(Versió en català aquí)
Albert Rivera Díaz (Barcelona, 1979) sería la encarnación perfecta de un hipotético sueño catalán —licenciado en Derecho en ESADE, trabajo fijo en La Caixa—, si no fuera porque huyó pronto de ello para embarcarse en la aventura incierta de Ciutadans. Ocho años después, ha demostrado que, como mínimo, sabe hacer muy bien dos cosas: responder entrevistas y gobernar su partido. No son dos habilidades menores en un político, todavía menos si lo comparamos con la inmensa mayoría de los que comparten profesión con él. Lo primero le ha permitido hacerse un hueco en el panorama mediático armado de un discurso tan efectista como efectivo y aprovechar cualquier ventana (sí, también esta) para hacer llegar nítidamente su mensaje a sus electores potenciales. Lo segundo, engrasar una maquinaria electoral que no para de crecer en Cataluña a caballo de la polarización y amenaza con dar el salto a España y Europa, labrando en la tierra abonada por la desafección y el agotamiento del bipartidismo. Su capacidad de concentración impresiona y desespera a partes iguales, pero se me ocurren algunas medidas para mejorar entrevistas futuras: sustituir al entrevistador por el último interrogador vivo de la Stasi o repetirla dentro de un tiempo, cuando el programa de Ciutadans haya quedado arrugado al contacto con la cruda realidad de tener que gobernar [Esta entrevista tuvo lugar antes de las elecciones europeas, NdR.].
Os quejáis a menudo de que los medios os invisibilizan, pero quizá deberíais quejaros antes a Google Maps; si pones la dirección de vuestra sede te manda al Paseo de Gràcia. Suerte que veníamos con tiempo.
Quizá todavía manda a la sede antigua.
¿Tener al lado de la sede una tienda de motos y la plaza de toros Monumental es una casualidad?
¿Por qué lo dices?
Porque… tenía entendido que te gustan mucho las motos.
Pero no me gustan los toros.
Hombre, tú de aquí has salido por la puerta grande.
[Ríe] Sí, pero no me gustan los toros.
¿Todavía vas en moto?
Sí, tengo una Yamaha 1000 y la uso bastante por Barcelona, por ciudad y para salir los fines de semana, lo que pasa es que me falta tiempo, así que ahora ya hace tiempo que no salgo.
¿Te han multado últimamente?
¿Con la moto? La verdad es que no lo recuerdo, pero con el coche sí. Zona azul. A los que usamos el coche normalmente, nos multan.
¿Y no te has llevado a ningún policía por delante?
[Ríe] Cuando te multan siempre debes ser educado y respetuoso. Y si eres un cargo público todavía más que cualquier otro ciudadano, tenemos una parte de responsabilidad. Pero negar que cuando uno coge el coche de vez en cuando puede caerle una multa porque se le pasa la zona azul sería absurdo. Al que no tiene coche particular ni carnet…
Hombre…
… o lo han llevado toda la vida en coche oficial, seguro que no le pasa. Yo muchas veces voy en transporte público, y ya no solo por una cuestión ejemplarizante, sino porque me es mucho más útil, llego al centro antes en metro que en coche.
¿Te han perdonado alguna multa al ver quién eras?
¡Al contrario! Cuando eres una persona pública tienes que ir con mucho cuidado. Yo nunca he dicho aquello de «¿Sabe usted quién soy?». Sí que me acuerdo una vez que, en un control en Granollers donde llevaba mucho rato parado, me preguntaron si era el señor Rivera, y cuando les dije que sí me dijeron que pasara, que estaban haciendo un control de seguridad, como diciendo que era evidente que yo no era un terrorista. A Esperanza Aguirre creo que le perjudicó más su actitud que no la sanción administrativa.
¿Fue la mejor manera de responder?
En absoluto. El agente de la autoridad que diga lo que quiera, y si quieres alegar algo tienes que hacerlo en sede administrativa o judicial, pelearte es absurdo.
Preparando la entrevista me daba la sensación de que cualquier pregunta que se me ocurriera ya te la habían hecho. ¿Estás un poco cansado de escucharte y de responder siempre a lo mismo?
Reconozco que sí, que a veces, cuando uno responde a cuatro entrevistas en un día y el 70% de las preguntas son las mismas… humanamente, sí, cansa. Pero entiendo que parte de la tarea de un portavoz es, como la propia palabra dice, explicar lo que hace, lo que propone, lo que piensa, el modelo de sociedad que quiere… Es como si le preguntas a un abogado si no está cansado de negociar siempre la misma cláusula de un contrato. Probablemente sí, pero forma parte de su trabajo.
¿Repetir siempre lo mismo habla más de ti o de los periodistas?
Te reconoceré que hay cierta rutina, pero en parte es normal. Sí es cierto que, a veces, echas de menos la repregunta o el inciso. Hay un modelo muy establecido de pregunta-respuesta-pregunta-respuesta. Pero vaya, yo tampoco soy periodista, así que no lo sé.
No lo eres, pero seguro que has pasado más tiempo en los platós que muchos periodistas. La idea de que os silencian es muy difícil de mantener cuando eres uno de los políticos con más presencia mediática.
La palabra es «silenciaban». En 2006, en 2007… el CAC [Consell de l’Audiovisual de Catalunya] hacía informes y Ciutadans aparecía con cero segundos en TV3 cuando ya éramos un grupo parlamentario. La Vanguardia y El Periódico de Catalunya, que son periódicos subvencionados por la Generalitat, muchas veces omitían nuestras intervenciones en el Parlament. ¿Cómo ha cambiado esto? Gracias a nuestra estrategia, que ha sido abrirnos a todos los medios de comunicación, esté su plató en Madrid, en Barcelona, en Sevilla o sea una revista internacional. Encontrábamos ciertas dificultades ahí donde estábamos, que era el Parlament de Cataluña, así que abrimos las puertas y llevamos a cabo una estrategia comunicativa arriesgada, que es decir que sí a todas las entrevistas o debates a los que nos invitan. Siete años después recogemos frutos de todo esto, pero no porque nadie nos haya regalado nada. Cuando me pide una entrevista el Avui, el Ara, El Periódico, La Vanguardia, El Mundo, El País, el ABC… siempre hay un sí, intentando cuadrar la agenda, pero nunca hay un no. Para poner un ejemplo, Artur Mas dice que no a El País, El Mundo, ABC, Telecinco, Antena 3… Dice que no y es el presidente de la Generalitat. Es una estrategia distinta. Nosotros hemos pensado que teníamos que decir que sí a todo para que la gente conozca un proyecto político nuevo, nos ha costado tiempo pero nos ha permitido abrirnos un espacio, y otros agentes políticos tienen una estrategia comunicativa distinta.
¿Crees que los medios os silenciaban por ser vosotros o por ser perqueños?
Para poner un ejemplo objetivo: en el último informe del CAC de agentes políticos y tiempos de palabra, la CUP tiene tres diputados y Ciutadans, nueve, pero el señor Quim Arrufat está por encima de mí en tiempo de palabra en la televisión pública de Cataluña. No sé si a los otros también les pasa. Ahora nos pasa menos, pero no tanto por el espacio público comunicativo de Cataluña, sino porque hay muchos agentes privados, también de ámbito nacional, que nos han dado espacio para participar en tertulias. Pero me consta que también se invita a otras personas y dicen que no. Oriol Junqueras aceptó una entrevista con Risto Mejide, pero sé por los propios periodistas que al mismo Artur Mas se le han ofrecido entrevistas en horario de máxima audiencia para toda España y ha dicho que no. Y he participado en debates donde se invita a gente de otros partidos políticos que no han querido ir. Pero cuando tú no quieres ir y otro sí, no puedes decir que a este se le ayuda.
En tu libro [Juntos podemos, Espasa, 2014] escribes que has sufrido en primera persona las trampas que los partidos grandes hacen a los pequeños.
Somos agentes incómodos. Cuando llegas al Parlament hay una forma de hacer porque hay cinco grupos parlamentarios que llevan mucho tiempo funcionando y te dicen que algunas cosas se hacen por unanimidad. Pero tú levantas la mano y dices que no estás de acuerdo. A veces por temas procedimentales.
¿Cuáles son estas trampas?
Por ponerte un ejemplo, en el Parlament llega el momento de repartir los senadores que representan a Cataluña en el Senado y resulta que durante ocho legislaturas se ha seguido un criterio de reparto según el cual Ciutadans debería tener un senador y, justo en ese momento, se cambia el criterio que ha imperado durante treinta años con Convergencia pactando con ERC para que este senador sea de Convergencia, el señor Cleries, un exconseller. O, por ejemplo, hace muchos años que defendemos un envío único de las papeletas de votación a casa. Primero, porque es un ahorro para el ciudadano: segundo, porque es más ecológico; y tercero, porque garantiza que lleguen todas las papeletas. Y defendemos que estén también los extraparlamentarios, como en Francia, donde a la gente le llega una caja con todas las papeletas y un díptico. Pues los partidos grandes están en contra porque entonces la gente tendría toda la información. O los repartos del dinero de la ley electoral, que es al revés del sistema fiscal: quien más votos consigue, más dinero recibe, cuando en la vida es al revés, se ayuda a quien menos tiene. O la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General…
Precisamente. Vosotros en 2010 os visteis beneficiados por la exención de presentar avales porque ya teníais representación…
… pero nosotros ya nos habíamos opuesto a la reforma de la LOREG en España, que es donde se vota, no en Cataluña. Estamos a favor de que los partidos extraparlamentarios estén presentes, ahora bien, lo que no haré es hacer de abogado ante la Junta Electoral para defender, pongamos por caso, a la CUP.
Dices que os lo han puesto difícil. ¿No tienes la impresión que ha habido quien sí os lo ha puesto fácil, aunque fuera por interés propio? ¿No os sentisteis utilizados en vuestros inicios?
Nunca nos hemos sentido utilizados porque jamás hemos pagado ninguna hipoteca. A mí nunca nadie me ha pedido que hiciera esto o lo otro.
Me refería, por ejemplo, a que alguien hubiera querido desgastar al PSC de la época y, por conveniencia, os apoyara.
¡Esto seguro! ¡Pero es que si yo dijera tonterías la gente no me votaría! Así que el problema no son los medios, sino que a la gente le guste lo que propones. En Cataluña, el PP y el PSC, con la fuerza que tienen en toda España, pueden ir a la tele y la radio que quieran pero o no quieren ir o, cuando van, pierden votos. Así que el problema quizá no es ir o no, sino qué vas a decir. Hay una cierta obsesión, a mi entender muy obsoleta, del rol que se juega con los medios. Yo prefiero pensar en qué relación tengo con el ciudadano. Un medio de comunicación es un medio para comunicarse. Y una tele es una pantalla que entra en muchos hogares. Y una red social es una cosa que lee mucha gente. La comunicación ha cambiado el mundo donde vivimos, también la política, y aún seguimos esquemas del siglo XX, quizá porque el sistema de medios todavía tiene que evolucionar mucho. Pero nosotros, quizá por haber nacido en el siglo XXI, ya sea por necesidad o por audacia, hemos seguido otra estrategia y lo seguiremos haciendo. Parte de nuestro éxito ha venido no solo de llegar, sino de seguir haciendo lo mismo. Porque Ciutadans sea la tercera fuerza en intención de voto en todos los sondeos no dejaré de atender a los medios, gestionar mi Twitter o reunirme con gente.
¿Cuán fina es la línea entre entrevistado y tertuliano?
Lo único que sé es que Ciutadans era de los pocos partidos que aceptaba ir a todas las tertulias y ahora te encuentras a gente del PSC, del PP, de CiU, de ERC… se han dado cuenta de que participar en los debates políticos en la tele, sea cual sea su signo editorial, al final es dar a conocer las cosas a la gente y puedes explicar tu propuesta, posicionarte sobre un tema, explicar qué has votado en una intervención parlamentaria… Los partidos a los que antes les daba pereza y no querían participar, ahora van a las televisiones y las radios. Posiblemente alguien se está dando cuenta de que para comunicar tienes que conectar con la gente y que no vale con estar en la sede de tu partido o en el Parlamento si no eres capaz de ir a los medios de comunicación, tener un Twitter, un Facebook, un canal de Youtube… Nacimos como partido nuevo, sin hipotecas ni complejos y, como nos lo ponían difícil, nos buscamos la vida. Ciutadans ha sido el partido con más visitas en su canal de Youtube, y es un partido relativamente pequeño.
Este tour de force mediático debe de tener un coste en tu vida personal.
Sí, pero hay gente que trabaja muchas más horas que yo, sea de comercial en una empresa o de abogado, también se desplaza por toda España… Ser portavoz parlamentario de un partido político también es esto, no es solo la tarea parlamentaria.
Pero tienen mucha menos exposición. Decía tu compañera en una entrevista: «La niña a veces viene con el mando de la tele para que le ponga a su padre y se le queda mirando un rato». Suena duro.
Mi hija me puede ver en la tele, otros tienen a sus padres trabajando por toda Europa o España cinco días en la semana y no los ven ni por la tele. También es verdad que yo condenso mucho mi agenda. Si voy a Madrid paso ahí una noche. Mucha gente me dice que he estado tres días, pero lo que pasa es que he aprovechado la agenda. La última vez que fui estuve veintidós horas y tuve tres reuniones, una cena, tres medios de comunicación, una entrevista con una revista y una comida con periodistas. Supongo que mi juventud también ayuda, tengo más energía que el que lleva treinta años en esto, pero forma parte de mi tarea. Yo había trabajado en el mundo de la empresa y había viajado, pero evidentemente esto es más exigente porque es público.
¿Tu situación personal sería la misma si hubieras seguido trabajando en La Caixa?
No. Y si diera clases en la universidad, tampoco. Y si tuviera una empresa propia, tampoco.
¿Y lo vale?
Los cambios en mi vida no son debidos a mi trabajo. Una cosa es que tu trabajo haga más complicada la gestión, pero igual que para alguien que sea autónomo e hipoteque su casa o tenga dificultades con la crisis. Por ejemplo, tengo amigos que son comerciales, viajan toda la semana y no ven a su familia. Hoy en día hay muchos trabajos que implican que uno no duerme siempre en casa, sino que hay un cierto movimiento. No creo que mi trabajo sea tan diferente. Otra cosa es la intensidad o el desgaste de ser persona pública. Creo que es más esto que no el hecho de desplazarse una vez por semana o de tener comidas o cenas de trabajo. A nivel personal desgasta más por la responsabilidad, dar la cara en un momento en que la política es uno de los problemas del conjunto de los ciudadanos.
Cuando trabajabas en La Caixa, ¿te imaginabas llegar donde estás ahora?
No, de verdad. Estuve en La Caixa un año y tres meses, en oficina. Entonces hice el doctorado, que no he acabado, tengo los créditos pero no la tesis. Y estaba relativamente bien: veintidós años, un buen sueldo, trabajar de 8 a 3, poder estudiar, poder tener mi piso… era una buena situación. Pero después de llevar más de un año en la oficina vi que yo quería ser abogado y ejercer en el mundo del Derecho, un trabajo que me gustara más, que tuviera más que ver con mi formación. Entonces salió una oposición interna dentro de La Caixa, tres plazas de abogado. Entre dos mil candidatos me eligieron y estaba muy contento porque me gustaba lo que hacía, tenía un buen sueldo, aprendía mucho… estaba encantado con mi trabajo, tenía una situación privilegiada para un chico de veintipocos años.
¿Y entonces?
Surgió el movimiento de Ciutadans, que venía desde una plataforma civil, y me impliqué, pero nunca pensando en estar en primera fila.
¿Nunca? ¿Nunca jamás?
¡Nunca jamás! Recuerdo cuando salió el manifiesto de Ciutadans, fui al acto de presentación y ahí estaban Francesc de Carreras, que había sido profesor mío, Albert Boadella, a quien admiraba… había mucha gente que conocía, algunos personalmente y otros que no. Me ofrecí por si querían hacer algo con jóvenes o algo en Granollers —porque yo vivía allí—, y di mis datos, igual que mucha otra gente. Me impliqué mucho, quizá también destaqué entre la gente que había. A finales de la primavera de 2006, antes de las elecciones, hicimos un debate para decidir si nos convertíamos en partido o no y en aquel momento yo estaba en la ejecutiva de la plataforma civil. Hicimos el congreso, y salí de rebote porque había dos grupos que no se ponían de acuerdo. Pensaron que era de consenso y que no tocaría las narices.
¿Se les fue de las manos? ¿Crearon un monstruo?
Yo no me lo esperaba. Me habían preguntado si querría ser el portavoz, porque era joven, hablaba bien en público, tenía aptitudes… y yo dije que si era lo que querían, encantado. Pero, de repente y de rebote, me eligieron presidente sin yo pedirlo y estuve unos días pensando si lo aceptaba o lo dejaba. Pero al fin y al cabo, si me habían dado los galones y la responsabilidad no era solo para lo malo, sino también para lo bueno, así que empecé a formar un equipo, una campaña, y adelante. Tomé la decisión de que si tenía obligaciones también tenía derechos y si tenía un cargo era para ejercerlo. Tenía veintiséis añitos. El primer y segundo años fueron muy duros, pero el hecho de entrar al Parlament fue un momento histórico: un partido político nuevo entraba en el Parlament por primera vez en veinticinco años. Cometimos muchos errores como grupo parlamentario. Éramos un partido donde todo el mundo llegaba de golpe de una plataforma civil, había gente que llevaba treinta años en política y tenían enfrentamientos entre ellos… Visto en perspectiva fue casi un milagro que continuáramos. Conseguimos enderezar la situación y desde entonces nos conjuramos diciendo: «Esto ha sido muy difícil, no la caguemos ahora».
¿Es Ciutadans un partido personalista?
Al contrario. Un partido con primarias y de donde surge una persona anónima como yo y que no es la escisión de un personaje de un partido, como Suárez fundó CDS o Rosa Díez, UPyD… Somos un movimiento civil que surge de la nada y del anonimato surgen personas como los que ahora estamos aquí.
¿Existe el riesgo de que se acabe convirtiendo en ello?
No, porque tenemos primarias. La gente es quien acaba eligiendo la lista de candidatos. No solo el número uno, sino los cinco primeros. Tenemos todos los mecanismos para que no lo sea. Sería personalista si yo mandara y dijera lo que se tiene que hacer y quién es el candidato, pero cuando hay primarias esto está solucionado.
Pero en la crisis inicial tú ejerciste tu autoridad, que ha hecho que ahora disfrutes de esta unanimidad en el partido.
La autoridad fue someterse a una moción de confianza con los militantes, renovar la ejecutiva y hacer un plan estratégico para los próximos años. También es verdad que salió del partido gente que no confiaba o no creía en el modelo que teníamos, con primarias. Ya no en política, en la vida en general uno no tiene que decir que es el jefe, simplemente tiene que ganarse la autoridad moral y la ejemplaridad para serlo. Y siempre he dicho que el día que yo tenga la menor sospecha de que mis compañeros piensan que hay una persona mejor no hará falta que esperen a unas primarias, sino que seré el primero en darme cuenta. Hay una parte de compromiso de renovación casi diaria con la gente que es mucho más importante que la autoridad que te pueda dar la votación en un congreso.
Cuando llegue este día, ¿crees que habrá «riveristas»?
No lo sé, no me lo he planteado nunca.
Si existieran, ¿qué te gustaría que los definiera como tendencia?
Respeto mucho las corrientes ideológicas de los partidos y los grupos personales, porque siempre he dicho que todo éxito llega cuando hay un gran grupo humano que se articula, sea en el deporte, la política o la empresa. Cada cual sabe el rol que juega y es una pieza en un engranaje. Y creo que en Ciutadans hemos conseguido esto.
¿Pero cómo se definiría?
Si dejo la vida pública activa y la política, es un ejercicio excesivamente difícil para mí pensar como sería. No me interesa nada, no me preocupa. Aquello importante son las ideas que defiende un partido. Siempre he dicho que mientras yo esté aquí, el talento tendrá su sitio. Quien venga y quiera participar —aunque sean independientes, como hemos hecho en estas últimas elecciones— será bienvenido, siempre he pensado que los mejores tienen que estar representados y tiene que haber mecanismos para que la gente pueda elegir. Y me gustaría que esto fuera una connotación que esté muy presente, no me gustaría que esto acabara como otros partidos, donde el talento perjudica y se ve con cierta desconfianza a quien tiene capacidades. Me gusta tener equipos con gente que tiene capacidad.
Hablando de Rosa Díez, nos dijo que habíais intentado poneros de acuerdo pero que no había sido posible. Según ella, Ciutadans es un partido regional y UPyD, un partido nacional. ¿Qué historia hay detrás de esta excusa?
El hecho de que nosotros estemos intentando dar el salto al Parlamento Europeo y, en un futuro, entrar al Congreso de los Diputados es lo que demostrará que este argumento no vale. El argumento no es que un partido tenga representación en una comunidad autónoma, en dos o en cuatro. Si no me equivoco, UPyD tiene representación en dos, Madrid y País Vasco. Sería como decir que UPyD es un partido madrileño o vasco. Y yo creo que no lo es, es un partido de ámbito nacional que está presente allá donde los ciudadanos lo han votado.
¿Una mala sintonía personal?
Por mi parte nunca, siempre lo he dicho.
¿Y por su parte?
Yo no puedo hablar por Rosa Díez, pero no me sacarás un titular con esto, ¿eh? Tú la entrevistaste, ¿verdad? Pues ya está, ¿qué quieres que te diga?
Por qué no estáis juntos.
Su argumento no se aguantaba entonces ni se aguanta ahora, siempre lo he pensado: no es una cuestión de dónde tienes representación sino de qué proyecto tienes para el país y qué principios defiendes. A nivel personal no ha pasado nunca nada malo, porque tampoco ha habido ocasión. Rosa Díez nunca ha querido hablar con nosotros. Hay una paradoja, y es que la misma líder que estuvo gobernando con el PNV muchos años y que ha tenido el apoyo de Álvarez Cascos para tener grupo parlamentario tenga capacidad de diálogo con los que se supone que piensan muy diferente pero después con nosotros es incapaz. Es una cuestión de formas, de cómo entiende cada cual la vida pública. A mí me importa más mi país y cómo funcionan los valores que defendemos que mi partido, y soy el presidente de un partido. Quizá partimos de tradiciones diferentes: ella parte de la Transición y de haber sido de un partido grande durante mucho tiempo y Ciutadans se formó de otro modo. Al final el tiempo acabará diciendo dónde está presente cada partido.
¿Hay espacio para los dos?
Creo que sí, y además lo reafirman todos los sondeos. Todos sitúan a UPyD creciendo y a Ciutadans dentro del Congreso, a UPyD creciendo en el Parlamento Europeo y Ciutadans dentro, en Cataluña Ciutadans está creciendo muchísimo… Quiero creer que esto se acabará consolidando y Ciutadans estará presente no solo en las instituciones autonómicas sino quizás también en las del Estado y las europeas. Nosotros estamos intentando aglutinar, sumar y poner cosas en común de una sociedad civil que se tiene que organizar para tener plataformas políticas. Y la visión de UPyD quizá es diferente por su origen y la persona que lo forma.
¿Crees que en Cataluña la política se está polarizando? Y si es que sí, dado que el nuevo escenario te beneficia, ¿te provoca algún sentimiento ambivalente?
Esto me lo han preguntado muchas veces en entrevistas. Pero no del mismo modo, no sufras.
Gracias.
Es justamente el sentimiento que tengo. Estamos creciendo en este contexto, pero no me hace feliz, me preocupa porque lo que hay detrás de todo este debate es una frustración, desde mi punto de vista, para aquel que sea independentista y no lo consiga y una preocupación por parte de todos aquellos que no lo somos, que se añaden a los problemas que ya hay. Si pudiera hacerlo como acto simbólico, quizás renunciaría a crecer y tener más escaños si en Cataluña tuviéramos una cierta tranquilidad política, nos dedicáramos a gobernar las competencias que tenemos, debatiéramos temas comunes… ¿Por qué no hablamos de un plan de infraestructuras donde estamos de acuerdo todos los catalanes? ¿O de la financiación autonómica, donde casi estamos de acuerdo en el 90% de las cosas? Quizás reivindicar aquello que nos une nos daría más fuerza para tener nuestra autonomía, nuestras competencias y nuestros recursos. Pero creo que se ha tensado tanto la cuerda que ya no hay unanimidad o amplias mayorías en temas muy importantes, sino que el debate se ha polarizado. Y cuanto más tenses, más gente se cae del caballo. Ahora se vende una unanimidad cuando la realidad es que Convergencia, Esquerra e Iniciativa son quienes están en un espacio, y después PSC, PP y nosotros, con matices, estamos en otro. Y esto polariza las votaciones en el Parlament.
Abres tu libro con una cita de Victor Hugo («No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo») que podría servir para comenzar un libro de Artur Mas, también. O de casi cualquiera. ¿A quién le ha llegado su momento?
Yo lo aplico a mi idea, está claro. A la idea de que hay que transformar España, de que hay que hacer los Estados Unidos de Europa… Para mí la idea es que el signo de los tiempos va en el sentido contrario, no creo que haya llegado el tiempo de hacer países más pequeños, levantar fronteras y hacer separaciones. Ha llegado el momento de unificar espacios más grandes en un mundo globalizado y creo que nuestro espacio natural es la Unión Europea y estos Estados Unidos de Europa que defendemos. Y que España se tiene que modernizar y transformar, porque después de la Transición hay muchas cosas que se han hecho mal y se tienen que cambiar: ley electoral, educación… Para mí ha llegado el momento de esta transformación en España y Europa. Para otros no, y lo respeto, pero no creo que sea el tiempo de separar países, sino más bien lo contrario.
Si volvieras a participar en la Liga de Debate Universitario, donde puede tocarte ir a favor o en contra de cualquier tema, ¿qué argumentos darías a favor de la independencia?
¿A favor? Tengo un problema. Yo me situaría en una posición, para entendernos, escocesa o canadiense. Si yo fuera independentista, por estrategia, intentaría buscar esta posición. Encontremos la fórmula para hacerlo pero no fuera de la ley. Pero aquí se han traspasado todos estos límites haciendo preguntas unilateralmente. A compañeros les he dicho que, si yo fuera ellos, iría por esta vía para intentar conseguir que algún día esto se pueda hacer, aunque sea a largo plazo.
Cuando ves al enemigo equivocarse lo mejor es no distraerlo, dicen.
Sí, pero en esto creo que soy honesto. Tengo compañeros aquí y amigos en otros partidos que son independentistas, y a veces les digo que, con toda la humildad, es mucho más razonable y más fácil de explicar y vender cuando dices: «Acepto que tú tienes las competencias, pero aquí hay gente que quiere hacer un referéndum. Fíjalo tú, pero hablemos y decidamos cómo lo podemos hacer, si se tiene que modificar la Constitución o no». El otro día en el debate del Congreso esta idea estuvo bastante presente. Por eso yo decía que llevar este debate al Congreso era un tiro en el pie por parte de quien dice que quiere declarar unilateralmente la independencia, porque es contradictorio. En el fondo me estás diciendo que reconoces que no tienes la competencia. Si te declaras soberano no tiene sentido que pidas permiso. He hablado con algunos compañeros de aquí que reconocen que es contradictorio llevar este debate al Congreso y después decir que no pasa nada, que seguimos igual. Has quemado un cartucho, pero con una cierta contradicción. Y el hecho de que el president no fuera hay una parte del independentismo que no lo entiende. Si yo tuviera que defenderlo intentaría irme hacia un modelo como el del Quebec, intentando forzar el cambio de la Constitución o preguntar por el cambio de la Constitución, que era la pregunta en el Quebec: «¿Quiere usted cambiar la Constitución para reconocer el derecho a la autodeterminación?». Les recomendaría esto, pero no sé si me harán mucho caso.
¿Qué persona que se haya declarado independentista te gustaría tener en favor de tu causa y cuál de tus correligionarios preferirías que no lo fuera?
[Se lo piensa mucho rato] Del espacio independentista… claro, primero se tendría que ver quién lo es, porque si vas a Convergencia no sabes si lo es o si se ha convertido. De los de pata negra, Xavier Sala i Martín, por ejemplo. A mí los buenos profesionales me gustan aunque no sean de mi ideología. Creo que por su trayectoria es una persona potente. Y a la inversa, enviaría al ministro Margallo [Ríe].
En el prólogo de tu libro, Juan Verde alaba a Ciutadans como una gran movilización cívica. Y es cierto, pero hay otras de magnitud equiparable o mayor.
Las situaciones son incomparables, no es lo mismo convocar por el Facebook que por la televisión pública o que lo haga el presidente del Gobierno. Y no hablo de este caso en concreto, sino en general. Por ejemplo, a mí no me gustó cuando el PP utilizó la expresión de «la mayoría silenciosa». Este concepto no me gusta. Las mayorías tienen que ir a votar. Si empezamos a pensar que la gente tiene que aceptar que se tiene que ser silencioso… no, la gente tiene que ir a votar en unas elecciones convocadas democráticamente, esta es la manera de hablar en democracia. Y uno tiene que defender las mayorías parlamentarias por las competencias que uno tiene. La paradoja del debate del Congreso es que se habla de que fue Cataluña a defender no sé qué, pero resulta que en el Congreso de los Diputados, de los cuarenta y siete diputados de las provincias catalanas que había, veinticinco votaron en contra. Aquello demuestra que Cataluña no solo no es unánime sino que realmente está muy polarizada, porque veinticinco-veintidós es casi la mitad, igual que aquí es un cincuenta y nueve y un cuarenta. No se puede hablar de unanimidades, ni siquiera de mayorías amplias ni silenciosas. El último capítulo del libro se llama «Muévete», no quiero que la gente se quede en casa y sea silenciosa. Respeto mucho que la gente se movilice por cualquier idea democrática. Ya lo dijimos cuando la cadena humana. Había quien decía de romperla, pero si se convoca democráticamente una cadena o una marcha y yo lo respeto. Otra cosa es que yo critique públicamente que se destine dinero público o que el Gobierno se sume, pero no estoy en contra de que la gente se movilice, faltaría más.
Hagamos un ejercicio mental y eliminemos el nacionalismo de la ecuación política española. ¿Cuáles son ahora los grandes problemas de España?
El primero es el paro, el segundo es la corrupción, el tercero es la economía y el cuarto es el sistema democrático y de separación de poderes. Y esto no es una opinión, es lo que dice el CIS. Nosotros defendemos una transformación de España porque creemos que el separatismo ha crecido precisamente en un caldo de cultivo de una España que no funciona. Lo que pasa en Cataluña no es causa de los problemas de España, sino consecuencia. En este sentido, hay muchos aspectos del país que se tienen que reformar, pero lo que están haciendo el PP y el PSOE es lo contrario: están blindando el sistema judicial, la politización de las cajas de ahorro, no hacer un pacto por la educación sino una ley que cambia cada cuatro años… hay muchos temas del país que no funcionan.
Hablamos por ejemplo de la educación. ¿Financiamos las concertadas, incluso las que tienen visiones excluyentes y separan niños y niñas?
Una red pública única donde las concertadas participen a cambio de someterse a los criterios públicos. No puede ser que una concertada no respete los contenidos que defiende el sistema público. El ejemplo más paradigmático es Cataluña, donde tenemos una red de cerca del 50% concertado. Estamos a favor de que las concertadas puedan dar un servicio público a cambio de un dinero por alumno, pero a cambio de esto el tema religioso no puede entrar. A ver qué pasa al final con la ley Wert, si sale adelante o el recurso funciona, pero que no se mezcle una cosa con la otra. Igual que no nos parece bien que escuelas privadas que separan a los niños según el sexo tengan dinero público. Respeto que un padre quiera llevar a su hijo a un sistema diferente al público, pero una cosa es que me parezca bien y otra que lo pague. La red pública tiene que ser única y las concertadas se tienen que incorporar a esta red, con el sistema de puntos. Es lo que más o menos tenemos, aunque a veces con algunas disfunciones y algunos como Convergencia acaban financiando colegios que siguen este tipo de métodos, que no lo juzgo pero que no creo que sean un espacio público.
Tanto tú cómo yo fuimos a clases de Francesc de Carreras. Si es verdad que la educación adoctrina, ¿en quién de los dos falló?
[Ríe] Hombre, a la universidad ya llegas crecidito, pero sí es cierto que la educación es fundamental en un país, y lo que estamos defendiendo es que la educación en Cataluña no sea una escuela de identidades sino de calidad, y para eso nos tenemos que poner de acuerdo en muchas cosas: el modelo educativo, los contenidos, el modelo lingüístico… muchos temas en los que no estamos de acuerdo con lo que está haciendo el Gobierno.
Tú eres un hijo de la inmersión, igual que yo…
… yo soy hijo de mis padres.
Y yo de los míos, pero ya me has entendido. Eres producto del modelo educativo de la inmersión y de la escuela concertada, con sus particularidades; eres un tipo de contraejemplo del que denuncias.
De vez en cuando salen productos defectuosos [Ríe].
¿El defectuoso eres tú o somos todo el resto?
No, soy yo, evidentemente. Si miro el libro de Historia de la escuela, me explican la guerra de 1714 como una guerra entre Cataluña y España… Uno tiene inquietudes y después ve que era una guerra civil e, incluso, internacional, para poner un ejemplo muy concreto. O ver el mapa de los Países Catalanes en lugar del mapa autonómico, cuando es un mapa totalmente político.
Por lo tanto, ¿lo que tú eres ahora es gracias a esto o a pesar de esto?
Mucha gente estudió durante el franquismo y no todo el mundo era franquista. Cuando vemos aquello de «Una, grande y libre» decimos que era una barbaridad, y…
¿Lo estás comparando?
No estoy comparando el franquismo con la democracia, pero cuando uno intenta meter el independentismo o el nacionalismo en la escuela —y me es igual si es nacionalismo español, catalán, italiano o alemán— al final intenta construir una identidad en la escuela, y con esto no estoy de acuerdo. En la escuela no se tiene que hablar de construcciones identitarias, en todo caso de derechos, obligaciones, leyes, marco democrático, Unión Europea… Llevamos al Parlament que ocho o nueve escuelas colgaban esteladas, cuando es un espacio público, no es el balcón de la casa de alguien. Estoy poniendo ejemplos de cosas que algunas no las he vivido, pero otras las estoy viendo ahora. En Cataluña se ha intentado utilizar la educación —y digo intentar, no siempre se consigue—, hay una voluntad política de intentar hacer que la escuela sea un espacio de construcción de un imaginario colectivo, con una visión nacionalista. Y no lo digo yo, lo dice el preámbulo de la ley de educación. Y los presupuestos de la Generalitat dicen que Tv3 es un instrumento de construcción nacional, y yo pensaba que era un medio de comunicación público. Hay muchos espacios públicos que están siendo utilizados para la construcción de una identidad colectiva y no para lo que tendrían que ser.
Más temas. Con la inmigración, ¿qué hacemos? Votasteis con el PP para restringir el acceso de los llamados ilegales a la sanidad universal.
Tenemos que hacer lo mismo que Francia, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra…
En Francia expulsan niñas gitanas en horario escolar.
Hollande no es sospechoso de ser de extrema derecha, ni tampoco el SPD alemán. Lo que hacen es que si eres residente en nuestro país y tienes permiso de residencia puedes vivir, y además en España te damos tarjeta sanitaria universal. Pero si eres turista, si has entrado y se te ha acabado el permiso o no tienes permiso no puedes tener una tarjeta universal gratuita en ningún lugar del mundo —excepto España— por el hecho de haber entrado como turista o haberte colado sin papeles. Defendemos una posición progresista: un servicio público para todo el mundo que sea nacional o residente. En definitiva, lo que queremos es regularlo. Presentamos una propuesta para garantizar el servicio público —cosa que el Gobierno no está haciendo cuando recorta urgencias o no cumple con el decreto de listas de espera— y pidiendo que no se repartan 110.000 tarjetas sanitarias a personas que no tienen el permiso de residencia porque lo que se conseguirá es incrementar el gasto y tener que recortar lo que tenemos. Buscamos el equilibrio financiero, pero garantizando lo que dice la OMS respecto los servicios fundamentales de sanidad. Pero la tarjeta gratuita que da acceso a todos los servicios tiene que ser para nacionales y residentes.
Dejando de lado la sanidad, si mañana eres ministro de Interior, ¿qué hacemos con la valla de Melilla?
Antes que nada cumplir con la ley, porque actualmente no se está haciendo. Esta devolución en caliente que se está haciendo no es legal. Se están haciendo devoluciones sin saber si las personas son menores de edad, mientras que tanto la ley internacional como la española obliga a identificarlas para saber si es un menor o un exiliado político. Por otro lado también tenemos que ser realistas y, si somos las fronteras de Europa, y Melilla lo es, tendríamos que tener una posición europea y ayuda, aquí y en los países de origen. Podemos hablar eternamente de lo que pasa en la valla, pero lo que pasa a fin de cuentas es que hay países donde hay guerras, mafias y gente interesada en que esta gente sea carne de cañón de este drama humano que tenemos, como aquellas imágenes lamentables del otro día, que parecía una crucifixión con las famosas concertinas. Estamos planteando que este debate sobre fronteras e inmigración se eleve a una competencia europea y que los criterios sean homogéneos en toda Europa.
A menudo te acusan de lerrouxista, que es una cosa que no entiendo porque Lerroux, por lo menos, iba contra la iglesia, la corona y la propiedad. Pero tú no.
Yo defiendo la separación de Iglesia y Estado y una monarquía constitucional, es decir, no por gracia divina, sino que los españoles somos los amos de la Constitución y tenemos la potestad de cambiarla o no. No soy monárquico, pero defiendo que las reglas del juego son las que son, y si la monarquía no rinde cuentas, no es transparente y no está a la altura de las circunstancias los españoles tenemos que poder cambiar nuestro sistema. Y si, en cambio, el príncipe Felipe se espabila y hay un cambio importante de transparencia y otros aspectos, quizás muchos que no somos monárquicos podremos ser «felipistas», igual que mucha gente de izquierdas y republicana fue «juancarlista» y apoyó al rey en su día. Sobre Lerroux, yo río bastante cuando me lo dicen y no le doy ninguna importancia, porque hay un tipo de obsesión con esta figura política, que por cierto muy poca gente conoce y quien lo dice cree que la conoce todo el mundo.
A la figura quizá sí que se la conoce, pero se la conoce mal.
La figura se conoce poco, en este país tenemos poca cultura democrática política y poca memoria, es un tipo de adjetivo peyorativo con muy poco conocimiento de la figura, del momento o de lo que defendía. Y no olvidemos que al final fue presidente del Gobierno. Pero río bastante cuando me lo dicen porque supongo que hay gente que cree que me ofende cuando me lo dice, pero a mí…
¿Alguna vez te han ofendido?
Más que ofender, me hace daño cuando la gente va por la parte familiar o personal, pero políticamente no tengo la piel fina. Tengo la piel bastante gruesa si no, no podría estar donde estoy. He jugado a waterpolo muchos años, que es muy duro, y me enseñaron que cuando uno está metido en un mundo como este tiene que aguantar. Tienes que pensar por qué te han dicho tal cosa, muchas veces intento quitarle hierro a cuestiones de este tipo. En las redes sociales, si me tuviera que ofender cada vez que me dicen algo, no viviría. O paso o, si alguien insulta o amenaza, lo bloqueo.
¿En los pasillos del Parlament os lleváis razonablemente bien?
Sí, muy bien. Yo no considero que tenga enemigos, la vida es tan bonita que no tengo tiempo de pensar en odiar a alguien o sentir rencor.
Los que te enviaron una bala dentro de un sobre no deben de ser de la misma opinión.
Pero esto no ofende. Lo que pensé en aquel momento es que cómo podía ser que gente de diecinueve años llegara a hacer esto. Mi reflexión fue una preocupación como sociedad. ¡Con diecinueve años no has tenido tiempo de odiar tanto! Porque tienes que pensarlo y planificarlo. Una cosa es una pelea en caliente —a pesar de que no me he peleado nunca en la vida—, pero una cosa en frío, calculada y pensada, con diecinueve años… algo hemos hecho mal. Pero tampoco creo que sea representativo de ninguna mayoría, siempre hay alguien que se pasa de la raya. Me preocupó por mi entorno. Llega un punto en el que, quizás de manera inconsciente y para protegerte, tiras millas. No he tenido nunca miedo. Pero después te das cuenta de que está tu entorno, tu familia, tu pareja… y lo sufre. Esta quizás es la parte más delicada, y ahora que soy padre todavía más.
¿Tampoco pasaste miedo durante los disturbios del 2007 en el Parlament, que se están juzgando ahora?
Miedo no es la palabra. Vi cosas que no me imaginaba. El día antes ya nos advirtieron a todos los diputados que quizás habría disturbios y nos dijeron que aparcáramos en algún parking de fuera del Parlament y que fuéramos andando, porque entrar en coche sería muy complicado. Aparqué en un parking en los alrededores de la Estación del Norte y empecé a andar despacio hacia el Parlament. Y entonces veo mucha gente avanzando hacia nosotros rápidamente, algunos tirando botellas con pintura. Recuerdo que en la puerta de la sede de Unió Democràtica había unos cuantos diputados que querían entrar al Parlament pero se encontraban las calles cortadas por la gente haciendo cadenas humanas. No me había encontrado nunca nada así para acceder a una sesión parlamentaria. No pasé miedo porque lo evité. Nos dieron instrucciones de que fuéramos a la Estación del Norte y esperáramos a que todo pasara. Nos acabaron entrando en furgonetas de los Mossos d’Esquadra.
¡El sueño húmedo de más de uno!
Nunca me hubiera imaginado entrar como si fuera un delincuente, en furgonetas. Pero no pasé miedo.
¿Pasaste más miedo cuando te entrevistaron Pilar Rahola, Pepe Antich y Rafa Nadal?
Probablemente es la entrevista en la que más paciencia he tenido. Ya sé que es una opinión subjetiva, pero después me he encontrado gente que ni siquiera es de mi partido o ni me vota o que no piensa como yo, incluso del mundo periodístico, que me dicen «Ahí es nada lo que tuviste que aguantar». Y dentro del propio Grupo Godó. La entrevista sobrepasó el espacio periodístico, llegando a una cierta provocación: insultos, comparaciones con dictadores… Lo que pasa es que yo ya me había olido de qué iba.
¿Esta vez también te había avisado la policía?
[Ríe] La policía no. Pero ya conocía el formato. Para que te hagas a la idea, la segunda parte de la entrevista estaba prevista para unos veinte o treinta minutos y duró cincuenta y dos. Esto es lo que tiene la tele, que cuando hay algo que da audiencia, sigue. Pero me sorprendió que se alargara tanto, porque incluso había algún momento en el que me dijeron que yo era un frontón porque no cambiaba mi posición. Hombre, es que no pensaba cambiar mis propuestas según lo que dijera la señora Rahola. Pero de vez en cuando, un poco de marcha está bien.
Fotografía: Alberto Gamazo
Pingback: Albert Rivera: «Vaig prendre la decisió de què si tenia un càrrec, era per exercir-lo»
Desde las europeas estás desaparecido y en mi opinoón es muy conveniente que se te vea más. Lo digo porque muchos confiamos en tí ( en la medida de lo posible)
Pues si que tuvo suerte de trabajar de 8 a 3 en banca, eso en banca no lo trabajan ni los sindicalistas
El único lider político que me gusta
Pués ojito con los gustos: al segundo de a bordo del menda ya está en lios con la justicia por administración de dudosa ética en asuntos particulares. Todo un ejemplo a seguir, sí señor.
No corra, veremos lo que dice la justicia. Y Cañas dimitió, algo que otros…
Por curiosidad, la entrevista se realizó originalmente en castellano o en catalán?
en ambas lenguas!
¿De verdad te interesa más saber el idioma en que se expresarón las ideas que se presentan en la entrevista? Yo flipo.
Viniendo de quién vienen, es lo primero que he pensado yo viendo que había versión en catalán.
Ciudadanos no es un partido que tenga ideas. Como UPyD, no es de izquierdas ni de derechas (o sea: es de derechas) y no tiene más programa político que el nacionalismo español (y por tanto, el azote de los otros nacionalismos).
VALHUE, o quizas estes desinformado, …http://es.wikipedia.org/wiki/Socioliberalismo
He leído la entrevista en castellano y en catalán, y he puesto la misma pregunta en ambas. Lo pregunto porque Albert Rivera hace gala muchas veces de usar el castellano en el Parlament de Catalunya, y tenía curiosidad por saber si había utilizado uno, otro o ambos.
La he leído en castellano y me suena a traducido del catalán.
Muy buena pieza. Hay cosas que dice que son muy interesantes, y propuestas que seguramente un amplísimo espectro del electorado compartiría… pero creo que C’s ha escondido de forma bastante deliberada su posición en temas sociales para taparlos precisamente con cuestiones indentitarias; si para Rivera el negar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes es «progresista», es que algo extraño hay ahí.
En otro orden de cosas, para mí una entrevista con Pilar Rahola carece completamente de valor. Considero a esa señora poco más que una ‘hooligan’ y por lo tanto cualquier cosa que grite (porque esencialmente lo que hace es gritar e impedir hablar al interlocutor) tendrá un valor entre escaso y nulo. Eso sí, a Rivera tampoco se le veía demasiado incómodo; se nota que en ese aspecto tiene muchas tablas.
No dice que se le niegue la tarjeta sanitaria a los inmigrantes, sino a los inmigrantes ilegales, que me parece lógico, «progresista» o no, como establecer criterios serios para evitar el turismo sanitario.
¿La Rahola no es aquella que dijo «Usted no sabe quién soy yo» cuando, sin pagar, se llevaba el coche que la grúa le había retirado?
No, eso lo dijo Esperanza Aguirre. La Rahola dijo «Te vas a enterar de con quien estás hablando», que no es lo mismo. O sí.
El arquetipo de personaje entrevistado por ‘Jot Down’. Sorprende que no haya sido antes.
totalmente deacuerdo….es más ,por curiosidad, me gustaria saber el motivo de tal tardanza en entrevistarlo….
El mejor político q tiene españa, si fuese del psoe o del pp, arrasaría, espero lo mejor para Ciudadanos.
Es una lástima que por Andalucía no tengamos un señor como este que sea capaz de aglutinar el sentimiento político de un pueblo que está harto de ser ninguneado por unos y otros. Es posible que ni siquiera lo merezcamos.
¿El mejor político de España es alguien que no tenido que tomar jamás una decisión política más allá de la gestión de su propio partido?
Hala, voy a provocar un poquito: lo que pasa ideológicamente entre UPyD y Ci es que el primero es un partido socialdemócrata nacionalista español, y el segundo es un partido social-liberal no nacionalista. No se me alarmen, vean su web y lean sus entrevistas y me dicen, que alguien sea antinacionalista catalán o vasco no le convierte en nacionalista español automáticamente. Pero conociendo a algunos votantes mesetarios de Ci, no creo que sepan de esas diferencias…
Por lo demás, Ci podría ser el POdemos del centro-derecha, con caras nuevas y creíbles, pero ha optado por la política de tertuliano (Narta, buf…) y, en mi opinión, le resta mucha credibilidad. Más le vale aprender algunas cosas de las CUP en cuanto a organización, por no hablar de las conexiones de Ciudadanos Madrid con las grandes corporaciones energéticas (véase el caso de Ignacio Aguado, el portavoz).
En cualquier caso, un bloque Ci-UPyD haría pupa de verdad al PSOE y, menos, al PP. Sería la puntilla por el centro-derecha a «la casta».
Bueno en todo caso son muy próximos ideologicamente hablando, liberales progresistas seria la mejor definición, http://es.wikipedia.org/wiki/Socioliberalismo
Se contrapone siempre un «nacionalista español» al «nacionalista catalán». El centro del nacionalismo es la identidad. No creo que UPyD, ni Ciudadanos, sean partidos nacionalistas, pues ponen el énfasis en la ciudadanía, la idea de ciudadano. Esto no es «otro» nacionalismo, es lo contrario o lo opuesto al nacionalismo.
Claro, el concepto de ciudadano va parejo a hablar castellano. Todo el mundo sabe que si no hablas español no tienes derecho a considerarte «ciudadano».
Hemos llegado al punto en que nos parecen dudosos los que reivindican el derecho a hablar español dentro de España. Bueno, dudosos, y de derechas. Que digo yo, si reivindicar eso es «ser de derechas», qué miedo me da la izquierda. Tócate los pies.
La cuestión es que en España se hablan otras lenguas aparte de lo que algunos se empeñan en llamar «español». Dado que el «español» no existe (o existe tanto como pueda existir el «británico») es normal que la Constitución no hable de «español» sino de castellano. Sí, esa Constitución tan intocable para el PPSOE. De forma que, por supuesto, todos los que hablan del «español» en España no son más que nacionalistas españolistas de derechas. Así de sencillo.
Hombre, aquí lo llamamos castellano por respeto al resto de idiomas, también españoles, que hay en España. Y ojo, me parece correctísimo y yo intento hacerlo, igual que doy las gracias y los buenos días. Es una cuestión de educación y respeto. Pero el idioma se llama español en todo el mundo. Desde China hasta EEUU. Castellano, en todo caso, sería el modismo. Pero ni eso, a la forma del español de España se la conoce internacionalmente como español europeo.
Hay que llamar entonces catalán a las lenguas habladas en Valencia, Baleares, Rosellón y parte de Cerdeña o podemos llamarle Lemosín u Occitano?
El problema es que el derecho a hablar español en España se consigue negando el derecho a hablar valenciano en Valencia. ¿Tienes derecho a hablar español en Cataluña? Por supuesto. Y en Finlandia, también, ¿quién va a impedírtelo?
La cuestión es que en Finlandia hablan finlandés, no español, y si tú te vas a vivir allí se espera que seas tú el que aprenda finlandés y no que los finlandeses te hablen en español – incluso si saben hablarlo. Igual que tú esperas que los rumanos o los magrebíes que vienen a España aprendan español.
En España se decidió que todo Dios debía saber hablar castellano, que era lo que se hablaba en la villa y corte, y punto pelota. Bien, tenemos una lengua común. Eso no es malo. El problema, es el abuso. El discurso que vale para los que vienen a tu casa (que aprendan español si quieren vivir aquí) no lo aplicas cuando vas a la de los demás.
¿Por qué? Pues porque no tienes porqué, claro está. Si te fueses a vivir a Francia aprenderías francés, si fueses a Alemania aprenderías alemán… porque no te quedaría otra, claro. Pero puedes instalarte en Valencia, Galicia o Baleareas hablando exclusivamente en castellano – y haciendo que los locales tengan que hablarte en esa lengua, aunque no sea la que usen habitualmente. Tu derecho, en realidad, es un privilegio que ellos no tienen. Ellos están obligados por ley a conocer tu lengua. Tú no lo estás a conocer la suya, ni aunque te mudes a vivir allí. Si acaso, tus hijos la aprenderán si los escolarizas allí, y eso si no quieres darte el gustazo de obligar a los hijos de los demás a estudiar en castellano, como ha demostrado la sentencia del TSJC.
Muy pocos – muy admirables, y cuentan con toda mi estima, pero ciertamente pocos – castellanoparlantes se toman la molestia de aprender la lengua cooficial de la región en la que han decidido instalarse o incluso formar una familia.
¿Que esto podría solucionarse con campañas de concienciación y mejoras de política lingüística? Pues sí, pero no hay tal cultura en España. La mayoría de la gente piensa como tú: «si esto es España hablamos español», sin darse cuenta que mientras que no se separen los conceptos de lengua y patria aquellos que no tenemos la misma lengua acabaremos siempre por desear no tener la misma patria.
si vas a Napoles, Italia , aprendes primero Italiano o napolitano?entiendes la diferencia entre un país y una provincia, ccaa, lander etc?
La demagogia habitual. El derecho a hablar cualquier lengua no se consigue prohibiendo la(s) otra(s). Se consigue con una administración bilingüe y respetuosa con los ciudadanos que la sostienen con sus impuestos.
La cuestión de por qué una lingua franca se impone sobre las otras no solo tiene que ver con la imposición (también), tiene mucho que ver con cuestiones prácticas y con la libre elección de los ciudadanos en función de sus conveniencias.
La cuestión es simple, si el precio de la conservación es la imposición no vale la pena. Bottom line: las lenguas son medios no fines en si mismos. Su hipostatización conduce a la religión, la religión nacional.
Dinos, por favor, quién ha dicho semejante chorrada o donde lo has leído.
No te va a contestar. Los argumentos de esta gente, si es que tienen alguno, no se sostienen de ninguna forma
Verá Ud., estando parcialmente de acuerdo en lo que dice, me han faltado respuestas para preguntas que también he echado de menos: ¿Qué modelo territorial tiene Cs en mente? ¿Federal?¿Confederal? Esta es la pregunta más importante que afronta España ante una -inevitable- reforma constitucional sobrevenida y no sé si la falta de clarificación se debe a que el entrevistador no ha profundizado o a que el entrevistado ( y sus desconocidos acólitos) no sabe articular respuesta. Oiga, que UPyD tiene claro, por escrito y divulgado, un modelo territorial federal y ha sido el primer partido en proponerlo desde hace 5 años. Del modelo educativo de Cs más allá de la cuestión lingüística ni hablamos. Lo de la Sanidad, pues ya se ha retratado. ¿De verdad alguien cree viable que integrar tertulianos en proyectos bien armados arroja mayor credibilidad?? Bueno, igual en este país sí, visto lo visto.
Un partido nacionalista español pediría más convergencia con Europa? creo que en España no hay nada parecido al UKIP, que sería la referencia…
«El agente de la autoridad que diga lo que quiera, y si quieres alegar algo tienes que hacerlo en sede administrativa o judicial, pelearte es absurdo»
Estoy muy de acuerdo con esto que ha dicho. Nunca, nunca, hay que discutir con el servicio y todo el mundo sabe que los agentes de la autoridad están para servir al ciudadano y nada más…
La demagogia del entrevistador con su «En Francia expulsan niñas gitanas en horario escolar» ha alcanzado cotas nunca antes imaginadas…
¿Acaso es una falsedad? Me intriga la razón de que haya gente que diga que decir la verdad es demagogia. Otra cosa es que la verdad sea desagradable, algo que parece que hay quien no puede soportar.
Sigo sin tener nada claro qué propugna Ciudadanos para España, es todo demasiado vaporoso, pero, a día de hoy, no me desagrada el tono general de lo que dice y me he alegrado de sus resultados en las europeas. Siendo votante de UPyD, sería interesante aunar fuerzas, para que cristalice más una alternativa española real a la cleptocracia del PPOE y los descerebrados nostálgicos del Frente Popular. Quizás tenga razón Rivera: viniendo Rosa Díez de donde viene, de la jerarquía leninista de un partido grande, es más complicado ceder terreno para integrarte con otros
Hay un aspecto no tocado en la entrevista y que me interesa: el momento crítico que pasa España. La crisis del régimen de la Transición es menos, mucho menos importante que el paro y la bancarrota del modelo productivo.
Los españoles necesitan soluciones, y también necesitan ilusiones realistas. Necesitan un compromiso de cambio creíble, y que alguien les convenza de que España y los españoles van antes que la tendencia política.
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El partido de este señor siempre vota exáctamente igual que el PP en el Parlament. Entonces, ¿dónde está la diferencia entre ellos?
¿te refieres a la reprobación de Sánchez-Camacho?
Que uno está lleno de corruptos y el otro… todavía no ha alcanzado el poder.
Vaya, un «felipista»
Bravo, Albert! Eres el único líder político con sentido común e ilusionante. A medida que C’s va llegando a las instituciones (parlamento europeo, y próximamente, el congreso), podréis luchar más de tú a tú en debates con el resto de «líderes», y se verá claramente el escaso nivel de los «grandes partidos», y de los populistas-oportunistas.
Rosa pertenece a la casta aunque intente aparentar que no (gracias Pablo por esa expresión… también por el aire fresco), Albert es fantástico, creíble y en apariencia honesto. Acabemos con la porquería (todavía tienen un 60 o un 70 por ciento desgraciadamente).
La mejor definición de C’s la hizo David Fernández de la CUP, cuando los calificó de meta-falangistas. Por cierto, al señor Rivera a los seis meses de trabajar en la Caixa le dieron una excedencia para poder crear C’s, se nota la mano alargada de Francesc de Carreras.
¿Ese es el guarro de la sandalia? Todo un referente, desde luego…
Amigo, si la definición es buena, que no entro, es buena, dígala un guarro o un tipo de higiene consumada.
Si, «si la definición es buena», tú lo has dicho.
Lo que ocurre es que dentro de lo que conozco de este señor me parece un político bastante competente e ilusionante. Si a eso le añadimos la categoría de los que más lo critican, pues mejor todavía. ¿Has oído alguna vez eso de que los enemigos de mis enemigos son mis amigos?
¡Qué tontería! Los enemigos de mis enemigos pueden ser también mis enemigos pero por cien motivos distintos. ¡A ver si espabilamos!
«el guarro de la sandalia». ¡La ha clavao! Esa es la definición buena.
Tienes toda la razón, lo más educado habría sido darle las gracias a Don Rodrigo de Rato y Figaredo por su excelente trabajo y su constante sacrificio personal por el bien de su país y de sus conciudadanos.
Pues David Fernández es un fascista. Ni meta ni mata. Fascista, sin más.
La mejor definición de la CUP es neocarlismo maoista de falansterio. Y eso con perdón del tradicionalismo.
Bravo.
Este tío siempre con la sonrisita y mimado por la prensa derechista da grimila. No sé que repugna más, un ridi imperialista español o un ciudadano del mundo
Nos hemos vuelto a pasar con la bebida?
Imperialista español? Enhorabuena. De momento ganas el premio al comentario más chorra. Prueba de nuevo, siempre os podéis superar
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Veo a la gente con muchas ganas de criticarlo pero muy pocos motivos para ello. En realidad ninguno más allá de la discrepancia ideológica.
A mí me inspira confianza.
Ese es el problema que le vemos el resto. Que es un tío guapete, simpático, joven, que parece que tiene ilusión, ganas de cambiar las cosas, sabe hablar en público, transmite confianza… y en el Parlamento siempre defiende las políticas más reaccionarias (a menudo del PP, pero también de CiU).
¿Sabes qué otro político español tenía las mismas características que Rivera? El joven Gallardón. Para que sepas lo que te espera si algún día llega a mandar algo éste.
¡Coño! ¿Y cuándo te hemos votado para que hables por el resto?
«¿Sabes qué otro político español tenía las mismas características que Rivera?» Verstrynge. Vamos que Rivera acabará de izquierdista ricacho (valga el pleonasmo) escracheador de la vicepresidenta del gobierno del 43, más o menos, según la visión de nuestro represantante Valhue.
En fin.
Por «el resto», se entiende toda esa «gente» que Dubs asegura que se está metiendo con el señor Rivera por ninguna razón en concreto más allá de la idología. Se trataría, pues, de una defensa del porqué de esa animadversión no razonada.
Vamos, que es un lobo de la derecha con piel de cordero, porque nadie salvo el típico despistado que no tiene ni puta idea, verbigracia el señor Villana, pueda pensar que este tío es de izquierdas.
Concretamente en qué punto del programa de C’s ves ideas de «derechas»? Y no me salgas con lo de la defensa de la unidad del estado que llamo a Roberspierre para que te corra a gorrazos jacobinos hasta que des con tus reales en la clase de primero de Marxismo (Tema de hoy, internacionalismo proletario y centralismo democrático)
Puedes exponer algunas de esa políticas reaccionarias para que nos hagamos una idea?
Ciudadanos no se si llegará a triunfar en España, solo veo propuestas y cierto movimiento a nivel nacional cuando se aproximan elecciones, el resto solo veo actividad real en Cataluña, esto me ha echado para atrás a la hora de votarles.
El tema es que UPyD no quiere en Cataluña a alguien que no pueda controlar directamente, además, Ciudadanos no incide de una forma tan bestia en la idea de España ni tiene una personificación tan fuerte y tan «manipuladora» como la de Díez en UPyD (y eso que Rivera es la única cara visible del partido a nivel popular).
Entrevista fácil para Albert y muy superficial, no se aborda ningún tema polémico, es todo un masaje.
Buena entrevista.
Hoy en día , habría que preguntar sobre qué opina de la próxima Jefatura del Estado con Felipe VI., y si cree que España necesita de un líder capaz de reformar la Constitución, formando un comité coordinador del cambio que lograran el consenso de la mayoría de los partidos políticos para presentar a los ciudadanos un referéndum con las reformas de una segunda transición que pusiera al país en movimiento acabando con el excesivo paro, la corrupción, los despilfarros y el sistema educativo prioritariamente
Lo de este personaje es de estudio sociologico. Su unica propuesta es cargar contra todo lo catalan (tradicion, lengua, instituciones, tradiciones…) y claro los cuatro no integrados, y fuera de Catalunya lo apoyan. Es la catalanofobia personificada. Esto solo puede pasar en Catalunya, que un partido con la unica propuesta sea reducir los derechos de su comunidad y consiga escaños en su Parlamento. Lo nunca visto.
Me gustaria ver su propuestas en otras comunidades con historia y tradiciones diferente a la castellana, por ejemplo Andalucia, Galicia, Canarias… La vision de Catalunya de este tipo es lo mas desvirtuado que existe. Ademas demuestra ser un inculto al creer que los derechos se consiguen actuando «dentro de la (su) legalidad». El esclavismo, el sufragio universal, los derechos de los trabajadores no se consiguieron mediante la legalidad, sino mediante la desobediencia y luego fueron reconocidos. Este tipo no viene a traernos nada nuevo, huele a viejo y podrido
Estoy de acuerdo en eso de la desobediencia. Pero es que en Cataluña el desobediente es Albert Rivera. A no ser que tu concepto de desobediencia sea estar de acuerdo con el poder que, según los periódicos, en este momento lo ostenta CiU y ERC.
Ser opositor al gobierno no es lo mismo que desobediente. El señor Rivera representa el inmovilismo y la obediencia absoluta aun sistema caduco recogido en una constitucion. En cambio los partidos del govern y en la oposicion en el parlament, pretenden crecer democraticamente y en dar mas derechos a sus ciudanos, porque asi se lo ha pedido la ciudadania en manifestaciones y actos.
El problema es que siempre, por debajo de la barretina, os asoma el totalitario. Quién carga contra «lo catalán»? Y sobre todo, quién define «lo catalán», tu? Los que no piensan como tú (los que están fuera del grupo selecto) son no integrados? Los últimos sondeos los ponen (a los no integrados) 3-4 fuerza política, a lo mejor os lo tendríais que hacer ver vosotros, los integrados. Velar porque se cumpla una constitución democrática no es reducir derechos (es más, seguramente es garantizarlos para más de uno). Aunque tú no lo creas hay gente en Cataluña a la que ser catalán no le impide ser también español (y otras muchas cosas). Incluso hay gente que se siente española a secas, qué le vamos a hacer.
Deberias definirme totalitario, porque lo que hice fue defender un referendum democratico, respaldado por la ciudadania y aprobado en el parlament.
Lo catalan no lo defino yo, pero si lo defiendo, como deberiamos hacer todos los «españoles» con nuestras culturas. Porque las culturas enriquecen, no empequeñecen. Y en cambio se prohibe la enseñanza en catalan, y al Sr. Rivera le parece fantastico que se imponga el castellano.
Tu por sentirte español en Catalunya pocos problemas tendras, pasate cualquier domingo por Cornella-El Prat, estadio del Español de Barcelona, pero en cambio si celebras la diada en Madrid, la ultraderecha te ataca violentamente.
Y debajo la barretina lo que hay es seny i rauxa.
Lo último que podía pensar que alguien dijera: «Y en cambio se prohíbe la enseñanza en catalán, y al Sr. Rivera le parece fantástico que se imponga el castellano». Dos absolutas falsedades. Y te habrás quedado tan a gusto.
1.- Si acaso se prohíbe algo en Cataluña es la enseñanza en castellano. Por favor.
2.- Enséñanos cualquier entrevista, folleto, programa, lo que sea, en la que el Sr. Rivera diga que se tiene que imponer el castellano.
Y, efectivamente, la ultraderecha puede atacar una sede en Madrid donde se celebra la diada. Pero tú lo has dicho: la ultraderecha. A no ser que creas que en Madrid son todos de ultraderecha; la verdad es que no me extrañaría.
Gracias por puntualizar.
Pero te equivocas al decir que se prohibe, tu solicitas educacion en castellano y resuelto. Porque se decide enseñanza en catalan porque asi lo quiere el parlament, y la enorme mayoria de la poblacion lo comparte.
Y desafortunadamente la ultraderecha campa por todo el estado, gracias a unas leyes bastante permisivas con estos tipos, que en 24h ya estaban en libertad.
Una puntualización: C´s no impone el castellano, lo que pide es que se cumpla la ley y las horas de impartición, vamos, que el sistema sea bilingüe de facto.
Por cierto, de tus palabras se trasluce que se sale de los guetos charnegos no hay forma de sentirse español en libertad en Barcelona, no digamos ya ondear una bandera española en el balcón de tu casa en Vic, por ejemplo.
Y ya vale lo de exprimir el show de 15 fachas un día que, por cierto, fueron identificados y detenidos inmediatamente. Se llama «ley», y por eso hay que cumplirla.
Si creemos que el castellano es la lengua a preservar en Catalunya es que no conocemos la realidad, o como hace el Sr. Rivera la manipula. Si el Sr. Rivera es bilinguista que cuente cuantos medios de comunicacion en lengua castellana podemos oir, leer y ver por TV, porque te aseguro que no sale 50%. La cantidad de libros publicados en uno y otra lengua… Y de momento no tiramos antenas para impedir la señal de TV, como si hizo la generalitat valenciana para impedir las emisiones de TV3. Lo que digo es que no comparto esa vision de la lengua como algo negativo, algo a erradicar, y una herramienta para conseguir votos. Porque educacion en castellano en Catalunya lo han solicitado no llegan a 200 familias, y no se les ha negado, pero la gran mayoria esta satisfecha con la educacion en catalan, y en cambio hay decenas de miles que la solicitan en Baleares y se les niega.
Lo de la bandera, prueba tu de ondear la estelada en Alpedrete, a ver que pasa, porque animales en todos lados desgraciadamente.
Y las leyes no estan para cumplirlas sino son justas, por eso se modifican, o son organicas y caducan.
«Animales hay en todos lados», eso es lo que fueron lo 15 imbéciles que la montaron en Blanquerna (que, por cierto, frecuento). Estamos de acuerdo en que usarlo como argumento en su anterior comentario fue una tontería.
Las leyes son leyes, que sean justas o no es interpretable siempre: no me lo parecen cuando me ponen una multa por ir a 71 kmh en vez de 70, que es el límite, pero el hecho es que no la he cumplido. Igual sucede con las 200 familias que usted aduce en el caso del español en el sistema educativo: la ley es que es y hay que cumplirla. Cuando haya otra, le parece igual de bien o mal a alguien y eso no le exime de cumplirla. Vamos, algo de primero de derecho… Lo que es interesante es que en Cataluña se haya instalado la idea de que las leyes injustas no se han de cumplir, empezando por la Constitución. Si es injusta o no lo decide ERC, por ejemplo.
Y no, el español no está en peligro en Cataluña (nadie con dos dedos de frente lo dirá), lo que sí que objetivo es que ya hay de facto un efecto de diglosia, en el que el español es la lengua de la chacha y el cani, y el catalán (con la ideología mayoritaria que le acompaña) la variante del guay gafapasta. De manera que el cani que quiere pasar por gafapasta se pasa corriendo al catalán.
Como español, siento que el catalán forma parte también de mi patrimonio. Estoy dispuesto a mantenerlo y protegerlo y promoverlo, pero también quiero que, si tengo que ir a trabajar dos años a Barcelona, que sigue siendo parte de mi estado, mis hijos no tengan que sufrir el no hablar catalán en sus notas. Ya intentaré yo que lo hablen, lo respeten y lo conozcan, pero que nadie me lo imponga (y menos acompañado de narraciones mitológicas que esconden la protección de los intereses de las cien familias de siempre).
No estoy de acuerdo con tus comentarios.
Las leyes injustas, no se deben cumplir, se deben denunciar a organismos superiores, las tienes que hacer visibles a otros ciudadanos y luchar para que no lo sean. Y si se cumplen es por el miedo a sanciones desproporcionadas. Porque asi es como se evoluciona hacia sociedades no mas legalizadas sino mas justas, que en ocasiones no es lo mismo. Y si, ERC dice que la constitucion para los españoles, porque desean una sociedad mas democratica, pero no es la unica fuerza politica que opina en este sentido dentro y fuera de Catalunya.
Gracias por el chiste de que hablamos catalan porque somos guays y modernikis, hacia tiempo que no me reia tanto. Si crees que solo hablan catalan los intelectuales y el resto porque no se nos vea la humildad y las vergüenzas intentamos hablar catalan es que no conoces Catalunya. Te invito a ello, a conocer Catalunya y veras una realidad diferente a la que vende el Sr. Rivera.
Y por ultimo si respetas el catalán y crees que es parte de tu patrimonio como español, tranquilo que el departament d’ensenyament dispone de recursos suficientes para que lo conozcas sin afectar tu rendimiento.
Se nota que no tienes ni pajolera idea de Derecho. «Las leyes injustas no se deben cumplir», te has lucido. El que una norma sea «justa/injusta» es algo que pertenece al ámbito exclusivamente subjetivo y personal de cada uno; la justicia es relativa. El hecho de que tú, o ERC, o PP o quien sea se erija como «poseedor de la justicia suprema» e incumpla las leyes porque A SU MODO DE VER son injustas es ni más ni menos que hacer un golpe de Estado propio de un pensador totalitario. «Y si se cumplen es por el miedo a sanciones desproporcionadas» te aconsejo seriamente que te lo hagas mirar.
Pues resulta que la sociedad en la que vivo no me parece justa, muy legal pero no justa.
Por ejemplo la nueva ley del aborto, que no se pueda abortar porque al señor ministro de justicia, no la de sanidad, el de justicia y dejame dudar de sus conocimientos medicos, me lo prohiba y tu tengas que criar a una persona que nace con malformaciones o que el embarazo suponga un riesgo para la madre… Pero como todo es muy legal, muy parlamentario y muy democratico, y muy constitucional pues no me quejo y a estudiar Derecho.
Y si no te parecen desproporcionadas las sanciones del nuevo codigo penal, que por cierto no recoge nuevos delitos por corrupcion, a mi si me lo parecen y puedo opinarlo, lo siento todavia vivimos en un pais algo democratico
Opina lo que te dé la gana; pero cuando uno opina de algo y no sabe de lo que habla corre el riesgo de hacer el ridículo, y eso es lo que te ha pasado.
Bueno, eso de sentirte español en cataluña es relativo. La ostia que me llevé por llevar una camiseta de España durante el Mundial que ganamos en el 2010 no me la quita nadie.
La violencia nunca esta justificada, lo siento
¿Por qué pides perdón? ¿Acaso lo golpeaste tú? Igual es que te sientes corresponsable al compartir ideología con los que le untaron la cara a leches por llevar una camiseta de determinados colores. El inconsciente te delata. Presuntamente.
tio, tienes un problema de comprension lectora. Solo digo que no me gusta la violencia. Lo demas son paranoias tuyas.
Y añado a lo anterior que ni soy ultra ni fascista ni nunca me he metido con nadie, ni peleado. Mi pecado es prentender ir a ver un partido de fútbol con la camiseta de España. ¡Ya ves qué fascista soy, eh!
La ultraderecha también está implantada en Cataluña. Pero cambian de bandera.
Y no hablar ya de la manipulación histórica en algunos libros y por parte de algunos profesores. Eso sí es digno de denunciar. Es lo mismo que hace la Iglesia con la religión católica, pero cambiando la fe de Cristo Rey por la fé nacionalista.
Los que atacaron la sede de UPyD en Barcelona y los que boicotearon de forma tan violenta como los fascistas madrileños tenían razón y seny? y nadie dijo ni «mú» mientras que los hechos del Institut Blanquerna fueron condenados por todos, incluída UPyD, esa es la diferencia…
la boicoteada fué Rosa Díez en la Facultad de Políticas de la Autónoma de Barcelona, a quién se lanzó piedras en el uso de su libertad de expresión
El sr Rivera, lo mejorcito en el espectro político español,
¡Completamente de acuerdo, voltaire!
Como ya comente un poco más arriba, me pica la curiosidad de porque se tardo tanto en entrevistar a este politico …aqui casan bastante bien estas «propuestas» politicas…
Sobre el entrevistado…pues nada nuevo, un personaje muy entrenado para ofrecer un anti-independentismo sin dar mucho el cante y que sea tildado de derechista…pero bueno a algunos no nos la cuela, y cada vez es mas gente, al menos eso es lo que se nota :)
Que puta clase.
En ocasiones pienso que este hombre y su partido no son más que un lavado de cara del PP, ya que tan solo defienden sus mismas propuestas, pero ofreciendo una cara mas joven, mas bonita, un discurso mas moderado y liberal, y especialmente, menos polémica respecto a temas de cuentas.
Por cierto, admiro a Albert Rivera como portavoz, me parece un tipo inteligente y con gran capacidad argumentativa, sin embargo, en mi opinión, se equivoca en gran parte de sus ideas. Afortunadamente para el, es muy bueno resaltando sus aciertos y disimulando sus equivocaciones y sinsentidos (al contrario que el PP), he ahí su nicho de votantes.
PD: Nomino a Pilar Rahola como peor «periodista» de la historia.
Otro «transversal» menos creíble que el disfraz de Espinete. Otra ‘boutade’ tipo Rosa Díez que ya se está estirando demasiado en el tiempo.
Bastante de acuerdo. En cualquier caso, hay que reconocer que Rivera es infinitamente mejor que Rosa Díez. Bueno, casi cualquiera es mejor que Díez. La verdad es que no consigo entender cómo alguien puede confiar en la «renovación» política que ofrece un político tan obviamente profesional como Díez. Rivera tiene al menos mejor coartada.
Rosa no es un partido político, el partido político se llama UPyD y lo forman aquellos que pagan cuotas e intervienen en su toma de decisiones, según Transparency International obtiene una nota de 9,30 en transparencia, muy por delante del aprobado de IU y eso, lo deja muy lejos de la llamada casta.
[…]Defendemos una posición progresista: un servicio público para todo el mundo que sea nacional o residente[…]
Vaya progresismo.
Muy bueno ( porlomenos ya,se como piensa un poco mas.Siento la dexconesion con U.P,Y.D tenia la imprexion de que hiban en la misma línea. De cualquier manera dicen que la política hace extraños en la cama.Alo mejor se pueden entender en un futuro.Adelante .
Para Rosa Díez UPyD es SU partido, y no consiente disidencias ni intentos de ocupar (democráticamente) su espacio de poder (es decir, todo).
De ahí que el modelo de crecimiento sea de ‘penetración’; Es decir, plantando banderas progresivamente en todo el mapa pero asegurándose de controlar a quién se pone y, si no se está seguro (especialmente a nivel local) mejor no presentar.
Por eso, Díez nunca pactará con Ciutadans. No es controlable.
Ciutadans nació con un objetivo claro: ser contrapeso al catalanismo dominante. Pero basta mirar quienes fueron sus impulsores para darse cuenta de que en el fondo no había más que unas fobias muy concretas; así, no es extraño que Ciutadans haya tenido más de mosca cojonera que de alternativa política seria.
Ciutadans es ya un proyecto fracasado. Por dos razones: primera porque ideologicamente no se aclaran (estas pasadas elecciones algunos de sus miembros consideraban buena idea aliarse con Vox, posibilidad para otros aberrante); y segunda y principal: el partido que debía neutralizar el nacionalismo observa hoy perplejo como este ha crecido, se ha radicalizado y se ha consolidado.
Quizás hubiera sido preferible dejar las cosas como estaban (la situación no era perfecta pero sí tolerable) y abstenerse de meter maraña en una sociedad que no les pedía nada. Obviamente tienen su público y la demagogía siempre da réditos.
jaja, el futuro te sorprenderá ! espera y veras! http://es.wikipedia.org/wiki/Socioliberalismo
Como pitoniso político, mal lo tienes. Eso si, mojarte, te mojaste y tiene su merito.
Por otra parte, buena actitud por parte de Rivera, sobre todo comparado con el atajo de carcas,casta,discursos planos y con dudosa formación que tenemos. No obstante, falta lo mas importanteahora que coge peso a nivel nacional, hechos y movimientos para el cambio de la actual falsa democracia amoral bajo la que nos encontramos (bajo mi punto de vista). De momento, sigo alejado de las urnas.
Tras leer la entrevista, todavía estoy más convencida del voto que os he dado en las elecciones europeas, porque coincido plenamente con tus planteamientos Albert. Nos queda poco tiempo y un gran trabajo por hacer hasta las GENERALES, pero contamos con algo que otros ya han perdido y es ¡¡ILUSIÓN Y ESPERANZA!! porque este GRAN PAÍS FUNCIONE. ÁNIMO, MUCHA FUERZA Y ADELANTE…
Si a C`s se le quitaran los componentes anticatalanistas que quedaria? solo es una vuelta de tuerca mas del nacionalismo español, un sorpaso del pp, bien visto por la «casta» de la meseta, pero no aceptado globalmente.
Desde La Coruña…
Una pena que un individuo que parece tan equilibrado, haya buscado -o le hayan buscado- unos socios locales en nuestra ciudad (Unión Coruñesa) tan lamentables y de dudosos medios y fines.
A muchos, nos parece incomprensible.
Amigo y con-Ciudadano Albert Rivera. Leo hoy esta entrevista y solo se me ocurre una cosa. Comenzamos las Elecciones europeas con un Partido nacido y diseñado para una Cataluña española. Hoy tenemos un Partido que ha obtenido dos europarlamentarios gracias al apoyo de toda España. Ergo, hoy Ciudadanos es un Partido español y catalán. Sobre todo para los catalanes que creen en España. Es importante que esta idea sea asumida por Ciudadanos de Cataluña. Sé que hay muchas dificultades ante el próximo reto de unas elecciones probvablemente anticipadas en Cataluña, pero hay que evaluar el esfuerzo que podemos hacer nosotros y la turbamulta que habrá hasta ese momento. Te ví en la tele ayer y se me olvidaba decirte que los silencios (una vez que tienes la cámara «enchufada») valen oro, si se les administra bien. Vale ahora la frase de S. Pablo: «haya tensión entre vosotros para que surga la luz». Desde Ciudadanos de Burgos. Antonio Valverde.
C’s ese partido «progre» que es jaleado por la brunete mediática.
El único político español que me convence…
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Y TODO ESTO TIENE QUE SER ASI PORQUE NO PUEDE SER DE OTRA FORMA SI QUEREMOS SALIR DE LA CRISIS ,, NO HAY OTRA SOLUCION.
PASENLO A TODOS LOS SITIOS POR FAVOR
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