Sociedad

¿De dónde viene la homofobia de Ivan Rakitić?

Desfile del Orgullo Gay en Belgrado, 10 de octubre de 2010. Foto: Cordon Press.
Desfile del Orgullo Gay en Belgrado, 10 de octubre de 2010. Foto: Cordon Press.

Chetnik: término peyorativo para los serbios. Utilizado por croatas, bosniacos y albanokosovares.

Ustaša: término peyorativo para los croatas. Utilizado por serbios, bosniacos y albanokosovares.

Balija: término peyorativo para los bosniacos. Utilizado por croatas, serbios y albanokosovares.

Shiptar: término peyorativo para los albanokosovares. Utilizado por bosniacos, croatas y serbios.

Peder: término peyorativo para los homosexuales. Utilizado por todos.

Inicio de la película Parada (The Parade) Serbia, 2011. Director: Srdjan Dragojevic.

En esta película un grupo de defensa de los derechos de LGBT quiere organizar el desfile del Orgullo Gay en Belgrado, pero temen las agresiones de una contramanifestación de hooligans homófobos. Ante la indiferencia y rechazo de las autoridades y policías, los protagonistas recurren a la más baja estofa de los Balcanes, los antiguos criminales de guerra y mafiosos de todas las repúblicas, para que les defiendan el día del desfile en lo que será una batalla campal.

Cuenta Jairo Dorado Cadilla, traductor de las lenguas locales, serbio, croata, bosnio…, que una activista lesbiana le comentó que esta película, Parade, probablemente había hecho más por educar a la sociedad que el Gobierno. Y como escribió Miguel Rodríguez Andreu, editor de la revista Balkania, aunque fuera en la ficción, la historia logró reunir a «un serbio, un croata, un bosnio-musulmán y un albano-kosovar por una causa común». Pero la realidad es que el film no tiene happy-end. Como tampoco lo ha tenido aún la causa de los LGBT en los Balcanes.

El futbolista internacional Ivan Rakitić, croata aunque nacido y crecido en Suiza, ha puesto de manifiesto todos estos problemas cuando los medios digitales rescataron de la hemeroteca, tras su fichaje por el F.C. Barcelona este verano, una entrevista en Offside Magazine de 2012 en la que explicó unas impresentables declaraciones homófobas del presidente de la Federación de Fútbol croata, Vlatko Markovic, en las que decía que nunca jugarían homosexuales en su selección porque «afortunadamente, el fútbol solo lo juega la gente sana». Ivan contestó:

Respeto a los homosexuales, pero no quiero a esa gente en el vestuario. No me marcharía de un equipo por eso, porque respeto igual a un homosexual que a un negro, un gordo o un enano, pero de ser posible prefiero no tener gais en mi vida.

Estas palabras son solo el reflejo de lo que ocurre en el sudeste europeo con la aceptación de la homosexualidad como un fenómeno natural. Pasan los años y no dejan de llegar imágenes de participantes de marchas gais apaleados, manifestaciones suspendidas o iniciativas sorprendentes, como la que obligó al gobierno croata a celebrar un referéndum, justo antes de que su país ingresase en la UE, para que la constitución describiera el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer exclusivamente.

Protestas en contra del desfile del Orgullo Gay en Belgrado. Foto: Cordon Press.
Protestas en contra del desfile del Orgullo Gay en Belgrado. Foto: Cordon Press.

¿Y por qué sucede todo esto? ¿Son sociedades intrínsecamente intolerantes, como rezan todos los prejuicios y frases hechas sobre los Balcanes acuñadas tras las guerras de los años noventa? Si preguntamos a los naturales o personas vinculadas a la región, conocedoras de su realidad social, las respuestas no son nada sencillas. Empecemos por el deporte, hablamos con Sasa Osmo, periodista deportivo de la cadena serbia B92:

¿Son homófobos todos los deportistas balcánicos?

Nadie puede contestar a eso, es un tema tabú pero incluso en el deporte internacional. En los últimos tiempos se ha avanzado con ejemplos como el de Jason Collins en la NBA, o Thomas Hitzlsperger en Alemania, que reconocieron públicamente su homosexualidad, pero en Serbia no se habla de este tema. Nadie lo ha reconocido jamás. Supongo que conoceré deportistas homosexuales sin saber que lo son.

¿Por qué el mundo del deporte, con los ultras a la cabeza, es tan homófobo allí?

La homofobia del deporte no se puede separar de la homofobia en general, que es consecuencia del clima social. Existen varias razones por las que la una parte importante de la sociedad serbia es homófoba. La principal es la actitud rígida de la Iglesia serbia ortodoxa con esta cuestión, y la Iglesia es una institución que aquí la gente respeta —por razones que yo no entiendo. Otra razón es la educación patriarcal, que todavía está muy extendida y por su propia naturaleza es muy conservadora. Y luego hay que atender a la teoría de Ronald Inglehart, que dice que cuando una sociedad alcanza las necesidades básicas empieza a pensar en valores postmaterialistas, es decir, la calidad de vida, la ecología o, en este caso, los derechos de los gais. En Serbia y gran parte de los Balcanes la población ni de cerca ha cubierto sus necesidades materiales, muchos viven al borde de la pobreza. Además, desde una interpretación política, mucha gente considera los derechos de los LGBT como una imposición de valores por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, y en consecuencia son frontalmente rechazados por la población.

Pero si echamos la vista atrás, Yugoslavia fue uno de los países con mejor situación económica de todas las repúblicas socialistas europeas, también con las mejores relaciones diplomáticas, y donde menos se prohibieron y censuraron las manifestaciones culturales provenientes de Occidente. Por citar un ejemplo, en Yugoslavia hubo punk desde el mismo 1977 y la escena new wave fue tan rica o más de lo que pudo serlo en España.

Hablamos ahora con Jairo Dorado:

¿La implosión de la Federación yugoslava pudo ser la causa del fortalecimiento de actitudes y valores reaccionarios?

En mi opinión, los noventa supusieron un cambio de paradigma ideológico y social. No creo que la sociedad de Yugoslavia fuese más tolerante que la actual pero los valores y los referentes que se defendían en una y otra son opuestos. Te pongo un caso en perspectiva: en la RFA la homosexualidad seguía siendo delito mientras en la RDA no lo era. No implica esto que la RDA fuese más tolerante que la RFA pero si que atendía a unos valores que no se veían acotados por los conceptos morales que impone la religión. La evolución natural hubiese sido la que se produjo en Europa occidental (como en España) donde la homofobia sigue existiendo, obviamente, pero se oculta en muchas ocasiones porque socialmente no está bien vista. No está bien mientras siga existiendo, pero es un paso hacia su erradicación, sin duda. En la antigua Yugoslavia en este aspecto se produjo una involución, muy especialmente en las generaciones más jóvenes que padecieron el cambio de sistema y sufrieron el adoctrinamiento más duro por parte de la iglesia como respuesta a los «valores» del socialismo que «habían oprimido» la libertad religiosa. 

Dentro del propio catolicismo destaca en Croacia y Herzegovina con mayor fuerza la visión más conservadora y tradicionalista, como es la del Opus Dei. Tanto es así que visiones más ecuménicas o «tolerantes» como la de los franciscanos, mayoritaria en Bosnia, chocan frontalmente con la Conferencia Episcopal Croata que se ve a sí misma como una guardiana no de la fe, sino de los valores tradicionales de la nación. Suena a, y realmente es, nacionalcatolicismo. No es solo ser católico, hay que parecerlo, y además, pata negra. En este paquete, la defensa de la familia tradicional juega un papel importante y consecuentemente toda «desviación» de esta idea es vista no solo como antireligiosa, sino como antipatriótica. Observar la homosexualidad como una «consecuencia de la pérdida de valores tradicionales» o como una enfermedad venida de occidente (como algunos dicen en Serbia) es la consecuencia de ese cóctel ideológico.

Cuando basas la identidad nacional en una religión la que sea esta se apropiará de valores sociales y principios cívicos presentándolos como «tradicionales» y por ende «adecuados». Esta es la situación de Croacia donde la derecha acrecienta esta asociación (Croacia=catolicismo, catolicismo=heterosexualidad…) y la izquierda, que debe contar siempre con un elemento nacionalista, se ve cautiva.

Desfile del Orgullo Gay en Belgrado, 10 de octubre de 2010. Foto: Cordon Press.
Desfile del Orgullo Gay en Belgrado, 10 de octubre de 2010. Foto: Cordon Press.

Miguel Rodríguez Andreu vive en Belgrado. En su libro Anatomía serbia ha analizado los problemas sociales que arrastra el país desde la crisis de Yugoslavia con un capítulo dedicado a la homofobia.

¿Son intolerantes los nacionalismos balcánicos?

Las sociedades balcánicas no tienen tradiciones democráticas sólidas. Han vivido históricamente bajo imperios o sistemas autoritarios, y aunque hay experiencias democráticas dentro de estados independientes éstas nunca sedimentaron en las instituciones y en la sociedad civil más allá de ciertas elites cosmopolitas, disidentes revolucionarios, así como victorias de la sociedad en determinadas parcelas civiles; todo sin perjuicio de que hubiera parlamentarismos democráticos básicamente inestables. El modelo histórico organizativo, cultural, social primigenio desde hace siglos y, por supuesto, ante el fin del socialismo autogestionado, es la nación, pese al efectismo publicitario que ofreció la caída del muro de Berlín como paradigma democrático después de la Guerra Fría. En los Balcanes occidentales se percibe que libertad y democracia no es lo mismo. No es lo mismo la narrativa de la nación libre que la narrativa del individuo libre. Los nacionalismos étnicos pueden luchar por su libertad dentro de un sistema autoritario como si fuera una fuerza democrática, pero eso no hace al nacionalismo democrático ni tampoco convierte en ciudadanos libres a las personas que lo integran.

La lucha contra el socialismo titista y el trauma de una transición que se volvió anárquica, se digirió a través de los apellidos, el idioma, la familia, la religión, el folklore, es decir, referencias ante todo nacionales… y la homosexualidad es un cuerpo extraño, porque es una identidad transversal que vincula a individuos en contra de una institución cultural que es la familia tradicional, la que, por otro lado, fue la que soportó social y culturalmente la embestida de la crisis post-yugoslava.

En esa lógica se entiende que la movilización por los derechos de los homosexuales se interprete como una provocación para la identidad nacional. No para todo el mundo evidentemente, que pueden tener una relación simplemente indiferente hacia la homosexualidad, pero sí para los grupos extremistas, que muchas veces actúan sin la condena expresa de la mayoría de la sociedad, que considera que tiene mejores cosas de las que preocuparse que de un desfile al que van más hooligans y policías que manifestantes.

El caso de los Balcanes no es diferente del resto de nacionalismos del Este europeo. Si se quiere la crisis de la disolución yugoslava ha incrementado ese nacionalismo, porque hubo guerras y bombardeos de por medio que acentuaron los antagonismos entre identidades nacionales. No se puede olvidar que la disolución yugoslava supone la fundación de nuevos estados con mayorías étnicas en cada una de las repúblicas. Ser homosexual no encaja en el molde identitario de un «verdadero serbio» (ortodoxo), «verdadero croata» (católico) o «verdadero bosníaco» (musulmán), que es lo que reclama la creación de nuevos estados. Evidentemente esa comprensión estrecha de la identidad se va relajando por acción de la estabilidad política y económica.

¿Pero existió realmente esa Yugoslavia cosmopolita?

Belgrado, Zagreb, Ljubljana, Sarajevo… al mismo tiempo que otras ciudades europeas, desde los años sesenta en adelante, vivieron su efervescencia libertaria, urbana, cosmopolita, y en esos reductos (muy pequeños) la homosexualidad disfrutó de mayor aceptación, que en el medio rural, mucho menos comprensivo para estas cosas (como ocurrió en todo el mundo occidental). Eso permite hoy que gente nacida en los años cincuenta pueda ser más tolerante que la que nació en los años noventa. Pero opino que esos oasis fueron utilizados y sobredimensionados de alguna manera por la Yugoslavia de Tito, para dar una imagen democrática y occidentalizada del país, frente a la realidad autoritaria del socialismo autogestionado, dominado en el sistema por las jerarquías militares y burocráticas de cada república.

Desde 1959 hasta 1974 la homosexualidad fue penada en la Yugoslavia socialista. Oficialmente era un acto burgués y decadente (Milovan Đilas llegó a calificar la homosexualidad como un «vicio»), y socialmente un tabú del que no se hablaba abiertamente, porque tampoco era una cuestión de estado. Los casos de agresiones o de discriminación estaban consentidos socialmente y los propios afectados no se atrevían a denunciarlos, ni en los márgenes, muchas veces, de la propia familia. El acto sexual entre hombres era un delito penado con un año de cárcel, y entre mujeres era un acto lascivo, aunque luego, debido al proceso de federalización creciente del país, fue legislado por cada república a su manera, pero como otras muchas cuestiones de orden público, como la censura, no estaban claros los límites ni las responsabilidades. Todo terminaba por ir en función del capital social que tuviera atesorado cada uno. Había intelectuales con un perfil liberal como el dramaturgo Jovan Cirilov o el arqueólogo Dragoslav Srejovic que eran, además, muy respetados por las autoridades siendo homosexuales. Desde luego ser homosexual y tener un cargo político relevante era atípico, sino se ocultaba mediante un matrimonio con hijos u otra forma de desviar la atención. Mientras Eslovenia y Croacia como repúblicas yugoslavas lo despenalizaron durante los años setenta, Macedonia, Serbia y Bosnia y Herzegovina tardaron hasta los años 90 para hacerlo. En el caso de Serbia fue curiosamente durante los años de Milošević.

Bajo mi punto de vista no creo que la sociedad yugoslava fuera más tolerante que ahora en lo que la homosexualidad se refiere. Simplemente la homosexualidad no estaba en la agenda pública como lo está ahora, al revés de lo que era la oposición a Tito, las resistencias ideológicas, el nacionalismo o la adhesión y militancia religiosa (cada vez menos), que eran de hecho los enemigos importantes para el régimen. La sociedad no tenía motivaciones para militar contra la homosexualidad, porque la homosexualidad estaba penada, y, además, mal vista socialmente y, desgraciadamente, había acuerdo social entorno a ello. Con bastante seguridad el número de homosexuales no declarados era muy superior al de declarados, pero siendo entonces un tabú tan arraigado es difícil ahora destapar todos los casos de muertes, agresiones o humillaciones por homofobia que se produjeron desde la Segunda Guerra Mundial.

Has escrito que el problema de la homofobia en los Balcanes no se puede separar de la situación social y económica.

Las sociedades balcánicas son discretas y reservadas, guardan las formas en público, y, en ese sentido, hay rechazo a la sexualidad en público, salvo, hipócritamente, muchas veces cuando hay mujeres que puedan llevar vestidos sugerentes. Hay un problema de enfoque. La mayoría de la gente no interpreta el día del Orgullo Gay como una reivindicación de derechos. En general la sociedad se siente maltratada en muchos frentes, y considera que el acto homosexual lo puede hacer cada uno en su casa tranquilamente, como lo hacen los heterosexuales, y que no hay que reivindicar para nada tales comportamientos, que según ellos, están basados meramente en el exhibicionismo sexual. Incluso hay muchos que consideran que esa manifestación pública promueve la homosexualidad entre los más jóvenes.

Por otro lado, los recursos destinados a defender o a dotar de visibilidad a los colectivos LGBT, se considera que no están justificados en países con rentas medias de en torno a 300 euros, pensiones bajas, corrupción elevada, malas privatizaciones, servicios públicos deficientes… que terminan por parecer sobre el papel asuntos que no importan tanto como el LGTB, y ahí la pedagogía y comunicación ha fallado, porque a veces parece que es más una batalla llevada desde Bruselas que desde los propios colectivos LGTB a nivel local. Por otro lado, la vinculación de los colectivos del LGTB a organizaciones financiadas por embajadas o por la comunidad internacional ha servido a la homofobia como argumento para desacreditar los objetivos reales del colectivo. La homofobia local intenta enfrentar al LGTB con la sociedad, presentándolo como un agente intruso que intenta cambiar los hábitos sociales de una mayoría que, en realidad, no es que secunde la violencia, sino que está desmotivada sobre este asunto, pero como también lo está sobre otros muchos.

Al mismo tiempo, un grupo de homosexuales es una víctima fácil con la que cuestionar al mismo estado, y de paso mostrar repulsa hacia todo lo que lleve el sello de la comunidad internacional, como puede ser en Serbia y Montenegro, que fueron bombardeadas por la OTAN en 1999. La mayoría de los agresores no podría o no sabría cómo luchar contra las privatizaciones o la corrupción, pero agredir a un homosexual está más a mano y tiene una enorme repercusión. Las autoridades religiosas, que son custodias para muchos de la moral pública, azuzan las agresiones con sus declaraciones, y ser un político que desautoriza o se enemista con la autoridades religiosas puede ser una suerte de suicidio político. La suma de fuerzas perjudica al LGTB a nivel local, mientras que a nivel internacional el tema de la homosexualidad y sus derechos están muy de actualidad. Son dos instantes que chocan de frente al mismo tiempo.

Al final en la homofobia convergen todo tipo de frustraciones que no solo tienen que ver con un estereotipado primitivismo balcánico. Esto sería una respuesta simple a un problema más complejo, donde la crisis económica, la crisis de valores o la crisis de identidad tienen un peso más importante. Son sociedades que las dos últimas décadas han sufrido una fuerte claustrofobia, con referencias sociales, además, que no son precisamente ni democráticas ni tolerantes. De hecho, hay que cambiar la perspectiva: lo sorprendente es que después de todos estos años las sociedades de los Balcanes occidentales no sean más intolerantes. Si pueden ser homófogas por cuestión de códigos sociales y por contexto político, saben convivir en la diferencia mucho mejor de lo que la gente se cree.

Grupos homófobos se enfrentan a la policía durante el desfile del Orgullo Gay en Belgrado el 10 de octubre de 2010. Foto: Cordon Press.
Grupos homófobos se enfrentan a la policía durante el desfile del Orgullo Gay en Belgrado el 10 de octubre de 2010. Foto: Cordon Press.

En Serbia y Croacia al menos se ha intentado celebrar el desfile, en otras repúblicas como Bosnia nunca ha sido así. Marc Casals es traductor en Sarajevo y describe así la situación:

En Bosnia la comunidad LGBT no ha organizado desfiles del Orgullo como en Serbia y Croacia y, por lo tanto, aunque ha habido episodios de violencia contra ellos, no han tenido tanta visibilidad, pero probablemente si organizasen un desfile ocurriría tres cuartos de lo mismo.

Todas las sociedades balcánicas son muy conservadoras y machistas y eso, sumado a la frustración, comprensible, que siente la mayoría de la población respecto a sus vidas, convierte a los homosexuales en un blanco perfecto para descargar iras y frustraciones.

Además de las agresiones, que es lo más mediático, es importante decir que, por una cuestión económica pero también cultural, en Bosnia la mayoría de gente tarda muchos años en emanciparse, así que ser homosexual viviendo en casa de los padres hasta los treinta puede ser muy complicado: hay casos de gente que no sale del armario pero, claro, sus padres no los ven jamás con chicas y empiezan a sospechar. Como dentro de las familias la homosexualidad es un tabú, no se atreven a preguntarle a sus hijos o siquiera a plantearse la hipótesis abiertamente. Este silencio tenso puede durar años y causar un gran sufrimiento psicológico, que desemboca incluso en depresiones.

Mariña Barreiro también vive en Bosnia, es gestora del programa LGBT de la organización Sarajevo Open Centre:

En los Balcanes los crímenes de odio contra los homosexuales y transexuales son muy frecuentes, especialmente contra aquellos y aquellas que defienden los derechos humanos del colectivo LGBT. El caso más reciente pasó hace dos días en Split, que a pesar de haber organizado su 4ª Marcha del Orgullo exitosamente hace un par de semanas, los directores de la organización LGBT de esta localidad sufrieron un brutal ataque por parte de un grupo sin identificar.

Desgraciadamente, la mayoría de los políticos fallan en su tarea de condenar estos crímenes y lanzar así un importante mensaje a la sociedad, de que la violencia no es tolerable contra ningún grupo social. En el caso de Bosnia, pero también algunos otros países de la zona, los propios líderes políticos y religiosos inflaman el debate con su discurso de odio en los medios de comunicación.

La UE no tiene como condicionalidad la igualdad de derechos del colectivo LGBT, sin embargo, estos países sí deben tener adoptada una ley antidiscriminación que cubra las bases de orientación sexual e identidad de género. Esta ley ha sido aprobada en todos los países de Balcanes occidentales cubriendo estas dos bases, excepto el caso de Macedonia. El problema está en la propia aplicación de la ley. En BiH hasta el momento ningún tribunal ha aplicado esta ley en esta base».

Hooligans del Partizan despliegan una pancarta homófoba. Foto: Cordon Press.
Hooligans del Partizan despliegan una pancarta homófoba. Foto: Cordon Press.

¿Y en Kosovo? La última república en declarar su independencia depende política y económica de Estados Unidos y la UE, ¿cómo es allí la situación? Ginés Alarcón, editor de Revista Balcanes, vive en Pristina:

A finales de 2012 la revista cultural Kosovo 2.0., que publica monográficos, por ejemplo sobre religión o corrupción, presentó en Pristina su número dedicado al sexo, con un apartado sobre la comunidad LGBT. La fiesta de presentación tuvo que cancelarse porque una veintena de personas asaltaron el lugar. Hubo destrozos y agresiones. 

El problema no reside tanto en la ideología de los grupos musulmanes más extremos, como se suele identificar a bote pronto, sino en que se trata de una sociedad muy tradicional. De hecho, los agresores en la presentación de Kosovo 2.0 eran aficionados radicales de fútbol, más nacionalistas que religiosos. Una de las consignas era: «fuera pederastas», lo que demuestra el grado de incompetencia intelectual. 

Aunque la constitución de Kosovo recoge la no discriminación por motivos de orientación sexual, la realidad es que nadie lo hace público, ni en casa ni en la calle, ante el temor del rechazo y las amenazas.

Por otro lado, aquel hecho, y la respuesta unánime de muchos sectores de la sociedad kosovar, sirvió como toque de atención y dio impulso al compromiso de varias organizaciones por los derechos de LGBT. Este año se ha celebrado el primer desfile del orgullo y el gobierno iluminó su sede con la bandera arcoiris.Pasos para una normalización hasta ahora inimaginable. 

En Serbia los pensionistas son un grupo de presión importante, tienen un partido político y una revista, Penzija. Ivana Labovic es su editora. Nadie más indicado que ella para explicar cómo piensan los mayores de su país:

Mi experiencia me demuestra que aquí la gente tiene rechazo y poca comprensión hacia lo desconocido, pero, por eso mismo, cuando conocen a algún gay o lesbiana, como personas y no como algo diferente, es cuando se dan cuenta de que es estúpido establecer diferencias.

En el caso de la gente mayor hay que tener en cuenta que han vivido en otra época, cuando los valores eran importantes y sobre todo cuando el reto de la sociedad después de la Segunda Guerra Mundial era alimentar a la familia porque había mucha pobreza. En estos años la educación, el trabajo eran muy importantes y la familia, sagrada. Es natural que las personas mayores tengan más dificultad para aceptar los cambios. Pero a diario tengo contacto con jubilados y personas mayores por mi trabajo y me sorprende muchas veces lo abiertos que pueden llegar a ser. Muchas veces lo son mucho más que los jóvenes, hay menores de veinte años que no quieren conocer nada nuevo y piensan quedarse hasta el final de su vida fieles a su equivocada visión del mundo.

Muchos jubilados tienen nietos e hijos gais y lo aceptan. Con esta cuestión, como con otras, cuando te pasa a ti, cuando sucede en tu familia, es más fácil que cambies de idea. Tienes una visión diferente de los que nunca lo han vivido en su piel. Pero mientras no se solucionen el desempleo y la pobreza, que lo comparten todos los países balcánicos, hacer llamamientos por los derechos de los LGBT cuando tantas personas religiosas viven cerca de la pobreza, se percibe como una provocación, como que te están metiendo el dedo en el ojo.

Por último, Nedad Tomic, bisexual de Belgrado:

Hay agresiones contra LGBT en la calle, pero no son tan comunes y la mayoría de ellas no creo que estén motivadas por la homofobia, sino por odios que provienen de las identidades subculturales de los jóvenes. Por ejemplo, un grupo de chicos vestidos con ropas deportivas van a atacar a uno que viste de gótico, punk rock o heavy porque se supone que solo por eso ya es gay.

Cambiar la mentalidad es posible. La mayoría de la gente mayor vivió y creció en Yugoslavia y conservan sus ideas y posiciones ideológicas de izquierdas, que no pueden ser homofóbicas.

 

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87 Comentarios

  1. Pingback: ¿De dónde viene la homofobia de Ivan Rakitić?

  2. Jose antonio

    Describir chetnik y ustasa como terminos peyorativos tiene traca, pero llamar homófobo a Rakitik por esto… «Respeto a los homosexuales, pero no quiero a esa gente en el vestuario. No me marcharía de un equipo por eso, porque respeto igual a un homosexual que a un negro, un gordo o un enano, pero de ser posible prefiero no tener gais en mi vida. »
    ¿En qué planfeto propagandístico se ha convertido JOT DOWN?

    • El famoso «pero».

    • Bueno, si esa frase no te parece homófoba, pues nada.

      • Meursault

        A mí en la escuela me enseñaron que hay que respetar a todo el mundo, pero a partir de ahí cada uno hace. Si entre sus apetencias no está estar con homosexuales, ¿por qué tiene que querer estarlo? ¿Por ese buenismo imperante? ¿Porque hay que normalizar las cosas sí o sí?

        Saltarán con esta comparación, pero si a mí no me gusta estar con fascistas, ¿tengo que estarlo? Si no me gusta estar con intelectuales, ¿también tengo que aguantarlos? Con eso no hay problema, pero con no querer estar con homosexuales sí. ¿Por qué?

        • Dado que «el vestuario» no es su casa, sino su lugar de trabajo, si no quiere estar con homosexuales siempre puede tomar la respetable opción de largarse, pero su gusto no tiene por qué determinar la política de fichajes de un club. Y esto vale para fascistas, intelectuales, homosexuales e incluso para miembros de la tuna.

          • Meursault

            «No me marcharía de un equipo por eso, porque respeto igual a un homosexual que a un negro, un gordo o un enano, pero de ser posible prefiero no tener gais en mi vida.»

            • Te has olvidado de la primera frase de la cita: «Respeto a los homosexuales, pero no quiero a esa gente en el vestuario».

              • Claro, que la primera frase, “Respeto a los homosexuales, pero no quiero a esa gente en el vestuario”, significa que él determina la política de fichajes de un club, «pero su gusto no tiene por qué determinar la política de fichajes de un club.»

                En fin, será de su club de fans o algo así.

          • ¿Su gusto no tiene por qué determinar la política de fichajes de su club, pero el tuyo sí?

            • No quiere a esa gente en el vestuario. O se va él, o no los fichan; ¿se te ocurre otra opción? Y dónde cojones he hablado yo de mi gusto, me gustaría saber. Estamos hablando de algo tan simple como si hay o no hay homofobia en esa cita.

        • ¿Encontrarías normal que entre sus apetencias no estuviera estar con gente que calce un 43?

          ¿O que les guste el color azul?

          ¿O que el nombre de su primo empiece por E?

          Pues es igual de absurdo.

        • Pero vamos a ver, Meursault, estás identificando la inclinación sexual de la gente con grupos ideológicos, ¿pero qué tontería es esa? No se trata de buenismo, es sentido común. Las personas son personas, lo que hagan o dejen de hacer en la alcoba es cosa suya. No mezcles churras con merinas, por favor.

    • Por otra parte, si tampoco «ustasha» (miembro de una organización terrorista aliada del nazismo) te parece peyorativo, pues vale, no hay más preguntas, señoría.

    • José Antonio, qué adecuado el nombre.

    • Sustituye la palabra ‘homosexuales’ por ‘negros’. Y en la segunda frase haz lo propio con la palabra ‘negro’ por el término «deficiente mental», y quizá así te suene distinta.

      Si con ello no fuera suficiente, haz un esfuerzo e imagina que en lugar de Rakitic, esas declaraciones vienen de: Mourinho, Pepe, Alicia Sánchez-Camacho, Florentino Pérez o Pérez Reverte.

      Si llevas a cabo estos dos consejos y sigues sorprendiéndote de por qué llaman homófobo… podría darte más consejos, pero no te gustaría leerlos, así que me los ahorro.

      • No, si no se sorprende nadie. Ya sabemos que estamos en un ambiente de corrección política asfixiante. Y que hay temas que son intocables; y se califica igual al que dice lo que Rakitic que lo que hace el gobierno de Irán (incluso peor lo de Rakitic, que el gobierno de Irán subvenciona a nuestra casta favorita). Y ése es el problema, que no es lo mismo. No es lo mismo decir que no te gustan los negros, que montar un bar solo para blancos; o que ser miembro de una banda que da palizas a los negros; pero, para vosotros todo es el mismo racismo. Y si tienes dudas de lo que digo, sólo tienes que ver la filípica que suelta el Corazón de Jesús por una frase. El día que el Rakitic se enfrente con un homosexual, lanza un ataque nuclear contra los Balcanes con las bombas iraníes.

        Y todo se hace con intencionalidad política; Ana Botella es homófoba porque hace que se cumplan las ordenanzas en la semana del orgullo gay; Cañete es machista porque dice una gilipollez, pero Eguiguren o Valderas no lo son. Rakitic es homófobo y el coletas no. Y así sucesivamente.

        Un saludo.

        • Con esa tendencia que señalas (yo la llamo «La gente va al bulto»), estás talmente en lo cierto. Se dispara igual contra Rakitic que contra el gobierno de Irán. Lo que es claramente injusto porque no es lo mismo una cosa que otra. Sin embargo, que haya distintos grados de homofobia o que las declaraciones de unos sean aplaudidas (o criticadas) por unos (o por otros), no exculpa a Rakitic de sus declaraciones. Tú lo llamas «ambiente de corrección política asfixiante», yo lo llamo «respeto». Y el croata ha demostrado una falta de respeto, aunque, eso sí, de una manera muy fina. Para contestarte a tu último párrafo, tan solo decirte que no importa quién la muestra. Sean socialistas, populares, comunistas o cualquier otra característica, no importa.

          Nadie dijo que fuese lo mismo.
          Al menos yo no lo he dicho nunca.

          Un saludo.

          • Vellana, el problema es que son las palabras las que influyen en las actitudes. Las actitudes y conductas homófobas no vienen de la nada, son generadas precisamente a partir de los discursos como el de Rakitic, que siendo un grandísimo futbolista, seguro que tiene a gran cantidad de jóvenes dispuestos a tomar en serio sus palabras.
            No me cabe ninguna duda de que Rakitic no quiere que se discrimine a los homosexuales, pero él no es consciente de donde nace la discriminación, igual que usted tampoco lo es.

    • No, qué va, Jose antonio, no es una declaración homófoba, JAJAJAJAJAJAJAJA. Creo que quien tiene que cambiar eres tú, no jotdown.

    • Hombre, si alguien dice que no quiere algo en su vida de esa manera, será «algofóbico». Si lo que no quiere son personas zurdas, será zurdofóbico. Si lo que no quiere son negros, será negrófobo (=racista). Si lo que no quiere son homosexuales… pues será homófobo. Es que es de cajón. Luego, que a ti te parezca estupendo que lo sea, pues ya es otro debate. Pero sobre ti, no sobre este chaval.

    • Estoy de acuerdo con tu apreciación. Me parece que se cae precisamente en la misma actitud extremista que se pretende erradicar. Rakitic no está diciendo nada homófobo, simplemente está dando su opinión, y de manera muy respetuosa además. No entiendo por qué debemos aceptar casi que A LAS MALAS, algo con lo que legítimamente no queremos o simplemente no estamos de acuerdo. Yo también los respeto y desde que no se metan conmigo no tengo ningún problema, cada uno es dueño de su cuerpo y de su libertad y puede hacer con ellos lo que le venga en gana. Pero no pueden adolecer de ese respeto y tolerancia que exigen. Sólo hay respeto y tolerancia para todos los que estén de acuerdo con ustedes y para los demás no? No! eso no se puede, con eso no puedo, lo siento.

  3. Jose Antonio, si esas declaraciones de Rakitic no te parecen homófobas creo que tienes algún problema.

  4. José Antonio, sal del armario.

  5. No sé si lo he entendido bien pero lo que se dice sobre los chetnik o los ustasa al comienzo del articulo viene plasmado en la película The parade. Y sí, a mí sí me recuerda a un homófobo alguien que dice lo que dijo Rakitik.

  6. Capità Tro

    Rakitic ha fichado ya por el Barça. ¡Ahora es cuando toca machacarlo! ¡Sin reparos, adelante, que es gratis!

  7. Es lo que tiene la libertade expresión: uno tiene derecho a decir gilipolleces, y los demás a pensar que es gilipollas por decirlas.
    De todos modos, a este señor no le pagan por ser un dechado de virtudes humanitarias, sino por pegarle a la pelotita. Y hasta donde yo sé, decir barbaridades no es delito (o tienen que ser barbaridades muy gordas).
    Más delito parece ser lo de la familia de Messi, y desde luego es sancionable administrativamente no pagar impuestos.
    Pero oye, a Messi se le permite y a éste no.
    Y sigo pensando que si dijo realmente eso, es …

  8. A veces en esto de la homofobia mezclamos churras con merinas. A ver, opinar que las inclinaciones homosexuales son una desviación contranatura (como pueden ser los pelirrojos, por ejemplo), ¿es homofobia?
    Yo creo que la homofobia es la fobia al homosexual, no a la homosexualidad ¿no?
    Tengo varios amigos homosexuales, soy sincero con ellos; me lo agradecen de verdad por no ser un quedabien, y creo que ese respeto y sinceridad ha estrechado nuestra amistad. Por cierto, yo también tengo desviaciones como una inclinación natural a la pereza, y no por ello me justifico en que sea normal. O sea, creo que el respeto es a la persona, y no al hecho, que cada uno podrá tener su opinión.

    ¿Me he de ir ponieniendo la venda? xD

    • El Abominable Hombre sin Nick

      El uno con los peros, el otro con el «No, si yo tengo muchos amigos homosexuales». Estáis todos los homófobos cortados por el mismo patrón.

    • Jacob de mis entretelas, la inclinación natural a la pereza no es ninguna desvíación, es lo más normalísimo del mundo. ¡Claro que todo dios quiere quedar como una máquina de trabajar y no saben que da más trabajo el disimularlo que admitirlo llanamente como tú haces! ¡¡Motivo por el que te felicito, es una muestra de inteligencia suprema!! Digo lo de no querer dar un palo al agua…

      • La existencia de los pelirrojos va en contra de la Naturaleza y la máxima expresión de la inteligencia es no querer dar un palo al agua.

        Cuánto daño ha hecho la televisión.
        (Y lo realmente grave es que tenéis derecho a voto en las elecciones).

    • Silvestre

      Pues sí, Jacob, opinar que la homosexualidad es una desviación contra natura es homófobo. La natura no obliga a nadie a que no le atraigan personas de su mismo sexo. Los bonobos, por ejemplo, los primates más cercanos a los humanos, arreglan sus conflictos follándose entre ellos, dicho rápidamente. Lee sobre el tema.

  9. «fue la que soportó social y culturalmente la envestida de la crisis post-yugoslava »

    ¿La embestida al idioma procede de algún cruce mental con «travestida «, o es que hay algún redactor con problemas de ortografía?

    • ¿Redactores con problemas de ortografía, aquí en Jot Down…? ¡A barullo! ¡¡Y fuera de Jot Down ya ni le cuento, Robespierre!!

      • Ahora es Robespierre uno que le dice a otro que haga bien su trabajo.
        Supongo que un empresario que echa a un trabajador por no trabajar será Torquemada; y si echa a dos, Hitler.
        En fin.

        • ¡No hombre, si yo no lo decía por el Robespierrre «cortacabezas» sino por aquello de «¡Echa el cierre, Robespierre!»
          Te encuentro un poco pesao, Vellana y a este paso vas camino de convertirte en un Funestini de tercera. ¿O es que lo eres, pillastre…?

  10. De esta entrevista hace dos años, pero ahora que ha fichado por el Barça no ha tardado en salir de nuevo.
    Pero realmente cuantos futbolistas, y españoles, no piensan igual ?. Aunque no lo dirán, pero seguro que lo pensarán.

  11. Sencillamente creo que quien es capaz de entibiar unas declaraciones tan reaccionarias como las del pazguato chuta-chuta-gol no es menos miserable. Defender la discriminación aunque sea de una forma pasiva es lo que perpetúa la propia discriminación.

    • Claro, claro. Danos el canon de corrección política; de lo que se puede decir o no; de lo que se puede pensar o no. Por Dios, que nadie ose pensar, y menos decir, algo que empañe este hermoso mundo ideal que estamos creando. No corrompáis a estos pequeños castos oídos que forman nuestra alegre sociedad de jóvenes castores; más le valdría al que lo hiciera atarse una piedra al cuello y tirarse al mar… http://es.wikisource.org/wiki/San_Mateo_-_Cap%C3%ADtulo_18

      ¡Ay! estos nuevos catequistas de la corrección política.

  12. Pero no fue este jugador croata el que se dio un beso con otro en la final de la Europa League?

  13. Pues a mi me parece que Rakitic es hosexual en el armario temeroso de la opinión publica de su pais. No por este beso con Carriço si no por que me parece muy posible mi historia infundada. http://www.marca.com/2014/05/15/futbol/europa_league/1400106499.html

  14. Hay un elemento que claramente marca la distinta progresión entre los países ex-comunistas y los occidentales en materia de tolerancia sexual. En el área de influencia soviética, la religión tuvo un papel de oposición al estado, y su influencia en lo moral se sostuvo y se amplificó con la caída del sistema. Y, vaya por Dios, si en algo convergían estado e iglesia en esos momentos, era en su poco aprecio a lo arcoirisado.
    En nuestra España, que viene a ser el perfecto contraejemplo, la Iglesia estuvo fuertemente ligada al régimen franquista, y esa sinergía hizo que la oposición al sistema fuera naturalmente laica, y abierta a todo lo que rechazaban de plano tanto la iglesia como el franquismo. Aquí la división entre lo pro y lo antifranquista tuvo muchas menos zonas grises, y el rechazo a la homofobia entraba en el pack de las muchas cosas a rechazar por una sociedad que quería ser moderna, democrática y avanzada.

  15. Pingback: ¿De dónde viene la homofobia de Ivan Rakitić? : Periódico digital progresista

  16. Lovainés

    No sé hasta qué punto resulta relevante, pero hay que tener en cuenta que un vestuario es un espacio en el que normalmente queda expuesta toda la intimidad. Sólo por crear debate, porque la verdad es que en mi caso no creo que me molestara (no se ha dado el caso aún), ¿es legítima la incomodidad al compartir ducha con personas homosexuales? ¿Se diferencia suficientemente esa situación del principio social por el que se separan vestuarios masculinos y femeninos?

  17. Yo una vez conocí un gay pelirrojo. Como menos por menos es más, se comprende que sus desviaciones se anularon mutuamente y resulta que era moreno y muy machote. De lo que se deduce que, excepto los gays y los pelirrojos… ¡Todos somos gays pelirrojos! ¡Aaaaaaghhh! ¡No podré compartir nunca más un vestuario con otros hombres!

    • De hecho, a mí me jode bastante en el gimnasio el tener que cambiarme de ropa y ducharme «en público», Claro que si el personal fuera de ambos sexos, la cosa ya se animaría mucho…

      • Yo vivo en un país con tradición de saunas mixtas y si voy a la sauna voy a la sauna, no a ligar ni a que se me ponga dura. Ídem con una playa nudista, por ejemplo. Quien no sepa separar sexo y atracción física de la presencia de mujeres en el trabajo u otros contextos similiares tiene un problema serio. Por cierto, qué coincidencia que el sexismo y la homofobia vayan de la mano…

        • Yo no tengo ningún problema serio si estando en una sauna mixta y viendo los turgentes pechos de una bella mujer, experimento una erección. El problema lo tendría si me quedara absolutamente indiferente al hecho, Velez.

    • + 1.000

  18. Deleznable el nivel de los comentarios, casi tanto como comparar homosexuales con enanos o con negros o con gordos. Imagino qe si el idiotico este ve a un homosexual gordo enano y negro por su vestuario le da un ataque.

  19. Ay, Rakitic. Con esa pedazo de frente que cada día más despejada, en esa declaración demostró no tener mucha materia gris detrás.

  20. Tomás RCDE

    El equipo de los valors, el del fraude fiscal de Messi y las orgías del padre de Neymar a cuenta de los 90 millones del precio de su fichaje… A ver si fichan a Luis Suarez para rematar una plantilla de gente con muchos valors

  21. Es interesante el comentario de Lovainés. Me pregunto por qué en los vestuarios y aseos públicos se hace separación por sexos. Es una pregunta de verdad, es que no doy para más. En serio os lo digo.

  22. Rocasalbas

    Pues que este tranquilo, que en Barcelona no hay ni siquiera un homosexual.

  23. no, lo que se busca aquí es el prototipo de hombre sexual que no avanza más allá que la circunferencia que marca su pene en el vestuario o en el campo. todos nos conocemos como hombres y tenemos amigos varones, y creo yo, que el exponente de este debate sin final es encontrarnos como individuos otorgados de integridad, todos idénticos respetando la circunferencia del otro, y que somos más que un pedazo de piel de tambor o un pedazo de carne de buey por no ser tan poéticos. este tipo de declaraciones homofóbicas -porque denotan un prejuicio para con la condición, homosexual en este caso, de los otros- las encuentro profundamente narcisistas he de decir por otro lado, ya que de la misma manera, un homosexual no tendría por qué compartir espacio con hombres, parece dejarse claro que el hombre homosexual no es un hombre, más bien una especie de género infiltrado en el vestuario de hombres con suerte, asimilando que el miedo la posible afrenta espacio-asexual -mera elucubración, argumento anecdótico-es más importante que la libre dignidad inherente de la otredad. encuentro por último chabacano, gregario y profundamente burdo, que un hombre se sienta amenazado por alguien que a menos que muestre razones para haberle hecho sentir invadido, diga que un grupo sexual -dejémenos de grupos porque somos todos hombres y mujeres con diferentes condiciones naturales- sigue la misma pauta; básicamente lo encuentro todo lo que se puede decir en el respecto, irracional. y no hay grados de homofobia ni de discriminación., hay rechazo impune y ya está, y cuando uno no quiere como amistad a una persona por el mero hecho de ser homosexual o negra -porque no le gusta, he aquí la hipocresía categórica aceptada como políticamente reaccionaria- tiene para consigo una fobia irracional, un prejuicio, una irregularidad para con el social. y el problema de ese postmaterialismo que comentaban ahí, es por gracia de la asqueante cultura occidental bajo la que dormimos plácidos, aceptando que las realidades pasadas son fósiles, y dándole un lugar especial a la particularidad que al final es patafísica.

  24. y abrir una cafetería solo para blancos, es exactamente lo mismo que no querer hablar con alguien por SER negro; identidad genética.que te apetezca más o menos hablar, que seas una persona más o menos extrovertida es otro tema, pero alguien que rechaza a alguien por su condición genética es alguien que no vive en sociedad. basta de los pseudo-iluminados dadaístas anti-convencionales epaté, porque hallo cantidad en publicaciones como esta, la cuestión es buscarle los tres piel al gato.

  25. ErCharlie

    Me parece de vergüenza que a dia de hoy todavía haya gente que no vea la intolerancia y la homofobia en el comentario de este niñato prehistórico.
    * José Antonio, Meursault, Vellana, Jacob… en serio?

    – ¿No véis la intolerancia en no querer estar con otra persona porque tenga una preferencia sexual distinta a la tuya o por ser de otra raza o por ser manca?

    – ¿En serio que la homosexualidad y el ser pelirrojos son inclinaciones contranatura? Revisaros un poco el tema de la genética mendeliana y los hallazgos sobre todas las alternativas descubiertas en la sexualidad animal en los últimos años.

    – ¿En serio pensáis que vivimos en un clima de «corrección política asfixiante» porque «está feo» decir en público que no quieres tener nada que ver con los gordos o los homosexuales?
    Si pensáis que hay que ser libre para poder decir barbaridades es que no sabéis hacer un buen uso de la libertad. Por esa regla de tres no pasa nada por tener vinculaciones con terroristas o con neonazis por que somos «libres de hacer lo que queramos». Cuando tus declaraciones ofenden a un sector de la sociedad (y encima eres ejemplo para mucha gente joven que idolatra el deporte) no PUEDES hacer ese tipo de declaraciones, porque estás fomentando la discriminación y estás siendo irresponsable.

    Vamos a ver si dejamos de decir estupideces y no nos quedamos en una lectura cateta y arcaica de lo que significa ser homosexual. Ser homosexual es ÚNICAMENTE que te gusten las personas del mismo sexo.
    No significa que estés más o menos bronceado, que tengas más o menos pluma, que digas más o menos tacos o que te guste la música clásica o electrónica.

    Primero CONOCE a la persona y luego, según sea más o menos afín a ti, decide si quieres tener más o menos que ver con ella. No la rechaces por el mero hecho de ser homosexual aunque «la respetes y tengas muchos amigos gays».

    Vamos hombre, yo es que me parto…

  26. Vengo de estar en Sarajevo y hay allí un bar de copas, creo que nuevo, que es más que homo-amistoso, en plena Ciudad Vieja (Pussy Galore). Pero sí, en general el Papa Francisco es un tío avanzadísimo al lado de cualquier veinteañero al uso de por aquí, entre los cuales los del ala progresista suelen ser de los que «no tienen nada en contra, pero…»).
    Por cierto, D. Álvaro, mira que caerme en ese disparate lingüístico de hablar de lenguas, en plural, en el caso del serbo-croata/croato-serbio/bosnio-negrino… En cualquier caso, como siempre, muy interesante leerle a usted y a sus expertos invitados, y más acerca de cuestiones ex-yugoslavas. Se agradecen el rigor y la profundidad.

    • Álvaro Corazón Rural

      Santi

      ¿Y qué voy a hacer? Ya sé que son todas la misma, pero el serbocroata ya no existe y las demás academias tratan de diferenciarse en sus procesos de construcción nacional. La forma más respetuosa de referirme a «la lengua» es esa, no creas que no le di vueltas. Mi intención era sólo que se entendiera. Tampoco es muy exportable lo que tenemos aquí con el catalán, valenciano y mallorquín.

      • Cierto, cierto, pero no hay porqué seguir la corriente en la memez (¿se ha fijado usted en los tres mensajes idénticos -uno disimulado en cirílico- de «fumar es malo» y semejantes, en las cajetillas de tabaco en Bosnia?). A mí, al leer esta pieza, se me ocurrió un sobrio y no comprometido «Jairo…, traductor»). Por cierto, que en nuestra wikipedia de Dios ya hay términos en los que aparece, en la columna de idiomas disponibles, el serbo-croata o croato-serbo o… Ejemplo: http://sh.wikipedia.org/wiki/Rtanjski_%C4%8Daj
        Por otro lado, en Sarajevo he tenido constancia de que profesores del idioma y lingüistas desprejuiciados optan por la fórmula bosnio/serbio/croata.

  27. Pingback: Perder la virginidad y otros ritos de paso | Mediavelada

  28. Stefan Shkuqupiri

    Este tio se marca un articulazo, de muchos párrafos hablando de la actualidad social de estos paises, y vosotros os poneis a hablar del Barcelona y Messi. Ok, las ex-republicas balcánicas serán complicadas, pero leyendo lo que se lee aquí de los usuarios…..Spain siempre será Spain

  29. Hablando de intolerancia: esta semana unos intolerantes han impedido que hable en una universidad española un profesor en un foro en el que estaba acreditado. Así que para buscar ejemplos de intolerancia no tenemos que irnos a los Balcanes, los Balcanes ya están aquí.

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