Música

In memoriam: Peret

Fotografía: Algemeen Nederlandsch Fotobureau ANEFO (CC)
Fotografía: Algemeen Nederlandsch Fotobureau ANEFO (CC)

 

Si eres tan inteligente
que nadie puede entenderte,
enfadarte con la gente
no sirve de ná.

Coincidirán conmigo: la música es el arte que entronca de manera más directa con la emoción. ¿Cuántas veces han llorado al escuchar un determinado tema? ¿Cuántas han saltado de alegría sin saber por qué al ritmo de esa, precisamente esa canción? ¿Cuántas han reído? En el conservatorio te enseñan que este entrelazado emocional se debe esencialmente a las propiedades de reverberación armónica de la música. O sea, que ciertos acordes vibran en sintonía con la manera natural que el ser humano tiene para escuchar al mundo. También te enseñan qué es la gran música y por qué la llamamos así. Cómo componía Berlioz o cuál es la razón por la que el Tristán e Isolda de Wagner nos pone la carne de gallina. Luego terminas la carrera e intentas aplicar lo que has aprendido a la música popular. Quieres intelectualizarlo todo: que si Stevie Wonder era un prodigio de la armonía, que si Radiohead son lo más profundo que puedes escuchar en una radiofórmula. De esta manera, Arcade Fire, Opeth, Jimi Hendrix, Franco Battiato y hasta el sursum corda si se te pone por delante son objeto susceptible de tu profundo análisis.

Pero entonces llega un momento en que lo mandas todo a tomar por el saco. Los intervalos, el cromatismo, la armonía, los acordes y el análisis. Porque no hay nada que analizar. Porque, efectivamente, la música te agarra por esa parte que se esconde justo entre las tripas y la epidermis y te hace llorar, saltar y reír.

A más de uno, ese momento nos alcanzó el 9 de Agosto de 1992, cuando por la tele emitían la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona. En el escenario se habían subido unos tipos armados de guitarras españolas y ataviados con unos trajes multicolores de solapas desafiantes (porque desafiaban la ley de la gravedad, vamos), y cuya pata de sus pantalones era perfectamente comparable al de un ejemplar macho de elefante africano. Eran Los Amaya, Los Manolos y Peret, y cantaban «Gitana hechicera». Y ahí estábamos: bailando al otro lado del tubo catódico. Daba igual que hubiésemos mamado a Mozart y a Led Zeppelin, que aborreciésemos la rumba y el gitaneo musical, que ni entendiésemos catalán ni tuviéramos nada que ver con la ciudad condal y que, desde luego, no hubiésemos ganado ninguna medalla olímpica. Teníamos una sonrisa diametral mientras canturreábamos «ella tiene poder, ella tiene poder, Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder».

Porque Peret te da un rodeo al cerebro y te agarra por la alegría. Y te hace feliz.

Peret, que nació Pedro Pubill Calaf entre la pobreza de un poblado gitano de Mataró en 1935. Que no pudo ir a la escuela y aprendió a leer en los carteles publicitarios de los pueblos y los mercadillos ambulantes de Cataluña y Baleares donde ayudaba a su padre a vender sabanas, telas y retales.

Peret, que iba a la sala Rialto a bailar los mambos de Pérez Prado vestido de rockero. Con sus tejanos, su tupé y sus enormes patillas. Que fundió en un entente cordial la guaracha cubana, la cumbia, el rock y el cante gitano para crear la rumba catalana. Un género que era como era él mismo: absolutamente gitano y profundamente catalán. E irremediablemente mezclado.

Peret, que revolucionó los veranos playeros del desarrollismo español con «El muerto vivo», «Saboreando» o «Una lágrima». Que, en 1971, fue número 1 en Holanda y Alemania con «Borriquito como tú», llevándose por delante, en gozoso cachondeo, la nostalgia de los emigrantes y anegando los centros receptores de la diversión de los turistas que venían a España. Que llenaba las discotecas donde se bailaba a los Rolling Stones y a Los Bravos. Que apabulló a los telespectadores de media Europa con «Canta y sé feliz», el tema más jovial, más desenfadado y más arrolladoramente alegre que ha sonado jamás en un festival de Eurovisión. Y también uno de los mejores.

Pedro Pubill, que decidió dejar la música en 1982 para dedicarse a la Iglesia evangélica, pero que volvió diez años después con un tupé de peluquín y las mismas patillas para cantarle al mundo la magia de su Barcelona en una noche de agosto.

Peret, que fue el rey de la rumba pero que grabó con Los Enemigos, con Fermín Muguruza o con David Byrne.

Peret, que creó un género musical tan profundamente catalán, tan consustancialmente unido a la idiosincrasia cultural barcelonesa que la intelectualidad de Cataluña le acabó acusando de charnego. Cuyas canciones dieron la vuelta al mundo y que fue tan gitano y cantó tanto en español que algún medio conservador le ha llamado «el rumbero separatista» (nombre tan absurdo como fascinante, por otro lado).

Peret, que anunció el pasado mes de julio que padecía cáncer, enfermedad que se lo llevó ayer en un hospital de su amada Barcelona.

Ese gitano sonriente al que muchos despreciábamos, al que muchos mirábamos por encima del hombro desde nuestros púlpitos de la alta cultura fue un artista auténtico, un verdadero creador. Un músico que desafío a las modas y a los géneros; al rock y al pop y al cante y a los conservatorios. Que nos cogió a todos por sorpresa —y por las caderas y nos puso a bailar.

Sí, Peret ha muerto, pero seguro que también sigue de parranda, cantando y siendo feliz.

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30 Comments

  1. Pingback: In memoriam: Peret

  2. Juan Antonio Aguilar

    » la intelectualidad de Cataluña le acabó acusando de charnego. Cuyas canciones dieron la vuelta al mundo y que fue tan gitano y cantó tanto en español que algún medio conservador le ha llamado «el rumbero separatista»»

    ¿Perdone? ¿Qué intelectualidad catalana ha acusado de charnego a Peret? Esa afirmación tan directa es muy fácil de hacer… y muy poco demostrable. Además que yo sepa lo del «rumbero separatista» (de algunos medios conservadores) viene por la militancia independentista profesa de Peret no por ninguna etiqueta falsa. Peret cantó tan gitano, cantó tanto en español que (por lo menos en Cataluña) no tiene que dar explicaciones de lo tan independentista que era. Se ve que la intelectualidad española si tiene que acusar y pedir explicaciones constantemente al independentismo catalán justamente porqué no entiende nada de nada.Y así nos va.

    Atentamente,
    Un Charnego no especialmente independentista.

    • Roberto

      Sobre la muerte de Pujol (Jordi), ¿no hay artículo?

    • Roberto

      Pues cuanto más se explican, menos se les entiende. Pero sigan, sigan explicándose, a ver si…

    • charnego

      Estimado Juan Antonio. Aunque participó en el concierto por la independencia, Peret siempre dijo que él era independiente, no independentista.

      Un saludo de otro charnego no especialmente independentista (como la mayor parte de catalanes).

  3. Uno más

    Demasiado rizo para tan poco pelo.

  4. Grande….Peret!

    que siga la parranda a donde quiera que vayas!

  5. «De mi boca no ha salido nunca la palabra independencia. Ni en ese concierto ni nunca. Yo soy independiente, que es otra cosa. No pertenezco a ningún partido y no confío en ningún político. Ellos nos han conducido a esta ruina».

    «Fui invitado a actuar en un festival para cantar a la libertad, y también por el derecho a decidir… y que cada cual decida lo que quiera. Si Cataluña o Madrid quieren ser independientes, ¿quién soy yo para decirles que no? ¡El que me quiera encasillar a mí lo tiene claro!».

    «Je, je (sic). Cataluña tiene poder porque allí, en el Camp Nou, estaba Cataluña. Pero yo he cantado también «Sevilla tiene poder…» y «Madrid tiene poder…». «Mire, he sido un español toda la vida. También he sido catalán y gitano, y payo, y hasta un poco francés, de Marsella. Soy todo eso. ¿Es que tengo que ser una sola cosa?».

    «¿Mi patria? Yo crecí en el barrio de las putas de Palma de Mallorca y aprendí a respetarlas. Yo quiero llevar allí a mis bisnietos. Soy gitano, vengo de un pueblo sin patria. Mi padre, sí. Mi padre tenía alguna idea porque estuvo en la guerra y le metieron preso. Pero él nunca me inculcó nada».

    Son palabras suyas. Anda que… que haya quien salga con toda esta puta mierda del nacionalismo cuando toca llorarle y hasta ya añorarle. Y encima voy yo y les sigo el juego. Un respeto, por favor.

  6. Cavestany (Cavestañ)

    ¡El «rumbero separatista»! ¡¡Genial!! ¡Como el Guerrero del antifaz! A mí me caía de fábula, en serio, pero es curioso que hoy en día sea incapaz de poner ni uno solo de sus éxitos en mis recopilaciones, en las que entran entre cientos y cientos de intérpretes, desde Mozart a Raphael (éste con cuentagotas) así que…
    Siempre encontré un aire de familia entre Peret y Leslie de Los Sirex, al que desde luego, deseo una larga vida.

  7. «En el conservatorio te enseñan que este entrelazado emocional se debe esencialmente a las propiedades de reverberación armónica de la música. O sea, que ciertos acordes vibran en sintonía con la manera natural que el ser humano tiene para escuchar al mundo. También te enseñan qué es la gran música y por qué la llamamos así. Cómo componía Berlioz o cuál es la razón por la que el Tristán e Isolda de Wagner nos pone la carne de gallina.»

    «Un músico que desafío a las modas y a los géneros; al rock y al pop y al cante y a los conservatorios.»

    ¿Mande?

    No entiendo por qué el artículo hace tanto hincapié en que esta música «desafía» a la música del conservatorio. Es como comparar una manzana y un edificio: no tienen nada que ver y son cosas tan respetables ambas como diferentes. Pero este artículo parece que quiera inducir a que en el conservatorio solo se escucha música «clásica» y que está encerrado en ese mundo, estando el resto de géneros por debajo, incluyendo la rumba.

    Firma: un estudiante de 2º de musicología

    • Hola Daniel,

      Cuando yo estudié la carrera de música (hace ya 20 años), la sensación era que solo había dos tipos de música: la orquestal -que era la buena- y el resto.
      De hecho, sigo pensando que la música orquestal es notablemente mejor que casi cualquier otro tipo de música; por profundidad, complejidad e intenciones. Como también es mejor la arquitectura de calidad que los adosados o el cine de Peter Greenaway que el de Michael Bay.

      Lo cual no quita para que disfrute como el que más con Peret o con una peli de tiros (con los adosados no disfruto nada). Pero para ese disfrute, tengo que no intelectualizar la aproximación creativa, como he intentado reflejar en el artículo.

      Un saludo.

      • Hola Pedro.

        Si que es verdad que existen algunos profesores (especialmente los mas «antiguos», o jóvenes chapados a la antigua) que si que los oyes despreciar totalmente cualquier música que no sea la orquestal, e incluso orquestal que ellos no consideren «superior».

        Sin embargo, creo que he tenido suerte y he tenido profesores que, si bien no todos la mayoría, me han enseñado a respetar cualquier tipo de música. Que eso no quita que simplemente con una escucha podamos observar la complejidad que puede tener una música sobre otra, pero no utilizar ese argumento para despreciarla, ni siquiera considerarla como «algo menor». De hecho, un profesor mío de armonía utilizaba ejemplos de Queen, o incluso de Alejandro Sanz para sus clases y que nos servían para poder coger las clases con más facilidad al ser ejemplos que tenemos, por decirlo de alguna manera, más interiorizados, escuchados, o más a mano.

        Un saludo, y un gusto poder hablar de música en una página sobre un reportaje musical, y no meter la política en todos los sitios ;)

  8. Sines Crúpulos

    Joder, mensaje número uno y los ombliguistas de siempre ya están tocando los cojones con la misma monserga. Menos mal que Daniel Lloret ha escrito algo interesante.

    DEP Peret

  9. ¿Alguien sabe por qué en agosto la palma tanta gente…?
    Al menos, famosa…

    • Valhue

      Hombre, el calor suele llevarse por delante a mucha gente mayor, de salud delicada, pero no sé si en este caso concreto tiene nada que ver.

    • Sr. Mochales

      Agosto es el mes asesino. ¿No dicen «las flores se agostaron» cuando se van a tomar pol saco? Es que se os ha de explicar todo al detalle.

      • Mario Lancia

        Vas a tener razón Mochales, porque ahora le ha tocado a Pertegaz. ¡Y aún queda todo el día de hoy y mañana domingo para acabar con «agoster» the killer!

  10. Un detalle: Peret no inventó la rumba. La interpretó con su propio estilo, y la popularizó hasta tal punto que les pareció a muchos que él la había inventado. Pero se ha documentado canciones gitanas ya cantadas en los años 30 a las que es muy difícil no llamar rumba.

  11. Rumba y oportunismo, porque este prójimo, si algo hizo bien, fue bailarle al régimen político. La primera canción del nuevo año en la época de Franco la ponía este señor por lo subversivo de sus letras. Durante el tiempo en que que España quiso hacer un ejercicio de amnesia colectiva a propósito de clo relativo al audillo, se refugió en la religión por aquello de mostrar que él también era de los que habían cambiado. Y, al final, se puso a cantar en sólo catalán por aquello de contemporizar con los nuevos tiempos. Imagino que por ver si dejaba bien situada a la familia.
    En suma: ha muerto otro calvo.

    • Remigio

      Hombre, él se refugió en la religión en 1982, unos 7 años más tarde de la amnesia colectiva.

      Ahora bien, si lo que quiere usted es obviar su importancia musical y minusvalorarlas por una afinidades políticas que parecen, ejem, sólidamente documentadas, no se aflija porque haya muerto un calvo, que con usted, los calvos intelectuales van a mantener el pabellón en todo lo alto.

      • Sí, es un imprescindible en el mundo pokero. Los canis y las jessis han perdido a una referencia épica de primer orden. Qué trauma para la cultura occidental.
        En lo que afecta a la humanidad, su transcendencia musical es tan descomunal que Bach habrían temblado ante la sombra de tal gigante.

  12. peardez

    Buen articulo. Buen homenaje. Los q os enredais con el rollo político q aqui no pinta nada, ya seais de un lado o de otro sois mu tontos y no vale la pena enfadarse con vosotros…

  13. Mario Lancia

    La otra noche estuve viendo un reportaje de hace unos 7 años sobre Peret en TV1, y el tío contaba que se convirtió a eso de la Iglesia Evangelista de ¡Filadelfia! porque tuvo una revelación en un trayecto en coche hacia Mataró. La revelación consistió según sus palabras, en que de pronto, perdió de vista el mar y las vías del tren que estaban a su derecha y lo mismo con las casas de los pueblos que estaban a su izquierda, quedando todo sumido en un resplandor. Supongo que la carretera sí la vería, porque si no, no me explico cómo no se pegó una santa hostia conduciendo. Lo que yo me pregunto, es por qué una alucinación que podía ser producto de demasiadas horas sin dormir, abuso de alcohol o de otras substancias, lleva a alguien a creer que ha vivido una experiencia mística que le cambia la vida de arriba a abajo. Total, para que al cabo de unos años, cambie de opinión y lo deje para seguir con su vida de siempre…

  14. borriquitet

    Caspa, caspa, mucha caspa…. Caspa catalana, no crema.

  15. Ocasión perdida, señor Torrijos, de escribir un buen artículo. Ya, ya sé que si se toma Usted el tiempo necesario para indagar un poco, contrastar algunas cosas aquí y allá, se le hace a Usted octubre y para entonces ni Dios se acordará de Peret. Lástima, pero ni una mención en su artículo al ventilador, verdadera invención de Peret, que la rumba ya estaba inventada: es la primera vez en la historia musical que la guitarra se utiliza como instrumento de percusión. Ni una mención a la habanera, el ritmo tradicional mediterráneo. Esencia de la rumba, esencia de Carmen en Bizet, esencia de Mediterráneo de Serrat (escuche el arranque de la Habanera de Carmen y los primeros compases de Mediterráneo. Luego, escuche La Bella Lola y luego Saboreando) Y ya puestos con la cosa sociopolítica, ni palabra de que hasta la rumba nos quieren robar los del ‘rerapaís’ convirtiéndola en Música Nacional Catalana (toma ya)… O de cómo la dehesa avanzó por la Diagonal y arrasó con todo lo que Barcelona pudo haber sido. No se lo tome Usted a mal, pero… flojito, flojito

    • Hola,

      el artículo está escrito desde un punto de vista exclusivamente emocional e intenté hacer escasas indicaciones técnicas, pero ya que parece usted pedirlas, me voy a permitir hacer una serie de correcciones a su comentario.

      En primer lugar, en el artículo no se menciona que Peret fuese el inventor de la rumba, sino el de la rumba catalana, que bebe obviamente de la rumba (que se inventó en Cuba a principios del XX) y de sus múltiples evoluciones flamencas, así como del rock y de varios ritmos americanos que sí aparecen en el artículo.

      En segundo lugar, el ventilador es un invento de Peret, sin duda, pero como casi todos sus inventos, no deja de ser una mezcla de muchos otros, aunque el resultado tengo entidad y pregnancia única y propia. Es bastante ingenuo afirmar que el ventilador es la primera vez que se golpea la caja de la guitarra como instrumento de percusión, cuando hay partituras de tres cubano, casi siempre guarachas, pero también danzones e incluso sones montunos que incluyen por escrito el golpeo de la caja, normalmente en ausencia de instrumentos de percusión «reales». Piense que los bailes afrocubanos necesitaban de percusión, y si no tenían toda la que necesitaban, la sacaban de donde pudiesen. Y son piezas compuestas en los siglos XIX e incluso XVI. Con todo, es indudable que el ventilador es una invención de Peret que da una importancia capital a la caja percutida, pero no, no era la primera vez que se hacía en la historia de la música.

      Y en último lugar, la habanera, como su propio nombre indica, es originaria y tradicional de Cuba. En el Mediterraneo tiene una enorme importancia, pero sería innoble negarle su verdadero origen. En cuanto a que sus similitudes con la rumba, son eso, similitudes. La «Habanera del Toreador» de Bizet es un 2/4 a negras con puntillo sin síncopas, mientras que «Saboreando» es un 4/8 a corcheas sincopadas en los compases pares-impares. Existe una similitud, porque ambos son ritmos cojos falsos, no como sería un cojo puro como un 5/8 o un 7/8, pero yo no establecería mucha más relación. Y en cuanto a los acordes, en realidad, la Habanera de Bizet es un Fa Mayor con una melodía que se apoya en la escala cromática descendente, mientras que Saboreando se arma en Do Mayor (aunque hay versiones en Sol e incluso en Re Mayor, en función si lo toca algún instrumento de viento o no) y, aunque la melodía también es descendente, en realidad es interválica y completamente diatónica.
      La armonía, si obviamos los distintos tonos y hacemos el transporte, podría entenderse también como mas o menos similar, pero vamos, tan similar como lo sería con el Canon de Pachelbel.

      Y en último lugar, no voy a hacer ninguna referencia política, creo que no es el lugar adecuado

      Un saludo :)

      • Fe de erratas del comentario: obviamente, cuando hablo de la antigüedad de partituras de tres cubano, quería decir siglos XIX y XVIII, no XVI.

  16. Me ha gustado mucho este artículo.
    Me ha gustado mucho la expresión “gozoso cachondeo”.
    Me ha gustado mucho que hable de la musicalidad como el misterio que es. Y que se la reconozca a Peret.

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  18. Alex Cerrato

    Aunque entiendo la intención del tono jocoso del inicio, da un poco de la impresión que vivamos en mundos hérmeticos. Mozart robo tantas melodias populares como los Led Zeppelin, la chacona, que los franceses convirtieron en un baile de salón desprovisto de toda la alegría del baile hispanoamericano, es la base de cosas así tan de ponerse mariquita y pedante (con perdón) como «Dido y Eneas» y no pocas veces franceses y rusos, han tirado de nuestros aires populares para evocar exotismo, pasión y tal. O sea, que no seamos gilipollas y tiremos lo nuestro por la borda.

    Peret SI fue el creador de la rumba catalana (aparte de la, obviamente, cubana, hay otras rumbas nacionales, como la rumba flamenca) pero los puñeteros flamencolicos y los señoritos desprecian todo lo que no sea jondo o nacido en su terruño. La rumba catalana y la rumba trágica de Bambino y María Jiménez es para mi nuestro mayor equivalente al pop y rock & roll. La prueba de lo que afirmo de Peret inventor de la rumba es muy fácil de comprobar: fue el primero que registró en disco la tecnica del ventilador tal y como la entendemos en la rumba. ¿Si lo inventaron otros, porque no lo grabaron antes, cuando debutaron fonográficamente con anterioridad a Peret? Lo demás son habladurias y putañerias a las que somos tan afines los españoles. El pecado nacional y bla bla bla.

    Una cosa es cierta, por rumba queda bien cualquier cosa si se hace con arte. Cosa que no ocurre con otros estilos. Por ejemplo, las adaptaciones orquestales de pop y rock & roll son música para cafetín de jubilados. Un bodrio. Las adaptaciones de música clásica al rock (lease el jevi o el sinfónico) son horribles. Una guitarra eléctrica o un órgano, mal que les pese, no transmiten los matices que una orquesta de tropecientos instrumentos. Pero por rumba puedes adaptar mambo, pop, funk, boleros, rancheras, canción melódica, música napolitana, soul…lo que te da la santa gana y seguir molando. Eso es un valor musical. Y Peret dió una permeabilidad a la rumba de flipar. La mezcló con todo lo que se le puso por delante. Su manera de usar las palmas, sobregrabando a los palmeros como hacia Les Paul con su guitarra, es como una orquesta de percusión. Y a mi me gusta más que Radiohead o Mozart, que me dan sueñecito, que es lo que importa.

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