101. El tercer movimiento del Septimino de Beethoven, en realidad titulado Septeto en mi bemol mayor Op. 20., y sus efectos en el humor de quien lo escucha. Lo que estamos insinuando es que debería oírlo mientras lee esta lista.
102. Este olor:
103. Los cuentos de Woody Allen.
104. El pasaje de El barón rampante en el que los niños se reconcilian, al principio del tercer capítulo, y Biaggio le lleva a Cosimo «dos higos secos, Mino, y un poco de pastel…». Habrá retratos de la ternura más ciertos, pero yo no los he leído.
105. Las estatuas de dos mil años que están buenas.
106. La forma con la que J. R. R. Tolkien insinuó, pero nunca confirmó, que sus elfos tenían las orejas puntiagudas: en los idiomas élficos que inventó, le reservó el mismo lexema a las palabras «hoja» —«lassë» en quenya, «lhass» en sindarin— y «oreja» —«lár» en quenya, «lhewig» en sindarin.
107. Matt Harding.
108. Una gran cantidad de secuencias de Upside Down, una película de Juan Solanas. Por quedarnos con alguna, la del tango, la de cuando el protagonista se tira al mar o la de la persecución.
109. La posibilidad de que haya vida inteligente fuera de la Tierra. Si no es lo más emocionante que has oído nunca es que tienes horchata en las venas.
110. Louise Weber, La Goulue, bailarina de cancán. No la conocí, pero parecía una persona estupenda.
111. La niña del pompero. Otra persona estupenda.
112. Los gatos.
113. Las gran cantidad de personas más jóvenes que tú que son más inteligentes que tú.
114. Ser cuanto más vieja más pelleja.
115. El talento de Picasso para la pintura realista y el hecho de que no le diese la gana ponerlo en práctica.
116. Rosa Parks.
117. La biografía de Rimbaud.
118. Darle la palabra al señor Nabo.
119. Dinotopia, de James Gurney.
120. Las traducciones de poesía que priman la rima sobre la literalidad. Un ejemplo.
121. Latinoamérica.
122. El duelo final entre Michelle Yeoh y Ziyi Zhang en Tigre y dragón, una película de Ang Lee.
123. Los que se atreven a cantar encima de lo inmejorable. Neil Hannon sobre Yann Tiersen o David McAlmont sobre Michael Nyman, por poner dos ejemplos.
124. La vida en un hilo, una película de 1945 escrita y dirigida por Edgar Neville.
125. Lauren Bacall.
126. La voz de Steve Coogan.
127. El fan art delirante.
129. Este anuncio de L’homme de Yves Saint Laurent en 2006.
130. El milagro de P. Tinto, una película de Javier Fesser.
131. El realismo mágico.
132. Esta entrevista a Bill Murray, Matt Damon, Hugh Bonneville y Paloma Faith en The Graham Norton Show.
133. Las Oréades, un cuadro de Bouguereau.
134. La persona que discurrió el estilo de montaje de programas como Mujeres Ricas, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o Perdidos en la tribu, todos de la productora Eyeworks-Cuatro Cabezas.
135. La habilidad de David Sides de embellecer todo lo que toca. Aquí un ejemplo.
136. El 25 de septiembre de 1957, cuando Eisenhower desplegó a la 101 División Aerotransportada del Ejército de Estados Unidos contra la Guardia Nacional de Arkansas, que impedía la entrada de estudiantes negros en centros educativos para blancos.
137. Throne Room, de John Williams, el tema final de La guerra de las galaxias.
138. El Juego de la vida diseñado por John Conway.
139. Este color:
140. Douglas Adams, Terry Pratchett, Christopher Moore, Tom Sharpe, Neil Gaiman y en fin, todos esos.
141. Miranda Hart, Catherine Tate, Jennifer Saunders, Dawn French y las humoristas británicas en general.
142. Manolito Gafotas.
143. La certeza de que Artax en realidad no murió, porque no era de verdad.
144. Sarah Bernhardt interpretando a hombres.
145. Eyes Wide Shut, una película de Stanley Kubrick.
146. Este vídeo:
147. La parte de la trompeta en Old Town, de Phil Lynott.
148. El humahuaqueño, de Edmundo Zaldívar.
149. El piano ortofónico de Baranov-Rossiné, Baranov-Rossiné y toda la gente que ha querido convertir la música en color.
150. Las onomatopeyas. Besar el aire al decir «beso», caballos al trote en «quadrupedante putrem sonitu quatit ungula campum», Don McLean inventando la música al tararear «this’ll be the day that I die».
151. Los crescendos.
152. Pertenecer a uno de los pocos órdenes zoológicos en toda la historia de la biología cuyos miembros son capaces de manipular con las extremidades sus propios genitales. A lo mejor suena a gracieta, pero no lo es.
153. Las veinte entregas de Willam’s Beatdown. Y si hubiera cincuenta, las cincuenta.
154. La mamarrachaería socialmente aplaudida.
155. Melvin Udell.
156. Kristen Wiig.
157. Rubén Darío.
158. Lee Miller en la bañera de Hitler.
159. Este flash mob.
160. El segundo soliloquio de Segismundo en La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
161. Los últimos veinte minutos de Dogville, de Lars von Trier.
162. El forastero misterioso, una novela de Mark Twain.
163. Las sinopsis de cine de Sinopsis de cine.
164. La forma en la que está contada El atlas de las nubes, de David Mitchell. La novela, no la película.
165. John Larriva en general y este cuadro suyo en particular:
166. La sonrisa de María Pagés cuando saludaba al público al final del espectáculo de Riverdance.
167. Cualquier versión mínimamente entusiasta de Ding Dong The Witch Is Dead, la canción que celebra la muerte de la Bruja del Este en El Mago de Oz.
168. La decisión de no lanzar la bomba atómica sobre Kioto durante la II Guerra Mundial si fue, como suele decirse, para evitar la destrucción de su patrimonio histórico y artístico.
169. Grandes machos con caligrafía de niña pequeña.
170. Los fiestones de las películas de Baz Luhrmann.
171. Ficciones, de Jorge Luis Borges.
172. El plano del búho de Blade Runner.
173. Esta entrevista de Joaquín Soler Serrano a Julio Cortázar. Lo mismo podríamos decir de esta a Borges.
174. Palma Fine Books, que es una librería inglesa en Palma de Mallorca. Se puede ver en este vídeo, pero no le hace justicia.
175. Participar en un rodaje, casi en cualquier rodaje.
176. El amor entre el follaje, valga la redundancia. Quien lo probó lo sabe.
177. La entrada de la Reina de Saba en Salomón, el oratorio de Händel, tocada con un arpa.
178. The Royal Tenembaums, una película de Wes Anderson.
179. Astérix y Obélix.
180. Homer Simpson cuando era Homer Simpson.
181. Plantar batalla a las leyes más elementales de la vida.
182. La versión de Voglio vederti danzare de Astrud y el Col.lectiu Brossa.
183. El final de V de Vendetta, secuencia muy emocionante a la par que la única de la historia del cine en la que Natalie Portman sobra.
184. Los hombres con perfil de moneda antigua.
185. Las mujeres felinas.
186. Lana Wachowski.
187. Tristram Shandy: A Cock And Bull Story, una película de Michael Winterbottom.
188. El duelo entre Minerva McGonagall y Severus Snape.
189. Photoshop. Sí, Photoshop.
190. La carraca lila.
191. Simon Pegg y Nick Frost.
192. Los mambos de Pérez Prado.
193. Shoes, una canción de Reparata, y todas sus versiones.
194. El lamento por Ícaro, de Herbert James Draper.
195. Sócrates.
196. Las visiones idealizadas de la realidad. Esta misma lista contribuye a casi cualquiera de ellas.
197. Prácticamente cualquier cosa pintada por Roberto Ferri.
198. El olor de los primeros minutos de una tormenta de verano.
199. La fontanería, la luz eléctrica, la calefacción, los váteres y demás comodidades domésticas. Si no le parecen una razón para vivir, no me lo diga: ya dispone de ellas.
200. La ilusión de que el futuro será mejor.
Pingback: Otras cien razones por las que vivir
Suscribo plenamente la nº 124.
Un antiguo profesor y amigo, Juan Fernández-Treguerres, me dijo en una ocasión: «Si La vida en un hilo se hubiese rodado en Hollywood y la protagonizasen Cary Grant y Katharine Hepburn en vez de Rafael Durán y Conchita Montes, hoy habría copia en todas las filmotecas del mundo, y sería considerada un clásico».
No podría estar más de acuerdo
159. Este flash mob.
160. El segundo soliloquio de Segismundo en La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
200. La ilusión de que el futuro será mejor….
No puedo ver todos los videos, ni puedo leer todas pero hay unas muuuy chulas. jot down. Os amo,
Rubén, la forma de elaborar esta lista demuestra que te falta poner la razón 101 por la que vivir: Youtube
Pero qué pájaro tan bonito… la carraca lila <3
Qué maravilla de lista, Rubén. Amén y vuelta al ruedo para tus 100.
¡¡Ja, ja, ja, ja!! ¡Venga ya…!
Yo soy de la 147
Me suscribo a la 121 extraño mi Cadiz querida pero el tiempo que he vivir en latinoamerica te hace amarla ese calor y fiesta que reina en este lado es único y que buena lista aunque deberían volver a hacer énfasis en follar.
Perdón era vivido en el anterior.
i luv ya
Suscribo esta lista mucho más que la que le dió origen. Y añado: 201: Saltar de artículo a artículo de Jot Down de madrugada, sin decidirte a acabar, sabiendo que el tiempo que le restas al sueño está más que amortizado aunque mañana se te cierren los ojos en el trabajo.
¿Y no citas a Terry P. Southern? Maaal.
Me encanta. Dedicaré unos cuantos días a todo lo que menciona la lista y no conocía
¡Qué curioso! A estas alturas, en la lista que originó esta, el Sr. Cristian Campos ya había recibido hostias por todos los lados. En cambio aquí, todo es paz y después gloria…
Inclusibe lametone de escrotos diria una servidora.
Esto se anima, la próxima que sea de 200, please!!!
Cualquier lista en la que salga un cuadro de Bouguereau demuestra que… pero déjemoslo
Me parece una lista rebuscadísima. Quizá el título le viene un poco grande, como a la anterior. «Alguna razón por la que vivir y un buen puñado de curiosidades que me molan» sería, en mi parecer, un título más acertado, por que, aparte del amor entre el follaje y la esperanza de un futuro mejor, lo demás, más que razones me parecen alardes de moderniki elevado al cubo… y el pasmo ha sido total cuando he visto la edad del autor, me lo esperaba mayor de sesenta y no llega a treinta. Está claro que yo soy el que está gagá. Eso sí, reconozco que he pasado un rato divertido leyendo la lista, así que gracias de todos modos.
La razón 101 es tan buena que incluso resiste https://www.youtube.com/watch?v=Ad70MifHaGU
O lo que seria lo mismo, la canción de Érase una vez el hombre
134: El montaje de QQCCMH y MMRR y esos programas beben de La Hora Chanante y especialmente de Muchachada Nui. Es un hecho.
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109 — Esta lista es el ejemplo perfecto de que si hay vida inteligente es, efectivametne, fuera de la tierra.
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Pues a mí esta lista me ha salvado la tarde … viviremos un día mas.
Ahí van algunas más:
The Beatles.
Los dibujos de Jordi Bernet.
The Smiths.
El placer mañanero de oler bajo las sábanas el pedo involuntario o no, de esa chica maravillosa y guapísima que tuvo el detalle de acostarse con uno.
El pastel de queso.
Los dibujos y ocurrencias de Gerardo y Santi.
El Cacaolat muy frío.
Los bracitos extendidos de un niño de dos años mientras te estampa un besito.
La historia de Pepe González «según Carlos Giménez».
La serie «A dos metros bajo tierra».
La tortilla de patatas con cebolla.
Chicago Transit Authority (cinco primeros discos).
El brebaje a base de mosto negro, zumo de granada, arándanos, sifón y un golpe generoso de néctar de melocotón Rives, con un chorrito de limón.
El amor verdadero y difícil de encontrar que consiste en alegrarse por los éxitos y dichas de familiares y amigos y entristecerse por sus fracasos y penas.
Y siempre, siempre, Paddy McAloon.
Pues con la tortilla de patata y cebolla, el pastel de queso y el «cacaolat», los cuezcos están asegurados. ¡Feliz noche de amor con esa joven tan agraciada, ladrón!
El pedo involuntario de una chica maravillosa y guapísima ? are you drinking or what ?…que diría , desbarrando , un amigo cada vez que alguien decía una chorrada o mamarrachadas…sin acritud lo digo, eh. Pero un pedo dentro de la cama y de un bollito..pues no. No pasa nada, que a todos se nos puede escapar, pero de ahi a que mole….
No sé, pero te noto melindroso, incluso algo amanerado por no decir otra cosa…
No estoy nada de acuerdo con la 183: también me sobra cualquier escena suya en «Thor», de Kenneth Brannagh.
También soy megafans de Natalie Dorner.
Añadiría 201: Leer una lista absurda como excusa para no hacer nada en horas de trabajo.
Cien más
1. El silencio que casi se puede oír cuando empieza a nevar.
2. El intervalo que existe entre el relámpago y el trueno.
3. Oír cómo se rompe el silencio en una caverna, al caer una gota.
4. El vuelo de las luciérnagas.
5. La luna llena en una noche de verano.
6. Los claros de luna, de Debussy y de Beethoven.
7. Comerse las cerezas directamente del árbol.
8. Charles Chaplin ejerciendo de barbero al ritmo de la quinta marcha húngara de Brahms, en el Gran Dictador.
9. El momento en que muere Jesús, durante la Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach.
10. Laura Antonelli
11. Las auroras boreales.
12. Un mar lleno de icebergs.
13. Los colores del otoño.
14. Un campo de flores.
15. El susurro del viento en un bosque.
16. Escuchar a la reina de la noche, cantar la venganza del infierno hierve en mi corazón, de la ópera la flauta mágica de Wolfgang Amadeus Mozart.
17. Los versos de Kavafis.
18. Los onsen o baños termales japoneses.
19. El frio que obliga a ponerse un jersey, en una mañana de verano.
20. La ducha de agua caliente después de que te pille una tormenta y te cale hasta los huesos.
21. El fuego de leña, tras una tarde pisando nieve.
22. Las lágrimas de San Lorenzo o las Perseidas.
23. Ver como alguien espera a Godot.
24. Seguir el vuelo de un quebrantahuesos.
25. Reencontrarse con Hamlet, encarnado en un buen actor.
26. Las torrijas
27. El pan con tomate.
28. Las tortas del Casar.
29. El chocolate negro.
30. Las rosas que huelen a rosa.
31. El vuelo de los colibrís.
32. El olor a hierba acabada de cortar.
33. El aroma de los perretxicos, Setas de San Jorge o Calocybe gambosa.
34. La luz de finales de setiembre.
35. Los bufones del cantábrico, por ejemplo los de Pría.
36. Ver nacer a cualquier mamífero.
37. Una noche estrellada en cualquier lugar sin contaminación lumínica.
38. Enamorarse de una mujer mayor, como en “verano del 42”, de Robert Mulligan o “y tú mamá también”, de Alfonso Cuarón.
39. Ver como se le cierran las puertas a Ethan (John Wayne), al acabar Centauros del Desierto.
40. El carnaval de Nueva Orleans.
41. El primer sorbo de café, al levantarse.
42. El olor a tierra mojada.
43. El canto de los mirlos, en primavera.
44. La berrea de los ciervos, en otoño.
45. Sentirse un Indiana Jones al escuchar los primeros compases de la banda sonora compuesta por John Williams.
46. Silbar la canción,” Always Look on the bright sight of live”, de La Vida de Brian.
47. Intentar entender que es el bosón de Higgs y lo que supone la existencia de esta partícula en nuestro universo.
48. Conseguir acabar “En busca del tiempo perdido”, de Marcel Proust.
49. Observar a las hormigas portadoras de hojas dirigirse a su nido.
50. Seguir a los murciélagos mientras cazan insectos atraídos por la luz de un foco de un campo de deportes.
51. El pisco sour.
52. E= MC2.
53. Volver a escuchar “A love supreme” de John Coltrane.
54. El día en que los padres te dejan solo en casa y puedes poner la música a tope para bailar sobre el somier de tu cama, como Tom Cruise en Risky Business.
55. Observar un mar de niebla, des de las alturas.
56. Hacer surf.
57. Un masaje en los pies.
58. Soñar que encontrarás, en cualquier bosque, a algún Totoro como los que creo Hiyao Miyazaki.
59. La música klezmer de Kroke.
60. Hoy empieza todo, con Ángel Carmona, en radio 3.
61. Oír en la radio una canción que te recuerda a una persona, un viaje y que hacía tiempo que no oías.
62. Gozar con un espectaculo de les Luthiers.
63. La cerveza kaffir (de mijo), bebida en una calabaza.
64. Una taza de consomé, cuando tienes mucho frío.
65. El afrobeat de Fela Kuti.
66. Beber cervezas hasta altas horas con un colega, lanzando las latas vacias sobre un tejado, mientras se habla de todo y de nada, imitando a los personajes de McNaulty i a Bunk Moreland en la serie The Wire.
67. Como canta Georges Brassens en Fernande “je bande” (o lo que sería lo mismo tengo una erección).
68. Reencontrarse con un cómic de Sir Tim O’Theo, de Raf, y comprobar que, pese a los años, Blops aún no ha conseguido entrar en Scotland Yard.
69. Volver a ver el vídeo de Aha, Take on me, y sentir como te conviertes en un personaje de cómic.
70. Sentirse otra vez como un chaval releyendo las aventuras de Tom Sawyer y, como no, las de Huckelberry Finn.
71. Los arco iris doble.
72. Escuchar en directo a Jordi Savall.
73. Tomar una Guiness, en un pub de Dublin, escuchando música en directo.
74. Salir a buscar setas y encima, encontrar.
75. El amor en un Simca mil o sus variedades. No por cómodo, si no por inolvidable.
76. Ejercer de voyeur como James Stewart en la Ventana Indiscreta y descubrir a una vecina adorable.
77. En un bar, escuchar los chismes de dos completos desconocidos.
78. Las personas amarillas, tal y como las define Albert Espinosa, en su libro el mundo amarillo.
79. Madame Bovary y Anna Karenina, dos adúlteras incomparables.
80. El parque Güell.
81. La Sierra del Cadí, Ordesa y Aigüestortes.
82. Andar sin tener ni prisa, ni destino fijo.
83. El crack que se oye al morder un tallo de apio o una zanahoria.
84. Cualquier vino, en buena compañía.
85. Una siesta después de una comida en el campo.
86. El sol en invierno.
87. Descubrir la razón que tiene Leo Ferrer, cuando canta Avec le Temps.
88. Descomer.
89. Desbeber .
90. Sentarse en un parque y simplemente observar.
91. Terminar la noche con croissants acabados de hornear.
92. La serie de televisión Cosmos, sea con Carl Sagan o con NeildeGrasse Tysson.
93. Ir al Museo del Prado (o al Louvre, etc.) y descubrir la cantidad de cuadros y pinturas que ni tan solo conoces y que bien merecen un rato de tu existencia.
94. Un té a la menta tomado tres veces de la misma decocción, tal y como recomiendan los tuaregs. El primero amargo como la vida, el segundo dulce como el amor, y el tercero suave como la muerte.
95. Hacer listas.
96. Procastrinar o lo que sería lo mismo dejar para mañana lo que pueda hacer hoy.
97. Acompañar a Holly Golightly hasta el escaparate de Tiffany’s.
98. Llegar a la cima, contemplar las vistas, para después llegar al valle.
99. Descubrir que al otro lado de la red existe alguien tan friqui como tú, o incluso más.
100. Comprar en un mercado de pueblo, productos locales.
Oye, Rubén, ¿por qué te gusta tanto la pintura kitsch, incluida la de Roberto Ferri?
¡¿Ccomoorrr…?!
Pingback: Cien razones más por las que vivir
¡Muy bueno!
¡Te hemos mencionado en nuestras serendipias de hoy mismo! >>> http://www.esencialblog.es/serendipias-en-internet-vol-ix/
Un saludo.
Las Perpetua, Gill Sans, Optima, Helvética, Futura y, por supuesto, la Univers.
¡¡¡¡Panda de cabrones!!!!!.
Con tantas cosas para disfrutar no hago más que procrastinar.
Que conste el número de signos de exclamación, en homenaje a don PTerry
no sé desde dónde he llegado aquí, pero si Lauren Bacall me mira así, yo me rindo al momento. Si Clint Eastwood lo hace, también. Eso es así.
Y que mirar un cuadro sea cómo leer una novela, priceless.
Son las 7 de la mañana, y he soltado una lagrimita al ver (otra vez) el flashmob en el metro. Sunrise.
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