La música, como bien sabemos, se presta particularmente a la aparición de «niños prodigio». Al contrario que otras disciplinas y artes, la música es completamente abstracta y puede ser aprendida rápidamente por un flexible cerebro infantil. Eso no significa que los niños sean tan buenos músicos como los profesionales adultos; nunca lo son, y no se conoce un niño que haya compuesto una obra maestra, por ejemplo. Incluso los más brillantes niños prodigio ven cómo su trabajo palidece cuando se lo compara con lo que hacen los mayores. Eso sí, a veces alcanzan cotas de efectividad tremendas que asombran a quienes ni siquiera en la edad adulta poseen ese mismo talento para la interpretación de la música. Vamos a repasar imágenes o grabaciones de algunos artistas populares que comenzaron como niños prodigio; es una lista incompleta, pero al contrario de lo que podría pensarse la cantidad de pequeños músicos con talento es considerable, así que sirvan estos como ejemplos paradigmáticos.
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Michael Jackson
El ejemplo paradigmático, porque seguramente es el artista precoz con cuyos inicios la gente está más familiarizada. Todos conocemos la historia: los cinco hermanos que formaban The Jackson 5 fueron respaldados por un gran equipo de compositores —The Corporation, formado a propósito por la discográfica Motown para intentar que llegasen a lo más alto— y se transformaron en un fenómeno comercial: sus cuatro primeros singles fueron número uno en los Estados Unidos. Los cinco chavales tenían talento artístico, pero uno destacaba de entre todos ellos: Michael, que era con mucho el más dotado. Ya en los comienzos la gente tenía claro que el pequeño Michael era la verdadera fuerza expresiva de los Jackson. Él mismo se encargó de confirmarlo durante su carrera en solitario, particularmente gracias a aquel extraordinario Thriller que lo encumbró en el negocio. Con todos los aspectos oscuros, reales o inventados, que hubo en su vida, resulta innegable que Michael Jackson llevaba el espectáculo en la sangre de nacimiento, algo que resulta fácil comprobar escuchando sus viejas canciones o contemplan sus viejas actuaciones. Véanlo aquí, con once años, cuando ya parecía hecho de otra pasta:
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Frankie Lymon
Mucha gente asocia a Michael Jackson con el estereotipo de niño prodigio que se convierte en juguete roto y termina teniendo una biografía difícil, pero la historia no es nueva. Frankie Lymon obtuvo su primer gran éxito en 1956, a los trece años de edad, gracias a la canción «Why do fools fall in love», que interpretaba junto al grupo vocal The Teenagers. Natural del barrio de Harlem, Lymon se convirtió en una estrella gracias a la claridad y expresividad de su voz. Pero el temprano éxito tuvo serias consecuencias. Dos años más tarde ya era adicto a la heroína y su vida se había transformado en un caos. Para colmo, su carrera se empezó a ir a pique cuando le cambió la voz y perdió el característico timbre adolescente que tanto había gustado al público. Eso no hizo más que empeorar su estilo de vida kamikaze. No tuvo la oportunidad de volver a gozar el éxito; su carrera nunca remontó y a los veinticinco años de edad —apenas una década después de su ascenso al Olimpo— su abuela lo encontró muerto en el cuarto de baño: había fallecido de una sobredosis de heroína.
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Stevie Wonder
La carrera musical adulta de Stevie es de sobra conocida por todos, al menos en sus rasgos más superficiales. Curiosamente, lo que no tanta gente recuerda es que fue un niño prodigio que debutó como profesional a los once años de edad. El pequeño Stevie comenzó a cantar en la iglesia; más tarde aprendió a tocar la armónica —su primer instrumento— y luego se aficionó al piano y la batería, revelándose como un precoz multiinstrumentista antes de haber cumplido los diez. Fue descubierto por un miembro de The Miracles, que tras escucharlo cantar y sabiendo que había encontrado un gran talento, decidió llevar al niño a Motown. En la legendaria discográfica supieron de inmediato que tenían un diamante entre manos y decidieron preparar cuidadosamente su lanzamiento, incluyendo tutorías personales para compensar la pérdida de horas escolares. Cuando Steven tenía once años se dio a conocer con un par de álbumes, incluyendo un tributo a Ray Charles donde demostró que podía hacerse cargo de semejante repertorio sin demasiados problemas. Al año siguiente dio su primer gran pelotazo comercial con el disco Recorded live: The 12 year old genius, que se convirtió en número 1 en los Estados Unidos. No volvería a obtener un éxito similar hasta publicar el famoso álbum Talking Book, diez años más tarde y ya pasada la adolescencia. Recordemos sus inicios con unas curiosas imágenes en las que le vemos con catorce años de edad, interpretando su éxito del momento, «Fingertips», en televisión:
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Billy Preston
Dolorosamente infravalorado —al menos en España— mucha gente lo conoce únicamente por haber sido el «quinto Beatle», el hombre que tocó los teclados en varias canciones legendarias del quinteto de Liverpool y que casi se convirtió en un miembro oficial de la banda, o por lo menos esa era la intención de John Lennon. Pero además de poseer una impresionante discografía en solitario en la que hay unos cuantos temas con vocación de clásico (veánse, por ejemplo: «Nothing from nothing», «I wrote a simple song», «You are so beautiful», «Will it go in circles», «Outa-Space»… en fin, la lista es larga), para cuando los Beatles se hicieron con sus servicios Preston tenía solamente veintitrés años pero una apabullante carrera como músico a sus espaldas, prestando sus servicios a gente como Little Richard, Sam Cooke, Ray Charles… a una edad en la que muchos otros músicos siguen estudiando todavía sus instrumentos. Su precocidad fue tremenda: a los diez años ejerció como organista para figuras del góspelcomo Mahalia Jackson, para que nos hagamos una idea. Aquí podemos verle a los once años de edad, siendo presentado en televisión por Nat King Cole, quien básicamente le decía a la nación «Vean ustedes lo que tenemos aquí; de aquí va a salir algo grande»:
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Brenda Lee
Otro nombre no particularmente famoso en España pero que fue una de las artistas más exitosas durante los años cincuenta y sesenta, colando decenas de canciones en las listas estadounidenses y vendiendo cantidades ingentes de discos. Aunque no obtuvo su primer gran éxito hasta los quince años de edad, la pequeña Brenda llevaba grabando, actuando y apareciendo en televisión desde los doce, caracterizándose por interpretar sus canciones con una apabullante contundencia y seguridad, incluyendo temas de rhythm & blues y otros estilos. Naturalmente, la voz es lo que más se presta a que haya niños que alcancen el estrellato a una edad muy, muy temprana: cantar resulta bastante más fácil que dominar un instrumento a nivel profesional, lo cual —incluso en casos precoces— no empieza a suceder hasta la adolescencia. Podríamos citar muchísimos ejemplos de cantantes infantiles, pero lo cierto es que pocos han cantado con tanta efectividad a tan corta edad como lo hizo Brenda:
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Gladys Knight
Una de las grandes damas del soul, que triunfó en los años sesenta y setenta con canciones como «I heard it through the grapevine» o «Midnight train to Georgia», y que junto a The Pips llegó a eclipsar sobre los escenarios a artistas de mayor fama. Pues bien, Gladys se dio a conocer a la tierna edad de siete años, cuando dejó atónitos a los oyentes de un concurso radiofónico destinado a descubrir talentos por la profundidad y dominio de su forma de cantar. Es cierto que después de aquello tardó un tiempo en alcanzar la gran fama; como en otros casos citados aquí, no fue hasta que Motown se hizo cargo de su carrera. Pero para entonces ya se había curtido actuando en multitud de escenarios, así que la Gladys Knight que todos conocemos saltó a la fama siendo joven pero con una considerable experiencia acumulada. Aquí, el programa radiofónico al que hacíamos referencia:
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Sly Stone
El padre de la fusión soul-rock de los sesenta —el hombre de quien Bootsy Collins dijo «es el músico con más talento que he visto jamás»— grabó su primer disco a los nueve años, acompañado por algunos de sus hermanos, también músicos precoces. Juntos formaban un grupo de góspel que actuaba con bastante éxito en oficios religiosos de la región. Los feligreses estaban encantados de contemplar a una banda formada por niños. Sly, que pronto empezó a destacar por sus aptitudes para la comprensión musical, empezó a estudiar piano y composición pero terminó abandonando sus estudios a medias, siendo aún un adolescente, decidido a convertirse en una estrella. Tras pasar media década de los sesenta publicando singles y ejerciendo como uno de los productores más jóvenes del negocio, formó la banda Sly & The Family Stone (en la que militaban dos de sus hermanos), revolucionando la música negra y vendiendo unos cuantos millones de discos. Desgraciadamente, la adicción a la cocaína terminó arruinando su carrera y su vida:
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Steve Winwood
Conocido por su participación en bandas como Traffic o Blind Faith y por su colaboración con gente como Jimi Hendrix (quien al parecer intentó sin éxito ficharlo para su banda), Winwood se dio a conocer en la escena musical cuando aún estaba en el colegio y ejerció como teclista de sesión para un sinnúmero de artistas estadounidenses que visitaban el Reino Unido. A la edad de catorce, Winwood se unió a Spencer Davis Group como teclista, cantante y ocasional guitarrista, convirtiéndose pese a su juventud en la voz reconocible de la banda. Un par de años después obtendría junto a ellos su primer gran éxito, «Keep on running». Aquí podemos verle con dieciséis años recién cumplidos cantando el tema:
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Derek Trucks
De casta le venía al galgo. Proviene de una de las sagas más importantes de la música rock: sobrino de uno de los fundadores de The Allman Brothers Band, el batería Butch Trucks, Derek Trucks comenzó a tocar la guitarra slide a muy corta edad, inspirado por el estilo del guitarrista original de los Allman, Duane Allman. No puede decirse que el camino no estuviese marcado: sus padres le llamaron Derek en honor a Derek and the Dominos, el grupo en el que Duane Allman grabó junto a Eric Clapton canciones tan famosas como «Layla». Para sorpresa de todos, el pequeño Derek se destapó como un prodigio hasta el punto de que los Allman Brothers Band comenzaron a invitarlo ocasionalmente al escenario a la temprana edad de once años. Con el tiempo Derek ha llegado a formar parte de la banda de su tío, ocupando el puesto de su ídolo Duane, que había muerto varios años antes de nacer él. Además, como buen sureño y siguiendo con la tónica familiar, ha montado otra banda junto a su mujer, la guitarrista de blues Susan Tedeschi. Todo queda en casa. En este vídeo podemos ver a Derek con trece añitos, tocando el slide en «Layla» como hiciera muchos años antes Duane Allman (cuya imagen lleva estampada en la camiseta, si nos fijamos). Era solamente un anticipo de lo que Derek Trucks llegaría a hacer con el tiempo: ya como adulto es uno de los mayores virtuosos del slide que hay en el mundo y verdaderamente uno de los pocos individuos —si no el único— que se puede calzar las botas del legendario Duane, tanto en Allman Brothers Band como tocando junto a Eric Clapton las canciones de la banda que le valió su nombre, Derek and the Dominos. Lo dicho: todo queda en casa.
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Joe Bonamassa
Ya mencionamos su caso en el artículo sobre Danny Gatton: el pequeño Bonamassa comenzó a asombrar al público con solamente doce años y una solidez insólita para su edad en un instrumento que penaliza mucho la inmadurez. Las valiosas lecciones de Gatton le ayudaron a progresar rápidamente y hoy es un guitarrista virtuoso consagrado en el negocio.
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Jonny Lang
A finales de los noventa irrumpió en la escena blues-rock un adolescente de dieciséis años que sorprendió a todos por su fogosidad como guitarrista y sobre todo por una voz rasgada que parecía pertenecer a alguien de mucha más edad. Mucha gente lo descubrió en un insólito concierto emitido por Disney Channel, y previeron que se trataba de una superestrella en ciernes, porque además de talento poseía imagen y eso podía convertirlo fácilmente en objeto de consumo masivo e ídolo de adolescentes. Mick Jagger lo invitaba a tocar en su fiesta de cumpleaños, recibía elogios de aquí y allá, todo parecía ir viento en popa. Aunque finalmente no fue él sino John Mayer quien terminó ocupando el lugar de guitarrista guaperas para las masas. Mayer conquistó ese nicho de mercado girando hacia el pop más comercial, mientras que Lang se quedó pegado a sus raíces y su efímera fama adolescente se resintió por ello. No obstante, aún resulta sorprendente escuchar el primer disco de su carrera, grabado cuando el chaval tenía trece añitos y ya tocaba mejor que muchos adultos.
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Ricky Skaggs
Probablemente no muy conocido en España, Skaggs es un músico de country que ha tenido una larga y fructífera carrera —catorce premios Grammy le contemplan— como cantante y guitarrista, pero que destaca particularmente por su virtuosismo con la mandolina, con la que se reveló como niño prodigio a principios de los sesenta: a los dieciséis años ya era lo bastante bueno como para que el legendario Ralph Stanley aceptara llevarlo como telonero. Ricky empezó a tocar bluegrass con la mandolina a los cinco años de edad, y, solamente dos años después, ¡ya estaba actuando en televisión junto a algunos grandes nombres del género!
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Alicia Witt
Un caso curioso porque la mayor parte del público la asocia con su trabajo como actriz. Los varones, particularmente, recordarán quizá su despliegue de morbosa belleza en series como The Sopranos o películas, no en vano es una de las mujeres más guapas del negocio audiovisual. No obstante, la de actriz no parecía ser su carrera predestinada. De niña fue una superdotada de grado alto —su impresionante precocidad intelectual era prácticamente de manual— y considerada una niña prodigio en música, comenzó a estudiar piano con visos a convertirse en profesional. Finalmente, siendo aún muy jovencita, abandonó las teclas y decidió explotar su belleza posando como modelo para poder más tarde convertirse en actriz. Eso sí, paralelamente a las cámaras, actúa como pianista y cantante. Su faceta musical es poco conocida y en mi opinión el estilo melódico-pop que practica no es muy interesante. Eso sí, cuando en una película ha interpretado a un personaje que toca el piano… no ha necesitado una doble que mueva las manos en su lugar. Es más: resulta fácil imaginar el asombro del equipo de filmación cuando Alicia se sentaba ante las teclas y hacía cosas como esta mientras decía frases de su guion:
que pasa con trombone shorty?
http://www.youtube.com/watch?v=k9YUi3UhEPQ
Es una pena que os hayáis olvidado de Björk.
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Joselito?
Larry Collins, de The Collins Kids.
Aquí con Joe Maphis, «Flying Fingers»
https://www.youtube.com/watch?v=e0yOSa28ldU
Pero qué cojones. Es verdad. Nada más que sacáis a negros y mujeres y luego al final a unos blanquitos medio afeminados. ¿Y el ruiseñor de las cumbres? ¿Y Mozart? Ni media palabra del paradigma. Y bueno, también Marisol. Vaya Pu. mi. Daines Barrington, un abogado inglés instruido y de la baja nobleza que murió al acabar el siglo XVIII, fue un diletante que publicó un montón de artículos científicos de lo más disparatado. Les daba la brasa a los de la Royal Society of London sobre multitud de tonterías, desde reflexiones sobre dónde desembarcó César en Britania hasta sobre la antigüedad de los juegos de naipes. Se decía de él «Pray then, what think ye of our famous Daines / Think of aman denied by Nature brains!». Sin embargo, en 1764 Barrington encontró algo importante de verdad. Se encontró con Mozart cuanto todavía no era Mozart. Escarmentado con sus meteduras de pata y el recochineo, se tomó su tiempo. Seis años para madurar sus ideas y exponerlas en las Philosophical Transactions of the Royal Society of London, la publicación científica más respetada entonces en Gran Bretaña y ahora. Hablaba de Mozart, que de niño estaba de visita (gira) en el Reino Unido de entonces. Los dones para la música de Mozart eran tan asombrosos que en principio Barrington receló de su extrema juventud. ¿No sería un engaño? ¿No se trataría de un enano bien entrenado? Durante esos seis años reunió pruebas, incluso envió a alguien de confianza a Salzburgo para ver su partida de nacimiento. Convencido, Barrington publicó su trabajo en 1770 en el volumen 60 de las Philosophical Transactions. Allí hablaba de la naturaleza del genio, en general, no sólo de Mozart, que entonces no era más que un niño muy notable. De lo que habló Barrington, y tenía razón a lo que sabemos hoy en día, es que es posible descomponer la aparente totalidad de la genialidad en módulos discretos y separados, sujeto cada uno a un desarrollo independiente, de modo que alguien puede alcanzar la excelencia en algunos de esos módulos y la mediocridad en otros. Es por eso por lo que algunos jugadores de ajedrez que son genios son medio idiotas en otras tareas, y por lo que algunos autistas son grandes calculadores. El genio no es integral, sino que resulta de la hipertrofia de ciertos módulos cerebrales concretos. En palabras de Barrington, el niño Mozart era un genio de la música pero en lo demás actuaba como un niño de ocho años normal aunque un poco demasiado revoltoso. Barrington pidió al niño Mozart que improvisara piezas que expresaran emociones concretas (amor, cólera, miedo…) y Mozart lo hizo extraordinariamente acojonante. ¿Cómo podía un niño de ocho años con una experiencia sexual nula aislar esos módulos básicos de nuestro repertorio emocional y sublimarlos de aquella forma? Eso, para añadir a los módulos de las capacidades. Eso sólo es posible, razonó Barrington, si tanto las capacidades por un lado como las emociones fundamentales residen en nuestro cerebro bajo la forma de paquetes disociables. Nuestra totalidad es una malgama de componentes separables.
Eso es tó, eso es tó, eso es todo amigos.
Muy chula la entrada.
Por dios! Neal Schon!!!! 14 años oferta de nada menos que John Lee Hooker, 15 tocando ya con Santana! Y bueno, luego seguir demostrando que es un genio con Journey.
A pesar de que no me gusta nada el rollo «os habéis olvidado de este», y de que esto no pasa de ser una curiosidad, lo siento, pero no me puedo resistir: Jimmy Page de chiquitito.
http://www.youtube.com/watch?v=j0tAOIQiz-8
Peazo de voz la de Steve Winwood ya con esa edad, madre mía…
Ahora falta la contraparte: artistas que se revelaron a esas edades en las que ya nadie hubiese dado ya un duro (euro) por ellos. ¿40, 50, 60…? La cota inferior os la dejo a vosotros.
Imperdonable el olvido de los churubeles y churumbelas que pueblan «Se llama copla junior» de Canal Sur, manantial de genios, de futuras pantojitas y valderramitas. Andalucía, imparable en busca del talento.
adoro a todos otro ejemplo es safic el gran musico que compone los estilos y rarezas musicales y en varios idiomas como lafinesa kuolla , y demas finesas y tambien el tema time y demas cosas piezas clasicas para guitarra como adagio ,gracias laura desde tenerife.