Sociedad

Sí, todas las mujeres lo son

En la que se ha convertido en una de las citas más célebres de Joss Whedon, el director y guionista norteamericano dice: «Hazlo oscuro, hazlo sombrío, hazlo duro, pero entonces, por el amor de Dios, mete algún chiste». Seguramente Whedon tiene razón, pero quizá hay un momento en el que no caben los chistes ni la ironía ni el sarcasmo.

Porque hay temas que deben leerse sin aligerar. Porque hay temas donde nos estamos jugando la supervivencia de nuestra dignidad como seres humanos.

Porque el machismo hace un daño terrible a todo el mundo, incluso a los hombres

Hace unas semanas, Lara Monrosi e Ignacio Tudela publicaban un artículo en el que, de alguna manera, denunciaban los métodos y las prácticas de Álvaro Reyes, autodenominado «gurú de la seducción». Reyes se gana la vida escribiendo libros, grabando vídeos e impartiendo seminarios por todo el país, en los que explica a otros hombres las técnicas adecuadas para solucionar sus «problemas de inseguridad y de acercamiento con las mujeres». En definitiva, que nos enseña a ligar. Como el artículo, los contenidos de sus clases se acercan peligrosamente —cuando no se asientan de lleno— en los territorios del acoso y la violencia de género: «No esperes su permiso. Siéntete con derecho para hacer lo que quieres. Pedir permiso es síntoma de inseguridad», «No te inclines hacia ella cuando ella está hablando. Mantén una postura corporal erguida y dominante» o «Tu reto es aprender qué es un «NO» de verdad y qué es un «NO» que significa que sí» son algunas de las frases de presentación del ínclito.

Puede que estas actividades nos resulten sorprendentes en España, pero lo cierto es que los expertos en conquistas, o como les gusta llamarse a ellos, Pick Up Artists («artistas del ligue»), son un fenómeno razonablemente frecuente en la cultura anglosajona y especialmente en los Estados Unidos. Algunos de sus más famosos representantes como Ross Jeffries o Zan Perrion llevan dedicándose a esto desde hace más de diez y veinte años y forman parte estructural de un negocio enormemente lucrativo que incluso tiene su propia asociación internacional: la IDCA, International Dating Coaching Association. Y casi todos ellos basan sus prácticas en la consideración de la mujer como mero objeto de conquista. Y al final, como mero objeto.

Piensen en el lema que emplea Frank T. J. MacKey, el personaje interpretado por Tom Cruise en Magnolia y que es el epitome de la pick up culture: «Respeta la polla. Domina el coño». Sin embargo, si han visto el formidable filme de Paul Thomas Anderson, sabrán que bajo la sudorosa cáscara misógina de MacKey se esconde un enquistado rencor hacia los hombres. Y por eso se lleva su dinero.

Hace dos años, la periodista Katie J. M. Baker destapaba en Jezebel la existencia de una peculiar subcultura de Anti-Pick Up Artists. Los miembros de esta comunidad son hombres resentidos tanto con las mujeres que no quieren estar con ellos, como con los gurús del ligue que les habían prometido éxito, pero que, en última instancia, no se lo han proporcionado. Se sienten estafados económica, pero también moralmente, por ellos.

De alguna manera, aciertan en la sintomatología —los gurús del ligue estafan a hombres—, pero se equivocan en el diagnóstico. Para ellos, las mujeres siguen siendo las enemigas que les niegan su «legítimo» acceso al sexo o incluso al amor; y los gurús que les han engañado son, sencillamente, otros enemigos que se han aprovechado de su baja autoestima y su ingenuidad a la hora de enfrentarse al «juego de la seducción». De lo que no se dan cuenta, y fíjense bien, es de que es precisamente la objetificación de la mujer, el considerar que ellas no son nada más que un trofeo, lo que les ha llevado a creer a unos charlatanes que vieron en ellos las víctimas propiciatorias de su discurso falaz. Si tu comprensión de la sociedad te hace considerar el amor como una suerte de acoso y derribo, como un asalto al castillo, entonces, efectivamente eres una víctima. Pero no solo una víctima de los que te estafan en primer grado, sino de tu propia concepción del mundo. Y sí, eres un hombre y eres una víctima del machismo.

Ser blanco es la hostia, porque puedes viajar a cualquier punto del tiempo y te van a tratar como un rey. Si eres negro, lo tienes jodido. Eso sí, los blancos podemos viajar a cualquier punto del pasado, porque en el futuro lo vamos a pagar con creces. Nos van a dar bien por el culo por todo lo que hemos hecho. Y desde luego que nos lo mereceremos. (El humorista Louis C. K., congratulándose de ser blanco).

Escuchando a Louis C. K., me pregunto si los hombres ya estamos empezando a pagar por los milenios de una sociedad machista. Y si es el propio machismo el que nos lo está cobrando, aunque no nos demos cuenta.

Con cierta frecuencia se acusa a determinados anuncios televisivos de ser feministas, hembristas o feminazis. Sin duda, la imagen que proyectan de los hombres es la de unos incapaces, unos inútiles en lo que respecta a las labores domésticas. Seguramente conocen a más de un hombre que es así, de igual manera que conocerán a más de una mujer. Y también conocerán a muchos hombres y mujeres perfectamente competentes en el hogar. Ahora, ¿realmente creen que esa imagen estereotipada del hombre como palurdo doméstico es feminista? ¿Que es una contestación a los innumerables anuncios machistas que ha habido en el último siglo?

No.

No lo es. Ese anuncio hace exactamente lo mismo que el anuncio de Ponche Caballero: discriminar qué cosa es de hombres y qué cosa es de mujeres. Y además perpetúa exactamente los mismos roles de género: los hombres no tienen que hacer el trabajo de la casa porque ese es un asunto mujeres. Porque han sido esos siglos, esos milenios de sociedad discriminatoria los que han asentado una separación de intereses que es, por otro lado, absolutamente ridícula, de lo que pueden dar fe todos esos hombres y mujeres capaces y autónomos que ustedes conocen y que hemos mencionado antes.

Evidentemente, que la publicidad nos considere a los hombres como unos inútiles superficiales que solo estamos preocupados por el fútbol y los coches es una chorrada comparado con la discriminación laboral, la desigualdad salarial o la violencia sexual a la que se enfrentan muchas mujeres. Sin embargo, sin llegar a tanto, el machismo social también tiene algunas consecuencias graves para los hombres.

Según afirma la abogada Sofía Maraña en ABC, los datos del Consejo General del Poder Judicial de 2012 dicen que, en situaciones de divorcio con hijos, la custodia de los mismos se otorga en un 84% a las madres, en un 9% compartidas y en un 7% a los padres u otros tutores. Las asociaciones de padres separados que, en general, buscan el, a priori loable, objetivo de la custodia compartida, a menudo esgrimen estos datos para demostrar la desigualdad de las sentencias judiciales y la flagrante discriminación a favor de la mujer que ellos padecen. Como ocurre con los antigurús de la seducción, de nuevo aciertan en la sintomatología —las mujeres se benefician de una evidente discriminación positiva en el otorgamiento de custodias—, pero en este caso ni siquiera emiten un diagnóstico. Ellos tan solo quieren que desaparezca la discriminación para dar paso a una situación más igualitaria.

Y es que cuesta creer que los parámetros que debe tener en cuenta el juez a la hora de dictar su sentencia favorezcan a las mujeres en 84 de cada 100 pleitos; pero aún cuesta más creer que el juez haya decidido desatender estos parámetros de manera consciente para firmar así una resolución discriminatoria e injusta.

Lo que no cuesta nada creer es que, tras siglos de machismo social, la jueza o el juez no sean inconscientemente parciales. Porque si los roles de género han establecido durante eones que el hombre debe salir a trabajar y las mujeres deben quedarse en casa como encargadas del cuidado de los hijos, entonces es muy difícil que un juez, por muy imparcial que deba ser, no se vea influido dramáticamente por la sociedad en la que está inmerso. Y no me malinterpreten, por supuesto que no hay nada malo en las labores domésticas ni en el cuidado de los hijos; es un trabajo a veces arduo pero a menudo muy satisfactorio y gratificante. Lo malo es establecer que solo a la mitad de la población le corresponde llevar a cabo ese trabajo arduo. Porque entonces, la gratificante satisfacción que suele conllevar también le corresponderá solo a esa mitad. Y es el machismo el que nos la quita a los hombres.

Pero el machismo es mucho peor, incomprensiblemente peor para las mujeres

Fotografía: Man Alive! (CC)
Fotografía: Man Alive! (CC)

Si son ustedes mujeres, es posible que le hayan pedido alguna vez a un hombre —un amigo o su pareja, si son heterosexuales— que les acompañe a la puerta de su casa para no ir sola. Quizá especialmente si esa noche llevan puesto un vestido corto o una minifalda. Cuando a los hombres nos piden dicha ayuda, la solemos ofrecer sin pensar en las implicaciones que tiene que una mujer, por firme y dura que sea, pida caminar acompañada. Y es que nosotros nunca sentiremos lo que sienten ellas cuando oyen pasos tras de sí en la noche. Nunca prestaremos especial atención a si nuestra ropa enseña demasiado los hombros o los muslos o la espalda. Nunca tendremos que elegir si cruzar o no por una calle solitaria por miedo a que nos violen.

Como dijo Neil Gaiman: «Todas estas situaciones son duras, tristes y terribles. Puedo empatizar con ellas y puedo intentar entenderlas, pero sé que nunca lo haré por completo».

Porque jamás comprenderemos lo que significa ser una mujer.

Seguramente recuerden la polémica que se levantó durante las fiestas de San Fermín de 2013, en las que se vieron imágenes inexcusables y absolutamente inimaginables en cualquier otro ámbito. La discusión pública se concentró en dos puntos muy peligrosos: que algunas mujeres reían y disfrutaban con los tocamientos, y que si no querían que las tocasen, que no hubiesen enseñado las tetas e incluso que no hubiesen ido a San Fermín.

No, miren, las cosas no funcionan así. O mejor dicho, no deberían funcionar así.

En primer lugar, porque puede que algunas de las mujeres disfrutasen con los tocamientos, pero lo cierto es que, en 2013, se registraron cuarenta denuncias por agresión sexual durante las fiestas. Y en segundo lugar porque nos estamos saltando un paso fundamental: el consentimiento. Que alguien enseñe las tetas no da derecho a que nadie se las toque, es el consentimiento de la poseedora de esas tetas el que nos lo concede. Por supuesto, enseñar las tetas en un lugar público puede tener consecuencias, pero son consecuencias legales. Es decir, quizá te pueden detener por desórdenes o escándalo público si la legislación así lo regula; pero esa, y solo esa, es la responsabilidad que debe asumir quien se desnude en público. La responsabilidad del abuso es de quien abusa y solo de quien abusa.

Y no comprender esta clara división de las responsabilidades nos puede conducir a una asunción aún más terrible: que las mujeres no pueden disfrutar en paz de una fiesta. Y que es culpa suya.

Afortunadamente, el propio Ayuntamiento de Pamplona pareció entender la gravedad de estos hechos y, lejos de defender las agresiones como propias de la fiesta, lanzó una campaña para este año 2014 en la que, entre otras cosas, decía que «Hemos vivido en una cultura que protege al agresor, pidiendo condescendencia a las chicas o las mujeres para aceptar piropos, babosos intentos de ligue, molestias o acosos porque estamos de fiesta, porque no pasa nada, porque es la costumbre, porque eres mía o porque quiero que lo seas, aunque tú no quieras».

Sin embargo, el Ministerio del Interior no parece tener claro quién debe asumir las responsabilidades de una agresión, y hace apenas unas semanas, ha publicado en su web unos consejos para la «Prevención de la violación». Entre estos consejos incluye no hacer autostop, no transitar por calles oscuras y solitarias o no poner el nombre de pila en el buzón de correos si la mujer vive sola.

Esto se llama terror.

Porque genera un estado de miedo constante y sostenido, y transmite una desconfianza universal al identificar a todos los hombres como potenciales agresores. Pero sobre todo, porque los consejos van dirigidos solo a las mujeres, haciéndolas responsables de las posibles agresiones que puedan sufrir si no los siguen. Y además, estos consejos limitan libertades esenciales: si eres mujer no puedes caminar sola, no puedes subirte a un autobús casi vacío y tienes que renunciar a tu nombre de pila. Por si acaso.

Lo siguiente sería limitar las agresiones sexuales impidiendo que las mujeres vistan con minifalda o con tacones. O incluso obligándolas a no salir de casa. Ya saben, la mejor manera de que no te roben un coche es no sacarlo jamás del garaje.

Pero, ¿saben cómo se reducirían las violaciones a una mínima expresión? Enseñando a los hombres a no violar.

Por supuesto, la sociedad nunca se verá completamente libre de violaciones, como nunca dejará de haber asesinatos o robos. Pero si la cultura social deja de jalear y de alentar los comportamientos abusivos y discriminatorios, si se responsabiliza a los verdaderos agresores y se rechazan sus actuaciones desde todos los ámbitos, incluyendo los privados, entonces créanme, las mujeres —todas las mujeres, incluso las que nunca han sufrido ni sufrirán agresiones— serán más felices y la sociedad —toda la sociedad, los hombres y las mujeres— vivirá en igualdad y en libertad. Vivirá en paz.

Este es el vídeo que el joven de veintidós años Elliot Rodger subió a YouTube la mañana del pasado 23 de mayo. Al cabo de una hora había matado a seis personas y herido a otras trece. Regó de cadáveres el campus de Santa Bárbara de la Universidad de California en Isla Vista. Dos mujeres y cuatro hombres. Después se suicidó.

El vídeo se llama «Elliot Rodger’s Retribution», la represalia de Elliot Rodger. En él, el joven se considera un hombre amable y considerado. Y sin embargo, acusa a todas las mujeres que no le han correspondido, a todas las mujeres que, según él, le han condenado a seguir virgen precisamente por ser «un buen chico». Y también a los hombres, a los «chicos populares» que sí han tenido éxito con ellas. Y les advierte de que van a pagar por ello.

Tras los asesinatos, el portavoz de la familia Rodger indicó que Elliot siempre había sido un chico con problemas psicológicos y psiquiátricos y que había acudido durante varios años a terapia. Como dije antes, nunca podremos estar libres de asesinatos o agresiones, y fue el propio Rodger el responsable último de sus crímenes; pero sería peligroso obviar la influencia del machismo social, lo que los anglosajones llaman rape culture, en la formación de su personalidad. Como recogió Alan Duke en la CNN, Elliot Rodger formó parte de la comunidad Pick Up Artists y, en vista de su «fracaso», acabó en la Anti-Pick Up Artist. Su vídeo y su diario estaban salpicados con frases de resentimiento y odio misógino: «¡Cómo se atreven todas esas chicas a evitarme así! ¡Cómo se atreven a insultarme así! Merecen un castigo y se lo voy a dar», «Cuando dejé las clases, dejé al fin de ver a todas esas preciosas chicas que no podía tener», «¿Por qué las chicas me odian tanto?», «Le di a todo el género femenino una última oportunidad para concederme los placeres que yo merecía».

Tras los asesinatos, en Twitter aparecieron cientos, quizá miles de mensajes de repulsa no solo de los crímenes, sino de toda la rape culture que había conducido a ellos. Y también de apoyo no solo a las víctimas, sino a todas las mujeres.

El hashtag se llamó #YesAllWomen, y venía a decir que todas las mujeres tenían derecho a tomar sus propias decisiones, fuesen correctas o equivocadas. Que todas las mujeres podían vestirse como les viniese en gana sin temor a ser insultadas, vejadas o agredidas. Que todas las mujeres debían ser libres de elegir con quién acostarse o a quién amar: altos, bajos, gordos, flacos, ricos, pobres, listos, tontos, hombres o mujeres. Que todas las mujeres merecían el mismo respeto por su condición de mujer que un hombre por su condición de hombre.

Sí, que todas las mujeres son personas.

Porque si olvidamos que todas las mujeres son personas, olvidaremos que todas las personas son personas. Y por supuesto que hay mujeres cuyos actos u opiniones no merecerán nuestro respeto, pero precisamente por sus actos y opiniones, no por el hecho de ser una mujer. Exactamente igual que debemos hacer con los hombres.

Y si olvidamos que las personas son personas, creeremos que nos deben algo y les quitaremos su capacidad de decisión. Les quitaremos su libertad. Les convertiremos en objetos de los que disponer y, en última instancia, a los que romper. Y entonces, perderemos nuestra dignidad como seres humanos. Nuestra dignidad como especie.

Así que permítanme cerrar el artículo con una recomendación. Una recomendación a toda aquella persona que, aun después de leerlo, todavía esté pensando en tomar una represalia violenta contra esa otra persona que le abandonó. Esa persona que prefirió a otro o a otra, quizá más alto o más guapa o más rica o más feo o más simpática o más grosera o más limpio o más pobre o más sucia. Esa persona que no le correspondió y no se dio cuenta de lo romántico o lo divertida que es. De lo buen tipo o lo buena chica que es. Si lo han meditado bien y el rencor que sienten hacia esa persona no les deja más alternativa que castigarla, si solo se ven capaces de aliviar su dolor infligiendo aún más dolor y luego planean suicidarse; entonces les sugiero que inviertan el orden de las acciones. Les recomiendo que sigan los pasos de ese otro gran exponente del Romanticismo que fue Mariano José de Larra, que cuando no pudo soportar más el desamor de Dolores Armijo, decidió matarse.

Fotografía: Charlotte Cooper (CC)
Fotografía: Charlotte Cooper (CC)

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137 Comments

  1. Pingback: Sí, todas las mujeres lo son

  2. Maestro Ciruela

    ¡Bravo! Podría suscribir este magnífico texto desde la primera hasta la última palabra.

  3. ¿Enseñar a los hombres a no violar?

    En fin… ya decía aquél que «hay más tontos que botellines.»

    • Coincido, Saulo. Se estima que hay 6.000 violaciones al año, incluidas las que no se denuncian. Son una barbaridad, pero significa que en ese mismo año no hay más de 6.000 hombres que cometan violación, de unos 20 millones que somos en total.

      Eso significa 1 de cada 3000. Suponiendo que cada año los violadores fuesen distintos, y que los hombres tuviesen oportunidad de violar en unos 60 años de su vida, aún así serían 1 de cada 50, o lo que es lo mismo, hablamos de menos de un 2% de violadores.

      Dicho de otra forma, el 98% de los hombres nunca han cometido, ni cometerán, una violación. No necesitan por tanto «enseñarnos a no violar». Centrémonos en los que violan y comprobemos por que no son como el resto, no partamos del prejuicio de que todos los hombres son violadores en potencia.

      • Valhue

        Incluso aceptando que JotDown es una revista producida en España, el artículo tiene alcance internacional, como todo lo que se publica en Internet. No capto una «cultura de la violación» en España como la hay en la India, en muchos países islámicos o incluso en países supuestamente avanzados y democráticos como los estados unidos. Pero esa cultura existe en algunas partes del mundo, y contribuye enormemente a las agresiones.
        Es verdad que los violadores «de manual», o sea, los tipos que asaltan a una mujer en un callejón oscuro y la desnudan y la penetran a la fuerza, quizá matándola después, son pocos. Pero el artículo también se refiere a los que cuando una mujer enseña las tetas en una fiesta creen que tienen derecho a sobarla. O a los que arriman bragueta en los autobuses, o en el metro.
        De lo que se queja el artículo es que se ponga el acento en las mujeres («evitad aglomeraciones de gente para que no os soben») en lugar de concienciar a los hombres de que frotarse la entrepierna contra el culo de una tía en el bus no debería estar bien visto. Porque oye, han pasado muchos años desde que fui al instituto, pero recuerdo que había quien presumía de hacerlo. Y no percibo que la chavalada haya cambiado tanto en una generación.

        • a) Si se quiere hablar de lo que ocurre en otros lugares me parece muy bien. Pero tratemos de especificar entonces, si lo que queremos es resolver problemas y no echar mierda.

          b) Los datos que doy no son los «violadores de manual», son todas las violaciones en función a lo que se estima. Si tienes otros datos, preséntalos.

          c) ¿Que se queja de que se pone el acento en las tías? Muy bien, pero la solución no es cometer un error en otra dirección.

          d) ¿Que tu recuerdas casos? Muy bien, peo si lo que queremos es soluciones y no demagogia lo que necesitamos son datos, estudios, propuestas y actuaciones, no clichés generalistas.

          Los problemas que hay en un lado no se resuelven causando problemas en otros. No es esa la igualdad que debemos de buscar.

          Me he sentido machista en situaciones en las que no lo era por culpa de estas absurdas generalizaciones. No nos mantengamos en el error.

          • Tío, nadie está diciendo que los hombres sean violadores en potencia, no te agarres a una frase sacada de contexto. Quizás no sea la más afortunada, pero se refiere simplemente a que en vez de enseñar a las mujeres a vivir con miedo y previniendo agresiones como sí la responsabilidad fuese de ellas, se enseñe a todos a no ver a las personas como objetos que es lo que, en última instancia, hace que los violadores se crean en su derecho de hacerlo. Pone la violación como ejemplo extremó, pero habla también de esa cultura de la dominación, de no aceptar un «no» por respuesta o de ligar por estadística de forma lamentable porque sabes que alguna dirá que sí ante esa actitud prepotente que fomentan los furia del ligue.

            • Jaime

              Javi, volvemos a lo mismo. Dices «se enseñe a todos a no ver a las personas como objetos». ¿Entiendo que dices que tu hubo algún momento en que las viste así, y necesitases que te enseñasen a verlas de forma distinta? Yo no. Yo nunca las vi así.

              El que haya algo incorrecto, como lo de «enseñar a las mujeres a vivir con miedo», no implica tener que sustituirlo por algo incorrecto como «enseñar a los hombres a violar».

              Además, si justo se trata de evitar que las mujeres vivan con miedo ¿no es apropiado mostrar la verdadera dimensión del problema en lugar de sobredimensionarlo?

              Los violadores no se creen en su derecho más que por un problema mental que les impide experimentar el sufrimiento ajeno. No los disculpes diciendo que somos todos los culpables.

              • Si no las viste así nunca no deberías sentirte aludido. Porque como acertadísimamente señala el artículo, la violación y la violencia machista son sólo la punta del icebertg, la parte visible y censurable del patriarcado, pero que sin una base de micromachismos (término acuñado por Luis Bonino) no tendrían lugar.
                A mí me han educado en que matar está mal y bajo ningún concepto puedo disponer a mi antojo de la vida de otro ser humano… esa enseñanza no me ofende ni me parece que por impartirla se me considere una asesina en potencia. Enseñar a respetar a la mujer, a no cosificarla, no convierte a los niños y niñas en machistas potenciales, sino en potenciales ciudadanos y ciudadanas libres. Libres por fin.

    • Saulo, por supuesto. Del mismo modo que se nos enseña a TODAS las mujeres cuál es el comportamiento «»»CORRECTO»»», para que no nos violen. No está de más que cambien un poco las tornas y se empiece a educar a todas y todos con valores de igualdad y con perspectiva de género.

      • Dora, el 98% de los hombres no violamos. No es necesario que nos enseñen a hacer algo que ya no hacemos. Gracias.

        Habrá otras cosas que nos haya que enseñar, pero tanto a hombres como a mujeres (recordemos que el 80% de los maestros son mujeres, así que si ellas nos enseñan mal es por que a ellas también les falta algo que aprender).

        Pero desde luego no es a no violar una de esas cosas. Eso ya no lo hacemos.

        Eso de marcar a cada hombre como un violador potencial no me gusta nada.

        • Estás muy empeñado en que el 98% de los hombres no viola. Hay muchos más tipos de agresiones sexuales y verbales que no constituyen violación y que ocurren día a día, y cuyas probabilidades no podrías ni calcular.

          • Estás muy empeñada en que se diga que todo niño es un violador potencial. Yo solo me he quejado por esa frase y por ello aporto los datos sobre violación. No discuto que haya más cosas malas que también se deban de combatir.

            ¿En serio te parece bien una frase que condena a los niños? Pues solo digo eso, que no la usemos.

            Y si. Hay otros problemas. Y si, hay que hablar de ellos. Pero sin decir cosas que hacen daño a gente inocente.

  4. Me ha gustado el artículo pero voy a discrepar levemente:

    «Escuchando a Louis C. K., me pregunto si los hombres ya estamos empezando a pagar por los milenios de una sociedad machista»

    El hombre lleva pagando por la sociedad sexista desde siembre:
    1-Ir a la guerra era obligatorio para los hombres, y el resultado era graves problemas de salud física y mental
    2-En las cárceles hay 10 veces más hombres que mujeres
    3-Los suicidios entre hombres son tres veces superiores que entre mujeres
    4-La mujer comenzó a ponerse pantalones hace más de dos siglos. Pero el hombre a día de hoy todavía no puede llevar falda sin enfrentarse al rechazo social. Si no piénsese en esos niños que quieren cambiar de género de una manera tan simple como cambiar de vestuario, y no se les permite.
    5-«corres como una niña», «juegas como una niña»,… aunque son frases que hacen daño a las mujeres, su víctima original es un hombre, un niño, para que no se salga de su rol social impuesto.

    No tiene sentido preguntarse a quien perjudica más el sexismo. Todos somos muy perjudicados y todos debemos luchar con él. Esto no es una competición. La única razón por la que a veces no es tan fácil ver el problema en los hombres es justamente por la cultura machista que nos impone que el hombre es siempre el sexo fuerte que no sufre ni requiere ayuda.

    • Carabiru

      Todos los puntos que dices tienen contrapartida.
      1.- Los hombres iban a la guerra y las mujeres se quedaban viudas, al cargo de los niños y obligadas a casarse otra vez o tener que aguantar que cualquier hombre se sintiese con derecho a hacer requerimientos sexuales «porque estás muy sola y necesitas marcha».
      También en las guerras las mujeres eran víctimas de las violaciones de castigo «para que aprendáis lo que es un hombre de verdad».

      2.- Hay más hombres en la cárcel, pero también más mujeres asesinadas, violadas… ¿Qué porcentaje de esos hombres han cometido delitos relacionados con violencia contra la mujer?

      3.- No entiendo la relación entre los suicidios masculinos y el machismo.

      4.- Esto es verdad, pero costó lo suyo que fuera normal llevar pantalón, las pioneras fueron tildadas de busconas, marimachos y demás.

      5.- Estas expresiones hacen daño a todo el mundo, al niño que se cree inferior y a la niña que al escucharlo asume que es inferior.

      Todo esto se arregla con educación, a Saulo ahí arriba le parece una tontería que en el artículo se diga que hay que enseñar a no violar, no veo dónde está lo malo, a uno le enseñan a no violar cuando le enseñan a respetar a todo el mundo, independientemente de su sexo.

      • ¡Claro que todos esos puntos tienen contrapartidas! Justo lo que digo es eso, que ambos pagamos. Unos de una forma y otros de otra, pero no tiene sentido andar compitiendo por «quien lo pasa peor»

        Dices que no entiendes la relación entre los suicidios masculinos y el machismo. Y es que no la hay. Yo solo indico que la sociedad sexista no hace más felices a los hombres, que muchos son desgraciados.

        «a Saulo ahí arriba le parece una tontería que en el artículo se diga que hay que enseñar a no violar»

        Y a mi también, dado que el 98% de los hombres nunca han violado y nunca lo harán.

        • Carabiru

          Vamos a ver, que sí, que será un 2% el que viola, pero es necesario educar en el respeto, enseñar a respetar, no puede ser que tengamos que escuchar las cosas que escuchamos por la calle, que no, no son violación, pero son agresiónes. Así que si quieres, donde pone «enseñar a no violar» cámbialo por un «enseñar a respetar».
          Que yo baje al súper en camiseta de tirantes y pantalón corto y un señor se me pare al lado, mirándome el escote y me diga «qué salero, qué salero» mientras elijo unos espaguetis.
          Que pases por delante de un bar y 5 tíos se te coman con la mirada y te digan cosas tan bonitas como «ven para acá que te enseño lo que es un hombre» o que a plena luz del día un tipo te diga «¿me la chupas?». Todo esto (y bastantes cosas más) me ha pasado a mí a plena luz del día, y todas tenemos historias similares que contar.
          Y estos te aseguro que son más del 2%, y aunque no vayan a más generan una inseguridad que no sé si podrás llegar a comprender nunca.
          Así que si a TODAS nosotras nos enseñan la forma correcta de vestirse y comportarse para que no nos agredan (gracias ministerio del interior) no sé por qué a TODOS, y aquí nos incluyo a ambos géneros, no nos van a enseñar a respetar a TODOS los demás y a no agredir física o verbalmente.

          • Ya ve usted qué problema: los hombres se siente atraídos por su aspecto físico y así se lo manifiestan, dejando que usted, libremente opte, por seguirles el juego o no.

            ¡Qué drama más horrible, señora mía!

            ¡No sé cómo puede vivir usted con tan terrible carga!

            ¡Yo ya me habría suicidado, oiga!

            • Saulo. Eso no es así. Por simple educación, sin entrar en connotaciones sexuales, el dirigirte a otra persona que no conoces diciendo lo que te gusta o no de ella, o lo que harías con ella o no, no es apropiado.

              Ese tipo de comentarios están mal y punto.

              • Tiene usted razón. No lo volveré a hacer. Usted perdone. Las mujeres son lo mejor, son sagradas y se merecen que pisemos el suelo por donde caminan. Eso sí, de manera casta y respetuosa porque ellas son superiores y nosotros mierda.

                • No se trata de eso. Esos comentarios están mal tanto hacia una mujer como hacia un hombre. No son educados. Y eso sin entrar en cuestiones de acoso o sexismo.

                  • Tiene usted razón. Hoy pillé a una compañera de trabajo mirándome el culo de manera disimulada y fue una experiencia terrible y traumática. Ahora me siento tremendamente violado y vulnerable.

                    ¡Ha sido algo horrible! Tengo ganas de llorar.

                    ¡Maldito machismo!

                    ¿Es que no puedo ir a trabajar con mallas de ciclista? ¿Porqué tengo que aguantar que las mujeres me agredan sexualmente con sus miradas?

                    ¡La culpa la tengo yo, por ser hombre! ¿Cómo puedo acabar con esta tortura?

                    ¡Perdonadme, mujeres, soy muy malo!

                    • He hablado de decir ciertas cosas, que no es educado. No he hablado de mirar, que puede tener muchas causas y no es tan fácil de controlar.

                    • ¿Qué pasaría si un hombre (o mejor aún, tu jefe) te tocase el culo? ¿O te sugiriese que se la chupes?

            • Carabiru

              Te acabas de retratar muy bien en este comentario.

              • Pues sí. Me acabo de retratar como un detestable y despreciable hombre que no se merece lamer la suela de los zapatos de tan digna mujer.

                ¿Podrá perdonarme alguna vez? ¡Sólo soy un hombre débil al que le gusta el sexo y las mujeres, pero le prometo que cambiaré!

                ¡A partir de ahora, castidad, insipidez y feminismo!

                ¡Perdón!

            • Valhue

              Claro, tú crees que te gustaría esa situación… porque te imaginas a mujeres acosándote. No, colega. Imagina hombres.
              Imagina que bajas al supermercado y notas que te acarician la nalga. Te giras y ves un tío que te saca una cabeza y dos espaldas que te sonríe con toda la cara del mundo. Te das cuenta que lo prieto de la bragueta solo puede significar una cosa.
              O cruzas la calle y de repente el grupito de chavales con chupas de cuero negro se despliega en abanico delante de ti, cerrándote el paso. No te bloquean del todo, no, solo que te hacen pasar muy cerca de ellos. Muy, muy cerca. Y hacen bromitas sobre lo buen culo que tienes y lo que les gustaría hacer con él.

              ¿Dime Saulo, te gustaría…?

              • No, no me gustaría. Preferiría que las mujeres nunca me dijeran que soy atractivo, ni me mirasen el culo, ni me sonrieran.

                Hay que ser bueno y casto y puro y seguir el manual del buen progre insípido y asexuado.

                Las mujeres son taaan superiores que lloro de emoción sólo con pensarlo.

                Beso el suelo por donde caminan y chupo su mierda sin protestar porque soy un hombre sucio y asqueroso que no se merece nada.

                • Grom el Único

                  Bueno,estimado Saulo, va Vd. por el buen camino: reconocer el problema siempre es un primer paso. ¡Ánimo! :)

                  • Lourleen

                    No sé para qué seguís respondiendo a Saulo. Hace unos cuantos comentarios que traspasó la barrera del ridículo.

                  • Maestro Ciruela

                    Bueno, es que creo que el problema de Saulo, es ése precisamente, que ninguna mujer le dijo nunca que fuera atractivo, ni le sonrieran y no sé qué más del culo… Por lo que, sinceramente, lo siento por él;
                    la vida es muy injusta y muy cabrona.
                    ¡Grom, saludos, amigo!
                    ¡Cuánto tiempo desde TCM y Escrito Por…!

                    • Ciruelo, ciruelo...

                      ¡Vaya, qué bien! Menospreciar a un hombre porque, según usted, no tiene relaciones sexuales es precisamente lo más coherente con la postura que enuncia en el primer comentario al texto.

                      ¡Me quito el cráneo ante su coherencia intelectual! ¡Eso no son roles de género ni machismo ni sexismo! ¡Eso es respeto! ¡Olé sus cojones, oiga!

                      ¡Vamos bien!

                    • Maestro Ciruela

                      Respondo a Ciruelo, Ciruelo… (es como un niño)desde aquí porque me falta espacio. ¿Quién ha «menospreciado»? Eso es un delirio interpretativo por su parte. Lo que hago es solidarizarme con Saulo aunque sea un tarugo…

                • Saulo, estás esquivando responder a lo que te han preguntado. Estás intentando usar la falacia de «reducción al absurdo». Tú quieres decir que es que si llegan Megan Fox y Scarlett Johansson a tocarte el culo, a ti no te importa, y por lo tanto es una absurdez y una ridiculez que las mujeres eso lo vean agresivo. Te voy a repetir el ejemplo que te han puesto, para que no te escaquees:

                  Te repito lo que te ha dicho Valhue:
                  «No, colega. Imagina hombres.
                  Imagina que bajas al supermercado y notas que te acarician la nalga. Te giras y ves un tío que te saca una cabeza y dos espaldas que te sonríe con toda la cara del mundo. Te das cuenta que lo prieto de la bragueta solo puede significar una cosa.
                  O cruzas la calle y de repente el grupito de chavales con chupas de cuero negro se despliega en abanico delante de ti, cerrándote el paso. No te bloquean del todo, no, solo que te hacen pasar muy cerca de ellos. Muy, muy cerca. Y hacen bromitas sobre lo buen culo que tienes y lo que les gustaría hacer con él.»

                  Has contestado que no te gusta que te acosen MUJERES, y has vuelto a intentar utilizar la falacia de reducción al absurdo.

                  Y ahora, intenta, por un momento, ponerte en la situación de que te estuvieran acosando hombres. Que es lo que sois incapaces de ver, que te meta mano o te rodeen dos, tres o cuatro tíos más grandes, más altos, más fuertes y con más masa muscular. Esa sensación de indefensión. Valhue ha intentado que lo entiendas, y tú has vuelto a tu fantasía de mujeres que se fijan en ti de forma no agresiva. Vamos, que te niegas a empatizar con el otro lado.

                  Dicho esto, no estoy de acuerdo con lo de que las violaciones se acaban enseñando a los hombres a no violar… en España, claro. En algunos países de África han tenido que hacer campañas del tipo «violar niñas es malo», y en la India les queda muchísimo trabajo por hacer. En España, el 98% de los hombres no viola, y de los que quedan, la mayoría están enfermos o son psicópatas.

                  • Sutna, sutna...

                    ¿Pero es que Saulo es homosexual o lo son las mujeres agredidas? Porque en otro caso no veo la pertinencia de la comparación. Si a las mujeres les gustan los hombres y a Saulo le gustan las mujeres, la comparación habrá de ir en esa línea: a las mujeres las acosan los hombres y a Saulo las mujeres.

                    ¿O es que están sugiriendo ustedes que a las mujeres no les gustan los hombres? ¿no habíamos quedado en que disfrutaban del sexo tanto como ellos?

                    Y luego hablamos de sexismo ¡Ay, ay, ay …!

                    ¡Vaya empanada tienen algunos!

                • Andrea

                  Leyendo tus comentarios pareciera que ninguna mujer nunca te ha amado.

            • ¿Acaso no entiendes que una mujer no tiene por que aguantar que le digan obscenidades por que si? De verdad crees que así alguna te va a «seguir el rollo»? El problema radica en este tipo de pensamiento machista, y esto es lo que hay que cambiar.

              • maire, maire, ...

                ¿El sexo es obsceno? ¿el que un hombre se sienta atraído por una mujer «porque sí» hay que reprimirlo?

                Progresía s. XXI = Puritanismo Edad Media.

          • Y a mi me han ofrecido dinero a cambio de favores sexuales, y en un sitio de contactos por Internet me han hecho esos mismos comentarios que mencionas (eso si, siempre hombres). Así que si, ciertamente eso nos pasa A TODOS.

            Así que si, más educación. Yo siempre he apoyado eso. Pero no generalicemos por que no todos los hombres la necesitamos. Gracias a comentarios como este de las «violaciones» u otros «más suaves» he asumido que era un machista que necesitaba ser educado.

            Pasaba al lado de una chica y olía su perfume, y me gustaba. Y enseguida me sentía mal por «cosificar» a la mujer. Hasta que hace pocos días me he planteado que es que me gusta ese olor, que nada tiene que ver con que lo lleve una mujer.

            Así que dejemos la cantinela de que somos todos machistas, que todos necesitamos educación, que al que es machista ni te va a escuchar y sin embargo reprimes con falsas ideas a los demás.

            Escribamos manuales sobre como educar, eso si. Expliquemos bien que es lo que hace falta, y veamos como y en que casos actuar.

            Yo solo pido que no se meta a todos los hombres en el mismo saco, que eso a nadie ayuda.

            • Creo que ya entiendo por dónde vas, porque a menudo me pasan cosas similares: sentirme mal por haber mirado con descaro a una mujer que me gustaba y que me haya pillado, cosas así.
              En mi opinión, está fatal que eso pase, pero francamente, a mí no han tenido que convencerme de que soy malo para sentirme así: sólo me han tenido que explicar lo que es ser mujer y que te acosen sistemáticamente por la calle. De repente, observo con más detenimiento mi propio comportamiento y me preocupa contribuir a ese ambiente nocivo. Creo que eso es una señal de mayor conciencia por mi parte. Encontrar el equilibrio en el cual no me siento un mierdas por sentirme atraído por mujeres pero al mismo tiempo vigilo mi propia actitud para no importunar (porque nuestra forma de canalizar nuestra atracción a menudo es inapropiada, y en el caso de los hombres esto está impulsado por la rape culture) no es tan difícil, y no creo que dependa de que en este discurso en el que se quiere arrojar luz sobre los problemas de la rape culture se trate con una especial consideración a los hombres, se insista contínuamente en que no son todos los hombres. Claro que no son todos los hombres, ¿en qué sociedad viviríamos si no? La cuestión es que todas las mujeres han sido acosadas por un hombre. Centrémonos en eso, y cuidemos nuestra autoestima por nuestra cuenta. O formemos grupos de debate concretos sobre este problema entre hombres feministas. No convirtamos otra vez a los hombres en el centro de este debate.

              • No veo la relación entre que me pueda gustar un perfume con mirar descaradamente a una mujer.

                Los hombres somos tan perjudicados por el sexismo como las mujeres, y si nos resistimos a admitirlo es por que nos consideramos la parte fuerte y a las mujeres el sexo débil que queremos rescatar cual caballeros de brillante armadura.

                Has dicho «O formemos grupos de debate concretos sobre este problema entre hombres feministas». Dime cuales son esos sitios en donde se me permite expresar emociones, ya que entiendo que por ser hombre, aquí no está bien visto el que lo haga.

          • Todos los casos que comentas son de falta de respeto. Como mucho el de «que salero, que salero» bien dicho podría resultar gracioso, pero creo que también está en el límite.

            Pero hay dos cosas que debemos tener claras:

            1. No hay nada de malo en que un hombre se sienta atraído por una mujer. Es 100% natural. El problema radica en la forma de manifestarlo. Si se hace con respeto y con gracia, intentando que la mujer no se sienta incómoda ni presionada, no veo ningún problema en que un hombre trate de seducir a una mujer, aunque no lo conozca de nada. Digo seducir, y no tirar piropos guarros e insultantes.

            2. A las mujeres os gusta sentiros deseadas y os gusta sentir que os seducen. Mujeres, por favor, decidme si me equivoco: si un desconocido os para por la calle y trata de seduciros con estilo, labia, sentido del humor y respeto ¿eso no es una experiencia positiva? ¿no es algo que os gustaría que ocurriera?

  5. «Todas estas situaciones son duras, tristes y terribles. Puedo empatizar con ellas y puedo intentar entenderlas, pero sé que nunca lo haré por completo»

    ¿Y si me hago transexual? ¿Llegaré a entenderlas? ¿Son las mujeres transexuales mujeres de segunda categoría?

    Y en cuanto al artículo, solo puedo añadir la vieja reflexión que se me ha venido a la cabeza: cualquier mujer mantendrá relaciones sexuales siempre que quiera. Siempre. Solo tiene que ajustar el listón. Un hombre, no. Hablando, obviamente de relaciones heterosexuales.

    • David, si te haces transexual vivirías situaciones de discriminación la mar de terribles. Ni mucho menos son mujeres de segunda, pero en nuestra sociedad machista y de corta mira no están aceptadas como mujeres desde el momento en el que se sabe que nacieron hombre. Hay una discriminación al colectivo trans brutal.

      Respecto al gran estereotipo de que las mujeres follan cuando quieren… ¡ya está bien! Primero, no es cierto. Cuando alguien piensa eso está englobando a «las mujeres» es un estereotipo de mujer, pero si le preguntas a muchas, te dirán «¡y una mierda!».

      Aún así, el tenerlo más fácil que los hombres es consecuencia una vez más del machismo, que enseña a los hombres que para serlo no pueden rechazar el sexo, porque eso no es de hombres. Se os pinta como animales no racionales que la metéis en cualquier agujero que se os ponga delante, una idea de lo más perversa y dañina. Sin olvidarnos de la imagen de la mujer como responsable del rechazo, porque claro, para ser «una buena mujer» no puedes decir que sí a todo el sexo, que eso es de enfermas o de guarras (malas mujeres).

    • Carlos

      vaya nivel intelectual…recuerdo conversaciones con mis amigos a los 15 años en las que decíamos eso exactamente…sal del pueblo, majo!

    • Hola David. Respecto a lo de que una mujer mantendrá relaciones sexuales siempre que quiera y un hombre no, la cuestión es más compleja que eso.

      Es un problema de oferta y demanda, debido a que las mujeres son mucho más responsables en este sentido dado que pueden llevar la peor parte. No es que una mujer no pueda tener sexo cuando quiera. Es que no puede permitírselo.

      No existe el sexo sin compromiso. Si una persona tiene sexo con otra, la próxima vez que la otra persona vuelva a tener necesidad de sexo, pensará en la primera. Así que no, no se puede rebajar el listón cuanto quieras, por que puede acarrear problemas.

    • A ver, David, muchacho, si fueras una mujer que ha pasado por un cambio de sexo, querría decir que sí, llegarías a entender a las mujeres y empatizar por completo con ellas, básicamente porque también habrías sido una mujer desde el principio, o por lo menos habrías empezado a vivir estas situaciones en tus carnes una vez hubieras dado el paso de aparentar físicamente lo que ya eras por dentro, ¿me explico? Además del plus que conlleva las agresiones y la violencia que afectan exclusivamente a las personas transexuales.

      Por otra parte, tu comentario me da a entender que te has ido por las ramas a saber por qué y/o no has entendido de qué se está hablando en esencia en el artículo.

  6. Magnífico artículo. No podría haber expresado y concentrado toda esa información con tanta sabiduría.

    Y diré más. Por desgracia (seguro que me entendéis), el hecho de que haya sido escrito por un hombre me gratifica y me hacer ver que hay esperanzas para todos.

    Un abrazo.

  7. Hay una errata en el último párrafo: no es «infringiendo dolor», sino «infligiendo».

  8. Así que las mujeres son personas, gran hallazgo. Aunque el artículo en conjunto me parece un batiburrillo de temas de moda poco hilados no śe qué pinta por aquí el perturbado ese de California. Culpar al «machismo social» de que un loco se ponga a asesinar a gente en USA tiene tanto sentido como aquellas acusaciones contra los videojuegos y Marilyn Manson por la masacre de Columbine. En general creo que al autor se le nota demasiado las ganas de recibir el aplauso femenino.

    • Mujer, «el loco» de California seguía un curso de «ligue» y la «frustación por no ligar/follar» con la triple A del insti lo llevó a empezar a disparar. De ahí juntar los temas.

      • Hola Marc, tengo 33 años y no he llegado ni a besar a una chica.

        ¿Sabes lo que crea frustración? El oír insistentemente que es normal sentir frustración por ello.

        No. Somos muchos los hombres sin pareja que no nos frustramos, ni hacemos daño a los demás. Y en caso de haber frustración hay otras maneras de resolverlo.

        La locura de un hombre concreto no tiene nada que ver con su sexo, y sin duda en esos cursos hay muchas más personas y ninguna hace eso mismo.

        • Solo pretendía explicar porqué la inclusión de Elliot Rodger tenía lógica dentro del artículo. Sí creo que Rodger era un frustado, pero para nada creo que todos los frustados vayan a tomar las mismas decisiones que Elliot. Ni todos los asistentes a los «cursos científicos de ligar». Evidentemente Elliot Rodger era Elliot Rodger y soló se definía a sí mismo.

          Por otro lado:
          «Hola Marc, tengo 33 años y no he llegado ni a besar a una chica.

          ¿Sabes lo que crea frustración? El oír insistentemente que es normal sentir frustración por ello.»

          Tampoco se crea que me dedico a ligar como un campeón. Ni que no haya pasado etapas de frustación. Eso se lleva como se puede, y seguramente lo mejor es no obsesionar con el tema y pasar bastante de lo que digan los demás (es solo una opinión mierder y muy personal, claro). Pero algo que tengo mínimamente claro es que por mi frustado o por muy fracasado que me sintiera, JAMÁS metería la nariz en nada relacionado con «la seducción científica». Ese es un pozo negríssimo y de una profundidad amoral que me dan ganar de potar mucho (esto último también es un opinión mierder, claro está).

          p.d: Si por algún casual le he ofendido, mis disculpas y eso.

          • Tranquilo Mark, no me has ofendido ni mucho menos. Pero agradezco las disculpas. Me gusta que los hombres seamos más conscientes de las emociones ajenas.

            De todas maneras creo que me he explicado mal en esa frase que comentas. Lo que digo es que no estoy frustrado. No tengo novia como decisión personal. Y que si siento algo de frustración es por la sensación que a veces te transmiten de estar haciendo algo mal, de que esa decisión no es normal.

            No niego que el asesino ese estuviese frustrado. Pero no era por no tener novia, sino por que probablemente pensase que eso le hacía menos hombre, por que es una idea con la que se nos machaca constantemente.

            La mujer es a veces vista como trofeo, y el que no la consigue se considera que ha de estar frustrado por ello, por haber «fracasado».

            Tu mismo repites esos patrones: lo de «por muy frustrado» o «por muy fracasado». Se que no los dices en el sentido machista, pero el caso es que creo que no aportan nada.

            Creo que el problema no está en esos cursillos, sino ya antes. En que la gente se sienta frustrada o fracasada.

            El problema en mi opinión es asociar esta circunstancia con los crímenes, por que dificulta resolver el problema. O convierte al criminal en víctima, o a las víctimas en criminales. Es una referencia innecesaria en el artículo.

    • Muchas gracias Dubs. Yo soy un hombre bastante femenino y me anima leer mensajes como el tuyo.

      No todos los hombres somos igual de fuertes ni tenemos tan claro lo que sentimos, y a veces nos hace mucho daño el que se nos meta a todos en el mismo saco.

      Podría parecer que lo lógico es que yo descartase tan fácilmente como lo has hecho tú lo del asesino ese de California, pero no es así. A veces necesitas que lo diga una tercera persona, para poder tener más confianza en lo que crees.

      Gracias.

    • Pero vamos a ver, te has leído el artículo? No has leído cual era la razón por la que el muchacho mató a esa gente? Si hay hasta un vídeo.
      Si el chico mata PORQUE cree que las mujeres le debían su derecho a tener amor o sexo, que estaba resentido con los que conseguían lo que él no podía y con ellas por no satisfacer sus deseos como si el ser un «buen chico» le garantizase tener novia o follar, evidentemente, sí, el muchacho tenía una concepción bastante machista de lo que hay que esperar de la gente.
      Por otra parte hay mucha gente que piensa así y no mata, pero ya que mencionas Columbine, también ha habido mucha gente que ha sufriso abuso escolar y no ha matado a sus compañeros de clase, y eso no quiere decir que debamos de dejar de luchar contra el bullying.

      • ¿Ah, que la razón no era que un perturbado tiene allá acceso a todo tipo de armas? El mal periodismo, el sensacionalista, es el que busca explicaciones rápidas cuando se dan tragedias de ese tipo. ¿Que le gustaba oír a Marilyn Manson? ya tenemos culpable. Hace unos años aquí en España otro chico mató a alguien de acuerdo a un juego de rol. La reacción de los medios de comunicación, cómo no, fue criminalizar los juegos de rol. Veo que ahora le toca a los cursos esos de aprender a ligar.

        Y todos creemos tener derecho a ser amados y deseados, tanto hombres como mujeres, es lo que tiene ser humano y no un adoquín. Es algo que no tiene nada que ver con el machismo.

        • Querida Dubs, estoy de acuerdo en lo que dices sobre los medios, Marilyn Manson y etcétera, pero si te molestaras en ver el vídeo (o quizás se deba a que está en ingles, no lo sé) verías que no hace falta que los medios reinterpreten nada, el mismo muchacho dice «Las chicas nunca se han sentido atraídas por mi. No entiendo por qué a vosotras las chicas no os atraigo, pero os castigaré por eso».
          No sé, creo que queda bastante claro.
          Y respecto a al derecho de ser amado, evidentemente, es un derecho, eso no significa que te tengas que liar a tiros si ninguna chica quiere ser tu novia.
          Sé que no intentas defender al muchacho, pero quería aclararte lo que quería decir antes.

        • rantamplán

          Chica, antes de hablar de lo que no tienes ni idea, al menos mírate el vídeo. Principalmente para que tus opiniones tengan coherencia.

  9. El artículo es magnífico, aunque tengo que decir algo en favor de los PUA, Pick Up Artist o como queráis llamarlos. Yo hace mucho tiempo lo pasé mal con una mujer, y de una forma u otra acabé descubriendo a esa gente. Hay que decir que hay varios tipos, aunque podemos generalizarlos en dos. Los machistas que solo quieren follar para vengarse del género opuesto y los que de verdad quieren sacar algo positivo de todo esto. El canon de tío que entra en la comunidad siempre es el mismo: lo ha pasado mal con las mujeres (sea porque no se le dan bien, porque una le ha hecho daño…). De ahí, pues a saber. Hay «escuelas» de PUAs que son repugnantes (véase en España Álvaro Reyes y compañía) y otras que son algo que la gente debería ver por sí misma. Enseñan valores positivos (dignidad, igualdad, dejar ir a una mujer si no te quiere, respetarlas, que el objetivo sea pasarlo bien con ellas…), y no solo aplicados a «ligar», sino a ser sociable y positivo con la vida. Que más del 50% solo tienen como filosofía » las tías son objetos y tu objetivo va a ser follarte a todas las que puedas», sí, claro. En este mundillo hay demasiados Álvaro Reyes, por desgracia. Pero hay muchos que enseñan cosas que os sorprenderían. Yo he estado un tiempo coqueteando con algunas ramas de estas «Escuelas de Seducción» y mi objetivo con las mujeres no es «follarme a todas las que pueda», ni discriminarlas, ni ser un machista que busca venganza, sino que aplicando lo que enseñan (ser divertido, natural, un poco » cabroncete» y «vacilón» cuando hace falta…) mi objetivo es conocer a muchas chicas, tener la confianza y saber cómo atraerlas y conocerlas y buscar a alguna con la que tener algo de verdad. Supongo que es lo que todos buscamos en la vida, encontrar a alguien, y si esa búsqueda la llevamos a cabo con respeto y sinceridad, diversión y atracción… No veo el problema. Que hay mucho mierda machista en esto de los PUA, sí, es una pena. Pero desde el artículo de ElDiario.es sobre Álvaro Reyes se ha generalizado muy cruelmente todo este mundillo. Ni por asomo todos son calcomanías de ese individuo…

    • Totalmente de acuerdo contigo. Yo estoy descubriendo ese mundillo y sé de lo que hablas. He visto vídeos de Alvaro Reyes y, aunque algunas cosas me hacen gracia, reconozco que el tío tiene mucho de gilipollas y me hace sentir incómodo lo que hace. No me identifico.

      Dos ejeplos de los PUAS que valen la pena que tú dices son Zan Perrion y, En España, Álvaro Tineo y Egoland. Echadles un vistazo y os sorprenderéis.

  10. Selectvs

    Hola Pedro. Sé a qué tipo de hombre diriges este artículo y sé también que no pertenezco a ese club. Pero déjame que te cuente cosas.

    Soy igualitarista militante. Activista por la total y absoluta igualdad. No pido escotes, ni minifaldas, ni maquillajes. No quiero que se queden en casa, quiero que tengan su profesión y la cultiven. Quiero que sus decisiones importen tanto como las mías. Pero no me jodas ni hagamos la sombra del machismo más larga de lo que es. El anuncio de Siemens rozaba el feminazismo.

    Conozco el mundillo Pick-Up Artists. Conozco la jerga y lo que representa. Desde luego, tiene sus Álvaro Reyes (he tenido que buscar el nombre, mira cómo era de famoso) o sus Mario Luna et al. También tiene algunas normas como «déjalas mejor de lo que estaban», muy machista (¿quiénes se creen que son estos tíos para creer que pueden dejarlas mejor?) o «recuerda que el objetivo no es follarte todo lo que se mueve sino aprender a hablar con mujeres con las que no te atreverías en tu vida, con vistas a enamorarte de una», ahí, cosificando.

    A mí me han martirizado con mi altura (mido 170), cosa que ninguna mujer tampoco podrá entender, a la vista de cómo reaccionan algunas. Digo bien, algunas, no cometo la grosería de generalizar ni meter a un amplio espectro de género en un saco oscuro. ¿Te suena?

    ¿Te gustan altos? Enhorabuena. Nada que objetar. Pero ahórrate los comentarios tipo «ay, si midieras diez centímetros más me liaba contigo» o «es que si no mides 185 ni te hablo». Pero aquí cosificamos los hombres y sólo nosotros. Y cuando no es así, es que tienes que aguantarte y ser educado y amable, no vaya a ser que una respuesta demasiado contundente suene machista o agresora. Como si no ofendiera, como si fuera algo normal acabar acomplejado de algo que nunca me preocupó. O ese clásico edulcorado «la buena mermelada se guarda en frascos pequeños». Intenta comprender qué siente un hombre que no puede cambiar eso y llámame víctima del machismo por no haber sabido crecer.

    Cuéntame, Pedro, sin ser misógino (¿cómo podría? Adoro demasiado a las mujeres) con qué papel de fumar me cojo esto, qué argumento circular debo encontrar para no sentirme culpable por ser bajito sin echarle la culpa a las (adjetivo) que me han convertido en un objeto vertical. Y si merezco matarme por no gustarme.

    • Hola Pedro, aunque mi caso es muy distinto del tuyo, puedo entender lo que dices.

      Yo mido 1,68. No he tenido tus problemas por que nunca he intentado ligar (y consecuentemente, nunca he tenido novia). Pero me pone malo el sentirme machista solo por ser hombre, cosa que se nos inculca cada dos por tres.

      Como digo, mi caso es muy distinto al tuyo. Tengo un lado femenino muy acentuado. No en cuanto a gestos o a forma de vestir. Es probable que en apariencia no se me note mucho. Pero si en emociones.

      Verás, a veces cuando paso al lado de mujeres, huelo el perfume que llevan. Y me gusta. Hasta ahora lo veía como algo machista, como mirar el escote a una mujer, por ejemplo. Como «cosificarla» (concepto que tampoco entiendo demasiado, y eso me causa problemas). Y naturalmente me sentía mal. Hasta que hace poco empecé a plantearme las cosas de nuevo, y me di cuenta de que había otra posible razón para ello: Simplemente que ese olor me gustaba. Sin tener nada que ver con que lo usase una chica.

      Cuando se insiste tanto en meter a todos los hombres en el mismo saco, y en que todo lo que hacemos, lo hacemos por machismo, acaba por pasar cosas como esta: Que nos lo creemos.

    • Si una mujer te dice esas cosas, es simplemnte machista. Al igual que el cabronazo que acosa a una mujer en una discoteca y no la deja en paz. Quizá la diferencia sea que la intensidad con que el machismo afecta a las mujeres es inmensamente mayor. Un hombre no va a temer por su integridad física (salvo que sea a manos de otro hombre: la cuestión de género es transversal a la orientación sexual).
      Básicamente, echar la culpa de las consecuencias que tiene para cada uno el machismo a personas concretas es contraproducente. Esas mujeres que te han tratado así por ser bajito son unas imbéciles machistas. Eso no es misoginia, es un hecho. Pero por eso mismo: no por ser mujeres, sino por ser mujeres machistas. Es el machismo el que te ha fastidiado, no «las mujeres». Lo mismo ocurre viceversa. La única diferencia, insisto, es que un hombre puede sentirse acomplejado por lo que le digan las mujeres; una mujer (o un hombre), intimidada, vejada o violada por un hombre. En otras palabras: el daño que hacen los hombres machistas es mayor que el que hacen las mujeres machistas. Lo que no quiere decir que este último no sea también terrible (también para las mujeres: no es nada fácil convivir con mujeres machistas para una mujer que intenta escapar de los roles de género tradicionales).
      Una última cosa, porque quizás no lo sepas y esa frase suena fatal: lo de «no puedo ser misógino, adoro a las mujeres» lo dice la mayoría de los misóginos. Adorar a las mujeres como objetos o trofeos es parte de la misoginia. Probablemente no las adores así, es sólo un consejo de expresión.

      • «Quizá la diferencia sea que la intensidad con que el machismo afecta a las mujeres es inmensamente mayor»

        Eso solo se basa en tu presuposición de que las mujeres son todas más débies que los hombres. Pero no es cierto. Algunos hombres somos más débiles que muchas mujeres, al menos emocionalmente, y nos afecta más.

        Y él no ha dicho nada de culpar a todas las mujeres por lo que han hecho algunas. Todo lo contrario. Pero pide igualmente que no se nos juzgue a todos los hombres por lo que algunos hacen.

        Igualdad.

    • Ya me dirás tú que tiene de malo querer hablar sin miedo con mujeres que te atraen muchísimo. ¿Eso es cosificar? Eso es perder el miedo y atreverte a hacer lo que te apetece hacer. Mostrarte como un hombre de verdad. Y si no que levante la mano el tío que jamás se haya quedado con las ganas de conocer a una chica en una fiesta, en el metro o dónde sea. Y que levante la mano el tío que no haya envidiado a esos hombre que divierten y atraen a las mujeres con una gracia tan natural.

      Respecto a tu complejo de bajito. “ay, si midieras diez centímetros más me liaba contigo” o “es que si no mides 185 ni te hablo” son pruebas que te ponen las mujeres. Si reaccionas a eso como si te resbalara, con indiferencia, sentido del humor y sin sentirte acomplejado por ello, estoy seguro que despertarás el interés en ellas. No necesitas su aprobación. Hay que tener seguridad en uno mismo. Ellas buscan eso y yo no lo tengo para nada, pero estoy intentando cambiarlo. Si consigues gustarte mucho, no solo te sentirás mucho mejor contigo mismo, también empezarás a gustar a los demás porque ellos lo notarán.

  11. Otra cosa, me gustaría otro artículo con énfasis en los hombres como víctimas del machismo. Saludos.

    • Tienes toda la razón Talita. Todo lo que veo de hombres feministas es sobre los problemas de la mujer, nunca sobre los propios.

      Creo que no nos planteamos los «límites» que tenemos los hombres. Algunos impuestos y otros asumidos como propios. Yo últimamente me los he planteado y he visto bastantes cosas que me estoy planteando hacer y que me dan «miedo». No se si realmente la reacción de la gente será «mala» como espero, o son solo miedos que he asumido:
      -Llevar una camiseta que ponga «quiero ser un hada»
      -Comprar un perfume femenino (me he dado cuenta de que hay ciertos olores que me gustan ¿por que no voy a poder disfrutar de ellos?)
      -Preparar pasteles para mis amigos

      En general el problema es lo que se espera de ti y no cumples. No tengo novia y muy feliz de no tenerla, pero no tener interés es como ser «menos hombre». El que te fuercen a hacer deporte aunque no te guste. El que te hagan sacar el carnet «por que lo saca tu hermana» y yo siendo mayor y hombre no podía ser «menos responsable»,…

      Por contra otras cosas que si son un problema para las mujeres, los hombres no los sufrimos de igual manera. A mi me han ofrecido dinero por sexo, y me han «acosado» en un sitio de citas por Internet, pero dado que corro «menos peligro» no me ha molestado como si pueda molestar a una mujer. En este sentido, es una ventaja.

      • Entiendo lo que dices Jaime. Hace un tiempo vi lo que creo era un avance sobre un documental sobre el tema, de cómo el machismo pone al hombre en un rol que no es capaz de llenar (lo mismo que nos pasa a las mujeres, pero con otras consecuencias), pero no lo encuentro por ningún lado.

        Te aconsejo que intentes hacer lo que te venga en gana. Siempre y cuando respetemos a los demás, tendríamos que tener ese derecho. Es cierto que no es fácil pasar del «qué dirán», pero una vez que lo consigues es muy reconfortante.

        Saludos!

  12. Bigote Prusiano

    Estaba patrullando en la noche cerrada con mi pijama de verano y el culo al aire cuando, en lo alto del edificio principal de la ciudad, se ha disparado mi sentido prusiano. Como bien es sabido mis superpoderes son emitir rayos de diversa intensidad contra los que algunos llamarían feminazismo. Yo creo que es un término que contamina el debate de entrada, por lo que lo he prefiero el término subnorfeminismo. Por supuesto el autor, de probada inteligencia e integridad, y responsable de uno de las cuentas de Twitter más edificantes e interesantes que hay, analiza con la mejor de sus intenciones una serie de temas recurrentes. Pero no se percata del horror. Ha sido poseído por los parásitos más perniciosos del feminismo institucional: El paramecio gigante del cliché y La Cosa Bicho de la falacia. Todo esto, según vengo observando desde hace tiempo, y no hay ironía en mis palabras en esta ocasión, sucede en las mejores familias, en las mentes más preclaras y en los talentos más agudos. Pero ni siquiera estas personas son impermeables a la intensa propaganda que se desarrolla en este campo. Soy un exorcista, el Exorcista del Amor.

    En ninguna materia se podría producir lo que se puede ver en ésta. Por ejemplo se generaliza sobre los alumnos de esos cursos, que en efecto pueden ser llamativos o ridículos, pero no tienen por qué responder a un mismo patrón en todas las ocasiones. Tampoco tenemos datos sobre si, efectivamente, todas esas personas consideran a todas las mujeres como objetos. Puede que sí. Puede que no. Puede que haya variedad. En principio se requiere un estudio pormenorizado del fenómeno, conocer los motivos de esos hombres sin despacharlos extrapolando a todos ellos la actitud del “coach”. Es algo así como juzgar a unos soldados por el comportamiento de su violento y malhablado sargento.

    Igualmente se exponen problemas como la desigualdad salarial o discriminación laboral que, francamente, al entrar en concreciones suelen ser más que problemáticos. La mayoría de las veces hay argumentos de peso que contrarrestan esos trazos gruesos, hasta el punto de que la desigualdad salarial es un terreno donde resulta fácil de demostrar por qué las estadísticas señalan lo que señalan. Y lo señalan porque se interpretan de forma propagandística con intenciones políticas y de manipulación informativa. Una vez desmenuzadas esas estadísticas se puede acceder a un panorama muy distinto, donde no existen esas desigualdades. De nuevo el autor prescinde de todo esto. Adopta el lugar común mil veces repetido.

    En cuanto al asunto de los Sanfermines se producen, creo, algunas equivocaciones. En primer lugar no hubo 40 denuncias. Esas 40 denuncias son un meme erróneo que parte de una página en concreto fácilmente “rastreable”. Ese error luego se ha multiplicado. Fueron muchas menos, cinco si no recuerdo mal.

    Junto a esto hay otro error. Esas denuncias no responden al fenómeno del destete. Esa costumbre, muy reciente, procede de fiestas universitarias americanas, y suele por eso estar protagonizadas por mujeres estadounidenses. Son fiestas como las Spring Break u otras relacionadas con hermandades. El destete incluye el ofrecimiento, es decir, que no se muestra y luego se escoge a quién toca y quién no, sino que el desnudo y posterior sobe de tetas por anónimos es parte del pack. Quiero decir con esto que las denuncias por tocamientos no están relacionadas con una costumbre donde el tocamiento es su razón de ser. Los medios generalistas, vía sensacionalismo, venden esta confusión, publicando noticias donde se habla de supuestos abusos y colocando luego fotos dond, lógicamente, están todas las destetadas muertas de risa, puesto que, queridos todos, es algo VOLUNTARIO Y FESTIVO. Otra cosa es que pueda parecernos hortera y chabacano.

    Luego está el asunto de violaciones y agresiones más grave, donde, no entiendo por qué, son mal vistos los consejos a las mujeres. Lo cierto es que en la realidad, no el el Mundo Ideal, se producen muchos actos de violencia. La mayoría, por cierto, recaen en los hombre jóvenes. La violencia contra la mujer es mucho más escasa en comparación, pero se vende, subnorfeminsmo y sensacionalismo mediante, como un Apocalipsis. Por otra parte, ¿qué sociedad jalea los comportamientos abusivos? De verdad, es demencial. Todas las sociedades penalizan gravemente la violación. Ninguna la… ¿promociona? Es el rollaco macabeo de la rape culture, que toma la parte por el todo y prescinde de cualquier mínimo acercamiento basado en el sentido común al fenómeno. Se extrapolan excepciones, muchas veces explicables por cuestiones ajenas a la igualdad, a MACROLUGARCOMÚNQUETODOLOEXPLICA. No, hombre, no, qué sociedad promueve la violación, qué sociedad jalea esto por Dios.

    Aquí se produce un batiburrillo o cóctel que todo lo explica a través de una conclusión previa: todo es culpa del machismo opresor. Sin embargo, el rigor exige el análisis de cada cuestión para ver si desemboca en que hay problemas de igualdad. El autor decide que hay problemas de igualdad y luego, marcha atrás, como en una moviola, adapta las premisas. No hombre no, es al revés. Primero veamos un fenómeno de forma neutral, y a ver qué ocurre aquí.

    • nazgul

      Un psiquiatra (un buen psiquiatra) te preguntaría qué libros te han marcado más durante tu vida o cuáles de ellos giran alrededor del argumento en el que los medios de comunicación manejan a las masas sociales. Y se divertiría «tirando del hilo».

    • Ovación cerrada a tu comentario.
      Un apunte extra sobre las tetas en San Fermín: Si eres mujer, y en medio de una horda de borrachos salidos, vas y te sacas las tetas, y te las sobetean sin tu consentimiento, seguro que son sabores son unos cerdos asquerosos, pero tú eres un poquito gilipollas.

    • ¡Cuántas palabras, qué capacidad de análisis! Una lástima que sólo se haya quedado con lo que le sale de la chorra.

  13. rapid_jim

    Etiquetar a todos los hombres como potenciales violadores tiene el mismo valor intelectual que etiquetar a todas las mujeres de putas. Sólo porque pueden serlo.

  14. Genial artículo. Muy bien expresado, el sexismo nos afecta al ambos sexos aunque de manera desigual. Mientras estemos en batallones de «y tú más » seguiremos en esa traspase vernos como opuestos en lugar de personas.

  15. kilgore

    Más de uno y de una se ha tomado esto por el diván de psicoanalista. Leyendo lo que se lee uno no se extraña de lo que pasa luego.
    Es todo más sencillo. Uno, que no deja de ser un primate (superior pero primate al fin y al cabo), cuando ve una mujer (una hembra primate al fin y al cabo) dotada de los atributos evolutivos que la hacen atractiva, pues no puede evitar mirarla y desearla. La jodida testosterona. Pura etología.
    Claro que entonces entran en juego las convenciones sociales, la educación, las normas de cortejo y demás. Es decir la parte humana que te conduce a tratarla como un ser humano. Justo lo que es.
    Así que aún teniendo claro que la línea que nos separa de la cavernas es mu u u u y delgada (y si no ver lo que ocurre cuando hay un apagón fuerte), permitanme el autor y sus palmeros que no me parezca bien que se me incluya en el saco de los tarados que violarian a cualquiera.

  16. Pepalotes

    Hay una duda que siempre me asalta al leer artículos de este tipo, es decir, los que señalan qué hacemos mal los hombres y qué debemos hacer para no seguir así. Es ésta:

    ¿De qué forma se manifiesta la maldad en las mujeres? O incluso: ¿acaso puede una mujer ser mala?

    Esto lo digo suponiendo que la maldad esté, si no repartida 50/50 entre ambos sexos -como la inteligencia- al menos en una proporción razonablemente similar. Porque lo que se asume implícitamente es que los hombres son bestias y son malos sin otra razón que no sea el mero placer de oprimir y dominar, y que las mujeres asisten impertérritas a este despliegue de maldad. Cuando una mujer hace algo mal o se comporta de forma indeseable, o bien se pasa por alto, o bien se dice que esa mujer ha actuado o pensado «de forma machista». En resumen, que ha hecho el imbécil por dejarse influir por un hombre o por el patriarcado, y por tanto es una víctima. De forma implícita se la disculpa de su responsabilidad: no es mala, sino que actuó mal porque fue engañada.

    Todos hemos aprendido, gracias a los documentales de animales, que el bicho con menor fuerza no recurre a un enfrentamiento físico, sino que es más taimado y tira de psicología y astucia. Sin embargo, cuando escucho a las feministas hablar de la violencia masculina, resulta que no sólo los hombres son responsables de casi toda la violencia física… ¡sino también de la psicológica! ¿Cómo se come esto? La única forma, creo yo, es pensar que los hombres son malvados por naturaleza, y que las mujeres no lo son, o sólo un poquito, y que la sociedad es la culpable, como decían Siniestro Total.

    También resulta que las mujeres son, en buena medida, las responsables de educar a los hijos e inculcarles valores desde que nacen, pero sin embargo, y pese a ser igual de inteligentes que los hombres, actúan sistemáticamente en contra de los intereses de su género, tiran piedras contra su propio tejado y producen generación tras generación de machistas. ¿Cómo diablos se llega a esta situación?

  17. teresa

    Creo que voy a empezar la lectura de este artículo de abajo a arriba XD

  18. La última frase es casi animar al suicidio a los hombres jóvenes como Larra, y el suicidio ya es la primera causa de muerte entre los hombres, que en países como España afecta cuatro veces más que a las mujeres. Si sufres «desamor» búscate a otra o vive por tu cuenta (r/mgtow), pero sobre todo no te suicides, como parece animar el autor feminista del artículo.

  19. Ya que ha despertado tantas sensibilidades la frase «enseñar a los hombres a no violar», tal vez deberíamos limitarnos a decir «enseñar». Gente, la violencia se aprende, eso es lo que quiso decir el autor si no me equivoco.

    • No Talia, te equivocas. Aunque en tu propio comentario señalas a la respuesta: «la violencia se aprende»

      Cuando decimos «enseñar a no violar» presuponemos que esos niños son violadores en potencia. Que son escoria, vamos. ¿Entiendes que esto nos pueda sentar mal a algunos?

      Es tan sencillo como decir «no enseñar a los niños a violar» para dejar de considerar a los niños como basura sin esperanza.

      • Jaime, creo que el que te tomes el tema tan personal nubla tu juicio. No te lo digo de mala onda, que conste. Pero ten presente que estamos hablando, ya que te gusta generalizar, del género humano, que como especie deja mucho que desear.

        Tú mismo has dicho que te gustaría comprarte un perfume de mujer (sólo por tomar un ejemplo). Por qué no lo haces sin pensártelo? Te convierte eso en un pusilánime? O es que has aprendido que «no es lo correcto»? Si quieres decirlo así, vale: los niños son violadores en potencia. Y las niñas. Y cualquier persona que crezca en un entorno violento. Somos lo que aprendemos.

        • Jaime

          Hola Talia, no. Ni los niños ni las niñas no son violadores en potencia. En todo caso los convertimos en tales. Para mi es un matiz muy importante. Me sorprende que no veas la diferencia.

          Y no, no generalizo, o al menos no pretendía hacerlo. Si lo he hecho en algún punto, lo retiro.

          Respecto a si soy pusilánime: Si, lo soy. Es algo que los hombres tenemos prohibido pensar, o sentir, o decir. Pero el ser vulnerable, o débil, o pusilánime ya no me preocupa. Lo soy y lo seré siempre.

          Lo único que me preocupa es seguir actuando en base a un rol predefinido, e ignorar mi verdadera personalidad y deseos. Entre mi personalidad está el no tolerar las desgracias (definición de pusilánime), y quiero admitirlo y reconocerlo.

          Eso no me impide comprar un perfume de mujer. Y lo haré. No puedo hacerlo sin pensarlo, por que si no lo hubiese pensado seguiría con el mismo rol predefinido de siempre. Pero al final lo importante es que pueda comprarlo, no el que necesite pensarlo para hacerlo.

  20. Joseph

    El siguiente ejercicio es muy simple, y por lo menos a mi me ha servido siempre para no traspasar alguna barrera.

    Preguntemonos como se sentiría nuestra madre, hermana, hija, amiga, etc.
    Ante la sola tentativa de padecer acoso, en cualquiera de sus presentaciones, creo que eso serviría de parámetro a cualquier persona más o menos normal.

  21. Mata Hari

    Jaime con perdón, viendo lo que dices, creo que no has entendido nada el artículo o estás arrojando fuera del tarro.

    Intentaré dar mi punto de vista, no voy a repetir eslóganes como «enseñar a no violar», sino a explicar por qué existen tales eslóganes.

    Verás, como comentó alguien por ahí, a las mujeres se nos enseña al comportamiento «correcto» para no ser violadas, lo cual es un error. ¿Es normal que yo salga de un callejón oscuro pensando que he sobrevivido a un tsunami? No. Yo ya pasé por un intento de violación, y menos mal que saqué fuerzas en su momento para que no quedase en violación al completo.

    Te daré detalles, para que entiendas: el hombre en cuestión era policía, y al contrario de lo que imaginas, no era un violador como tal, con su pasamontañas, su navaja de Mota del Cuervo y su voz áspera, sino todo lo contrario, un hombre hasta respetado. Aun así, el creyó que yo consentiría que entrase en mi cuarto porque «me paseaba echándole miradas de reojo» (cosa que era mentira, pero de existir tales miradas, ¿qué?) o «esos shorts tan cortitos que llevabas delante de mi lo vi como una señal». Ese hombre no figuró ni figurará en tu tan recurrida lista de violadores, pertenecerá a ese 98%; sin embargo, algo en su cabecita le dijo que, de algún modo, el tenía derecho a forzarme a tal ofrecimiento (llegar a mi cuarto a las tantas de la noche, con ese vocabulario), y acto seguido, forzarme a la acción como tal.

    ESO ES LO QUE SE ENTIENDE POR «RAPE CULTURE»: hay algo en muchos, muchísimos hombres (dudo que solo sea un 2% porque lo veo constantemente, basta darse un paseo en Forocoches) que aunque no violen ni violarán jamás, ese algo les hace pensar que tienen derecho a traspasar según qué límites, y es lo que todas las chicas y chicos te están diciendo por aquí que se debe enseñar a que esos límites son iguales en todos. Son esos hombres que tocaron los pechos a las chicas y lo justificaron con «las estaba enseñando». Son esos que hacen comentarios salaces a niñas menores. Son esos que justifican que llevar una minifalda es signo de putilla, de fácil, y que no merece respeto. Y no, no se trata SOLO de un 2%.

    Otra cosa. Has sacado la lista de suicidios. Te diré algo: el patriarcado funciona para bien y para mal. Eso te permite tener un rango de mayor poder (eso se espera de ti como hombre, afortunadamente ya menos) pero el NO CONSEGUIRLO hace que muchos hombres se depriman, sienten que no hacen lo que se espera de ellos, que no son suficientemente machos. Es una común en hombres con estados depresivos, ¿has visto Breaking Bad? si no lo has hecho, te lo recomiendo, porque, dejando a un lado la lectura superficial de tema que trata, «el hombre bueno que se vuelve malo» en realidad, otro de los temas supone todo un análisis del yugo que sufrís los hombres, precisamente por los aparentes beneficios con los que contáis. Y DE ESTO HABLA EL ARTÍCULO: el patriarcado funcionará como puerta libre para que accedáis a mejores cosas, pero al mismo tiempo, se espera que nosotras no lo consigamos solas (por debilidad, o a saber) o que seamos buenas en otros campos (y cuidado si vosotros entráis ahí, como el cuidado del hogar, que ya no serás hombre). También se espera que quien de vosotros no lo consiga, no es suficientemente hombre.

    Es por esto que no me gusta hablar de feminismo, sino de sexismo a secas: igualdad, pero también para los hombres que quieran bajarse de su rol de género, impuesto.

    Como recomendación, no te sientas machista or ser hombre. Siéntete sexista si alguna vez actúas desequilibradamente, tanto para mujeres (que ya te habrán machacado demasiado con eso) como con otros hombres, que a veces sois más enemigos vosotros mismos que las mujeres.

    Si te entendí mal, me gustaría debatirlo, eres una de las voces críticas y me parece interesante. Otra cosa: no tiene negrita ni nada, así que uso mayúsculas para reforzar encabezados, no estoy gritando.

    Saludos

    • Muy de acuerdo con lo que dices.

    • Jaime

      Mata Hari, he criticado dos frases concretas del artículo, y sobre el resto he dicho que estoy de acuerdo, no creo que eso sea «no haber entendido nada del artículo»

      Solo pido que en lugar de decir que «a los hombres hay que enseñarles a no violar», se diga «no hay que enseñar a los hombres a violar». Solo por esa frase protesto.

      Y si, quien te intentó violar si pertenece a ese 2% que mencioné. En ese 2% están incluidas las violaciones sin pasamontañas, y también las no denunciadas según las estimaciones del instituto de la mujer. Puedo haber hecho el cálculo mal, pero en teoría si que recoge estos casos.

      El que solo un 2% que viole, no quita que sean más los que hacen otras cosas malas contra las mujeres. No justifico el resto de las cosas malas que se hacen, solo que no son violadores. Muchos son agresores sexuales, otros maltratadores, y la mayoría sexistas a secas.

      Por otro lado me gusta que hables de sexismo en lugar de machismo, y en general dices muchas cosas muy respetuosas conmigo que agradezco. Tu mensaje no me ha molestado en absoluto.

      Lo que dices sobre el patriarcado es justo lo que yo digo (aunque no me guste ese término): Que da más poder a los hombres que a las mujeres, pero no una mejor situación, y que debemos de luchar todos contra él.

      Y creo negativo para esta lucha repetir la errónea idea de que en esta cultura el hombre sale beneficiado. Saldrá beneficiado en poder, pero no en felicidad ¿y que es más importante?

  22. liberrty valance

    Ese gen agresivo que tenemos los hombres es el que ha salvado a la especie, evitando que se nos comieran los osos cavernarios;cazar, matar,conquistar,avanzar ….por lo que fuere, las mujeres tenían otra misión igualmente importante para salvar la especie ;amamantar.
    Los osos ya no acechan pero el gen sigue ahí como hace 3 millones de años,hemos aprendido a dominarlo de la misma manera que aprendemos a dominar los impulsos que generan las hormonas ,cuando vemos unos pechos turgentes, unas caderas generosas o a revolotear lascivamente alrededor de un macho poderoso que asegure un semen de calidad…
    Hay individuos hembras o machos que les cuesta controlar todos estos instintos,pero no me negaran que en los últimos 100 o 200 años se ha evolucionado bastante.

    • O sea, tenemos el mismo gen (agresivo) de hace 3 millones de años y evolucionamos hace 100 o 200. Tócate los cojones.

      • liberrty valance

        Exacto,la educacion , la evolución del pensamiento humano y la llegada de estos cambios a capas mas amplias de población ,han modificado el comportamiento de las sociedades.En ningún momento digo que ese gen haya evolucionado en los últimos 200 años.sino la raza humana.
        Mientras vas aprendiendo a leer voy rascandome la que te dije.

  23. Fulgencio Barrado

    Parece ser que muchos abogan por la publicación de manuales de comportamiento correcto para hombres. No vale el código penal como límite de comportamiento. Hay que ir más allá y decirle a los demás constantemente lo que nos molesta: esos piropos groseros, esas miradas obscenas…, esas sensibilidades «violadas»…
    Renunciemos a nuestra naturaleza y autoestima, y sometámonos a las directrices de «El Maestro». Y por supuesto que «El Maestro» nos lo escojan otros.
    Creo que a veces es mejor asumir que no somos perfectos (o sí), que estar constantemente intentando alcanzar un comportamiento intelectualizado en aras de una convivencia neurótica.
    Hay cosas en el artículo que me parecen bien (sobre todo la loable intención). Pero el recorrido que hace me parece muy equivocado.
    Lo que hace falta, para mí, es fomentar la autoestima y la comprensión de uno mismo y de los demás, en lugar de editar manuales, sean del Ministerio del Interior, de la Autoridad Religiosa correspondiente, o de «El Partido».
    Ninguna mujer con autoestima se siente dañada por futilidades. Ningún hombre con autoestima agrede a un semejante por sus debilidades. Y viceversa.

    • Fulgencio, tomo tu último párrafo. Estoy de acuerdo con lo que dices de fomentar el autoestima, pero no asumas que por tenerla alta todo te resbala. Esas futilidades no te dañan, pero te generan violencia y rechazo, que ya sabemos general más violencia.

    • Picoto

      Por un lado estoy de acuerdo. Eso de publicar «manuales de buena ciudadanía» apesta.

      Pero achacar a la baja autoestima los problemas… Me parece fuera de lugar. Si el tipo este se lió a matar no fue por baja autoestima, sino por tenerla desmesurada. «Melomerezco» de libro. Creía que tenía derecho a ser amado y deseado. Derecho que obviamente no existe.

      La autoestima es veneno. La gente con valía no la necesita, puesto que tiene logros y éxitos de verdad de los que estar orgullosa.

      • Fulgencio Barrado

        Creo que no tenemos el mismo entendimiento sobre lo que es la autoestima. Sobre todo si dices que ese chaval la tiene.

      • Si ese chaval tuviera autoestima no le importaría absolutamente nada lo que las mujeres opinarán o hicieran con él, porque con su amor propio tendría más que suficiente. Ergo si está tan resentido con ellas y con los chicos con éxito como para matarlos, ¿de verdad crees que el tipo tenía autoestima alta?

        La autoestima es algo que todos deberíamos tener alta para que el mundo vaya mejor. Y tener autoestima no significa ir de chulo y buscar aprobación y aplauso en los demás. A eso se le llama ego. La autoestima es saber que vales para todo lo que te propongas y si algo no te sale bien, no es porque no valgas sino porque te has equivocado y lo único que te hace falta es aprender a hacerlo bien.

    • R. Maitland

      Compro absolutamente tu comentario y te robo para mi uso lo del «comportamiento intelectualizado en aras de una convivencia neurótica».

  24. Picoto

    A ver si me entero:

    -Si algo provoca discriminación a una persona por el mero hecho de ser mujer, es machismo. Vale, lógico.

    -Si algo provoca discriminación a una persona por el mero hecho de ser varón, es machismo. No hembrismo o feminismo, machismo. Melospliquen, por favor.

  25. Bigote Prusiano

    El concepto «rape culture» como tantas otras herramientas de censura de la corrección política, funciona de modo falaz y afecta al ámbito del lenguaje. Si en otros campos primero fueron «minusválidos», luego «discapacitados», luego «personas discapacitadas» y ahora «personas con diversidad funcional», la «rape culture» se centra en el lenguaje sexual. A partir de ahí genera una falacia, que consiste en confundir palabras con actos, creando un puente artificial e imaginario donde aquel que se expresa, por ejemplo, de forma soez, es que puede llevar a cabo eso que habla. Para ello ignora de forma sistemática las funciones del lenguaje y sus distintos niveles, elevando a posible actuación en la realidad una charla tabernaria o un diálogo coloquial. En el fondo, es censura contra el pensamiento y, en último término, más peligroso y retorciod aún, contra la propia imaginación y las fantasías.

    Es un recurso habitual de gente completamente frustrada, rencorosa, que necesita de una explicación simplona para desviar sus responsabilidades vitales. Eso en el plano personal. De forma más general un apoyo para la propaganda y el control institucional. Y entre medias un modo de intentar comprender el mundo mediante píldoras fácilmente digeribles para gente que no tiene ni la más mínima posibilidad de comprender el mundo ni con esas píldoras ni con pastillas Juanola Especial Cerebros Desnortados.

    • nazgul

      Si esas palabras (que tú consideras que confundimos erróneamente con actos) se las dijesen a tu madre, hermana o a cualquier mujer que ande por tu alrededor y por la que sientas algún tipo de afecto, verías qué rápido cambiabas de parecer con respecto a las formas soeces, los diálogos coloquiales y las charlas tabernarias. Verías cuán fácil te resultaría entender que en algunas ocasiones las ‘palabras’ y los ‘actos’ son representaciones de un mismo ente.

  26. El artículo habría sido estupendo si no obviases que la inmensa mayoría de mujeres son las primeras machistas. Las primeras en llamar putas a las que ligan o van enseñando carne, las primeras en considerarse premios sexuales, las primeras en objetivar a su propio género, etc.

  27. Bigote Prusiano

    Pablo, alguien que profese la religión del feminismo institucional, la fe subnorfeminista, te dirá que esas mujeres lo hacen por la educación recibida, de forma involuntaria, a lo que se suma la insostenible presión del entorno. En suma, los hombres realizan sus acciones de manera consciente, pero las mujeres están «hipnotizadas». Es un mantra habitual. Equivale en esta religión al om namo naraianaia hindú.

  28. Lo del rape culture se entiende básicamente con ejemplos, y básicamente se define como la cultura en la que la violencia sexual es culpa de la víctima en vez de la del culpable.
    Es decir, cuando a una mujer la violan, y después le preguntan qué llevaba puesto, si había bebido, o si había hecho algo para incitar a el violador, eso es rape culture. Simple y llanamente porque estás dando a entender que tienes la responsabilidad de que a un degenerado se le ocurra hacerte cualquier cosa.
    Entonces entendemos que, como es lógico, (por lo que parece no para todo el mundo) una mujer puede ponerse una minifalda sin que un tío cualquiera sobreentienda que quiere que se levanten.
    Aquí un ejemplo que recuerdo: Cuando en Estados Unidos, unos chavales violan a una chica en una fiesta universitaria, y al salir a la luz se hable más de los pobres chavales, en cómo esto repercutirá en su futuro, que si tenían una prometedora carrera como jugadores de fútbol americano, etc., en vez de la pobre zagala que la han violado, es rape culture.

  29. Bigote Prusiano

    La realidad que tenemos es muy distinta, Thor. En la realidad la violación se pena de forma muy grave, a veces por encima de algunos asesinatos, lo que ha despertado algunos debates (se puede incitar al violador, que pocas veces es asesino, a matar a la víctima porque sale mejor). En la realidad el violador es un apestado social. Sólo le supera el asesino o violador de niños. En la realidad el violador es un apestado social por encima incluso del asesino convencional, el asesino en serie o cualquier tipo de criminal perteneciente a una mafia, entre otros ejemplos. En la realidad el violador es un apestado de tal nivel que en la propia cárcel es una víctima de presos que posiblemente hayan hecho cosas aún peores. En la realidad el violador es un apestado no sólo para las mujeres, sino para la mayoría de los hombres, que son padres, hermanos, primos, novios, amantes, amigos o compañeros de esas mujeres. En la realidad el porcentaje de violadores en comparación con la población general es ínfimo. En la realidad el violador y la violación son seres y delitos tan apestados que se les da sin embargo una extremada importancia, por el enorme rechazo que provoca, aunque su incidencia sea menor a otros delitos que incluso acaban con vidas. Esas es la realidad, una realidad comprobable, observable.

    El concepto «rape culture» parte de una realidad ficticia interesada, es decir, de la construcción de una conclusión artificial, un embuste, bien argumentado mediante falacias. Primero la conclusión. Luego la búsqueda de premisas.

    Para ello, fundamentalmente, sacan de contexto el lenguaje, de forma que conversaciones, afirmaciones y argumentos quedan al margen de la situación. Al quedar al margen de donde se dieron se pueden tergiversar a placer. Junto a esos se produce un embuste sideral, y bastante peligroso, la identificación entre palabras y actos.

    De esta forma, para el subnorfeminismo, un tipo maleducado que se expresa de forma soez, vía erradicar el contexto y las funciones del lenguaje, puede transformar esas palabras en actos. Y no sólo eso, sino que se extiende al resto de hombres, extrapolando esas palabras a la generalidad. El conjunto de falacias empleadas y encadenadas no puede ser más evidente.

    Lo que me da pena, y causa estupor, es que multitud de personas formadas y nada sospechosas de ser estúpidas, y además de todas las edades, se traguen este auténtico despropósito. Hombres y mujeres que no dudan en extender a todos los hombres (salvo ellos mismos, claro) la posibilidad de ser violadores en potencia o alentadores de la violación, cuando la conocida vulgarmente como PUTA REALIDAD se ocupa de desmentir constantemente sus afirmaciones.

    Desde mi punto de vista se trata de egos frágiles y de tipo rencoroso, nada constructivos o imaginativos, que necesitan un enemigo general u ogro constante para poder calmar su confusión vital y la asunción de responsbilidades propias. Normalmente el subnorfeminismo no es suficiente para algo así, por lo que fragmentan el rencor, lo dividen en varias causas donde, indefectiblemente, hay un gigantesco enemigo imaginario que sirve para explicarlo todo y aporta algo así como seguridad espiritual por una parte. Por otra un cierto sentido, al creer que se participa en una corriente de mejora del mundo, que «se hace algo».

    Finalmente se convierte en una especie de religión de bolsillo, tal cual. Uno se puede adherir sin los preceptos o mandamientos de otras religiones. Cuesta, por tanto, menos esfuerzo ser adepto. A su vez las compensaciones también son menores, una cierta buena conciencia, sentido de la participación con una comunidad. Una pequeña trascendencia a falta de Dios.

    Lo que ocurre, claro está, es que es delirante.

    • nazgul

      Consulta con un profesional porque, efectivamente (y probablemente intuyas para tus adentros) vives en una idea delirante.

      • Bigote Prusiano

        Por supuesto, Nazgul. Estoy completamente seguro de que puedes demostrar como, sin ir más lejos, la sociedad española da aliento a las agresiones o violaciones. El problema con el que se topa el feminismo institucional es la realidad. A partir de ahí suele llegar, de forma inmediata, el ad hominem a falta de otra cosa que aportar, puesto que no interesa, como es lógico, tocar un asunto insostenible. Esto es común a todo el debate sobre subnorfeminismo. Se repite una y otra vez, sin falta.

        • Nazgul

          No intento desacreditarte. Tampoco desequilibrar el debate en mi favor. Mi comentario puede ser entendido como un argumento ad hominem, pero ése no es su propósito.

          Solo es un consejo que te doy, porque —aunque puedo equivocarme— creo que lo necesitas.

          • Bigote Prusiano

            : )))))) No me desacreditas, sólo te desacreditas a ti. Y lógicamente en ningún momento has participado en el debate.

            • nazgul

              Ni te desacredito, ni me desacredito. Hacer esto último sería no admitir que ese comentario puede ser entendido como un argumento ad hominem.

              Solo te aconsejo o te aconsejaba que consultes con algún profesional de la salud mental, ya que —repito, aunque puedo estar equivocado en mi conclusión— creo que empiezas a intuir que vives en una idea delirante. Delirio en el que se establece una —digámoslo de modo fino— ‘salvaguarda’ de los violadores, tomando como referencia otras conductas punibles en la sociedad: la métrica de quién es más malo. También sostenida por la premisa de que a menor frecuencia de un delito (menor n° de eventos), menor impacto debería causar en la sociedad. Y por último, aliñada esta teoría tuya —a la que yo me atrevería a sugerirte un título, por si la defiendes en otros foros (No dejemos que nuestros violadores se conviertan en apestados)—, en la que nos llamas a los demás «tontos del culo», porque no sabemos distinguir las diversas funciones del lenguaje. Seguro que si yo le dijese a la mamá de Bigote Prusiano frases como: «Tengo los huevos cargados de amor, nena» o » Voy a ponerte mirando pa’ Cuenca, guapa», tú entenderías los distintos estratos del significado de las palabras perfectamente, ¿verdad?

              Vives en una idea distorsionada. Donde unos (¿indefensos?) violadores y apestados sociales experimentan una especie de injusticia en comparación con otros malhechores. Receptores (¿víctimas?) del pobre juicio intelectual del resto de la población, ¡¡¡qué no sabe distinguir las palabras de los actos!!! Inmersos en una serie de falacias colectivas perfectamente orquestadas. Eh, y mucho cuidado, esa es, y cito textualmente tus palabras y también pongo las mayúsculas, LA PUTA REALIDAD.

              No, hijo mío, no. Ésa es la FANTASÍA en la que tú vives. La realidad es una en la que el machismo sigue existiendo además de una lacra de violadores, hijos de puta por los que no siento el menor respeto, y que, he aquí lo importante, se puede documentar. A diferencia, por cierto, de tus tesis. Y me cuesta escribir esa última palabra, porque, sinceramente, lo que propones me parece una absoluta majadería.

              Un saludo.

    • Aunque se podria matizar, creo que la explicacion es bastante acertada. Al menos, da un punto de vista diferente sobre e que pensar

  30. Álvaro

    De momento sólo un apunte.
    La alusión final a Larra es deleznable, sin más. Por dos motivos:

    1. Crueldad. En un texto moralizante y aparentemente poco irónico como este, no cabe el animar al suicidio a alguien con problemas y dudas sobre el otro sexo o su pareja concreta. Esa persona necesita ayuda, no un tiro en la cabeza.

    2. Desconocimiento. El autor se ha dejado llevar con bastante poca fortuna por la imagen simplona de Larra como un atormentado romántico que se suicida por amor. No. Larra se suicidó por varios motivos, más o menos resumibles en tres aspectos: a) su atormentado carácter y situación personal. Arriba se hablaba del autoestima. Larra era una persona de autoestima baja que necesitaba y perseguía el reconocimiento social, que hacia el final de su vida, fue señalado político y profesionalmente y muy critícado. Por no hablar, claro, de su carácter persimista y misántropo. b) la mala marcha de su país. Puede parecer baladí, pero en alguien con la sensibilidad de Larra, la decepción al ver el poco avance que su patria realizaba (y para el que él dedicó los mejores productos de su ingenio) se tornaba cuestión personal, y c) ahora sí, su relación con el otro sexo y más concretamente el fin de su relación con Dolores Armijo, de manera que la última conversación que ambos mantuvieron y tras la cual él se suicidó parece ser la gota que colmó el vaso, pero de ninguna manera el motivo del suicidio.

  31. Sandra

    Procuro no leer los comentarios de este tipo de artículos porque acabo aterrorizada (aún más) de ver cómo piensan muchos hombres y, sobre todo, de su falta total y absoluta de empatía. Si cada uno de vosotros, que tan ridículo y tonto considera que es que te griten barbaridades en medio de la calle a las 5 de la tarde sólo por ser mujer y tener 2 tetas (aunque vayas hecha un adefesio), viviera esas situaciones a diario durante… no sé, 1 mes por ejemplo, se dejarían de leer las barbaridades que he leído hoy aquí. Y ese ejemplo es el menos grave porque a las 5 de la tarde hay luz y hay gente, el verdadero terror lo tienes cuando te sucede de noche y estás sola, por ejemplo.

    Me dan miedo los hombres que enseguida se ofenden con estos temas, que ponen el grito en el cielo por frases como: hay que enseñar a no violar. Oye, es que a mí llevan toda la vida enseñándome qué hacer para evitar que me violen, y no me siento ofendida porque me estén llamando puta, que si no me dicen qué hay que hacer es que me voy a ir ofreciendo por las esquinas.
    El que se pica ajos come, si no te sientes identificado con ser un acosador y un abusador (no hace falta pasar a lo físico para serlo), por qué te ofendes?? Yo no me ofendo cuando hablan de tías hijas de puta retorcidas que denuncian falsos casos de maltrato, por ejemplo, sé que son una minoría y que no representan la personalidad femenina. Usar la falacia ridícula de que el eslogan «enseñar a no violar» es igual que decir que «todos los niños son violadores en potencia» es completamente ridículo además de clarificador acerca del machismo recalcitrante que os carcome, probablemente sin que seáis conscientes de ello.

    Los niños evidentemente no son violadores en potencia per se, pero sí los convierten en machos dominantes con la educación que reciben, esos machos dominantes que se permiten decir cosas como: esa es una guarrilla, no ves cómo va vestida?
    Los hombres que dicen cosas como: no, ahora busco una novia, no un rollete, y una tía que se acuesta conmigo a la primera de cambio no la quiero como novia.

    Esas ideas siguen MUY vigentes en la sociedad actual, en la juventud. Eso es lo que se enseña a los niños (siempre en términos generales). A las niñas se nos enseñan otras cosas, igualmente negativas y encasilladoras en el rol que nos «han dicho» nos corresponde a cada género.

    También me hace «gracia» el que ha dicho que a las mujeres heterosexuales no nos tiene que molestar que los hombres se sientan atraídos por nosotras y lo demuestren. Perdona, que yo sea mujer y heterosexual no significa que me sienta atraída por todo hombre de la tierra y, por tanto, no quiero escuchar sus deseos sexuales para conmigo. ¿O tú sí te sientes atraído y halagado por el deseo de cualquier mujer?? ¿Te gustaría que te viniera La Bruja Lola, por poner un ejemplo poco atractivo, y se te pusiera al lado a decirte que te comía todo el nabo hasta atragantarse mientras te mira de arriba abajo como si te fuera a devorar relamiéndose los labios???
    Yo también veo tíos buenos por la calle (pocos, todo hay que decirlo) y los miro, pero no los miro de una forma que les haga sentirse incómodos, no los miro como si fueran un entrecot de ternera en medio del África Subsahariana, y mucho menos se me ocurre decirle que lo cogía y lo dejaba seco. Igual si veo a Andrés Velencoso me entrarían muchas ganas de decirle de todo, pero por la educación y el respeto que le tengo a todo ser humano, no lo haría, igual que me ahorro las ganas de decirle a más de una que se quite las mallas embutidas que parece una morcilla. Hay muchas cosas que saltan a la vista y que te pueden llamar la atención, pero el respeto y la educación están por encima de tus primarios deseos e impulsos. A ver si se enteran algunos.

    • Pepalotes

      Es cierta buena parte de lo que dices, Sandra, pero quiero añadir un par de matices (también aplicables al artículo):
      1. Que una proporción altísima de mujeres esperan que sea el hombre el que dé el primer paso; es decir, una mujer puede flirtear o hacer notar su interés en alguien con miradas o gestos, pero el intento de dar un beso o explicitar con palabras que se quiere una cita, rollete o lo que sea recae en un 90% de ocasiones en un hombre. Y si el tío no tiene el suficiente aplomo o es tímido, casi siempre le ignorarán y no se comerá una rosca. Por eso existen los piropos –que a mí me dan vergüenza ajena, dicho sea de paso-, y me imagino que de 7 u 8 que dan en la diana, o por lo menos no molestan, habrá dos que serán impertinentes o incluso malrolleros, como tú señalas. Y si, siendo un tío, “no expresas tus deseos sexuales”, como dices, más te vale ser un dios griego, o no los harás realidad en la vida.
      2. La solución más drástica para que no haya tíos machirulos, prepotentes e irrespetuosos es que las mujeres dejen de premiar su conducta. No os los folléis, es así de fácil. Muchos de esos comportamientos perderían su razón de ser si dejaran de ser útiles para conquistar a una mujer. Lo que ocurre es que muchos hombres comprueban que al ser ese chico tímido y buenín que pide permiso para dar un beso o pedir una cita acaba siendo un pagafantazas, y que el machito alfa es quien se las lleva de calle.

      En resumen, imagina que, cuando casi todos los hombres conducían y rara era la mujer que llevaba un volante, se dijera: “los hombres son responsables del 90% de los accidentes de tráfico, mientras que las mujeres lo son de sólo un 8% de ellos”. ¡Obvio! Lo mismo pasa con la seducción y el cortejo: quien se expone y se arriesga al rechazo frontal es casi siempre el hombre, y siempre habrá un porcentaje de tíos que no sepan ligar, sean torpes o, directamente, gilipollas, pero no por ello se debe asumir tan a la ligera que el acoso y el propasarse son algo que va de la mano con el género masculino.

      • A mi nunca me ha hecho falta piropear a una desconocida por la calle para follar.
        Lo que sí está claro es que tanto muchos hombres como mujeres no saben distinguir entre entrarle a alguien educadamente y acosar (véase la típica tia imbécil que te manda a la mierda cuando intentas presentarte o romper el hielo de alguna forma normal, o al tio que va a lo loco en plan acoso y derribo y luego encima se enfada).

    • Sandra, dices: «El que se pica ajos come, si no te sientes identificado con ser un acosador y un abusador (no hace falta pasar a lo físico para serlo), por qué te ofendes??»

      Entiendo, dado que esa frase me ofende, has decidido que soy un acosador y un abusador. Nunca he puesto una mano encima a una mujer, pero tu ya me has juzgado y condenado.

      Se que crees que carezco de sentimientos y esto me resbala, pero no es así.

      Dime, si alguien dijese «Las mujeres son X» o «las mujeres deben de aprender Y» ¿No tendrías tu derecho a ofenderte? ¿Entonces por qué me niegas a mi ese derecho?

      He propuesto algo tan sensato como cambiar «enseñar a no violar» por «no enseñar a violar» ¿Por que te ofende tanto esta propuesta?

      • Socio, te lo estás tomando de forma personal cuando no.
        Entiende que esto son comentarios de un artículo en una revista digital, no te lo tomes todo tan a pecho anda.

        • Jaime

          Thor. A quien respondo dice estar «aterrorizada», o que le dan miedo los hombres que se ofenden.

          Ella expresa sentimientos. Y yo hago lo mismo.

          ¿Por que para ella está bien mostrar sentimientos, y para un hombre es «tomárselo de manera personal»?

          ¿Por que a mi me replicas por expresarme de manera emocional, mientras que no te importa que lo haga una mujer?

          ¿No caemos en los vicios del machismo al criticar que los hombres expresemos sentimientos y emociones?

  32. Bigote Prusiano

    Sandra, si te apetece puedes buscar en la red numerosos y rigurosos estudios que muestran, por ejemplo, que las mujeres son mucho más violentas que los hombres con respecto a sus seres cercanos. El promedio estadístico indica que los casos de violencia más fuerte o letal quedan del lado de los hombres, pero en general las mujeres son bastante más violentas con sus maridos o hijos que los hombres.

    Imagina ahora que a la luz de estas evidencias, plenamente contrastadas, se propusiese de forma general que hay que enseñar a las niñas a no ser violentas con sus futuros hijos y con sus maridos, enfocando este problema concreto de manera tan distorsionada y generando una especie de culpa previa en todas las niñas, que pasan a ser potenciales personas adultas con la capacidad de ser muy agresivas con los suyos.

    El subnorfeminismo, sin embargo, con toda su desfachatez, enfoca el problema de la violación así y a nadie se le cae la cara de vergüenza ante semejantes propuestas.

    Por otra parte mezclas determinadas cuestiones que no son sino faltas de educación (cuando lo son), con agresiones gravísimas, creando una especia de pastel donde entra todo y, además, se extiende a todos los hombres.

    Me llama también la atención las ganas de censurar conversaciones y lenguaje. Imagina que yo clamo al cielo por cada vez que un grupo de chicas llaman cabronazo a nosequién. Es una de las características de este feminismo institucional. Se coge en lenguaje y se saca de contexto, de manera que esa conversación en el ámbito coloquial, de pronto, es una declaración de intenciones de otro tipo.

    Intentad llegar cuanto antes al mundo adulto, es mejor para hombres y mujeres.

  33. Aún no he acabado de leer el artículo, pero me veo obligado a comentar que me parece muy injusto que metas a Ross Jeffries y Zan Perrion en el mismo saco. Deberías informarte un poco más antes de escribir.

    Cierto es que los dos son gurús de la seducción. Pero tú dices que casi todos «basan sus prácticas en la consideración de la mujer como mero objeto de conquista. Y al final, como mero objeto.»

    Esto es cierto en el caso de Ross Jeffries, que es un tipo que se valía de técnicas de hipnosis y PNL para conquistar mujeres, lo cual me parece bastante malvado y maquiavélico. Eso es manipulación en toda regla y dudo que sus conquistas, al despertar, se quedaran con un buen sabor de boca.

    Pero el caso de Zan Perrion es totalmente distinto. Yo admiro muchísimo lo que predica, porque trata de seducir a las mujeres de forma natural. Actúa siempre desde la honestidad y respeta, es más, admira y se maravilla profundamente con las mujeres. Zan Perrion dice que jamás escondas tus intenciones, que no escondas tus miedos y que actúes como lo hacías cuando eras un crío y te creías capaz de todo. Él dice que tu objetivo en la seducción no puede ser conseguir su número de teléfono, ni besarla, ni follártela. Todo eso son consecuencias del que debe ser tu verdadero objetivo: mostrarte como un verdadero hombre, acércandote valientemente a una mujer que te atrae, mostrándole tu deseo desde el principio y diciéndole lo que realmente sientes (siendo educado y encantador, claro, no vale decir «te follaría aquí mismo, nena»), sin esconder que estás nervioso o que te sientes inseguro si lo estás, pero siendo firme en expresar tus deseos de conocerla y disfrutando del momento.

    Su filosofía es «Estoy abierto a todos los desenlaces, pero no atado a ninguno».

  34. beltran

    La culpa es tuya

  35. Mata Hari

    Hola Jaime, perdona la demora.

    Cuando dije que «no habías entendido el artículo» quizá sí te entendí mal, puesto que las dos frases que criticabas es, en realidad, el núcleo del texto. No obstante, agradezco el matiz.

    «Solo pido que en lugar de decir que “a los hombres hay que enseñarles a no violar”, se diga “no hay que enseñar a los hombres a violar”. Solo por esa frase protesto.»

    Estoy de acuerdo que molesta, solo especifiqué el por qué se decía, tampoco me gusta mucho esa frase.

    «Y si, quien te intentó violar si pertenece a ese 2% que mencioné. En ese 2% están incluidas las violaciones sin pasamontañas, y también las no denunciadas según las estimaciones del instituto de la mujer. Puedo haber hecho el cálculo mal, pero en teoría si que recoge estos casos.»

    Puede ser verdad. Sin embargo, mi mensaje continuaba: hay cierta cultura «sexista» que NO SOLO se manifiesta en violaciones o intentos de. Son los ejemplos que te añadí: los hombres que hacen comentarios salaces, todos aquellos que repiten «TDS PTS» (creyéndolo seriamente), los que critican la forma de vestir de una mujer o creen que eso determina el respeto. Todo eso acaba desencadenando en actos violentos, y muchas veces, de índole sexual, no solo violaciones o tocamientos, sino en todo el contexto del asuno.

    «El que solo un 2% que viole, no quita que sean más los que hacen otras cosas malas contra las mujeres. No justifico el resto de las cosas malas que se hacen, solo que no son violadores. Muchos son agresores sexuales, otros maltratadores, y la mayoría sexistas a secas.»

    Muy de acuerdo. Aunque, a mi modo de ver, hay una clara relación entre esa «misoginia» (es que muchos no lo perciben como tal), y las violencias que desencadenan en el ámbito sexual.

    «Por otro lado me gusta que hables de sexismo en lugar de machismo, y en general dices muchas cosas muy respetuosas conmigo que agradezco. Tu mensaje no me ha molestado en absoluto.»

    Me alegro, esa era la intención :)

    «Lo que dices sobre el patriarcado es justo lo que yo digo (aunque no me guste ese término): Que da más poder a los hombres que a las mujeres, pero no una mejor situación, y que debemos de luchar todos contra él.»

    En realidad es patriarcado por poner al hombre en superioridad, solo que esa propia superioridad precisamente se puede volver en contra de los propios hombres: están obligados a «ser superiores» para que no se dude de su género.

    «Y creo negativo para esta lucha repetir la errónea idea de que en esta cultura el hombre sale beneficiado. Saldrá beneficiado en poder, pero no en felicidad ¿y que es más importante?»

    Ultra de acuerdo. Sale beneficiado en determinadas cosas, y en otras se le vuelve en contra.

    Saludos!

    • Jaime

      «Cuando dije que “no habías entendido el artículo” quizá sí te entendí mal, puesto que las dos frases que criticabas es, en realidad, el núcleo del texto»

      Solo sabes cual es una de esas dos frases que criticaba (la otra no te la he dicho), y esa que tu sabes, tu misma dices que tampoco te gusta mucho.

      Quizás sea mejor que te explique mi filosofía: Creo que la mayoría de los hombres estamos atrapados en unos conceptos erróneos. Esos conceptos nos impiden movernos y dan todo el poder a los machistas. Algunos de estos conceptos los expresa el mismo artículo, y yo creo que hay que abandonarlos si queremos cambiar las cosas.

      Si ahora te expreso cuales son esos conceptos me los tratarás de rebatir uno a uno y no avanzaremos así que te lo expondré de otra manera:

      Yo quiero ser un hada.

      Esto que acabo de decir puede parecer una ida de olla, pero piensa por un momento lo difícil que es para un hombre decir algo así. Quizás creas que sacarlo en medio de un debate como argumento no es muy difícil. Pero no es solo eso. Estoy escribiendo un blog con ello, que he dejado público para que mis amigos puedan verlo. QUizás así lo entiendas un poco mejor: http://quieroserhada.blogspot.com.es/

      ¿Que puede pensar la gente ante un hombre que dice algo así? Hay mil cosas: Desde que es homosexual, pervertido, «rarito», afeminado, transexual,… Quizás incluso tú te hayas planteado alguna. No sería de extrañar dado que yo mismo lo hice. Es algo que cualquiera podría pensar, no digamos ya un machista.

      Esto es solo un ejemplo, pero son miles las cosas que un hombre no se atreve a decir, a expresar, a hacer,… Y al no hacerlo, dejamos campo libre a un modelo hegemónico de hombre: El machista, dado que los hombres machistas no tienen miedo a expresarlo.

      Los hombres son violadores, los hombres son machistas, los hombres son agresores, el sexo fuerte, el patriarcado, la parte dominante, la privilegiada, la que no ha de tener miedo, la que no sufre, la que tiene el poder,…

      Todos estos mensajes, que incluso las feministas repiten, hacen a los machistas sentirse muy, muy a gusto. Seguros de que nadie les enfrentará. ¿Por que iban a hacerlo, si todos piensan como ellos? Ese es el mensaje que les lanzamos día tras día.

      Se que lo que tu esperas es que los que no somos machistas contrarrestemos con nuestro mensaje. Con un mensaje opuesto. Pero se te olvida una cosa: Los hombres no somos el sexo fuerte. Los hombres no somos valientes. Si nos convences de que somos minoría, solo nos atemorizas.

      Es fácil decir que cuando algo es malo debemos de oponernos a ello independientemente del número de enemigos. Pero los seres humanos somos falibles. No tenemos seguridad absoluta en nada, y el machismo no son siempre cuestiones claras de las que podamos estar seguros. Así que si nos convences de que la mayoría opina lo contrario ¿No es posible que interpretemos que nosotros nos equivocamos?

      Por eso no me gustan ese tipo de mensajes.

      Olvidémonos. Si realmente crees que el machismo es hegemónico, entonces todo está perdido ya. ¿por que no darle una oportunidad a la alternativa? ¿A suponer que la mayoría de los hombres no somos machistas? ¿Que nos oponemos al machismo?

      Dejemos de decir «los hombres hacen esto mal» para pasar a decir «algunos pocos hombres hacen esto mal» y estaremos apoyando el que los hombres que no lo hacemos, confiemos en nuestras ideas. Dejemos de decir «los hombres tienen privilegios» para decir «a los hombres se les deniegan muchas cosas» y estaremos proponiendo que los hombres se rebelen contra ello. Dejemos de decir «Los hombres deben de apoyar el feminismo» para decir «Los hombres tienen derecho a iniciar su propia liberación» y lograremos que más hombres expresen un punto de vista nuevo y diverso.

      Y cuando los hombres hayamos aceptado que no somos minoría, y que nuestros sentimientos son válidos, entonces los machistas se sentirán solos, y verán que hay otras formas de ser hombre a parte de las suyas. Y nadie temerá en desafiar las viejas ideas.

  36. Sou boníssims nois, la meva enhorabona! M’afegeixo a tot el que dieu. Subscric l’article de la primera a l’última paraula! Fantàstic!

  37. Bigote Prusiano

    Con respecto a los datos de las violaciones, ese 2% que estáis manejando sale de un dato aportado anteriormente, de 6.000 violaciones. Sin embargo, según los informes de delitos y faltas del año pasado, las violaciones denunciadas fueron de 1.161. Esas denuncias no quiere decir que todas sean finalmente concluidas con un culpable en un juicio. O sea, al final del proceso serán menos. Otras no llegarán a juicio. También habría que añadir, por supuesto, aquellas que no se denuncian, una cifra difícil de calcular pero que de ninguna manera llegaría, ni por asomo, a 6.000.

    Lo digo porque esa cifra de 2% de violadores que manejáis me parecía exagerada. Si tenemos en cuenta a los violadores seriales etc., la cifra baja ostensiblemente. De hecho lo más ajustado es que esté por debajo del 1%.

  38. Roberto

    Espero haber entendido bien el artículo.

    Los gurús de la seducción son unos estafadores. A diferencia de otros, estos son mucho peores porque son machistas. Y los estafados guardan rencor a las féminas porque no ven resultado a su inversión. Es cierto que ese fenómeno en España no existe, pero por si acaso.

    Debemos pagar nuestro pecado original de haber sido machistas durante muchos siglos . En cierto modo es parecido a lo que debemos pagar por la esclavitud y discriminación de los negros. Agradezco que en este apartado no se hayan añadido otros muchos temas como la inquisición, las luchas contra los indígenas americanos y otras tropelías del pasado. Sí ya sé que no se puede juzgar las acciones del pasado con la moral del presente pero que más da, no vamos a perder una oportunidad de flagelarnos.

    Los anuncios que caricaturizan a los hombres también son machistas. Por si acaso.

    Las sentencias de jueces en las que se quita la custodia al padre, que muchos perjudicados califican como parciales e injustas, puede que lo sean porque los jueces son machistas debido a la inercia de siglos. En este caso está bien que lo sean.
    Y además los padres separados solo se quejan de las consecuencias pero no de las causas que tienen los jueces ¿no se preguntan que algo malo habrán hecho para vivir en la calle y haber pasado unos días en el calabozo por una falsa denuncia? Reflexionen , al fin y al cabo son hombres.

    Y muchas más cosas. Por ejemplo el miedo a la violación, Porque los hombres son unos violadores. Hasta el ministerio de interior ha puesto unas recomendaciones para evitar violaciones. Por algo será. Es cierto que también ponen medidas de protección de robos en domicilios o de protección de joyeros. Pero eso no es terror. Al fin y al cabo si alguien le vuela la cabeza a un joyero eso es …mala suerte tal vez. Mientras no sea una joyera. Tal vez se solucionase enseñando a los hombres a no atracar joyerias. Eso es. Deberían enseñarlo en la escuela.

    Luego seguía con mas cosas pero ya había llegado a mi tope de clichés repetidos hasta la nausea y hay un límite para todo. Además no hacía falta seguir: detrás de todo lo malo del mundo mundial está el machismo que además sigue presente entre nosotros agazapado en hábiles escondrijos.

  39. Cachopo

    Cuando reservan plazas en según que puestos de trabajo por el simple hecho de ser mujer, y no por tus capacidades como persona formada en esta u otra materia, nunca he visto a ninguna feminista quejarse. Deberíais ser las primeras en poner el grito en el cielo porque se os está tratando como seres inferiores, ahí no hay igualdad que valga. Pero claro, si me puedo aprovechar del hecho de ser mujer para conseguir un buen curro, pues que le vamos a hacer. Para mi esto equivale a ir a una entrevista de trabajo a poner cachondo al entrevistador. Armas de mujer lo llaman.

  40. Roberto Caniu

    Si voy manejando mi automovil y la rueda se pincha. Es mi novia o soy yo como hombre el que tiene que bajarse a cambiarla. ¿Soy machista porque creo que me corresponde a mí y lo hago con gusto? o debo dejar que ella se baje a cambiarla. Creo que no hay nada de malo en los roles que uno tiene en la sociedad. No querer ver eso me parece más fundemantalista que la mentalidad que supuestamente se está criticando en este artículo. Hombres y mujeres no somos iguales y en descubrir esas diferencias y complementarnos está el secreto, no en pretender ser iguales. Viva la diferencia.

  41. No acabo de entender el porqué de este boom feminista que estamos viviendo durante el último año. ¿Ha sucedido algo últimamente que haya disparado todas las alarmas? ¿Hay realmente un problema social? Parece que los medios estéis promoviendo una guerra de sexos del todo innecesaria, cuando menos, en nuestro país. Las cifras hablan por sí solas: vamos a buen ritmo por el camino de la igualdad. Ojo no nos pasemos de parada y acabemos cometiendo injusticias hacia el género masculino. Ya se sabe que en este tipo de cuestiones cuesta equilibrar la balanza.

  42. Por cierto, da la impresión de que Jotdown trata de limpiar su imagen ante las acusaciones -infundadas, a mi parecer- de machismo por parte de ciertos sectores del feminismo más intransigente. No os bajéis los pantalones, anda.

  43. Eva Llorach

    Después de leer este IMPRESIONANTE artículo, sólo puedo decir GRACIAS. Infinitas gracias por demostrar que hay hombres que nos entienden a pesar de nuestras diferencias. Ha sido un placer leerlo.

  44. Hola,

    Me parece una guerra absurda la que se esta haciendo en los medios.
    En lugar de generar igualdad generará más odio.
    No somos iguales y es de necios no verlo.

    Somos personas, no mujeres. El título del editorial es sexista.

  45. Ramonmo

    Queridos niños: querría hacer sólo unas sencillas observaciones basadas, no en sesudos análisis conceptuales, sino en la simple realidad, esa cosa tan poco considerada cuando de discursos feministas se trata.

    Queridos niños: a las mujeres les disgustan los piropos y los acercamientos sessuarles… cuando provienen de hombres que no les interesan. Si eres guapo, joven, fuerte y con dinero, quédate tranquilo: puedes acercarte a un 90% de las mujeres y decirles lo que te salga de ahí sin ningún problema. Ahí no hay patriarcados ni gaitas. En cambio, queridos niños, si ya tienes cierta edad, la genética no ha sido amable contigo y encima te has quedado en paro, no lo dudes: tu mera existencia ya es una manifestación machista y opresora, y es tu deber social asumir tu condición de castrati y tratar de, al menos, pasar por la vida lo más inadvertido posible. Es pecaminoso en especial sentir atracción sexual por cualquier hembra, no digamos ya manifestarlo de cualquier modo o manera.

    Debes recordar siempre que la distinción entre lo bueno y lo malo no está escrita en ninguna parte, sino que depende únicamente de lo que sienta o considere la fémina en cuestión. Las hipotéticas ventajas que una codificación legal pueda tener no compensarán nunca el hecho de que, al no poder ser ésta exhaustiva, siempre se correría el riesgo de ofender a alguna mujer de alguna manera no prevista legalmente y que quedaría, por lo tanto, sin castigo.

    Debes, en consecuencia, someterte a una autoevaluación continua de pensamiento, palabra, obra y omisión para evitar caer en el pecado del machismo. Deberás también mantenerte informado de aquellos hechos o actitudes que las autoridades consideren lesivas o molestas para la mujer, y que pueden variar con cierta rapidez y sin seguir una lógica (la lógica es machista) aparente.

    También debes aprender de los auténticos hombres feministas, que en razón de sus muchas cualidades y virtudes han conseguido trascender el asfixiante patriarcado que todo lo emponzoña y convertirse (alabados sean) en hombres dignos del respeto femenino. Rafa Mora ha de ser tu guía. «50 sombras de Grey», tu Biblia.

    También puedes tratar de aumentar tu valor como persona mediante el método de acumular riquezas. Ser viejo, feo o ladrón no está tan mal si estás forrado. Y tus piropos y obscenidades adquirirán un toque sexy y «les harán reír».

    Por último, también puedes cortartela. O, si te falta valor, puedes dedicarte a cagar artículos como éste, con lo que conseguirás, quizás, que alguna diosa te pase la mano por el lomo… es super reconfortante.

    Pero recordad esto, queridos niños: hay algo oscuro, sucio y pecaminoso en vosotros, en todos los hombres; algo malvado. Los feministas saben lo que es, ellos pueden verlo. Debes intentar convertirte en uno de ellos o, si no puedes, al menos escucharles siempre, porque ELLOS pueden salvarte.

  46. moriarty

    Muy bueno el articulo y francamente interesante el dialogo en los comentarios. El respeto es la unica manera de relaccionarse. Gracias

  47. Chica Hot

    Qué queréis que os diga, a mí me hace gracia que me piropeen por la calle. El otro día, sin ir más lejos, un cura joven de los que ya no se ven casi, me soltó al pasar cerca: ¡Vaya culazo, nena, lo iba a lamer después de haber cagado! Bueno, pues me dio como un estremecimiento en la entrepierna que creí que me corría en plena Gran Vía. Creo que hasta casi me enamoro porque el tío estaba cañón, tenía un aire a lo Burt Lancaster. Tuve que ir deprisa a casa a frotarme como una loca.

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