipulado» a los catalanes. Me gusta mucho eso de «medio manipulado». Así se le pone el condón a una palabra, con desparpajo. Pero a Sardà no le gusta la pregunta y le sugiere a Pastor «ponerlo bonito» y decir más bien que a los catalanes «los han convencido». Pocos minutos después, Julia Otero suplica un poco más de respeto por la inteligencia de los ciudadanos. Dice Otero que «uno no puede ir por ahí diciendo que los que salen a la calle son manipulados, que es una masa aborregada y adocenada, y que la culpa es de Mas. Eso no se sostiene ni aquí ni en ningún sitio. No podemos considerar que el votante es imbécil». A pesar del afán pedagógico de Sardà y Otero, a Pastor le falta tiempo para soltarle a Mas la expresión «calentar a la gente». Mas se pone firme ante lo que sugiere el término —que los catalanes son gilipollas y que él se ha aprovechado de ello— y la presentadora se ofrece, educada, a «cambiar el verbo».
El caso es que Ana Pastor insiste hasta tres veces en poco más de diez minutos en el argumento de la manipulación. Una manipulación que habría conducido a unos catalanes anteriormente reacios o indiferentes a la idea del independentismo a pedir ahora la separación de un país… por el que Ana Pastor es incapaz de demostrar el más mínimo sentimiento incluso en el contexto de una charla informal. Fíjense bien. Antes incluso de empezar la entrevista, Ana Pastor ya se ha quedado sin ella. El titular se lo doy yo: «Una atea le reprocha a un ateo su indiferencia frente a la idea de dios».
En otras palabras. Cuando un español siente indiferencia hacia la idea de España, está ejerciendo su libertad personal a sentir lo que le sale de las gónadas. Cuando es un catalán el que siente exactamente esa misma indiferencia, está siendo manipulado.
Siendo los catalanes tan fácilmente manipulables, digo yo que todo lo que deberían hacer los españoles para acabar de un plumazo con el soberanismo es demostrar un poco de entusiasmo por su propio país cuando son preguntados al respecto. Eso no requiere que los españoles respondan a la pregunta de Sardà levitando al oír la palabra «España», pero no estaría mal un sencillo «no entiendo qué quieres decir con “gran sentimiento patriótico” pero creo que vale la pena conservar buena parte de lo conseguido por los ciudadanos españoles a lo largo de los últimos cuarenta años». Con esa frase, tan pragmática ella, no puede sentirse ofendido ni uno de ERC, oigan. Pero si ni de eso somos capaces, ¿cómo esperamos que los catalanes dubitativos se suban al carro de la españolidad? Javier Marías decía hace unos días en La Vanguardia que «si saliera la independencia, a mí personalmente tampoco es que me importase demasiado». Pues si a él le toca un pie, imagínense a Pilar Rahola y compañía.
El caso es que yo también opino, supongo que al igual que Ana Pastor, que los afectos personales son los únicos realmente merecedores de atención. Y eso es perfectamente compatible con el reconocimiento de la existencia de otro tipo de afectos. Son los afectos que no se dirigen hacia las personas sino hacia determinadas abstracciones, como la de dios o la de la nación. Pero no son afectos excesivamente importantes y yo aconsejaría esquivar en la medida de lo posible a cualquier persona que insistiera más de lo razonable en ellos o que no estuviera dispuesta a traicionarlos por una buena causa. Por mi parte ni los considero. Si se quemara mi casa y solo pudiera escoger un objeto que salvar, escogería el iPhone antes que la unidad de España. Al menos el iPhone ha sido fabricado por artesanos con cariño por su propio producto.
Hablando de cariño. Creo que no soy el primer catalán al que le merecen mucho más cariño los españoles, y especialmente aquellos a los que conozco personalmente, que la idea de la nación española. Aunque solo sea porque los primeros son reales y la segunda una ficción administrativa. Como la de Cataluña, por supuesto. ¿O se creían que este era un artículo partidista?
Es por eso que me sorprende la insistencia de algunas personas, por otro lado perfectamente sensatas, en esa «trama de afectos» que en teoría va a quedar aniquilada si los catalanes se independizan.
Porque yo entiendo los argumentos económicos. Y muy bien que los entiendo. Tengo por ejemplo meridianamente claro que Cataluña quiebra a los cinco minutos de independizarse de España y que España lo hace solo dos o tres minutos más tarde.
Pero… ¿las tramas afectivas? ¿Cómo es de ceniza la vida de las personas que sostienen ese argumento para que su trama de afectos dependa de los vínculos administrativos que los ciudadanos establecen o dejan de establecer con el funcionariado de turno?
—Lo nuestro es imposible, tú estás empadronada en el distrito de Poble Sec y yo en el de Ciutat Vella.
—¿Te has sacado el carnet de conducir? Pues que te follen.
—Hijo mío, estás desheredado: haberlo pensado antes de darte de alta como autónomo.
—¿Cómo que esto no es lo que parece? ¡Eso que asoma debajo de las sábanas es una cédula de habitabilidad como un campanario!.
—Pe… pe… pero, ¿la doble nacionalidad? ¿Y desde cuándo conoces a esa zorra?
En realidad, la idea más interesante de la entrevista de Ana Pastor a Artur Mas es de Julia Otero cuando dice —cito de memoria— que en Madrid «se está haciendo un mal diagnóstico de la situación». Ya sé que resulta difícil de creer fuera de estos pagos, pero Otero lo niquela.
En Madrid, sí, no se ha entendido nada de lo que ocurre en Cataluña. Tampoco es tan extraño: lo de Podemos también les pilló en Babia. A esta gente le hace falta ayuda porque no da para mucho más y la intelectualidad unionista catalana, que la hay y por cierto bastante inteligente en todos aquellos temas que no les rozan los callos de sus neurosis, está haciéndole un flaco servicio al perseverar machaconamente en el equívoco de que este es un conflicto de identidades provocado por un nacionalismo periférico al que debe responderse jurídicamente. Y ahí anda España, esperando en el campo de batalla equivocado a que aparezca un ejército catalán que no va a hacer acto de presencia porque anda desfilando tan campante en dirección contraria.
Porque el campo de batalla no es el de la legalidad. Si me apuran, ni siquiera el de la legitimidad. Tampoco es el de la identidad, o el de la historia, o el de la economía, o el de la pertenencia a Europa. Sino el de la incapacidad de las elites castellanas para construir un relato atractivo de país que incruste la idea de la nación española en el imaginario colectivo de todos los ciudadanos y no solo en el de los ya convencidos de antemano. Y menciono a las elites castellanas porque yo a la España de la que se habla en las calles de Jerez de la Frontera, Oviedo o San Sebastián me apunto sin demasiados reparos. Pero a la España de la Corte no la rozo ni con un palo de pinchar nubes.
Tampoco me estoy inventando nada nuevo. David Gistau escribía el miércoles en ABC que «la simpatía nacionalista era una piedra pómez para sacarse España de la piel como Camba pedía en las saunas turcas que le rascaran el catolicismo». Y remataba luego: «En España solo se trató de fabricar orgullo con la coartada inocua, infantil, del deporte, aunque fuera rebajando el concepto español, igual que se rebaja el vino demasiado fuerte con agua, con eufemismos como “La Roja” y “La Eñe”. Años después de semejante fracaso pedagógico, nos encontramos con que España no dispone de una emoción con la que hacer contrapeso a la del independentismo, que firma sus papeles con los ojos anegados de lágrimas». El diario El País editorializaba al día siguiente esto: «Hay ataques [del Gobierno central] que son encajados con regocijo por quienes los reciben y eso es lo que ha producido la escasa y triste comunicación gubernamental que ha intentado contrarrestar el torrente propagandístico de Mas. Frente a un conjunto compacto e insistente, omnipresente y persuasivo, que vende la idea de independencia como la panacea para todos los males, el Gobierno ha erigido —sobre la base de la inconstitucionalidad indiscutible del proyecto— un sencillo e inútil conjunto vacío: nada (…) ¿Qué rendimiento político obtendrá si ni siquiera se ha planteado ganarse los corazones y las mentes de la mayoría de los catalanes?».
Supongo que la respuesta de un salvapatrias a eso sería que a España no le hace falta construir un relato de nación, una épica, porque España ya existe. Quizá eso sea cierto. Quizá a este país le baste y le sobre con un ordenamiento jurídico similar al de sus vecinos europeos para seguir existiendo, incólume y eterno, hasta el fin de la historia. Es un argumento circular: como la España democrática moderna es y nace de ese ordenamiento jurídico, y ese ordenamiento jurídico impide en la práctica que España sea otra cosa, España es eterna. Una nación perpetuum mobile que funcionará para siempre a partir de un impulso inicial —la Constitución— y sin necesidad de aporte externo alguno de energía. Es decir sin necesidad de la convicción de sus ciudadanos, que por lo visto están ahí a mayor gloria de LA IDEA. «Gran idea, especie equivocada» decía E. O. Wilson del socialismo, ese sistema político maravillosamente diseñado… para las hormigas.
Yo es que no creo en las hadas: España no existe allí donde sus ciudadanos no creen en ella. En este sentido, Cataluña es independiente desde hace años.
España, en definitiva, es en la actualidad poco más que un ordenamiento jurídico granítico bajo el ala de una monarquía medieval defendida por un ejército de abogados del Estado dispuestos a tirar del campanario a la primera cabra que se salga del rebaño. Del Tribunal Constitucional ni hablo que me entra la risa tonta.
¿Pero cómo pueden no verlo? El positivismo jurídico al que tanto se aferra el unionismo —aquí también hay una disputa secundaria, y muy interesante por cierto, entre positivismo y iusnaturalismo— no tiene sentido si no tiene en cuenta la existencia de los mitos y su impacto en la realidad. Que lean a Karen Armstrong: Una historia de dios. Ahí está todo.
Dice Armstrong que cuando una determinada idea de dios ya no sirve a los fines para los que fue creada es sustituida por una nueva idea de dios más atractiva. También más joven, mucho más agresiva y extraordinariamente más contagiosa. Es lo que ocurrió cuando el monoteísmo aplastó en las sociedades más avanzadas de la época al politeísmo. Es lo que ocurre con las lenguas. Es Uber contra el sector del taxi y Airbnb contra el lobby hotelero. Es Podemos, por supuesto. También lo es el independentismo catalán, aunque joda leerlo. Solo hay que atender al poder de convocatoria en las calles de la idea Cataluña y al de la idea España. Las calles no son urnas, cierto, pero a partir de determinado quórum se le parecen bastante.
La nación catalana es una fábula, sí. Pero se trata de una fábula especialmente resiliente y que se las ha arreglado para renovar de forma periódica el sentimiento de pertenencia de una amplia mayoría de sus ciudadanos. Al contrario de lo que ha hecho España, especialista en boicotearse a sí misma —«España es un concepto discutido y discutible»— y a la que ya no defienden ni los propios españoles en horario de máxima audiencia.
Y por eso me sorprende la obesidad mórbida de los argumentos que tachan de prehistórico al catalanismo oponiéndolo a una supuesta modernidad europea en la que el concepto de nación ha quedado definitivamente diluido y bla, blu, bla. Aquí somos europeos solo para lo que nos conviene: el referéndum de independencia escocés lo debieron de celebrar en Papúa Nueva Guinea, por lo visto.
Por suerte o por desgracia, las ideas —las buenas, las malas y las peores— no son realidades objetivas que mueren cuando la historia las demuestra racionalmente falsas. Son memes. Entes que mutan y pulen aristas. Virus susceptibles de reactivación que permanecen congelados durante decenas de años hasta que las condiciones externas favorecen su deshielo. Y al virus del catalanismo le está cayendo encima una solana de justicia mientras al mamut del españolismo se le anda protegiendo en su permafrost de los rayos del sol con una muralla de ejemplares de la Constitución.
«…el iPhone ha sido fabricado por artesanos con cariño por su propio producto»
Espero que esta frase sea increíblemente irónica, aunque me temo que no.
Si era una broma sería una broma de mal gusto. Pero creo que no lo es: al señor Campos le debe resultar inconcebible el concepto de que puedan existir trabajadores explotados en un ambiente desregularizado, ése paraíso de trabajadores alegres…
Presupuestos 2015
Participación de Catalunya en la recaudación de impuestos:
20 %
Inversión de estado en Catalunya
9,5 %
El diferencial es la cuota que hay que pagar para pertenecer a un club tan exclusivo como España (al cual pertenecen los que no pueden ser otra cosa !)
Si ya, si ya lo sabemos, que os ofrecen un pacto fiscal favorable y mandáis a la mierda las esteladas y a los segadors en un minuto.
Mientras tanto las imágenes que nos llegan a Madrid (manipuladas) del poble catalán mano en alto cantando envueltos en banderas son impagables
El nacionalismo y el independentismo «no nacionalista» son los que van a traer a Espanya, Catalunya y Europa la modernidad y el progreso. Nacionalismo = bienestar = progreso = pureza = la tenemos más larga y queremos mear solos. El nacionalismo es el pasado y el futuro de Europa. Con Jaume I vivíamos mejor. Amén Jesús.
«España no existe allí donde sus ciudadanos no creen en ella.»
Que estúpido es el nacionalismo.
Creo que no, pues las loas a Apple las he visto en varios artículos de este autor. Supongo que es lo que produce hacer cola durante dos días en la Apple Store.
Solo han faltado un par de líneas más, y acabar llamando catetos y paletos a la gente de «Madrid».
En fin, lo de siempre.
«Que si no entendemos nada..» «que si no hemos sabido ver el porqué de la situación» y por supuesto, el clásico de «a los ciudadanos catalanes nadie los ha manipulado»
Nada nuevo bajo el Sol.
Es que hay gente que todavía no se ha enterado de que en las elecciones generales no votamos solo los ciudadanos de Madrid, ni tampoco de que las provincias más pobladas son las menos representadas. En fin …
Tendrías que quitarte ese filtro de subjetividad para leer e intentar entender lo que se dice en el artículo. En concreto porque cuando habla de Madrid no habla de los ciudanos madrileños, sino de los políticos y demás funcionarios que podrían hacer algo en este asunto. Lo que pienses tú, madrileño de a pie, no le interesa a nadie a estos niveles.
En fin, a riesgo de que aumente aún más su ego, excelente artículo del señor Campos. Si de mi dependiera sería usted uno de los encargados de explicar en el resto de España lo que ocurre en Cataluña. Nos ahorraríamos problemas, si la gente estuviera dispuesta a escuchar y a quitarse toneladas de complejos de encima.
Es cierto que con «Madrid» no se refiere a «madrileños», pero hay que decir que en este caso, en un texto con «Cataluña», «calles de Jerez» o «Artur Mas», «élite castellana», Madrid puede resultar ambiguo e interpretarse en clave de «madrileños». Aunque como dices,con un poco de perspectiva se entiende.
¿Qué los madrileños tendríamos que quitarnos el «filtro de subjetividad». Amigo mío, eso que dice Vds. es un subterfugio como una catedral, esto es una «excusa artificiosa» para justificar por qué primero te llamo bobo y luego «te explico» por qué te lo llamo, pero eso sí, sin malicia alguna que yo solo quiero verte libre de complejos e incultura.
Vamos, la estrategia de toda la vida de «tiro la piedra y escondo la mano» y a ver qué pasa. Y con suerte provocan al franquista agazapado que todos los madrileños y castellanos guardamos en las entretelas del alma.
Dios mío, ¿cómo vas a entender lo que ocurre en Cataluña o en España si no puedes siquiera entender un párrafo que he escrito? Dije que Txarly tenía que quitarse el filtro de subjetividad, no todos los madrileños. En cualquier caso, tampoco hay que entender gran cosa, los catalanes votarán y si lo quieren así se conformará un nuevo estado. Punto. No hay que discutir mucho más. La discusión empezará después con los que queramos y queráis estar dentro de Cataluña, con tal de ver cómo diseñamos el nuevo país.
Y el que se quede con España ya se preocupará de arreglarla. Le deseo suerte porque tiene faena.
En realidad creo que lo que habría que hacer es explicar a los españoles lo que ocurre en España. Lo que ocurre en Cataluña es imposible de entender sin entender el contexto en el que ocurre.
Creo, aunque lo mismo me equivoco, que cuando dice que en Madrid no se enteran habla del gobierno de Rajoy, no de los ciudadanos de Madrid en sí.
Y la idea no es defender el catalanismo, ni estar en contra del españolismo. Creo que la idea de este artículo se refleja muy bien esta frase: «Creo que no soy el primer catalán al que le merecen mucho más cariño los españoles, y especialmente aquellos a los que conozco personalmente, que la idea de la nación española».
Lo que plantea este artículo es que el sentimiento patriótico hacia España como nación única no existe en las mentes de muchos ciudadanos españoles. Yo por ejemplo, soy madrileña y sí me gusta mi país. Pero no tengo ese sentimiento de fervor patriótico que pone España por delante de todo.
El autor dice muy claro que es consciente de que desde el punto de vista económico ni España, ni Cataluña sobrevivirían a la independencia de catalana.
Creo que lo que quiere hacer el artículo, desde mi punto de vista es llevar a la reflexión. Que reflexionemos acerca del hecho de que el gobierno defienda la Constitución y la España actual, monarquía incluida. Como algo que no se puede cambiar. Defendiendo la unidad como un concepto moderno, poniendo de ejemplo a Europa. Y llamando arcaico al catalanismo, porque la separación va en contra de esa Europa unida.
Lo que busca el articulo es que reflexionemos. Y dejemos de hacer como el gobierno de Rajoy. Negando que el sentimiento español en la España actual no existe. Y que a muchos españoles si nos preguntan, responderemos que la verdad nos da igual que Cataluña se separe o se quede.. Aunque somos conscientes de que económicamente es inviable para ambas partes.
Pero tenemos que reconocer que el sentimiento independentista está ahí, existe y no se va a ir a ningún lado. A lo mejor lo que debemos cambiar es el concepto arcaico de España que seguimos queriendo mantener. A lo mejor eso es lo que no es viable.
Sinceramente pienso que se puede ser catalán y español y madrileño y español. Y amar tus raíces, sin matar por tu patria.
Creo que aquí el gobierno se está equivocando de pleno, al querer imponer su concepto de España por encima de todo. No estoy de acuerdo con la forma de hacer las cosas de Mas tampoco. Pero está claro que lo de «morir por España, una y sola» hace tiempo que no se estila y al gobierno eso le pica. Y no ve que haciendo oídos sordos a la evidencia sólo aviva el sentimiento independentista.
A mí ese país que describe el Sr Campos, que sólo existe como un ordenamiento jurídico y unos servicios públicos, que al fin y al cabo, están descentralizados al máximo, me parece fantástico. ¡Un país sin patriotas, sin himnos, sin todas esas memeces! Pero miro a mi alrededor y no, no me lo termino de creer. Me temo que, con su empeño de crear Cataluña, van a despertar a una versión de España que creíamos venturosamente enterrada.
¿Enterrada? ¿Realmente podemos pensar que todo lo que pulula por Genova son muertos vivientes? Ni hablar. Nunca murieron y nunca fueron enterrados. Están – con su maldita idea de España – vivitos, católicos, y coleando.
Después de leer el artículo me queda clara tu visión, que comparto, de la pésima gestión de la idea de España en los ciudadanos. Lo que no acabo de entender es si defiendes la idea catalana o te parece una chorrada. En mi opinión, cualquier nacionalismo es igual de estúpido, sea español, catalán o andaluz. El hecho de ser capaz de arriesgar el bienestar de tus familiares (esos lazos afectivos) por la idea de una nación me parece grotesco y medieval a la par que insensato. Quiero pensar que por eso salió no en Escocia y saldrá no en Cataluña
Pablo, yo no veo que defienda la idea de nacionalismo. Habla de gestión del mito, sin adherirse a él.
No digo que lo defienda, solo que no queda claro, parece no querer mojarse aunque creo saber que, como persona sensata, no está a favor
Ahí hay un tema. Tabú, quizás.
¿Se puede ser indepe sin ser nacionalista?
¿Se puede generar un debate sobre la independencia sin tachar al que se quiere largar de «nazionalista»?
¿Solo son «nazionalistas» los que enarbolan según que banderas?
Preguntas y mas preguntas.
XD.
Aquí tienes un independentista no nacionalista.
Mis suegros son contrarios a la independencia y nos seguimos juntando para comernos una migas tan ricamente y oye….ni peleas ni nada tu.
Me da la sensación, tal vez errónea, que la idea del señor Campos es la de buena parte de los que podríamos estar a favor de la independencia de Cataluña.
Lo que no habéis comprendido en España es que esto no es movimiento únicamente nacionalista, sino un movimiento que parte de la atractiva idea de empezar de cero. Y empezar de cero ofrece la posibilidad, aunque luego no llegue a niveles óptimos, de construir un estado sobre bases más modernas, más democráticas, más liberales, etcétera. Es una idea atractiva, no lo negaras, y más drástica y sencilla que ponerse a remodelar todo el aparato del Estado español. ¿Por qué hay edificios que se derriban? Porque el coste de repararlos es mayor que el de construir uno nuevo, o porque sencillamente no se dan garantías de que la reforma sea realmente útil. ¿Por qué EEUU fue tan atractivo durante su primer siglo de existencia? Esa idea, salvando las distancias, es la que mueve a buena parte de los que estamos a favor de la independencia, pero a los que la idea de patria nos suena más lejana aún que la idea de Dios.
Amén, coño.
Lo de DIos…no es una idea…se siente o no se siente….. es personal..,,pero para abreviar dire que tu cuerpo es el templo y dentro esta todo lo que buscas inútilmente fuera de ti….soy Catalan pero no creo en ningún tipo de nacionalismo, estoy de acuerdo que la idea de empezar de cero es la mas atractiva…sin Mas y sin la inquisición española. El patriotismo huele a naftalina…..vergüenza ajena me dan los nacionalistas…con sus ridículos trapos y opiniones de tres al cuarto sacadas des de el desconocimiento del gran circo de la distracción humana.
Es que ese el principal problema, que los políticos catalanes han sido miembros activos en la política española (véase coaliciones con CIU y PSC).
La sola idea de pensar que esos políticos catalanes que han contribuido al desastre en todo el país se conviertan de la noche a la mañana en versiones modernas de Alexis de Tocqueville, me parece un poco peregrina.
Sólo como opinión personal de un español que lleva casi dos años en Latinoamérica. Me emociono más cuando veo una Mahou que cuando veo una rojigualda. Por eso, me es tan difícil de entender ese nacionalismo catalán o vasco. Desde pequeño, al menos en Madrid, aquellos que sentían un fervor patriótico eran vistos como fachas. Pero cuando ese sentimiento se extrapola a catalanes o vascos, es visto con orgullo y como un símbolo de cambio y modernidad. La verdad es algo que no me cuadra vistos los orígenes decimonónicos de ambos movimientos. Luego miro aquí, en Latinoamérica y veo como en pro de ese patriotismo se han cometido atrocidades y como se ha nublado el pensamiento crítico de la gente y me entran escalofríos.
Por último y aunque no este de acuerdo con el nacionalismo, creo que es hora de hablar y de buscar consensos. No se puede negar la realidad del descontento de una buena parte de los ciudadanos.
Has dado en el clavo, me siento identificado en todo lo que dices, como madrileño que vive en Barcelona (no sé hasta cuando).
Sólo puntualizar las dos últimas lineas: se puede hablar y buscar consenso, el problema es que esta gente cuando habla de eso simplemente quiere decir más pasta, privilegios, más derechos….ya lo sabemos todos, también ellos y qué quieres que te diga, no quiero ser más que nadie pero tampoco menos (lo siento, no tengo vocación de víctima), así que por mí pueden tener la independencia mañana mismo
Pingback: España; gran idea, ciudadanos equivocados
Cristian Campos, gracias. Gracias por ser Periodista.
Con la parte del iPhone me he tenido que reír, ha sido como si el capitaliso no fuera un sucio sistema vacío, por un instante. Comparto ciertos aspectos como ciudadana que soy pero como española(sin patriotismo alguno) discrepo en otros. Como por ejemplo, en pensar que la política de mierda que se hace en España, en Cataluña brilla por su ausencia. Eso es un error, pues todos los políticos que tienen un mínimo poder en España(como zona geográfica) están cortados por el mismo patrón pero pintados de distinto color.
Qué quiere decir España como zona geográfica. Yo cada vez entiendo menos lo que dice la gente, debo estar volviéndome loco. España, claro, es un estado con una delimitación y figura en los atlas, mi hijo de 8 años lo sabe. Pero ¿puede haber zonas ageográficas? antigeográficas, quizá zonas topológicas, la Zona de Tarkovski, zonas astronómicas quizá. La zona mental
Es tan grande el terror reverencial a nombrar siquiera al país en cuestión, que solo aludir a su entidad, a su existencia ya es un anatema tal, que, como disculpa, hay que aclarar que es una zona GEOGRÁFICA, me encanta. Francia es una zona geográfica, las Batuecas lo son, sin duda, no se crean.
Es mucho mejor usar las geografías imaginarias, las que dicen que hay un país como el de Alica, como el reino de Oz, la Tierra Media o Canaan, muy caro este último para los mesiás, que existió desde antes del Génesis
Qué bien explicado lo que es España:
http://youtu.be/CtayuNGSxhQ
Lo que se piensa en Cataluña sobre el resto:
España=Meseta=Franco=Real Madrid=PP=Opresión=Nos deben dinero=Paletos incultos.
Lo que se piensa en España sobre los catalanes:
Cataluña=Barcelona FC=Espabilados=Ley del embudo.
Complicado cambiar esa imagen a no ser que se viaje.
Teniendo en cuenta que el PP ganó las generales con holgura y que CIU gobierna en Cataluña, me parece que catetos son la mayoría de votantes. Y no porque sea de izquierdas, porque son dos partidos que escupen a la ciudadanía (jode Convergencia tiene embargada la sede) y la gente sigue ahí al pié del cañón.
Recuerdan como la gente se reía de Italia porqué votaban a políticos corruptos.
España es Italia.
España es Italia escondiendo la cabeza muy fuerte para no ver la realidad. Que somos Italia. Y que quizás, seamos la Italia cutre.
De momento, los leuros de putas y drogas ya las incluimos en el PIB. De ahí al G9 y a petarlo.
grande, Marc! Cien por cien de acuerdo contigo!
Los que por «Madrid» sigan entendiendo «los ciudadanos del término municipal de Madrid» tienen un gravísimo problema.
Por otra parte a los fans del eufemístico «Madrid» les recomendaría que lo sustituyeran por «el gobierno central» o «los poderes del estado».
Quedaría todo mucho más clarito para los que andan escasos de comprensión lectora.
El lenguaje importa. Es cierto lo que dices, pero tratándose de comunicadores se agradecería un poco más de sensibilidad.
Es que no se usa Madrid por casualidad, como simple referencia geográfica. Madrid como sinónimo de «Gobierno del Estado» intenta hacer referencia a «aquellos que nos gobiernan desde fuera y no nos comprenden», «la metrópolis que nos ahoga a nosotros, los colonizados».
Si usamos «poderes del Estado» implica repartir entre nosotros también una parte de culpa, ya que somos un pedacito de ese Estado, y es precisamente lo que se pretende evitar. Vende más la idea de que el mal viene de fuera y no nos deja prosperar como sabemos, obviando que ante ese Estado somos igual de ciudadanos (para bien o para mal) un señor de Barcelona, uno de Vigo o uno que viva en la Carrera de San Jerónimo enfrente del Congreso de los Diputados.
Es interesante leer un artículo del 2012, El exorcista, después de este. Parece que el President Mas ha sorprendido a muchos y de momento ha llegado mas lejos de lo que la mayoría pensaba.
Me ha gustado mucho el artículo, aunque no coincido con todo lo que se dice y disiento claramente en que la nación catalana sea una fábula.
Es una fábula como lo son todas las naciones. Son «comunidades inventadas», algo indiscutible desde el punto de vista científico, pero eso no les quita un ápice de realidad. Las comunidades, las naciones, las clases, todo son categorías mentales que tienen realidad tan solo en cuanto a que son aceptadas o no por una mayoría de personas. Es la aceptación la que decide sobre la «i-realidad» de las mismas. Quiero decir, si los ciudadanos de Cat se consideran mayormente una nación, entonces lo son de facto (al igual que cualquier otra región del mundo.) El argumento histórico nunca ha servido para definir nada.
Impresionante, estamos considerando que las realidades políticas, o los conceptos que generan ideas nacionales pueden «despegar» de la lógica, de la realidad y de la verdad. La comunicación política y las ideas culturales arraigadas no son, desde luego, un campo como el de la Física o la Biología Evolutiva, pero de ahí a poder establecer que basta que un número de personas crea algo para convertirlo en real, hay un trecho. También conviene hacérselo creer a los de alrededor, que te reconozcan como tal, y tener algunos fundamentos, porque en esencia lo contrario sería un capricho. El argumento histórico sirve para definir todo, y sirve siempre, está usted muy equivocado, o quiere engañarnos, porque bien que se lo han trabajado en Cataluña. El truño indecente de la exposición del Born, sonrojante, el machaqueo constante con 1714, mas diciendo que es el 447, o el 3001presidente de la Generalitat. Como decía Borges, ser noruego o ser colombiano son actos de fe, cierto, toda realidad parte de un anhelo, Israel es un ejemplo reciente, pero es mentira que todo en la vida sean inventos. Cataluña existirá cuando figure en un atlas, en los anuarios y sea reconocida
Creo que hay una profunda contradicción en todo el texto.
Comienzas diciendo que no hay manipulación alguna en el independentismo catalan, que no se puede condicionar, que la gente no es tonta.
Para acabar diciendo que España se vende muy mal y Cataluña muy bien. Para mi eso es una contradicción.
Creo que si el problema es que se cuenta mal la idea de pertenecer a España, las bondades de España, que no se defiende la idea de nacion española, que no se explica de una forma correcta, el problema es «cómo» se cuenta la historia, como se lo vendes, como los condicionas, en definitiva, como los manipulas.
Es muy fácil vender una utopía perfecta frente a la mísera realidad. Artur Mas entra en helicoptero al parlament en 2011. Ahora ya no le hace falta.
No entendamos la manipulación como estupidez, las masas se condicionan desde tiempo inmemorial. Todas, la española de la misma forma.
Bon dia!! Para empezar aclararé que soy Catalán unionista, como se dice ahora. Y usted tiene parte de razón, como todo el mundo. Las élites españolas han sido incapaces de crear una idea atractiva de España, pero no deja de resultar curioso q ocurra en el momento más brillante de la historia de españa, la actual democracia.
Claro q yo no culpo a las élites castellanas, como entiendo q usted se refiere a la derecha madrileña. En mi opinión son más responsables los ideologos de la España más moderna, los q han convertido a España en un pais moderno, incluso ejemplar en algunos aspectos, aunque no perfecto. Por ir rápido, la izquierda que no ha sabido desligar el patriotismo del fanquismo.
Pero se equivoca en parte, como todos también. Si ha habido manipulación en Cataluña. El otro día me contaban como los chavales de una escuela pública del Baix Llobregat habían salido del teatro convertidos en pequeños Bravehearts cuando habían entrado como fans de la Roja para sorpresa de algunos padres. Eso si, el profeso q me lo contaba negaba cualquier intención de manipulación como Rahola lo niega ante Sardà, q podria haber citado usted también a cuando habla de la propaganda en TV3.
En fin, creo como usted q la secesión lleva a Catalunya a la ruina (no estoy tan seguro con el resto de España), pero está claro q todo salimos perdiendo, aunque siempre habrá alguno que pille un cargo en la ONU o un 3% de cada fragata de la Armada Catalana.
Eso si, no olvide los eslóganes propagandísticos secesionistas, basicamente dinero y sentimiento de superioridad.
Este post es un ejemplo de por qué a los catalanes no se les mira muy bien en el resto de España: aun con toda tu buena voluntad estás totalmente abducido por el imaginario catalán uniformador. Esto no es Cataluña contra Castilla, España es mucho más que eso (me pregunto qué pensará un turolense o un valenciano al escucharos). No sólo vosotros sois los diferentes, ¿o es que los asturianos son iguales a los canarios? WTF?
hablo de las elites castellanas pq es a las que se refiere el autor del texto que comentamos,
Un tal Pau lo ha dicho más arriba claramente: quieren que el eje del poder se traslade a Barcelona. De ahí esa repentina simpatía por todo lo que no les huela al fantasma de la Meseta
De una, grande y libre España a una, grande y Libre Cataluña en 40 años….¡qué bonita transición!
Libres espero que si. Ahora, grande, no mucho, somos poquitos y el territorio limitado, des de Alcanar hasta Portbou.
Pero una, eso ya te digo que nunca! Fíjate en el número de partidos que hay en el Parlament, incluso en el grupo de partidos que están trabajando por llevar la consulta a la calle. Des de la derecha catalanista más rancia y neoliberal (Sala-i-Martin y company) hasta la izquierda independentista, (persona que a cada manifestación contra los CIE o desalojamientos, allí están y no para hacer la foto), pasando por eco-socialistas. A parte de una población también pluricultural y distintas realidades sociales, hacen de Catalunya una de las partes más plurales del Estado. Así que olvídate de esto de una grande y libre, ;)
Somos y seremos plurales, pequeños y libres.
Mmmmm así que cuando os independicéis, dejaréis que los que se sientan españoles se disgreguen de Cataluña, ¿no?. Me imagino que dejaréis que hagan referenda aquellos territorios de Cataluña que se sientan españoles. Porque claro, vosotros sois más cool (¿me equivoco?)que nosotros, los que pensamos que todos los ciudadanos españoles (canarios, gallegos, catalanes, asturianos…..etc etc) son dueños de España…..
Muy buen artículo. Da exacto en el asunto central de todo esto; sea por lo que sea, o como sea, la idea de Cataluña independiente esta seduciendo a mucha gente, mientras que la idea de España tiene menos atractivo que escuchar un discurso de Rajoy o Sánchez.
Mientras desde Madrid se siga pensando que esto se soluciona a base del marco que nos hemos dado y blablabla, o sea, de que no hay nada que hacer y que se callen, no se hace mas que darle mas fuerza. Y no creo que vaya a hacerse nada muy diferente, porque … ¿quienes lo van a hacer?¿los mismos dos que se han encargado de convertir a España en algo que nos da verguenza dia si y dia también hasta a los que queremos mantenerla unida?
La ilusión sólo se combate (metafóricamente hablando) con ilusión, y como bien dice el artículo, no es que el concepto España nos genere nada mas que un «bue, vale» en el mejor de los casos a muchos. Rasgarse las vestiduras porque los catalanes cada vez mas estan ilusionados con otro proyecto (bueno, malo, viable o no) no soluciona nada; no tenemos otro proyecto diferente con el que ilusionarles a ellos y al resto de nosotros.
Este artículo tiene una visión bastante certera pero le veo una pega. Por un lado habla como si los independentistas fueran nacionalistas, y por otro, se refiere a ello como un ente abstracto artificial.
En mi opinión, así a ojo, el 80% de los independentistas no son nacionalistas (no basan sus ganas de independencia en que Cataluña sea una nación) sino en sentirse agraviados como colectivo en varios aspectos y sobre todo, de manera continuada (esta es la razón real del independentismo, la continuidad).
En Cataluña, hay un sentimiento de colectividad que no percibo en el conjunto de España, y precisamente, creo que esta es la clave de que sea una región próspera, moderna y con ilusión de futuro.
…y con una deuda que triplica la de la Comunidad de Madrid. Deuda, por cierto, que pagamos todos los españoles (catalanes incluidos).
Tus últimas dos lineas merecen ser enmarcadas en la casa de Los Morancos, Benny Hill o no sé bien qué más, de verdad que me he echado unas risas muy afradables. Gracias
Lo has pillado. El entuerto es fácil de resolver. Primero hay que entender el porqué de las cosas. A ojo de buen cubero, la mayoría de independentistas no nos sentimos muy cómodos con el concepto de nacionalismo, sin embargo, nuestra relación histórica, sociocultural, administrativa y económica siempre ha dejado bastante que desear. Es por ello que sólo siento cariño por mis amigos españoles, pero ninguno por la idea de España. Por favor, quiero el divorcio. No quiero pertenecer a ningún club donde me cueste pagar una cuota más alta que la de cualquier otro socio. Catalunya aporta el 20% y recibe el 9,5%. No hase falta disir nada más.
Primero, me gustaría que concretases cosas como «la relación sociocultural», porque no acabo de entender cuál es la opresión que ejerce el Estado en este momento en ese sentido. Yo sí te puedo poner ejemplos de «opresión sociocultural» ejercidos por la Generalitat. Lo digo sin acritud, eh, con verdadera curiosidad por saber tu respuesta.
Segundo, no sé si en ese 9,5% contabilizas todos los gastos del Estado que si bien no se invierten directamente en Cataluña, sí revierten indirectamente en ella, o habría que añadir como gasto en una Cataluña independiente. Hablo de gasto del Ministerio de Justicia, Ministerio de Defensa, Asuntos exteriores, etc. Y eso son muchos miles de millones.
Y tercero, «Cataluña» no aporta nada, lo aportan los catalanes. Si Messi paga 25 millones de euros a Hacienda no los paga Cataluña ni los pagas tú, los paga Messi. Y dentro de los catalanes, no sé si tú ganas mucho o poco. Si ganas poco no estás «pagando ninguna cuota», estás recibiendo ya más de lo que aportas, y si ganas mucho me temo que en dos años querrás otra independencia, porque seguirás en un club donde pagarás una cuota más alta que otros socios, ya que seguirá habiendo catalanes más pobres que tú.
Un saludo.
La única nación q existió existe y existirá es la nacion Europea, el único futuro real y deseable.
El nacionalismo español, castellano o catalán, son pasado. Recuerdalo cuando vayas a votar las próximas elecciones autonómicas anticipadas.
El separatismo catalán es una farsa, puro agit prop, marketing y publicidad diseñado desde la generalitat y alimentada por medios de comunicación subvencionados con millones y millones de euros que salen de nuestros impuestos. Un lavado de cabeza sin parangón, pura manipulación q surge desde el peor monstruo de la política moderna, el nacionalismo, la ideología del odio.
Lo has clavao. Fascismo 2.0.
Tienes razón. No había caído en la cuenta de que los catalanes no tenemos capacidad de raciocinio.
Lo siento, pero es que esto de las masas humanas perfectamente organizadas formando figuras geométricas o lemas, portando banderas y coreando himnos, normalmente ha significado lo que ha significado y se ha usado para lo que se ha usado. Para sembrar odio.
Todos somos manipulables. Los catalanes, los madrileños y los pacenses. Tampoco en eso sois distintos, lo siento. Lo que pasa es que en unos sitios se destinan ingentes recursos a hacerlo (porque hay intereses políticos) y en otros no.
Y eso de que estas cosas no se hacen contra nadie no te lo crees ni tú.
Es curioso que salten «ahora» con el tema de «los lazos efectivos» en un país, España, que todavía no ha sido capaz de cerrar el tramo franquista. Vamos, uno que es catalán y tirando a «indepe» tiene familiares que no se hablan desde hace mucho tiempo (mucho antes de todo el «lío secesionista» actual).
El tema de la «manipulación» también tiene injundia. Mas allá de la respuesta random tipo «VIAJANDO» (como metáfora o como algo real), ¿alguien puede explicarme como se evita esa «manipulación»? ¿Como diantres es posible que unos catalanes que viven en Cataluña y son sometidos a esa manipulación, voten al PP? ¿O a Ciudadanos? ¿O al PSC? ¿Donde empieza la frontera de la «manipulación»? ¿Esa frontera es limítrofe con la frontera de los principios políticos de cada uno? ¿Donde venden los gorros de papel de plata para evitar la «manipulación»?
No tengo ni idea de que pasará. Me gustaría creer que una separación, quizás, serviría para de una vez, centrarnos en lo que nos gusta de unos y de otros. Que la distancia nos permitiese ver el bosque. Que quizás años después de una separación, pudiera existir una nueva unión. Basada en lo que nos une, en lo que compartimos. Quizás, a veces, una ruptura es necesaria.
Después esta el tema del Gobierno Español. Su capacidad para dar lecciones de como se deberían hacer las cosas y su negación por querer cambiar la Constitución. Que esa cuadratura de elementos, quizás, es un poco loquer. Saber como se deben hacer las cosas, pero no querer que se produzcan.
bueno depende el levado de cabeza q te hayan hecho y el nivel intelectual y de ilustración , mas nacionalista mas manipulado. El conocimiento es el mejor antídoto a la manipulación.
voltaire, date cuenta de que estás cayendo en todos los tópicos que cuenta el artículo.
Que pena que la realidad le corrijo. En todas las encuestas que se han hecho sobre el tema, el nivel de estudios era directamente proporcional al nivel de indpendentismo, mientras que el unionismo solo era mayoritario en la franja de nivel de estudios más baja.
Ojo!!!! Esto no quiere decir que todos los indep tengan estudios superiores, ni a la inversa! En todas partes hay de todo, por supuesto. De hecho, la clava el articulista cuando habla de los intelectuales catalanes unionistas.
Lo que quiero decir, es que sí, que el conocimiento es el mayor antídoto a la manipulación, como ud bien dice. Quizás por eso, a mayor conocimiento, más independentismo.
El atractivo del mensaje independentista es que es una promesa de ir a la tierra prometida, al jardín del edén. Tan simple, tan falsa pero tan efectista. Y nada nuevo. Desde el inicio del nacionalismo, hace siglo y medio en Cataluña, se ha venido insistiendo en que los catalanes son víctimas de su dependencia del gobierno español. Parece como si todos sus males provenieran de decisiones que se toman desde «Madrid». Es absurdo. Cataluña está mal porque, al igual que en otros sitios, los gobernantes catalanes lo han hecho mal. Ellos también se han embarcado al pelotazo, al ladrillo fácil, a lucrarse por detrás entre cajas de ahorro, políticos y empresarios. Oficina de CiU embargado (¿culpa de Madrid?), familia Puyol enriquecida, con ingresos millonarios, cuentas en Suiza, ITV’s y colección de cochazos (¿culpa de Madrid?), el Palau y el Millet (¿culpa de Madrid?), el caso Adigsa y el FAMOSÍSIMO 3% (¿culpa de Madrid?). Deuda exhorbitada en tiempos de CiU y disparada por el tripartito (¿culpa de Madrid?). Y ahí están las entidades de acción social esperando recibir subvenciones ya concedidas pero no pagadas, con problemas para mantener servicios sociales básicos, con TS, psicólogos, educadores con un pie en la calle… o problemas para mantener comedores de los colegios o el número de familias que van entrando, en esa zona de España, en extrema pobreza (¿culpa de Madrid?). Entiendo que crean esa promesa del edén, son muchos años con la misma cantinela, acordaos del discurso de Azaña en la 2º República, con Ortega y Gasset en el otro bando, y cómo Azaña, otrora gran defensor, acabó harto y desesperado. Por eso no hace falta inventar la rueda. Así que las razones del encanto son obvias. Y al autor le doy la razón en que desde el resto de España nos andamos creyendo que es una cuestión de identidad, de patria pura y dura. No, es solo la venta de un sueño. Falso pero ilusionante. Por eso comparto con él en que habría que volver a ilusionar a la gente con la idea de España. Pero no para cambiar un sueño (catalán) por otro (español), sino para olvidarnos de este tema y dedicarnos a los problemas de verdad: corrupción política y empresarial, participación y democracia, libertad, legislación justa y propiciadora de progreso y oportunidades, jueces independientes…
Estando de acuerdo en ciertos aspectos del texto difiero en lo siguiente:
El Gobierno no es que no esté entendiendo el problema catalán, si no que ha optado por no hacerle más caso al hijo rebelde y toca huevos que a los demás hijos, no entra al trapo de hacerle más caso al más pesado. Y a mí eso no me parece mal. Busca la igualdad de trato a todos. (Aunque unos, a la vista está, se creen más que otros)
También dices que España no ha sabido estos años crear “españolía”. Yo me pregunto cómo vas a crear “españolía” cuando la educación está en manos de las comunidades autónomas, y los colegios, los niños, bombardeados por profesores afiliados al Bloque Nacionalista Galego, PNV y CIU. Y creedme, hablo con conocimiento de causa. ¿Cómo creamos así españolía? ¿Con un speech de Mariano sobre España una vez por semana en prime time? La única manera de hacer españolía es como hacen en USA, todos los niños a cantar el himno al principio de cada clase. Suena triste. Pero es así. La mano que mece la cuna, es la mano que domina el mundo.
P.D. Lo de llamar Madrid al Gobierno Central no sé si pretende ser un eufemismo pero realmente suena bastante paleto.
Jajaja muy bueno
Menuda basura de texto. Es decir, que una periodista no puede preguntar de forma insistente a un entrevistado por algo en lo que ella no crea. MANDA HUEVOS!
“Oiga, Rajoy, yo no creo en su programa político, así que aunque estamos en una entrevista en periodo de campaña, no me hable de él.”
Cristian, pon un poco de sentido común a tu artículo. Has conseguido que dejase de leerlo tras seis párrafos.
No puedo estar de acuerdo con la interpretación que haces de la entrevista, en cuanto a la posición de Ana Pastor. El hecho de que ella no sienta un fervor nacionalista por España no significa nada a la hora de criticar la forma en la que el nacionalismo catalán se esta extendiendo entre una población que hasta hace un lustro era indiferente. En otras palabras, como persona ajena al nacionalismo de cualquier signo lo que estaba preguntando era si no se había -siguiendo con la metáfora taurina- usando la bandera como capote para obtener un rédito político. No hay que olvidarse de que Artur Mas era prácticamente un cadáver político hasta que se volvió más independentista que nadie.
Es como si yo, que soy andaluz y no especialmente afín a ninguna idea nacionalista, por el hecho de no estar encantado con España o con Andalucía no tuviese autoridad moral para opinar sobre los nacionalismos catalán o vasco. Es decir, según tu la única forma de estar legitimado para oponerse a un nacionalismo cualquiera es ser un nacionalista convencido del signo contrario.
Pues oiga, no. A mi que me hablen en otros términos: Más libertad, racionalismo científico, humanismo, prosperidad, política de calidad. Esa es la respuesta a mis problemas, no la idea abstracta de una nación.
Yo entiendo que es mucho más difícil que a alguien se le ponga dura con estas cosas que con una idea decimonónica e irracional de la patria, pero eso solo quiere decir que la política en este país (estos países?) esta a la altura intelectual del Fondo Sur del Bernabeu durante un derby, así que no entiendo a qué viene esa pretendida superioridad intelectual del catalanismo.
Por supuesto, no vivo en Catalunya, así que igual algo se me escapa. Igual detrás de la bandera os prometen un Shangri-La de modernidad y prosperidad que deje a Luxemburgo o a Suiza a la altura de Mozambique. Si es así, estaré encantadísimo de retractarme y pediré lo mismo para mi región. Si no, que os aproveche la bandera.
Dicho esto, soy 100% favorable a que se haga el referéndum. Faltaría más.
Momentos estelares de la humanidad: el advenimiento de Cataluña.
Si se cumple la profecía y Cataluña se independiza, al menos, nos quedaremos tranquilos.
Que España no haya creado una épica de sí misma lo convierte, en mi opinión en uno de los mejores países del mundo. Que sus ciudadanos sean poco nacionalistas es una gran noticia y que su himno no tenga letra es una suerte para la lírica mundial.
Pero que ha habido una manipulaciòn de la gente en Catalunya me parece innegable. No hace falta ser imbécil para que te manipulen. Hay una técnica a la que hay que ser casi un shaolín para resistirse si te lo repiten constantemente: «tú eres maravilloso, único, y todo lo que te pasa viene de fuera. Rompe con esos factores externos que te están jodiendo y tu verdadero potencial saldrá a la luz». Y eso se lo están repitiendo a los catalanes hace ya tiempo. Y si alguien lo duda, que vea TV3. Quevea el tercer grado que le hicieron Rahola, Antich y Nadal a Albert Rivera. Y así todo el día.
Los catalanes han decidido creerselo. No son imbéciles, pero en este panorama de la puta crisis por lo menos se han aglutinado en torno a una idea ilusionante, que es mas de lo que puede ofrecer Rajoy a los españoles.
Porque cuando entras a hablar con uno de losmindependentistas sobrevenidos que abundan últimamente ves que en realidad argumentos tiene pocos, lo que tiene son emociones. Tampoco es que yo tenga muchos argumentos para que se queden, la verdad.
Pero me parece una manipulación colectiva de manual, qué quies que te diga, Cristian. Y yo sí opino que por fin este puto país ha tenido cierta paz y estabilidad un tiempo con el actual sistema, en un país que ha tenido una media de un conflicto civil de algún tipo cada 80 años.
España si ha creado una épica de si misma, y de qué forma. No hay mas que leer los manuales de Historia del Franquismo para encontrarse a España definida como una «unidad de Destino en lo Universal» y otras pamplinas rimbombantes por el estilo. Obviamente es una épica tan incoherente, histérica y maniquea que no resiste ningún análisis histórico decente, y por eso ya no es válida en términos oficiales. Lo cual no quiere decir que mucha gente no se la siga creyendo.
Creo que, obviamente, Arkaitz se refiere a que España no ha «creado una épica en sí misma» en democracia. Cosa que los nacionalismos (aprovechando que tienen la competencia en educación) sí han hecho.
¡A ver! Espero que no sigais pensando que en Madrid o en España seguimos estudiando historia con libros franquistas … La épica española esa de la que hablais, que existío, estaba condenada al fracaso porque era una imposición y, para muchos, una humillación. No ha sobrevivido a la muerte de Franco salvo en determinados sectores.
Esta es la gran razón por la que muchos españoles no se identifican con la idea de España; la segunda, como ha dicho alguien por ahí, nace del fracaso de la izquierda que, en su afán por desmontar este mito fascista, no ha sabido crear un concepto de España claro, cercano y real.
Por cierto, en Madrid no está bien visto ir por ahí de español, eso solo lo hacen los que se colocan las pulseritas roji-gualdas (creo que se escribe así)
Yo no creo nada (empezando porque soy andaluz y profesor de Historia, así que ya me hago cargo de que libros se usan)
Pero el hecho de que España en tiempos pasados se ha creado una épica como cualquier otra nación europea de su época es indiscutible. Y la épica catalana también viene de esta época, solo que a diferencia de la española sigue vigente. Y no precisamente porque sea mas lógica o fiel a la verdad. Prat de la Riba afirmaba que ya los antiguos catalanes lucharon contra los faraones egipcios. Osea, que tela.
Por cierto, aquí dejo el enlace al articulo sobre el texto de cómo los catalanes lucharon contra el Egipto faraónico, segun Prat de la Riba. Si no fueran tan triste, hasta sería divertido.
http://www.revistaelobservador.com/opinion/42-pasados-presentes/8040-cuando-los-catalanes-se-enfrentaban-a-los-faraones-egipcios-y-otras-notas-tristes
En el 2016 serán justo los 80 años desde el 36. Todavía estamos a tiempo de cumplir la media.
es verdad, vivir en un pais tan poco nacionalista es una bendición. Bueno, era, ahora en Catalunya tenemos banderas y demostraciones patrióticas cada cinco minutos, una tortura. Y totalmente deacuerdo en lo de la manipulación,
Chapeau. No podría haberlo dicho mejor en cien vidas.
Cuando España crea épica, caga fascismo.
Ese es el verdadero problema de España.
No quien tenga las competencias de educación.
En un artículo de Cuya en El País de ayer, hay una frase demoledora:
¿Resulta normal que, ante el reto del 9-N, exista mayor diversidad de posturas explícitas y publicadas en un departamento universitario de la UAB —el mío, sin ir más lejos— que en toda la universidad española, de la que no ha emanado ni un solo papel favorable al derecho a decidir?
Los españoles que reflexionen sobre eso.
No puedo reflexionar si no entiendo bien lo que me dices. Pues en la universidad de Barcelona habrá una pluralidad acojonante, pero pon TV3 y verás lo que es la tele de un régimen.
Es fácil: al resto de la universidad española se la trae al pairo y no está por la labor de que el nacionalismo le marque sobre qué tiene que escribir. Ya está bien de que Cataluña marque la agenda de este país: no son más altos ni más guapos y sin pagan el 20% y reciben el 9% es el mismo caso que Madrid o Baleares. Si las empresas, que no las personas, ganan más es porque los andaluces o asturianos compra Seat y longanizas Tarradellas.
Ya lo creo que la España actual ha intentado crear una épica desesperadamente; otra cosa es que lo haya conseguido: la Transición o la mayor ocasión que vieron los siglos, Suarez o el Hombre Providencial, o el Rey Juan Carlos como Hombre Providencial (pues el relato tiene variantes), el 23-F o el descenso a los infiernos, 1992 o cuando el mundo llamó a las puertas de la nueva cenicienta. Pero los mimbres no han sido propicios. El relato no termina de gustar. De ahí que se deba echar mano de La Roja y otros subproductos para salir del paso. Pero los intentos para generar épica son persistentes, de igual forma que su fracaso.
Catetos, chulos, malos, ignorPUJOLISMO
En cuatro palabras, FE-NO-ME-NAL !
El párrafo que define «España, en definitiva, es en la actualidad poco más que un ordenamiento jurídico granítico bajo el ala de una monarquía medieval defendida por un ejército de abogados del Estado dispuestos a tirar del campanario a la primera cabra que se salga del rebaño. Del Tribunal Constitucional ni hablo que me entra la risa tonta.» es un destilado que define perfectamente la situación. No se puede decir mejor.
Ah, por cierto, mi simpatía infinita con el sufrido y bravo conjunto de la ciudadanía madrileña que ha de pechar con las élites dirigentes y aguantar sus coches oficiales, escoltas y saraos varios. El Madrid real esta fuera de los despachos y las alfombras mullidas de las sedes oficiales.
Y la Cataluña real? Ande está?
Pues igual que la Extremadura, Asturias, Castilla, o …(ponga aquí su autonomía o pequeña patria favorita) real y todos sus habitantes.
Buscándose la vida como puede, frito a impuestos, sometido a leyes desequilibradas, tragando bilis a carretadas, harto del mamoneo y la degustación de reales y muy altas almorranas y deseando que llegue el día en el que toque asaltar el Palacio (Real, de la Moncloa, de la Generalitat, Ajuria Enea, de la Zarzuela … ponga aquí su entidad favorita) para poder empezar a ajustar cuentas de una vez por todas.
Abur.
A por ellos pues!
Y lo conoces tú, gran maestro de la logia de la sociología.
¿Logia? No, por Dios, que soy fachilla….¿o es que no lo ves?
Una precisión a tu cita: metonimia, es decir, tomar la parte por el todo. España es un Estado mal gobernado y corrupto, luego España entera es una entelequia que se derrumba. Es muy probable que los españoles no entendamos lo que ocurre en Cataluña, pero veo que a muchos catalanes les pasa lo mismo con España. Los hay que sueñan incluso con la desaparición del Estado español tras la independencia de Cataluña, País Vasco, etc.
Lo que no sé es que interés personal tienen en ello porque a mí como le vaya a una Cataluña independiente me da igual: tengo claro cuáles son mis problemas y mis necesidades. Regeneración democrática, tabula rasa.
El problema es que construir un relato atractivo para los ciudadanos no-castellanos, es una tarea difícil. Las gentes de Madrid ( y sus extensiones hacía el sur y el norte) se mueven entre tres polos: un españolismo mal entendido (Castellanismo) cerrado, inculto y retrógrado (realmente minoritario), una cierta indiferencia aunque con muchos tintes de castellanismo pasado, y una auténtica indiferencia hacia el hecho «nacional». Es decir, es prácticamente imposible que ninguno de estos grupos pueda comprender las reivindicaciones nacionales de Cataluña. Los unos, por construir su identidad sobre la uniformidad, y los otros porque no entienden de reivindicaciones identitarias.
Hablo el sociólogo. Punto pelota
Ójala pintara tanto Castilla como algunos la temen. Ni que viviéramos en el XVI, joder.
Este artículo apunta a lo que en mi opinión es la única solución a largo plazo sin independencia, claro está: transferir el poder estatal de Madrid a Barcelona, es decir, catalinizar España (pero no a lo Aguirre). Creo que detrás de la mayor parte de reivindicaciones catalanas mayoritarias hay más un reclamo de co-decisión a nivel estatal que de cesión de autonomía. Una combinación de ambas, es lo único que podría salvar el concepto de España. Pero visto lo visto, no esperen demasiado.
Y si los gallegos, extremeños, asturianos, murcianos, aragoneses, etc, también quieren co-decidir ¿cómo hacemos?
Por otra parte, todos co-decidimos. Se llama elecciones generales. En ellas creo que votan los ciudadanos catalanes, igual que el resto. ¿O no ha condicionado en numerosas ocasiones CIU la política nacional desde su representación en el congreso?
Es que nadie explica por qué tenemos que tratar a los catalanes (o a los catalanes de piel fina como la seda más fina) como si fueran otra cosa que ciudadanos españoles.
Lo más jodido del asunto es la del tiempo que pasamos dándole vueltas a un problema sin solución, cómo si no tuvieramos otros, o como si el resto de CCAA no se merecieran la misma atención.
lo podías haber dicho más claro, pero no más alto. Quereís poder. No dinero, poder. «Descastellanizar» España para catalanizarla.
Una manera sencilla de revertir el problema porque entonces seríamos los demás los que nos querríamos ir de ese Estado, ¿no te parece?
Pues mira que bien le ha ido a catauña «catalinazarse» estos 40 años….
Con el torrente de simpatía que los catalanes habéis cultivado en el resto de España (el estado español, para vosotros) seguro que ésa iba a ser una solución pacífica y de consenso. Lo que hay que oír.
Yo pensaba que el poder estatal y la «co-decisión» estaba más o menos repartido entre todos los ciudadanos de España, mejor o peor, y que lo que hay en Madrid son las instituciones físicas, que es distinto, así que no entiendo si en Cataluña queréis eso, que os pongan la sede de los Ministerios y el Parlamento (ya puestos yo haré campaña para que también me los traigan a mi pueblo, que también tengo derecho) o realmente buscáis el poder del Estado entero, que es algo que empiezo a sospechar cada día más.
En cualquier caso, si esa es la solución sin independencia, creo que es peor el remedio que la enfermedad.
Cristian Campos ,vente un poquito por Madrid, que veras que no nos comemos a los catalanes , e incluso los tratamos bien y con amabilidad. He oido de gente de Madrid que tiene hasta amigos e incluso familia catalana , pero eso ya…..no se si creermelo.
Estoy contigo Roberto.
Viajar tiene eso, hace ver las cosas con menos estrechez de miras.
La única verdad es la realidad. ELECCIONES AUTONOMICAS ANTICIPADAS,
ES HORA DE DESPERTAR, TODO FUE UNA FARSA, UNA GRAN CORTINA DE HUMO.
Querido Cristian.
Alguna consideraciones que creo necesarias, ya que, hay algo de tramposo en parte de tu argumentación.
Dices: «En otras palabras. Cuando un español siente indiferencia hacia la idea de España, está ejerciendo su libertad personal a sentir lo que le sale de las gónadas. Cuando es un catalán el que siente exactamente esa misma indiferencia, está siendo manipulado.»
No es semejable el sentimiento de indiferencia del «español» al sentimiento del «catalán» hacia la idea de España. El «catalán» al que te refieres, siente la diferencia. Siente ardor patriótico que según tu le falta al «español», no por España, sino por Cataluña.
Y una última cuestión, ya que no quiero hacerme pesado, pero tu artículo daría para todo un libro o para ignorarlo. Queda muy poético lo del iPhone, pero, cualquier niño de P3 sabe que el iPhone, que como única cosa salvarías de un incendio y que llevas en el bolsillo no es fruto de un artesano; es fruto de unos cuantos seres humanos de la otra parte del mundo, que sin derechos, cobrando una miseria por subsistir te lo ensamblan en una cadena de montaje. Dice la reseña sobre ti que eres periodista, demuéstralo con hechos. Por favor, revisa el significado de las palabras que utilizas. La palabra y la capacidad de utilizarla de acuerdo con los significados que nos hemos dado todos, es de lo poco que nos diferencia de la bestia.
Recibe un cordial saludo.
Lo que resulta risible es el estúpido prejuicio de que en Madrid no nos enteramos de lo que pasa en Cataluña y ahí sí. Es como decir que en los prolegómenos de la Alemania nazi los británicos no se enteraban de lo que pasaba y los alemanes sí, cuando era todo lo contrario.
Por supuesto que en Cataluña hay mucha gente que tiene un sentimiento de pertenencia y una gran desafección. Pero de pertenencia a una ficción (los catalanes son menos corruptos, más cultos, más modernos, más europeos, más trabajadores, más demócratas, más tolerantes que los mesetarios) y una desafección hacia otra ficción (los españoles son vagos, incultos, autoritarios, del PP-franquistas, genocidas, ladrones, genocidas otra vez). Esta desafección, en mayor o menor medida es compartida por la mayoría del resto de los españoles, pero, gracias a Dios nos libramos del estúpido y falso supremacismo independentista local. Y eso es de lo que no se enteran en Cataluña, de que la imagen que tienen de su comunidad es dañinamente falsa. Y por supuesto que esas ficciones catalanas vienen de la manipulación de los medios de comunicación y la enseñanza, porque ¿dónde están los estudios científicos que demuestran que Cataluña es más X que España de forma significativa, y de que lo es más que todas las unidades análogas de España? En ningún sitio.
Lo que más me jode es que aquí va a pasar lo de siempre; unos iluminados lideran a la masa hacia el abismo y lo pagaremos los de siempre, o muchos más, porque ya veremos cómo queda la UE a partir de la independencia de Cataluña, y cómo quedan después los países tras la desaparición de la UE.
Y un pequeño recuerdo para los rojetes, esos que se reían del «comando Dixán» antes del 11m y que luego se reían del «España se rompe» antes de lo que va a pasar… sois gilipollas.
Allá vamos, otra vez cuesta abajo en la montaña rusa de la historia. Y que se salve el que pueda.
Un saludo.
“España, en definitiva, es en la actualidad poco más que un ordenamiento jurídico granítico bajo el ala de una monarquía medieval…»
Que España existe desde un punto de vista sentimental, no necesariamente patriótico, es una obviedad absoluta. Como vasco vasquista no nacionalista, no comprendo por qué es tan difícil defender tu cultura en un país descentralizado como España y, al mismo tiempo, aceptar con agrado que se pertenece a un conjunto más amplio del cual se forma parte a infinidad de niveles. Lazos económicos, históricos, administrativos, y también emocionales.
Si mañana me voy de vacaciones a Pekín y me encuentro en el hotel con un señor de Oviedo, de Cáceres o de Cádiz, hay que ser bastante obtuso (o proponérselo muy fuerte) para no ver que es tu compatriota, que compartes cosas de primeras, que en principio te vas a comunicar más fácil con él que con un ruso o un francés, que vienes de un mismo entorno cultural/social. Todo eso, este ejemplo chorra, es España, no la administrativa ni los abogados del Estado ni no sé qué fantasmas sino lazos reales, y no hace falta ser súper patriota, ni nacionalista centralista español ni siquiera creer que España es un país maravilloso para ver estas cosas.
En fin… Que la idea de España como nación ha sido un fracaso ya está claro (aunque me atrevería a aventurar que a ver qué idea es capaz de aglutinar a las sociedades ibéricas que nos componen bajo un mismo destino si no somos capaces de llevarnos bien ni con el pueblo de al lado), pero de ahí a generalizar… España no tiene culpa de nada, en todo caso los españoles, por no ser capaces, efectivamente, no ya de caer en el ridículo del nacionalismo que lo hacemos fenomenal, sino de crear un cierto apego al país en el que hemos crecido y de respetar los logros que se han tenido, que pareciese que todo ha sido fracasos.
La gente de Madrid no somos idiotas, y si no hemos comprendido lo que ocurre en Cataluña es porque tampoco los catalanes se han molestado en explicarse con calma. Han dado por hecho en gran medida que Madrid odia a Barcelona y ya está. Que ellos son más listos, más libres, más demócratas… Como si Rajoy no nos gobernase a todos igual (de mal). Se sorprenderían si les dijese que hay una gran parte de madrileños que están a favor del referendum, e incluso otra menor a favor de su independencia (sin odio, así en plan solidario oye, y son castellanos y todo).
Al final es una cuestión de propaganda que los gobernantes españoles han perdido desde el principio. Ser catalán independentista mola. Ser español es una vergüenza. Pues mira tú por donde que yo no siento ninguna vergüenza por ser español, y que nuestros problemas los quiero solucionar y seguir adelante, no cerrar el chiringuito ni repartirlo entre los hijos restantes. No me extraña que los extranjeros no nos hayan entendido nunca. No es que no demos nuestra sangre por España (normal), es que ni siquiera queremos levantar el culo de la silla por ella.
«¡Qué asco de país!», «España da vergüenza»… Los líderes políticos españoles pueden ser corruptos, sus medidas ser terribles, su política de creación de un sentimiento nacional fracasada… Pero eso no justifica que tú no sientas nada por tu tierra. Al margen de nombres. Ese fracaso es personal, no del politiqueo. Yo tampoco daría mi familia o mi vida por salvar una idea nacional, pero eso no implica que no me duela el ver a mi país desangrarse. La diferencia es que la mayoría han optado por asimilar los males del país por su conjunto, incluso su concepto, y huir de aquí soltando pestes. Prefiero quedarme y hacer de este un sitio mejor, disculpen mi osadía y falta de entendimiento. Quizás sería más práctico huir y solicitar la nacionalidad noruega, pero vaya, de idealistas está el mundo lleno.
Conclusión: la culpa es de Madrid. Corrijo: de la gente de Madrid. El votante catalán no es gilipollas y manipulable, lo es el de Madrid.
No la comparto en absoluto pero reconozco que el texto ofrece argumentos de sobra para el que esté de acuerdo con la conclusión.
Sólo ha faltado citar al responsable de la frase «España es un concepto discutido y discutible». José Luis Rodríguez Zapatero cometió un grave error creándola; no cometamos el error de dejar que se convierta en una frase anónima.
Me gusta mucho el artículo pero creo que peca, en un punto concreto, de buenismo. Un buenismo generalizado a la hora de analizar a la derecha-elitista-española:
«¿Pero cómo pueden no verlo?»
Sí pueden verlo. Lo ven. Son conscientes. Pero actúan en consecuencia de sus creencias. Creen que lo que hacen es «lo correcto». No es un ADN que les impide actuar de otra manera, no. Es que es su ideología. Lo ven, pero para ellos, están equivocados.
Yo vivo en la periferia de la periferia castellana, según la cosmografía que utilizáis. Tampoco tengo grandes ansias patrióticas. Me pasa como a Ana Pastor. Pero de eso no puedo inferir que haya que quebrar el país, levantar fronteras, y que un político paleto me diga, que una vez conseguida la independencia, Cataluña tendrá la misma relación con lo que quede España (sic), que con Chile u Holanda. Con un par.
O que me digan que para quedaros tranquilos, hay que catalanizar España, como si fuerais ciudadanos de una categoría más elevada que los demás (esa puta manía de sois especiales), o trasladar el eje de decisión a Barcelona. Como si eso fuera garantía de solución de los problemas.
Lo que seguro no lo es es mandar al carajo la convivencia, hundir en la miseria a todo Dios (parece ser que coincidimos en que las consecuencias económicas son catastróficas) en pos de no sé qué sueño patriótico. Eso sí, aunque se quiere iniciar un camino distinto, luego te dicen que hay cosas que no deberían cambiar. Será por defender los cuarenta y pico mil millones que Cataluña vende al resto de España todos los años. Que como compatriotas no valemos, pero como clientes somos cojonudos.
Que hay que limpiar los establos de Augías lo sabemos todos. Pero que en vuestra parte del establo os llega la mierda por las ingles, también está claro. Así que lo de convertiros en Suecia de la noche a la mañana, yo no acabo de verlo. No sé cuantos de vosotros le compraríais un coche de segunda mano a Mas. Pues pararos a un momento a pesar que lo que os está vendiendo (en comandita con los de ERC) es mucho más importante.
joder, linea por linea oiga, tal cual.
Con lo de Suecia al día siguiente es de flipar la cantidad de gente que se lo cree.
Me habría gustado que se desarrollase la aprte esa de que «a la España de Jerez, Oviedo o San Sebastián me apunto, pero a la de las élites castellanas no porque son la España de la Corte» (¿!?)
¿Acaso no hay élites en Jerez? ¿Realmente los de Oviedo tienen una idea de España diferente de la de los de Burgos? De la idea de España que puedan tener en Donosti ya ni hablamos…
En fin, que sigue desprendiendo tufo a que «Madrid» es un agente externo, y que en la Meseta se vive de puta madre con los leuros expoliados.
Así que sí, eso se cura viajando a cualquier depauperado pueblo castellano.
Y hablando del nacionalismo, ¿por qué el discurso opuesto a
la solidaridad interregional de la Liga Norte –ni un céntimo a la “Roma ladrona”
ni a Nápoles, que es más o menos lo que dice Ciu y Erc pero cambiándolo por
Madrid y Extremadura y Andalucía se califica en todo el mundo de extrema
derecha pura y en Cataluña hay muchos que quieren pasar por izquierda?
Y más aún, cuando su parafernalia de manifestaciones ultradisciplinas
haciendo figuras geométricas,
muchedumbres ocupando plazas, reclamaciones plebiscitarias y amenazas de
saltarse la ley lo que más recuerda es cierto tiempos oscuros de este país, al
franquismo, para ser más exactos. Lo que por otra parte no resulta tan raro: se
pueden encontrar listas de internet con decenas y decenas de antiguos altos
cargos franquistas que se integraron en CIU durante la Transición. Al final el
más espantoso nacionalismo español ha encontrado sus herederos naturales en los
nacionalismos periféricos.
Como escribió elseñor Azua, el discurso del
nacionalismo se basa en convencer a la gente que sus problemas no los provocan sus
opresores directos, quién mandan sobre ellos, es decir, en Cataluña, las clases
altas catalanas, que han nacido allí y hablan su idioma y siguen mandando como
mandaban durante el franquismo, sino unos señores extrañísimos que viven muy
lejos, en un lugar al que se refieren como si fuera Mordor o la Estrella de la
muerte que se llama Madrid. Vamos, un discurso de extrema derecha.
Nada va a cambiar, siguen siendo vigentes los clásicos versos de Joaquín Bartrina del Siglo XIX:
«Oyendo hablar un hombre, fácil es
saber donde vio la luz del sol
Si alaba Inglaterra, será inglés
Si os habla mal de Prusia, es un francés
y si habla mal de España… es español.»
Lo cual me parece bien. A mí me mola no tener relato colectivo, ni letra de himno ni tramas afectivas ni mandangas. Como decía Bismarck:
«España es el pais más fuerte del mundo, los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido.»
¡¡INDEPENDENCIA PARA ESPAÑA!!
¡¡ INDEPENDENCIA PARA ESPAÑA !! ¡¡IPSO FACTO!!
¿Algún día alguna crítica a España llegada de Cataluña tan bien construida como esta obviará el concepto de «Madrid» y caerá en la cuenta de que parte del problema español se ha generado también en territorio catalán y con personas catalanas? Es una pena, porque el análisis es certero como él solo, y estoy prácticamente de acuerdo con él, pero cae en viejos tópicos de la semántica catalana y, encima, cree que los salva con un «¿creían que este sería un artículo partidista?». No lo es… pero lo roza. La dicotomía España-Atrasada y caduca/Cataluña-Dinámica y futura, se rebaje más, se rebaje menos (como es el caso) es una falacia. Porque España es un anciano disfuncional, pero Cataluña es (o será) un anciano prematuro. Niego la mayor: el catalán no ha sido manipulado. Me inclino a creer que la torpeza política española (no «de Madrid») le ha agraviado, y en buena parte con razón para sentirse así. El mismo incapaz que hoy nos gobierna en 2006 recurrió por inconstitucional un Estatuto de Autonomía completamente constitucional, y lo hizo solo por réditos electorales que, para colmo, no le sirvieron de nada. Pero de ahí a creer que una independencia catalana va a subsanar los vicios y maldades propias de la idiosincrasia, no ya española, sino ibérica y mediterránea (absolutamente incorregible, y a los hechos y noticias, algunas de rabiosa actualidad, me remito) sí es muy infantil.
España no tiene asidero de orgullo nacional, cierto. Pero los asideros históricos a los que se aferra Cataluña son de una pobreza alarmante, habida cuenta de la manipulación. Porque ese mártir nacional definitivo que es Rafael Casanova, defendió Barcelona, no del español o de «Madrid», sino de un pretendiente frente a su propio Rey de España. ¿La rebelión de los Segadores? «Viva el Rey, muera el mal gobierno», todo ello debidamente instrumentalizado por Francia.
Si este es el corte de la identidad nacional – construir mártires -, el fútbol no parece tan mala idea.
Pero es cierto, España ha fracasado en constituirse como nación, gracias a militares y a curas – y a sus herederos, hoy – que la han convertido en un escenario añejo y cateto, una reliquia negra de siglos pasados. No es atractiva, y yo siento poco «amor» hacia ella. Puedo sentir apego, cierta sensación de lealtad mal definida, pero no amor inquebrantable; ahora bien, creo que es algo que no debería sentirse hacia ningún territorio. De chovinismos la Historia ya va suficientemente servida. Pasemos a otra cosa.
otro comentario cojonudo! Grande, DeBoers! Gracias por tu comentario
Tu interpretación histórica es tan manipuladora y españolista como un manual de historia franquista.
La Guerra dels Segadors que inicialmente es una revuelta social (donde se grita Visca el rei… pero se mata a su representante, el virrei) acaba siendo una apuesta separatista y republicana.
La guerra siguiente, la de Sucesión, no es de secesión -eso había fracasado, sino que es un intento de hacer más favorable al estado. De influir más en el estado. En esa tarea Catalunya tiene aliados españoles. I Casanovas se dirige a esos aliados. Aunque la resistencia de Barcelona es basicamente para intentar conservar los fueros y libertades (fineixi la nació amb glòria).
Voy a obviar lo de franquista porque roza la Ley de Godwin (versión patria, me inclino a pensar), y te voy a contestar en consecuencia bajo mínimos. Y sin llamarte nada, fíjate qué cosas.
Los Segadores: toda la apuesta que tú quieras, pero instrumentalizada (ojo, INSTRUMENTALIZADA, no CREADA) por Francia, en ese momento en conflicto por España por una cosita de nada llamada Guerra de los Treinta Años. Fíjate si le sacaron réditos nuestros vecinos que España tuvo que ceder el Rosellón, aparte de otros territorios. Fíjate que, precisamente, la rebelión acaba poco después de que la guerra se desinfle en Europa y Francia pierda interés en el tema. Venga, no me jodas.
La Guerra de Sucesión: poco que añadir, en vista de que tú mismo me das la razón. Sucesión, y no secesión. Rafael Casanova luchando por su visión de España como conjunto, por el que a él le parecía el mejor Rey de España, en tanto va a conservar sus privilegios como territorio (lógico, por otro lado, yo habría hecho lo mismo). Estamos de acuerdo, entonces, de que en este caso el instrumentalizado ha sido Casanova, convertido en mártir de una causa que no fue tal.
Ahora me vuelves a llamar (manual de Historia) franquista y todo lo que se te antoje. Pero me gustaría que leyeras mi primer comentario y, sesudamente, en la soledad de tu pensamiento, reflexionaras si esas cosas las diría un falangista/franquista. Si por reiterarme en una idea (que España es una ruina histórica, pero que Cataluña forma parte de ella, quiera o no, y lo será por idiosincrasia) mi interpretación es «manipuladora», no sé dónde carajo pones el corte.
Es que hay que joderse, «Historia españolista».
Que bruto oiga, lo que le ha dicho. Usando la lógica, será usted peazoehpañolista…
Querido Cristian:
Antes que nada, me ha llamado la atención que, al contrario de lo que suele hacer, este artículo está escrito con mucha pausa. ¿Dónde ha quedado su estilo de escribir a más velocidad con la que se piensa? Ay. A ver si es que se está usted reformando.
Estoy de acuerdo en casi todo. Es cierto que España es una idea descafeinada y desaboría. Pero quizá ahí podria haber residido su éxito de mamá osa que sitúa a todos en su regazo sin importar de dónde vienen, si el mundo no le hubiera salido tan real. Venimos exaltando la aldea desde hace décadas; diciendo que lo particular es más chachi que lo general y que el canto gutural de una aldea del Maestrazgo es mil veces más digno de estudio que esa mierda de Isaac Albéniz. Después nos extrañará que haya tensiones periféricas. Así lo llaman. Lo que más me jode de todo esto es que mi barrio – que es una nación- sigue oprimido y sin reconocimiento de su hecho diferencial. Hasta los de Badajoz están a punto de convertirse en imperio. De hecho, ya tienen una asignatura que es «Historia de Badajoz». Por ahí se empieza.
Pues normal, hombre. Las naciones necesitan de mitos -ridículos si se quiere-, pero mitos. No hay más que viajar un poco por el EE para ver que en el rincón más recóndito hay una pintada de que España no existe y que su pueblo es una nación equiparable al Imperio Otomano. Los mitos dan un pegamento necesario.
Somos quienes se descojonan de los yanquis que rinden culto a sus muertos en Omaha Beach todos los veranos. Con las banderas, los himnos, las medallas y toda la parafernalia. ¿Cómo vamos a existir?
Como decía Alfredo Landa en «La Vaquilla»: hace falta marcialidad.
Un abrazo.
¿Pero no eramos todos racionalistas, Cristian el primero? ¿Ahora tenemos que tirar de mitos?
Me aburre este arquetipo argumental, Cristian. Mencionas el argumento circular de la España eterna, pero manejas tú mismo otro muy presente hoy en día: «España es una mierda (inserte aquí su motivo personal) y contribuyo alegre y machaconamente a expandir esa impresión. Todo lo que hacen está mal, todo es cutre. Todo es lamentable. Me llama la atención, además, que todos los demás también dicen que es una mierda, pero ninguno tiene más razón que yo. Y desprecio con rencor furibundo al que asome una patita fachacastellana. Por lo tanto, como no pienso aportar nada más allá de esta crítica y desprecio, España es una mierda. Y Cataluña también, pero un poco menos.»
Luego, que si los catalanes no son imbéciles. No, lo somos los demás «que no entendemos nada». Bravo y pobres. Con el mantra de «nadie nos comprende» llevamos la vida entera igual. Una de dos, o los catalanistas son tan rematadamente incapaces que no saben explicarse ni aunque les vaya «la dignidad nacional» en ello, o tienen más cuento que Calleja.
Y cuando intentan explicarse, es todavía peor. Porque no saben hacerlo sin que les salga la vena supremacista de «es que soy especial, ¿sabes? Hablo un idioma distinto y eso me hace ser diferente.» Ya. Será eso. Y estos son los educados. Que luego están los que se autoimbuyen más europeísmo, cosmopolitismo, culturalismo. Claro, será por el iusnaturalismo. O el Caga Tió. O las macrodiscotecas.
Pero sí, sí. Está todo mal y que dure, que si no, ¿de qué voy a quejarme yo?
La sociedad española relegó sabiamente las bajas pasiones al fútbol, las danzas y la gatronomía. El nacionalismo español es producto de museo. Como lo es el británico, el alemán o el francés. Cosas culturales patrimonio del ámbito privado y que siempre debieran ser ajenas a la organización política. Un estado debe ser una cosa aséptica, racional y funcional.
El discurso emocional que parece echar de menos el autor no es un avance ni una superación, es sencillamente no entender que vivimos en el siglo XXI.
Aunque totalmente de acuerdo en que aunque mi familia, mi equipo de fútbol o la receta de paella de mi abuela sean algo privado, eso no quita que no las defienda con orgullo o encare emocionalmente a quien las desprecia.
Suscribo la idea del artículo. Es curioso que en toda la periferia seamos plenamente conscientes de la naturaleza del asunto catalán y en Madrid no se enteren de nada.
Y cuando digo Madrid, como todo el mundo, supongo, uno se refiere a las élites; que nadie se lleve las manos a la cabeza. Que como bien dice el texto, a la España cotidiana de las calles pertenecemos todos, pero quien puede quitarse de encima a esa caspa (que lleva adherida su relato nacional feo, congelado e intocable por nadie) se la quita; porque de eso se trata. El atractivo último de la independencia es que la idea de «Catalunya» refulge mucho más cuando implica quitarse a esa gente de encima, esa gente-idea-concepto de nación que todos visibilizamos muy bien en toda España.
Creo que si hay algo que ha quedado claro en el manicomio político ibérico es que las élites locales comparten totalmente los vicios y virtudes (si tienen alguno) de las centrales.
Ah, pero decir eso es «españolista»
Me reitero en que me ha parecido un excelente artículo. Y voy a abundar en que la situación actual esta presidida por el tacticismo y el cálculo electoral cortoplacista y no en la voluntad de darle una solución duradera.
Cuando en 2006 el PP presenta el recurso de inconstitucionalidad del Estatut consigue dos objetivos. Desgastar al ejecutivo socialista y aumentar su nivel de voto en el resto del territorio. Una vez alcanzado el poder, el tema de la independencia se convierte en el pasaporte del PP para mantener su predominio por muchos años. La ecuación es clara. Los votos que pierda en Catalunya, los gano, y de sobra, en otros distritos que, mira por donde, además tienen un coeficiente electoral más bajo (número de electores por escaño). Ergo mientras pueda sacar a pasear el coco catalán tengo garantizado el poder. Y algo parecido se podría decir de Convergencia i Unió. A mi que me cuentas de patrias y otras zarandajas, cuando lo que me interesa es seguir mandando.
Ahora bien si vamos a una solución a la escocesa las cosas son muy diferentes. Autorizo un referendum con todas las garantías, organizo una campaña para explicar las bondades de la permanencia, trabajamos una buena estrategia de comunicación, hago un par de gestos, dos guiños y… zas, la opción del NO a la independencia gana y dejo el tema solucionado por una generación, al menos.
Pero esta alternativa tiene un pequeño problema. Aquellos votos ganados en otras comunidades con el mensaje de enfrentamiento con Cataluña puedo perderlos, no gano muchos más en Cataluña y, mira por donde, por buscar el bien de la nación pierdo las elecciones.
Y eso nunca. Donde vamos a parar. Que al fin y al cabo España, y nosotros bien lo sabemos Mariano, no es más que nuestro cortijo particular.
Amén. Y la misma estrategia la ha querido llevar el Sr. Mas aquí pero, a diferencia del PP en el resto de España, CiU está perdiendo intención de voto a paladas. ¿Será que los catalanes no somos tan manipulables como nos quieren vender? A ver si nos queremos enterar de una vez que el movimiento independentista en Catalunya no tiene nada que ver con el Sr. Mas.
Y, por cierto, a los que piensan que nos manipulan en el colegio, en los medios de comunicación y tal, decir que en mi caso estudié en castellano, en la transición, y que el sentimiento independentista (que no nacionalista) me viene de leer y escuchar las barbaridades, no sólo de lo que escupen los dirigentes del PP y buena parte del PSOE, sino de lo que dicen en muchos de los medios de comunicación unionistas. Y, por supuesto, de muchos comentarios que los adornan con desprecio gratuito. Si España quiere que Catalunya no se vaya, va a tener que cambiar el tono. Claro que siempre es más fácil el tan ibérico «por mis cojones».
Al final la culpa de que los catalanes sean nacionistas sectarios va a ser de Mourinho…
Lo que sobran son los sectarios, todos, sin apellidos.
El autor se siente identificado con el concepto español en lo referente a San Sebastián, Andalucía o las Hurdes, por poner un ejemplo, pero no cuando se limita a la Corte Castellana, donde habitan las malignas élites. Me apunto. Pero por ser un poco justo, también podría hacer acto de contricción respecto a la Corte Catalana y sus «élites». Porque, vamos, en todos sitios cuecen habas. Y con todo mi respeto a Julia Otero y manifestantes de la Diada. Sí, señores. Hay mucho crédulo en el mundo, con espíritu crítico 0 y ganas de dejarse embobar con tal de llevar una camiseta a colorines o una figa colgada del cuello. A mi, como gallego, cantar mi himno en la Quintana y beber queimada me pone, lo admito. Y admito que me jode ver que en el Telediario de la 1 hablan del tiempo como si solo existiese la meseta. Pero de ahí a creerme que me voy a convertir en el ser más feliz del mundo poniendo una valla a lo israelita e La Canda y el Padornelo. Hombre, pues no. Será producto de la ESO, no lo sé. Pero es la realidad. Hay gente muy muy simple. Y Es muy fácil, muy fácil, vivir en los mundos de Yupi.
Dicho lo dicho. Invito al autor a un albariño y unos bruños de As Rías Baixas. Da gusto leer artículos que rascan la piel.
Comparo este artículo con otro publicado hace dos años http://www.jotdown.es/2012/11/el-yermo/ y veo un tono más atemperado. Seguimos con la cantinela de «las élites castellanas» pero de un modo más velado. Ya no hablamos de élites extractivas madrileñas que se llevan el beneficio del honrado y esforzado industrioso catalán que se gana la vida en el productivo arco mediterráneo, lejos del páramo, el yermo y desierto territorio castellano ¿Qué ha pasado? Ha pasado el 3% de Pujol y sus viajes a Andorra o Suiza. Qué cosa tan española, si parece salida de La Escopeta Nacional. A ver si España va a ser así de cutre no por Castilla sino por emulación de los modos superiores que operan desde tiempo inmemorial en «el arco mediterráneo». Esto, en la meseta, es lo que llamamos un bocachancla
Y otro chapeau.
Como cada día la pelota cambia de tejado…
Hoy podemos analizar el coste de la nueva terminal del aeropuerto de Madrid (el que no para de perder viajeros):
6000 millones
El coste de la T1 de Barcelona:
3000 millones.
La diferencia: el de Madrid fue financiando por Caja Madrid :-)))))))
La retórica del y tú más. ¡Qué cansinos, por dios!
¡grande, Antippasti! Dando en el clavo!
¡Qué aburrimiento, Campos! ¡Y qué cansancio mezclado con asco! Está tan claro que todo esto no es más que lo de siempre, lo de toda la vida; perros luchando a dentelladas para conservar entre los colmillos su trozo -cuanto mayor, mejor- de carne y todo bien maquillado con ideologías varias, no fuera a ser que la verdad pura y desnuda quedara patente en la refriega. La manipulación de TODOS nosotros y hablo en términos planetarios, es algo que empezó al tiempo que la lucha terrible por la existencia. Hace siglos que no escucho prácticamente a nadie; es casi imposible encontrar a alguien que no mienta ni remueva el fango para conseguir aguas turbias y revueltas en las que poder pescar. Razón por la que procuro mantenerme alejado de temas como este y otros de similar calaña. Por eso también, hago míos estos versos de William Butler Yeats que usted utilizó en una de sus impagables crónicas:
«Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad».
Por cierto. Leyendo la pancarta que sale en la foto se me ocurre otro detalle. Todavía no habéis conseguido la independencia de esta España tan pérfida y ya asomais la patita imperialista con la matraca de los paisos catalans. Un casus belli cojonudo.
La única idea atractiva de España para el nacionalismo catalán es aquella en la que se reconozca por ley que los catalanes son gente especial que merece un trato especial: o sea, privilegios que los no catalanes no puedan tener.
Todo lo que no se adapte a ello es facha, centralista, españolista, franquista, unionista, etc etc.
A muchos españoles no es que nos resulte indiferente que los catalanes se vayan o no. Simplemente, queremos que se vayan. La alternativa es un Estado asimétrico cuyo objetivo primordial será procurar el bienestar y satisfacción de los catalanes; los intereses de los demás son prescindibles.
Después de intentar refutar algún comentario, he leido el artículo de este crack y vaya tela, Cristian Campos, mejor habías quedado de comentarista pseudo-liberal de esta publicación, porque con este patético artículo ya te puedes limitar a opositor a funcionario de la prensa subvencionada de CataluNYa, como escriben los ignorantes de la lengua castellana. De verdad, si te has quedado a gusto con este excremento de artículo, solo decirte que no hacía falta tan gruesa cáscara para tan vacío argumento. Leyendo estas cosas, me voy a volver más fervoroso adepto a la independencia del pais de la butifarra y el oasis que vosotros mismos. Chico, pensaba que eras un provocador con algo en la cocorota. Lo primero no te lo niego, pero lo segundo, ahora permíteme que lo dude
Sr. Campos, las personas -catalanas, españolas, catalanoespañolas o lo que sea-, sí somos imbéciles manipulables, e ignorantes. Hay toda una industria de marketing que se sostiene basada en ese hecho. Esto no lo han descubierto en Cataluña ni en el resto de España. Y hay que saberlo y jugar con ello, por mucho que Julia Otero diga lo contrario.
Por eso una de las cosas que más me gusta de este país España, es el amplio desapego por la idea de la patria unificadora (o espero que así sea).
«Una atea le reprocha a un ateo su indiferencia frente a la idea de dios». ¡NO! Un ateo le dice a un creyente que Dios no existe; que es lo contrario de lo que les están diciendo a los catalanes-creyentes sus dirigentes. Lo que no les acaban de aclarar es el precio de compra de ese dios.
En todos estos artículos que nos escribe, parte vd de la premisa de que Cataluña existe diferenciada de España. Es el discurso del nosotros y ellos. Cuando eso es la primera y más grande mentira del asunto. España son también los catalanes. No existe ese apego de los catalanes para con el resto de los ciudadanos españoles pero no hacia “su” gobierno (el de ellos). Los catalanes han contribuido grandemente a ese “gobierno de los otros” y son también esos “otros” que tanto señalan.
Ahora parece que quieren inventarse “otra cosa” en la que “ellos” son inocentes. Y vd les compra el producto. Pero a esto no lo llamaron marketing ni propaganda, lo llamaron “movimiento independentista catalán”.
No hace mucho, vd mismo estuvo defendiendo en esta web el positivismo jurídico. Ahora parecer ser que no le viene bien. Es vd el vivo ejemplo de lo que explico: ¿para qué la honestidad intelectual, pudiendo vender lo que sea con la dialéctica? Siempre vale más ganar una discusión que tener “la razón”, parecer ser su lema.
Si vd no hubiese escrito lo que lleva escrito, sobre la justificación histórica de la nación catalana, sobre el carácter diferenciador de lo catalán, sobre el “ellos y el nosotros”, podría tener en consideración su idea de una “nueva Idea” (independientemente de si la apoyase o no). Pero no es así; vd se apoya en una “vieja Idea”, que es la misma Idea que vivimos ahora. Porque vd no habla de una nueva Cataluña, habla de la vieja Cataluña, pero en otro estatus. Eso sí, a costa de los demás.
Vamos, que los independentistas son los más caduco y rancio que existe hoy España.
Yo diría que un creyente (España) le dice a un creyente (Cataluña) que su Dios no existe, solo existe el mio, que es el verdadero, lógico y de persona de bien.
Oiga, si el argumento es precisamente que nadie cree en España ¿que está vd diciendo?
Exacto. En este caso sería un ateo diciéndole a un musulmán que no hay ningún Dios, y para el señor Campos serían lo mismo, ya que ambos niegan a Jesucristo. No veo forma por su parte de haberlo entendido peor.
Oiga, no diga tonterías, por favor. La dialéctica lo sostiene todo menos la honestidad intelectual.
No sé si no le he entendido a usted o usted no me ha entendido a mí.
En cualquier caso, solo reafirmar que estoy de acuerdo con su punto de vista y que creo que tanto el autor Cristian Campos como el amigo Alberto Riveras han puesto un ejemplo muy malo.
Pues le pido disculpas inmediatas. Le había entendido que establecía alguna diferencia entre ser nacionalista español y ser nacionalista catalán. Como si alguien diciendo “soy español” o “soy catalán”, estuviese dando alguna definición válida de sí mismo.
La comparación con Escocia…
Escocia ha estado en guerra con Inglaterra. Ha sido una nación invadida.
Independientemente de esto, ningún escocés actual ha participado de esas guerras ni remotamente. Eso me basta para que me parezca otra idiotez más. Pero al menos se han atenido a la legalidad.
Cataluña nunca ha sido independiente. Todos esos hechos históricos de catalanes contra españoles que algunos relatan, eran en gran parte de catalanes independentistas contra catalanes españolistas (pero a resultas todos catalanes).
El independentismo exhibe decisiones puramente administrativas sobre el uso de la lengua como agravios históricos, ataques a la catalanidad por parte de España, cuando muchas de esas decisiones eran tomadas simplemente por catalanes españolistas.
Lo que quieren los independentistas se llama apropiación, no un derecho a decidir.
Coincido 100% en la ausencia de amor y concimiento por la idea de España (sobre todo conocimiento y falta de estudio).
Pero eso no me parece un argumento en contra de la manipulación en Cataluña: creo (lo he vivido) que se está haciendo con muchos catalanes lo que Hitler hizo con muchos alemanes (eran todos gilipollas?) desde reinventar la historia a monopolizar y retorcer desde los medios de comunicación e incluso (para qué negarlo) desde escuelas y universidades (clases de castellano en catalán? historia de la nación catalana?)
Creo tambien firmemente que esto sucede porque al final del tunel del independentismo Catalán no hay otra cosa que la cuestión económica y los intereses de unos cuantos (aplaudo por ello a todos los partidos catalanes de izquierda, lo tuyo es de todos y lo mío es mío), en lugar de argumentos un 1714 diferente al del resto de la humanidad.
Ánimo.
Señor Campos en caso de independencia las relaciones afectivas si que se resentirían, y mucho, usted mismo confirma que Cataluña quebraría y España también y cuando la crisis entra por la puerta el amor sale por la ventana, ¿o es que no entiende la gravedad de la palabra quiebra?.Lo único bueno para el que gobierne en España después de la indapendencia de Cataluña es que ya tendrá el ansiado enemigo exterior al que culpar de todos los males tal y como llevan haciendo los distintos gobiernos catalanes desde tiempos inmemoriables.
Este es el bueno.
«En Madrid no han entendido nada», dice Cristian. Eso sería importante si en Cataluña los catalanes supiéramos qué pasa. Y creo que tampoco los que vivimos aquí parece que hayamos dado con la tecla del diagnóstico exacto. Yo, por ejemplo, creo que lo que pasa se resume en un 80% a simple odio a España y a todo lo español. Pero puedo estar equivocado. De momento, para sustentar mi tésis, dos ejemplos de los 1.714 (sí, es la cifra exacta documentada, ¿qué pasa?)
1) Toni Albà tiene cerca de 60.000 seguidores en twitter.
2) Marta Alós, ex diputada de Convergencia.
http://opinio.e-noticies.cat/la-punteta/margarides-als-porcs-88639.html
Sólo le faltó «mojarse» un poco más para ser coherente: Si el sentimiento hacía la patria, osea el patriotismo, y en este caso el patriotismo catalán te parece deleznable, al igual que el español.
Todo imbécil ha nacido en alguna parte.
No es un comentario nuevo, España tiene un problema y Cataluña tiene una solución. Si quieren menos crispado España un problema y Cataluña una ilusión.
España y Cataluña tienen muchos problemas. Los mismos (paro, deuda, crisis …).
¿Que Cataluña tiene una ilusión? Puede que unos cuantos bienintencionados sí, pero soluciones a los problemas anteriores … ninguna. Al contrario. Esta movida es lo que nos faltaba.
Su comentario define exactamente lo que está pasando. O sea, según usted aquí quien tiene problemas es solo España. Cataluña tiene la solución y/o… una ilusión. Acojonante.
Viva la realidad paralela. ¡¡La chispa de la vida !!
Sin acritud ehhh !!
Por más gente que haya defendiendo una idea equivocada esta no es más acertada. Que el único argumento en defensa del nacionalismo catalán sea que «somos muchos», o que «en otros sitios también pasa», es sencillamente patético. Pero claro, alquien que es presa de dicho «virus» no lo va a aceptar nunca.
Si, la mayoría de españoles tratamos la idea de «patria» con indiferencia, pero esto, la indiferencia, no es salir a la calle a chillar con pancartas. Vamos, yo no le llamo así a esto último, y esto, es lo que ocurre, movidos y espoleados por grupos que son los que verdaderamente van a ganar con un cambio de «titularidad» del poder. No hay absolutamente nada que vaya a mejorar con la simple pretensión de la indepedencia, salvo que las recaudaciones de impuestos van a ir a otros bolsillos. Esto antes de quebrar como Estados, claro, pero mientras ya se habrán forrado y los que padecerán los resultados serán otros. Serán esos ciudadanos tan concienciados y resposables que les apoyan (sic).
A mi la idea de España me da exactamente igual, pero lo que quiero es ir hacia adelante, no hacia atrás. No deseo que el poder vaya ni a Barcelona ni se quede en Madrid, lo que quiero es que el poder vaya de una vez a sus ciudadanos (a todos). Entonces si que seremos independientes y si nos equivocamos que sea por las propias decisiones. Con tantas cosas que hay que tratar y decidir, un referendum de independencia es lo último necesario si lo que se desea es de verdad la independecia política de los ciudadanos.
Lo que ocurre es que hay una gran ignorancia en todas partes, pero sobre todo en el resto de España sobre lo que es la democracia. De esto se aprovecha el ideario nacionalista para fabricar las consignas, ya que saben que no va a tener una réplica consistente.
Es que ser español hoy en día resulta algo rancio, casposo y cutre. Ser español es de mal gusto, contraproducente, absurdo y hasta estúpido. Básicamente se trata de maltratar y despreciar al que demuestra algún mérito o cultura de trabajo y de aupar al caradura, golfo o maleducado.
Ser catalán, sin embargo, es equivalente a ser europeo, civilizado, trabajador, serio, limpio, culto, liberal, etc.
Ser catalán es sexy.
Ser español es antilíbido.
Me ha gustado la mención a los Abogados del Estado. Unos tipos, de entre los más inteligentes y brillantes del país, que se pierden los años más importantes de su vida memorizando una oposición monstruosa para acceder a un puesto de trabajo complejo y con responsabilidades brutales a cambio de… apenas dos mil míseros euros al mes.
¿Hay algo más español que eso?
Creo que conoces a pocos abogados del estado. Empiezan ganando 3.500 € netos por 14 pagas, y subiendo, siempre subiendo, con complementos y tal. Me parece una aberración ese tipo de oposiciones, y no los considero, de largo las perosnas más inteligentes. Alguien que no sabe matemáticas elementales no puede ser muy inteligente. Por cierto, son un cuerpo absolutamnete inútil y propio de una administración del siglo xv, o del Antiguo Imperio chino.
¿responsabiliddaes brutales?
Dos mil euros o tres mil quinientos, me da igual. Sigue siendo una miseria en una ciudad (Madrit) en la que los barrenderos cobran mil ochocientos y los taxistas poseen chalets en la Moraleja.
Un dato: el 40% de los Abogados del Estado se encuentra en situación de excelencia voluntaria por interés particular.
Una especulación: para trabajar en el sector privado, donde les pagan salarios hasta siete veces superiores a los que les abonaba la Administración.
Como digo más arriba, nada hay más español que despreciar el mérito y pagar con miseria a nuestros servidores públicos. Así nos luce el pelo y así tenemos la Administración que tenemos, rancia, inepta, lenta, ineficiente y anclada tozudamente en lo peor del s. XIX.
Esto, lo vengo yo diciendo desde tiempo inmemorial…
Bueno amigo Sostres, no se pase, en tiempo no tan inmemorial lo contaría en Pesetas.
A Hitler y sus coleguis en los años 20 no los votaba ni su santa madre. Ignoro si la madre de Hitler aún vivía por entonces y no voy a comprobarlo ahora. Además, en caso de vivir, lo haría en Austria, con lo que de todas formas no habría podido votar a su vástago. Pero seguro que me han entendido…
Como todos sabemos, se dio el caldo de cultivo adecuado y hétenos aquí que ganan las elecciones del 33. Aun así, aun siendo con claridad el partido más votado, los nazis no representaban a la mayoría de votantes alemanes. Es decir, no eran más del 50%; en realidad, no llegaban ni al 40%. No obstante, años después la propia oposición socialdemócrata en la clandestinidad reconocía con pesar que, sin necesidad de recurrir a ninguna maquinaria de represión y sin necesidad de amañar elecciones, Hitler bien podría haber sacado tranquilamente el 80% de votos o más de gente que sinceramente creía en él. Es decir, ya que parece que a Cristian Campos le sorprende que en unos pocos años (no tan pocos, hay que decirlo: tres décadas de machaque sistemático dan para mucho; Hitler estuvo en total 12 años en el poder, conque calculen) el independentismo, según él sin que sepamos cómo, haya pasado de ser una cosa residual a una posibilidad que goza de amplio predicamento, hay que recodar lo obvio: la propaganda hace milagros.
A los alemanes se les bombardeó día y noche, sin opción a réplica, con la idea de que eran la repanocha y como la situación económica mejoró y las primeras jugadas de Hitler le salieron bien, el alemán de a pie que antaño no votó por los nazis, ahora se convirtió de todas todas. Claro, cuando vinieron mal dadas, resulta que no, que todos se olvidaron de que habían saludado brazo en alto con fervor sin que nadie les pusiera una pistola en la sien y la culpa de todo era de Goebbels y demás.
Pues en Cataluña lo mismito: desde el poder se lleva bombardeando a la gente con el discursito de que son la leche merengada (viví allí dos años, luego sé de lo que hablo. Dos años fantásticos en lo personal, todo hay que decirlo, pero no uno no deja de darse cuenta de cuándo le están contando una milonga), de que son «diferentes», que es una forma poco disimulada de decir que son mejores que el resto, la turba española, esa turba con olor a ajo (nadie se reclama diferente para decir que es peor, ¿no?) y para ello han contado con la colaboración activa de todos, to the last man, los medios de comunicación, sufragados con generosidad por la Generalitat (600 kilos la última vez: no está mal, ¿eh? Máxime cuando esa misma Generalitat cierra quirófanos o deja colegios sin calefacción porque, pobrets ellos, Espanya ens roba). Luego, respondiendo a Julia Otero, cómo se puede ser tan gilipollas, claro que se puede manipular a la gente, por millones: ni sería la primera vez y a buen seguro no será la última. ¿Que eso significa tildarlos de imbéciles? La masa es imbécil, no hay más. Vayan a cualquier acontecimiento de multitudes (fútbol, concierto de Bisbaldi, manifa ecolojeta, mitin del PP…) y comprobarán fácilmente lo que les digo.
Y en cuanto a lo del «relato ilusionante», Dios bendito, Cristian Campos sí que está en la Edad Media, con el Cid y Jaume I El Conqueridor (¿o con Gifré el Pilós?)… ¿Noam Chomsky necesita un «relato ilusionante» para seguir siendo yanqui hasta la médula? ¿Lo necesita Michael Moore? ¿U Oliver Stone? ¿Los alemanes se pasan todo el puto día con el «relato ilusionante»? ¿O los italianos? Cito estos casos porque son naciones-estado que no tiene ni dos siglos de antigüedad como tales. Los yanquis se van acercando a los dos siglos y medio, a lo tonto a lo tonto…
Lo de los sentimientos suena bien pero no deja de ser una infantilada. Yo soy español, punto final, y no necesito estar todo el día proclamándolo ni se me ponen los ojos en blanco cuando veo la bandera. Ni falta que hace. Hay cosas de España que me enervan (entre ellas, este puto coñazo de andarnos psicoanalizando desde el XIX) y otras me encantan. Como seguro que les pasará con sus países respectivos a los franceses, los alemanes, los portugueses o los argentinos. El patriotismo es eso: eres de donde eres y no pasa nada por admitir que tu país no es perfecto.
¿Que existe esa especie de vergüenza a reclamarse español? Muy cierto. Ésa es una de las muchas maravillas que tenemos que agradecerle a Franco: a golpe de machacarnos con lo que era para él España, logró que, aunque sólo fuera por no parecérsele ni por el forro, el resto se cuidara muy mucho de proclamarse español. En especial la izquierda: qué tiempos aquéllos en los que Manuel Azaña o Julián Besteiro podían reclamarse españoles y nadie les decía que debería caérseles la cara de vergüenza por ello. A buen seguro que ese complejo de mierda lo han aprovechado hasta la náusea los nacionalistas, de modo que si te reclamas español, te tildan de facha al microsegundo siguiente y todos tan tranquilos. Y como la tonta de Ana Pastor y tantos como ella se callan o se la cogen con papel de fumar a la hora de contestar, pues ya tenemos la tormenta perfecta. Me habría gustado ver al tonto solemne de Javier Sardá hacerle esa misma pregunta a Albert Boadella, defensor del catalán y de la cultura catalana cuando hacer eso significaba jugártela muy en serio, no como hace ahora esa legión de subvencionados, que ése sí que pasó por la cárcel y se tuvo que largar del país. Pero claro, Boadella es un tipo culto, con tablas, Boadella sabe lo que es enfrentarse al poder y que te dejen con el culo al aire: agarra a los Sardás y las Oteros de turno y los deja en ridículo. Les dice a los entusiastas del independentismo subvencionado (sin la ladrona Espanya, a ver de qué coño se habrían nutrido esos golfos) que el emperador está desnudo y entonces algunos empiezan a temblar.
Porque sí, Sr. Campos, sí es una cuestión administrativa, sí es cuestión de hacer cumplir la ley. Hasta en eso es españolísimo Cristian Campos: coño, tío, no irás ahora a empezar a cumplir la ley… Pero si es una chorrada, pero si nadie lo hace…
La democracia, la pervivencia de las naciones depende no de relatos ilusionantes: depende de que en democracia nos dotamos de unas leyes que nos vinculan a todos y que evitan que nos vayamos al carajo. ¿Que esas leyes acaban por no servir? Pues se cambian. Pero el independentismo no quiere un cambio de leyes (saben que no llegarían a ninguna parte por ahí) sino pasárselas por el forro de allí mismo. Y a «eso» llaman voluntad popular.
Por último, ya que invoca, sólo faltaría, el caso de Escocia, si a Cameron le encanta pegarse un tiro en un pie, es problema suyo. Que prueben a hacer algo equivalente en Francia, en Alemania, en Italia… Dictaduras acrisoladas todas ellas, como bien sabemos… a ver qué les ocurriría a nuestros paladines de la libertad: a ninguno de ellos se le aplicaría ningún relato ilusionante, sino la simple y dura ley, la constitución, que, a lo que parece, tanta risa le provoca a Cristian Campos…
Lo suscribo por completo, no se puede explicar mejor
Me aburre profundamente este tema. Parafraseando al bueno de Rubianes «a mí la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás, que se metan a España en el puto culo, a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgando del campanario».
¿Y se puede decir lo mismo cambiando el sujeto, en vez de España, Cataluña? Ah, no, que entonces eres un facha, aunque no salgas a desfilar y crear figuras geométricas en uniforme por la calle.
Amén
Seguimos a bingo. Otro de estos personajes públicos que no se mojan, Ponsetti, decía el otro día en la radio que aunque su posición en este tema se la reserva, está a favor de que los catalanes puedan votar (más que los demás españoles añado yo). Lo hacía argumentando que el que ha vivido mucho tiempo en Estados Unidos, ve como allí a la gente se le consulta continuamente por multitud de cuestiones, y que cuestión mas trascendente que esta para que la población se pronuncie.
Lo que se callaba, o ignoraba es que la unión federal americana (y hay pocas dudas de que aquello es una democracia, verdad) es perpetua e indisoluble. Y la razón es…tachan!!!! porque su constitución así lo establece. De autodeterminación de los estados soberanos (y así se los reconoce) nada de nada. Preguntádles a los tejanos que lo plantean de vez en cuando (con el motivo de la pasta también), lo que les contestan desde Washington.
Entonces, según el autor, ¿la solución contra el independentismo es volverse patriota español? Pues estamos jodidos, porque como ha dicho el autor, Dios ha muerto, y yo no quiero volver a dejar entrar en mi cabeza la mierda nacionalista. La considero superada, por más que 3 millones de catalanes estén hasta el culo de nacionalismo, no voy a dejar que me contaminen a mí. Y si no se ve los pros de España es porque no se quiere, ¿o acaso si ahora empezamos a decir «somos el principal proyecto social de la península ibérica y juntos tenemos en nuestra mano la posibilidad del auténtico progreso cosa que perderemos, o entorpeceremos, si nos dividimos» van a dejar de ser independentistas? Si los independentistas se mueven por sentimiento, es decir, son irracionales, no creo que nos debamos volver todos irracionales para combatirlo. Si no se quiere ver lo bueno de España es porque no se quiere ver, porque no hay empatía, ni solidaridad ni hostias.
Creo que el artículo menciona en un par de ocasiones pero se despista y no hace hincapié en lo que para mí es una de las claves del problema: la idea, el concepto, la identidad de la España que «ya existe» no puede limitarse a la Constitución y las cuatro últimas décadas. El nacionalismo catalán tiene su discurso y su narración histórica, y se han cuidado muy mucho de difundir sus hitos y su versión de la historia. Las personas a las que conozco que tenemos sentimiento patriótico español y no nos avergonzamos de decirlo no es la Constitución lo que nos emociona, sino saber lo que ha sido y ha hecho nuestro país. No sólo lo bueno, también lo malo, porque lo malo también ha sido juntos. La historia a gran escala y la intrahistoria, la cultura (con un componente religioso de peso), la literatura, etc. Y eso que desgraciadamente no lo conocemos lo suficiente. Como el franquismo utilizó eso, parte de la Transición debió de consistir en olvidarlo, y quien se avergüenza de eso y pretende defender España sólo del 75 en adelante lo tiene muy complicado.
Cuando se habla de élites castellanas la gente rápidamente salta con que hay élites en todas partes. ¡Evidentemente! Y las élites catalanas (como las vascas y gallegas) son lo más unionista del mundo aunque lleven barretina, voten al PNV o lo que que sea. Evidentemente. Y hay mucho borrego en el carro del nacionalismo que no lo ve. Claro. Pero también hay gente independentista que siendo muy crítica (incluso sin ser nacionalistas algunos, fíjense lo que les digo) siguen pensando que quitarse a las élites de Madrid de encima es una buena idea. Sobre todo cuando hay una violencia verbal continua hacia los sentimientos de uno, llamándole borrego y demás. No es mi caso, claro. Pero como muchos vascos que estamos en el 50% (porque la realidad sociológica de un lugar es más rica en matices que A o B, como parecen pensar algunos a veces), a mí me toca partirme la cara por mi acervo español en casa, y tratar de matizar sin éxito a la mayoría de personas cuando bajo del Ebro.
Que por cierto, tener que acudir a «vuestras élites también» deja muchísimo que desear si de lo que se trata es de seducir a alguien para el unionismo. Muchísimo. Es precisamente en lo que da en la diana éste artículo: No hay relato nacional y los intentos de establecer uno son muy, muy, muy pobres y sobre todo pesimistas. Y da pena, eh, porque por mí parte sí tengo ganas de creerme España. Pero no me lo creo, de verdad. Y si para convencerme tienen que decirme que «me han manipulado», salgo corriendo directamente.
Hombre, Cristian, Dios te lo pague, queridiño, y por todo: por ser inteligente, por haber puesto el dedo en la llaga comme il faut y por esa burlita en la comisura de los labios y en la mirada, más el ‘desplante’ tan español, el tuyo a la catalana. Grazie mille o moltes gràcies, ou ainda graciñas. Sento molt no haver-te conegut abans, però estigues segur que tornaré a llegir-te sempre que escriguis. Eu tamén quixen explicarlles ós meus qué cousa é ser de Madrid, ou máis ben qué cousa eiche ser ‘español’ pra andare pola vida semellando un tolo. Un bico.
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http://dissidens.org/pero-que-dius-yo-soy-espanol-3/
Entiendo que la idea básica en el fondo de este artículo es que al independentismo -más allá de lo que nos pueda parecer personalmente- hay que reconocerle que ha generado ilusión, frente a una marchita España cuyo discurso es puramente administrativo. Bueno. Algunas matizaciones:
1. David Cameron aceptó e impulsó el referendum en Escocia porque todas las encuestas por entonces daban una victoria abrumadora al No. De haber sabido que el resultado sería tan justo, es dudoso que lo hubiese convocado nunca o, de hacerlo, lo hubiese hecho en otros términos.
2. Al margen de Gordon Brown, el discurso unionista en Escocia era tan negativo como lo es el español. Los titulares de la BBC no eran muy distintos a los de El Mundo en torno a la independencia escocesa.
3. El independentismo genera adhesiones, pero -al igual que Podemos- lo hace en torno a una idea destructiva y bastante autocomplaciente: la de que ‘nosotros’ somos puras víctimas. Al margen del odio o la desafección a España, ¿qué otro discurso ilusionador ofrece el nacionalismo periférico?
4. La razón por la que Cataluña puede ofrecer un discurso más esperanzador, pese a lo económicamente kamikaze que sería proclamar su independencia, es que es una ficción blindada. Cataluña es una entidad santa en la historia, mientras que cualquier tentativa por renovar la marca España va a darse de bruces con el fantasma del franquismo, la Inquisición y todos los cadáveres que tenemos en la despensa de España.
Cualquier conquista social va a vivir siempre a la sombra de los monstruos del pasado. Pongamos el caso de las actitudes de los españoles hacia parejas homosexuales. España no solo fue uno de los primeros países en hacerlo, sino que en varias encuestas se ha demostrado que es el país con actitudes más abiertas hacia gays. Lo lógico sería estar orgulloso de esto, pero el pecado de ser español parece obligarnos a destacar más las actitudes negativas de la Iglesia.
5. Dicho esto, yo comparto con Cristian Campos algo que dice en otro artículo y es la idea de que los ciudadanos tenemos el derecho de independizarnos y yo tengo la más firme voluntad de volver a España lo menos posible. Porque yo también odio España. Pero cuando vuelva en el año 2057, me gustaría hacerlo a un país diverso, no a un monolito identitario donde nos definimos por donde hemos nacido y qué lengua hablamos primero.
Creo que era en Californication donde un personaje decía que no hay nada más triste que morir a 5 kilómetros de donde has nacido. En España y Cataluña parece que el pensamiento predominante es el contrario. Es una lástima. Como no puedo hacer nada contra eso, me he independizado. Mi independencia, como la de Cataluña, es ficticia. Conservo el pasaporte que me deja entrar sin problema en cualquier país y me beneficio lo más que puedo de hablar español y de ese pequeño detalle de que España sea el segundo país más visitado del mundo. Es un rasgo muy español este, como los que se van de casa y siguen recibiendo dinero de mamá, pero dicen ostentosamente que se han independizado.
Creo que el artículo tiene un par de silogismos mal construidos y por aquí le están metiendo ustedes de lo lindo, pero incluso así yo les hago una propuesta: lean todos los comentarios y encuentren algún argumento a favor de España. El del matriomonio homosexual, el de la indiferencia de la mayoría hacia las patrias (discutible)… y venga, pongo yo un tercero: sanidad universal (que está en retroceso). Y añado: podría perfectamente pasar que una Cataluña independiente no gozara de estos tres (o dos) argumentos.
Y aún así… asumámoslo de una vez: España es una puta mierda de país y lógicamente hay una parte que se quiere pirar porque cree que le irá mejor sola. Quizás está alucinando, o está manipulada. Quizás se mete un talegazo en dos días, o en tres. O en medio. Quizás sea una zorra insolidaria, prepotente y engreída. Quizás actúa por inquina. Yo qué sé.
Per claro, quien es el guapo que le dice que se equivoca y que se quede? Con qué argumentos?
Joder, escribo esto y dos horas más tarde somos el país que ha sacado el Ébola de África
Pues mira por donde, esta que lo es, sin ser catalana ni españolista, de ser posible, votaría a que la votación catalana se llevara a cabo. Saliera lo que saliera.
Que de salir «SI» cataluña se iba al garete?, que España 10 minutos después? también.
El artículo me parece algo así como querer quedar con todos bién y eso, ya se sabe, no es posible.
A mi entender pocos autores se han atrevido a realizar un verdadero y profundo análisis de las auténticas razones por las que apela Cataluña al independentismo en realidad (dicho de paso son los inmigrantes andaluces o murcianos en su mayoría, o los «charnegos» los que resultan ser los más radicales en la petición), oh la lá, contradictoria y antinatural paradoja.
¿Por qué? porque no quieren seguir siendo ni andaluces ni murcianos ni «charnegos», si no subir de categoría y borrar para siempre el marchamo de sospechosos tercermundistas.
Pero los catalanes de raiz, también, porque este país llamado España ha cometido errores gigantescos contemporáneos que, sumados a la realidad económica de las CC.AA. y sus diversas culturas parece que hacían hincapié en ofender.
No conozco quién inventó que el flamenco y los toros, por poner un ejemplo, fuera algo que representara «culturalmente» al país metiendo a todo diós en el mismo saco. No conozco la razón de por qué son tenidas como iguales todas las CC.AA. cuando todos sabemos que las ubicadas en el llamado «meridiano 40», es decir, de la mitad de la península española para abajo, son del todo insostenibles y las del norte autosuficientes, así como sabemos que las CC.AA. de Las Baleares, Cataluña y Madrid corren con todos los gastos de las no sostenibles, que no son pocos y mal administrados.
Cosas así o similares no hay quién las aguante, defienda o quiera seguir así como mirando hacia otro lado y tan contentos de hacer el primo pagano y, además, no ser representados ni culturalmente, ni económicamente recompensados.
Y por ahí anda, a mi ver, la verdadera historia del independentismo catalán. Un órdago a lo grande que, se vote o no, saliera lo que saliera, quedará en lo que en gran parte cataluña reclama: un nuevo concepto de autonomía diferenciador cultural y económico, con nuevas condiciones en el recibir, en el dar y en el respetar.
Y no, no me parece mal, si no incluso justo.
Saludos cordiales para todos.
Ja, ja, ja! Tanto texto y tanta explicación para decir que yo, del norte, soy superior. De Manzanares para abajo, todo caca. Como si fuera una niña pequeña. Brillante su argumentación, pelín racista y clasista, o sea, derechona en su expresión extrema. Como si los problemas de los catalanes, madrileños o baleares no lo hubiesen creado ellos mismos… madre mía, madre mía!
Pozí,
suena políticamente incorrecto, pero mucho de lo que dice usted forma parte de las auténticas razones de que ya estemos hasta lossss….
Andamos los catalanes en esta España tan variopinta como vaca sin cercerro actuando como ONG y total para qué? para que salgan volantes y taconeos y oles y oles y toreros matando animales representándonos?
Pues no, no.
Sí, sí lleva usted mucha razón.
Si algo demuestra la historia, es que España es el único país del planeta que no tiene derecho a existir. Cuba lo tiene. Lo tiene Venezuela, por supuesto; Bolivia, que por supuesto tiene sus razones para permanecer íntegra ante los desmanes separatistas de los «ricos» de La Paz, o Italia frente a los fascistones de la Liga Norte…. Ah, pero España no. Los habitantes de los demás países pueden – incluso deben – defender la unidad de su país. En España simplemente decir eso, simplemente mantener esa idea, te hace pasar automáticamente por facha imperialista. Piensen un momento: ¿Cuántas veces han escuchado a algún amigo, algún familiar, sostener delante de personas de no mucha confianza su sentimiento español? Una? ¿Ninguna?. La pregunta es ¿por qué Ana Pastor no se atreve a decir que se siente española? ¿Si fuera francesa, o búlgara, respondería lo mismo ante una pregunta de ese tipo referente a su país? Seguro que no, pero simplemente porque si dijera que se siente española, primero la echarían de LaSexta, y luego porque el amor por su hijo disminuiría, ya que es público y notorio que los que aman a su país quieren menos a sus descendientes
Esxcelente. Sobre todo el final, apoteósico, jeje
Pues si, claro, tiene usted razón en todo, ¿Pero cómo lo va a cambiar? ¿Cómo va a acontecer que algún día Ana Pastor y cualquier español con sentimientos patrióticos ante un desconocido, manifiesten el amor a su país? Simplemente, habrá que aceptar que cada país es distinto y allí donde el nacionalismo/patriotismo ha sido un elemento vertebrador de verdad, amplia mayoría de países, el patriotismo es un sentimiento común y en España, así explícitamente, pues no. Porque somos una sociedad contemporánea, con forma de Estado y demás, pero no todas las sociedades contemporáneas son iguales. Tampoco se acaba el mundo y de hecho así se explican mucho mejor éstos asuntos periféricos.
España es tan solo el continente en el que vivimos 45 millones de ciudadanos, cada uno de su padre y de su madre, pero con un pasado común, lazos afectivos más o menos intensos, y sobretodo intereses comunes. Como dice Savater, no es que me sienta español, sé que soy español, sé que es una realidad política donde ejerzo mis derechos y cumplo con mis obligaciones, con sus ventajas y sus inconvenientes. ¿Mejorable?, sin duda, pero en la que me siento muy a gusto. Nada tiene que ver con ello, ni el Cid, ni Alfonso X, ni Agustina de Aragon, y sí, como decían algunos, la mahou, la liga, el idioma, la gastronomía, los españoles con sus defectos y virtudes, los especiales de Superhumor, mi niñez en Barcelona, y las migas con chorizo de mi abuela. Identificar a España con Franco, la inquisición o la caspa tiene que ver más con los prejuicios personales de algunos que con la realidad. Este posicionamiento, dice mucho más del sectarismo y la incapacidad de convivir con el que piensa distinto de quien lo adopta, que de España.
A día de hoy, los únicos que mantiene viva la llama de la España franquista son 4 nostálgicos septuagenarios pero sobretodo cierta izquierda y los nacionalistas. No hallaran en el argumentario de las entidades civiles surgidas para la defensa de la integridad de España, desde Societat Civil Catalana a Libres Iguales, nada que haga referencia a la historia, a epopeyas militares, apelaciones a un distintivo carácter español, ni nada por el estilo, solo a conceptos modernos de ciudadanía y derechos. Con los que, obviamente, se puede discrepar pero tachar de franquistas, imposible sino se quiere faltar a la verdad. Yo creo en una nación de ciudadanos y no de territorios, y por eso estoy en contra del derecho de decidir de unos sobre otros. Dicho lo cual, los catalanes, los pelirrojos, los aficionados del Betis, o cualquier otro conjunto organizado de ciudadanos, es muy libre de renunciar a dicha ciudadanía. Si dicha renuncia implicase parte del territorio, que se dirijan a los abogados del estado para negociar las condiciones, siempre y cuando no impliquen alterar nuestra condición de ciudadanos soberanos.
Hay muchos comentarios que dan la razón al punto de vista del sr. Campos. El pez no sabe qué es el agua porque vive inmerso en ella.
Pues a mi me parece lo de siempre. Los Castellanos (y los madrileños más) somos españoles de segunda, y muy muy estúpidos por pagar el doble que Cataluña y no patalear. Somos estúpidos por ayudar a otras comunidades a pagar sus servicios públicos y no decir que nos están robando. Y yo lo hago con gusto porque son de mi país, no sólo me caen bien.
Cuando un amigo o un hermano necesita ayuda se la das, no dices, bueno tampoco somos tan amigos, sólo conocidos, es que no me entiendes. Ya claro.
Mi conclusión es que el kamikaze que va por la autopista podría también intentar pensar en al resto de los coches y no al revés.
De un español de segunda, sin comunidad histórica.
Y dale con los castellanos……..con ese argumento se acepta tangencialemnte el argumento de los nacionalistas catalanes !!
Leed el Libro blanco de la transición en Cataluña y vais a flipar: http://www.aragirona.cat/documents/noticies/llibre-blanc-independencia.pdf
En la primera página se contradice dos veces: «estamos fatal y la única solución es la independencia», pero «estamos genial en el mejor momento económico y social». O sea, mientras que España y la Constitución nos han venido bien, vale, pero ahora que vienen mal dadas, me acuerdo que de tengo que pagar impuestos a los pobres que me compran mis productos; una nación milenaria no se lo merece, claro…
grrrfffff esto es un sinvivir
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El autor dice que España, es decir el resto de España, no entiende a Cataluña. Pero: ¿Cataluña entiende al resto de España?
Los separatistas y sus palmeros repiten continuamente eso del «no nos entendéis», pero ellos no hacen el más mínimo esfuerzo por entender la visión de los demás, la visión «del otro lado». Eso es egocentrismo.
Todo esto como español me ofende pero, como aragonés, me irrita (lo siento pero la apropiación cultural de los emblemas propios de los reyes de Aragón me parece algo de mal gusto).
Si quieren ser entendidos dejen de considerarnos como «españoles» y comprendandos como aragoneses, valencianos o castellanos. Porque la pluralidad no es entre España y Cataluña, sino que existen múltiples identidades que encajan en el concepto de España y que los separatas, y los que les ríen las gracias, obvian y desprecian.
Yo soy partidario de que se independicen, pero aún no. Hay que fastidiarlos todo lo que se pueda para que se vayan y con razón. Y luego os fastidiaremos todo lo que podamos cuando seais independientes. Porque la cerdada esta de insultarnos y echarnos la culpa cuando han venido mal dadas no la olvidaremos.
I ara expliqueu-me allò tan especial que ens cal entendre a la resta d’espanyols, i mira que ho intentem. Que esteu enamorats de la sardana, de la sanfaina i dels vostres pets? Que la vostra llengua, més que d’altres, transmet una visió transcendent del món? Que tot allò dolent que us passa és culpa d’éssers inferiors, tipus andalusos, jueus o albano-kosovars? Mai s’havia viscut res semblant, ni a cap altre pais ni a cap altre moment històric! Mai s’havia vist un procés com El Procés. Però expliqueu-m’ho bé, que el nostre pobre cervell mesetari no hi arriba.
Caladitos os tenemos ya.
Más bien es, «Un creyente (España) le dice a otro creyente (Cataluña) que Dios no existe, solo existe su Dios verdadero (España), que es único y de católicos de bien «detodalavida».
Estoy totalmente a favor de la indenpencia de Cataluña tan solo por el hecho de que se deje de hablar de ella. Que coñazo, por Dios.
Excelente artículo. Lo suscribo punto por punto y además me he reído mucho. Uno de los rasgos que más me atraen de los catalanes aparte de su inteligencia y su cultura es su sentido del humor.
lo siento, pero sentido del humor, poco. Cizaña y victimismo, mucho.
Penoso artículo. La idea que saco es que todo es culpa de los demás, que lo han hecho tan mal que hemos tenido que inventarnos la idea de la independencia para empezar de cero y tener ilusión.
Pero, no es empezar de cero, es partir de la negación de la justicia social, o es que el mismo argumento de España nos roba, ¿no pueden usarlo las élites para decir los pobres nos roban?
Y negar además la protección de las minoría, esencial en cualquier democracia. Parece que como más del 50% quiere cambiar la estructura institucional de la sociedad, todos tienen que aceptar su decisión aunque tenga profundas consecuencias (negativas y trágicas sobre sus vidas).
En fin, que buenos mimbres va a tener el nuevo Estado. Y sí, como buen castellano estúpido no entiendo nada