The F Word es el título original de esta película canadiense que en Estados Unidos ha pasado a llamarse What If, dado que aparentemente aludía a fuck aunque también puede referirse a su escalofriante opuesto: friend zone. Esa sí que es una expresión malsonante y es como sabemos aquella que los anglosajones emplean para referirse a lo que aquí llamamos «pagafantas». Precisamente esta palabra terminó de popularizarse en nuestro país por otra película, con la que esta tiene algunos elementos en común y también una diferencia fundamental que la hace bastante más interesante (pueden seguir leyendo sin miedo a spoilers).
Aquella giraba en torno a un joven nuncafollista y estaba en lógica consecuencia ambientada en Bilbao, de la misma manera que si quieres retratar el hambre vas a Etiopía. Esta ubica su acción en Toronto, donde no sabemos cómo andarán las cosas en ese aspecto, pero por lo que vemos el protagonista vive el mismo tormento del celibato impuesto. Ambos personajes conocen a una chica que parece encarnar todas las cualidades deseables y desde el primer momento se sienten atraídos por ella, pero no consiguen que la relación pase de la amistad. Y aquí radica la diferencia fundamental a la que aludíamos: en Amigos de más el protagonista es consciente de su situación, quiere cambiarla y, sobre todo, mantiene la dignidad. Daniel Radcliffe ciertamente da vida a un pagafantas (en una escena en sentido literal, además) pero sin convertirlo en objeto de menosprecio y burla. Al fin y al cabo dicha condición de quiero y no me atrevo, de engaño y de autoengaño, de castración y fingimiento de que «solo somos amigos y no necesito más» se presta a la broma cruel y al ensañamiento. Pero no van por ahí los tiros: estamos ante una comedia que para hacer reír no se rebaja a convertir a sus personajes en caricaturas. Lo que tenemos en cambio son diálogos mordaces y reflexiones en voz alta sobre lo que podemos esperar razonablemente de la vida, sobre el amor, sobre la amistad y sobre esa condenada friend zone, vivida como el patio de una cárcel en el que el preso da vueltas obsesivamente ideando un plan de fuga.
Así que a la manera de los films de Woody Allen, de Cuando Harry encontró a Sally o de Antes del amanecer y sus secuelas, los protagonistas discuten y divagan incesantemente sobre las relaciones personales y la manera en que percibimos el sexo y el amor. ¿Podría llegar a ser Bruce Willis un pagafantas?, se preguntan en cierto momento: por un lado es muy orgulloso y viril pero al mismo tiempo sus personajes siempre parecen ocultar sus sentimientos. Grave cuestión en la que pensar, a la que podríamos añadir muchas otras a partir de lo que aquí se dice o se sugiere… Dado que en la ficción casi siempre se representa a cada sexo en el mismo rol ¿sería posible por ejemplo una situación inversa con los papeles cambiados? ¿Una donde la chica se masturbase furiosamente pensando en su amigo sin derecho a roce? Viendo este curioso experimento y luego este otro podríamos concluir que no; quizá el equivalente femenino del pagafantas sea la «follamiga». Quién sabe, en el mundo real se dan situaciones para todos los gustos. Pero sin duda es un asunto fascinante este de las relaciones hombre-mujer, sobre el que la biología y la psicología evolucionista tienen mucho que aportar al debate. Claro que últimamente parece que vivimos inmersos en una especie de guerra de sexos donde la corrección política se ha convertido en un arma arrojadiza y cualquier reflexión al respecto es recibida bajo sospecha y con los ojos inyectados en sangre. En lugar de tanto griterío, superioridad moral, tergiversación y tuit enfurecido la cuestión bien merecería un diálogo sereno y un intercambio enriquecedor de puntos de vista, pero en fin, esto es España y aquí una opinión si no se expresa airadamente ni es una opinión ni es nada, cojones ya.
Por suerte el film en cuestión es canadiense, así que su guión no está cercenado por la autocensura y sus protagonistas pueden expresar lo que piensan con refrescante naturalidad. No podemos terminar sin destacar de nuevo el papel de Radcliffe, parece que ha sobrevivido a haber alcanzando la fama en la niñez y promete seguir el camino de Leonardo DiCaprio. Ah, y se le ve el culo, para quien le interese. También está muy bien Zoe Kazan, no es el tipo de chica al que estamos habituados a ver en pantalla y se trata nada menos que de la nieta del legendario director de Un tranvía llamado deseo, Esplendor en la hierba o Río salvaje. En definitiva, una película ideal para ir a ver con esa amiga, a ver si pilla la indirecta.
Aquí el trailer.
Mucho jijijaja pero las consecuencias sociológicas, demográficas y económicas del auge del nuncafollismo serán brutales.
Bueno, menos para el cine, la literatura y la gestoras de derechos de autor.
Friendzone, friendzone… cuando los\las pagafantas descubran las virtudes del sexo de pago, la frienzone quedará para los adolescentes.
lo siento…que asco de vida la tuya
Cuentanos mas, anda
Claro, para los deficientes emocionales como vosotros, la prostitución es la mejor , y posiblemente , la única solución . Quién va a follar con vosotros gratis …
Gratis? A quién quieres engañar?
Hoyga, los habemos que llevamos toda la vida follando gratis. Sí, sí, entiendo por dónde va, considera los regalos, las invitaciones, las escapaditas, etc, etc como base inexcusable para conseguir sexo, entre otros condimentos «obligados» como ropa, coche y similares.
Pero si viera mi cuenta corriente habitual y mi forma de vida… y sí, con eso y con todo, llevo follisqueando toda mi vida. Incluso diría que me ha salido económicamente rentable si me importase algo semejante cosa.
Hay un buen montón de cosas que uno tiene que eliminan por completo la ecuación nuncafollista del dinero/sexo y el T_D_S P_T_S.
Y encima no estoy cachas, no soy alto ni soy guaperas y vivo con gafas. Muajaja. ¡Y follo!
Hace bastante más una mezcla de inteligencia, listeza, labia y desvergüenza que todo lo demás. Vamos, estar de vuelta de ciertas mamonadas.
Para todo lo demás, pagafanteo, prostitución y culparlas a ellas por no adorarnos por el simple hecho de existir. En fin. Supongo que gracias a gente así otros lo tenemos más fácil.
Claro que es posible la friend zone a la inversa…
[Allí me encontraréis, masturbándome]
«un diálogo sereno y un intercambio enriquecedor de puntos de vista» es bastante improbable mientras se sigan violando tantas mujeres y la cultura patriarcal siga por ahí como si nada, como si estuviera desde siempre…
claro que vivimos una «guerra entre sexos» y toma la forma de feminicidio y maltrato psicológico constante y sutil, no crees?
http://www.lapaginadefinitiva.com/2014/08/24/feminismo-y-posesion-infernal-el-tren-de-la-bruja-de-la-infamia/
para que siga el debate
“un diálogo sereno y un intercambio enriquecedor de puntos de vista” . La frasecita es un poco de catecismo, o de discurso manido, pero es bastante inocente
Esta reseña es mil veces más interesante que la película
Qué pasada los dos videos, lo bien que muestran las actitudes de ambos sexos. Y cómo está la tía del vídeo, solo uno dice no a su ofrecimiento y es ¡para ir a trabajar! Otra nefasta consecuencia de la crisis-estafa, verte obligado a acudir a tu curro de mierda y perderte un posible revolcón con semejante zagala.
¡Zoe Kazan! Ella también actúa en otra buena película llamada Ruby Sparks, (de hecho, según Wikipedia, también la escribió) con este flaco de lentes, Paul Dano. Ya con esa excusa, procederé a buscar What If, ya que ni Harry Potter me convencía de verla.
Sí, existe la friendzone femenina y con la misma intensidad que la masculina. También ocultamos nuestros sentimientos, también pasamos desapercibidas, también esperamos que el otro se dé cuenta de la situación, también lanzamos señales evidentes que acaban siendo ignoradas, también somos las eternas hermanitas de los hombres que repiten entre sollozos el t_d_s p_t_s con la paciencia de un santo, también pasamos noches de masturbación furiosa y frustración, también hacemos favores a cambio de un guiño mientras lleva el bolso de su nuevo amor. No todos los hombres se quieren acostar con todas las mujeres ni viceversa.
¿Cúal es la diferencia? Que a las mujeres nos repiten que se soluciona con maquillaje y escote, aunque en la friendzone femenina no importa que te transformes en Claudia Schiffer para la fiesta del sábado porque te dejará su abrigo para que no pases frío y de paso se lo sujetes mientras se beneficia a Carmen Electra. No hay películas de mujeres llorando en la friendzone, pero da náuseas la innumerable colección de películas de empollonas y marimachos que consiguen a su príncipe con un cambio de look. Nadie nos dice a las mujeres qué hacer cuando te arrestan sin fianza en la friendzone, ni siquiera tenemos comedias con las que reirnos de nosotras mismas y autocompadecernos. Nadie se imagina que una mujer no folle con el hombre que desea, pero ocurre. No se trata sólo de que tenga una talla más o menos grande o no lleve maquillaje todos los días, como con los hombres ser una pringada no es una cuestión de físico. Los hombres rechazan y las mujeres enloquecen en la friendzone. No debería ser tan complicado de entender, la prueba de la igualdad es que nadie está contento con lo que tiene.
Lo habeis vivido, sin duda. Intuía que existían las mujeres friendzoneadas, pero conocía ninguna. Y cual sería la proporción entre pagafantas y pagafantos (friendzoneados femeninos y masculinos, respectivamente)? Yo estimo que debe ser 1:5, nada menos. O sea, si uno de cada 5 pagafantos vuelve al uso de su razón y advierte que el objeto de sus más puros anhelos (u obscuros deseos) no se va a fijar en él aunque adquiera la musculatura de Schwarzenegger en sus buenos tiempos; y a continuación identifica a la pagafantas que le corresponde a el y a los otros 4 perdedores, y empleando técnicas de psicología inversa y conversión al estilo V, Invasión Extraterrestre, la convence a ella de que, puesto que nunca les van a hacer caso, hagan lo que hagan, se embarquen en un relación de conveniencia, basada solamente en el sexo, además de hueca y superficial, que no les reporta ningún beneficio, sino todo lo contrario y que termina como debe ser: en matrimonio; aún así 4 pagafantos quedarán pendientes de cada gesto, mirada, huella (del zapato o digital), SMS, like, retuit, ruido, silencio, aliento o emanación tóxica que produzca ese angel bajado a la tierra, esa diosa hecha mujer o ese personaje de anime convertido en carne y hueso. Por siempre. He dicho.