Era el tipo menos indicado para que le sucediese algo como esto. Era un espíritu dulce, uno de los pocos tipos al que no le importa el negocio sino simplemente ser un músico. (Nikki Sixx, bajista de Mötley Crüe)
El 8 de diciembre del año 2004, en la sala de conciertos Alrosa Villa de la ciudad de Columbus, un individuo de cuyo nombre no queremos acordarnos subió al escenario armado con una pistola y desató el caos cuando la banda Damageplan estaba interpretando la primera canción de su concierto. El objetivo del intruso estaba decidido de antemano: Darrell Abbott, más conocido como «Dimebag» Darrell, considerado universalmente uno de los mayores héroes del heavy metal. El pistolero atravesó el escenario como una exhalación y descerrajó cinco tiros en la cabeza de Darrell, que no sobrevivió al ataque. Tampoco sobrevivieron Jeff Thompson, jefe de seguridad de la gira, ni Erin Halk, un empleado de la sala: ambos trataron en vano de detener al asesino, quien antes los detuvo a ellos a balazos. Idéntica suerte corrió Nathan Bray, un espectador que subió al escenario para ofrecer auxilio médico al guitarrista y que recibió otro disparo mortal cuando estaba practicándole un intento de reanimación cardiopulmonar. Siete personas más fueron heridas por disparos sin que nadie pareciera capaz de parar la sangría, hasta que un agente de policía mató al asesino justo en el momento en que éste estaba apuntando a la cabeza a otro de los miembros del equipo técnico.
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La noticia nos dejó helados a muchos. Es cierto que todos los días se producen muertes trágicas en muchas partes del mundo, pero en el momento de morir Dimebag Darrell —que tenía treinta y ocho años de edad— llevaba bastante tiempo establecido como uno de los mejores guitarristas rockeros de su generación; de hecho no poca gente lo situaba en el número uno de los solistas de heavy metal del momento y básicamente podíamos considerarlo ya como un icono cultural en vida. Es decir: quizá para el gran público resultaba menos familiar que una Amy Winehouse por ejemplo, pero dentro del mundillo metalero Darrell era un auténtico peso pesado desde que su anterior banda, Pantera, había explotado comercial y artísticamente algunos años atrás. Para colmo, tétrica coincidencia, el suceso se producía justo en el día del aniversario del asesinato de John Lennon. Todo esto despertaba muchas preguntas, ¿quién podía querer asesinar a alguien como Dimebag Darrell, un músico que nunca le había hecho daño a nadie? Ni siquiera había tenido una personalidad polémica; por lo que se sabía de él, a Darrell solamente le interesaba tocar la guitarra y pasarlo bien con sus amigos, entre quienes había muchos grandes nombres del negocio musical que habían dado frecuente testimonio de su buen carácter. La suposición más extendida era la de que su asesino era un fan perturbado, y conforme fueron conociéndose detalles esta suposición resultó ser acertada: resultó que no era la primera vez que el asesino irrumpía en un concierto de Damageplan con la intención de agredir a Dimebag. En otra ocasión ya lo había hecho, aunque desprovisto de armas de fuego, y la seguridad había conseguido detenerlo aunque el tipo se arreglase para dañar parte del costoso equipo de sonido. La policía reveló que sufría de esquizofrenia paranoide y que efectivamente estaba obsesionado con Darrell porqu, en sus delirios, pensaba que la banda Pantera había estado leyéndole la mente. Curiosamente, el que la fecha del crimen resultase coincidente con el obituario de John Lennon fue pura casualidad, ya que el asesino desconocía completamente este hecho.
A la gente que no disfrute particularmente con el heavy metal puede resultar un tanto difícil de explicar quién era Dimebag Darrell y en qué residía su importancia. Los medios ya se han encargado de recordar una y otra vez a Amy Winehouse como decimos, pero Dimebag no ocupa tanto espacio informativo y menos en un país como España. Pero si usted no ha escuchado un disco metálico en su vida o si es incapaz de dejar que suene sin taparse los oídos, podemos explicárselo así: en el heavy metal, como en cualquier otro estilo de música, se necesita una considerable cantidad de técnica y talento para dominar un instrumento. Y como en cualquier otro estilo, instrumentistas los hay mejores que otros, o los hay que sencillamente están en mejor forma y más inspirados durante un período concreto. Pues bien: durante los años noventa, uno de los guitarristas que estaba más en forma y que hacía mayores demostraciones de técnica y talento era Dimebag Darrell. Tenía un estilo propio y original. El que un individuo le disparase en mitad de un concierto era el equivalente a que hubiesen asesinado a uno de los mejores pianistas clásicos del mundo durante un recital. Olvide las etiquetas: Dimebag Darrell era simple y llanamente un gran, gran músico.
Darrell llevaba muchos años en el negocio. A principios de los ochenta había formado el grupo Pantera junto a su hermano mayor Vinnie Paul Abbott, aunque la banda tardó más o menos una década en conseguir un sonido característico y el consiguiente éxito comercial. Los hermanos Abbott, oriundos de Texas, habían nacido y crecido respirando música: su padre era un profesional del country, propietario de un estudio en el que ejercía como compositor y productor. Allí, sus dos inquietos retoños no dejaban de revolotear jugueteando con los instrumentos. Y curiosamente no fue la guitarra el primer instrumento en el que Darrell se fijó, sino la batería… sin embargo, su hermano Vinnie, dos años mayor, demostraba una mayor habilidad con las baquetas y eso le convenció de que debía buscarse otra cosa. Ahí sí, no tardó en decantarse por la guitarra y consiguió progresar rápidamente. Tanto, que siendo un quinceañero su rapidez y técnica llamaban considerablemente la atención en el estado. De hecho, tocaba tan bien en comparación con otros chavales de su edad que ganaba absolutamente todos los concursos regionales de guitarra en los que se presentaba, hasta el punto de que ¡terminaron prohibiéndole la inscripción!
Aunque a los hermanos Abbott les gustaba el country, la música en la que trabajaba su padre, se sintieron más atraídos por el rock duro, consecuencia lógica de la fogosidad adolescente. Es más: Darrell comía, bebía y respiraba mitología del rock duro y el heavy metal Su primera gran inspiración fue Ace Frehley, guitarrista del grupo Kiss. Aunque Frehley no era exactamente un prodigio de técnica, formaba parte del núcleo de la fantasía rockera de millones de niños y adolescentes, y como muchos de ellos Darrell se apuntó en el club de fans oficial de Kiss, la Kiss Army, y jamás renegó de ese fanatismo hacia su adorado «Space Ace» y la banda neoyorquina. Es más: con el tiempo se tatuaría el rostro maquillado de Ace Frehley en la parte derecha del pecho y nunca dejaría de tener palabras de admiración hacia él («Ace es Dios»), citando solos como el de «Shock Me» entre sus favoritos. También solía reconocer a Eddie Van Halen como una gran influencia, particularmente el instrumental «Eruption» («Lo escuché por primera vez siendo un niño y no podía creer lo que Eddie Van Halen hacía con las cuerdas»). Otros guitarristas que le marcaron serían los de bandas como Deep Purple, Black Sabbath, AC/DC, UFO, Judas Prest, Def Leppard, Metallica o Slayer. Como se ve, prácticamente todos ellos guitarristas de rock duro, aunque también guardaba un lugar especial para un paisano de Texas como Billy Gibbons de ZZ Top.
Ese entusiasmo por el heavy metal le llevó a crear Pantera junto a su hermano, aunque durante los primeros años el grupo tejano no se parecía demasiado al grupo del mismo nombre que asaltó el trono del rock duro a principio de los noventa. Aquellos jovencísimos Pantera seguían los pasos de la llamada «Nueva Ola» del heavy metal británico y tenían incluso toques glam en su aspecto y en su música. Darrell todavía se hacía llamar «Diamond Darrell» en honor a David Lee Roth, vocalista de Van Halen. Aquí podemos ver a Darrell con diecinueve años y el pelo crepado en una voluminosa melena al mejor estilo glammy de los ochenta. Estos eran Pantera por entonces:
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Aquellos Pantera no estaban destinados a llegar demasiado lejos. El propio Dimebag tenía buena técnica pero básicamente se limitaba a imitar a guitarristas más famosos sin aportar nada relevante de cosecha propia. En conjunto no tocaban mal, desde luego, pero estaban sujetos a unos estereotipos heavy que hacia finales de los ochenta estaban quedando comercialmente desfasados. Grupos como Metallica, Slayer o Anthrax estaban definiendo un nuevo sonido, más oscuro y agresivo, menos melódico. Pantera se sintieron atraídos por este nuevo sonido y aquello supuso el inicio de su transformación en una banda realmente grande. Con un nuevo cantante en sus filas, Phil Anselmo, comenzaron a evolucionar tratando de acercarse a ese sonido. Primero con un disco cuyo título todavía sonaba a cliché (Power metal, de 1988) en el que coleaban retazos de su antiguo estilo. Pero después con Cowboys from hell, de 1990, donde imitaban ya sin demasiado disimulo a Metallica y demás. Todo lo que necesitaban era un álbum en el que no sonasen a un derivado de lo que hacían otros… y ese álbum llegaría en 1992, con el fabuloso título de Vulgar display of power y la bastante fea pero ilustrativa portada que representaba un puñetazo.
Muchos oyentes, la mayoría de hecho, descubrimos a Pantera con aquel disco. Yo ni siquiera estaba particularmente interesado en el metal extremo por entonces, pero Pantera hicieron clic en algún resorte en muchos que hasta entonces no se habían acercado por el estilo más allá de obviedades como los ya mundialmente famosos Metallica, Anthrax y demás nombres populares de los ochenta. ¿En qué habían cambiado Pantera? Menos velocidad, más cuidado por un ritmo con groove, incluso llegando a ser lentos y pesados cuando la ocasión lo requería. Riffs más simples, menos preocupación por hacer demostraciones técnicas y más preocupación por pegarle al oyente un puñetazo en la cara, como prometían en la portada. El disco ofrecía algo nuevo y rompió moldes. Aquel fue el primer momento en que a muchos nos interesó saber quién demonios era aquel guitarrista que sonaba tan único, tan diferente… un momento como por ejemplo el solo de guitarra de la canción «Walk», cuyo primer impacto aún recuerdo perfectamente. Darrell, que ya se hacía llamar Dimebag —por las bolsas donde suele venderse la marihuana— había alcanzado la madurez como guitarrista. Ya no se trataba de lanzar miles de notas por minuto a toda costa, o de imitar a Eddie Van Halen, sino de hacer que cada nota y cada fraseo tuviese importancia por sí mismo (el solo está en el minuto 3:00 de vídeo… incluso si no le gusta a usted el heavy metal, ¡debería apreciar a esta clase de instrumentistas!).
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O momentos como el solo de «No good» (2:50 del enlace, ¡impresionante!). Contra todo pronóstico, Pantera tomaron por asalto la vanguardia del metal mundial, incluso desplazando —no comercialmente, pero sí en cuanto a constituir la punta de lanza del estilo— a unos Metallica que acababan de reventar las listas de ventas de medio mundo, cosechando mil y un elogios con su disco de la portada negra. Pero por muy grandes que Metallica fuesen, la lógica generacional funciona en la música como en la vida y Pantera les hicieron parecer repentinamente «anticuados», porque los chicos de Texas no solamente tenían mayor pegada sino también una habilidad instrumental considerablemente superior. Como mínimo, podía decirse que Metallica no tenían un guitarrista tan bueno como Dimebag Darrell —¡ni de lejos!— y así Darrell estaba repentinamente en posición de colocarse como el gran guitar hero metálico del momento. Cosa que hizo sin demasiado esfuerzo. Es más, ahora que tenía un estilo propio uno podía reconocerlo fácilmente nada más escucharlo, por ejemplo en algunos solos de la discografía de Anthrax (Dimebag participó como invitado en cuatro de sus discos), banda que también estaba situada en la vanguardia del metal aunque el grueso del público metálico, por razones que probablemente jamás serán descifradas, decidió darles la espalda en cuanto evolucionaron.
No sucedía lo mismo con Pantera y el público empezó a rendirles pleitesía. Su siguiente disco era ansiado con tanta expectación que debutó directamente en el número uno de las listas, superando a muchos productos pop. Dimebag, cómo no, seguía destacando con solos enormemente expresivos en ese nuevo estilo que parecía resumir lo mejor de sus tempranas influencias pero de una manera mucho más personal que en su etapa anterior (2:30 de vídeo).
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Ahora que ya no imitaba tanto a Eddie Van Halen fue precisamente cuando la gente empezó a compararlo con su ídolo, porque Dimebag Darrell estaba siendo revolucionario en el heavy metal de una manera similar a como Eddie Van Halen lo había sido en el hard rock. Y eso, en cuestión de guitarras eléctricas, era como que comparasen a un motorista con Valentino Rossi. En estos nuevos Pantera, el cantante Phil Anselmo era la imagen, pero Dimebag Darrell era el corazón.
El éxito solamente duraría un par de discos más: la drogadicción de Anselmo y su carácter intratable —incluyendo no pocos numeritos lamentables en los directos o la exigencia de viajar separado de sus compañeros de grupo— hicieron que el mal ambiente imperase dentro de la banda. Los hermanos Abbott, que más allá de la marihuana y el alcohol se oponían al uso de otras drogas más duras, ni siquiera sospechaban que Alselmo se inyectaba heroína hasta que el vocalista tuvo su primera sobredosis durante un concierto. La situación se hizo insostenible y finalmente el grupo dejó de existir, pero la separación no ayudó a suavizar la tensión interna, que se hizo externa y bien visible para el público. Anselmo por un lado y los hermanos Abbott —sobre todo Vinnie— por el otro, ocuparon páginas y páginas lanzándose acusaciones y culpándose mutuamente de la separación del que había sido uno de los grupos más exitosos del planeta. Phil Anselmo, muy especialmente, se encargó de elevar el tono de la disputa mediática hasta niveles francamente desafortunados, llegando incluso a hablar de asuntos familiares de los Abbott ante los periodistas. La verdad es que daba toda la impresión de ser un tipo desagradable y cuando decía en la prensa ciertas cosas estaba sembrando la semilla para la imagen nefasta que muchos antiguos seguidores de Pantera tienen ahora de él. Hablamos de frases como «Darrell merece recibir una severa paliza». Cuando se produjo el asesinato de Dimebag, claro, la gente recordó las declaraciones avinagradas de Anselmo y de manera muy particular sus aparentemente malintencionadas alusiones a la violencia física contra Darrell. Muchos le acusaron de haber contribuido indirectamente a que el asesino se decidiese a tirotear al guitarrista, entre ellos Vinnie Paul y el resto de la familia Abbott, o Rita Haney, la novia de Darrell desde los tiempos del instituto. La familia, de hecho, prohibió expresamente la presencia de Phil Anselmo en el entierro. El vocalista respondió con un vídeo público en el que expresaba su pesar por el asesinato, aunque sobre el vídeo hubo opiniones para todos los gustos: desde quienes pensaban que se trataba de un pésame sincero hasta quienes veían una mala «interpretación» de Anselmo o una muestra más de su continuo afán de protagonismo. Para gustos, colores.
Lo cierto es que el pistolero esquizofrénico que asesinó a Darrell lo hizo por causa de sus delirios, y en contra de lo que muchos quisieron creer, parece que el asesinato tenía poco que ver con la separación de Pantera o con los ataques verbales de Phil Anselmo a Darrell. Aun así, tanto Vnnie Paul como Rita Haney siguieron culpando indirectamente a Anselmo: si sus declaraciones no habían provocado este ataque, bien podrían haber provocado otro con iguales consecuencias. Y eso que, ya antes de que Dimebag muriese, su carácter risueño y amigable era un secreto a voces dentro del mundillo musical. Todo el que lo conocía solía describirlo como un tipo alegre que tenía ganas de divertirse y que aceptaba fácilmente a la gente en su círculo, siendo tremendamente sociable. Al menos en las entrevistas, donde hablaba con un fuerte e inconfundible acento tejano, daba la impresión de ser un tipo bastante tranquilo. No podía decirse lo mismo de Phil Anselmo, claro. Así que los seguidores de Pantera, a poco que conociesen la historia de la banda, iban a tardar poco en elegir al malo de la película. Vinnie Paul vio cómo tiroteaban a su hermano pequeño ante sus propios ojos y siempre se encargó de recordar que las palabras de Anselmo habían traspasado muchos límites. Vinnie Paul y Phil Anselmo no han vuelto a dirigirse la palabra desde entonces. En cuanto a la antigua novia de Darrell, tampoco estaba dispuesta a perdonar a Anselmo hasta que se lo encontró casualmente entre los asistentes a un concierto y decidió dejar atrás los rencores. Ella ha intentado después suavizar las cosas entre Vinnie y Phil Anselmo, pero el mayor de los hermanos Abbott, a día de hoy, continúa sin perdonar al cantante.
Otro que se ha mostrado interesado en una posible reconciliación es el guitarrista Zakk Wylde, amigo muy cercano del difunto Darrell. Wylde se ha ofrecido a ocupar el puesto de guitarrista en una posible reunificación de Pantera, aclarando que sería «una manera de homenajear a Dimebag, no una manera de que yo intente ocupar su lugar». Y nadie tiene dudas de que Wylde desea sinceramente homenajear a Dimebag, porque la estrecha amistad y el respeto mutuo que había entre ambos son bien conocidos por todos y han sido incluso aireados por el propio Vinnie Paul, quien ha calificado a Wylde como «un hermano». Dado que en más de veinte años no ha surgido una nueva banda metálica con la capacidad de impacto que tuvo Pantera en su día —en cierto modo, fueron para el metal la «última gran banda», como Guns N’Roses lo fueron para el rock—, la posibilidad de verlos actuar en vivo es algo que provoca la excitación y curiosidad de mucha gente. Aunque otros pensemos que la idea no tenga demasiado sentido en lo musical, es cierto que como homenaje podría ser emotivo. Pero claro, tal cosa es impensable mientras perdura la mala sangre de Vinne Paul hacia Anselmo. Además, el batería insiste en que «reunir Pantera sin mi hermano sería una estupidez y no voy a hacer algo estúpido solamente para hacer feliz a la gente».
Nosotros nunca sabremos qué pasó exactamente entre todos ellos, al menos más allá de las declaraciones que quedaron en negro sobre blanco en los medios y que, francamente, dejan en el peor lugar posible a Phil Anselmo. Pero líbrenos Dios de juzgar lo que no conocemos con exactitud. Ahora solamente nos queda recordar a uno de los mejores guitarristas de las últimas dos décadas, un apasionado de la vida y de la música que siempre afirmó que quería ser enterrado en un ataúd de Kiss… y lo fue. Su familia cumplió el deseo, porque Darrell jamás había perdido ni un ápice del amor hacia el grupo de su infancia y jamás había dejado atrás su fascinación por la mitología del heavy metal. Así que para terminar este recuerdo y siguiendo con ese amor a la mitología del rock, narremos un detalle emotivo. Tras el salto de Pantera a la fama, Dimebag Darrell había trabado amistad con uno de sus grandes ídolos, Eddie Van Halen. Como buen fan, le pidió a Van Halen una réplica exacta de su famosa guitarra «Bumblebee», que ya no se fabricaba. Solamente unos meses antes del tiroteo de Columbus, Eddie Van Halen le prometió una copia y de hecho había llegado a encargar su construcción, pero cuando se produjo el asesinato la réplica estaba sin terminar. Entonces, Eddie Van Halen simple y llanamente cedió su guitarra Bumblebee original para que Dimebag fuese enterrado con ella, algo que sin duda habrá hecho feliz a aquel chaval adolescente que quería ser como Van Halen y que terminó en un ataúd de Kiss junto a la guitarra de su ídolo. Descansa en paz, Dimebag. O no descanses; a fin de cuentas te has llevado la guitarra de Eddie contigo… será cuestión de sacarle partido allá donde estés.
En agosto de 2014, si le hubiesen dejado, Dimebag Darrell habría cumplido cuarenta y ocho años. No volverá a haber otro.
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Aunque el tema está ya bastante trillado, da gusto ver un artículo sobre Dimebag en Jot Down. Es un buen artículo, y seguro que interesará a algún neófito, pero hay un par de cosas que no me parecen acertadas.
Primero, ‘Cowboys From Hell’ no es una imitación de Metallica. En ese álbum Pantera empezaron a desarrollar ese sonido distintivo que alcanzó su cima con ‘Vulgar Display of Power’ y ‘Far Beyond Driven’. Este sonido se definió como groove metal, y de hecho la banda fue acusada de copiarlo de otra llamada Exorder, que solo publicó dos álbumes, de los cuales recomiendo ‘Slaughter in the Vatican’, que está muy tristemente olvidado.
Tampoco me parece acertado decir que en 20 años no ha aparecido una banda con la capacidad de impacto de Pantera. ¿Entonces que pasa con Slipknot? Les conoce todo el mundo y han llegado a llenar campos de fútbol de 15.000 espectadores en España. Y no es una banda que reciclara ideas de otras formaciones, ofrecen una propuesta interesante. Prefiero a un montón de bandas de metal antes que a Slipknot, pero no podemos negar su impacto.
Creo que se refiere a otro tipo de impacto.
A mí no me parece que Slipknot hayan influenciado a más bandas fuera del círculo del nu-metal. Y tenía que ver más con la idea que tenía el productor Ross Robinson.
Recuerdo en una entrevista que Thomson se quejaba de que Robinson no le dejaba hacer solos.
De la misma manera que nombras Slipknot podríamos hablar de Korn.
Para mí impacto sí ha tenido Mastodon y algún otro, quizás no al nivel de Pantera.
Desde luego Mastodon son una banda más influyente que Slipknot, de la misma manera que lo han podido ser otras como Opeth o Neurosis, pero ninguna de estas bandas te llena un aforo de 10.000 personas, por desgracia.
Korn es una banda que en Estados Unidos sigue siendo bastante potente, a mí la verdad es que sus últimos trabajos me parecen muy flojos y cambian de dirección musical sin ton ni son de un disco a otro. Creo que Slipknot han mantenido su impacto intacto, porque al contrario que Korn se toman más tiempo con sus discos y su evolución musical parece bastante lógica.
mas que metallica, su genero cambio al compartir escenario con los olvidados EXHORDER, se pueden encontrar fotos de phil anselmo con camisas de este grupo, o en fotografias con miembros de exhorder, que fueron pioneros junto con ellos en el groove metal, aunque exhorder solo sacaron 2 discos uno mas a lo slayer slaugther in vatican y otro muy parecido al cowboy from hell y sacado en las mismas fechas llamado The Law, la maxima influencia tanto en pantera como en exhorder y los grupos de groove metal para mi fue black sabbath, es mas ambos grupos tienen mas de una version in to the void (exhorder), planet caravan (pantera), electric funeral (pantera)
sí hay una última gran banda de metal… es tool desde hace años
Joder casi me echo a llorar…
Grande Dimebag… Tienes razón, no hay manera de explicarle quien era este tío a alguien que no lo haya sentido, para los que si lo hemos hecho es irrepetible, un genio irrepetible.
Gracias por el artículo.
Fe de Erratas (para Paco Silva). ExHorder.
El único problema es que Dime solo hubo uno y la saturación fue inmensa. A día de hoy siguen saliendo bandas clones (o inspirados en ellos como Slipknot) que ni de lejos tienen la magia componiendo que tenía el amigo de la perilla pelirroja.
Si acaso Zakk Wylde se podía equiparar hace años, pero lleva años sacando el mismo disco en bucle, aburrido y cansino como el solo.
Lo apasionante fue ver como iban «reinventandose», el problema, es que la industria aprovechó eso para ningunear a los grupos más tradicionales.
Esté donde esté, fijo que se lo está pasando bomba y despedazando mástiles como el sabía.
Emilio, he leído muchos artículos suyos en el apartado musical de la Jot Down y tengo que preguntarle si tiene usted la conciencia tranquila después de poner tal cantidad de barbaridades.
No se como lo hace, pero cuando creo que ha escrito un buen artículo, pone algo que hace que me tire de los pelos y blasfeme enormemente.
A lo mejor escribió el artículo con una horrible resaca a causa del cóctel típico que bebía Dimebag durante las giras de Pantera, el «Black Tooth Grin» y no se dio cuenta de las estupideces que puso aquí. Ojalá sea eso, porque me da la impresión que no se ha escuchado usted un disco de Pantera en la vida.
Me quito el sombrero por tu profundo conocimiento sobre los combinados favoritos de la banda, por lo demás, tu comentario es de una prepotencia y de un absurdo que «echa pa´tras!».
A mi lo que me parece absurdo es que el autor compare discos como «Black Album» y el «Cowboys From Hell».
De hecho, el Cowboys From Hell fue uno de los discos que salvó el Heavy Metal en los 90 después de que surgieran géneros nuevos como el Grunge y que artistas como Metallica se vendiesen a la industria traicionando a todos sus fans.
Luego, el análisis que el autor hace de la discografía del grupo es pésimo. Me parece bastante relevante para que se vea la evolución de Dimebag a lo largo de la década. Menciona dos o tres canciones (algunas de ellas totalmente innecesarias) y listo
Bueno y eso de que «Pantera, en cierto aspecto fueron para el metal la «última gran banda»» me parece una falta de respeto increíble para todas los géneros y bandas que han surgido en estos 20 años.
Por último casi todas las anécdotas son datos que aparecen (o al menos aparecían) en la Wikipedia. Ya podría haber indagado un poco más.
Pedro, entiéndeme, este artículo ha sido para mi la gota que colmó el vaso. Estoy de acuerdo con que cada persona puede tener sus opiniones pero de ahí a soltar barbaridades como si fuesen verdades me parece insultante.
Sin entrar en detalles , si exiges respeto aplícate el cuento , canciones innecesarias…
Exacto, aquí el único que puede soltar barbaridades como si fuesen verdades es el gran Lewis Carroll, el Único y Verdadero Conocedor del metal. Alabada sea Su palabra.
Una artículo tan sentido y tu coges una rabieta por diferencias de opinión. Eres un pobre hombre, Lewis Carroll.
Pingback: Diez años sin Dimebag Darrel
Como intento de guitarrista que soy, uno de los aspectos que más me sorprenden de Dimebag es la personalidad que tenía tanto en el aspecto rítmico como en el solista. No me salen muchos guitarristas que puedan tener un estilo reconocible tanto en riffs como en solos.
Aunque coincido con Paco Silva en su segundo punto: musicalmente desde luego que ha habido otras bandas que han igualado a Pantera en cuanto a influencia.
Por la misma epoca del Cowboys from Hell, unos llamados Dream Theater crearon el sonido que vienen imitando el 80% de grupos de metal progresivo hasta estos días. Menos conocidos, Cynic tambien rompió en el 93 las barreras del metal extremo fusionandolo con generos como el jazz con Focus. Y algo parecido podríamos decir con RATM.
Pues pensaba yo justo lo mismo, para cuando un reconocimiento de la importancia de RATM y del grande Tom Morello en el metal de los 90. Casi diria que el sonido lento y pesado que fue toda una novedad en los ultimos discos de Pantera ya era hacia anos (perdonad mi teclado) el sonido tipico de bandas como RATM y Downset, o mismo en algunos momentos del Urban Discipline de Biohazard.
Lo que mas hay a decir es que me siento afortunado por haber vivido esa epoca y de haber disfrutado de RATM cuando sacaron Evil Empire. Ah, y de llevar una camiseta del Vulgar Display of Power como si fuera mi segunda piel! Buenos recuerdos!
Un puto súper clase el bueno de Darrel Dimebag. Me inicié con Pantera a partes iguales con Cowboys from Hell y Vulgar Display of Power. De hecho, estaba seguro de que ésos eran realmente sus primeros trabajos hasta que luego me enteré de que no. He podido escuchar algo del material previo y, la verdad, para olvidar. Pero luego, joder, qué maravilla: Vulgar… es uno de esos discos al que no le quitarías ni añadirías nada de principio a fin, una verdadera maravilla. Como bien dice el artículo, lograron tomar el testigo de Metallica y lo llevaron un escalón más alto. Sin duda, una pena la vena medio pretenciosa y prepotente de Anselmo, con un gran talento como cantante y con una banda propia más que estimable (Down), pero no es menos cierto que cuando Darrel montó Dimebag, que sólo llegaron a sacar un disco, dejó a todo el mundo de nuevo con la boca abierta: estaba claro quién era el que de verdad mandaba en el cotarro. Una verdadera desgracia que tuviera que toparse con el subnormal tarado de turno…
Por cierto, se me olvidaba decir que tuve la inmensa fortuna de verlos en directo, justo cuando la gira del Vulgar…, en Zaragoza, cuando actuaron de teloneros de Judas Priest, nada más y nada menos, en su gira del Painkiller, momento en el que estaban realmente en estado de gracia, con Scott Travis recién llegado para reventar la batería, y Halford en plena forma, dejando muy por detrás a cualquiera que quisiera hacerle competencia: para enmarcar, esa entrada… También actuaron Annihilator, muy por debajo de los otros dos monstruos
Judas, Pantera y Aninihilator. ¡Casi nada!
Qué buenos Pantera! Recuerdo comprarme el Cowboys por 795 pesetas en un Carrefour. No sabía la joya que estaba comprando! Se convirtió en uno de los grupos favoritos de mi hermano por influencia mía. Recuerdo el disgusto que se llevó cuando le conté lo de Dimebag aquel 8 de diciembre. Para mi ese disco marca el inicio del verdadero sonido Pantera, desde la primera canción del mismo, la homónima.
Por otro lado, creo que el Hard Rock de corte más melódico convivió sin problema con el Thrash Metal californiano, neoyorkino o europeo (así como con el Heavy Metal de corte clásico) sin problemas hasta 1991, cuando sucumbieron al Ten de Pearl Jam o Nirvana.
Joer, perdón por las faltas y por repetir «sin problemas»
Coincido que Pantera fue el último gran grupo de aquella hornada que tuvo una gran influencia en el sonido del HM.
Ha habido más bandas en los años subsecuentes, pero difícilmente al nivel de aquellas, específicamente hablando de Slayer-Anthrax-Metallica-Sepultura. Los que mas impactaron en el gusto de los aficionados.
Que triste lo de Dimebag. Precisamente a un tipo tan pacífico.
Joer, qué recuerdos. Aún tengo guardada como «oro en paño» la entrada a un concierto suyo que se realizó en el Pabellón del Real Madrid. Uno de los discos que más me apasionó y que no se le ha dado excesiva importancia es «The Great Southern Trendkill». Brutal, oscuro y enorme.
No, si ahora va a resultar que Pantera fueron los salvadores de metal en los 90, madre mía. Pero si fueron unos de los principales factores para mandar al ostracismo al Heavy Metal en los 90, junto con el bajo estado de forma de la mayor parte de los grandes del género y la industria, que le dio la espalda.
Y eso de que Dimebag tiene gran influencia sobre el metal… en todo caso tiene mucha influencia en el metal moderno, nu metal, metalcore, etc. Pero en el Heavy Metal su influencia es despreciable.
No creo que fuera así. Pantera fueron estandarte del heavy metal junto a Slayer en los difíciles 90. Tal vez no estaban en su mejor momento, pero se podía confiar en ellos.
Y la influencia de Darrell en guitarristas de heavy metal es ENORME. Anda que no se escuchan riff fusilados de Pantera en mil grupos.
Se agradece el homenaje a uno de los músicos más respetados.
Con respecto al «ocaso» en los años 90 del Metal, creo que supuso más una evolución, pues se integró con otros géneros y acercó su influencia a una nueva generación.
En aquella década nacieron un puñado de discos «rockeros» y «metaleros» tan poderosos como lo fueron los que vieron la luz en los años ochenta, a pesar de «extender» su influencia a círculos menos puristas (fusionando sus efluvios con el rock mainstream, el grunge o incluso el hip hop…)
El portentoso «Vulgar Display» de los Pantera estuvo acompañado en esa década por el «Negro» de Metallica, el «Fear of the Dark» de los Maiden, el «Countdown to Extinction» de Megadeth, el «Painkiller» de los Judas Priest, el «Meltdown» de Vinnie Moore, el «Ballbreaker» de los ACDC, el «March or die» de Motorhead, el «Dehumanizer» de los Sabbath, el «Superunknown» de los Soundgarden, el disco homónimo de los Rage Against The Machine, el «In The Shadows» de los Mercyful Fate, el «Waste Lands» de los Venom… todos tan dispares como necesarios para sus seguidores.
Considero que (salvo excepciones) a pesar del poco apoyo por parte de las emisoras más populares o las discográficas más lujosas en las últimas tres décadas, los músicos de rock o heavy metal llenan tanto o más que antes cualquier aforo y gozan de un prestigio inmune a los «cantamañanas» de este y el otro lado del «charco».
Los que dicen que no han habido bandas de metal tan grandes como Pantera en 20 años son los nostálgicos que viven en el pasado y se revuelcan en su propia mierda como los cerdos. Al mismo nivel que los abuelitos que constantemente recuerdan a Gardel o Elvis. Invito a todos los melancólicos que escuchen grupos como Slipknot, Parkway Drive o Lamb of God, por decir algunos.
Pantera fue una banda decente que supo estar en el momento indicado en el lugar adecuado (no como Exhorder, banda en la que los Abbott se inspiraron/plagiaron). En este reportaje se habla bastante mal de Anselmo pero creo que su personalidad arrolladora en el escenario fue lo que llevó a Pantera a lo más alto. Antes de él no eran nada. Y como respaldo a mi teoría la prueba está en la banda mediocre postPantera que fue Damageplan y la increíble vuelta de tuerca que dió Anselmo con su proyecto llamado Down. No me confundan, seguramente Phil es un cabronazo, pero es un cabrón con algo de idea de música.
Está visto que lo mejor que te puede pasar en el mundo de la música es morirte.
No creo que Anselmo sea un cabronazo; más bien un descerebrado, un niño de la calle que nunca ha sabido asimilar el éxito y cuidarse. Ahora parece más centrado, pero su voz…
Gran artículo.
Ya va siendo hora de que se difundan el verdadero valor e impacto que tuvo Dimebag Darrell en la música.
Recuerdo todavía cuando la Rolling Stone sacó en 2003 su ridícula y cómica lista de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos, en la cual no fue incluido (a Angus Young lo mandaron al puesto 96) y sí figuraban personajes como Joan Jett, Billy Corgan y lo más gracioso: Kurt Cobain en el puesto 12.
D.E.P. Dimebag Darrell, GENIO.
¡Qué grande eres Emilio! Nunca está de más recordar a este genio de la guitarra, que influenció a millones de hachas en el mundo con su sonido propio e innovador. Es que aquel sonido de Darrell era de otro mundo, moderno, fresco, potente, cortante.
Se tuvo que cruzar en su camino aquel tarado… tuvo que ser en un país en la que a cualquier energúmeno le dejan llevar armas por la calle…Pantera podrían haber seguido activos. Aunque Anselmo tiene la voz destrozada porque nunca se ha cuidado, y Vinnie sigue empeñado en tocar con esos penosos Hellyeah, donde toca unos ritmos la mar de simplones que están a años luz de las virguerías que llevaba a cabo en Pantera.
Por cierto, a ver cuándo un artículo sobre Jeff Hanneman, un guitarrista puede que no tan innovador como Darrell, pero influeyente en las vertientes más cañeras del heavy metal.
Tampoco Vinnie Paul debe ser ningún santo por lo que cuenta el bajista Rex en su biografía-dice que trataba fatal a los miembros del equipo cuando estaba cabreado, que solía ser por no haberse podido llevar al huerto a alguna groupie, cosa que al parecer le pasaba a menudo- pero es cierto que Anselmo siempre fue un bocazas y un tío incontrolable. Su fiereza en el escenario y su gran voz llevaron a Pantera a otro nivel, pero al bajarse de las tablas no debía de ser un tipo fácil de tratar. Sin embargo, Rex siempre estuvo de su lado.
Tenía entendido que los Kiss eran de Detroit.
New York
Sólo comentar la frase: «Como mínimo, podía decirse que Metallica no tenía un guitarrista tan bueno como Dimebag Darrell -¡ni de lejos!-«. Sin querer entrar en debates sobre quién es mejor o peor, me parece que la frase es demasiado exagerada, especialmente por el «¡ni de lejos!». Kirk es muy bueno en mi opinión. Y no está tan, tan lejos de lo que Dimebag fue. Saludos
totalmente de acuerdo, me parece que no ha escuchado mucho Metallica y creo que tampoco toca ningún instrumento o le tiene manía a metallica (que creo que es eso) aun así me ha gustado el artículo
El artículo esta muy bien, me ha gustado mucho, soy un gran fan de Pantera, muy muy fan pero decir que los músicos de PANTERA superan técnicamente a los de metállica es como decir que cantinflas es terminator, no se de donde se ha podido sacar esto la verdad