Siguiendo las de Rubén Díaz Caviedes:
201. Robert E. Howard.
202. El talento brotando de lugares insospechados, como los pies de foto de Vogue donde Dorothy Parker comenzó a ser Dorothy Parker.
203. Twin Peaks.
204. Que en cualquier momento la señora Bates se asome a la Casa Junto a las vía de tren, de Edward Hopper.
205. Una habitación como la de Richard Jenkins en Six Feet Under. Y todas las escenas de Jenkins en la serie, de paso.
206. La cita cada cien años en «Hombres de buena fortuna» de Sandman.
207. El poema «Beautiful Storm» de Gian Smith sobre el Katrina, utilizado por Tremé después.
208. Los tipos duros reblandeciéndose durante un momentito de nada. Como este.
209. El Corto Maltés.
210. El poema de Robert Browning, «Childe Roland to the Dark Tower Came» que inspiró Stephen King para escribir la serie de La Torre Oscura.
211. El chiste de los aristócratas.
212. La casa de hojas de Mark Z. Danielewski, igualmente incluida en una hipotética cien razones para morir.
213. Ver amanecer desde (y sobre) las terrazas de arroz de Longsheng.
214. George Carlin derribando por KO a sus oponentes en Politically Incorrect. Y Carlin en general .
215. Las mujeres entrelazadas de Egon Schiele.
216. El chocolate. Salvo en helado.
217. Adam Jones, el responsable de que los videoclips de Tool perturben como perturban.
218. Norma Desmond bajando la escalinata en El Crepúsculo de los dioses.
219. Tipos tan valientes o tan inconscientes como Pino Mariaci y pequeña televisión.
220. Julio Cortázar desentrañando (y desendulzando) a John Keats en Imagen de John Keats.
221. La escena del acordeón de Holy Motors.
222. Las portadas de Life que nunca fueron.
223. Primeras novelas como Galveston, de Nic Pizzolatto.
224. Bill Murray cantando «More than this» en Lost in translation.
225. Escribir siempre bajo la máxima de Wislawa Szymborska: «Cuando escribo siempre tengo la sensación de que alguien está detrás de mí haciendo muecas. Por eso huyo, todo lo que puedo, de las grandes palabras».
226. La familia Buendía al completo.
227. Al Swearengen y Mr. Wu:
228. La Nueva York de Berenice Abbott y la Costa Este en su American Scene.
229. Que John Trent haya dado con el mejor argumento posible para abrazar el ateísmo: «Dios no escribe noveluchas de terror».
230. Michael Shannon.
231. El olor de las sábanas limpias.
232. La entrevista de Oriana Fallaci a Jomenei.
233. Steve McQueen y la Triumph Boneville.
234. El último origami de Blade Runner.
235. David Simon en Dangerous ideas.
236. El «Pequeño vals vienés» de Lorca. Y de Cohen. Y de Morente. Y de Silvia Pérez Cruz.
237. Las descripciones de algunos de los candidatos a difuntos del año que elabora la web Deathlist. Como la del duque de Edimburgo, por ejemplo.
238. El Etna. En erupción, más.
239. Phil Kaufman y Michael Martin vestidos de cowboy robando el cadáver de Gram Parsons.
240. La antología Writings and Drawings de James Thurber.
241. Flores para Algernon de Daniel Keyes.
242. El café. Expreso y sin azúcar.
243. Benedict Cumberbatch.
244. Louis C.K. de pies cabeza. Mención especial a chiste del gorila y el ballet del segundo episodio de la tercera temporada.
245. El maravilloso universo de las falsificaciones chinas.
246. Esta escena y esta mirada:
247. H.P. Lovecraft y John Carpenter dándose de la manita en En la boca del miedo.
248. La perturbadora belleza de esto.
249: El babermonguer, la chorrimanguera, la batamanta. O lo que es lo mismo: las soberbias madrugadas de la teletienda el sofá y tú.
250. Los billetes de ida.
251. «Jabberwocky» de Lewis Carroll.
252. Isabelle Adjani teniendo un día regular.
253. Contestar «I know» ante una declaración y que sepan de qué va la cosa.
254. Barbara Stanwyc y la Krupa Orchestra en Ball of fire.
255. La voz de Bill Adama.
256. Que Vivian Maier, una de las mejores fotógrafas del siglo XX, jamás le enseñara sus fotografías a nadie, no hubiera imprimido casi negativos y dejara todo su trabajo en cajas de zapatos.
257. «Buenos días, aquí Chris de la mañana, desde la K-OSO, Cicely, Alaska».
258. La infancia de los hijos del fotógrafo Alain Laboile capturada en su colección La Famille.
259. El optimismo estúpido después de esto.
260. Tener una fortuna llamada abuelos.
261. Que los Coen hagan la película sobre el Tea Party de una vez.
262. Beber, fumar y follar como Jenny Sparks.
263. La lección magistral de la pareja (y de la interpretación) que es esta pelea de Tony y Carmela:
264. El queso. Todos los quesos.
265. El «The streets of heaven are too crowded with angels tonight» y todos los discursos de Jed Bartlet.
266. La boca de Adèle Exarchopoulos en La vida de Adèle.
267. Jeff Bridges.
268. Eduard Limónov. Y Emmanuel Carrère para conocerle.
269. El gazpacho. No cualquiera: el de mi madre.
270. El último plano que rodó Tarkovski en su vida.
271. Dennis Potter. Y la entrevista que le hizo Melvin Bragg.
272. Dos planos secuencia que nada tienen que ver: el de arranque de Boogie Nights y el de la masacre de Lorne Malvo en la serie Fargo.
273. Toni Martínez en Todo por la radio de Cadena Ser.
274. «No eulogies», el epílogo de The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford.
275. Estos tres hombres, y este gif.
276. Ver Metrópolis con un piano en directo.
277. Entregarse a todos los vicios de El Jardín de las Delicias y después sonreír al único hombre vestido.
278. La época en la que Días de cine lo presentaba Antonio Gasset. En realidad, solo Antonio Gasset y sus inenarrables presentaciones.
279. Roberto Bolaño.
280. Beth Gibbons con las entrañas abiertas aquí.
281. Las playas sin niños, sombrillas, chiringuitos ni apartamentos en primera línea.
282. Bailar sin vergüenza en general, y con esto muy en particular:
283. Tumblr y el tag «cat».
284. Que el sonido de una armónica te joda el día y te lo arregle en la misma fracción de segundo.
285. Los locos e hilarantes mapas de Yanko Tsvetkov en su Atlas of Prejudice.
286. Las treinta y nueve páginas que Bill Hicks escribió tres meses antes de morir a John Lahr para agradecerle su perfil. Y que en realidad son mucho más que eso.
287. El sexo como lo describe Leopoldo María Panero en «Necrofilia».
288. Los diez primeros minutos en cualquier ciudad nueva. A veces, los de después también.
289. Los hombres con chaleco:
290. Ser tan feliz en un lugar como para no querer volver jamás.
291. Dolly Parton y «Joelene».
292. Harrison Ford. Como Han Solo, como Indy… Harrison Ford.
293. Esta intro.
294. El último día en un hospital, pase lo que pase.
295. El banquete de boda de La Parada de los Monstruos.
296. El que sin duda es el mejor discurso de agradecimiento de la historia, de Alfred Hitchcock.
297. Willa Cather y sus santos bemoles.
298. The Ultimates de Mark Millar y Bryan Hitch.
299. Que por suerte, la vida casi siempre es un tronco como cuenta Hernán Casciari en «Finlandia» de El pibe que arruinaba las fotos.
300. Siempre, siempre, a New Hope.
Falta metal alemán. El resto, menos Bolaño, bien
¿Misiles balísticos V2, por ventura…?
¡Muy bueno!
¡Te hemos mencionado en nuestras serendipias de hoy mismo! >>> http://www.esencialblog.es/serendipias-en-internet-vol-ix/
Un saludo.
Una lista de razones por las que vivir sin Steve McQueen (el actor) en «La Gran Evasión» y «La Guerra de las Galaxias» no está completa. ¡Bravísimo! Plas, plas, plas…
Toni Martínez!! Como no vuelva pronto de sus vacaciones (o lo que sea que le mantiene alejado de los micros) me va a dar un apechusque que me rosco.
Ahí van unas cuantas más:
James Mason actuando y su forma de hablar.
Que te llamen al móvil y suene «Man with harmonica» de Morricone.
Cristina Raines.
Patrick McGoohan y su «El prisionero».
Instantes antes de dejarnos ir, susurrarnos al oído: «¿De quién es esto…?» «¡¡TUUUYO…
TUUUYOOO…!!»
Partir en dos una enorme, roja y fresca sandía y comerla a dentelladas hasta hartarse.
Sacarse luego el pringue de la sandía con agua y jabón mientras suena «Ancora tu» de Lucio Battisti.
«Il sorpasso» con Vittorio Gassman y Jean Louis Trintignant.
«Song for Zula» de «Phosphorescent».
Quedarse feliz y absorto viendo crecer a ese niñito al que tanto quieres sin pensar en que llegarán, indefectiblemente, tiempos peores.
Esa nueva vecina tan guapa y que con tan buenos ojos me mira al pasar.
George Sanders en «Eva al desnudo». Siempre, en realidad.
La película «Lantana».
Celia Cruz cantando «Te busco» cerrando los créditos de «Lantana».
No dejar nunca de querer a quien hayas querido alguna vez te digan lo que te digan cuatro «expertos».
Y siempre, siempre, Ray Charles.
¡Increíble! ¿Quién es usted? Si fuera una mujer y la tuviera delante, buscaría su boca pasando de la urbanidad para besarla apasionadamente. Tal es la asombrosa coincidencia en casi todos sus puntos…
En mi móvil suenan Los Beatles con «Day Tripper».
No sabía quién era Cristina Raines.
Ninguna vecina nueva y guapa ha aterrizado por aquí. Y si lo hiciera no sé si me miraría bien…
Del punto 5 guardo un ligero recuerdo, ¡je, je!
Por lo demás, aún tengo la piel de gallina. En serio.
Quise decir el punto 4, no el 5.
‘The Ultimates de Mark Millar y Bryan Hitch.’
Será una puta broma, ¿no?
Ninguna de peso suficiente, me temo. Al menos para mí.
Muy bueno.
A mi me alcanza con una sola -de mi cosecha-: la Argentina.
¿300 razones y todavía nadie ha mencionado a Constantino Romero? Me siento francamente decepcionado…
¡¡Al gran Constantino Romero lo menciono sho en el post de las casettes!!
La escena final de la película de Mucho ruido y pocas nueces. Alegría de vivir!
¡Hombre, pues para eso, «Qué bello es vivir», ese cuento tan majo de Capra!
Y yo que tenía cómodamente planeado mi sucidio… Qué pereza.
Anímese y siga adelante con su plan, Red. Es la mejor solución incluso desde un punto de vista intelectual. Yo lo haría pero soy demasiado cobarde. Aunque tengo claro que mi mayor deseo es irme a dormir y no despertar.
Hombre, Funestini, te propongo algo para que te aferres a la vida aunque sea solo por un tiempo. ¿Qué te parece «Cien razones por las que dejar de vivir»?
¡Juju, me troncho!
Eurostile de Aldo Novarese
¡Larga vida a Al Swearengen!
(Al puto Al Swearengen de los cojones, en realidad)
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Acabo de leer este texto. Me has alegrado el día!
Con la 206 ha justificado las otras 99, aunque muchas se justifiquen solas.
qué buenos instantes, gracias
Me he sentido intelectualmente disabled tras leer este artículo, creo que sólo me son familiares la mitad de las razones. Puede que un tercio.
Como humilde aporte, debo decir que el poder plantar un buen pino con británica puntualidad everyday es uno de los grandes placeres de esta vida. No queda muy cool decirlo, pero es lo más sincero que leeréis por aquí en mucho tiempo.
qué feliz me has hecho
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